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CARTA AL CORONEL Coronel: Con fecha de hoy, 2 de octubre de 2018, quiero decirle que por la lectura de la novela de Gabriel Garcia Marquez, "El coronel no tiene quien le escriba, sé que vive usted ahora en compafiia de su esposa, en un pequefo pueblo de la costa atléntica colombiana, perteneciente a la jurisdiccién de Macondo. Y que ademas de las crisis de asma que ella padece, y de la escasez de recursos para sobrevivir, ahi sigue usted con la esperanza de recibir la noticia de que le han concedido la pensién que en justicia le corresponde, como veterano de la guerra civil, 2 las érdenes entonces del general Aureliano Buendia, el cual se dedicé la mayor parte de su vida a luchar contra el gobierno. Y sé también que por ese motivo lleva usted ya unos quince afios yendo todos los viernes a la oficina de Correos y volviendo a casa con una decepcién cada vez mayor. Y es que al no contar usted con ninguna fuente de ingresos, podemos llegar a comprender que no le quede ya para sobrevivir sino la posibilidad de sofiar con la venta del gallo de pelea que ha heredado usted de Agustin, su difunto hijo. ¥ créame que es admirable que no se rinda usted, a pesar de las burlas de sus vecinos o de la desesperacién de su mujer, de quien sabemos también que ha llegado incluso a hervir piedras para crear la ilusién de que comian y de que no van a morir de hambre. Me hago cargo, ademés, de la soledad en que debe de encontrarse usted sabiendo Que su pueblo sélo tiene conexién con el mundo exterior a través de ese correo que le llega semanalmente a Macondo. Pero, debido a que no recibe usted ninguna carta personal, es logico pensar y llegar a comprender lo que le supone a usted ese aislamiento y sin contar con més informacién que la que le llega a través del médico de su pueblo o de los amigos de su hijo Agustin, involucrados como él en la lucha clandestina. Y con esta valiosa informacién sobre su persona y sobre las circunstancias que rodean su vida, ademas de esa gran humanidad que va dejando ver usted en cada uno de sus actos, me atrevo yo ahora a enviarle una carta que, dada la modestia de mi situacién, y Por las razones que mas adelante expondré, ocupard una extensién que sobrepasa el limite racional de la comunicacién epistolar. Y soy consciente ademds de que sélo su generosidad Podra justificar el tiempo que va usted a emplear en una lectura que, probablemente, va a resultar poco estimulante para el conjunto de sus intereses. Pero a mi me gusta el didlogo, Coronel, y mis suefios de poder contar con sus ensefianzas y opiniones son muy grandes. Y también habré notado usted ya que por mi edad y educacién soy heredero del estilo retérico de mi época, un estilo que me hace dirigirme constantemente a usted con el tratamiento que considero que le sigue correspondiendo por su rango militar. ¥ para que comprenda usted y pueda explicarle el contenido de mi carta y las imperfecciones que la acompafian, permitame ahora, Coronel, algunas aclaraciones, Y es que a pesar de la retérica a la que antes aludia, soy consciente también de la necesidad que siento de ir expresando mis ideas en el orden en que me vienen a la mente, lo que va a originar interrupciones en el relato, vuelta atrés en ciertas ideas y observaciones intercaladas que ya usted sabré excusar. Entrando ademés en los contenidos que usted va a conocer, debo decirle también que tengo la suerte de poder pasar buenos ratos con un viejo amigo, muy versado en temas hist6ricos al que escucho siempre con mucha atencién oe CARTA AL CORONEL —_—_—— or la pasién con que vive todo lo que me cuenta; yo diria que es un roméntico al que le atraen las grandes figuras, los grandes héroes y las grandes batallas, seguramente por es necesidad que arrastramos los dos, desde nifios, de