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Bioquímica
Javier Eduardo Celis-A00399731, Isabella Susa Ramírez- A00400148, Yuliana Fernanda Ortiz-A00399720, Nicolás Sotto-
A00395785, Edisson Rodriguez-A00400307
ZONA DE COLECTA
Una de las partes más importantes para llevar a cabo esta investigación, es establecer la zona de
recolección de desechos orgánicos. Se escogió como punto de recolecta la unidad Aquarela dos ubicada
en el barrio ciudad pacifica al sur de la ciudad de Cali. Esto con las siguientes finalidades:
● Aprovechamiento de Recursos Locales:
La zona de recolección de materia orgánica permitirá capturar y canalizar de manera eficiente los
desechos orgánicos generados en la unidad residencial. Estos materiales, que de otra manera podrían
considerarse como residuos, se convertirán en una valiosa fuente de nutrientes para la bacteria
Geobacter sulfurreducens. Esto asegura un uso responsable y productivo de los recursos locales para la
generación de energía.
● Fomento de la Sostenibilidad Energética:
La utilización de Geobacter sulfurreducens para la generación de energía a partir de materia orgánica
es un enfoque sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Al establecer una zona de recolección de
estos desechos, la comunidad de "Aquarela Dos" contribuirá directamente a la producción de energía
renovable, reduciendo la dependencia de fuentes no renovables y minimizando la huella de carbono.
● Reducción de Residuos y Contaminación:
El proceso de generación de energía a través de Geobacter sulfurreducens se alinea perfectamente con
la filosofía de reducción de residuos. Al recolectar y proporcionar a la bacteria los materiales orgánicos
adecuados, se reduce la cantidad de desechos destinados a vertederos, disminuyendo así la
contaminación ambiental y el impacto negativo en los ecosistemas circundantes.
● Sensibilización y Conciencia Ambiental:
La zona de recolección de materia orgánica no solo contribuirá a la generación de energía, sino que
también servirá como plataforma educativa para los residentes de "Aquarela Dos". A través de la
participación activa en el proceso de recolección y generación de energía, los residentes estarán más
informados sobre la importancia de la sostenibilidad, el reciclaje y las prácticas amigables con el
entorno.
CARACTERIZACIÓN DE RESIDUOS
La Geobacter sulfurreducens es capaz de utilizar una variedad de compuestos orgánicos como fuente
de alimento en su proceso de respiración anaerobia. Entre ellos tenemos:
Ácidos orgánicos: La Geobacter sulfurreducens puede utilizar ácidos orgánicos como el acetato, el
propionato y el butirato como sustrato.
Azúcares: La bacteria también puede utilizar azúcares como fuente de alimento, incluyendo glucosa y
otros carbohidratos simples.
¿CÓMO SE SOLICITARÁN?
Para llevar a cabo la investigación en el contexto del conjunto residencial Aquarela II y la interacción
de Geobacter sulfurreducens con residuos orgánicos específicos, se planifica una estrategia de
adquisición y manejo de los materiales. El objetivo de esta estrategia es asegurar la obtención de los
residuos adecuados que contengan los compuestos orgánicos de interés para la bacteria, en armonía con
su capacidad metabólica y los objetivos de la investigación.
La obtención de los residuos se realizará en colaboración con los residentes del conjunto residencial
Aquarela II, siguiendo un enfoque participativo y transparente. Se implementarán los siguientes pasos:
Contacto con administración: Se va a empezar con contactar a la administración del conjunto residencial
Aquarela ll, se les va a explicar detalladamente la investigación, además de mencionar que estamos
interesado en recolectar ciertos tipos de residuos orgánicos y, por último, pedir permiso y llevar a cabo
la recolección de residuos.
Comunicación y Consentimiento Informado: Se establecerá comunicación con los residentes,
solicitando una reunión en el salón social del conjunto, con la finalidad de explicar los objetivos de la
investigación y pedir su cooperación voluntaria. Se proporcionará información detallada sobre el
propósito, métodos y beneficios de la investigación, así como la forma en que se manejan los residuos
orgánicos. De igual forma, para dar mayor entendimiento del proyecto a los residentes, se les hará
entrega de un folleto donde va a estar todo el mecanismo y proceso a trabajar durante la investigación.
