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HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL

• CURSO 2020/2021
• Profª Isabel Marín

• TEMA 7. LA CONSOLIDACIÓN DE LA ASISTENCIA SOCIAL:


BENEFICIENCIA, FILANTROPÍA Y CARIDAD EN EL ESTADO LIBERAL Y
EN EL DESPOTISMO ILUSTRADO
• 7.1. El despotismo ilustrado en Europa. La beneficencia pública y
privada.
• 7.2. El modelo anglosajón de asistencia social: el Socorro de los pobres
• 7.3. El estado liberal y las revoluciones industriales, políticas y
sociales: nuevas formas de desigualdad social.
Introducción:
Entre los siglos XVII, XVIII, y principios del XIX, se constatan grandes
cambios en el mundo occidental que son atribuidos a las crisis y
transformaciones que experimenta la población, la economía y la
sociedad en ese época, especialmente en el continente europeo.
Europa se ve afectada por diversas y sucesivas crisis, de distinto tipo
y trascendencia, y con un impacto geográfico desigual.
Continuarán los procesos de crecimiento-estancamiento
demográfico como resultado de la expansión colonial; con una
producción agraria inestable, y con malas cosechas –resultado de
un momento climático adverso-; y una persistente proliferación de las
epidemias.
Los procesos de colonización generarán un mayor crecimiento de las
ciudades de la corte y de las zonas portuarias, así como un
desplazamiento del equilibrio demográfico del Mediterráneo al
Atlántico, y unas redes urbanas más integradas, de las que van a
sobresalir las ciudades del Noroeste; en el que, además, se extenderá
una nueva forma de concebir y valorar el trabajo y el enriquecimiento
personal (fruto de las nuevas interpretaciones calvinistas y luteranas).
7.1. El despotismo ilustrado en Europa. La beneficencia
pública y privada.
La expansión colonial reforzará el MERCANTILISMO como tendencia que impulsaba al Estado a
intervenir en la economía, y, con ello, a consolidar las monarquías, cuyas políticas impulsaban el
comercio en detrimento de la producción.
Los elementos básicos del mercantilismo serán:
- El aumento del poder estatal.
- Revalorización del trabajo y del comercio.
- Vigilancia de la balanza comercial.
Y se basará en una estrategia de aumento de la producción propia y la riqueza nacional, lo que llevó
consigo la creación de numerosas compañías comerciales y la implantación de una política
internacional de constantes conflictos bélicos.
Por otro lado, la política proteccionista estimuló la industria, pero no la agricultura, optando los estados
por invertir en sectores como la minería, la metalurgia y los artículos de lujo.
Para mantener la producción en el interior se optó por favorecer la inmigración de artesanos
especializados, y promulgar leyes condenatorias para quienes difundieran los “secretos de la
producción”; creándose talleres correccionales para emplear a los pobres, ensalzando el trabajo.
Se buscó la consecución de un mercado unificado en el interior, que favoreciera el consumo, y se
implantó el proteccionismo de cara al exterior.
La sociedad de los siglos XVII y XVIII sigue siendo estamental, continúa dividida en órdenes sociales
jerárquicamente diferentes. La estratificación social se basa en los principios de privilegio, honor y
dignidad, pero con un cambio en sentido de dar una mayor importancia a la ACUMULACIÓN DE RIQUEZA.

En esta estratificación social se


van a distinguir:
La monarquía
La nobleza
La sociedad urbana
La sociedad campesina
La sociedad marginada
(y todos ellos dominados por
la iglesia)

Inocencio X (Velázquez, 1650)


Felipe IV (Velázquez, 1635)
La nobleza sigue siendo la principal
propietaria de la tierra y ejerciendo el
señorío, que es compatible con el
desempeño de cargos en el gobierno y
en la administración, que va
adquiriendo más importancia, e
infundiendo temor ante la posibilidad de
que sea alcanzada por capas más bajas
de la sociedad.
La nobleza entra en un proceso de
endeudamiento progresivo, causado por
la disminución de los ingresos
procedentes de la tierra, los gastos
militares, la presión fiscal y el consumo
excesivo.
También se verán perjudicados por el
recurso, cada vez más habitual, de la
monarquía a vender títulos y cargos,
permitiendo así la entrada de la
Marquesa María Serra Pallavicino (1606) por burguesía en la administración y en el
P. P. Rubens estamento nobiliario.
La sociedad urbana:
Las ciudades se independizan del control señorial, obteniendo autonomía
corporativa, lo que les proporcionaba la posibilidad de mantener un gobierno y una
administración, siempre sujeta a la monarquía, la cual no dejará de ejercer control
sobre las ciudades.
El principal grupo social urbano será la burguesía, que tendrá el control de la
administración de las ciudades, y del comercio y las finanzas. Además, para
afianzar su poder adquirían tierras y ocupaban cargos y oficios, y, sobre todo,
asumían el modo de vida nobiliario en cuanto a costumbres como la acumulación
riqueza, lo que posibilitó la movilidad social entre diferentes estamentos.

