Facultad de Derecho

Escuela profesional de Derecho

“EL PREDOMINIO DEL MULTILATERALISMO EN LA SOLUCIÓN DE

CONFLICTOS VINCULADOS A LAS RELACIONES INTERNACIONALES”

Asignatura
Sistemas Alternativos de Solución de Conflictos
Grupo
D
Autores
Alejos Chilón, Danitza Alexandra
Altamirano Bances, Evelyn
Atoche Gonzales, Janytza Noemy
Fernández Pérez, Belén
Medina Soliz, Nathaly Bianca
Meoño Chucas, Renato Jareth
Montenegro Ramírez, Clariza Noelia
Romero Montenegro, Daniela Jaquelyne del Pilar
Santisteban Bances, Janeth Nicole
Vallejos Valdivia, Joaquín
Docente
Dra. Blanca Lizbeth Carrasco Delgado

Chiclayo, 05 de abril de 2024

 EL PREDOMINIO DEL MULTILATERALISMO EN LA SOLUCIÓN DE

CONFLICTOS VINCULADOS A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Es evidente que el factor humano posiciona a las relaciones internacionales como

relaciones sociales integradas a organizaciones de carácter internacional que operan en

diferentes países, fortaleciendo el sentido y concepto de la sociedad internacional que no

se limita a un nivel estatal. En este sentido, de acuerdo con Brown (1997, citado en

Universidad de la Integración de las Américas Paraguay) las relaciones internacionales

son definidas como actos que tienen planificación entre los Estados y el enfoque que

predomina sobre este tema es cuando se relaciona mayormente con coyunturas como por

ejemplo la guerra, la paz, los conflictos y la cooperación. De igual modo, las relaciones

internacionales son los lazos que se forman entre Estados las cuales pueden ser de

diferente naturaleza, entre ellas políticos, económicas, jurídicas, culturales, religiosas,

diplomáticos, entre otros.

Al respecto Calduch (1991) expresa que las relaciones internacionales son el resultante

de la articulación de múltiples interacciones entre determinados actores internacionales,

en un marco espacial y temporal bien definido, de tal modo que constituyan un proceso

inteligible como un todo. En otras palabras, el autor comprende que, las relaciones

internacionales son un conjunto de vínculos que son netamente políticos, culturales,

económicos y geográficos, que se dan entre varios países interesados. De hecho, la ciencia

que investiga el fenómeno vinculado a las relaciones internacionales surgió como una

decisión política entre Gran Bretaña y Estados Unidos posterior a la primera guerra

mundial, con el objetivo fundamental de establecer entre ambos países centros de

investigación de la nueva ciencia.

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De la misma manera Calduch (1991) comenta que, existe una clasificación en las

relaciones internacionales, las cuales están comprendidas de 3 maneras. En primer lugar,

por el número de actores que intervienen, dentro de esta categoría tenemos las relaciones

bilaterales donde solo existe vínculo entre dos Estados partícipes. Seguidamente, están

las relaciones multilaterales donde hay la intervención de dos o más Estados relacionados;

por último, están las relaciones globales, donde los Estados involucrados pertenecen a

una misma sociedad internacional.

En segundo lugar, se encuentra por el grado de vinculación que establece entre los actores,

en los cuales existen relaciones directas e indirectas. Por un lado, la directa es la

vinculación recíproca la cual puede alcanzarse de un modo directo y rápido, lo que sucede

en la gran mayoría de casos por no decir todos ya que hay interés entre los Estados. Por

otro lado, están las relaciones indirectas, estas se dan ya que la única manera de que

puedan desarrollarse es gracias a la intervención de otros miembros de la colectividad

internacional, los cuales pueden facilitar que se puedan entablar y consolidar las

relaciones internacionales. Como ejemplo de relaciones directas se menciona el

intercambio de embajadores, la negociación de un tratado, la celebración de una

conferencia de jefes de Estado; y en caso de indirectas son lo que mayormente se conoce

como la conciliación donde hay un tercero mediador.

Por último, se encuentra por la naturaleza de las interacciones, ya que las relaciones

internacionales varían de acuerdo con lo que se busca en cuando beneficio estos pueden

ser políticos, económicos jurídicos o culturales interacciones internacionales varían en

función de su naturaleza política, económica, jurídica. El citado autor también comenta

que hay la posibilidad de que nazca una combinación de interacciones de distinta índole,

de tal manera que un Estado opere en un espacio determinado a condición de que el otro

actúe en un espacio diferente, con la finalidad de que se complementen e intercambien

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necesidades, para estos casos donde los intereses son diferentes a las relaciones

internacionales tiene naturaleza mixta.

El multilateralismo nace de la necesidad de administrar los intereses comunes que tenían

los Estados, este nuevo movimiento produjo diversas formas de colaboración y

cooperación y estructuras permanentes como las comisiones internacionales, uniones

administrativas, entre otros. Por ello, es de suma importancia mencionar que luego de la

Primera Guerra Mundial, los tratados eran de carácter bilateral, mejor dicho, se

celebraban entre más Estados, los que creaban distintas relaciones. No es hasta después

de la Segunda Guerra Mundial cuando las organizaciones internacionales pasaron a tener

mayor relevancia e importancia dentro del rol central de la política internacional.

Empero la Real Academia Española no ha podido llegar a definir al multilateralismo

como tal, sin embargo, incluye el adjetivo ‘‘multilateral’’ que significa y da entender que

es ‘‘pertenecientes o relativo a varios lados, partes o aspectos’’. Es así como Arredondo

(2020) conceptualiza a grandes rasgos al multilateralismo como una forma de tomar

decisiones en donde el consenso y negociación entre las partes o actores son esenciales.

También como aquella donde los Estados procuran no perseguir sus intereses sin tener en

cuenta a otros. Ya que esta cooperación se basa en diferentes principios y valores

compartidos por las partes, poner reglas y buscar beneficio para ambos.