Así mismo, en la reunión, es importante explicarles a los residentes la forma adecuada de reciclar los
residuos que van a ser implementados y por último, se les va a avisar a los residentes que vamos a estar
en constante contacto con ellos para monitorear la clasificación de residuos orgánicos y recordarles su
importancia en este proyecto, todo a través de correo electrónico o redes sociales.
PROCESO DE CLASIFICACIÓN
Para la clasificación de los residuos de interés para el cultivo de la bacteria, se empieza por delimitar lo
que “come” la bacteria o lo que utiliza como fuente de energía para su proceso de respiración.
Conociendo que los ácidos orgánicos, los azúcares y los compuestos aromáticos son requeridos como
sustratos o fuentes de carbono en la respiración de la Geobacter, se hace una búsqueda de los residuos
orgánicos comunes en el hogar sean ricos en estos compuestos.
Una vez definidos algunos residuos comunes en los hogares que sean de interés para la bacteria (que
tengan los compuestos orgánicos mencionados, como cáscaras de huevo, productos cárnicos, pan,
espinaca, etc.), se procede a la recolección y separación en lo que será utilizado como nutrientes en el
biorreactor, previo una esterilización que abra paso a un consumo de los residuos más puros y evitar de
esta manera contaminantes, en donde no intervengan otras bacterias que compiten o inhiban el
crecimiento del microorganismo de interés, y que aporten fuentes de carbono, de nitrógeno, de acetatos,
o de metales (Butler et al., 2010).
Se plantea inicialmente un posible Biorreactor, que pueda aprovechar residuos orgánicos aprovechados,
ricos en los nutrientes que la bacteria utiliza para sus procesos metabólicos. Se plantea el siguiente
esquema general (ver Figura 1):
Figura 1. Esquema con los pasos a desarrollar en la elaboración del plan de obtención de energía.
A continuación, ejemplos visuales tomados de literatura del sistema Biorreactor-Celda microbiana (ver
Figura 2):
Figura 2.
Biorreactor-Celda microbiana. Sistema acondicionado de biorreactor para condiciones anaeróbicas,
acoplado a una celda.
Geobacter sulfurreducens es una especie de bacteria anaerobia, lo que significa que puede sobrevivir y
crecer en ambientes donde hay muy poco oxígeno o incluso ninguno. Fue descubierta por el
microbiólogo Derek Lovley en la década de 1980. Esta bacteria se encuentra comúnmente en entornos
subsuperficiales, como sedimentos de ríos y lagos, y también en suelos contaminados con compuestos
orgánicos, así como también en sedimentos marinos.
Es importante destacar que Geobacter sulfurreducens pertenece a la familia de las Geobacteraceae que
están dentro del dominio de Phylum Proteobacteria, clase Deltaproteobacteria, y el orden
Desulfuromonadales. La familia Geobacteraceae se puede dividir en tres grupos distintos: Geobacter,
Desulfuromonas y Desulfuromusa (Bond & Lovley, 2003). Geobacter sulfurreducens pertenece al reino
de las bacterias en la división de las protobacterias, de la clase delta, en la familia Geobacteracea del
género Desulfuromonas.
Si bien, la solución al reto tiene un enfoque para la obtención de electricidad, cabe mencionar que,
además de su interés en la producción de energía, G. sulfurreducens también ha demostrado ser útil en
la biorremediación de suelos contaminados con compuestos orgánicos y metales pesados. Su capacidad
para reducir y precipitar metales pesados insolubles puede ayudar a limpiar entornos contaminados
(López, 2021).
La figura 4 muestra la estructura básica de una MFC, la cual como se observa aprovecha materia
orgánica como fuentes de carbono (residuos recolectados), que usará como sustrato en su metabolismo,
del cual se obtiene FADH y NADH, que son fuentes de electrones, que terminarán en la cadena de
transporte de electrones. Las MFC normalmente se componen de cámara anódicas y catódicas,
separadas por una membrana de intercambio de protones (PEM) que permite que solo H + u otros
cationes pasen del ánodo al cátodo. Una carga conductora conecta los dos electrodos para completar el
circuito externo. Los microorganismos oxidan la materia orgánica en la cámara anódica, completando
la respiración transfiriendo electrones al ánodo. Durante este proceso, la energía química se captura a
lo largo de la cadena de transporte de electrones. Nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+) y la
nicotinamida adenina dinucleótido deshidrogenasa (NADH) funcionan como coenzimas para las
reacciones, oxidándose y reduciéndose repetidamente para sintetizar trifosfato de adenosina (ATP), que
es la unidad de energía biológica de la célula.
