Valdez EL EXTRAORDINARIO VIAJE POR EL CEREBRO Juan Daniel Alvarado vega
Esta historia comienza un día cualquiera, una agradable y refrescante tarde de
primavera en la pareciera que todos mis sentidos se encuentran a flor de piel y encontrándome acostado en mi cama viendo a la nada, comencé a pensar en lo extraordinario qué es el cerebro humano y tratando de entenderlo y conocerlo es que investigue un poco y dado la forma de aprendizaje que he identificado en mi, es que imaginé un viaje al interior del cerebro, en este recorrido comencé por el lóbulo frontal que resulta ser como el centro de mando de una nave espacial pues es el que razona ante problemas, el que nos da esa chispa de espontaneidad, es pues el disco duro del cerebro; controla el inicio de un viaje pues es el arranque de esa extraordinaria maquinaria que es el cuerpo humano es el juicio que nos hace pensar y que nos hace discernir entre lo bueno y lo malo, controla nuestros impulsos y nos enseña a comportarnos social y sexualmente. para que podamos ser seres funcionalmente sociales, entonces dejando completamente funcional el lóbulo temporal iniciamos el viaje pero ¿qué pasa? ¿puedo pasar por cualquier área?, ¿mis dimensiones pueden recorrer cualquier camino?, para saber esto doy un recorrido por el lóbulo parietal para poder por medio de la percepción de la dimensión y el espacio reconoce por qué camino debo circular, si es que mi maravillosa conocida por casi todo mundo, como mi cuerpo, cabe por cada callejón que pretenda llevarla y si acaso no logro pasar por esa pequeña puerta este lóbulo me indicará el dolor que me causa un golpe, lo cual ocurre al cruzar la puerta llevo mi nave hasta la cocina pues me atrae un delicioso olor a comida recién hecha lo cual indica que estoy los lóbulos temporal izquierdo y derecho pues el olor de la comida me recuerda un guiso delicioso que solía preparar la abuela y se mezclan con la sensación del rico sabor, la vista que nos que nos recuerda la presentación de esa comida cuando la servía la abuela y entonces tocamos para asegurarnos de que estás suave como lo recordamos y oh sorpresa me quemo la mano con lo que pongo en función el lóbulo parietal de nueva cuenta que me refiere la sensación de calor y de dolor y entonces resulta que estos cuatro lóbulos conspiran para hacerme disfrutar de sobremanera la deliciosa comida que preparó mamá hoy qué es el combustible que me da energía para poner en movimiento la extraordinaria nave interestelar que resulta ser mi propio cuerpo, convivo con mi familia disfruto una deliciosa comida hoy y me maravillo una vez más de lo extraordinario que es mi cerebro quien una vez más pone en función los lóbulos temporal izquierdo y derecho quienes me recuerdan que tengo una tarea pendiente, por lo que me muevo mi nave espacial y me dirijo de nueva cuenta a mi recámara haciendo uso de mi lóbulo parietal para dimensionar por donde camino me ubico en mi escritorio y comienzo a recrear imágenes de la tarea que debo hacer pues resulta que en el proceso de aprendizaje he descubierto que mi forma de aprender es más visual y a mi propio ritmo pues he descubierto que no me gusta sentirme presionado y que reacciono mucho más a las imágenes, que a textos complejos me siento súper cómodo haciendo mapas mentales pues estos normalmente los lleno de imágenes y color que me ayudan a recordar y a entender mucho mejor el tema del que estoy hablando, así que al hacer mi tarea sobre los procesos del pensamiento que se por haberlo investigado que pueden ser agrupados de acuerdo a sus niveles de complejidad y abstracción desde procesos básicos como la observación la comparación y la clasificación son integradores de análisis síntesis y evaluación estos procesos, son la base sobre la cual se construye y organiza el conocimiento y en razonamiento y si todo esto lo ubico en un mapa mental con imágenes y colores vivos me será mucho más fácil entenderlo y recordarlo, por lo que así lo proceso y realizo y así con la satisfacción de haber realizado mi tarea regreso al módulo de control del lóbulo frontal de mi cerebro para ordenarle que pongamos orden en la recámara, que dejemos listos los útiles para un nuevo día de labores escolares coloco de nueva cuenta mi extraordinaria nave espacial sobre la cama y comienzo a dejar en reposo el tablero central dejando únicamente encendidas las partes de mi cerebro que deben estar siempre alertas, procediendo a descansar, para recuperar energía e iniciar una nueva aventura el día de mañana, en la que pondré mi mayor empeño para seguir aprendiendo.