Familia en un paisaje. Frans Hals


(1645-1648)
La sociedad campesina:
Se puede distinguir entre campesinos errantes, dependientes e
independientes. La crisis del siglo XVII origina un empobrecimiento del
campesinado medio, principalmente a causa del estancamiento de la
producción, la pérdida de derechos y bienes comunales, la crisis de
subsistencias, la guerra, la desigual presión fiscal, la progresiva pérdida
de los medios de producción a manos de otros grupos sociales, el
endeudamiento y el fortalecimiento de los vínculos de dependencia.

La carretera. Le Nain (1641)

Ante la presión de los


señores y del Estado, el
campesinado intentó
resistirse, ya fuera mediante
el fraude o la revuelta. Sin
embargo, también hubo
quienes se resignaron y
quienes abandonaron sus
lugares de origen, para
convertirse en bandoleros.
La sociedad marginada:

La sociedad marginada la constituirán los desposeídos,


los ociosos, los desempleados y los pobres.
La desigualdad se va haciendo más intensa a lo largo de
este tiempo, siendo sus principales causas la expansión
de la población trabajadora, con el resultado de:
. Subempleo.
. Desocupación.
. Escaso poder adquisitivo.
Los movimientos migratorios de estos sectores se hacen
cada vez más habituales, ocasionando que fueran
observados con miedo y desprecio, ya que suponían un
amenaza para el orden y la seguridad.
Para paliar el problema, los países católicos
respondieron con instituciones caritativas, mientras
que en otros países se planteó la pobreza como
consecuencia del mal gobierno y los defectos del
sistema, por lo que el Estado y la sociedad tenían la
responsabilidad de responder ante el problema.
En dichos países, el socorro a los pobres se secularizó,
pero esta atención siempre venía acompañada de un
control de los pobres y marginados por parte del Estado.
Surgirá así los nuevos conceptos de BENEFICENCIA,
con carácter PÚBLICO y PRIVADO, al mismo tiempo que
el Estado y sus monarquías ABSOLUTISTAS van
adoptando las formas de DESPOTISMO ILUSTRADO.
Rectoras del asilo de ancianas de
Haarlem (Holanda) – Frans Hals,
1664