De acuerdo con Arredondo (2020) ‘‘el multilateralismo es aquella reciprocidad

difusa donde se implica una visión a largo plazo, enfatizando que los actores

esperan beneficiarse a largo plazo y en muchos temas, en lugar de esperar

reciprocidad en cada ocasión y en cada una de las cuestiones’’ (p. 4).

Entonces el citado autor nos propone una perspectiva integral, madura y estratégica sobre

las relaciones internacionales contribuyendo de forma más equitativa y beneficiosa a las

3
partes, ya que, al destacar una visión a largo plazo reconoce la importancia de concebir

relaciones sólidas y permanentes en el tiempo, entre los actores.

Al respecto el autor nos brinda un enfoque de comprensión más amplia y profunda de los

beneficios mutuos a lo largo del tiempo y en diversos ámbitos. Por lo tanto, otorga y

fomenta la construcción de confianza y colaboración entre los Estados, lo cual, puede

conducir de forma eficiente a una mayor estabilidad y cooperación en el ámbito

internacional; esto significa que, cuando los problemas requieren coordinación, los

gobiernos estarán dispuestos a asumir pérdidas ocasionales, siempre que haya perspectiva

de obtener beneficios en el futuro.

Por otro lado, las Naciones Unidas definen al multilateralismo como un método de

cooperación entre Estados en donde tienen como principios la consulta, la solidaridad e

inclusión. Asimismo, el multilateralismo se guía por normas colectivas elaboradas de

manera conjunta, las cuales sean sostenibles y eficaces entre los Estados involucrados.

En adición, estas normas deben garantizar a todos los partícipes la igualdad de derechos

y obligaciones. Sin embargo, el año 2020, año del coronavirus o pandemia mundial

COVID-19, sacudió el mundo de las relaciones internacionales, debido a la dificultad de

poder mantener o firmar contratos entre Estados.

Pese a esta crisis mundial, el multilateralismo supo salir y seguir adelante, ya que los

actores eran conscientes que debían adaptarse a cualquier época, problemas o desafíos

que podrían llegar a presentarse dentro de la sociedad. Actualmente, el problema que

aqueja al mundo entero es el cambio climático, pobreza, hambre, migraciones, entre otros.

Claro que esto afecta a diferentes rubros económicos como las relaciones internacionales.,

el cual debe estar preparado para cualquier problema que sigue aquejando a la población

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mundial. Por consiguiente, el multilateralismo debe estar preparado para los diferentes

desafíos que puedan llegar a suscitar en el futuro.

En conformidad con la previa evaluación de todas las fuentes de investigación

contempladas en la realización del ensayo, se ha planteado una problemática que será

respondida a lo largo del presente documento; la interrogante es la siguiente, ¿considera

que el multilateralismo actúa como la forma más apropiada en la solución de conflictos

relativos a las relaciones internacionales? En efecto, consideramos que la importancia de

abordar el tema de las relaciones internacionales y el multilateralismo son fundamentales

para la solución de conflictos en el mundo debido a su capacidad para facilitar el diálogo,

la cooperación y la búsqueda de soluciones consensuadas entre múltiples Estados. A

través del multilateralismo, los países pueden trabajar juntos en la prevención, gestión y

resolución de conflictos, aprovechando la diversidad de perspectivas y recursos

disponibles en la comunidad internacional.

Entonces consideramos que en la sociedad actual el multilateralismo es necesario, porque

interviene como el eficaz instrumento mediante el cual se busca que los diversos países

puedan mantener relaciones estables, para prever que cuando se manifiesten diversos

problemas puedan apoyarse mutuamente por medio de políticas que busquen garantizar

y proteger los derechos de los ciudadanos. A continuación, desarrollaremos los

principales argumentos que respaldan nuestra postura.

Las relaciones internacionales integran tipos, siendo uno de ellos las relaciones

internacionales de cooperación. Al respecto Calduch (1991) define a la cooperación

internacional como aquella relación entre Estados destinada a la recíproca satisfacción de

intereses, la cual se da mediante el uso de sus correspondientes poderes en el desarrollo

de actuaciones ya sean de manera coordinada o solidaria.

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A su vez, el autor citado menciona que existen características importantes para que se dé

una relación internacional de cooperación. Primero, está la idea de que los intereses de

los Estados pueden ser satisfechos entre ambas partes de manera sincronizada. Segundo,

que las acciones que están realizando tenga algún cambio o efecto en extinguir la

necesidad por la que solicita su cooperación. Tercero, que haya acuerdo ya sea expreso o

tácito detallando cuáles serán sus responsabilidades y el objeto de su relación. Cuarto, la

aplicación de reglas o pautas de cómo se realizarán las actividades. Y quinto, que se dé el

correcto y sano desarrollo de las actividades planeadas en conjunto.

El mismo autor también define a las relaciones internacionales de conflicto como una

relación social por la que dos o más colectividades aspiran a satisfacer intereses o

demandas incompatibles, utilizando sus desigualdades de poder para mantener

actuaciones antagónicas o contrapuestas, recurriendo, en último extremo, a la violencia.

De esta manera, el autor menciona que estas relaciones se dan mayormente porque los

Estados buscan intereses contrapuestos en donde no hay un punto medio para poder llegar

a un acuerdo, y utilizan su poder político y militar para lograr el objetivo y lograr su

mayor conveniencia, lo cual en consecuencia lleva a la violencia.

Dentro de las relaciones internacionales de conflicto; primero, se encuentran por el

objetivo, el cual comprende los conflictos por recursos o valores, ya que unos buscan

alcanzar mayores recursos materiales mientras que los otros buscan imponer o defender

sus valores. Segundo, comprenden por los medios los cuales se distinguen por conflictos

violentos y pacíficos. Por un lado, recurren a su a la violencia para dejar efectos

destructivos en sus adversarios, de igual manera dentro de esta categoría están los

conflictos bélicos y no bélicos. Por otro lado, se encuentran los conflictos pacíficos donde

se presume el uso de recursos políticos, económicos o culturales. Finalmente, por la

extensión de conflicto, la cual se subdivide en conflictos bilaterales y multilaterales, el

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primero se define cuando se da entre dos Estados de una misma sociedad internacional y

el segundo se define por ser varios de una misma sociedad internacional.

