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LAS OBRAS DE LA CARNE

Si crees que los que andan en la carne son exclusivamente los mundanos, los
que andan de fiesta en fiesta, etc, te equivocas… También aplica para los que
se rigen por la ley de Moisés, por los 10 mandamientos, con los que tanto
hincapié hacen en la mayoría de las religiones.
Y como sabes que te riges por la ley de Moisés, 10 mandamientos
incluidos…? Dijo Jesús: “El que no está conmigo…” O es blanco o es negro… Si
no te riges por la ley de amar al prójimo, por la ley real…

Romanos 7:4-23 (La ley de la carne) “4 Así también vosotros, hermanos


míos, habéis muerto a la ley (de Moisés) mediante el cuerpo de Cristo, para
que seáis de otro, del que resucitó de los muertos (De quien eran entonces
cuando estaban en la ley de Moisés…?), a fin de que llevemos fruto para
Dios (Vidas transformadas, no frutos del Espíritu). 5 Porque mientras
estábamos en la carne (Hablando de la ley de Moisés), las pasiones
pecaminosas que eran por la ley (O sea que la ley incitaba al pecado)
obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte (La ley no te
elimina el deseo). 6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto
(A la carne -Vers. 5-) para aquella en que estábamos sujetos (Como dice
Pablo en Gal 3: Confinados y encerrados), de modo que sirvamos bajo el
régimen nuevo (Nuevo pacto, nuevo sacerdocio, nueva ley…) del Espíritu y
no bajo el régimen viejo de la letra (Ahora es el Espíritu el que te guía en Fe,
haciendo obras de la fe) (Obras de la ley, escritas en la ley; Obras de la fe,
escritas en el corazón).

El pecado que mora en mí


7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? (Vuelve con la ley de Moisés) En
ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley (La ley en sí no
es pecado; pero querer vivir bajo ella, y querer ser justificado por ella, si lo
es; porque la ley no es de fe, y todo lo que no proviene de fe, es pecado);
porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8
Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda
codicia; porque sin la ley (de Moisés) el pecado está muerto (*). 9 Y yo sin la
ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo
morí. 10 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me
resultó para muerte (El mandamiento, la ley de Moisés, no pudo traer vida,
xq la carne no podía ser refrenada por el mandamiento); 11 porque el
pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me
mató (La ley nunca nos iba a salvar. Nadie fue al cielo por cumplir la ley). 12
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y
bueno.
(*) Daniel 9:24 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y
sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y
expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la
profecía, y ungir al Santo de los santos.”
1 Pedro 4:1 “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne,
vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido
en la carne, terminó con el pecado.”

13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera;
sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por
medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado
llegase a ser sobremanera pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es
espiritual (De que ley habla…? De la ley real, de la ley del Espíritu. 2 Cor 3 te
lo explica, después vamos); mas yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque
lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco, eso hago (Xq él ya tiene el ES, y ya empezó la guerra en él). 16 Y si
lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera
que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí (He ahí
el conflicto: el alma reconciliada con el espíritu quieren hacer el bien; pero el
pecado que esta en la carne no. Porque tu carne hizo alianza con el pecado y
con tu alma para irse contra ti. Por eso viene el ES y nivela la batalla). 18 Y yo
sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien
está en mí (En dónde…? En su Espíritu, en su diestra, que obedece a la
sabiduría que viene de lo alto. Ese es el arrepentimiento), pero no el hacerlo
(La siniestra, que está ligada, en complicidad con la carne). 19 Porque no
hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero (Arrepentíos Pablo…!),
eso hago (El conflicto Diestra-Siniestra. El reino de los cielos sufre
violencia…). 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo (Está loco
Pablo…? Es un esquizofrénico…? Pablo reconoce el conflicto dentro de él),
sino el pecado que mora en mí (Entonces Pablo no era ningún “santo”… Que
está diciendo Pablo…? Hay 2 sabidurías, hay 2 naturalezas en mi, la necia es
la carne que quiere pecar – Sin santidad… Eres tu mejor que Pablo…? Por eso
es necesario Metanoia).

21 Así que, queriendo yo hacer el bien (Por medio de la diestra, del Espíritu),
hallo esta ley: que el mal está en mí (Mateo 5:25 “Ponte de acuerdo con tu
adversario”). 22 Porque según el hombre interior (El espiritual), me deleito
en la ley de Dios (No la ley de Moisés por lo expuesto en los versículos 4 y 6)
(Ver Jer 31 (*)); 23 pero veo otra ley en mis miembros (La ley de la carne –
Vers. 5-), que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a
la ley del pecado (Pablo la llama la ley del pecado xq querer vivir bajo ella, o
ser justificado por ella, es pecado) que está en mis miembros (Traidora mi
alma que hizo alianza con mi carne).

(*) Jeremías 31:31-33 “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales
haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el
pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la
tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto (Cuanfo fornicaron con el
becerro en Éxodo 32), aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días
(Mateo 26: "Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es
derramada para remisión de los pecados”) dice Jehová: Daré mi ley en su
mente (Isaías 1 y 58), y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios,
y ellos me serán por pueblo.”

