Está en la página 1de 6

Licenciatura en seguridad

pública
Asignación a cargo del docente
Alumno José Daniel Torres Lomelí
Docente: Isabel Aguirre Retana
La Seguridad Pública en México.

Nuestro país en los últimos años ha enfrentado una terrible crisis de seguridad pública. Uno de
los fenómenos que evidencian esta situación es el aumento constante a lo largo del país del
número de delitos cometidos, desde los atracos en la vía pública hasta casos de narco política
con gobernadores y militares involucrados pasando por los famosos delitos de cuello blanco,
hemos visto como solo los miembros del gobierno han buscado poder, riqueza y si bien al final
ponen la mira en los mayores problemas que vivimos como sociedad actualmente la
“inseguridad”. Hemos visto cómo ha ido en aumento toda esta violencia que estamos viviendo,
cabe mencionar que no solo es culpa de nuestro mal gobierno o quien es malo y quien es
bueno, este problema se podría ir manejando desde que nuestros hijos o niños en casa
aprendan valores y no solo dejar llevarse por ambición y poder. Como sociedad civil nos vemos
involucrados en ayudar a que esto vaya disminuyendo, se debe reivindicar una responsabilidad
de Estado que por ninguna circunstancia abandone su meta a mitad del camino, debemos
colocarnos a la ofensiva para poder aguantar toda circunstancia que se nos venga encima, ya
sea temas de inseguridad al igual como muchos temas que tenemos que vivir como sociedad.

Nuestra seguridad en México se deterioró en 50 años, no ocurrió de la nada, debemos entender


que todo se fue sembrando poco a poco, hasta dar su fruto que hoy en día podemos ver y
podemos sentir, las características básicas de la violencia delincuencial actual son: incorporación
de nuevas tecnologías, fuerte dosis de violencia, alto grado de desafío, amplia organización y alta
virulencia. Las causas de violencia en nuestro país abarca demasiadas áreas, jerarquías,
desarrollo económico, incompetencia policial, etc. El aumento de la criminalidad tiene orígenes
diversos. No se deriva de un solo fenómeno sino de una complejo conjunto de factores. Pese a
esto, la autoridad pública carga con la mayor parte de la responsabilidad debido a su
incapacidad, o su falta de voluntad, de resolver o revertir esta escalada de inseguridad. Aun
teniendo muchísimo personal policiaco no erradicaríamos la violencia en México, este problema
puede combatirse con las medidas y acciones desarrollándose eficazmente. junto a la crisis
económica por la que hemos atravesado en los últimos 20 años, que lanza hacia la pobreza a
millones de mexicanos,

encontramos la descomposición de los órganos encargados de la Seguridad Pública como


detonantes del aumento de los índices delictivos. Hemos descubierto que los órganos
encargados de protegernos se han coludido con la delincuencia; los ejemplos llenarían cuartilla
tras cuartilla: el caso de la Dirección Federal de Seguridad y su alianza con reconocidos
narcotraficantes;

El caso del General Gutiérrez Rebolloy su alianza con el cártel de Juárez; el caso de la Policía
Judicial del Estado de Sinaloa y sus nexos con el narcotráfico nota 2 ; el asesinato de jóvenes por
grupos policiales de extracción militar; la violación de jovencitas por policías, etc. Los órganos que
deben ser los garantes de la ley se convierten en los primeros que no la respetan, Es
responsable también atacar a la delincuencia no solo con castigos penales, sino también con el
método de la prevención, estimulando y fortaleciendo los valores sociales, a través de programas
culturales, deportivos, brigadas e/o. De todo lo anterior podemos hacer un análisis profundo de la
situación actual de nuestra Seguridad Pública, ya que si se siguieran los objetivos, principios
básicos y leyes sobre los que se fundamenta, las estadísticas las veríamos en números
positivos, y el reflejo de la sociedad mexicana en general tendría un giro de 365 °, de cómo la
observamos en el día a día.

Datos estadísticos muestran que la delincuencia va en aumento, creciendo a pasos agigantados,


sin límites y sin control (Evalúa: 120), se observa y se hace patente el aumento de extorsiones,
crimen organizado, secuestros, robos, casos de impunidad, y muchos actos delictivos más.
Necesitamos más que un organismo y cuerpos de seguridad pública como sociedad, el avance
y el progreso, social, económico y moral, no depende de una estructura, una funcionalidad, sino
de regresar al ser que somos, al humano que cada día es más humano, y es allí donde las
reglas, leyes, sistemas ayudaran a una sociedad.

Se debe empezar de lo pequeño a lo global, con bases sólidas; y esto es hablando tanto de la
vida cotidiana de cada individuo, así como de los cuerpos de seguridad, en mi opinión es
benéfica la descentralización de la seguridad pública, para trabajar desde el interior, del pueblo, la
ciudad, a la que vigila y salvaguarda.

Por otro lado también se debe tomar conciencia de que los problemas y conflictos no los van a
resolver los cuerpos de seguridad en forma individual, es la misma ciudadanía la que debe
cooperar, colaborar y tomar acción para no permitir casos de injusticias, empezando desde
nuestros entornos más cercanos. La función de la seguridad pública supone un verdadero
resguardo de los derechos como premisa indispensable de su pleno ejercicio y no se predica
como el resultado de acciones específicas, sino como componente final de un proceso colectivo
que se conforma con una multiplicidad de acciones.

El sistema de justicia penal en México es de naturaleza inquisitiva. En este tipo de sistema, se


parte de la presunción de que la persona indiciada es culpable de la comisión de un delito en

tanto no se pruebe lo contrario. En el sistema acusatorio, toda persona es inocente hasta que se
demuestre que no lo es ante el juez que resuelve la causa. Una democracia plena debe
contemplar la participación activa de la sociedad civil en los asuntos públicos del país. La
expresión más palpable de la participación de la sociedad son las organizaciones civiles, en ese
sentido, éstas representan los intereses de la sociedad.

La seguridad pública radica en el deber y cumplimiento de la función de la policía de otorgar


seguridad a los particulares respecto de sus bienes y su persona. Lo que hace necesario que la
sociedad deba contar con un aparato policial a su servicio, dispuesto a acudir al llamado de los
particulares. El único fin justificable de la policía en un Estado de Derecho debe ser la seguridad
pública y el respeto y protección a los derechos del hombre, estando siempre a disposición de los
intereses del pueblo. Deberemos suprimir la razón del Estado, por las razones del gobernado,
que entre otras cosas, implican tan sólo el respeto a sus derechos como persona, y ese respeto
reside en la permanente búsqueda de su bienestar. La sociedad no está exenta de sufrir
violaciones en sus derechos, todos debemos participar activamente, para ejercitarlos y hacerlos
valer ante las autoridades competentes.
BIBLIOGRAFIAS

Vargas Casillas, L. A. (2006). Temas de derecho penal, seguridad pública y


criminalística. México: IIJ, UNAM.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; reforma publicada en


el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008.
www.diputados.gob.mx/LEYESBIBLIO/index.htm.

G. Fernández, José Antonio, La Seguridad Pública en México, 1995.

También podría gustarte