2. Procesamiento de la biomasa:
En el presente estudio, se llevará a cabo una secuencia de pasos meticulosamente diseñados para el
procesamiento eficiente de residuos orgánicos con el objetivo de proporcionar a la bacteria sustratos
puros. Esta estrategia tiene como finalidad optimizar el bioproceso, garantizando que la bacteria pueda
incorporar estos sustratos de manera efectiva en su fosforilación oxidativa. La cuidadosa
implementación de estos pasos busca crear condiciones propicias que maximicen la eficacia del
metabolismo bacteriano, contribuyendo así a una gestión ambiental más sostenible y a la obtención de
productos finales de interés biotecnológico. Los pasos a desarrollar son:
Trituración: Este procedimiento implica la reducción del volumen de residuos voluminosos con el
propósito de minimizar su tamaño. Durante este proceso, el material se transforma en una forma más
homogénea y de dimensiones reducidas. La finalidad principal de esta etapa es la generación de
Combustible Derivado de Residuos (CDR), para lo cual se emplean máquinas trituradoras (Internaco,
2021).
Autoclavado: Se trata de un método utilizado para esterilizar los residuos orgánicos. La autoclave, es
un dispositivo diseñado para esterilizar mediante vapor, presenta una estructura tipo cava o cilindro con
paredes resistentes, metálicas y un cierre hermético para prevenir la fuga de vapor de agua. Sometiendo
los residuos a altas presiones y temperaturas, este proceso tiene como objetivo desactivar la mayoría o
todos los microorganismos presentes en los residuos orgánicos, logrando una inactivación del 80%
(Montoya, 2016).
Metabolismo: Este constituye el último paso en el manejo de residuos orgánicos. Durante este proceso,
la Geobacter sulfurreducens descompone los residuos en el biorreactor de celdas de combustible
microbiana. Se establecen condiciones óptimas de crecimiento, proporcionando a las celdas del
biorreactor un ambiente propicio que favorece la reproducción y longevidad de la bacteria. Tras la
preparación de las celdas con el organismo, se introducen los residuos seleccionados para iniciar el
metabolismo y la consiguiente liberación de electrones hacia la celda. En este flujo de electrones, resulta
crucial considerar las moléculas con las cuales la bacteria tiene afinidad de transferencia, destacando
entre ellas Fe (III) y Mn (IV) (Romero et al., 2012).
Al ser un proceso potenciado por el ciclo de Krebs, los productos aparte de los electrones (como dióxido
de carbono, agua, protones y ATP) son implementados igualmente en la celda. Al tener los diferentes
medios de transporte de los electrones gracias a la composición de la bacteria, la siguiente parte del
metabolismo es la disponibilidad de los residuos orgánicos para el organismo. En la Figura 5 se muestra
el esquema de cómo es el transporte de los electrones por los Citocromos C a través de las membranas
hacia el electrodo de la cámara anaeróbica.
Esta corriente será dirigida hacia la batería de plomo-ácido para su almacenamiento. La batería
funcionará como un depósito de energía, permitiendo la acumulación de la electricidad generada
para su posterior utilización. La elección de la batería de plomo-ácido se fundamenta en su
equilibrio entre costo y rendimiento, garantizando una captura eficaz y rentable de la energía
producida por la innovadora celda microbiológica. Es importante destacar que esta selección se
ajusta a las necesidades específicas del proyecto, garantizando una solución económica sin
sacrificar la eficiencia del almacenamiento de energía.