Asimismo, sobre las relaciones internacionales asociativas y de comunicación, a lo largo

de la historia se han ido desarrollando diversas formas de relaciones asociativas

internacionales, las cuales son; los protectorados, el régimen de mandatos, los sistemas

de ‘‘puerta abierta’’ y ‘‘zonas de influencia’’, la relación de libre competencia dentro del

ámbito de estructura económica. Estas relaciones son también conocidas como aquellas

relaciones asociativas que tratan de garantizar el buen funcionamiento de estructuras

internacionales sin ocasionar conflictos para la sociedad internacional, donde existe una

gran colaboración internacional para erradicar o impedir que los actores internacionales

desaparezcan.

En este sentido Calduch (1991) menciona que, ‘‘las relaciones asociativas se

caracterizan por la articulación de interacciones cooperativas con otras de

naturaleza conflictiva, dando origen a procesos relacionales profundamente

arraigados en las estructuras internacionales’’ (p. 10).

Al respecto el autor busca resaltar la complejidad en el contexto de las estructuras

internacionales, destacando la importancia de estas en los actores internacionales. Los

cuales pueden manifestarse en formas diversas, como acuerdos comerciales, tratados de

paz, esfuerzos conjuntos para abordar desafíos globales como el cambio climático o la

pandemia, entre otros. Reflejando de esta forma, la capacidad de los Estados y otros

actores para trabajar en conjunto, promoviendo la estabilidad y el desarrollo global.

De hecho, el autor nos manifiesta que estas relaciones son susceptibles a conflictos, ya

que, pueden existir diferencias de intereses, competencia por recursos o incluso por el

poder, reflejados en las disputas territoriales, comerciales, entre otras. Por lo tanto,

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Calduch, aporta un panorama que refleja tanto las dimensiones cooperativas como

conflictivas, con el fin de diseñar estrategias efectivas para el desarrollo global de las

relaciones internacionales.

Por otro lado, para Kagan (2003), el multilateralismo se caracteriza por su enfoque en el

establecimiento de un orden mundial basado en normas, negociación y cooperación

transnacional, ante este contexto se puede decir que los multilateralistas prefieren influir

en otros Estados de manera sutil e indirecta, utilizando la diplomacia y la persuasión en

lugar de la coerción. Sus herramientas principales incluyen el Derecho Internacional, las

convenciones y la opinión pública internacional, además utilizan vínculos económicos y

comerciales para fomentar la aproximación entre los Estados.

En otras palabras, el multilateralismo implica compromiso, búsqueda de consensos y

tolerancia al fracaso en mayor medida que los enfoques unilateralistas. Estas

características permiten distinguir el multilateralismo de otras formas que lo

desnaturalizan, como el "multilateralismo a la carta", sin embargo, es importante analizar

los motivos que llevan a un Estado a optar por el multilateralismo como su estrategia de

relaciones internacionales.

Además, según Méndez (1998) el multilateralismo se clasifica en dos tipos. En primer

lugar, el multilateralismo mundial o global, en este enfoque, los países miembros de la

comunidad internacional buscan acordar normas, principios y prácticas relevantes que les

permitan mantener relaciones coherentes y actuar conjuntamente en el ámbito

internacional, es decir, el objetivo es abordar los grandes desafíos globales y establecer

pautas de acción y comportamiento comunes. Sin embargo, cabe mencionar que este tipo

de multilateralismo enfrenta dificultades para conciliar la diversidad política y cultural de

los Estados, lo que puede llevar a la formulación de normas generales y poco específicas.

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En segundo lugar, el multilateralismo regional, en esta modalidad, se pone en práctica el

principio de "pensar globalmente, actuar localmente", ya que los problemas mundiales

tienen manifestaciones regionales y locales, se busca resolver estas preocupaciones

mediante un compromiso colectivo que incluya el intercambio de experiencias y el flujo

de información y conocimiento aplicable a la problemática específica de cada región.

En paralelo, De la Luna (2009) señala que existen diversos factores que inducen

comportamientos multilaterales por parte de los Estados. En primera instancia, existe la

necesidad de mantener el orden en la sociedad internacional, ya que la cooperación entre

los Estados es esencial para mantener e incrementar los niveles de orden en un sistema

internacional que es inherentemente anárquico, pero también ordenado.

En segunda instancia, la ausencia de posición dominante de los Estados, esto se debe a

que los Estados que no poseen una posición dominante en términos militares o

económicos a menudo recurren al multilateralismo para contrarrestar el poder de aquellos

que sí lo tienen, evitando así que sus propios derechos sean vulnerados. En tercer lugar,

respeto al principio de igualdad jurídica entre los Estados, aunque todos los Estados tienen

los mismos derechos y deberes en la sociedad internacional, algunos pueden intentar

actuar de manera independiente debido a su poder, es por ello que para evitar que esto

ocurra, se utiliza el multilateralismo.

Asimismo, la coordinación interna en la toma de decisiones de su política exterior, en la

mayoría de los Estados, la coordinación entre el Poder Ejecutivo y Legislativo es crucial

para aprobar tratados internacionales y participar en acuerdos multilaterales, evitando así

obstáculos internos que podrían interferir con la acción multilateral y el poder

desarrollarse en ese ámbito. Por último, la cultura política internacional en la población

donde los Estados que adoptan un enfoque multilateral suelen tener una población con

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una sólida tradición de cultura política internacional, lo que les permite participar

activamente en la formación de la voluntad política del Estado en el ámbito internacional,

por ejemplo, Canadá ha mantenido una política exterior multilateral a lo largo de su

historia, de tal modo que ha logrado evitar controversias que puedan dividir a su población

o ir en contra de la voluntad general del pueblo canadiense.