imaginar otras realidades y sobre todo de ver hasta donde pueden conducir las virtudes o las miserias humanas. Pero quisiera afiadir algo més, Coronel, y es que al tratarse de temas o sucedidos que yo he ido anotando segin mi memoria ha podido retenerlos, me disculpo desde ahora Por cuantos errores e inconvenientes pudiera usted detectar, as{ como por las repeticiones que pudiera usted encontrar. Otra cuestién que merece una aclaracién es que, aunque soy Canario, he vivido una gran parte de mi vida en Venezuela. ¥ de esos dos mundos quisiera yo también hablarle a usted. Pero le aseguro que se me hace de nuevo muy dificil expresar en pocas lineas tantos sucedidos, tantas decepciones a veces y a mi especial manera de entender o interpretar los hechos. Habré imaginado usted ya, Coronel, mi temor a saturarlo con tantas cuestiones que quiero yo comentarle desde esta primera carta. ¥ es que tampoco me resulta ficil dejar de hablarle a usted, de manera superficial y anecdética a veces, de la historia y mitos de nuestras islas, de las bellezas de mi isla de Tenerife, o de lo que para mi representan mi pueblo y sus gentes, con especial mencién a un grupo de personas con nombre y apellidos casi siempre-, pertenecientes a distintas generaciones, y que con sus valores y su inteligencia natural en unos casos 0 con la ayuda de su instruccién en otros, han contribuido de manera notable al desarrollo de nuestra comarca, y sobre todo como referencia de lo que una inteligencia estimulada o cultivada es capaz de dar. Y tengo pensado también aprovechar esta ocasién en que me dirijo a usted para copiarle algunas rimas muy elementales, hechas por alguien con sensibilidad y sobre todo con la conciencia de! simple acontecer de una vida, pobre en sucedidos, pero rica en observaciones. Y debo decirle a usted, que son esas actitudes de interés por lo que nos rodea y nos identifica las que me han llevado ademas a fijarme en la riqueza de la lengua espafiola y en las peculiaridades del habla canaria; buenos ratos he pasado elaborando listas de palabras muy familiares todavia para los de mi generacién pero casi desconocidas en muchos casos para los hablantes mas jévenes. Pero que afortunadamente, han quedado recopiladas en nuestros diccionarios. Y mucho interés tendria yo también en saber el hombre con que se conocen en su tierra esos mismos objetos o el equivalente a nuestras expresiones. También los topénimos utilizados en mi comarca para delimitar e identificar las distintas parcelas del terreno que nos rodea han llamado mi atencién. Y hasta me voy a permitir detallérselo a usted, quién sabe si con la intencién de poder recibir de usted cualquier observacién que me ayude a darle un significado a to que ahora mismo es una simple acumulacién de datos. Y para terminar con esta larga introduccién, permitame recordarle que el principal objetivo de esta carta es despertar en usted el deseo de una visita a nuestra tierra y de honrarme asf con su presencia y con sus valiosos comentarios y observaciones. Mucho tiempo llevo yo escribiéndole a usted, pero sélo en suefios, Coronel. Y todo por falta de una direccién que me garantizara que la carta liegaria a sus manos. Muchas eae CARTA AL CORONEL -_— cartas he ido acumulando yo para usted. Y todo ese contenido lo recibir usted ahora, de golpe, aunque con la apariencia de un tinico y larguisimo monélogo. Yes que por fin he cafdo en la cuenta de que traténdose de una poblacién pequefa, como es Macondo, y siendo usted tan conocido en la oficina de Correos, ningéin empleado dudarfa en reconocer que es usted el destinatario, atin con las tinicas sefias de su grado de Coronel y el nombre correcto de la poblacién en que vive. aS me CARTA AL CORONEL Para comenzar ahora con la materia de mi carta, quiero empezar diciéndole que algo dentro de mi me hizo