San Diego de Alcalá dando de comer a


los pobres. Madrid (España), Bartolomé
Murillo, 1646.
El despotismo ilustrado. Conceptos clave. La asistencia social
en el despotismo ilustrado.
. “Despotismo ilustrado”: Concepto político que surge en el
seno las monarquías europeas absolutistas del siglo XVIII
– manteniendo así el sistema de gobierno del Antiguo
Régimen- a fin de mantener el poder, frente a los cambios
sociales (aparición de las reivindicaciones obreras,
constitución de sindicatos, ascenso al poder de la burguesía,
etc.), a los cambios económicos (liberalismo, socialismo
utópico, etc.) y a los cambios culturales (mayor nivel de
instrucción y educación) que se están produciendo.
Parten de las ideas de la ilustración, pero bajo el lema: “Todo
para el pueblo, pero sin el pueblo”, el monarca tenía el
poder prácticamente ilimitado, siendo, además, el mecenas de
los avances en las artes y las ciencias.
Las ideas de la ilustración, puestas en práctica por los propios
monarcas, fueron también las que influyeron en la sociedad,
cada vez más consciente de las desigualdades sociales
que generaba la política absolutista, y a desarrollar un
sistema constitucional.
* LA ASISTENCIA SOCIAL DEL DESPOTISMO
ILUSTRADO
• Frente a las instituciones tradicionales de asistencia social
(Iglesia, Gremios, Municipalidades), desde el despotismo
ilustrado se impulsarán Sociedades Económicas –que
aparecen a mediados del siglo XVIII, especialmente en
España, Irlanda y Suiza (denominadas Sociedades
Económicas de Amigos del País)- , bajo un nuevo
concepto de filantropía, en el que se incluye la dedicación
a la investigación y fomento de acciones de progreso
social, y centradas en la atención a los pobres y la lucha
contra la mendicidad desde el socorro público, la
formación en valores patrióticos y la educación
especializada.
Entre las medidas de asistencia se impulsarán nuevas tasas municipales para
financiar la Beneficencia, sistemas de previsión fundados en los Socorros
públicos municipales o regionales (para la enfermedad, la vejez, la
viudedad y la orfandad), nuevos centros de formación económica
especializada, y finalmente, toda una serie redes de Hospitales, Hospicios
o Casas de reclusión para el control y formación laboral de aquellos pobres
no integrados familiar ni profesionalmente y sin recursos para ser asistidos
a domicilio.
El desmantelamiento del Antiguo régimen, cuya acción social se basaba en la
caridad, dará paso a la nueva sociedad industrial y liberal, sostenida por el ideal
capitalista y la mentalidad burguesa, en la que el “Estado policía” (control del
orden público) asumía la administración y cuidado de los establecimientos
benéficos, que empezaban a perder su autonomía e independencia administrativa.
La Beneficencia actuará como medio de control y “defensa social”, y como
instrumento para rehabilitación y conversión en útil de la fuerza de trabajo.
La filosofía ilustrada y liberal consideraba, siguiendo las tesis de Adam Smith, que la
desigualdad y la pobreza era algo “natural”, consecuencia de la diferencia de
méritos y capacidades en la sociedad de mercado. Por ello, la repuesta asistencial
era puntual y mínima, al ser su situación de pobreza y marginación responsabilidad
de los mismos afectados, al “ser libres de elegir su camino”. En este campo, la nueva
burguesía dominante en lo económico y lo político, patrocinó las obras benéficas y
las acciones filantrópicas bien por sus propias convicciones religiosas, bien como
medio de control de orden que encabezan, bien como medio de garantizar la
estabilidad de la producción económica.
Ante la situación de pauperismo de las personas que quedaban al margen de
la incipiente economista capitalista, debía actuar el espíritu de la filantropía,
al ser la pobreza concebida como cuestión de salud pública y de seguridad
interna.
El Estado liberal era profundamente abstencionista ante los primeros efectos
de pauperismo de la industrialización. El poder público reconocía, al menos
formalmente, una serie de derechos, aunque se excluía a sí mismo de las
acciones contra las consecuencias de esos efectos en materia socio-
económica.
En Inglaterra perviven las Leyes de Pobres como sistema centralizado,
nacional y público de socorro que ligaba la ayuda a indigentes al trabajo
obligatorio en duras condiciones en casas de trabajo.
En Francia y España se desarrollaron las Sociedades de socorro, las
instituciones benéfico-asistenciales, las acciones filantrópicas y los Montes
de piedad. En España persistieron las instituciones de caridad eclesiales y
congregaciones sin ánimo de lucro.
• 7.2. El modelo anglosajón de asistencia social: el
Socorro de los pobres
En Inglaterra, durante el reinado de Isabel I (1533-1603) se
produce la consolidación de la iglesia anglicana, que
alcanzará a parte de Europa: países mayoritariamente
católicos se transforman en mayoritariamente protestantes.
Se disuelven monasterios e instituciones católicas que
durante la edad media estaban a cargo de la caridad hacia
pobres y menesterosos.
El estado comienza a asumir el ejercicio asistencial. Se
establecen tres tipos de pobreza y diferentes estrategias de
atención:
Pobres incapacitados Casas de caridad
Pobres capaces Casas de trabajo -workhouses
Pobres recalcitrantes Prisión
