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MÉTRICA

La métrica es el estudio de la versificación. Se ocupa de estudiar los aspectos rítmicos


del poema, la estrofa y el verso.
En el poema, el lenguaje aparece configurado potenciando los valores expresivos
relacionados con el ritmo. Este se logra mediante una especial ordenación de los
elementos que forman la cadena hablada (la sucesión de palabras que se pronuncian).
A diferencia de la prosa, que se adapta más o menos espontáneamente a la intención
comunicativa, en los textos en verso observamos una tendencia a la regularidad y la
simetría.
La estrofa es un conjunto de versos organizado de acuerdo con un principio
estructurador que se apoya en el número de versos, el metro o medida silábica de cada
uno de ellos, y un esquema de rimas.
El verso es una serie de palabras dispuestas para producir un efecto rítmico. Se distingue
visualmente de la prosa porque se distribuye sobre la página ocupando solo el espacio
que requiere el efecto rítmico buscado, de acuerdo con el metro.

RIMA: Repetición de sonidos (vocálicos y consonánticos o solamente vocálicos) a partir de la


última vocal tónica del verso.

RIMA CONSONANTE O PERFECTA: A partir de la última vocal tónica del verso, se repiten todos
los sonidos, vocálicos y consonánticos:

La primavera ha venido,

nadie sabe cómo ha sido.

(Antonio Machado)

RIMA ASONANTE O IMPERFECTA: Solo se repiten sonidos vocálicos.

Que de noche le mataron

al caballero,

la gala de Medina,

la flor de Olmedo.

(Lope de Vega)
La distribución de la rima se expresa por medio de letras. Los versos que riman entre sí se
señalan con las mismas letras, que se indican siguiendo el orden alfabético de acuerdo con el
orden de aparición en el texto. La rima que recae sobre versos de arte menor (de ocho sílabas o
menos) se indica con letra minúscula, y la que recae sobre versos de arte mayor (de nueve
sílabas o más) se indica con letra mayúscula. Los versos que no riman se llaman versos sueltos y
se señalan con el signo ̶ .

La primavera ha venido, 8 a

nadie sabe cómo ha sido. 8 a

Que de noche le mataron 8 ̶

al caballero, 5 a

la gala de Medina, 7 ̶

la flor de Olmedo. 5 a

¡Madrid, Madrid!, ¡qué bien tu nombre suena, 11 A

rompeolas de todas las Españas! 11 B

La tierra se desgarra, el cielo truena, 11 A

tú sonríes con plomo en las entrañas. 11 B

(Antonio Machado)

CÓMPUTO SILÁBICO: número de sílabas métricas que forman un verso. La medida del verso
se basa en la medida silábica de la prosa, pero se aparta de ella por una serie de rasgos.

SINALEFA: Se reúnen las vocales de dos sílabas en una sola sílaba, cuando una palabra termina
en vocal y la siguiente empieza por vocal. (Cuando ocurre dentro de la misma palabra se habla
de sinéresis). La sinalefa normal se da entre palabras inmediatas. La sinalefa convencional se
cumple aunque exista una división lógica marcada con signos de puntuación: “Salve, América
hermosa. El sol te besa”. La sinalefa violenta aparece cuando se pronuncian seguidas tres o más
vocales: “No dure con eterno e inmortal canto”.

Existen también la dialefa (se evita deliberadamente la sinalefa) y la diéresis (se separan en
sílabas métricas diferentes las vocales que normalmente forman un diptongo).

La última vocal tónica de cada verso coincide con la penúltima sílaba métrica de este. Por
tanto, si la última palabra del verso es llana, el cómputo silábico no se ve afectado, pero si la
última palabra es aguda o monosílaba, se suma una sílaba más, y si es esdrújula, se resta una
sílaba.

Versos de arte menor: de dos a ocho sílabas métricas. En ellos, la rima se indica con letra
minúscula.

Los versos sueltos (es decir, los que no riman) se marcan con ̶ .
VERSOS DE ARTE MENOR

Bisílabos: dos sílabas métricas.