Los objetivos del multilateralismo según De la Luna (2009), por un lado, radican en evitar

la vulnerabilidad ante los cambios, esto se debe a que los países más vulnerables frente a

los constantes cambios, como avances en la información y la tecnología, buscan

protegerse mediante leyes e instituciones multilaterales que limiten la influencia de

terceros y fomenten la cooperación, porque reconocen que no pueden asegurar y

desarrollar sus intereses de manera aislada.

Por otro lado, los Estados más pequeños utilizan el multilateralismo como un medio para

ejercer cierto control sobre la actuación de otros Estados, particularmente los más

grandes, con el fin de prevenir prácticas unilaterales que puedan afectarlos y poder influir

en las decisiones internacionales. Asimismo, se busca fomentar un orden internacional,

debido a que los Estados multilateralistas están dispuestos a limitar su libertad a corto

plazo para establecer instituciones y normas que promuevan un orden internacional.

Finalmente, el reducir la preocupación por el orden asimétrico, en otras palabras, los

Estados participan en instituciones multilaterales como parte de un proceso de "regateo

institucional" para reducir las asimetrías existentes en la sociedad internacional

También existen diversas interpretaciones sobre el multilateralismo y distintas formas de

implementarlo, sobre esto Caamaño (2014), señala ciertos elementos comunes deben

estar presentes en todas ellas para que se considere una acción verdaderamente

multilateral. En primer lugar, es esencial que todas las partes involucradas estén de

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acuerdo en actuar de manera multilateral. Aunque esto parezca evidente, puede haber

casos de multilateralismo impuesto, donde una parte más poderosa obliga a otras a aceptar

condiciones específicas, esto puede llevar a un multilateralismo que carezca de

legitimidad y efectividad.

En segundo lugar, el multilateralismo debe ser inclusivo, permitiendo que todos los

Estados que deseen unirse puedan hacerlo. Idealmente, todos los Estados deberían

pertenecer a organizaciones multilaterales de alcance global, como sucede en gran medida

con la ONU, a pesar de que su efectividad práctica pueda ser limitada. Sin embargo, surge

la cuestión de si es necesario cumplir ciertos principios éticos o políticos para ser

miembro, lo que podría marginar a algunos actores y socavar la efectividad del

multilateralismo.

En tercer lugar, el acuerdo multilateral debe ser igualitario, garantizando que todas las

partes tengan los mismos derechos y obligaciones. Aunque en la práctica puede ser difícil

lograr esto debido a las desigualdades entre los Estados en términos de población,

territorio, capacidades militares y económicas, se pueden implementar medidas

correctivas, como ponderaciones de votos en organizaciones como la Unión Europea,

para evitar que los estados más poderosos impongan unilateralmente su voluntad.

Por último, es crucial contar con mecanismos de control y supervisión para garantizar el

cumplimiento de las decisiones multilaterales y resolver disputas que puedan surgir. Estos

mecanismos incluyen arbitraje y sanciones para aquellos que no cumplan con los

acuerdos. La Unión Europea es un ejemplo de una organización multilateral con una

estructura jurisdiccional sólida y aceptación incondicional de sus decisiones, aunque estas

afecten a ámbitos muy sensibles de su soberanía.

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Además, existen organismos multilaterales entre los cuales se pueden destacar a la

Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea, la Organización del Tratado

del Atlántico Norte (OTAN) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Dichas

organizaciones se encuentran agrupados por tres o más naciones, que tienen la principal

misión de trabajar simultáneamente en solucionar problemáticas o en ayudar

favorablemente a todos los países que conforman la organización, en este sentido buscan

acuerdos globales que guarden relación con materia que resulte de interés para la mayoría,

tal es el caso del comercio, la cultura, la paz, entre otros. Tal como sucedió en la guerra

fría y en el quebrantamiento del sistema bipolar que existía en la sociedad internacional,

puesto que, se crearon perspectivas positivas con relación al rol que asumen las Naciones

Unidas para mantener la paz y seguridad internacional, producto de los organismos

multilaterales, por lo cual, se le considera importante la función y lo que está causando el

multilateralismo.

Asimismo, ante dichos acontecimientos y bajo el principio de cooperación entre las

Naciones Unidas y las organizaciones regionales, la Unión Europea ha realizado un rol

importante promoviendo la paz y seguridad internacional, no tan solo en un ámbito

europeo, sino también en un ámbito a nivel mundial. Del tal modo que, el multilateralismo

es de gran relevancia, cuya misión es que los países trabajen de manera conjunta, para

lograr un mismo objetivo y así obtengan acuerdos globales con relación a temas de interés

que afectan a dichas naciones.

En materia argentina, correspondiente a la solución de conflictos internacionales, de

acuerdo con Llenderrozas (1965, citado en KONRAD, 2020) ha existido una debilidad

del multilateralismo a causa del COVID-19 y esto se dificulta para la construcción de una

cooperación de políticas mundiales. Asimismo, existieron reclamos acerca de la

necesidad de medios o elementos en el tema de la educación y se tenían que solucionar

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los problemas globales. Sin embargo, el gobierno argentino observa al multilateralismo

como un instrumento que tiene en camino hacia una diplomacia. Esto, para incrementar

su prestigio y hacer valer su opinión en los diversos sistemas internacionales, a su vez,

Argentina anhela tener una relación con Estados y un orden global que esté conformado

a través de reglas, las cuales son definidas en un ambiente multilateral.

Cabe resaltar que, en tiempos de pandemia y las dificultades que se presentaban ante

situaciones que caen quisieran o no, en un conflicto. Ante ello, se implementó una

cooperación internacional a través del multilateralismo, puesto que, diferentes gobiernos

enviaban fondos para que lo usen en actividades meramente de ellos. En base a ello,

existieron relaciones de cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, la

Unión Europea y la Secretaría de Iberoamericana y entre otros. De igual modo, los

recursos o fondos que se les brindaba a Argentina eran destinado a contratar a expertos,

becas y equipamiento en el tema académico. A su vez, se han agregado formas de trabajo

en conjunto que inserta a organismos estatales, internacionales y asistencia sobre la

evaluación de proyectos.