No obstante, pese a los efectos de la crisis del XVII, en el
siglo XVIII en Inglaterra existieron las condiciones y los
estímulos para la invención y el desarrollo de las nuevas
tecnologías, como:
-el proceso de acumulación del capital,
--la existencia de instituciones financieras (Bolsa, bancas y
compañías de acciones, entre otros),
--una monarquía constitucional (Ana I, Jorge I, Jorge II,
Jorge III) con una importante participación burguesa en el
parlamento,
--las inversiones del Estado en obras públicas,
--la investigación académica,
--y el desarrollo de la ingeniería.
Inglaterra era además la nación europea que había
alcanzado un mayor desarrollo del comercio internacional
gracias a su vasto imperio colonial, que tuvo como
consecuencia la acumulación del capital.
La mentalidad emprendedora de la nobleza y la burguesía
inglesa promovieron las inversiones de los excedentes de
capital en la agricultura, las tecnologías y más tarde en la
industria.
William Hogarth, “Industriosidad y pereza”. Escena: El aprendiz
perezoso es ejecutado en Tyburn (1751)
• La proletarización y las leyes de pobres en Inglaterra.
El enriquecimiento de las clases dominantes dio lugar a que los
sectores más desfavorecidos de la población se fueran
proletarizando, y a ello contribuyeron las leyes de pobres.
Con el despojo de tierras por los cercamientos muchas familias
habían caído en la pobreza. En 1536, Enrique VIII obligó a las
parroquias a socorrer a los pobres; en 1572, Isabel I creó un
impuesto para los propietarios para dar asistencia; y en 1601 se
promulga la citada ley de pobres como un instrumento de
trabajo obligatorio y regulado localmente con fuertes
correctores que castigaban la holgazanería.
En 1622 se restringe la asistencia de los pobres a los propios de
la parroquia, pretendiendo así aprovechar la fuerza de trabajo
en la parroquia de origen, evitar las fugas y fijar la residencia en
un periodo en el que no se exigía aún la movilidad de mano de
obra que la revolución industrial requerirá.
Y en 1723 las "casas de pobres" se hicieron obligatorias y se
negó asistencia al pobre que no entrase en ellas.
Cuando la Revolución Industrial empezaba a manifestarse se
autorizó el prestar asistencia sin reclusión, aunque en esos
años las casas de pobres se convirtieron en centros de
reclusión de los más pobres: por ejemplo, los niños huérfanos,
quienes se convertirán en mano de obra infantil.
Iniciada la Revolución Industrial se demanda la movilización
de la mano de obra, con ello se cuestiona la ley de 1622; no
obstante la movilidad tardaría unas décadas.
En 1795, con el sistema de asistencia se estableció una
tabla de subsidios mínimos: cuando el salario de una
familia no cubriese el mínimo de la subsistencia,
correspondía a la beneficencia aportar el resto.
También se fijó el mínimo de subsistencia a partir de
una cantidad del pan que daba el valor del subsidio; el
precio del pan marcó el subsidio para cada trabajador y
cada miembro de su familia, con esto los empresarios
buscaron reducir al máximo los salarios, puesto que la
diferencia la pagarían los contribuyentes.
No obstante el incremento que se dio a los impuestos no
equivalió al incremento de los subsidios.
En los inicios de la industrialización se impidió la migración de los
trabajadores a los distritos industriales; pero cuando la industria se fue
consolidando requería de más mano de obra, y la migración permitida
rebasó la demanda; entonces los subsidios se limitaron a viejos e
incapacitados; mientras que a las familias pobres se les hacía
trabajar en condiciones peores a las de los obreros.
En ese contexto del estado liberal
y capitalista, el SOCORRO DE LOS
POBRES, que se había establecido
en Inglaterra a través de la referida
Ley de Pobres y las sucesivas
modificaciones, y que había
llegado a establecer el citado
subsidio para los trabajadores
cuyos ingresos estuvieran por
debajo de un nivel dado
determinado por el precio del pan
y el número de miembros de la
familia, se desarrollará el DEBATE
sobre la pobreza desde la
perspectiva ECONÓMICA, por
parte de los economistas clásicos,
y será llevado al Parlamento,
formalizándose en la LEY DE
ENMIENDA A LA LEY DE POBRES
de 1824.
Thomas Robert Malthus, David
Ricardo, John Stuart Mills, entre
otros, coincidían en señalar que
para solucionar el problema de
la pobreza no servían los
subsidios directos por parte del
Estado, ya que ello suponía el
aumento de los precios, y
además, los subsidios
incentivaban la indolencia, el
vicio y el despilfarro; “por ello el
socorro debía realizarse en
lugares tan poco atractivos que
el pobre siempre prefiriese
buscar otra vía antes que acudir
al auxilio público” (S.Emeterio:
2010, p. 11).
En la afirmación de J. Stuart Mills se resume la postura de los
economistas: “Si se hace que la situación de una persona que recibe
el socorro sea tan aceptable como la del trabajador que se sostiene
con sus propios esfuerzos, el sistema hiere a la raíz de toda actividad
individual”
•San Emeterio Martín, N. (2010), “Una revisión de los fundamentos económicos sobre
la pobreza”, Nómadas. Revista Crítica de ciencias Sociales y Jurídicas, nº 28.
Las revoluciones industriales y políticas del siglo XIX, que se
caracterizaron, entre otras cuestiones, por:

