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He aquí una pregunta importante.

¿Es ético hacer evolucionar el cuerpo humano?

Como contamos con todas las herramientas para hacernos autoevolucionar, y como podemos hacer
evolucionar bacterias y plantas y también animales, ahora estamos llegando a un punto en el que
preguntarnos si es realmente ético y si queremos hacer evolucionar seres humanos.

Y mientras lo piensan, quiero hablar de eso en el contexto de las prótesis.

El pasado, el presente y el futuro de las prótesis.

Esta es la mano de hierro que pertenecía a un conde alemán. Adoraba luchar y perdió su brazo en
una de esas batallas. Sin problema, se hizo una armadura, se la puso, la prótesis perfecta.
De ahí viene el concepto de gobernar con mano de hierro.

Y, por supuesto, estas prótesis se han hecho cada vez más eficaces, y más modernas.

Se pueden agarrar huevos pasados por agua.


Se puede tener todo tipo de control, si uno piensa en eso.

Hay personas maravillosas como Hugh Herr que han fabricado prótesis absolutamente
extraordinarias.

Así la maravillosa Aimee Mullins podrá decidir cuán alta quiere aparecer esta noche. O decidirá el
acantilado que quiere escalar. O si alguien quiere correr un maratón, o participar en un baile de
salón.

Y mientras se adaptan estas cosas, lo interesante de las prótesis es que han llegado al interior del
cuerpo.
Así pues, estas prótesis externas se han convertido en rodillas artificiales.
Se han convertido en caderas artificiales.

Y han evolucionado más para convertirse no solo en algo bueno de tener sino esencial de tener. Así
que cuando uno habla de un marcapasos como prótesis, no habla tan solo de "me falta la pierna"
sino "si no tengo esto, puedo morir".

Y en ese momento, una prótesis se convierte en una relación simbiótico con el cuerpo humano.

Y cuatro de las personas más inteligentes que he conocido en mi vida, Ed Boyden, Hugh Herr, Joe
Jacobson, Bob Lander, trabajan en un centro para la biónica extrema.

Y lo más interesante de lo que vemos aquí es que estas prótesis ahora se integren en el hueso. Se
integran en la piel. Se integran en el músculo.

Y entre otras ideas de Ed ha pensado cómo conectar el cerebro usando luz u otros mecanismos
directamente a cosas como estas prótesis.
Y si se puede hacer eso, entonces se puede empezar a cambiar aspectos fundamentales de la
humanidad.
La rapidez con que reaccionamos a algo depende del diámetro de un nervio.

Y, por supuesto, si uno tiene nervios externos o prótesis, por ejemplo, con luz o de metal líquido,
entonces se puede aumentar ese diámetro, que incluso podría aumentarse teóricamente hasta el
punto en que, siempre y cuando se pudiera ver el fogonazo, saliera como una bala.

Esos son del orden de magnitud de los cambios de los que hablamos.

Este es el cuarto tipo de nivel de prótesis. Estos son los audífonos Phonak, y son muy
interesantes porque cruzan el umbral de las prótesis para alguien con una discapacidad y se
convierten en algo que alguien considerado "normal" pudiera querer tener de verdad. 

Porque esta prótesis, esto es muy interesante, no solo ayuda a escuchar, sino que puede direccionar
la audición para oír la conversación que pasa allí. Uno puede tener una superaudición. 
Uno puede tener una audición en 360º. Puede tener ruido de fondo. 
Puede grabar, y oh, por cierto, también incorporar un teléfono. Así que esto funciona como
audífono y también como teléfono. 
Y así alguien podría realmente desear tener una prótesis de forma voluntaria. Todas estas miles de
piezas pequeñas vagamente conectadas se están uniendo, y es hora de plantear la pregunta, 

¿cómo queremos evolucionar los humanos el próximo siglo o dos? 

Y por eso miramos a un gran filósofo que era un hombre muy inteligente.

Y Yogi Berra solía decir, por supuesto, que es muy difícil hacer predicciones, especialmente sobre
el futuro.
 Así que en lugar de hacer una predicción de futuro, veamos lo que sucede en el presente con gente
como Tony Atala, que está rediseñando treinta y tantos órganos. Y tal vez la prótesis definitiva es
no tener algo externo, titanio. 
Tal vez la prótesis final es tener el propio código genético, rehacer las propias partes del
cuerpo, porque eso es mucho más eficaz que cualquier tipo de prótesis. 
Pero mientras tanto, se puede revisar el trabajo de Craig Venter y Ham Smith. 

Hemos estado tratando de encontrar la manera de reprogramar las células. Si se puede reprogramar
una célula, entonces, se pueden cambiar las células en estos órganos. Así que uno puede cambiar
las células en esos órganos, tal vez haciendo esos órganos más resistentes a la radiación. 
Tal vez haciéndolos absorber más oxígeno. 
Tal vez haciéndolos más eficientes para filtrar las cosas que uno no desea en el cuerpo. 

