Está en la página 1de 4

Curso de Geoquímica

Instituto de Ciencias Geológicas - Universidad de la República


Cap.2 Early Earth Systems, a Geochemical Approach (Hugh Rollingson, 2007).

LA CONDENSACIÓN DEL SISTEMA SOLAR


El modelo aceptado para el origen del Sistema Solar es el que postula que el Sol se formó de una
forma similar al de cualquier otra estrella de tamaño medio, por el colapso de una región de gas en
el medio interestelar. La compresión asociada con el colapso da como resultado el aumento de la
temperatura dentro de la nebulosa, y una pequeña parte del gas (2%-10%) se condensa formando
un disco aplanado de polvo que rodea a la estrella (Figura 1). Este disco de gas y polvo que se
encuentra en rotación es conocido como la Nebulosa Solar Primitiva, y es a partir de esta nebulosa
que se formaron los planetas y otros cuerpos del sistema solar.

Figura 1. Representación del modelo de evolución del sistema solar.

Nuestro conocimiento de la Nebulosa Solar Primitiva y sus estadios tempranos de evolución viene
de varias fuentes diferentes. Estas fuentes incluyen las observaciones y cálculos hechos por
astrónomos, de los principios que rigen el comportamiento de sistemas planetarios y del estudio de
meteoritos y otros materiales extraterrestres.

Las observaciones astronómicas de objetos estelares jóvenes proveen las bases para nuestro
entendimiento del sistema solar juvenil (Cameron, 1995; Alexander et al., 2001). La primera etapa
en este proceso es el momento en el cual un fragmento de una nube molecular interestelar colapsa
para formar una nebulosa con forma de disco (o disco proto-planetario). Este proceso ocurre en el
transcurso de aproximadamente 106 - 107 años. Durante el colapso gravitacional dentro de la nube,
la compresión adiabática del gas lleva a la formación de un núcleo gaseoso extremadamente
caliente, la proto-estrella central. Comúnmente, esta estrella central queda rodeada por un disco de
materia condensada, que posteriormente se volverá el sistema planetario. Una vez que dicho disco
se forma, el proceso de colapso y acreción del material del disco hacia la estrella continuará.
Mientras el proceso se mantiene adiabático, el calentamiento de la nube continua, alcanzándose
las temperaturas más altas en la nebulosa solar durante esta etapa temprana de su desarrollo.

Evolución de la Nebulosa Solar:


Evidencias astronómicas
Los astrónomos reconocen cuatro clases (de 0 a III) de objetos estelares que pueden ser usados
para monitorear el desarrollo de la historia temprana del sistema solar. Estas clases son las
siguientes:

Clase 0: Los objetos clase 0 se forman por acreción de material de la nube envolvente (gas y polvo),
que en esta etapa contiene toda la masa de la futura estrella. El disco central comienza a formarse
Curso de Geoquímica
Instituto de Ciencias Geológicas - Universidad de la República
Cap.2 Early Earth Systems, a Geochemical Approach (Hugh Rollingson, 2007).

como resultado de la rotación, alcanzando radios de 200 a 300 AU. Los granos de polvo de la nube
envolvente están aún muy fríos (∼ 30K) para irradiar en infrarojo. Una característica particular de
esta etapa de la evolución de la Nebulosa Solar es la presencia de flujos bipolares de gas a alta
velocidad, que son eyectados desde el centro del protodisco (perpendicular al plano medio). Estos
flujos continúan hasta etapas posteriores de la evolución estelar y son fuente de energía termal.
Esta etapa de la evolución estelar dura aproximadamente 10.000 años.

Clase I: Los objetos Clase I están caracterizados por la acumulación de material en el disco, seguida
por una acreción violenta de material hacia la estrella. Es durante esta fase que la proto-estrella
adquiere la mayoría de su masa y crece muy rápido durante una escala de tiempo de 103 - 105 años.

Clase II: Los objetos Clase II son estrellas T-Tauri, estrellas jóvenes con una superficie “fría” pero
con una alta luminosidad (en los diagramas H-R se encuentra por encima de la Secuencia Principal,
y son identificadas como proto-estrellas - Figura 02). Estas estrellas retienen discos de polvo bien
desarrollados que típicamente tienen la masa de 0.02 masas solares. Los flujos de gas de alta
velocidad disminuyen con el tiempo hasta eventualmente desaparecer. Esta etapa puede durar
desde 105 años a varios millones de años. Durante esta etapa de desarrollo de la Nebulosa Solar,
los vientos solares que escapan de la estrella inhiben que continúe la acreción hacia el Sol, y los
planetesimales y planetas comienzan a formarse (Alexander et al., 2001). En esta etapa la nebulosa
ha perdido la mayoría de su calor original, facilitado por la forma en disco, y la condensación de
agua en hielo ocurre a una distancia igual a la de la órbita de Júpiter.

Figura 02 - Diagrama de Hertzprung-


Russell para la clasificación de estrellas.
Los datos de este diagrama fueron
tomados del satélite Hipparcos, que midió
las propiedades de más de 10.000
estrellas cercanas. Las flechas muestran
el ciclo típico de nacimiento-muerte de
una estrella pequeña (zona baja del
diagrama) y de una estrella grande con
25 masas solares (zona alta del
diagrama).