siempre sentir clesconsuelo y tristeza cuando uno no tiene quien le escriba, cuando no existe la esperanza de recibir una carta de afecto, una carta de una madre, de una novia, de un amigo. Quizis a usted, Coronel, le pasaré lo que a mi, y es que yo recibo cartas a cada momento, si, cartas del Excelentisimo Ayuntamiento, dela oficina de la luz, de la Direccidn de Trafico y hasta de la jefatura de Policia; pero la dltima carta afectuosa, esa que valoro especialmente, la recibi hace ya sesenta afios. Cuando eso, estaba yo en Venezuela, considerada por mi como mi segunda patria, ya la que usted debe considerar como la Republica hermana. En realidad, tanto una como otra son como para no olvidarlas jamas. Ya le dije que supe de su existencia por su paisano Gabriel Garcia Marquez. Pero en este relato, del que usted es parte importante hay para m{ un suspense y es que me gustaria saber qué pasé con el gallo por fin, si los amigos de su difunto hijo lo enfrentaron a otros gallos, si finalmente gané dinero con él, si mejoré su situacién econémica, que segin cuenta usted iba todos los viernes a ver si le notificaban la tan esperada pensién. Puedo comprender su decepcién cuando el cartero le decfa que no habia nada para usted. Por eso digo que tengo yo algunas cosas en comin y es que si recibia cartas, eran del Ayuntamiento, det seguro, o de tantos otros centros oficiales informando de préximos cobros o exigiendo pagos. Sé que estuvo usted bajo el mando del General Aureliano Buendia. Cuenta con todo espeto su paisano Gabriel que hicieron muchas revoluciones pero que ganaron muy ocas. Y era de esperar también que, por haber pasado tantos afios en ta lucha armada, se sintiera merecedor de una pensién. Hacla varios dias ya que no cogia el lapiz o la pluma, pues todo lo que escribo lo hago a mano. Aunque no lo crea usted, jams toqué una maquina de escribir. Y ahora que ya hay ordenadores 0 computadores en casa, aqui sigo yo aferrado a mis viejas costumbres, quién sabe si por incapacidad o por desidia incluso. Hoy, en las Islas Canarias, esté loviendo y tronando como nunca habia visto a pesar de mis ochenta afios ya. Aun con el dafio que las lluvias y tormentas puedan causar, para las Islas representan una bendicién pues aqui hay afios en que lluevé muy poco. En términos generales el suelo de las Isla esté dividido en parcelas mayores y menores, siendo estas dltimas las cultivadas por los pequefios agricultores. Coronel, jc6mo me gustaria que hiciera usted un viaje a estas preciosas Islas Canarias! Su belleza no se puede definir atin con las mejores palabras, ni con la mejor escritura. Hay que viviras, recorrerlas una por una. Ast {lo sintié Alexander von Humbolet cuando refriéndose aellas escribié: "Me voy com Idgrimas en los ojos quisiera quedarme {aqut para siempre’. Me cuenta todo esto un amigo. Y también le habran contado « usted sin duda, que Humboldt recorrié toda América, ‘i nombre, ¢ incluso un hotel del cerro de El Avila, nombre. que en Venezuela hay calles con su en Caracas se honra también con su CARTA AL CORONEL _ Y lo que creo que quiso reflejar Humboldt en su reflexién anterior es que a pesar de las bellezas encontradas en Venezuela, Colombia, y tantos otros paises del resto de América, era en las Islas Canarias en donde le habria gustado vivir. Razones para ello hay. O.a mi me lo parece. Historia Personal Como mi capacidad para la escritura no €5 mucha, no sé si le conté que yo estuve cuarenta aiios y nueve meses en Venezuel alli llegué con diecisiete afios, reconozco que con un elevado grado de ignorancia, algo légico también por razones de edad y cuando se ha vivido en un pequefio pueblo y en el que, en el afio cincuenta y dos, cuando me marché, no habia ain ni luz eléctrica; sin embargo Puedo afiadir que era muy feliz y me atrevo a decir que a veces la