Ministerio del Poder Popular para la Educación universitaria
Universidad Politécnica Territorial del Estado Trujillo “Mario Briceño
Iragorry’’
Programa Nacional de Formación en Contaduría Pública
Valera Estado Trujillo
ÉTICA PARA LA CIENCIA DEL SIGLO XXI
Estudiante: Maria Teran.
Cédula: V-30.236.081
T III, T VIII
Sección 02.
Valera, Marzo del 2024.
La frase "la ciencia asume la forma para lograr el control del entorno que rodea al ser humano" resume una visión instrumental de la ciencia. La ciencia, en este sentido, se convierte en una herramienta para dominar y manipular el mundo natural, con el objetivo de satisfacer las necesidades y deseos humanos. Esta visión ha sido predominante en el siglo XX, y ha dado lugar a grandes avances tecnológicos y científicos. Sin embargo, también ha sido criticada por su enfoque antropocéntrico y por su potencial para generar consecuencias negativas, como la degradación ambiental o el desarrollo de armas de destrucción masiva. En el siglo XXI, la ciencia se enfrenta a nuevos retos, como el cambio climático o la crisis energética. Estos retos exigen una visión más holística de la ciencia, que no se limite al control del entorno, sino que también considere la sostenibilidad y la responsabilidad social. Las características de la ciencia que en el siglo XXI ha perdido aquel inocente propósito de la búsqueda de la verdad: La tecnocracia: La ciencia se ha convertido en una tecnocracia, es decir, en un sistema de gobierno en el que los expertos científicos tienen un poder desproporcionado sobre la sociedad. La mercantilización: La ciencia se ha mercantilizado y militarizado, lo que ha generado desconfianza en la sociedad. Sin embargo, existe esperanza para el futuro si se utiliza de manera ética y responsable. La automodelación plantea que los seres humanos se crean y transforman constantemente, mientras que el carácter creatural del mundo sugiere que hay límites para lo que la ciencia puede explicar. En psicología, la ética es crucial debido a la complejidad de la mente humana y el impacto en la vida de las personas. Se destaca la importancia del consentimiento libre, previo e informado en investigaciones psicológicas, incluyendo información clara sobre objetivos, métodos, riesgos y beneficios. Se deben proteger la privacidad y confidencialidad de la información personal de los participantes, implementando medidas de seguridad. Se promueve el respeto por la autonomía y dignidad de los participantes, evitando coerción y discriminación. Se enfatiza la maximización de los beneficios para los participantes en investigaciones y prácticas psicológicas. La ética en la psicología busca minimizar los riesgos y maximizar los beneficios para los participantes, promoviendo la confianza y la responsabilidad en la práctica psicológica. Contribuye al desarrollo de una ciencia más humana y justa, considerando la diversidad cultural y las necesidades individuales. La humanización de la ciencia implica reflexionar sobre el poder del conocimiento científico y busca mejorar el bienestar de las personas. Reconoce la diversidad humana y requiere habilidades interpersonales como empatía y respeto. Esta perspectiva ética garantiza que la psicología sea una profesión responsable que beneficie a las personas. La humanización de la ciencia en psicología es crucial en el siglo XXI para desafiar los estigmas y prejuicios asociados a las enfermedades mentales. Busca promover una visión compasiva y comprensiva hacia aquellos que enfrentan dificultades emocionales o mentales. Los estigmas obstaculizan el acceso a la ayuda y perpetúan el sufrimiento de las personas afectadas. Estos estigmas se manifiestan en actitudes negativas, estereotipos y lenguaje discriminatorio. Tienen consecuencias como el retraso en buscar ayuda, el autoestigma y el aislamiento social. La humanización de la ciencia en psicología implica adoptar un enfoque biopsicosocial, centrarse en la persona, utilizar un lenguaje respetuoso, promover la comprensión y la empatía, y visibilizar historias de éxito. Los beneficios incluyen un mayor acceso a la ayuda, mejora de la autoestima y el bienestar, reducción del aislamiento social, y promoción de la inclusión y la diversidad en la sociedad.