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MUSEO DE TUNJA

2. HISTORIA
En esta joya arquitectónica, la más característica de las residencias particulares del
siglo XVI, se concentra la historia privada de la aristocracia tunjana desde los años
de la fundación hispánica de Tunja.
Es la única Casa de Fundador que existe en Hispanoamérica, construida por él
mismo en donde vivió, murió y continuó como residencia familiar de sus hijos. Esta
mansión colonial fue centro de trascendentales actividades en los siglos do la
Colonia, y luego en la Independencia y la República.

EL FUNDADOR DE TUNJA: El Capitán Gonzalo Suárez Rendón era natural de Málaga


(España), procedente de familia aristócrata de hidalgos. Hijo legítimo de Don
Rodrigo Suárez Rendón y de Doña Isabel Jiménez do Suárez, naturales de Jerez de
La Frontera y vecinos de Málaga. Como militar español estuvo en las campañas
contra los franceses y recorrió en servicio las tierras alemanas, italianas y húngaras;
combatió contra Solimán I y encabezó la expedición contra el pirata Barbarroja que
se había apoderado de Túnez y a quien venció. En 1535 se vinculó a la expedición
de Pedro Fernández de Lugo, nombrado Gobernador de Santa Marta, quien
organizó la expedición conquistadora al interior del País, comandada por el
Licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada. A esta empresa colonizadora se vinculó
Suárez Rondón en su condición de Capitán y participó en el descubrimiento y
conquista hispánica del Altiplano Cundiboyacense.
CONSTRUCCIÓN DE LA CASA DEL FUNDADOR: En el solar que se señaló para la
Casa del Fundador existía el bohío en donde fijó su residencia el Capitán Gonzalo
Suárez Rondón. Allí se reunió el Cabildo de Tunja por primera vez, el 7 de agosto
de 1539 y los días 11,14, 16 y 18 de agosto para tratar los problemas de la naciente
ciudad. En las sesiones del 18 de agosto y 31 de diciembre se asignaron al Fundador
los dos solares ubicados junto al templo y cerca del asignado al Cura Vicente de
Requejada, a continuación de "La Atarazana".
En los mediados del siglo XVI se edificó la Casa del Fundador con constructores
españoles e indígenas de sus posesiones en la encomienda de Icabuco quecra la
más grande del Nuevo Reino de Granada, con 3.0ÜO indígenas. Ya para 1562 la
mansión estaba bastante adelantada según las crónicas indianas.
LA CASA DEL FUNDADOR EN LOS SIGLOS XIX Y XX: Perteneció a ilustres familias
tradicionales de Tunja; en el siglo XIX a las familias Mendoza Márquez y Mendoza
Pérez, y en el XX a la familia Lagos Mendoza. Allí nació en 1857 el Doctor Diego
Mendoza Pérez, jurisconsulto, educador, político y diplomático, quien fue el
Restaurador de la Universidad Externado de Colombia y Presidente de la Academia
Colombiana de Historia; autor de numerosas obras.
Mediante el Decreto No. 1998 del 8 de julio de 1946, la Casa del Fundador se declaró
Monumento Nacional y mediante la Ley 74 de diciembre 6 de 1948 se dispuso la
adquisición de la Casa del Fundador de Tunja para su conservación e instalación de
un Museo Histórico, el Archivo Histórico de Tunja y las Oficinas de la Academia
Boyacense de Historia. En 1968 se adquirió la casa con la colaboración de la
Gobernación, el comercio, la banca y la ciudadanía. La reconstrucción la hicieron
los arquitectos Carlos Arbeláez Camacho y Jaime Macías Mora; la restauración de
los frescos que adornan los artesonados la hicieron los técnicos españoles Arturo
Díaz Martos y José María Cabrera Garrido. La Casa fue entregada en comodato a la
Corporación Nacional de Turismo para sus actividades propias y para la
conservación y mantenimiento de esta joya arquitectónica, única en su género en
Hispanoamérica.