ignorancia tiene sus recompensas. Cuando legué a Venezuela me parecié que habla cambiado de mundo. Alli empecé a oir hablar de democracia, de libertad, de partidos politicos, de candidatos. Y es que estaban en campafia electoral. Adin recuerdo los nombres de los candidatos. Gobernaba en ese tiempo una Junta militar compuesta por Luis Felipe Liovera Pez, German Suaréz Flamerich y Marcos Pérez Jiménez. Coronel, todo esto debe saberlo usted puesto que para ese tiempo, mas o menos, debia de andar en las fuerzas armadas. Y por fin se realizaron las elecciones. Los candidatos eran: jévito Villalba, de Unién Republicana Democratica (URD), Rafael Caldera, de COPEI, y Marcos Pérez Jiménez, de Frente Electoral Independiente (FEI). Las elecciones las gané Jévito Villalba; pero se dice que Marcos Pérez Jiménez se las arregl6 para subirlo a un avién y enviarlo a algan sitio donde no lo estorbara en la reconstruccién de Venezuela. Asi, y poco a poco me fui acostumbrando a darme cuenta de lo que era dictadura y lo que era democracia, Mi decepci6n con la democracia De ninguna manera quisiera yo hacer apologia de un sistema ni de otro. Es mi postura Particular. Pero mi experiencia personal es que, bajo el mandato de la dictadura, el hombre o mujer que queria vivir en paz que se dedicaba a su trabajo o profesién, jamas tuvo problemas con las autoridades. ¥ fueron acho aftos de orden y progreso. Con respecto ala corrupcién que pudo haber, se sabe que es algo institucionalizado, herencia no digo de Quien, pero usted, como persona inteligente, creo que se lo imagina, Cry CARTA AL CORONEL En mil novecientos cincuenta y ocho murié en Venezuela la dictadura y nacié la democracia, Se produjo el cambio un veintiocho de enero. Llevaba yo ya seis afios en el pais durante los cuales ofa hablar constantemente de la “panacea” que era la democracia por el solo hecho de poder vivir en libertad, No hizo falta mucho tiempo para que esa libertad empezara a surtir efecto. Contrarios a la tan afiorada democracia, los partidos politicos hicieron sus pactos de no agresién, lo que llamaron Pacto de Punto Fijo, y que consistia en repartirse los cargos o instituciones. Para el ganador lo mejor y para el perdedor el resto. Quizds esté usted mas enterado de todo esto que yo. ‘Liegada de Hugo Chévez al poder Coronel, sabe usted mas que yo de los cuarenta afios de democracia, la que yo Particularmente tanto aborreci que la tuve que dejar por varias circunstancias, la primera Por seguridad personal y la segunda por seguridad econémica. Hoy bendigo el dia en que tomé tan acertada decisién. Me pregunto yo si todo esto no serén opiniones muy particulares m{as, Antes dije que la dictadura parié la democracia y la democracia parié algo que no es ni una cosa ni la otra. Yo personalmente no sé cémo Ilamarla, Que lastima de pals, que malos gobernantes ha tenido; Por qué sera que el sur es tan distinto del Norte. Me refiero a Estados Unidos y a Méjico, cuando no los separa una alambrada 0 un muro. A este respecto, me cuenta un amigo, que conoce la historia, la diferencia que existe entre las sociedades de un pais y otro, incluso cémo las mas altas autoridades, magistrados y notables, bebtan de la misma copa. Nunca pude imaginar una Asamblea més puramente democratica, conteniendo todo aquello que recogieron escritores e historiadores de la Antigua Grecia como ejemplos de costumbres de pueblos libres. En este mismo sentido, me cuenta mi amigo que ya el gran politico y humanista venezolano Francisco de Miranda se maravillaba de una sesién de un tribunal, abierta al piiblico ya la que él mismo pudo asistir. Estados Unidos y Centro y Sur de América Coronel, grande fue mi satisfaccién al conocer por mi amigo, el admirable sistema de la Constitucién Briténica! ¥ otra vez la certera reflexién de Francisco de Miranda, “Que