- Evolución de la economía y del pensamiento económico.


- Revolución industrial y desarrollo del trabajo y de las relaciones
laborales.
- Evolución del pensamiento político y cultural.
- Relación entre pobreza y (des)empleo.
- Redefinición de la pirámide social.
- Emergencia de los movimientos sociales.
- La cultura y el arte como testimonio de la realidad histórica.

Dieron pie también a plantear nuevas formas de prestar la acción


social y desarrollar planes al efecto, conformando así lo que serían
los inicios del TRABAJO SOCIAL, a través de PIONEROS como:
Benjamin Thompson y Thomas Chalmers.
El científico norteamericano Benjamin Thompson, Conde
Rumford [Massachusetts –EE.UU.-, 1753- París –Francia-, 1814],
médico, físico e inventor. En su estancia en Baviera (Alemania)
implantó un amplio programa de servicios benéficos sobre sus
conocimientos técnicos y sus descubrimientos.
Con su programa logró controlar el orden social reduciendo los
índices de mendicidad, saneando las cuentas públicas; todo ello a
través de un amplio plan de acciones:
• Mejora de los rendimientos agrícolas (introduciendo, por ejemplo,
el cultivo de la patata),
• aumento de los servicios de calefacción urbana, mediante diversos
inventos, construcción de nuevas escuelas primarias,
• planificación de las ayudas sociales de Munich, divida en distritos
de actuación para tal fin,
• fomento del trabajo en casa, desarrollo de urbanizaciones para
familias humildes,
• diseño de dietas alimenticias equilibradas y accesibles para las
personas en situación de necesidad,
• creación de una institución destinada a recoger mendigos.
THOMAS CHALMERS [Escocia, 1780-1847], político y economista,
fundador de la iglesia presbiteriana de Escocia. Considerado
como uno de los pioneros de la moderna asistencia social,
intentó dotar de un perfil profesional y una metodología de
actuación social en su parroquia Saint John (Glasgow).
Chalmers impulsó en su parroquia un programa de ayuda vecinal
con voluntarios que visitaban a los necesitados en su hogar, a
mitad de camino entre la beneficencia y la caridad.
• Organizativamente, este sistema se concretó en la división de
su parroquia en 25 distritos, cada uno al cargo de un diácono
que se ocupaba de 50 familias, y con “visitador social”
encargado de controlar los distritos para informar al diácono.
• Se materializó con el suministro periódico de recursos
materiales, religiosos y educativos a niños y adultos de las
familias detectadas, en función de los orígenes de sus
necesidades y de las posibilidades de automantenimiento;
aunque se intentaba siempre que las necesidades fueran
satisfechas por el diácono, en el caso probado de que no
pudieran serlo por la familia o amigos, o los ciudadanos más
ricos de la ciudad.
.7.3. El estado liberal y las revoluciones industriales,
políticas y sociales: nuevas formas de desigualdad
social
Con los cambios que genera el sistema industrial en todos los
ámbitos se irá también transformando la idea de estado,
pasando de la monarquía absolutista y del despotismo
ilustrado a un “estado liberal” (del “Antiguo Régimen” al
“Nuevo Régimen”), cuyo sistema político habrá de
fundamentarse en un parlamentarismo y/o
constitucionalismo, y en el que el sistema económico
ocupará un primer plano; por lo que también dará lugar a la
emergencia de revoluciones sociales y a la consiguiente
aparición de la sociedad civil.
En ese contexto político de “despotismo ilustrado” se
desarrollan paralelamente la revolución industrial –en
Inglaterra- y los ideales que promoverán la revolución
francesa.

John Locke (1632-1704): Declara el trabajo como fuente


de propiedad

Jean-Jacques Rousseau
(1712-1778)
.Publica obras como:
. El Contrato social
. Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los
hombres.
Para Rousseau, el origen de la desigualdad viene
determinada por la división del trabajo, que se produce
en tiempos prehistóricos, cuando el hombre pasó del
hombre del “estado natural” al “estado social”
CONCEPTOS CLAVES PARA EL ESTUDIO Y LA INVESTIGACIÓN DE LA EDAD MODERNA: SIGLO
XVIII – SIGLO DE LAS LUCES - ILUSTRACIÓN; ABSOLUTISMO; DESPOTISMO ILUSTRADO;
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL; REVOLUCIÓN FRANCESA; MOVIMIENTO OBRERO;
SINDICALISMO - TRADE UNIONS; BURGUESÍA; CAPITALISMO; INTERNACIONAL
OBRERA…
* La ILUSTRACION
(Siglos XVII-XVIII- y principios del siglo XIX)
• El espíritu laicista e ilustrado que generó la Revolución francesa
[1789], idealizada bajo los principios proclamados de igualdad,
fraternidad y libertad, impulsó el desarrollo en Europa y
América de la Beneficencia como sistema de asistencia social,
tanto con carácter público como privado.
• Por su parte, el poder fue mantenido por los monarcas que
adoptaron las ideas ilustradas para ejercer el dominio desde el
“despotismo ilustrado”.
• Ideológicamente, los pensadores ilustrados del siglo XVII
impulsaron diversos manifiestos sobre la universalidad de los
Derechos humanos (América del Norte, Francia, las primeras
reivindicaciones femeninas de igualdad…).
Así se formalizaron en la Declaración de Derechos de Virginia (América
del Norte) de 1776 y en la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano francesa de 1789, que proclamaba tanto el derecho a la
asistencia como “deuda sagrada”, como el derecho a vivir del trabajo
propio.
Los derechos de la mujer
tuvieron su precedente en el
De l’egalité des
siglo XVII, con la propuesta
deux sexes de de Poulain de la Barre, pero,
Poulain de la en el siglo XVIII se inicia
Barre, 1673 también la primera oleada
feminista, denominada
“feminismo ilustrado”, con
la “Declaración de los
Derechos de la mujer y de
la ciudadana (1791) de
Olimpia de Gouges (en
Francia) y la “Vindicación
de los derechos de la
mujer” (1792) de Mary
Wollstonecraft, en
Inglaterra.
• Mary Wollstonecraft, 1759-1797 (Inglaterra)