Además, es importante resaltar que la energía eléctrica generada a través de este proceso es una
forma de energía renovable y sostenible. A diferencia de los combustibles fósiles, la energía
eléctrica generada por la celda de combustión microbiológica no emite gases de efecto invernadero,
lo que la convierte en una opción de energía limpia. Además, Geobacter sulfurreducens es capaz de
regenerarse y crecer en el medio ambiente, lo que significa que la fuente de energía para la celda
de combustión microbiológica es renovable. Esto no solo hace que el sistema sea sostenible, sino
que también tiene el potencial de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
3. Medición de Rendimiento
En la celda microbiana se mide el rendimiento del sistema por la producción de corriente eléctrica que
se obtenga del metabolismo de los organismos involucrados. Ya se sabe el proceso de aprovechamiento
de los residuos por parte de la G. sulfurreducens, por lo que el flujo de electrones dependerá de la
cantidad de materia orgánica que la bacteria pueda disponer para su metabolismo. En las celdas
microbianas, el voltaje máximo común alcanza los 0,3-0,7 V, el cual es función entre la corriente
generada (I) y la resistencia externa (Jibaja, 2018), expresada en la función:
𝐸 = 𝐼 ∗ 𝑅𝐸𝑥𝑡 (1)
Para la corriente también se calcula en una relación de caída de voltaje y la misma resistencia externa:
𝐸
𝐼=𝑅 (2)
𝐸𝑥𝑡
Conociendo los cálculos pertinentes hacia la generación de energía en una celda, el paso siguiente es el
registro de adición de la materia orgánica hacia la celda y estudiar en qué lapso de tiempo es digerida y
cuánta producción de energía generó (López, 2014). Esta adición de residuos funciona como un control
de la velocidad de metabolismo de la bacteria, en donde si se logra una reproducción óptima del
organismo, las cantidades podrían ir en aumento y así permitir una mayor generación de corriente.
Por tanto, en nuestro proyecto piloto, nos proponemos suministrar energía a la unidad Aquarela II en
situaciones de corte de suministro eléctrico, con el propósito de respaldar los bombillos de emergencia
ubicados en las escaleras. De acuerdo con la información recopilada del centro de control de la unidad,
se ha constatado que los bombillos de emergencia suelen tener una potencia de 5W. La idea es
proporcionar esta energía durante al menos 2 horas en los cuatro pisos de una torre. Cada piso cuenta
con dos bombillos, lo que significa que, al final, habrá 8 bombillos encendidos durante ese lapso de
tiempo. Por consiguiente, el cálculo del consumo de energía se expresa mediante la fórmula:
𝐸 =𝑊∗𝑡∗𝑛
Donde:
• E es la energía consumida en unidades de kilovatios-hora (kWh).
• W es la potencia en kilovatios (Kw) consumida por el bombillo
• t es el tiempo de operación
• n es el número de bombillos
Según PlantPower una celda microbiana puede generar 3.2 W/m2. Por ende, para poder calcular cuantas
celdas necesitaríamos, primero convertimos la energía necesaria (0.08 kWh) a vatios-horas (Wh), ya
que la potencia de la celda se encuentra en vatios.
1000 𝑊ℎ
0.08 𝑘𝑊ℎ ∗ = 80 𝑊ℎ
1 𝑘𝑊ℎ
Dado que la celda produce 3.2 W por cada metro cuadrado, podemos calcular la superficie necesaria
para generar los 80 Wh:
𝑚2
80 𝑊ℎ ∗ = 25 𝑚2
3.2 𝑊ℎ
Teniendo en cuenta que cada celda cuenta con una superficie de aproximadamente 0.70 m2, el número
de celdas necesarias son:
𝑐𝑒𝑙𝑑𝑎
25 𝑚2 × = 36 𝑐𝑒𝑙𝑑𝑎𝑠
0.70 𝑚2
Teniendo en cuenta que cada celda tiene una superficie de aproximadamente 0,70m2, se usara para
nuestra planta piloto una cantidad de un kilo de materia orgánica por cada celda, sindo 36 kilos de
materia orgánica requerida para las 36 celdas, se debe tener en cuenta que esta cantidad puede variar de
acuerdo al microorganiso empleado, condiciones de operación entre otras.
En cuanto al área superficial que ocupan las celdas, es importante considerar que estarán apiladas, lo
con el fin de reducir la superficie utilizada casi a la mitad, esto para optimizar en el espacio ocupado.