3. CARACTERISTICAS
Esta mansión colonial presenta el sello castellano característico de la arquitectura
civil tunjaua. Hacia 1570 so consideraba como una de las más lujosas casas del
Nuevo Reino de Granada; según el conquistador Luis Lancheros, la decoración con
mármoles y capiteles de esta casa era reflejo del lujo renacentista, aun cuando sin
gran exceso, ni notorias comodidades.
La Casa del Fundador es una mansión colonial de dos pisos, con un patio central
claustrado en dos de sus lados, formando una "ele" abierta hacia la vista del valle
de Tunja, cuya panorámica se divisa desde las galerías de la segunda planta. Las
galerías bajas tienen arcos sobre columnas de piedra, y en el piso superior,
arquitrabes de madera sobre zapatas de más proyección que descansan en
columnas de fuste corto y estriado. Según el historiador del arte, Marco Dorta, la
influencia mudéjar andaluza se manifiesta en los alfices que encuadran los arcos.
Una de las bellezas de la mansión es la amplia escalera claustral que da acceso a la
planta alta y la cual arranca de un ángulo del patio.
La segunda planta de la Casa del Fundador era la más importante para la familia.
Allí se localizaban los dormitorios de la familia del Fundador; el salón social
lujosamente adornado con paños finos de pared y unos escudos en ellos, y los
cuatro estandartes del Capitán Suárez Rondón como recuerdo de sus campanas y
conquistas: El blanco con rayas azules y una cruz colorada, que trajo cuando fundó
la ciudad de Tunja; el de damasco carmesí que llevaba cuando ejerció el cargo de
Justicia Mayor del Reino en nombre de Su Majestad; el de damasco azul que alzó
para la Jura de Felipe II y otro de damasco carmesí que llevó a la campaña que
organizó contra el Tirano Aguirre. En el salón principal tenía también pinturas
manieristas en la techumbre, algunos cuadros con amplios marcos de tallas
doradas y con temas religiosos, mesa renacentista en el centro y algunos sillones
de los llamados "fraileros".
El dormitorio principal tenía una cama de madera con pabellón de goteras, un
pequeño reclinatorio frente a un cuadro de devoción, dos arcones de madera
claveteada para ropa y algunas sillas de madera y cuero. En el salón del oratorio se
rezaba el rosario con numerosa servidumbre a la caída de la tarde. El comedor tenía
una mesa principal y varias sillas de cuero repujado; una alacena o escaparate para
guardar la vajilla con varias piezas de plata. También se ubicaban el costurero, la
cocina y demás lugares para la familia. El segundo piso se caracteriza también por
los más bellos y amplios corredores, muy propios de las casas coloniales.
En el primer piso se localizaba la servidumbre y era el lugar para el depósito de los
productos de subsistencia familiar: Trigo, maíz, papas, quesos, frutos y otros
productos que venían de Icabuco. En los amplios solares y pesebreras, el Fundador
tenía sus caballos de raza y los materiales para la construcción de las casas y
tiendas en Icabuco y otras regiones de la provincia de Tunja. Al fondo del patio con
arquería, se encontraban las cuadras para los caballos y la pieza en donde se
guardaban los arreos y adornos a la morisca para enjaezar las cabalgaduras.
En el zaguán o vestíbulo que sirve de entrada a la casa, inmediato al pórtico que
da hacia la plaza, el Fundador acostumbraba colocar algunos elementos militares
en las paredes: Cuatro espadas y un alfanje morisco, dos dagas, cota de malla,
guante de malla, una adarga, una rodela, cuatro lanzas y dos lanzones.
Los muebles de la Casa del Fundador eran característicos del siglo XVI con diseños
castellanos y andaluces de tipo renacentista. Eran austeros, con madera sin pintar
y cuero repujado. Eran característicos de la época: Los sillones fraileros, los
escabeles o taburetes, los arcones para guardar ropa, los bargueños o escritorios
con numerosos cajoncitos y gavetas muy decoradas y algunas con secretos;
también las mesas renacentistas.
