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ANA P. DE QUIROGA Enfoques y perspectivas en psicologia social DESARROLLOS A PARTIR DEL PENSAMIENTO DE ENRIQUE PICHON-RIVIERE ESS) FUNDAMENTOS DE UNA PSICOLOGIA SOCIAL * Este trabajo, en tanto intento de fundamentar una Psi- cologia Social, hisidrica y concrete, retome casi puntual- mente muchos de los desarroilos del artfculo “La concep- cién del sujeto en el pensamiento de Enrique Pichon-Rivié- re, publicado en 1978. ‘Sin embargo explicitaremos y profundizeremos aqui la conoepelén del hombre, del conocimiento y del orden so- cial histérico, que desde el materialismo histérico y dialécti- co sostiene nuestra propuesta en psicologia. Este explicita- cidn resultaba imposible en el periodo en que fuera elabora- do el primer art{culo, por las condiciones de represin existentes. A su vez este trabajo incluye hipdtesis sobre Ia dialécti- ca mundo interno- mundo externo no desorrolladas en el citsdo articulo, * Intervencién pronunciada on ol Encuentro Internacional de Psico- drama y Feleoterapis de Grupo, realizado en Buenos Aires en Agosto de 1988, CONCEPCION DEL HOMBRE Y CIENCIAS SOCIALES ser de necesidades que sélo se satiste- ciones que lo determinen. Nada hay itante de la interaccién entre indivi- rindose en una actividad transformadora, en una relacion dialéctica, mutuamente modificante con el mundo, que so da siempre 2 su experiencia como mundo social, es decir, entretejido de vinculos y relaciones sociales. Esa relacion Gialéctica tiene su motor en lanecesidad”. “,. la elabora. cién de un cxiterio de salud, al que nosotros adaptacién activa o aprendizaje, significa el anélisis de las formas que reviste la relacién del sujeto con el mundo, la idagacién de las formas de esa relacién constitutiva de la subjetividad. El sujeto es sano en tanto aprehende la re Gad en una perspectiva integradora y tiene capacidad para transformar ese realidad, transforméndose a su vez él mis- mo. Esté ‘activamente adaptado’ en la medida en que man tiene un interjuego dialéctico con el medio”. He introducido aqui, a través de frases de Enrique iviéte, dos elementos tedricos de distinto grado de ién, pero intimamente ligados entre si, ya que luno se elabora a partir del otro. Uno es una concepcién del hombre, el otto un criterio de salud desde el cual se orienta ¥ da sentido @ la operacién psicol6gica. Esta inclusién y el establecimiento de relaciones enize ambos conceptos apunta & una de les tesis centrales de este trabajo acerca de los fundamentos de una Psicologia Social, histérica y concreta, Hsia tesis es que a toda reflexion en el campo de Ciencias sociales. dada la indole de su objeto, subyace una concepcién del hombre, una hipétesis acerca de la esencia y el origen de ese conjunto de procesos que instituyen mas allé del orden animal, una nueva instancia: co social, el orden de la cultura, orden simbi camente humano. Esta concepcién del hombre nos remite, en tanto esté 32 inscripta en ella, © una concepeién del mundo o Weltain- schaung, sistema social de representaciones, no necesaria- mente explicitado en el discwso ico, y que refleja y da cuenta, en tanto ideologia, de las distintas précticas de Jos hombres. . Decimos subyace, hablamos de su condicién no necesa: riamente explicita. Queda por plantear que aun desde esa , fundamenta y determina Ia problemética de esa Referidos ya al campo concreto de nuestro hacer: a en él campo de n del mundo, esa coneepeién de nes entre hombre, naturaleza y sociedad orienta la formulacién de la pregunta por el sujeto y su comporta- miento, por la génesis y el desarrollo de los procesos psiqui- cos. Bsta pregunta serd més o menos abarcativa, abordard 0 ‘no al sujeto en la complejidad de sus determinaciones, segin el grado de riqueza y objetividad de esta concepcién fundante. Desde la Weltanschaung se define el qué pregun- tar y el cémo de la pregunta, qué snos y releciones analizer. A su vez Ie pregunta establece liness, perspectivas en la elaboracién sistematica de la respuesta. A partir de la practica y desde ese “lugar teérico” se da de hecho la enunciacién de leyes que darian cuenta de los procesos del sector de lo real a conocer y transformer. @Desde dénde se interroga un investigador? {Qué orienta la pertinencia de sus preguntas? La préctica, los hechos mismos. La pregunta por las condiciones de produccién de Jos procesos psfquicos no es especulativa ni tiene como punto de partida la teorfa. Como hemos dicho, surge de la prictica. Es la prictica la que interroga a los hechos y en el procesamiento de esa préctica emerge la teorfa como res- Puesta progresivamente abarcativa y sistemitica, que intenta dar cuenta de los fenémenos en la complejidad de sus 33 Se relacionés_y determinaciones. Pero el investigador, en tanto ser social, # sitéia en su prictica desde el interior sistema social de representaciones que tiene sus condiciones de produccién en el complejo de relaciones sociales que constituyen el contexto de su tarea. Quien investiga en el campo de los procesos psiquicos indage sus leyes a partir de su prictica conereta, pero se sittia en ella y la interpreta desde su concepeién de los érdenes natural, social e histéri- eo que convergen en el hombre. Hsta concepcién opera como éptica, como perspectiva de abordaje y comprensién. Esta presente en el salto de calidad que implica el pesaje de la experiencia clinica o de laboratorio a la interpretacién y ia. Se manifiesta como no hipdtesis acerea de ja existencia y la forma eonceptualizacién de esa exp concepcién del sujeto. Emerge ei qué determina, en diltima instancia, de los procesos investigados, Pero a su vez, esta concepcién global, orientadore, este lugar teérico ne permanece estético en esa confrontacién con la préctica en un sector de lo real. Bs susceptible de vectificaciones, ratificaciones y desarrollos. Sostener, como se hace aqui, una determinacién social de la préctica desde los sistemas de representacion vigentes en una sociedad no significa neger la dialéctica del conoce RELACIONES ENTRE CIENCIA & IDEOLOGIA Ante lo expuesto puede surgir una pregunta: esta pre- ia fundante de la concepeién del mundo o Weltan- schaung en In elaboracién de uns teorfa, no implicaria una Posicién escéptica respecto a la posibilidad de un conoci- miento objetivo, cientifico? ;Cémo opera una coneepcion del mundo y de la naturaleza humana en la elaboracin de una psicologia cientifica? gs esta concepcién, en tanto ideologia, un “a priori” imaginario con el que se hace necesario establecer una ruptura?;Se constituye como un obsticulo epistemolégico? El tema remite a un debate que 34 no pierde actualidad: el de las relaciones entre ciencia e Wdeologia, Sobre este problema desarrollamos Pichon-Riviére un trabajo sistemético de reflexi6n epistemo- logica. A partir de esta tarea hemos intentado redefinir los términos de este debste, rescatando Ia presencia de un tercer factor, fundante y as_veces escamoteado: la base social, los intereses sociales objetivos que expresa cada concepcién del mundo, como reflejo de las pri hombres articulados' en una sociedad determinads. Ente mos que'queda eludido el falso dilema, de netureleza sola padamente idealista en el que quedé atrapada la epistemolo- gia francesa: ciencia 0 La relacién se plantea entonces entre: 1) concep. mundo, del hombre y la historia, 2) base social inter epcién expr scimieni tivo. El conocimiento humano tiene su fundamento en nece- sidades materiales que los hombres resuelven a partir del establecimiento de relaciones sociales. Bn consecuencia, prictica social, compleja y contradictoria, opera como tor determinante en el deserrollo del conocimiento. Lo complejo y lo contradictorio de esas relaciones sociales, la diversidad de intereses operantes en esa estructura, determi- nan a su vex formas del pensamiento, de la representacién del conocimiento. Emergen desde allf diversas modalidades de intexpretacién de lo real. Todas las formas de ideologia son reflejo de la existencia social. En una sociedad dividide en clases, las ideologias tienen también cardcter de clase, Una expresa los intereses de un