Con miras al futuro, nos proponemos proporcionar a la población de Sipi una fuente de energía libre de
contaminantes, especialmente en este municipio que forma parte de los 11 en Colombia con suministro
eléctrico inferior a 24 horas diarias. Sipi enfrenta uno de los periodos más cortos de suministro eléctrico
en el país, con tan solo 5 horas de servicio al día, según destaca Carlos Odilio Palacios, secretario de
Gobierno de Sipi. El actual sistema operativo funciona durante 7 horas diarias, consumiendo
aproximadamente 36 galones de ACPM al día. Esto implica que mantener en funcionamiento una sola
máquina requiere una inversión diaria de 360.000 COP y mensual de 10.800.000 COP (Vivas, 2023).
A pesar de que el 59,7% de la comunidad de Sipi tiene acceso a la energía, marcando un avance
significativo, es crucial señalar que el 40,3% restante aún carece de electricidad, lo que representa una
necesidad urgente en esta población. Nuestra meta es dirigir nuestros esfuerzos hacia este sector
desatendido, y para lograrlo, planeamos implementar nuestras celdas de combustión microbiana. A
continuación, se presentan los cálculos para determinar el número de celdas necesarias para abastecer
la demanda energética de este segmento de la población:
1. Cálculo del número de familias: Para determinar el número de familias, en primer lugar, se utilizó
como punto de referencia la población aproximada de habitantes (3,762) del año 2020, según los
datos proporcionados por la Alcaldía Municipal de Sipí. Basándonos en el censo efectuado por el
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2005, donde alrededor del 65,1%
de los hogares constan de cuatro (4) o menos personas, se adoptó un promedio de cuatro (4)
habitantes por familia. De este modo, se calculó el número total aproximado de familias (FT) de la
siguiente manera:
3762 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠
𝐹𝑇 = = 941 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑠
4 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠/𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎
𝑘𝑉𝐴 × 100
𝐼= 2
√3 × 220 𝑉
Aquí, I representa la corriente en amperios, y kVA es la potencia aparente en kilovoltio-amperios.
Se considera una referencia de potencia de 7.7 kVA, siendo esta la estimación promedio de potencia
utilizada por la comunidad de Sipi.
7,7 𝑘𝑉𝐴 × 100
𝐼= 2 = 2,021 𝐴
√3 × 220 𝑉
3. Calculo de la potencia: Para hallar la potencia P en kilowatts (kW) se utiliza la siguiente ecuación
(Dawes, 1975):
2
𝐼 × 220 𝑉 × √3 × 𝐹𝑃
𝑃=
1000
Donde FP representa el factor de potencia. Según el Informe Mensual de Telemetría del mes de
mayo de 2016, elaborado por el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas
para Zonas No Interconectadas (IPSE) para el municipio de Sipí, se observa que el factor de
potencia promedio es de 0,95. En consecuencia, este valor se emplea en los cálculos para determinar
la potencia en kilovatios (P).
2,021 𝐴×220 𝑉× 2√3×0,95
𝑃= = 0.73 kW
1000
1000 𝑊ℎ
0.73 𝑘𝑊ℎ ∗ = 732 𝑊ℎ
1 𝑘𝑊ℎ
Considerando los datos recopilados y la capacidad de generación de cada celda (3,2Wh), es evidente
que para satisfacer las necesidades energéticas de la comunidad de Sipi de manera efectiva y
continua, se requeriría la instalación de 229 celdas. Esta cifra se deriva de un cálculo preciso que
tiene en cuenta la potencia promedio consumida por la comunidad, establecida en 7,7 kVA. La
elección de esta potencia de referencia se fundamenta en un análisis exhaustivo de los patrones de
consumo de energía en Sipi.
Cabe destacar que este número no solo refleja la demanda actual de la comunidad, sino que también
contempla posibles variaciones en el consumo a lo largo del tiempo. La instalación de 229 celdas
aseguraría un suministro energético estable y sostenible, contribuyendo así a satisfacer las
necesidades presentes y futuras de la población local. Además, este enfoque no solo se traduce en
una solución energética eficaz, sino que también tiene beneficios ambientales al aprovechar fuentes
de energía más limpias y sostenibles. La implementación de esta infraestructura energética basada
en celdas ofrece una alternativa viable y responsable desde el punto de vista medioambiental para
la comunidad de Sipi.