2 Corintios 3:2-11 “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros


corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 3 siendo manifiesto
que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino
con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne
del corazón.
4
Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5 no que seamos
competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros
mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6 el cual asimismo
nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del
espíritu; porque la letra mata (Las tablas de piedra, no La Biblia…), mas el
espíritu vivifica.
Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria,
tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés
a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, 8 ¿cómo no será
más bien con gloria el ministerio del espíritu? 9 Porque si el ministerio de
condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de
justificación. 10 Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este
respecto, en comparación con la gloria más eminente. 11 Porque si lo que
perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.”

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Gálatas 5:16-24

Las obras de la carne y el fruto del Espíritu


16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu (El Espíritu es contrario a
la ley de Moisés y de la carne), y el del Espíritu es contra la carne; y estos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois
guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley (Opuestos… / De Moisés
obviamente). 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias,
homicidios (Recuerda que se mata de muchas maneras), borracheras, orgías,
y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo
he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de
Dios (Dime una cosa: Cuántas de estas cosas ves en tu sinagoga…?). 22 Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que
son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (Y cuando
crucificaste la carne, crucificaste tmb la ley de Moisés...).

Romanos 8:1-17 (Capítulo para sus hijos)

Viviendo en el Espíritu

8 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo (Gal 6
“Cumplid así la ley de Cristo”) Jesús (Aquellos que están unidos al Espíritu de
Cristo, los que la reconciliación de los 2 opuestos ya se efectuó, que tienen
morando en ellos la simiente santa), (los que no andan conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu) AGREGADO. (Los que ya tienen el Espíritu y andan
bajo el nuevo entendimiento de la Metanoia)2 Porque la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley (De Moisés) del pecado y de la
muerte (No vimos 2 Cor 3 del ministerio de muerte y condenación...?)
(Cómo…? Cuando el Espíritu mora en ti, ya no eres humano, eres hijo de Dios,
a la imagen de Cristo. Ya no estas en lo legal, estás en lo legítimo. Ya no
andes conforme a esa ley…!). 3 Porque lo que era imposible para la ley (Y
sigue siendo imposible, que seas “santo”), por cuanto era débil por la carne
(La carne y el pecado son aliados, xq el pecado vive en la carne), Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado (No al pecador) en la carne (En la carne de Cristo, y en la
nuestra también); 4 para que la justicia de la ley (De la justicia) se cumpliese
en nosotros, que no andamos conforme a la carne (A la ley de Moisés), sino
conforme al Espíritu. 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas
de la carne (Los que están en lo legal: No puedo matar, no puedo robar, no
puedo pecar, la ley de Moisés); pero los que son del Espíritu, en las cosas del
Espíritu (Son los que están en lo legítimo: Debo dar, debo amar, debo hacer –
1 Juan 3:10). 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse
del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios (Pensamientos, deseos)
de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios
(La ley de la justicia), ni tampoco pueden (Los carnales, los que se agarran de
la ley de Moisés); 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
(Para los nacidos del Espíritu, el pecado ya no tiene poder sobre nosotros, xq
Jesús ya condenó el pecado, lo quitó de en medio cuando quitó el sacrificio.
Éste ya no tiene jurisdicción sobre nosotros xq ya fue condenado).
9
Mas vosotros no vivís según la carne (Ya no sois religiosos), sino según el
Espíritu (O sea, estáis bajo la jurisdicción del Espíritu) si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros (Porque una vez que el Espíritu entra en ti, va a haber
una transformación, Prov 2 te lo dice. Ese es el arrepentimiento). Y si alguno
no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el
cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado (Ya fuimos muertos con
Cristo, y nadie puede ser condenado 2 veces), mas el espíritu vive a causa de
la justicia (Que Él nos hizo). 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los
muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo
Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora
en vosotros (Con el Espíritu vino la salvación, la vida eterna).
12
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne (No a la ley de Moisés),
para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la
carne, moriréis (Nadie fue al cielo por cumplir la ley, ni nadie puede ser
justificado); mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis
(Porque por el Espíritu podemos vencer la carne, xq es el Espíritu el que
invierte nuestra naturaleza. La carne no puede vencer a la carne). 14 Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios (Todos los que se dejan
guiar por la fe, haciendo obras de la fe), estos son hijos de Dios (El que tenga
la simiente de Cristo, será como Cristo). 15 Pues no habéis recibido el espíritu
de esclavitud (El espíritu de Egipto, el espíritu de la ley, el espíritu religio,
atadura, de la religión) para estar otra vez en temor, sino que habéis
recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre! (Quieres un nombre para Dios…?)16 El Espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios (El mismo Espíritu manifestará
las obras que pondrá en nuestro corazón hacer. El mismo Espíritu te enseña
como comportarte -1 Juan 3:10-). 17 Y si hijos, también herederos; herederos
de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él,
para que juntamente con él seamos glorificados

Y para terminar, vers 2 y 3 de Gálatas 3:

Gálatas 3:2-3 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por
las obras de la ley (Lo hubieran recibido todos los fariseos), o por el oír con
fe? (Para los que te perturban con “Sin santidad…” o “No erréissss…”)3 ¿Tan
necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por
la carne (Por las obras de la ley)? (Ya recibieron el reino, ya entraron en el
reino)

La ley en sí, no es pecado, pero querer vivir bajo ella y/o querer justificarse
por ella, si lo es… Xq todo lo que no proviene de fe, es pecado; y ls ley, no es
de fe…

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