Clase III: Los objetos clase III son estrellas T-Tauri que no tienen disco. Esta etapa de la evolución
de la Nebulosa Solar puede durar entre 3Ma a 30Ma, en donde el Sol se ha formado y el material
en la zona central de la nebulosa está siendo disipado por vientos solares, y el material de la parte
Curso de Geoquímica
Instituto de Ciencias Geológicas - Universidad de la República
Cap.2 Early Earth Systems, a Geochemical Approach (Hugh Rollingson, 2007).

externa de la nebulosa es disipado por foto-evaporación causado por la radiación UV del viento
solar. Simultáneamente, se genera un gradiente positivo de presión cercano al borde interno de la
nebulosa facilitando la formación de planetesimales. La temperatura dentro de la nebulosa varía
con el tiempo, y dentro del plano medio del disco, disminuye con la distancia al núcleo.

Evidencias cosmoquímicas
Una aproximación diferente para el entendimiento de la Nebulosa Solar viene del trabajo que el
geoquímico V.M. Goldshmidt llevó a cabo en los 1920s. Goldshmidt propuso, lo que hoy en día se
ha vuelto una clasificación de los elementos ampliamente usada. Este trabajo fue en parte basado
en el estudio de meteoritos, y por esto su clasificación es muy importante para el entendimiento de
procesos planetarios. Los elementos químicos muestran diferentes afinidades químicas, explicadas
principalmente por sus diferencias en las electronegatividades, y pueden ser clasificados en
Elementos Litófilos (aquellos con afinidad por silicatos y oxígeno), Elementos Calcófilos
(aquellos con afinidad por sulfuro), Elementos Siderófilos (aquellos con afinidad por hierro
metálicos) y Elementos Atmófilos (aquellos con afinidad por la atmósfera gaseosa).

Inicialmente la clasificación de los elementos de Goldshmidt ayudó a entender dos principios


diferentes: (a) La diferencia entre los grupos de meteoritos mayoritarios y (b) la diferenciación de la
Tierra.

A medida que la hipótesis de la Nebulosa Solar ganaba credibilidad, se volvió más claro que hay
otros elementos que se agrupan, y que están relacionados con la condensación de gas solar de
alta-temperatura. Estos son los Elementos Refractarios (aquellos formados por encima de la
temperatura de condensación de los silicatos de Magnesio y las aleaciones Fe-Ni, a 1300K –
1400K), los Elementos Moderadamente Refractarios (aquellos formados en el rango de 1300K a
670K) y los Elementos Volátiles (aquellos formados por debajo de la temperatura de condensación
del FeS, a 670K (Larime, 1988).

La secuencia de condensación solar


Los procesos de vaporización y condensación son de gran importancia para la evolución de la
nebulosa solar. Para sistematizar el proceso de condensación solar, Grossman (1972) empleó el
equilibrio termodinámico para calcular la composición de las fases en equilibrio con un gas con la
composición cósmica de los elementos, a una presión de 10-3 atm, y en función de la temperatura.
Este trabajo ha sido consecuentemente desarrollado por otros autores y sistematizado en Lewis
(2004). Es importante destacar que en detalle es probable que la suposición de las condiciones de
equilibrio no siempre es aplicable a la secuencia de condensación (Wood, 1988). Aunque
observaciones de este tipo son imprescindibles para proveer una primera aproximación para la
interpretación de los procesos de formación planetaria. La secuencia de condensación solar puede
ser descrita en una serie de etapas que describen la formación de fases y las subsiguientes
reacciones entre las fases durante la condensación del gas solar (Lewis, 2004). Estas etapas
explican la secuencia principal de fases minerales que se forman en una nebulosa solar en relación
con la temperatura y distancia al sol (Figura 03):

1. Formación de fases refractarias siderófilas (los metales W, Os, Ir, y Re aunque en bajas
concentraciones insuficientes para su nucleación)
2. Formación de óxidos refractarios (ca. 1,700 K). (óxidos de Al, Ca, y Ti como corindón,
espinela, perovskita, y algunos silicatos. Estas fases también incluyen TTRR y U y Th)
Curso de Geoquímica
Instituto de Ciencias Geológicas - Universidad de la República
Cap.2 Early Earth Systems, a Geochemical Approach (Hugh Rollingson, 2007).

3. Formación de aleaciones Fe-Ni (ca. 1450 K) (incluyendo elementos menores como Co,Cu,
Au, Pt, Ag y pueden incluir no metales como P, N, C)
4. Formación de silicatos de Mg (ca. 1,420 K) (los componentes principales son olivino y Mg-
piroxeno)
5. Formación de silicatos de metals alcalinos (ca. 1,020 K) (el componente principal es la
plagioclasa)
6. Formación de fases calcófilas de volátiles moderados a 670 K (FeS, con Zn, Pb, y As)
7. Formación de silicatos con enlaces a OH (ca. 430 K; este grupo incluye a los silicatos
hidratados – anfíboles, serpentina, y clorita)
8. Formación de minerals de hielo (ca. 140 K) (que incluyen hielo de agua, hidratos sólidos de
amonio, metano, and gases raros)
9. Un residuo conformado por gases permanentes (gases que bajo condiciones naturales no
condensan, como H2, He, y Ne).

Este esquema de condensación proporciona un buen marco para entender los mecanismos que
llevan a la formación de los distintos componentes encontrados en los meteoritos primitivos, y
también es una base para entender la diferenciación en la Tierra.

Figura 03. Temperaturas (K) del plano medio


de una nebulosa solar calculadas para masas
solares de 0,04 y 0,02 de un disco de acreción
(estimación de temperaturas a través de
meteoritos y cometas graficados) versus la
distancia al sol en AU (1 AU = distancia Tierra-
Sol). Las temperaturas presentadas aquí son
únicamente indicativas ya que son
dependientes del tamaño del disco y del
modelo térmico empleado (de Boss, 1998).

También podría gustarte