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LAS ÓRDENES DE PROTECCIÓN Y SU EFECTIVIDAD PARA LA PREVENCIÓN

DEL FEMINICIDIO EN MÉXICO.


De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia: Las órdenes de protección: son actos de protección y de urgente
aplicación en función del interés superior de la víctima y son fundamentalmente
precautorias y cautelares. Deberán otorgarse por la autoridad competente,
inmediatamente que conozcan de hechos probablemente constitutivos de
infracciones o delitos que impliquen violencia contra las mujeres.
La ley referida contempla 3 tipos de órdenes de protección: de emergencia,
preventivas y de naturaleza civil.
Entendiendo como: Órdenes de protección de emergencia son las siguientes: I.
Desocupación inmediata por el agresor del domicilio conyugal o donde habite la
víctima, independientemente de la acreditación de propiedad o posesión del
inmueble, aún en los casos de arrendamiento del mismo;
lI. Prohibición inmediata al probable responsable de acercarse al domicilio, lugar
de trabajo, de estudios, del domicilio de las y los ascendientes y descendiente o
cualquier otro que frecuente la víctima;
III. Reingreso de la víctima al domicilio, una vez que se salvaguarde de su
seguridad; y
IV. Prohibición de intimidar o molestar a la víctima en su entorno social, así como
a cualquier integrante de su familia.
Órdenes de protección preventivas las siguientes:
ll. Retención y guarda de armas de fuego propiedad del Agresor o de alguna
institución privada de seguridad, independientemente si las mismas se encuentran
registradas conforme a la normatividad de la materia. Es aplicable lo anterior a las
armas punzocortantes y punzocontundentes que independientemente de su uso,
hayan sido empleadas para amenazar o lesionar a la víctima.
II. Inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común, incluyendo
los implementos de trabajo de la víctima;
III. Uso y goce de bienes muebles que se encuentren en el inmueble que sirva de
domicilio de la víctima;
IV. Acceso al domicilio en común, de autoridades policíacas o de personas que
auxilien a la Víctima a tomar sus pertenencias personales y las de sus hijas e
hijos; V. Entrega inmediata de objetos de uso personal y documentos de identidad
de la víctima y de sus hijas e hijos;
VI. Auxilio policíaco de reacción inmediata a favor de la víctima, con autorización
expresa de ingreso al domicilio donde se localice o se encuentre la víctima en el
momento de solicitar el auxilio; y VII. Brindar servicios reeducativos integrales
especializados y gratuitos, con perspectiva de género al agresor en instituciones
públicas debidamente acreditadas.
Órdenes de protección de naturaleza civil:
I. Suspensión temporal al agresor del régimen de visitas y convivencia con sus
descendientes;
II. Prohibición al agresor de enajenar o hipotecar bienes de su propiedad cuando
se trate del domicilio conyugal; y en cualquier caso cuando se trate de viene de la
sociedad conyugal;
III. Posesión exclusiva de la víctima sobre el inmueble que sirvió de domicilio;
IV. Embargo preventivo de bienes del agresor, que deberá inscribirse con carácter
temporal en el Registro Público de la Propiedad, a efecto de garantizar las
obligaciones alimentarias, y
V. Obligación alimentaria provisional e inmediata. Serán tramitadas ante los
juzgados de lo familiar o a falta de éstos en los juzgados civiles que corresponda.
Se destaca que el Comité CEDAW recomendó a México en el año 2012, “acelerar
la aplicación de las órdenes de protección en el plano estatal, garantizar que las
autoridades pertinentes sean conscientes de la importancia de emitir órdenes de
protección para las mujeres que se enfrentan a riesgos y adoptar las medidas
necesarias para mantener la duración de las órdenes de protección hasta que la
víctima de la violencia deje de estar expuesta al riesgo”.

