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Buenas tardes, hoy vamos a hacer la oracion con la lectura del evangelio que se hará

mañana, en el 3er domingo de cuaresma. Por cierto, dentro de otros 3 domingos estaremos
juntos celebrando el ultimo domingo de cuaresma y que da paso a la Semana Santa, ¿
sabeis cual es?
EMPEZAMOS LECTURA
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el
templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y,
haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo diciendo: «Quitad esto de
aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para
obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los
judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo
vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo.
REFLEXIÓN DE LA LECTURA
En las religiones de la antigüedad, y también en el judaísmo, eran habituales los sacrificios
de animales a los dioses. Eran expresión de agradecimiento, de penitencia, de donación…
Por eso, alrededor de los templos se organizaban mercados que proveían a los peregrinos
de lo necesario para el sacrificio: toros y terneros para los más ricos y palomas y pichones
para los sacrificios de los pobres. En Jerusalén, además, la moneda del Templo era
exclusiva i diferente de la moneda romana de uso habitual y por tanto tenían que cambiarla,
con la correspondiente comisión de los cambistas.
Pero el problema no son ni los sacrificios ni los vendedores. El error está en convertir lo más
sagrado en un negocio.
Terminamos con las palabras de Gustavo albarrán sobre esto: Que Dios nos dé la gracia de
convertir nuestros hogares, trabajos, iglesias, comunidades, en templos santos y vivos,
donde la fraternidad y el servicio sean el único negocio que nos preocupe y donde la
misericordia ocupe todos los mostradores de nuestra tienda.

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