Vindicación de los derechos


de la mujer, 1792
La revolución industrial
s u p u s o c a m b i o s
fundamentales, tanto de
carácter científico y
tecnológico, como en las
relaciones laborales, que
vinieron a ampliar las
desigualdades sociales, y que
dieron origen al desarrollo de
las teorías económicas, desde
las de carácter liberal, cuyo
máximo representante será
Adam Smith, a las de carácter
social, que tendrán su
culminación en el “Manifiesto
comunista” de Marx y Engels.
1776. Investigación sobre
La naturaleza y causas de
la riqueza de las Naciones
Adam Smith, La
PRINCIPALES IDEAS
riqueza de las
naciones - Economía política clásica (la
Teoría de los diferencia de la ciencia
precios y la económica, la ética y la
distribución jurisprudencia).
Crecimiento - Libre mercado (crítica del
económico mercantilismo).
- División del trabajo (potencia el
Historia económica crecimiento económico –
Historia del extensión de los mercados y de
pensamiento la especialización-).
económico - Mano invisible (sólo hay
Finanzas públicas posibilidad de beneficios en una
sociedad bien gobernada).
Aportaciones importantes de las teorías de Adam Smith:

• La diferenciación clara entre valor de uso y valor de


cambio.
• El reconocimiento de la división del trabajo, entendida
como especialización de tareas, para la reducción de
costos de producción.
• La predicción de posibles conflictos entre los dueños de
las fábricas y los trabajadores mal asalariados.
• La acumulación de capital como fuente para el desarrollo
económico.
• La defensa del mercado competitivo como el mecanismo
más eficiente de asignación de recursos.
La revolución francesa,1789, pondrá fin al
“Antiguo régimen” (la sociedad estamental), y
consolidará a la burguesía capitalista en el poder.
El pensamiento liberal–social, económico y político- se extendió
en la primera mitad del siglo XIX a lo largo de Europa llevando
consigo el desplazamiento de las acciones caritativas de la
Iglesia, al quedar separada su labor de la labor pública y de la
comunidad, en la atención de la marginación y la pobreza,
desapareciendo también la labor de los gremios como
organismos de protección y control sociolaboral.
En ese contexto de cambios van a posicionarse en
primera línea de lo social y de lo cultural tres factores
fundamentales, que se interrelacionarán entre sí: la
economía, el trabajo y la burguesía.
Con el fin del Antiguo régimen, y a partir de las
teorías de Adam Smith se impondrá la economía liberal,
influyendo decisivamente en las relaciones entre
trabajadores y los empleadores (propietarios de los
medios de producción), pertenecientes a la burguesía, que
irán consolidando la “clase burguesa”, y la nueva división
social en clases: burguesía y proletariado, generando
nuevos conceptos como: lucha de clases, conflictos
sociales, movimiento obrero, cuestión social..., que se
desarrollarán a lo largo del siglo XIX.
En el desarrollo teórico
de la economía, destaca David Ricardo
la aportación de David (1772-1823)
Ricardo, que plantea
cuestiones como:

La ventaja comparativa.
Teoría de la ventaja comparativa: defiende las ventajas del comercio
internacional y en esencia es una ampliación de la división del trabajo propuesta
por Adam Smith y opuesta a las teorías proteccionistas.

La Ley de hierro de los salarios.


Se le atribuye la idea que afirma que el salario real de los trabajadores
permanecerá cercano al nivel de subsistencia aunque haya intentos de
incrementarlos, conocida como la Ley de hierro de los sueldos (o de los salarios),
basada a su vez en las ideas de Thomas Malthus.
En el contexto laboral: las revoluciones industriales suponen
también la toma conciencia de los riesgos y de la situación de
desigualdad que generan las relaciones de trabajo, y sus
condiciones laborales –entre propietarios de los medios de
producción y los trabajadores-. Dan lugar al desarrollo de los
sindicatos y de los movimientos obreros.
La forma que adoptaron las condiciones de trabajo llevó implícita la
desigualdad en todos los sentidos (horarios, salarios, castigos…)
especialmente en el trabajo de mujeres y niños.
• TEXTO: “Las clases obreras pobres (...) son muy ignorantes y sin energía
física y moral. A ejemplo de Inglaterra, los empresarios de la alta
industria los consideran únicamente como instrumentos mecánicos (...).
La población se encuentra aglomerada y hacinada en cualquier espacio
muy circunscrito, los alquileres son caros (...). El sistema de industria y
agricultura seguido en esta parte de Francia tiende sin cesar, por una
parte, a acrecentar la población manufacturera. Por otra, a bajar las
tasas de los salarios, a concentrar los capitales y los beneficios de la
industria, y a producir así todos los elementos generales de la pobreza.
Hay más riqueza que en las otras provincias, pero está muy
desigualmente repartida. Todas estas causas explican el número y la
condición deplorable de indigentes en esta parte del reino (...). Los
cómputos oficiales hechos por orden de la autoridad administrativa en
1828 han probado que existían, en el departamento del Norte, 164.453
individuos inscritos como indigentes en los registros de las oficinas de
beneficencia, es decir un poco más de la sexta parte de la población
general.
• A. DE VILLENUEVE-BARGEMONT, Economía política cristiana (1834)
Frente a las penosas condiciones de trabajo
surgen diversas formas de dar una respuesta
que conciliara trabajo y condiciones laborales,
como la creación de cooperativas de Robert
Owen, que llevará al desarrollo sindical y a los
movimientos obreros.

