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Todo esto me lleva a la siguiente cuestión: ¿Es importante para la Psicología pensar en la
Inteligencia Artificial? ¿De qué forma la tecnología y la IA ayudan a resolver o ponen en
conflicto a la Psicología para la comprensión de la mente humana? Durante mucho tiempo
tenía la vaga noción de que hablar de Inteligencia Artificial y Psicología eran dos polos
opuestos; era como combinar el agua con el aceite. Tenía la impresión de que era indiferente
para la Psicología el desarrollo de la Inteligencia Artificial, ya que nuestra tarea versa sobre la
comprensión del mundo psíquico y el funcionamiento mental. Sin embargo, la Inteligencia
Artificial sirve como modelo de explicación y aproximación a los problemas que han
interrogado a la humanidad en el pasado y se resuelven de forma exitosa.
Este proceso de situarse en el mundo es el resultado del cambio y progreso de las diferentes
etapas, desde una etapa sensoriomotriz hasta la etapa del pensamiento abstracto. Por un lado,
pienso que la etapa sensoriomotriz sería equiparable al sistema en proceso de construcción,
tal como el niño en la infancia. La IA pasa por un proceso de construcción e integración de
todos sus sistemas, seguida por la etapa preoperacional, equiparable a la categorización y
momentos de organización. Siguiendo la evolución de las etapas, podríamos situarnos en la
última etapa del pensamiento de Piaget, caracterizada por la desmaterialización del
pensamiento, dando paso a la abstracción y complejización. En el caso de la Inteligencia
Artificial, se observa su capacidad abstracta y resolutiva en cuestión de segundos. Para
ejemplificar esto, podríamos observar cómo una IA responde ante determinadas tareas,
incluso siendo capaz de comprender las figuras retóricas de la literatura, implicando una
capacidad simbólica y abstractiva para no ver el lenguaje como algo “concreto”.
En relación con la evolución de este "realismo", en el capítulo III del texto "La representación
del mundo en el niño" (1984), Piaget menciona lo siguiente: "En el caso del pensamiento,
esta confusión de lo interno y lo externo da lugar, en los estados primitivos, a creencias
paradójicas" (p. 110). En este caso, la evolución de la Inteligencia Artificial es similar a la de
un niño que evoluciona desde estados primitivos y creencias paradójicas hacia avances que le
permiten diferenciar entre los "inputs" y los "outputs", las entradas y las salidas. De esta
forma, es importante mencionar el papel que el psicólogo Jerome Bruner otorga a la
computación en su texto "Actos del significado" (1995) sobre la Revolución Cognitiva,
donde explica la "tecnicalización" del estudio de la cognición y cómo las máquinas son un
modelo de exactitud para explicar los procesos humanos: "El factor clave de este cambio fue
la adopción de la computación como metáfora dominante y de la computabilidad como
criterio imprescindible de un buen modelo teórico" (p. 21).
Como mencioné al inicio, estos inputs y outputs pueden ser comparados con el desarrollo de
la mente humana. De esta forma, la metáfora de la computadora da pie a generar modelos
explicativos con mayor complejidad sobre el desarrollo humano. Mediante el uso de la
ciencia, se abren nuevos paradigmas de estudio que permiten comprender la evolución
humana y la construcción de inteligencias sintéticas (tal como mencioné al inicio). A través
de modelos de entradas y salidas, la similitud entre humanos y robots permite continuar
desarrollando el pensamiento de las inteligencias para que, en el futuro, tengan mayores
habilidades y similitudes con nosotros, avanzando hacia una mayor comprensión. Aunque
esta frase mantiene una buena explicación de lo interno y lo externo, puede resultar
complicado encontrar una exactitud total entre el desarrollo de la teoría Piagetiana y el reflejo
firme del desarrollo del pensamiento humano.
Asimilación y Acomodación
Después de lo expuesto anteriormente, un punto esencial a mencionar sobre la teoría de
Piaget que tendría relación con la IA son los conceptos de asimilación y acomodación. Si
entendemos la asimilación como la acción en la que se incorpora información brindada, es
decir, se “capta” y comienza un proceso de “comprensión” para “acomodar” esa información
hacia retos de mayor complejidad. Tal como sabemos, el proceso de asimilación y
acomodación es extenso y lleva por lo menos 10 años del desarrollo infantil para disuadir el
profundo realismo. Estos procesos conllevan a la “disonancia” cognitiva porque implican un
reacomodo de la información previamente acomodada para aceptar nueva información de
mayor complejidad. Un ejemplo de la asimilación y acomodación podría ser vista en las
bases de datos o construcción de software que popularmente conocemos como las
“actualizaciones” de software que permiten añadir nuevas temáticas o corregir errores.
Finalmente, estas actualizaciones son el fiel reflejo de una actualización humana.
Referencias Bibliográficas
PIAGET, J. (1984) Capítulo III, “Los sueños”. Capítulo IV, “El realismo y los orígenes de la
participación”, “La representación del mundo en el niño”, ed. Javier Morata (Mejía
Lequerica, Madrid) P.85-149.
BRUNER, J. (19