Las últimas semanas George Church ha aparecido mucho en las noticias hablando de tomar una de
estas células programables y de insertar un genoma humano completo en esa célula. Y una vez que
se puede insertar un genoma humano completo en una célula, entonces aparece la pregunta, 

¿te gustaría mejorar algo del genoma? ¿Quieres mejorar un cuerpo humano? ¿Cómo te gustaría
mejorar un cuerpo humano? ¿Dónde es ético mejorar un cuerpo humano y dónde no es ético
mejorar un cuerpo humano? 

Y, de repente, tenemos este tablero de ajedrez multidimensional donde poder cambiar la genética


humana mediante el uso de virus para atacar cosas como el SIDA, o cambiar el código de genes
con terapia génica para acabar con algunas enfermedades hereditarias, o cambiar el entorno, y
cambiar la expresión de los genes en el epigenoma para que los hereden las siguientes
generaciones. 
Y, de repente, no es solo un poco, son todos estos pequeños trozos apilados que permiten tomar
pequeñas porciones hasta que todas las porciones ensambladas llevan a algo muy diferente. 

Y muchas personas están muy asustadas con estas cosas. Y suena aterrador y hay riesgos con estas
cosas. 
Entonces ¿por qué en el mundo se querrá hacer estas cosas? ¿Por qué deberíamos realmente querer
modificar el cuerpo humano de manera radical? 

La respuesta está, en parte, en Lord Rees, astrónomo real de Gran Bretaña. 

Una de sus frases favoritas es que el universo es 100 % malévolo. ¿Qué significa eso? 

Esto significa que si uno toma cualquier cuerpo al azar, y lo deja caer en cualquier parte del
universo, y lo deja caer en el espacio, se muere. 
Si desciende hacia el sol, se muere. 
Si desciende en la superficie de Mercurio, se muere. 
Si desciende cerca de una supernova, se muere. 

Pero, afortunadamente, eso tiene solo un 80 % de efectividad. 

Así como un gran físico, dijo una vez, hay pequeños remolinos de aguas arriba de la biología que
crean orden en este rápido torrente de entropía. Así como el universo disipa la energía, hay
remolinos de aguas que crean orden biológico. El problema con los remolinos es que tienden a
desaparecer. Cambian. Se trasladan a los ríos. Y por ello, cuando una corriente cambia, cuando la
Tierra se convierte en una bola de nieve, cuando la Tierra se calienta mucho, cuando un asteroide
golpea la Tierra, cuando hay supervolcanes, cuando hay erupciones solares, cuando hay
potencialmente eventos de nivel de extinción, entonces, de repente, puede haber extinciones
periódicas. 

Y, por cierto, eso ha sucedido cinco veces en la Tierra, y, por eso, es muy probable que la especie
humana en la Tierra vaya algún día a extinguirse.

No la próxima semana, no el próximo mes, tal vez en noviembre, pero quizás en 10 000 años. 

Conforme piensan en la consecuencia de eso, si creen que las extinciones son comunes, naturales y
normales y que se producen periódicamente, diversificar nuestra especie se convierte en un
imperativo moral. 
Y se convierte en un imperativo moral porque será muy difícil vivir en Marte si no modificamos el
cuerpo humano de manera radical. ¿Sí? Se pasa de una célula, mamá y papá que se unen para hacer
una célula, en una cascada a 10 billones de células. No sabemos, si cambia sustancialmente la
gravedad, si lo mismo sucederá para crear su cuerpo. 

Sabemos que si exponemos nuestros cuerpos, que actualmente ya están sujetos a una gran cantidad
de radiación, moriremos.

Si piensan en eso, hay que volver a diseñar realmente cosas solo para llegar a Marte. Olvídense de
las lunas de Neptuno o Júpiter. Y siguiendo a Nikolai Kardashev, pensemos la vida como una serie
de escalas. 
La civilización "vida uno" es una civilización que empieza a alterar sus perspectivas. Y nosotros lo
hemos hecho durante miles de años. Existe la abdominoplastia y esto y lo otro. Se altera su aspecto,
y me han dicho que no todas esas modificaciones se llevan a cabo por razones
médicas. (Risas) Parece extraño. 

Una civilización "vida dos" es una civilización diferente. Una civilización "vida dos" altera
aspectos fundamentales del cuerpo. Con la hormona del crecimiento humano, la persona crece
más, o con X la persona engorda o pierde metabolismo o hace toda una serie de cosas.

Pero si se alteran las funciones de una manera fundamental, para llegar a ser una civilización
intrasolar, debemos crear una civilización "vida tres", algo muy diferente a lo que tenemos aquí. 

Quizás se empalme Deinococcus radiodurans para que las células puedan reempalmarse tras mucha
exposición a la radiación.
Tal vez uno respiraría a través del flujo de oxígeno por la sangre en vez de por los pulmones. Son
realmente rediseños radicales, y una de las cosas interesantes que han ocurrido en la última década
es que hemos descubierto muchos planetas. Algunos pueden ser similares a la Tierra.