Membrana Selectiva de Iones (MSI): Esta membrana, esencial para el proceso, tiene un precio de
aproximadamente 100.000 COP.
Contenedor: El costo del contenedor varía según tamaño y material. Un contenedor de plástico de
5 galones se puede obtener por alrededor de 20.000 COP.
Cámara de Combustión: El precio de la cámara de combustión depende del diseño y material. Una
cámara de combustión de acrílico tiene un costo aproximado de 50.000 COP.
Conductos: Los conductos, cuyo costo depende del tamaño y material, pueden ser adquiridos. Por
ejemplo, un tubo de PVC de 1/2 pulgada tiene un precio cercano a 1.000 COP por metro.
Bombas o Sistemas de Circulación: El costo de las bombas o sistemas de circulación depende del
tipo y calidad. Una bomba de aireación básica tiene un precio aproximado de 50.000 COP.
Sustrato para Microorganismos: El costo del sustrato varía según el tipo y cantidad. Por ejemplo,
un kilogramo de glucosa puede adquirirse por alrededor de 10.000 COP.
Dispositivo de Recolección de Gas: El precio de este dispositivo depende del tipo y calidad. Un
recipiente de vidrio para recolectar gas tiene un costo cercano a 10.000 COP.
Para proveer energía a la unidad, se estima que se requerirá una inversión de aproximadamente
1.440.000. Esta inversión permitirá suministrar energía de manera continua a los lugares específicos
mencionados. En el caso de la comunidad de Sipi, se proyecta una inversión de alrededor de
9.144.990 millones de pesos colombianos. Es importante destacar que esta inversión sería única, ya
que, con la instalación de las celdas de combustión microbiológicas, se establecería una fuente
sostenible de producción de energía a partir de residuos orgánicos disponibles en la comunidad.
Ambas inversiones están destinadas a crear sistemas de generación de energía eficientes y
sostenibles, contribuyendo así al suministro constante de electricidad en los respectivos lugares
mencionados.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
Bond, D., & Lovley, D. (2003). Electricity production by Geobacter sulfurreducens attached to
electrodes. Applied and Environmental Microbiology.
Butler, J. E., Young, N. D., Lovley, D. R., & Faustman, E. M. (2010). A survey of Geobacter
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245). Academic Press.
Internaco. (2021). Trituración de residuos: En qué consiste y qué máquinas se emplean en el proceso.
División Medio Ambiente.
López, G., Jirón, J., Rodríguez, K., Velardes, S., & Rosales, H. (2019). Validación de un diseño
fotovoltaico con un consumo de 30 Watts DC, para ser utilizado con un sistema NFT en comunidades
sin acceso a la red eléctrica. Revista de Iniciación Científica, 5, 70-73.
López, J. (2014). Desarrollo de una celda de combustible microbiana (CCM) para aplicación en
tratamiento de aguas residuales. Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica.
López, P. (2021). Impresionantes bacterias: respiran metales, producen electricidad y descontaminan.
Universidad Nacional Autónoma de México.
Lovley, D. R. (2006). Bug juice: harvesting electricity with microorganisms. Nature Reviews
Microbiology, 4, 497-508.
Lin, W. C., Coppi, M. V., & Lovley, D. R. (2004). Geobacter sulfurreducens can grow with oxygen as
a terminal electron acceptor. Applied and Environmental Microbiology, 70(4), 2525–2528.
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Energy. Wageningen University.
Romero, A., Vásquez, J., & Lugo, A. (2012). Bacterias, fuente de energía para el futuro. Universidad
Distrital Francisco José de Caldas.
Vivas, J. (2023). El mapa de 1.710 poblados que aún se alumbran con velas en Colombia. Redactor
Nación. El Tiempo.
Kubannek F., Thiel S., Bunk B., Huber K., Overmann J., Krewer U., Biedendieck R. & Jahn D. (2020).
Modelización del rendimiento del glicerol bioelectroquímico oxidación por un co- cultivo de Geobacter
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