Leve 2 a
breve 2 a
son 1+1= 2 ̶
(José de Espronceda)

Trisílabos: tres sílabas métricas.

Yo quiero 3 a
peligros 3 ̶
extremos 3 a
(Jorge Guillén)

Tetrasílabos: cuatro sílabas métricas.

Veinte presas 4 ̶
hemos hecho 4 a
a despecho 4 a
del inglés, 3+1= 4 b
y han rendido 4 ̶
sus pendones 4 c
cien naciones 4 c
a mis pies 3+1= 4 b

(José de Espronceda)

Pentasílabos: cinco sílabas métricas.

Dulce armonía 5 a
que inspira al pecho 5 ̶
melancolía. 5 a

(José de Espronceda)

Hexasílabos: seis sílabas métricas.

Ya se acerca el día 6 a
de volverte a ver, 5+1= 6 b
luz de mi alegría, 6 a
flor de mi querer. 5+1= 6 b

(Arriaza, La ausencia)
Heptasílabos: siete sílabas métricas.

¡Pobre barquilla mía, 7 ̶

entre peñascos rota, 7 a

sin velas, desvelada, 7 ̶

y entre las olas, sola! 7 a

(Lope de Vega)

Octosílabos: ocho sílabas métricas.

Nuestras horas son minutos 8 ̶

cuando esperamos saber, 7+1= 8 a

y siglos cuando sabemos 8 ̶

lo que se puede aprender. 7+1= 8 a

(Antonio Machado)

Versos de arte mayor: de nueve sílabas métricas o más.


En ellos, la rima se indica con letra mayúscula.
Los versos sueltos (es decir, los que no riman) se marcan con ̶ .

VERSOS DE ARTE MAYOR

Eneasílabo: nueve sílabas métricas.

Juventud, divino tesoro, 9 A

¡ya te vas para no volver! 8+1= 9 B

Cuando quiero llorar, no lloro… 9 A

y a veces lloro sin querer… 8+1= 9 B

(Rubén Darío)

Decasílabo: diez sílabas métricas.

Del salón en el ángulo oscuro, 10 ̶

de su dueño, tal vez olvidada, 10 A

silenciosa y cubierta de polvo 10 ̶

veíase el arpa. 6 a

(Gustavo Adolfo Bécquer)


Endecasílabo: once sílabas métricas.

¡Madrid, Madrid!, ¡qué bien tu nombre suena, 11 A

rompeolas de todas las Españas! 11 B

La tierra se desgarra, el cielo truena, 11 A

tú sonríes con plomo en las entrañas. 11 B

(Antonio Machado)

Dodecasílabo: doce sílabas métricas.

Las luces, la hora, la noche, profundo 12 A

infernal arcano parece encubrir, 11 + 1 =12 B

cuando en hondo sueño yace muerto el mundo, 12 A

cuando todo anuncia que habrá de morir. 11 + 1 =12 B

(José de Espronceda)

Alejandrino: catorce sílabas métricas.

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla 14 A

y un huerto claro donde madura el limonero; 14 B

mi juventud, veinte años en tierra de Castilla; 14 A

mi historia, algunos casos que recordar no quiero. 14 B

(Antonio Machado)
ESTROFA DE VERSO ÚNICO (O MONÓSTICO)

Hoy es siempre todavía.

(Antonio Machado)

ESTROFAS DE DOS VERSOS (O DÍSTICOS)

PAREADO

A A ; a a; A a; a A.

Todo necio

confunde valor y precio.

(Antonio Machado)

ESTROFAS DE TRES VERSOS

TERCETO

A ̶ A

Se emplea habitualmente en poemas en forma de tercetos encadenados:

A B A : B C B : C D C : D E D ; E F E … X Y X Y.

Fabio, las esperanzas cortesanas

prisiones son do el ambicioso muere

y donde al más activo nacen canas.

El que no las limare o las rompiere,

ni el nombre de varón ha merecido,

ni subir al honor que pretendiere.

El ánimo plebeyo y abatido

escoja, en sus intentos temeroso,

primero estar suspenso que caído,

que el corazón entero y generoso,

al caso adverso inclinará la frente

antes que la rodilla al poderoso.