En México, una orden de protección para una mujer víctima de violencia es solo
un papel. El país no tiene un sistema para que esta medida se implemente de
forma adecuada.
No hay protocolos para emitirlas ni recursos suficientes; tampoco existen
mecanismos formales para darles seguimiento y saber si de verdad ayudan a
reducir el riesgo para las mujeres.
Carolina Mendoza vive en Tultitlán, Estado de México. Hace cuatro años se
separó de quien era su esposo, después de vivir violencia psicológica y física.
Denunció, pidió protección y, desde 2017, solo le otorgaron rondines de la policía
y un número de teléfono al cual llamar en caso de emergencia.
“Así como muy efectivas las medidas de protección, no han sido. Solo es un papel.
Él igual me acosa, me persigue. Un día hace dos años me quiso atropellar con su
moto. Yo iba con mi mamá y afortunadamente lo alcanzamos a esquivar. Le
marqué a la policía y llegaron hasta 15 minutos después. Lo que me dicen es que
no tienen elementos suficientes y no pueden llegar antes”, alerta.
Las autoridades facultadas para emitir órdenes son los jueces y ministerios
públicos, y quienes las implementan son las secretarías de Seguridad.
Por transparencia, Animal Político solicitó información a ocho entidades: Nuevo
León, Jalisco, Estado de México, Puebla, Veracruz, Ciudad de México, Yucatán y
Guanajuato, sobre cuántas órdenes emitieron entre 2017 y 2020, si se hizo un
análisis de riesgo previo para saber qué medidas requerían las mujeres, cómo se
dio seguimiento a esas órdenes y con qué recursos contaron.
La mayoría de las secretarías de Seguridad respondió que no hay policías
destinados para el cumplimiento de estas órdenes; se usan los elementos que
están de turno.
Solo Puebla y Estado de México dieron el número específico.
En el Estado de México, donde en 2017 se emitieron 32 mil 815 órdenes y
medidas de protección, solo se asignó a 460 policías y 146 patrullas; en 2018,
cuando se otorgaron 31 mil 539 órdenes, se destinó a 450 elementos y 135
patrullas.
Para 2019, mientras que el número de órdenes emitidas subió a 47 mil 274, solo
se asignó a la protección de mujeres a 452 policías y 136 unidades, y para 2020,
la cifra de órdenes otorgadas volvió a crecer hasta 53 mil 422, pero el Edomex ya
no reportó una cantidad específica de uniformados, solo a 98 patrullas asignadas.
En cuanto a Puebla, entre 2017 y 2020 se asignó a 355 policías para órdenes de
protección, pero no se puede saber el total de medidas emitidas, porque la fiscalía
no respondió a las peticiones de información y el Poder Judicial indicó que solo
había otorgado 65.
En entrevista, Violeta Castillo Saldívar, comisaria de Planeación Operativa de la
Secretaría de Seguridad de Jalisco y quien encabeza todas las políticas de género
en la corporación, explica que son principalmente los policías municipales quienes
dan seguimiento a las órdenes y es difícil señalar un número, porque depende de
cuántos elementos y turnos haya en cada municipio.
Castillo afirma que, cuando estos uniformados están rebasados, se les apoya con
personal de la Secretaría de Seguridad estatal.
Respecto del presupuesto para implementar las órdenes, las autoridades
respondieron que no hay uno específico para ejecución, monitoreo y seguimiento
de estas medidas.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México señaló que no tiene el
monto desagregado; la de Veracruz, que no tiene el dato.
La de Guanajuato respondió que no se encontró información del presupuesto para
órdenes de protección, pero argumentó que la fiscalía podría tenerla. A su vez, la
fiscalía indicó que no la puede dar porque no la tiene desagregada. Es decir, nadie
sabe cuánto dinero se destina finalmente para implementar órdenes o si lo hay.
La propia titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís, admite: “Estamos lejos de que se
hagan efectivas estas órdenes de protección y las entidades que me acaban de
decir (a las que se pidió información) sí son de las que tenemos en foco rojo”.
Guanajuato, explica Alanís, estaba cerrando 2021 con el mayor número de
muertes violentas en el país. Terminó con 3 mil 516 homicidios dolosos y 34
feminicidios. Nuevo León y Jalisco también tienen alta incidencia de violencia
contra las mujeres.
La funcionaria admite problemas estructurales para que se implementen bien las
órdenes. “Se debe reconocer que ha habido esfuerzos en los gobiernos. Jalisco
está fortaleciendo a las instituciones encargadas de estos temas, pero es una
tarea en la que tenemos que partir de reconocer que no hemos avanzado lo
suficiente”.
Animal Político solicitó entrevista a las fiscalías, las secretarías de Seguridad y los
poderes judiciales de las ocho entidades a las que se les pidió información, pero
hasta el cierre de edición solo respondieron el Poder Judicial del Estado de
México, la Secretaría de Seguridad de Jalisco y el Poder Judicial de Yucatán. La
fiscalía de Jalisco solo envió información general por escrito.
En esta, señala que se está fortaleciendo el seguimiento a las víctimas de
violencia a través de tecnologías para la coordinación intersectorial —como
brazaletes de geolocalización para los agresores— y que se están instrumentando
mecanismos de evaluación de riesgo ajustados a las nuevas dinámicas
psicosociales. Además, afirma que hay unidades especiales de policías para
atender a mujeres víctimas de violencia.

FUENTES BIBLIOGRAFICAS:
https://www.animalpolitico.com/
https://www.cndh.org.mx/
https://www.unwomen.org/e

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