sector dominante en la sociedad y desde alli comprometido a perpetuar un deter- minado ordenamiento social, consolidando una organize- cién, un sistema. Desde estos intereses y este compromiso, la ideologia de los sectores dominantes’ seré consecuente- mente encubridora y distorsionadora de la realidad, en tanto tiende a legitimar, desde las formas de conciencia social, esa dominacién, aun al precio de escamotear lo real, negando o manteniendo ocultos hechos y relaciones, Su 35 @iscurso se caracterizaré entonces por “naturalizar lo so- cial”, “eteriléer lo histévico”, “universelizar lo particular”, fragmentary disociar 1o que constituye una totalidad. Otras clases sociales, en lucha con les dominantes ven, por el contratio, comprometido su destino con el la desocultacion de las relaciones entre ¥ sociedad. Sus intereses lo del conos jea no depen- de de su relacién con un nivel ideolégico, de su pertenencia eltanschaung, de su mayor 0 menor grado de for- n, sino de las earacteristicas de los intereses socia. Jes que expresa y del momento del desarrollo histérico social en que ha sido elaborada. De allf devendra su cari. ter de sistema de representaciones ocullante, distorsionante © su condicién de conocimiento objetivo, desocultante, des- mitificador. A nuestro entender, desde la coherencia con esta proposicién, quedaria invalidado tanto el planteo abs- facto de una “teoria de la ideologia” como el falso dilema Glencia 0 ideologia, concepcién del mundo 0 conocimiento objetivo, CONCEPCION DEL HOMBRE Y PSICOLOGIA SOCIAL Introducir esta reflexién epistemolégica sobre el valor cognoscitivo de las concepciones del mundo en este trabajo sobre fundamentos de la Psicologia Social planteada por Enrique Pichon-Rivigre, me parece particularmente perti- nente, ya que mi intencién es mostrar cémo este autor fundamenta una psicclogia y Ia define como social, a partir de una concepcién del sujeto como social e histéricamente determinado, configurdndose en un interjuego con un con- texto que se da a su experiencia siempre interpenetrado de vinculos y relaciones sociales. Este interjuego tiene como 36 al sujeto en tanto ecesidad y satisfac fundamento una contradiccié corgenismo vivo: contradi . Bs la necesidad la que relaci6n activa con ‘temo, con el Ja biisqueda de In fuente ficacién. Esa contradiccién intrinseca es la que remi- te a la dialéctica sujeto-contexto, en la que el sujeto se configura. En lx elaboractén de esta concepcién del sujeto se articularon, en un fecundo encuentro, una prictica clinica y una concepeién del mundo que se constituye como conocix miento objetivo en tanto de cuenta de la estructura de lo es entre naturaleza, hombre y sociedad. Segin esta concepeién, el hombre, en funcion de su particular organizacién biol6gica es productor de su vida material en una doble relaci6n: con Ia naturaleza y con otros hombres, El hombre es naturaleza pero emerge de ella transformandola y transforméndose a partir del trabajo y en de los bienes necesarios para su subsistencia, en la que se apropia de la naturaleza modificéndola en vista & sus necesidades. Este proceso slo puede cumplirse en relaciones necesarias con otros hombres. En esta doble relacion el hombre no es sélo productor, protagonista de Ia emerge el psiquismo como interiorizacién de las mismas, come instancia y funcién representacional que dard luego Tugar al surgimiento del pensamiento, el lenguaje y las distintes formas de simbolizacién, Ellas fundamentan las formas de la conciencia social, el orden jurfdico politico, las significaciones sociales. De alli la afirmacién de que | naturaleza humana no es una esencia presocial y ahistérica, sino social e histéricamente determinada. Las relaciones sociales al organizar y determinar, segtin sus fines, la expe- riencia de los sujetos que las ostablecen, determinan en a7 zacién familier, constitucién de gesta el tipo de pensamiento y a dizaje y existencia en para comprenderlo, concreta, es di ples dete: La prictica, situada desde esta Wellanschaung, siguiendo al triple movi abstracta, sino