Dias me perdone pero qué contraste con el sistema actuaimente en Espaita” Miranda no atribuiré las virtudes y prosperidad que observ6 en las sociedades norteamericanas a ningtin gobierno constituido. En su viaje de Filadelfia a Nueva Jersey, cbservando los paises, la prosperidad, el agradable aspecto, la fortaleza y el grado de desarrollo de la comunidad granjera, se le hizo muy dificil de tlerraen el cual no se levantara una casa, igualmente dificil encontrar a un hombre mal vestido © hambriento, enfermo o desempleado. Alli la tierra sigue estando dividida en Beauefias parcelas llamadas “granjas’. Y el resultado es que, aunque el terrens es erremadamente pobre y arenoso, se ha logrado una buena riqueza debido a que were CARTA AL CORONEL SS gobiernos independientes han sabido granjeros, irigir bien la cabeza y las manos de los diligentes Coronel, no sé si estos relatos le resuitan a usted aburridos o sin interés, El objetivo es mostrar lo diferente que son las sociedades ain estando muy cerca unas de otras. A mi mismo me costé entender toda esta historia antigua sabiendo la facilidad con que usted se enfrenta a las distintas formas de gobierno y de culturas, Mi amigo me siguié contando el viaje de Francisco de Miranda, Desde Nueva York continué hasta Nueva Inglaterra, deteniéndose en Providence Rhode Island, donde tuvo ocasién de anotar una de sus més importantes observaciones. Se trataba de una visita a una mina equipada con una especie de bomba para evacuar agua por evaporacién. Habja sido inventada y construida por un tal Mr. Joseph Brown. £1 cilindro es de hierro, Previamente fundido por el mismo Mr. Brown. Esa maquina permitfa bombear agua hacia fuera a trescientos pies bajo la superficie y a un ritmo de cien galones por minuto. ;Qué diferencia en el cardcter de las naciones! En Méjico 0 en cualquiera de nuestras colonias de Hispanoamérica no existe tal maquina, no hay nada que se pueda comparar. De este modo nuestras minas, ricas en oro y Plata, estén perdidas para nosotros. Aqui, sin embargo, tal méquina se inventa para extraer agua de una mina que s6lo produce hierro, En Massachusetts, un pequefio trozo de terreno les permite a las familias allmentarse, pagar impuestos y vivir bien y agradablemente més felices que los terratenientes poseedores de esclavos en las ricas minas y tierras fértiles de Méjico, Perd, Argentina, Caracas, y todo el mundo hispanoamericano. Estas sencillas verdades que Gescriben las razones de la prosperidad y poder de los Estados Unidos se ignoran actualmente, admitiendo la riqueza de una mitad del hemisferio y la pobreza del otro, explicada en este caso por la explotacién yanqui que es la que ha generado, supuestamente, su progreso y nuestra escasez, Espafta y sus gentes Coronel, me gustaria que todo esto lo interpretara usted como una vieja historia. Ante todo debo decirle que soy espafiol y amo a mi patria como debe ser. Espafia es ua pals maravilloso que hace que sea visitado por mas de sesenta millones de personas cada afio. Hay infinidad de factores que hacen que la gente buena que nos visita no se quiera mmarchar, sobre todo de las Islas Canarias, que son maravillosas. Son como siete perias 0 siete rosas, como dirfan poetas y compositores, Miamigo ya es una persona mayor pero ha lefdo mucho. Bs él quien me cuenta algo Ge historia contempordnea. Me habla de la emigracién canaria y de que en América, en Venezuela, preferian a los canarios mas que a los peninsulares y no los preferian por su intelectualidad o talento sino porque solian ser los que estaban més dispuestos a afrontar trabajos mis duros; yeso.a m{me consta que era asl ya que, como antes le dij, estuve casi cincuenta afios en Venezuela. or. CARTA AL CORONEL ———$ $$ —— @ Elcanario de ayer y el de hoy El Canario o el islefio de hoy no es el mismo que el de