El problema es que, si alguna vez queremos llegar a esos planetas, los humanos más rápidos, Juno
y Voyager y todos ellos, tardarán decenas de miles de años para llegar desde aquí hasta el sistema
solar más cercano. 
Así que si se quieren explorar las playas en otro lugar, o si se desean ver dos puestas de
sol, estamos hablando de algo muy diferente, porque hay que cambiar la escala de tiempo y el
cuerpo de los humanos de manera que resulte absolutamente irreconocible. 

Y eso es una civilización "vida cuatro". No podemos ni siquiera imaginar lo que podría llegar a
ser, pero estamos empezando a vislumbrar instrumentos que nos podrían llevar incluso hasta tan
lejos. 

Y pondré dos ejemplos. 

Este es el maravilloso Floyd Romesberg, y Floyd ha hecho cosas como jugar con la química básica
de la vida. 

Toda la vida en el planeta se compone de ATCGs, las cuatro letras del ADN. Todas las bacterias,
todas las plantas, todos los animales, todos los humanos, todas las vacas y todo el resto. 

Floyd cambió dos de esos pares de bases, lo que es ATXY. 


Y eso significa que ahora tiene un sistema paralelo para crear la vida, para hacer bebés, para
reproducir, para evolucionar, que no concuerda con la mayoría de las cosas de la Tierra o, de hecho,
tal vez con nada en la Tierra. 
Quizás creamos plantas inmunes a todas las bacterias. Quizás creamos plantas inmunes a todos los
virus. 

Pero ¿por qué es tan interesante? Significa que no somos una solución única. 
Significa que se pueden crear alternativas químicas para nosotros que podrían ser químicas
adaptables en un planeta muy diferente que podría crear la vida y la herencia. 

El segundo experimento, o la otra consecuencia de este experimento, es que todos, toda la vida se
basa en 20 aminoácidos. Si no se sustituyen dos aminoácidos, si uno no tiene ATXY, si uno tiene
ATCG + XY, luego, obtenemos de 20 a 172 bloques de construcción, y, de repente, tengo 172
bloques de construcción de aminoácidos para construir formas de vida muy diferentes. 
El segundo experimento para pensar es un experimento muy raro que se ha realizado en China. 

A este tipo se le han trasplantado cientos de cabezas de ratón. ¿Sí? Y ¿por qué se trata de un
experimento interesante? 
Bueno, piensen en los primeros trasplantes de corazón. Una de las cosas que solían hacer era traer a
la esposa o la hija del donante para que el donante pudiera explicar a los médicos: "¿Reconoce a
esta persona? ¿Ama a esta persona? ¿Siente algo por esta persona?" 

Nos reímos de eso hoy. Nos reímos porque sabemos que el corazón es un músculo, pero durante
cientos de miles de años o decenas de miles de años, "Le di mi corazón. Me robó el corazón. Me
rompió el corazón", nos pareció que era la emoción. Y pensamos que quizás las emociones se
trasplantaban con el corazón. No. Entonces, ¿para qué el experimento del cerebro? Dos posibles
resultados de este experimento. Si se puede conseguir un ratón funcional, luego ¿se puede ver si el
nuevo cerebro es una pizarra en blanco? Y claro, esto tiene consecuencias. 

Segunda opción: el nuevo ratón reconoce a la ratoncita Minnie. El nuevo ratón recuerda de lo que
tiene miedo, recuerda cómo navegar por el laberinto, y si eso es cierto, entonces se puede
trasplantar la memoria y la conciencia. Y, entonces, la pregunta realmente interesante, es si se
puede trasplantar esto, ¿es el único mecanismo de entrada-salida? O ¿podría trasplantarse esa
conciencia en algo muy diferente, que perdurara en el espacio, que perdurara decenas de miles de
años, que sería un cuerpo totalmente rediseñado que podría mantener la conciencia durante un
período largo de tiempo? 

Y volvamos a la primera pregunta: ¿Por qué uno querría hacer eso? Bueno, les diré por qué. Porque
es la selfie definitiva. (Risas) Esto está tomado a unos 10 000 millones de km de distancia, y eso es
la Tierra. Y eso somos todos nosotros. Y si esa cosita desaparece, toda la humanidad desaparece. Y
se quiere alterar el cuerpo humano porque uno finalmente desea una imagen que diga esto somos
nosotros y eso somos nosotros, y eso somos nosotros, porque de esa forma la humanidad
sobrevivirá a la extinción a largo plazo. Y esa es la razón por la que resulta en realidad poco ético
no hacer evolucionar el cuerpo humano a pesar de que dé miedo, a pesar de que sea un reto, pero es
lo que nos permitirá explorar, vivir, y llegar a lugares con los que ni siquiera podemos soñar
hoy, pero sí nuestros tatatatatataranietos.

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