a un sector de lo real e da cuenta de sus leyes internas, pera operar sobre él. Hin sintesis, es desde la concepeidn de la naturaleza humana, social ¢ histérica- mente determinada, desde el hombre entendido en cada aqui y ahora como el punto de legada de un proceso érico, sintesis 0 centro de anudamiento de una compl: les, y a partir de una pricti ica entre mundo interno y mundo extemo, entre el sujeto y su contexto vine al problema del sujeto puede ser planteado en sus és . A partir de la concepei y de la tarea terapéutica que de la subjetividad, es una “nueva problema Es desde esa problemitica de! sujeto que somos referi- dos a la temética de la interaccién, del vinculo, del grupo y Jas instituciones, en la investigacion de le dialéctica fundan- te de la subjetividad estructura dialéctica 1 Enrique Pichon-Riviére plantea E LO SUBJETIVO. IDADES, LA CONSTITUCION ROL DE LAS Ni La concepeién pichor del sujeto lo define como emergente; configurado en un sistema vincular-social a par- ego fundante entre necesidad y satisfaccion, interjuego que remite a su vez @ una dialéctica intersubje js decir que la dialéctica esencial, constitutiva de lo tualiza en términos de cin, entre sufeto y trama vincular en la que las necesidades camplen su destino social de gr interjuego de causas intemas y condiciones externas que en Ia constitucién del sujeto. La necesidad seria, en dy su opuesto, satisfaccién, se da en el interior del sujeto, pero en tanto fuente de gratificacién le es exterior, esta conti 6 promueve la relacién con el mundo extemo, en la biisqueda de In fuente de gratificacién. La necesidad aparece asi como fundamento motivacional de toda experiencia de contacto, de todo aprendizaje, de todo vinculo, La satisfaccién, a la gue s6lo se accede en la experiencia con el otro, es eminen- nente social, vincular, La necesidad remite al objeto y a de las primeras experiencias y en el acto de satisfacer- se, la necesidad se metamorfosea, se somete a la determina- cién del objeto, se “objetaliza”, Neva la huella del objeto. Desde las primeras experiencias las necesidades del sujeto se 39 fransformin, y en consecuencia también lo hece el sijeto, Cambian de Gatidad a partir de la incozporacién del objeto. Esa experiencia no es sdlo base de la objetivided en tanto registro primario de lo externo, sino que por serlo, resulta también fundamento de la subj en esa experiencia, en la que se x Ia contradiceién necesidad-satisfaccién, el objeto se inscribe en el sujeto, configurando su interioridad. Lo constituye « parti que aparecerfa como lo més “subjetivo”, la necesidad mis- ma. El objeto se inscribe on el sujeto a partir de la expe- riencia y desde la necesidad, configurindolo. En la expe. ia de satisfaccién el objeto se transforma en un refe- rente intemo (objeto interno) interpenetrando In necesidad, conformando dicién exter Desde Ja 6ptica pichoniana, si la experiencia con el otro valor de determinacién de la subjetividad, la focalizacién, en el anélisis de le dialéctica entre sujetos, de los procesos vinculares, de la interaccién, se constituye en el abordaje pertinente. ¥ esto por qué? En tanto no fragmenta la realidad a investigar permitiendo visualizar el Interjuego entre causas internas y cond Produecién de un fendmeno. De allf que lo intrasujetal no seria sino un aspecto de un proceso mucho més complejo. De alli que uns investigacion exclusivamente centrada en los procesos intemnos, en las relaciones fantasméticas que no tuviera en cuenta la dialéctica mundo intemo-mundo exter- no no daria cuenta de la totalidad de determinaciones operantes. génesis y desarrollo de esos procesos inter- indose en consecuencia une fetichizacién de ‘lo abordaje interaccional, vincular que plantea Enrique Pichon-Riviéxe al conceptualizar en términos de interjuego entre necesidad y satisfaccién, sujeto y contexto vincular- social la di a de la subjetivided, permite un acerca- 40 miento més totalizador a la multiplicidad de determinacio- nes que operan en esa unidad biopsicosocial qe es el tendemos que los conceptos de