Robert Owen (1771-1858), natural de Gales (Gran


Bretaña), de una familia de trabajadores mecánicos,
empieza a trabajar a los 10 años, a los 20 años
logra hacerse cargo de una empresa en
Manchester, a partir de cuya experiencia publicará
obras sobre las reformas del sistema industrial y
sus consecuencias en el carácter humano.
Se marcha a Indiana –América del Norte- y compra
una Comunidad en la que establece un proyecto de
sociedad utópica. Regresa al Reino Unido a liderar
un sindicato. Owen defendía la posibilidad de
desarrollar un sistema económico alternativo
basado en la cooperativa. Consideraba que el
sindicato de masas y de ámbito estatal era posible.
Defendió los intereses de los trabajadores y se
vinculó con el Movimiento Obrero Británico.
El pensamiento de Owen parte de la idea de una “filantropía empresarial” y
evoluciona hacía el socialismo de carácter utópico (según definían Marx y Engels),
denominado owenismo. Los aspectos más influyentes de la concepción oweniana
sobre la reforma social son:
- La idea de que la calidad del trabajo de un obrero mantiene una relación
directamente proporcional con la calidad de vida del mismo, por lo que las medidas a
aplicar consisten en cualificar y cuantificar la producción de cada obrero, brindar
mejoras en las áreas de vivienda, higiene, educación, prohibición del trabajo infantil,
salarios y determinar una cantidad máxima de horas de trabajo (estableció diez
horas y media).
- La recurrencia al Estado, del cual recibió poco o nulo apoyo, como legislador y
emancipador de los cambios producidos en la comunidad ideal.
- Las ideas de que una comunidad ejemplar puede servir de base para un cambio
social profundo y que la reforma social es independiente de la acción política y la
toma del poder.
- La institución de comunidades agrícolas, en las que no existiera la propiedad
privada (al igual que Fourier, y en oposición a Saint- Simon, Owen supedita la
industria a la agricultura).
- La idea de que el trabajo es, o debería ser, la medida del valor.
- Establecimiento de Bazares Obreros, establecimientos de intercambio de productos
por medio de bonos cuya unidad era la hora de trabajo rendido.
Por su parte, la burguesía se va a caracterizar por el individualismo, y
adquirirá una máxima relevancia por su papel en el modo de
producción capitalista, como poseedor de las estructuras de
producción (medios de producción), y su posición privilegiada
respecto al proletariado (poseedor de la fuerza de trabajo).
Los valores burgueses estarán vinculados al Estado de derecho –
separación de poderes- y el sistema político parlamentario y
representativo, de carácter constitucional –liberalismo político-; a las
libertades civiles, y a la movilidad social.
Nosotros os
gobernamos

Nosotros os
engañamos
(embelesamos)

Nosotros os
callamos

Nosotros
comemos por
Nosotros vosotros
trabajamos
para todos
Nosotros os
alimentamos
a todos
Karl Marx
1818-1883
El capital,
vol. I
(1867) Friedrich Engels, 1828-1895

Marx y Engels
El capital, vol. II (1885)
El capital, vol. III (1894)
El manifiesto comunista (1848)
* EL REFLEJO DE LOS CAMBIOS SOCIALES, ECONÓMICOS,
CULTURALES Y POLÍTICOS EN LA LITERATURA:

El ARTE y la CULTURA constituyen unas excelentes fuentes para el


conocimiento del pasado en todos sus aspectos. Estas son algunas
de las muchas obras LITERARIAS que nos aportan un gran
conocimiento de las cuestiones que se plantean en torno al
desarrollo del pensamiento filosófico sobre la pobreza ligado al
desarrollo industrial y del capitalismo, así como al institucional por
parte de los poderes públicos, y las diferencias sociales a lo largo de
los siglos XVII-XVIII y XIX.
Charles Dickens
1812-1870
• TEXTO: “Durante los ocho o diez meses siguientes, Oliver fue víctima de una
serie sistemática de felonías y engaños. Le criaron a biberón. Las autoridades
del Hospicio informaron debidamente a las autoridades parroquiales de la triste
y desamparada situación del huerfanito. Las autoridades parroquiales
preguntaron dignamente a las autoridades del Hospicio si no había en la casa
mujer alguna que estuviese en condiciones de otorgar a Oliver Twist el consuelo
y el alimento que necesitaba. Las autoridades del Hospicio respondieron
humildemente que no, ante lo cual, las autoridades parroquiales, magnánima y
humanitariamente, decidieron que Oliver fuese pensionado, es decir, enviado a
una sucursal del Hospicio, situada a unas tres millas de distancia, en donde
otros veinte o treinta juveniles transgresores de las leyes sobre la mendicidad
se revolcaban por los suelos durante todo el día, sin el engorro de un alimento
ni una ropa excesivos, bajo la maternal custodia de una señora de edad, que
recibía a los delincuentes en consideración a siete peniques y medio por cabeza
y semana. Con siete peniques y medio a la semana hay de sobra para alimentar
a un niño; es mucho lo que puede adquirirse con siete peniques y medio,
suficiente para atiborrarle el estómago y hasta para que se sienta molesto. Mas
la madura señora era una mujer dotada de gran sabiduría y experiencia; sabía
muy bien lo que convenía a los niños, y tenía una idea muy precisa de lo que a
ella le convenía. Por eso se apropiaba de la mayor parte del estipendio semanal
para su uso personal y relegaba a la creciente generación parroquial a una
ración más escasa todavía de la que en principio se le asignara, con lo que
hallaba en la ínfima profundidad una mayor holgura, demostrando con ello
poseer muchas veces una grandísima filosofía experimental. (de Oliver Twist,,
1837)”
Marie Henry Beyle.
Stendhal
1812-1870

