La verdad

Vivimos en una época donde la verdad parece menos importante que nunca. La post-
verdad, como la llamamos, se refiere a un tiempo en el que las emociones y las
opiniones son más influyentes que los hechos comprobados. Esto hace que la realidad
sea algo maleable, sujeta a manipulaciones y desinformación. La abundancia de
información, junto con la difusión de noticias falsas, hace que sea difícil distinguir lo
verdadero de lo falso. Esto socava la confianza en la ciencia, los medios de
comunicación y otras instituciones que solían ser fuentes confiables de conocimiento.

Las redes sociales y los medios digitales desempeñan un papel importante en este
fenómeno. Al priorizar la participación y la interacción, estas plataformas a menudo
promueven contenidos sesgados y poco rigurosos. Además, los algoritmos de
recomendación tienden a mostrarnos información que coincide con nuestras opiniones
preexistentes, lo que refuerza nuestras burbujas de información.

La educación es clave para combatir la post-verdad. Necesitamos promover habilidades

como el pensamiento crítico y la alfabetización mediática para que las personas puedan
evaluar la confiabilidad de las fuentes y cuestionar las narrativas dominantes.

Los medios de comunicación y las plataformas digitales también tienen un papel

importante que desempeñar. Deben priorizar la transparencia y la verificación de los
hechos, así como fomentar una ética periodística sólida.
La gente ha perdido cada vez más las ganas de saber y las ganas de aprender. Somos una
sociedad que disponemos de todos los recursos para nutrirnos de conocimientos y llegar
a conclusiones propias, y aún así decidimos tirar todo por la borda en el momento en
que confiamos en todo y en todos. Creyendo que el que es profesor sabe porque es
profesor, que el que es padre sabe más por ser padre y que todo lo que dice el que sube
algo a redes es verdad. Esto es una manera de auto engañarnos. Lo bonito de la vida es
cuestionarse cosas, en preguntarse cosas y en rebatir cosas. A todos, a muchas cosas, a
todo a lo que le encuentres pegas.
Intenta falsar todo lo que sea falsable. Encuentra tu verdad entre todas. Prueba al mundo
que el pensamiento crítico no es un comportamiento extinto. Que todavía hay gente que
lo practica ahí fuera.
Y por favor, el bulo más grande tomado como la verdad absoluta es que encontramos la
verdad en las personas más viejas. En los adultos, en los ancianos. Y la sorpresa de todo
esto es que el que cree que lo sabe todo a veces no sabe nada. Porque la edad no te
garantiza el conocimiento y siempre puedes perder tu tiempo sin aprender nada. Hasta
las personas adultas pueden ser ignorantes. En algunos casos las más ignorantes.
Hay sabiduría y verdad en todos, todos sabemos algo y todos hemos sido engañados
alguna vez. Porque aunque hay verdades que inevitablemente descubres, hay otras que
están ocultas. Y por mucho que pongas esfuerzo todos viviremos en una mentira alguna
vez.
Así que nutre tu cerebro. Lee. Equivócate. Escucha a los demás. Piensa que morirás sin
encontrarle soluciones a todo. Que varias veces pensarás que no vale la pena discutir y
preguntarse qué tan fiable es algo. A veces negaremos la falsedad en la más horrible de
las mentiras. A veces para protegernos, a veces como consuelo. A veces porque la
mentira es más feliz. La verdad a veces será dolorosa, pero al final del día habrá siempre
en ella una pizca de satisfacción.

Como conclusión, es crucial reconstruir la confianza en las instituciones y en el

conocimiento experto. Esto implica mejorar la comunicación científica y fomentar una
cultura de diálogo y respeto por las opiniones diferentes. También es importante
fomentar la lectura y la introspección desde una temprana edad para inculcar a las
personas más jóvenes la necesidad de sacar sus preguntas. De avivar la curiosidad.
Abogar por la educación, abogar por la igualdad. Todo esto con el fin de que la
experiencia, el ensayo y error, no lo sean todo. Para que la sabiduría se encuentre en las
mentes más jóvenes y que todos puedan ser brillantes, únicos y críticos.