Finalmente, al haber observado el punto de vista del país argentino, es importante señalar

que después de lo que ha ocurrido a causa de la pandemia, debe prevalecer en los demás

países una especie de solidaridad y apoyo entre todos. Por ello, es de suma relevancia que

haya multilateralismo que sirva como medio de solución para los conflictos o problemas

que presentan diversos países, como es lo que pasó en Argentina en el tema de la

educación. Añadiendo a esto, facilita que se puedan eliminar las disputas y se desarrolle

una cooperación entre diferentes Estados internacionales.

En materia chilena, correspondiente a la solución de conflictos internacionales, Klein

(2020, citado en KONRAD, 2020) expresa que, desde su establecimiento como nación,

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se le ha llamado a Chile como “intuición multilateral”. Asimismo, en el Tratado de Paz,

Amistad, Comercio y Negocio de 1855 entre Argentina y Chile, se establecen los

principios para la resolución de un conflicto de forma pacífica y el arbitraje por parte de

una persona ajena a ellos. Esto, por la ubicación geográfica y como una sociedad

“pequeña”, sin embargo, logró su máxima amplitud a fines del siglo XIX. Acerca de los

conflictos que se estaban iniciando, el país chileno decidió que sean solucionados por

medio de una estrategia de negociaciones multilaterales.

En otras palabras, todo problema que se presente ya sea interno o externo debe de primar

un acuerdo entre ambas partes para que no caigan en una discusión. Además, Chile cayó

en un aislamiento internacional entre los años 1973-1990; no obstante, existió una

restauración del país chileno en organizaciones democráticas. De otro modo, se reinsertó

en una sociedad internacional y tomó principalmente una política encaminada al

desarrollo tanto social como económico en beneficio de Chile.

Tras lo mencionado anteriormente, se refleja que el multilateralismo sirve como

influencia y solución acerca de los conflictos y problemas que pueden devenir por

diferentes motivos con el tiempo. A su vez, acompañado de eso es importante que exista

un acuerdo donde se desarrolle la cooperatividad entre los países y más aún si es que se

encuentran en disputa por sus ideales. De una u otra manera, es imprescindible

implementar estrategias basadas en el multilateralismo para que exista un incremento de

relaciones internacionales eficientes ante cualquier situación que perjudique a los países.

Siguiendo la misma línea del autor, en el año 1990 hubo una especie de refuerzo en los

impulsos regionales para la solución de conflictos y la cooperación tanto a nivel político

como económico. Esto conlleva a que se convierta en un motor del multilateralismo

latinoamericano. Sin embargo, en la Cumbre de Santiago dió origen a la política exterior

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chilena traspasando al enfoque regional. Puesto que, hubo reuniones entre el gobierno

chileno y el gobierno estadounidense, donde se apoyaron para revivir las cumbres

interamericanas. De igual modo, Chile se siente preparado para tener responsabilidades

más allá del continente, a su vez, asistió en los comités internacionales para que pueda

dirigirse al desarrollo del propio país.

Cabe resaltar que, Chile ha servido a organismos internacionales, tales como:

Organización Internacional del Trabajo, la agencia de prohibición de las armas nucleares

en América Latina y el Caribe, la Organización de los Estados Americanos, la

Organización Mundial de la Mujer y entre otros. Con esto se observa que Chile tiene

plena responsabilidad y voluntad de servir a los organismos antes mencionados.

En suma, se observa que existió una evolución en el país chileno, en el caso de que inició

como regionalismo y luego se convirtió en internacionalismo. Esto es importante

mencionar, porque reafirma lo que se viene desarrollando sobre las relaciones

internacionales y el multilateralismo como solución de conflictos. Puesto que, sirve para

que los países tengan nuevas responsabilidades y que trabajen en conjunto para el buen

funcionamiento de las actividades que ayuden para el fin común.

En materia brasileña, correspondiente a la solución de conflictos internacionales, Lafer

(2019, citado en KONRAD, 2020) define al multilateralismo como la búsqueda de

soluciones globales colectivas, enfocándose en crear y aplicar normativas de conducta

acordadas por los países para gestionar sus relaciones en un mundo interconectado. Cabe

mencionar, el multilateralismo se ha seleccionado como un elemento clave en la estrategia

de Brasil para obtener legitimidad en su política internacional, particularmente en asuntos

vinculados a la seguridad y el comercio.

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En el año de 1899, Brasil recibió una invitación para asistir a la Convención de La Haya,

pero el presidente Campos Sales decidió no participar, citando dificultades económicas y

limitaciones militares. No obstante, Brasil tuvo presencia en la segunda Convención de

La Haya en 1907. En esa ocasión, el embajador brasileño, Rui Barbosa, jugó un papel

fundamental al establecer los cimientos para una diplomacia activa y parlamentaria, que

criticaba el enfoque de las grandes potencias y promovía la solución de conflictos a través

del arbitraje para prevenir la guerra. Tras lo mencionado, se refleja una transformación,

pasando de una postura pasiva a una más proactiva en la promoción de normas y

mecanismos de resolución de conflictos. De tal manera, este cambio resalta la capacidad

de adaptación de los Estados a las condiciones cambiantes del entorno internacional.

Por otro lado, la participación de Brasil en la Liga de las Naciones representó un

importante esfuerzo para ampliar su influencia global más allá de los límites continentales

americanos. A pesar de la ausencia de Estados Unidos, Brasil emergió como la principal

potencia del continente en Ginebra, con el objetivo de ganar prestigio y asegurar un puesto

permanente en el Consejo de la Liga. Esta experiencia permitió a Brasil seguir de cerca

los temas internacionales clave y contribuir activamente en la búsqueda de soluciones. Su

delegación participó en diversas instancias de la Liga, abordando temas como la

codificación del derecho internacional, derechos de minorías, emigración e inmigración,

así como cuestiones sociales y humanitarias.

