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ESTADO FEDERAL

de
Panamá
Justo Arosemena como representante del Istmo ante el Congreso de
Nueva Granada en 1852, propuso establecer a Panamá como un Estado
Federal.

Justo Arosemena
Nació el 9 de agosto de 1817 en la Ciudad de Panamá.
Desde niño estuvo involucrado en el ambiente político, ya
que su padre, Mariano Arosemena, destacó en el proceso
de Independencia de Panamá de España. Estudió leyes y
obtuvo un doctorado en la Universidad de Magdalena,
Colombia en 1837.
Es recordado como estadista, escritor, periodista y
diplomático. Justo Arosemena es considerado
el mayor defensor de la autonomía del Istmo.
Murió el 23 de febrero de 1896, Colón.

Arosemena impulsaba la creación del Estado También posibilitaba el


Federal que no pretendía la independencia. cumplimiento eficaz de las
Por ello, justificaba que al Istmo se le facilitara disposiciones ejecutivas y
su funcionamiento sin necesidad de dirigirse legislativas, así como el impulso de
constantemente al gobierno central y esperar una reforma tributaria. Estaría
resoluciones. Así podrían organizar la vinculado a las actividades del
legislación en caso de falta de gobernador o territorio, y más al comercio que el
cargos según su necesidad. desarrollo agrícola, como en el resto
de Nueva Granada.

27 de febrero de 1855
El Congreso de Nueva Granada aprobó la
creación del Estado Federal de Panamá y Justo
Arosemena fue nombrado jefe superior. Sólo
duró dos meses en el cargo debido a las
disputas que tenía con el gobierno central.
Francisco de Fábrega lo sustituyó.

La Neutralidad
Arosemena decidió crear un nuevo proyecto, Consistía en
convertir a Panamá en un Estado Independiente y hanseático.
El nuevo Estado quedaría bajo la protección
de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Cerdeña.

La propuesta implicaba que Panamá se convertiría en un sitio


neutral, habría libertad para comprar y vender con todos los
países del mundo; principal ventaja.

En caso de guerra, Panamá daría libertades a los barcos de


guerra para atracar en sus puertos. Finalmente, las potencias
protectoras no tendrían derecho de intervenir en las decisiones
del Estado Independiente y hanseático.

Michelle Castillo, Zujhennys Concepción y Keren Beitia

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