Aspectos importantes de la prueba CAT

¿Qué es el CAT y cuál es su objetivo?

El Test de Apercepcion Infantil (CAT) es un tipo de prueba proyectiva que se le aplica a

niños dentro del rango de edad de 3-10 años, el objetivo de esta es ayudar a los profesionales

de la salud mental a conocer el mundo interior del niño. Esta prueba viene siendo como una

prueba TAT solo que con imágenes adecuadas a los infantes.

Esta prueba fue realizada para facilitar la comprensión de cómo va la vida del niño, es decir,

como se lleva con los padres, como es la relación con las figuras de autoridad, como se va

desarrollando en la sociedad, entre otras.

Teoría del CAT

La teoría detrás del CAT y su suplemento no difiere mucho de los conceptos discutidos

anteriormente para el TAT Sin embargo, hay un aspecto adicional a considerar: el uso de

animales como estímulos. Según la experiencia psicoanalítica con niños, se espera que los

niños se identifiquen más fácilmente con figuras de animales que con figuras humanas. Esto

se debe a que los niños tienden a encontrar más fácil manejar sus relaciones emocionales con

los animales, que son percibidos como los de abajo, al igual que los niños. Los animales

tienen un papel importante en las fobias infantiles y como figuras de identificación en los

sueños de los niños. Además, su cualidad primitiva en las tendencias impulsivas de

naturaleza oral y anal incrementa su proximidad simbólica con los niños. Desde un punto de

vista técnico de una prueba psicológica proyectiva, los animales pueden ofrecer un disfraz

más manifiesto para ciertos sentimientos y deseos del niño. Por ejemplo, los sentimientos

agresivos pueden ser atribuidos más fácilmente a un animal que a una figura humana, y los

deseos inaceptables podrían ser más fáciles de atribuir a una figura animal menos

transparente.

El hecho de que tanto los psicóticos como las culturas primitivas utilicen animales como

figuras de identificación también apoya la idea de que los animales son estímulos muy

valiosos para los niños. Además, la experiencia clínica con el Rorschach ha demostrado que

los niños tienden a dar respuestas con contenido animal en sus protocolos, especialmente los

niños más pequeños, en contraposición a las figuras humanas.

Las diferencias entre el CAT y el TAT

Ya que los participantes en la prueba son niños menores de 10 años, surgen diferencias

sistemáticas entre sus respuestas y las de los adultos en el T.A.T. Es importante investigar

continuamente las discrepancias específicas tanto en las características formales del lenguaje

como en los procesos cognitivos, junto con las diferencias dinámicas desde una perspectiva

psicoanalítica. En contraste con los adultos que se someten al T.A.T., las narrativas en el

C.A.T. y el C.A.T.-S tienden a ser más concisas y menos elaboradas. En los niños de 3 a 4

años, es común que las respuestas se centren en temas específicos, con observaciones

descriptivas frecuentes sobre las láminas y rechazos esporádicos. Sin embargo, es importante

destacar que la mayoría de los niños, incluso en el grupo de edad más joven, proporcionan

narrativas adecuadas, al menos en algunas láminas. En lugar de revelar completamente la

estructura del carácter, las narrativas a veces pueden reflejar problemas temporales,

mostrando claramente etapas de desarrollo y fases de socialización e internalización del

superyó. A medida que la internalización de las normas y la formación del superyó se

vuelven más complejas, lo que generalmente ocurre alrededor de los seis años, los niños a

menudo expresan lecciones morales en sus narrativas.

Aplicación de la prueba

En la aplicación del C.A.T., es esencial abordar los desafíos comunes relacionados con la

administración de pruebas psicológicas a niños. Establecer una conexión efectiva con el niño

puede resultar más complicado, especialmente con los más jóvenes o aquellos que enfrentan

dificultades emocionales. Se sugiere presentar el C.A.T. como una actividad lúdica en lugar

de un examen, especialmente si el niño está consciente de que está siendo evaluado debido a

experiencias previas o su nivel de madurez. Es fundamental transmitir actitudes positivas al

niño, ya que esto no solo ayuda a establecer una relación positiva, sino que también puede

tener otros beneficios. La investigación ha demostrado que las actitudes positivas del

examinador pueden aumentar la productividad y la disposición del niño a cooperar, mientras

que las actitudes negativas pueden provocar ansiedad y resistencia. En cuanto a las

instrucciones, puede ser más efectivo explicar al niño que van a participar en un juego en el

que deberá crear una historia sobre las imágenes que se le presenten. Se le puede pedir al niño

que describa lo que ve en ese momento y que imagine qué pudo haber ocurrido antes y

después en la situación representada en la imagen.