Estas acciones buscaban estructurar un nuevo orden internacional más colaborativo entre

las naciones. Ante lo expuesto anteriormente, se evidencia un compromiso con el

multilateralismo y la cooperación internacional como vías para abordar los desafíos

globales y encontrar la solución a los conflictos. Pues, Brasil demostró un interés en

desempeñar un papel destacado en el área internacional, promoviendo un orden mundial

más colaborativo.

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Sin embargo, bajo el liderazgo de Jair Bolsonaro desde 2019 Brasil ha abandonado su

enfoque tradicional de cooperación multilateral en política exterior, optando por una

postura más unilateral. Esto ha resultado en una percepción negativa del país en las

organizaciones internacionales, incluso en la gestión de la pandemia de COVID-19. A

pesar de esto, el Ministerio de Salud brasileño ha seguido las directrices de la OMS y ha

colaborado en iniciativas multilaterales para abordar la salud pública. Dicho eso, es

alentador ver que el Ministerio de Salud brasileño sigue comprometido con el

multilateralismo al adherirse a las directrices de la OMS y participar en esfuerzos

conjuntos para abordar la pandemia de COVID-19. Por ende, este enfoque demuestra que,

incluso en un contexto de política exterior unilateralista, el compromiso con el

multilateralismo en áreas críticas como la salud pública puede ser fundamental para lograr

resultados positivos a nivel global.

En materia peruana, correspondiente a la solución de conflictos internacionales,

KONRAD (2020) señala que el Perú ha demostrado un sólido compromiso con el

multilateralismo desde sus inicios. Debido a que participó en la Sociedad de las Naciones,

firmó los acuerdos de Bretton Woods en 1944 y fue uno de los países fundadores de las

Naciones Unidas. Destacados diplomáticos peruanos como Víctor Andrés Belaunde,

Javier Pérez de Cuéllar, y José Bustamante y Rivero han ocupado roles importantes en la

ONU, como la presidencia de la Asamblea General y el cargo de Secretario General.

Además, figuras como Diego García Sayán y Francisco Eguiguren han tenido roles

destacados en otras organizaciones internacionales.

En 1985, durante el gobierno de Alan García, se impulsó la creación de un grupo de apoyo

al Grupo de Contadora, formado dos años antes por México, Colombia, Venezuela y

Panamá. El objetivo era contribuir a resolver los conflictos armados en Guatemala, El

Salvador y Nicaragua, basándose en principios democráticos. Este segundo grupo,

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conocido como el Grupo de Lima, incluyó a Perú, Uruguay, Argentina y Brasil. Ambas

iniciativas sentaron las bases para la formación del Grupo de Río, que reunió a todos los

países de América Latina y el Caribe para abordar problemas regionales comunes. Este

proceso eventualmente condujo a la creación de la Comunidad de Estados

Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). De esta manera, se manifiesta la importancia y

la eficacia del multilateralismo en la búsqueda de soluciones a los problemas regionales

y globales. Dado que estas plataformas permiten que los países trabajen juntos,

respetando la diversidad de opiniones y prioridades para abordar desafíos comunes como

los conflictos armados, la seguridad regional y el desarrollo sostenible.

Otro suceso importante fue la Carta Democrática Interamericana que el Perú impulsó

durante la sesión especial de la Asamblea General de la OEA celebrada en Lima el 11 de

septiembre de 2001, coincidiendo también con el retorno de la institucionalidad

democrática, tras el fin del gobierno autoritario de Alberto Fujimori un año antes. Se trata

de un documento mediante el cual los países miembros se obligan a respetar la

democracia y el Estado de derecho, bajo pena de sanciones. Por lo tanto, el enfoque

multilateral en la promoción de la democracia y el Estado de derecho es crucial para

asegurar la estabilidad y el avance en la región. Al comprometerse juntos a respetar estos

principios, los países reconocen la importancia de la cooperación internacional para

proteger los derechos humanos, fomentar la gobernanza inclusiva y asegurar la rendición

de cuentas.

En el año 2014, Lima fue sede de la Conferencia Mundial del Cambio Climático, COP

20, liderada por el entonces ministro del Ambiente peruano, Manuel Pulgar Vidal. Esta

conferencia allanó el camino para la firma del histórico Acuerdo de París al año siguiente,

con la aceptación unánime de todas las partes involucradas. Además, en el mismo

contexto, destacó la cumbre de siete países amazónicos, iniciada por Perú y Colombia en

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septiembre del año pasado en Leticia, Colombia, con el objetivo de coordinar acciones

frente a los incendios forestales que afectaron vastas áreas de la selva en ese momento.

Aquí se resalta la importancia del multilateralismo en la lucha contra desafíos globales

como el cambio climático y la conservación de los ecosistemas. Estos encuentros

reunieron a diversas naciones con el objetivo común de abordar problemas ambientales

urgentes y coordinar acciones conjuntas para enfrentarlos.

Por último, mencionar que el Perú considera al multilateralismo como algo fundamental

en todos los ámbitos, tanto a nivel regional como global. Esto incluye la cooperación, la

apertura comercial, la estabilidad financiera y la presencia de un marco normativo que,

aunque no sea perfecto, es apreciado por su capacidad para ofrecer cierta previsibilidad.

Asimismo, beneficia al Perú, un país que no posee una posición de potencia mundial, pero

que puede generar una influencia considerable a través de su activismo en este campo. En

resumen, el Perú ha desempeñado un papel significativo en la arena internacional,

demostrando su compromiso con el multilateralismo.

Por último, Colombia se convierte en el último país considerado en el contexto de las

relaciones internacionales y el multilateralismo, dentro del marco del Plan Nacional de

Desarrollo (2018-2022) titulado "Pacto por Colombia: Pacto por la equidad", el gobierno

colombiano presenta los fundamentos y características de su administración y política

exterior en la sección de pactos estructurales, centrándose en el papel que Colombia aspira

a desempeñar a nivel global. En este contexto, se resalta el multilateralismo como un

medio para abordar los desafíos globales y las necesidades sociales, siendo el principal

objetivo del gobierno la participación activa en la gobernanza de los principales temas y

desafíos globales que afectan al país, apostando por el multilateralismo como estrategia

para defender la paz. De este modo, compartimos la idea que tiene Pastrana (2020, citado

19
en KONRAD, 2020), el cual manifiesta que la sociedad civil colombiana promueve el

multilateralismo como una forma de alcanzar niveles estructurales de gobernanza global

desde las bases sociales.