El frente de la Casa del Fundador da hacia la plaza principal. Se caracteriza por su
pórtico renacentista y por sus amplias ventanas; y según un grabado del siglo XVII,
con balcones corridos.
En los artesonados del salón principal y del salón contiguo existen figuras de
animales de varias especies, flores, árboles, cornucopias con frutos y otros
elementos y símbolos propios del Manierismo. Esta corriente artística, entre el
Renacimiento y el Barroco se originó en Italia y se difundió en Europa y el Mundo
en la segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII.
Los Manieristas se dedicaron a las pinturas de los techos y recibieron la influencia
de Miguel Ángel; ellos buscaron la expresividad y se complacieron con lo insólito,
lo desconcertante, artificioso y exótico: Pintaron seres mitológicos, animales
simbólicos, plantas exóticas, seres monstruosos y vegetales.
El Manierismo se presenta en la Casa del Fundador con pinturas al temple sobre
pañetes de yeso. Algunos dibujos siguieron el modelo de ilustraciones impresas
que por entonces se divulgaron en el mundo hispanoamericano: Elefantes del pintor
flamenco Giovanni Stradanus, genios alados de Marc Duval, figuras de la mitología
greco-romana y entre ellas, los dioses Júpiter, Minerva y Diana, mezclados con
animales exóticos: Rinocerontes, elefantes, caballos y otras figuras zoomorfas y
antropomorfas.
Las pinturas manieristas délos techos fueron realizadas en los años del segundo
matrimonio de Dona Mencía de Figueroa con Don Juan Núñez de la Cerda. Se
encuentra el escudo de armas de la familia Núñez, un escudo circular y cuartelado
con una flor de lis y un león rampante en medio de los cuarteles. En otro escudo
aparecen los símbolos de alianza y matrimonio del Capitán Miguel Suárez, hijo
mayor de Don Gonzalo, quien se casó con Doña Beatriz de Alencastro; en el cuartel
de honor se ven dos torres de piedra y saliendo del homenaje de cada una, un águila
de sable que eran las principales armas de Suárez Rondón, y en el segundo cuartel,
seis rocíes puestos de dos en dos, que son las armas de los Castro.
Entre los animales pintados en las techumbres, aparece el mono, símbolo de lo
artificial; el venado, animal propio de la región cundiboyacense y característico de
las cacerías; el elefante, símbolo de la mansedumbre, la fuerza y la templanza; el
rinoceronte, símbolo de la fuerza y el poder del dueño de casa. También se
presentan monos, tigrillos, ciervos, jirafas, camellos, caballos, toros y árboles
diversos. No aparece el escudo de Suárez Rondón y se encuentra una cacería del
ciervo a cargo de un lancero del siglo XVII. Estas pinturas fueron escondidas hasta
el año 1964 por un cielo raso construido en el siglo XIX; la restauración se hizo
entre este año y 1969.
Además alberga lienzos de los 13 presidentes boyacenses y de la gesta libertadora
de la Batalla de Boyacá.
4. PORQUE ESCOGIMOS ESTE MUSEO
El Museo Casa del Fundador Gonzalo Suárez Rendón es una institución de gran
importancia histórica y cultural en Colombia, especialmente en la ciudad de Tunja,
donde está ubicado. Pues, el museo se encarga de conservar y preservar el legado
histórico y cultural relacionado con la fundación de Tunja y la vida de su fundador
Suárez Rendón. Esto incluye objetos personales, documentos históricos, muebles y
otras piezas de interés que ayudan a entender la época colonial en Colombia. Esto
es crucial para que las generaciones presentes y futuras puedan comprender su
legado y la importancia de su contribución al desarrollo de la región.
El museo atrae a visitantes locales, nacionales e internacionales interesados en
conocer la historia y la cultura de Colombia. Contribuye así al turismo cultural en
la región, promoviendo la economía local y fomentando el intercambio cultural.
Siendo no solo un lugar de interés histórico, sino también un símbolo de la
identidad y el orgullo local en Tunja, que ayuda a fortalecer el sentido de
pertenencia de la comunidad hacia su historia y sus raíces culturales.

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