El rojo y el negro.
Crónica de 1830

“Nulla di simile
esiste altrove”
TEXTO: “Aturde al viajero que entra en la ciudad el estrépito
ensordecedor de una máquina de terrible apariencia. Una
rueda movida por el torrente, levanta veinte mazos
pesadísimos, que, al caer, producen un estruendo que hace
retemblar el pavimento de las calles. Cada uno de esos
mazos fabrica diariamente una infinidad de millares de
clavos. Muchachas deliciosas, frescas y bonitas, ofrecen al
rudo beso de los mazos barras de hierro, que éstos
transforman en clavos en un abrir y cerrar de ojos. Esta
labor, que a primera vista parece ruda, es una de las que en
mayor grado sorprenden y maravillan al viajero que
penetra por vez primera en las montañas que forman la
divisoria entre Francia y Helvecia. Si el viajero, al entrar en
Verrières, siente a la vista de la fábrica de clavos el aguijón
de la curiosidad, y pregunta quién es el dueño de aquella
manifestación del genio humano, que ensordece y aturde a
las personas que suben por la calle Mayor, le contestarán: -
¡Oh! ¡Esta fábrica es del señor alcalde!”.
• Stendhal, El rojo y el negro, crónica de 1830.
Gustav Flaubert
(1821-1880)

La educación sentimental
(1869)
• TEXTO:“El verdadero nombre del señor Dambreuse era en realidad el
del conde de Ambreuse; pero, desde 1825, había abandonado poco a
poco su nobleza y su partido para orientarse hacia la industria; y, con
el oído en todas las oficinas y la mano en todas las empresas,
siempre al acecho de las buenas oportunidades, sutil como un griego
y laborioso como un auverniano, había amasado una fortuna que se
decía muy considerable; además, era oficial de la Legión de Honor,
miembro del Consejo General del Aube, diputado, par de Francia en
breve; muy servicial, por otra parte, fatigaba al ministro con sus
continuas peticiones de ayudas, de cruces y de estancos; y, en sus
enfurruñamientos con el poder, se inclinaba por el centro izquierda.
Su mujer, la linda señora Dambreuse, muy familiar a los periódicos
de modas, presidía las reuniones de caridad. Con su adulación a las
duquesas, ella apaciguaba los rencores de la nobleza y daba a
entender que el señor Dambreuse podía aún arrepentirse y
prestarles útiles servicios.”
• Gustavo Flauvert, La educación sentimental.
FUENTES LITERARIAS:

DICKENS, Charles (2014), Oliver Twist, Madrid, Anaya. Primera publicación: 1837-1839.
FLAUBERT, Gustav (2011), La educación sentimental, Madrid, Random House. Primera
publicación: 1869.
PÉREZ GALDÓS, Benito (2011), Misericordia, Madrid, Alianza Editorial. Primera publicación:
1897.
STENDHAL (2013), Rojo y Negro, Madrid, Alianza Editorial. Primera publicación: 1854.

FUENTES AUDIOVISUALES:
Películas:
- Germinal, Claude Berri, Francia, 1993.
- Los miserables, Tom Hooper, Reino Unido, 2012.
- Oliver Twist, Roman Polanski, Reino Unido, 2005.

BIBLIGRAFÍA
- HOBSBAWM, E. (1983), Rebeldes primitivos, Madrid, Ariel.
- THOMPSON, E.P. (2012), La formación de la clase obrera en Inglaterra, Madrid,
Capitán Swing.
PREGUNTAS/REFLEXIONES

1) POBREZA Y ASISTENCIA SOCIAL EN EL DESPOTISMO ILUSTRADO.


2) LA ASISTENCIA SOCIAL EN EL MODELO ANGLOSAJÓN.
3) LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL DEBATE ECONÓMICO SOBRE LA
POBREZA

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