(Andrés Fernández de Andrada)


SOLEAR (O SOLEÁ O SOLEDAD)

8a 8 ̶ 8a

Se miente más de la cuenta

por falta de fantasía:

también la verdad se inventa.

(Antonio Machado)

BULERÍA

7a 8 ̶ 8a

Y el día que yo muera

que me entierren en los aires

que van de Lebrija a Utrera.

PLAYERA
6 a 11 ̶ 6 a (o bien: 6 a 10 ̶ 6 a)

No sé lo que tiene

la hierbabuena de tu huertecito

que tan bien me huele.

HAIKU

Poema de origen japonés. Consta de 17 sílabas repartidas en tres versos de 5-


7-5. Contiene una agudeza conceptual o una imagen, y acepta la rima
asonante, aunque prevalece el verso blanco.

La vieja mano

sigue trazando versos

para el olvido.

(Jorge Luis Borges)

Todas las estrofas de tres versos de arte menor se denominan en español,


de forma genérica, tercerillas o tercerillos.
ESTROFAS DE CUATRO VERSOS

COPLA POPULAR

8 ̶ 8 a 8 ̶ 8a

Nuestras horas son minutos

cuando esperamos saber,

y siglos cuando sabemos

lo que se puede aprender.

(Antonio Machado)

SEGUIDILLA, SEGUIDILLA SIMPLE O SEGUIDILLA CLÁSICA

Copla donde los versos primero y tercero son heptasílabos, y los versos
segundo y cuarto son pentasílabos.

7—5a 7—5a

Si acaso saber quieres

si dos se aman,

repara si se miran

más que se hablan.

La seguidilla compuesta añade tres versos: 5 a 7 — 5 a:

Eres tonto de noche

tonto de día,

tonto por la mañana

y a mediodía.

Se me olvidaba:

que también eres tonto

de madrugada.
SEGUIDILLA ANTIGUA

Aparece algún hexasílabo o algún octosílabo junto a los consabidos


heptasílabos y pentasílabos.

Que de noche le mataron 8 ̶

al caballero, 5 a

la gala de Medina, 7 ̶

la flor de Olmedo. 5 a

(Lope de Vega)

SEGUIDILLA GITANA (O SEGUIRIYA O SIGUIRIYA)

6 ̶ 6 a 11 ̶ 6 a

Sin verte de día,

serrana, no vivo…

Y luego a la noche me quitas el sueño,

o sueño contigo.

¡Mírame, gitana,

mírame, por Dios!

Con la limosna de tus ojos negros

me alimento yo.

(Manuel Machado)

REDONDILLA

abba

Llamé al cielo y no me oyó,

y, pues sus puertas me cierra,

de mis pasos en la tierra

responda el cielo, y no yo.

(José Zorrilla)
CUARTETA

abab

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que un ardiente sol fluía

dentro de mi corazón.

(Antonio Machado)

Viejos olivos sedientos

bajo el claro sol del día,

olivares polvorientos

del campo de Andalucía.

(Antonio Machado)

SERVENTESIO

ABAB

Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.

Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.

Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.

Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.

(Antonio Machado)

CUARTETO

ABBA

Aquí yacen de Carlos los despojos:

la parte principal volviose al cielo,

con ella fue el valor, quedole al suelo

miedo en el corazón, llanto en los ojos.

(Fray Luis de León)


CUADERNA VÍA (O TETRÁSTROFO MONORRIMO)

Cuatro versos alejandrinos, con cesura (7 + 7) y rima consonante única. A lo


largo del poema, la rima va cambiando en cada estrofa. Es la modalidad
estrófica característica del mester de clerecía (siglos XIII y XIV).

14 A 14 A 14 A 14 A

Como dice Aristóteles, cosa es verdadera,

el hombre por dos cosas trabaja, es la primera

por haber mantenencia, la otra cosa era

por haber juntamiento con hembra placentera.

(Juan Ruiz, arcipreste de Hita)

ESTROFAS DE CINCO VERSOS


QUINTETO
Cinco versos de arte mayor con rima consonante. Tienen que combinarse dos rimas y no
pueden rimar tres versos seguidos.