sesenta 0 setenta aftos atrés. El cambio que se ha producido es abismal, algo que yo mismo vivo y en lo que apenas creo. Es algo que me hace ver mi amigo, ademas de que yo mismo lo voy presenciando y comprendiendo que en lo relativo a este tema ya todo empieza a ser historia. @ Memoria hist6rica El concepto de memoria histérica lo usa mi amigo para referirse a los acontecimientos vividos en Espafia allé por mil novecientos treinta y tres, mas o menos. Coronel, quizés esto que le voy a contar lo sabe usted ya, admitiendo que no es ningGn secreto por tratarse de un trocito de la historia de Espafia. Lo que considera mi amigo que fue lo que condujo a la guerra civil espafiola se remonta a mil novecientos treinta y tres cuando el general Miguel Primo de Rivera -vividor, mujeriego y bebedor- organizé un pronunciamiento que sefialé e! fin de la monarquia constitucional. Y aunque Alfonso XIII permaneci, aquel gobierno era como una dictadura, con una clase baja embrutecida y mantenida en un estado de incertidumbre y con un clero corrupto dentro de una Iglesia desprovista de decencia y legitimidad, un ejército mandado por hombres, no s6lo ignorantes sino estapidos. Primo de Rivera era como los caudillos hispanoamericanos. Parece ser que se sentfa atraido por proyectos de desarrollo grandiosos. Me cuenta mi amigo que gast6 grandes cantidades de dinero en la Exposicién de Sevilla, como la Feria Internacional de mil novecientos cincuenta y cinco y cincuenta y seis organizada por Rafael Le6nidas Trujillo en Santo Domingo. También intenté reformar la cépula superior del ejército y la relacién de los oficiales respecto a los soldados era la més alta de Europa. Eso produjo su ruina porque los oficiales afectados elevaron sus protestas al Rey quien, descontento por la sombra que le hacta Primo de Rivera, se puso de parte de los militares. Aquél pasé sus tiltimos dias en Paris donde muri. Coronel, hacia dias que mi amigo no me entretenfa con cuestiones de memoria historica. Pero ahora, volviendo hacfa atrés, me recordé cémo los apoyos a Alfonso XIll se fueron debilitando a medida que se producian presiones para promover una Republica nueva que condujera al pals a un consenso nacional. Ya sin apoyo alguno, el rey abdicé el catorce de abril de mil novecientos treinta y uno, después de una votacién pro republicana alas elecciones municipales. Me habla también mi amigo de la Segunda Repitblica y de la guerra civil. Tiene una memoria prodigiosa; y creo que consulta algin libro pues a veces trae apuntes de todo lo que se vivié durante la guerra. Da gracias a Dios por haberse salvado, y de haberse librado de los frentes al estar en su puesto de ayudante de los oficiales. Coronel, espero que sepa perdonar mi escasa capacidad creativa y literaria, asi como mis torpezas. Gracias a mi amigo puedo dar estos detalles de la historia y de la 9-8 CARTA AL CORONEL eC idiosincrasia de una madre Patria que ain hoy quieren convertirla en pedazos en forma de Pequefias naciones. El espafiol y su idiosincrasia El espafiol ~ y aqui me incluyo yo- es distinto a otras personas. El que se cree Perfecto no necesita nada y no necesita a nadie. Es esta la razon por la que odia tanto la novedad y la innovacién. Aceptar algo del mundo exterior lo siente como una humillacién Pues para el verdadero espafol toda innovacién le parece francamente una ofensa Personal. Y es que ademés al espafiol no le es suficiente con tener el cielo garantizado sino que necesita garantizarse el infierno de su vecino. Coronel, seguimos hablando mi amigo y yo y me cuenta cosas que a mi me quedan grandes en términos literarios, si es que lo puedo decir asi. Dice que los factores determinantes en el desarrollo de las personas son las culturas. Curiosamente hay también quien interpreta este concepto como racista, alegando que