necesid: ogico y lo social en ese orden especffico de fenémenos que constituyen los procesos psfquicos. Es en el escenario vincu- ler, en la rel con el otro, donde el sujeto de la negesidad, en Ia accién de satisfacerla en una experiencia Hemos mencionado una préctica clfnica a partir de la cual, y desde una Weltanschaung, Enrique Pichon-Riviére sistematiza un Esquema Conceptual Referencial y Operati- vo. Cabe zhora preguntarse qué hechos de la realidad abor- dada en esa prictica determinaron el abandono de una perspectiva estrictamente intrasyjetal, para centrar su anéli- sis en la dialéctica entre sujetos, en el interjuego entre mundo interno y mundo extemo, EL MUNDO INTERNO. GENESIS DE LOS CONCEPTOS El andlisis del proceso transferencial, al que caracteriza- mos como la adjudicacién de roles inscriptos en el mundo intemo, actualizacién en el aqui y ahora de la relacion de modelos vinculares internalizados, revela Ia estructura de una dimension intresubjetiva en Ia que se articulan objetos y relaciones en una mutua realimentacién. El mundo inter- no, en funcién de le interdependencia de sus elementos constitutivos, de las miltiples imagos que en él interactiian, puede ser definido como sistema. Pero ese sistema reviste la forma de una dramética, de una trama argumental desde la cual el sujeto interpreta Ia realidad y orienta su accién en el a1 tir de qué procesos surge esa que en el espacio transi : ro, qué Qué lugar coupan en su ela- boracién las necesidades y las experiencias vividas, en les que esas necesidades han encontrado su destino de gratia: cién o frus 2 campo de la “uxgencia psiqui ele to con el paciente en crisis y su contexto grupel in las circunstancias mismas de esa pré elementos de respuesta, En ese grupo la situacién de crisis, de emergencia de la enfermedad ponen de manifiesto, con toda transparencia, los mecanismos de la interaccién, El Aiscurs0 de los integrantes, el juego de roles, las altemativas de presencia y ausencia, las formas comunicacionales reve- len una seméntica familiar y !a conducta y el discurso del Paciente se muestra ese contexto, como un intento de respuesta coherente dentro del sistema interac- Gional, en el que adquiere intencionalidad y significatividad, La condueta, aun le aparentemente més aislada, revela asi su carécter esencialmente rela: iencia. La conducta aparece como comprensible, decodificable y en consecuencia transformable en tanto se la aborde on la interioridad de 1a complejisima trama de vinculos y relacio- es sociales que operan como el conjunto de sus condicio- nes de produccién, A partir de la constatacién sistemética de este tipo de fendmenos, es posible establecer relaciones de causalidad Gialéctica, no especular o mecénica, entre la estructura y Gindmica del mundo interno del paciente —desde entonces 42 Amica de la trama iento de esus te que reviste jaciente, echa luz sobre el cardcter deter- \do portavoz—y vez la expariencia del 2 —siemp a tos internos y formas de interpretacién de la realidad. Esta funcién constitutive de la subjetividad que cumple la presencia y la accién significante del otro tiene sa para- social, se sostiene la estruciuracién del psiquismo A partir de la comprensién de la eficacia de la interac- jones reales, que dejan de ser consideradas mo, para ser entendidas como un elemento dentro de la articula- cién de factores que rigen 1a constitucién de la subjetividad. No s6lo la prictica clinica, el andlisis de los procesos trensferenciales en pacientes psicdticos y neuréticos, la in- Gagacién de la estructura vincular transferida y el abordaje grupal familiar de la enfermedad sobre Ia estruc- ‘tura dramiitica, escénica, interaccional del mundo o grupo interno. También el anilisis de 1a produccién alucinatoria, 43 de los inecanismos de juego infantil, la im rocesos grupales.y las formas de articulac 8 sujetos en grupos e instituciones muestran a esa dimension inizapst. quica como escenario habitado por personajes ligados entre si por una trama argumental, iere una parti nencia la pregunta por la génesis de