Ese vago clamor que rasga el viento


es la voz funeral de una campana:
vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana.

(José Zorrilla)

QUINTILLA
Madrid, castillo famoso,
que al rey moro alivia el miedo,
arde en fiestas en su coso
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo.
(Nicolás Fernández de Moratín)
LIRA
Estrofa de 5 versos (3 heptasílabos y 2 endecasílabos), con el
esquema aBabB. Su nombre se debe al primer sustantivo empleado
por Garcilaso de la Vega en la primera estrofa de la Oda a la flor de
Gnido (“Si de mi baja lira”). Posteriormente, será la estrofa
predilecta de fray Luis de León y de san Juan de la Cruz en sus mejores
poemas.

El aire el huerto orea


y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso rüido
que del oro y del cetro pone olvido.
(Fray Luis de León)

ESTROFAS DE SEIS VERSOS

SEXTETO
Estrofa de seis versos de arte mayor, con rima consonante. Admite
múltiples variantes.
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste),
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

(Rubén Darío)

SEXTILLA
Se diferencia del sexteto en que los versos son de arte menor.
SEXTETO-LIRA
Estrofa de seis versos, con cierta similitud con la lira. Se combinan
versos endecasílabos y heptasílabos con rima consonante.
En Llama de amor viva, de san Juan de la Cruz, sigue este esquema:
a b C: a b C
¡Oh, llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

SEXTILLA DE PIE QUEBRADO (ESTROFA MANRIQUEÑA)


La variante más conocida de la copla de pie quebrado (combinación
estrófica de versos octosílabos y rima consonante en la que hay algún
tetrasílabo), en la que se combinan grupos de tres versos (dos
octosílabos seguidos de un tetrasílabo), forma sextillas pareadas:
abcabc: cdecde
Al formar una unidad de sentido, a veces se ha considerado como una
sola estrofa de doce versos. Sin embargo, con un criterio más estricto,
el cambio de rimas aconseja hablar de sextillas de pie quebrado.
Es la forma métrica inmortalizada por Jorge Manrique en las Coplas
a la muerte de su padre. He aquí la copla V:

Este mundo es el camino Partimos cuando nascemos,


para el otro, que es morada andamos cuando vivimos
sin pesar, y allegamos
mas cumple tener buen tino al tiempo que fenescemos;
para andar esta jornada así que, cuando morimos,
sin errar. descansamos.
OTRAS ESTROFAS
OCTAVA REAL
Estrofa de ocho versos endecasílabos con rima consonante. Su
esquema es ABABABCC.
Cerca del Tajo, en soledad amena,

de verdes sauces hay una espesura,

toda de hiedra revestida y llena,

que por el tronco va hasta la altura,

y así la teje arriba y encadena

que el sol no halla paso a la verdura;

el agua baña el prado con sonido

alegrando la vista y el oído.

(Garcilaso de la Vega)

OCTAVILLA AGUDA
Ocho versos de arte menor. Lo esencial es que dos de sus versos
tienen rima aguda (u oxítona). El esquema más usual es — a a é
— a a é (utilizamos “é” para indicar los versos que riman entre sí
en palabra aguda).
Con diez cañones por banda,

viento en popa, a toda vela,

no corta el mar, sino vuela

un velero bergantín.

Bajel pirata que llaman,

por su bravura, “el Temido”

en todo mar conocido

del uno al otro confín.

(José de Espronceda)

OCTAVA AGUDA
Se repite el mismo esquema, pero con versos de arte mayor.
DÉCIMA O ESPINELA
Estrofa de diez versos de arte menor, octosílabos, con rima
consonante abbaa:ccddc.
Admirose un portugués
al ver que en su tierna infancia
todos los niños de Francia
supiesen hablar francés.
"¡Arte diabólica es!",
dijo, torciendo el mostacho,
"que para hablar en gabacho
un hidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho".
(Nicolás Fernández de Moratín)

ESTANCIA
Estrofa de versos de 7 y 11 sílabas que, con distribución y rima fijada
libremente por el autor, se repite a lo largo del poema. Por tanto, una
vez decidido el esquema de la primera estancia, deberá repetirse a lo
largo del poema. Es la base de la canción petrarquista (en estancias).
¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto,
que a sempiterno llanto
y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.