Por lo general, las organizaciones de la sociedad civil ejercen presión sobre las entidades

estatales para que reconozcan y respondan a sus demandas o consideren sus intereses en

la toma de decisiones gubernamentales. En el ámbito de los derechos humanos, por

ejemplo, las organizaciones no gubernamentales y los movimientos sociales han

establecido redes de cooperación y coordinación para aumentar la presión y unir

esfuerzos, con el objetivo de tener un mayor impacto o influencia en los ámbitos social y

político. Así surgieron iniciativas como la Plataforma Colombiana de Derechos

Humanos, Democracia y Desarrollo (PCDHDD), la Alianza de Organizaciones Sociales

y Afines (Alianza), entre otras.

Posteriormente de saber las nociones básicas del multilateralismo, las relaciones

internacionales y como estas ayudan en la solución de los conflictos que se pueden

ocasionar de manera mundial. Se presenta como primer caso en aplicar estos dos grandes

conceptos en los acuerdos multilaterales, especificando dos de ellas. En 2015, se lograron

dos hitos significativos: la firma del histórico Acuerdo de París y la adopción de la

Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Estas acciones representaron un esfuerzo conjunto para abordar de manera decidida tanto

la crisis climática como la erradicación de la pobreza para el año 2030. Este momento se

enmarca en un contexto global caracterizado por una crisis de confianza y de acción

colectiva, subrayando la urgencia de promover un multilateralismo más efectivo,

actualizar el contrato social, fomentar una solidaridad más profunda y aumentar la

inversión en la juventud. En el centro de esta agenda se sitúan los Objetivos de Desarrollo

20
Sostenible, que desempeñan un papel crucial tanto en el Acuerdo de París como en la

implementación de estas medidas.

En primer lugar, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por la Asamblea

General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, establece una visión ambiciosa

hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 Estados miembros que

la han respaldado, sirviendo como una guía fundamental para la acción internacional hasta

el año 2030. En este sentido, la Agenda 2030 refleja un acuerdo multilateral entre

gobiernos y diversos actores, facilitando la armonización de políticas nacionales que

promueven el empleo digno, el desarrollo sostenible, el comercio internacional y la

prevención de conflictos. Además, este compromiso reconoce la importancia de las

personas, la paz, la prosperidad compartida, el cuidado del planeta y las alianzas como

principios rectores universales y compartidos.

Finalmente, el Acuerdo de París es un tratado internacional vinculante en materia de

cambio climático, el cual fue ratificado por 198 Partes durante la Conferencia de las Partes

21 (COP21) celebrada en París el 12 de diciembre de 2015, y entró en vigor el 4 de

noviembre de 2016. Su objetivo primordial es reducir el calentamiento global a niveles

sustancialmente inferiores a 2 grados Celsius, idealmente a 1,5 grados Celsius por encima

de los niveles preindustriales. Para lograr esta meta a largo plazo, los países se

comprometen a limitar al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero con el fin

de alcanzar un equilibrio neutro en el clima del planeta.

Por este motivo, el Acuerdo de París marca un punto de inflexión en el proceso

multilateral relacionado con el cambio climático, ya que representa la primera ocasión en

la que un acuerdo legalmente vinculante impulsa a todos los países a unirse en una

21
empresa conjunta para llevar a cabo acciones decididas contra el cambio climático y

ajustarse a sus consecuencias.

Como segundo caso a tomar en cuenta se tiene a un multilateralismo bilateral que tiene

como participante a China y México. Se tiene noción que se pudo dar solución a la

emergencia sanitaria del 2020, gracias a la colaboración internacional y a la disposición

de las naciones desarrolladas para compartir las vacunas. Por ello, dos de esos países que

colaboraron ante esta emergencia mundial fueron China y México, los cuales cooperaron

mutuamente para el bienestar, beneficio de sus habitantes y la investigación de una

vacuna que pueda contraatacar a la bacteria del Covid-19.

Asimismo, en el ámbito económico, México y China son socios comerciales importantes.

El intercambio comercial entre ambos países ha experimentado un crecimiento constante,

aunque México ha tenido un déficit comercial con China debido a la importación de

productos manufacturados chinos. Sin embargo, también ha habido esfuerzos para

diversificar el comercio bilateral y promover las exportaciones mexicanas a China,

especialmente productos agrícolas y agroindustriales. Un ejemplo claro es que en el 2022

el volumen comercial entre ambas partes alcanzó 485 mil 790 millones de dólares. Hasta

2020 el stock de inversión china en la región logró 629 mil 810 millones de dólares. Esa

cooperación conduce a promover la recuperación de la economía mundial y favorece la

defensa del concepto de beneficio mutuo.

Finalmente, podemos deducir que ambos países están a favor de la multilateralidad global

que se puede obtener en las distintas naciones, pues constituye una fuerza impulsora para

el desarrollo mundial, convivencia pacífica y poner en la mesa los valores de la paz, el

desarrollo, la justicia, la democracia y un futuro compartido a escala global.

22
Como tercer y último caso tenemos al multilateralismo encontrando soluciones a retos

mundiales, específicamente durante la pandemia por Covid-19. Para solucionar los retos

a los que se enfrentaron los diferentes países durante la pandemia por Covid-19,

especialmente en el aspecto sanitario, fue necesaria una cooperación entre todos,

principalmente de los científicos para crear vacunas efectivas contra el Covid-19 en el

menor tiempo posible para proteger a las personas de contagiarse de esta enfermedad y

evitar que la tasa mortal siga aumentando. Además, la distribución de estas vacunas se

dió gracias al mecanismo COVAX, proporcionado por el multilateralismo.