ese mundo interno, po iio organizadores, descubrimiento de la eficacia de le interaccién, del carécter instituyente de las relaciones reales, de la ac. i nereta y significante del otro, el mundo interno es entendido como reconstruceién de Ia trama relacional, del sistema vinoular en el que el sujeio emerge y en el que como horizonte de su experiencia, cumplen sus necesidades su destino social de gratificacién 0 frustracién, EL mundo interno se constituye por Pasaje fanteseado de un sistema de relaciones dimension intema, y como una reinterpretaci riencia del sujeto, como inscrip ‘trayectoria vincular. El mundo © grupo interno es un sistema abierto sobre mundo extemo, con el que mantiene isléctica. Podemos entonces interrogamos acerca de los factores operantes en esa disléctica, por los elementos que se articulan en la emergencia de esa recons- truccién o interpretacién subjetiva de la experiencia, El sujeto interpreta su experiencia desde su necesidad, escenificada en una fantasia inconsciente, que implica una estrategia, también inconsciente, de satisfaccién. En el con- tacto con el otro, incluido en la relacién desde sus necesida- des y fantasies, es decir, desde su propia estratogie, recibe impacto de una presencia y una aceidn signifi- cante. A Ia vez ese sistema interuccional esta sostenido en lun orden social y recorrido por determ: eS y represen taciones emergentes de les relaciones sociales, de les que cada sujeto es portador. Como hemos dicho, cada organiza. ci6n social, en funcién de sus fines, organiza materialmente 44 Je experiencia de los sujetos. Esto implica que encodifica sus necesidades reconociendo algunas, descalificando otras, ofreciendo metas socielmente disponibles y determinande formas de acceso a la gratificacién. Esa organizacion mate- rial de la experiencia, esa significacin social del sujeto y sus necesidades, esas formas socialmente propuestas de satis- se actualizan en cada vinculo, en cada sistema nal, dando forma a esa dialéctica entre sujetos, ya ienden a reproducirse Jas relaciones sociales, La integracién de estos factores que acabamos de mencionar configuran el vinculo en su doble dimensi6n: intersubjetiva e intrasubjetiva, Esa onganizacién social material de Ia experiencia y ol conjunto de representaciones y fantasias que recore el sistema interaccional, determina formas concretas de rela- cién, determina el destino de las necesidades en el vinculo, Ja administraci6n de la gratificacién o la frustracion, Esto a sa ves, realimenta la estructura de fantasias. Se produce entonces un intexjuego entre lo real y lo fantasmético, entre m concreta y fantasfa inconsciente. Este interjuego dialéctico nos permite hablar de una policausalidad en la configuracién del mundo intemo. En tanto Enrique Pichon-Rividre sostiene esa policausali- dad, dada por la articulacién de relaciones reales y necesids- des escenificadas en las fantasfos, en tanto enfatiza la efica- cia determinante del orden social y de la experiencia y la significacién de ésta desde Ia accién del otro, factores todos estos operantes en la interpretacién de la experiencia, en la ia positiva o negativa al objeto y cesariamente una polémica con al vinculo, se plantearé toda forma de innatismo, Pera finalizar sostenemos que la Psicologia Social consis- te en el desarrollo sistematico de una respuesta a la pregun- ta por el sujeto, y se plantea el anélisis de las relaciones entre estructura social y configuracién del psiquismo, lo que implica focalizar como unidad de indagaciGn la dial ca entre sujetos, e investigar en su estructura y funcién las 45 Gistintas unidades interaccionales que operan como media- clones entre las relaciones sociales fundantes del psiquismo y In subjetividad. El estudio de estas mediaciones, escena- tios de Ia experiencia del sujeto, echa luz sobre In organiza- cién material de le experiencia y sus efectos en la constitu- cién de lo subjetivo, Desde allf Ia Psicologia Social se define como una critica de la vida cotidiana 46

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