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Alfonso Noradino Rubio Vazquez.

Grupo: 5

Si les dijera la frase “Los jóvenes de hoy no tienen control y están siempre de mal humor. Han
perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral.” de que
época de la humanidad pensarían que es? Algunos dirán “que ridícula pregunta, si lo he escuchado
de mi maestro hace unas semanas” pues déjenme decirles que esta frase es de Aristóteles, quien la
pronuncio hace más de dos mil años. Porque es entonces, ¿que todas las generaciones desde la suya
hasta la nuestra piensan que la siguiente no hace más que ir de mal a peor?

Hola, buenas tardes, compañeros y maestros, hoy les vengo a hablar del pesimismo social.

El pesimismo social, a diferencia de un simple pesimista, aguafiestas, edgy, o cualquier otro adjetivo
que le quieran adjudicar a aquellas personas que piensan que todo saldrá mal, es una conducta no
solo de una persona, sino de toda una sociedad o parte de ella.

Esto se puede encontrar en cualquier ámbito que uno pueda imaginar, desde problemáticas sociales
como los derechos de la mujer hasta cuestiones ecológicas como el cambio climático y las especies
en peligro de extinción.

¿Pero qué es lo que lleva a que esto suceda? Nos enteramos de muchas noticias por medios de
comunicación que se regocijan en el miedo, nos gusta separar a la humanidad en nosotros y ellos
“claro, yo sé lo que hago ¿pero aquel? No lo creo” y más que nada nos gusta ser negativos, o más
bien, se nos hace fácil.

“Mucha gente parece considerar tonto, e incluso supersticioso, creer que el mundo aún podría
cambiar para mejor. Y es cierto que en invierno a veces hace un frío tan cortante que uno se siente
tentado a decir: «¿Qué me importa si hay verano? su calor ya no me ayuda”. Sí, el mal a menudo
parece superar al bien. Pero entonces, a pesar de nosotros y sin nuestro permiso, por fin llegan a su
fin las amargas heladas. Una mañana el viento cambia y hay deshielo. Y por eso todavía debemos
tener esperanza”.

En verdad que, si las dificultades nos hubieran evitado nuestro avance en tiempos pasados, ya
estaríamos extintos. El pesimismo social es peligroso, no dejen que nadie les diga lo contrario. En
estados unidos cuando se les pregunto a las personas si la población en extrema pobreza a nivel
mundial se había mantenido, duplicado, o divido por casi la mitad, solo el 5 por ciento acertó al decir
que se había divido. Imagínense un mundo en el que solo el 5 por ciento pudiera ver, ¿Cómo
lograríamos hacer algo? Si todos respondieran al azar se esperaría que un 33 por ciento estuviera en
lo correcto, pero no es así, por que el problema no es de ignorancia individual, es una equivocacion
sistematica. Hay una cobertura mediática sesgada que es la razón por la cual dejamos de escuchar
de los huecos en la capa de ozono cuando empezaron a decrecer. Y en vez de decir que la cantidad
de partículas de dióxido de carbono por persona han bajado de 38 a 14 kilos en 40 años, se dice que
ya pasamos el punto de no retorno en cuanto a calentamiento global se refiere.

Paso a paso, año tras año, el mundo va mejorando. No en todos los aspectos, ni todos los años, sino
como regla general. Nadie en toda la historia de la humanidad había tenido una comodidad,
educación, salud, o esperanza de vida como nosotros. En el pasado se pensaba que el orden natural
de las cosas era caer, nuestro cerebro evoluciono pensando que el pesimismo y la negatividad eran
la única manera de sobrevivir, pero en un mundo donde hemos puesto hombres en la luna, donde
pedazos de metal pensante orbitan la tierra y nos permiten comunicarnos instantáneamente entre
nosotros, ¿cómo es que piensan lógico que las cosas deben de ir para abajo? Hemos transformado el
sueño inmemorial de los hombres de surcar el cielo como lo hacen las aves en algo mundano e
insignificante. Ya no es “¿Como lograre volar?” sino “¿Cuánto cuesta el boleto de avión?”

Muchas cosas nos separan de los animales. Pero la más importante es que el ser humano se
distingue como la única criatura que no solo persevera en su existencia, sino que incansablemente
persigue la búsqueda de más. Esta ambición nos ha definido desde que los trabajadores levantaban
los bloques de arenisca que serían las pirámides, nos guio cuando descubrimos dentro un nuevo
nacer artístico y científico, estaba a nuestro lado cuando revolucionamos la manera en que
producimos cosas por segunda vez en nuestra existencia, y está en esta sala con nosotros ahora
mismo. Y a pesar de que estuvo con nosotros todo ese tiempo, la despedimos tan rápidamente y sin
mucha consideración. Yo digo no, no caigan en el pesimismo, mantengan esa ambición, y nutran su
esperanza. Pues a pesar de nosotros, y sin nuestro permiso, el mundo está mejor que antes. Gracias

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