Entonces COVAX fue una iniciativa de colaboración mundial codirigido por la Alianza

Gavi para las Vacunas (Gavi), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de

la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta iniciativa sirvió para acelerar el desarrollo y la producción de vacunas contra el

COVID-19, además de garantizar el acceso equitativo a ellas.

Es por ello que la ONU señala que el multilateralismo fue importante en este contexto de

crisis mundial originado por la pandemia por Covid-19 ya que garantizó que exista una

cooperación entre todas las naciones y que se encuentren soluciones más rápidas y

eficaces ante los retos que originó la pandemia.

Finalmente, podemos afirmar que la ONU está a favor del multilateralismo como

mecanismo en la solución de conflictos, debido a que permite la cooperación

internacional, es decir la cooperación entre las diferentes naciones del mundo para

encontrar soluciones a los diversos conflictos a los que se puedan enfrentar de manera

rápida y eficaz. Asimismo, el multilateralismo no sólo sirve en el contexto de la crisis

sanitaria originada por la pandemia por Covid-19, también es útil en la lucha contra el

23
cambio climático o en la erradicación de la pobreza, con la finalidad de construir un

mundo a futuro donde prospere la paz, dignidad e igualdad.

En definitiva, reafirmamos nuestra postura favorable frente a la promoción del

multilateralismo como la alternativa más apropiada en la solución de conflictos relativos

a las relaciones internacionales, debido a que estas precisamente no solo se rigen por

relaciones diplomáticas, de hecho en este aspecto también se deben considerar a las

tendencias globalizantes de la sociedad actual, todo ello para fortalecer la conexión entre

los diferentes países, con el propósito de amparar la existencia de una cooperación basada

en la solidaridad y apoyo mutuo.

Las relaciones internacionales se presentan de diversas maneras en forma de cooperación,

que consiste en aquella relación entre Estados destinada a la recíproca satisfacción de

intereses, empleado la solidaridad y mutuo apoyo; de conflicto que supone cuando los

distintos países tiene intereses opuestos que puede derivar incluso en la violencia;

asociativas y de comunicación las cuales tratan de garantizar el buen funcionamiento de

estructuras internacionales sin ocasionar conflictos para la sociedad internacional.

Asimismo, el multilateralismo consiste en la cooperación de tres o más Estados en

cuestiones de política internacional utilizando la diplomacia y la persuasión en lugar de

la coerción; de hecho, existen dos tipos, tales como el multilateralismo mundial o global,

en este enfoque, los países miembros de la comunidad internacional y el regional donde

se busca resolver estas preocupaciones mediante un compromiso colectivo que incluya el

intercambio de experiencias.

De igual modo, el multilateralismo tiene distintos objetivos como evitar la vulnerabilidad

ante los cambios, ejercer cierto control respecto a los demás, fomentar un orden

internacional y reducir la preocupación por el orden asimétrico. Cuenta con elementos

24
que son necesarios para implementarlo se requiere que todas las partes involucradas estén

de acuerdo en actuar de forma multilateral, también debe ser inclusivo, permitiendo que

distintos Estados puedan integrarse, debe ser igualitario y aplicable a todos, y debe contar

con mecanismos de control y supervisión.

En conclusión, es relevante que el multilateralismo deba verse como una forma en la que

los Estados procuren no solo perseguir sus propios intereses sin tomar en cuenta los de

otros países, pues esto estaría distorsionando su verdadera finalidad. Si bien el

multilateralismo ha pasado por una crisis, debido a que se ha presenciado un déficit

democrático y falta de inclusividad, la presencia de Estados violadores de derechos

humanos en el Consejo de Derechos Humanos, la falta crónica de financiación y los

procesos y métodos de trabajo ineficaces de toma de decisiones. Ello torna necesario un

multilateralismo más inclusivo, lo cual debe ser un ingrediente central y debe ir más allá

del simbolismo: la inclusión significativa de una gama más amplia de actores y la

participación más equitativa de los Estados son fundamentales para el progreso sobre

cuestiones globales complejas e interconectadas.

Entonces es incuestionable el enorme impacto que ha generado el multilateralismo en la

solución de conflictos relativos a la cooperación internacional, en virtud de que las

relaciones internacionales comprenden aspectos fundamentales como el compromiso

político, los principios de la gobernanza, los contenidos sociales de la política, la

legislación propia de cada Estado, así como las acciones y políticas públicas y sociales.

Por ende, es fundamental que los países busquen fortalecer estas relaciones, porque esta

dirección ayudará al desarrollo y progreso especialmente enmarcados dentro de los

principios de erradicación de la pobreza, transferencia de conocimiento y protección del

medio ambiente. Asimismo, se espera que las estrategias de los Estados deban manejarse

con un enfoque multidimensional, basándose en un diagnóstico específico de acuerdo con

25
la realidad del país.

De igual manera, consideramos que el multilateralismo es imprescindible y necesario en

el contexto actual, puesto que es la forma correcta mediante la cual los Estados no solo

se involucran en la solución de conflictos, si no que a su vez participan y se relacionan

entre sí en el ámbito de la sociedad internacional. Por lo tanto, esta sería una herramienta

real y efectiva en las relaciones internacionales, que puede permitir hacer frente a los

problemas transnacionales que nos afectan, tales como el medio ambiente, la paz y

seguridad internacionales, el tráfico de drogas, la piratería marítima, entre otros

obstáculos.

Evidentemente es necesario que los diferentes Estados se comprometan a cumplir con los

objetivos propios del multilateralismo, debido a que muchas veces estos se quedan en la

mera teoría, no obstante si esto se ejecuta correctamente ayudará a resolver los distintos

conflictos que pueden suscitarse, en consecuencia el multilateralismo debe permanecer

en constante adaptación y buscando nuevos instrumentos, que le permitan participar en

las soluciones a las nuevas necesidades que se presentan en la sociedad internacional, en

donde las desigualdades entre Estados, el control de la fuerza, etcétera, siguen siendo sus

grandes temas de estudio.

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