(Garcilaso de la Vega)
POEMAS NO ESTRÓFICOS

TIRADA ÉPICA
Conjunto (sucesión o serie) de un número indefinido de versos, de medida
fluctuante y con la misma rima asonante. El cambio de rima asonante
indica el paso de una serie a otra.
Los versos aparecen divididos en dos mitades desiguales o hemistiquios,
con una pausa central o cesura.
Se trata de la forma métrica característica de los cantares de gesta, como
el Cantar de Mio Cid.
El número de series y su extensión se relacionan con el contenido poético.
La serie no es una estrofa (cuya estructura se repite). Podemos hablar de
poema no estrófico.

Mio Çid Roy Diaz a Per Vermudoz cata; En el buen Pedro Bermúdez el Cid posa su mirada:
“¡Fabla, Pero Mudo, varón que tanto callas! “Habla ahora, Pedro el mudo, tú varón que tanto
Yo las he fijas, e tú primas cormanas; [callas.
a mí lo dicen, a ti dan las orejadas. Que si ellas son hijas mías, de ti son primas
Si yo respondiero, tú non entrarás en armas”. [hermanas;
lo que me digan a mí a ti te hiere en la cara,
si yo soy quien les contesto no podrás entrar en
[armas”.

ROMANCE
Serie de versos octosílabos con rima asonante en los pares, mientras
los impares quedan sueltos (sin rima):
8—8 a 8—8 a 8—8 a 8—8 a 8—8 a 8—8 a …

Soñé que tú me llevabas


por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.

Sentí tu mano en la mía,


tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!

(Antonio Machado)

Si el romance tiene menos de ocho sílabas, se denomina romancillo


(al romancillo heptasílabo se le llama también, impropiamente,
romance endecha). El de versos de arte mayor es el romance heroico.

SILVA
Esta composición no es una estrofa sino una sucesión de versos
endecasílabos y heptasílabos dispuestos libremente a lo largo del
poema. El número de versos, como en el romance, lo decide el poeta
para cada ocasión. Una variante sencilla es este madrigal:

Ojos claros, serenos,


si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

(Gutierre de Cetina)
Ya con el nombre de silva, vuelve aparecer en el siglo XVII. Por
ejemplo, en “A la rosa”, del sevillano Francisco de Rioja:
Pura, encendida rosa,
émula de la llama
que sale con el día,
¿cómo naces tan llena de alegría
si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo,
y no valdrán las puntas de tu rama,
ni tu púrpura hermosa
a detener un punto
la ejecución del hado presurosa?
El mismo cerco alado,
que estoy viendo riente,
ya temo amortiguado,
presto despojo de la llama ardiente.
Para las hojas de tu crespo seno
te dio Amor de sus alas blandas plumas,
y oro en su cabello dio a tu frente.
¡Oh fiel imagen suya peregrina!
Bañote en su color sangre divina
de la deidad que dieron las espumas;
y esto, pupúrea flor, esto ¿no pudo
hacer menos violento el rayo agudo?
Róbate en una hora,
róbate silencioso su ardimiento
el color y el aliento.
Tiendes aún no las alas abrasadas
y ya vuelan al suelo desmayadas.
Tan cerca, tan unida
está al morir tu vida,
que dudo si en sus lágrimas la Aurora
mustia tu nacimiento o muerte llora.
SILVA ARROMANZADA

A partir del modernismo, se emplea una variante de la silva en la que


la serie de versos heptasílabos y endecasílabos aparecen con rima
asonante en los pares, mientras que los impares quedan sueltos,
siguiendo el modelo del romance. Es una forma muy usual en
Antonio Machado:

Daba el reloj las doce... y eran doce


golpes de azada en tierra...
... ¡Mi hora! —grité— ... El silencio
me respondió: —No temas;
tú no verás caer la última gota
que en la clepsidra tiembla.
Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.

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