todos somos iguales. La cultura se recibe, se transmite, se cambia; pero no los genes. Y no deja él de Feconocer que la cultura espaftola ha cambiado muchfsimo, y para bien, en los ultimos Cincuenta afios. Piensa él que si Espafia volviera a conquistar la influencia en la ensefianza seria otra. Volvimos a hablar de la Segunda Repiblica espafiola nacida en mil novecientos treinta y uno. Ambas murieron simplemente porque cada una estaba més alld de la capacidad politica de su pueblo. Y me cuenta de un partido politico, CEDA, que es la Confederacién Espafola de Derechas Autonomas. Era anatema para la izquierda. Entré en oalicién gubernamental en mil novecientos treinta y cuatro. Pero los dirigentes izquierdistas renunciaron a la Constitucién. No se ‘contentaron con declarar su oposicién al Programa de la derecha sino que se declararon contra las instituciones existentes en el Pals, instituciones que ellos mismos habfan creado. Cuando tres miembros de la CEDA fueron nombrados para cargos del Gobierno, el Primero de Octubre de mil novecientos treinta y cuatro, la izquierda respondié con la insurreccién proletaria més intensa y destructiva, jamés conocida en la historia de la Europa occidental. Y me dice mi amigo, que con la rebelién del treinta y cuatro la izquierda perdi6 toda la autoridad moral, que le quedaba para condenar la reb. novecientos treinta y tres. Antecedentes de la guerra civil espafiola, El gobierno de Franco El levantamiento desaté la violencia por todo el pals ya que las milicias landestinas que representaban a los grupos politicas salieron a la calle en medio de un aos total. Pero se convocaron luego elecciones para principios del treinta y seis y la iaquierda volvié al poder con una mayorfa sustancial. Coronel, diré usted que cual es el interés de todo esto. Y yo le repito que es parte de la memoria hist6rica o contemporénea que permite comprender por qué se desatan los conflictos internos de una nacién. 108 ARTA AL CORONEL Hace ya un par de dias que mi amigo, por estar “agripado”, no me cuenta las causas de lo que sucedi6. Y como dependo de él he tenido la escritura paralizada. Pero volveremos a retomarla sabiendo que el moderado Indalecio Prieto y el cada vez mas radical Largo Caballero compitieron por el control del partido socialista. Empujado por este diltimo, el gobierno adopté una politica cada vez més radical. Y me dice mi amigo, que la chispa de la guerra fue el asesinato del derechista José Calvo Sotelo, el doce de julio de mil novecientos treinta y seis, por parte de la policia republicana, De la guerra civil espafiola me cuenta que duré casi tres afios. Yo algo habia ofdo pues mi padre estuvo también en la guerra, una guerra muy costosa, calculando que murieron aproximadamente mas de seiscientos mil espafioles, muchos de ellos en condiciones de extrema violencia y crueldad, cometidos por ambos bandos y que todavia dominan los recuerdos del espaftol de hoy. No quiero ofender a nadie, pero a uno le viene a la mente que en ciertos aspectos los sucesos reflejan un cierto temperamento espafiol. Hubo sacerdotes que bendijeron los Peores fusilamientos, también hubo turbas que arrojaron a monjes y monjas a sus tumbas, Y en cuanto a dafios econémicos, yo siempre habia oido hablar del oro desaparecido. imigo me habla de mas de medio billén de délares en reservas. Por otro lado, habrfa que afiadir més de doscientos cincuenta mil casas destruidas y otras tantas dafiadas. Afiade, ademés, que se perdié el cincuenta por ciento de los ferrocarriles rodantes y un tercio del ganado. Coronel, lo mas probable es que ya conozca usted todo esto, o que le suceda como a ‘mi, que haya oido algo por aqui y por alld pero nada en concreto. Pero este amigo mio no slo vivi6 los hechos sino que ademas es un hombre al que le gusta mucho leer y sabe documentarse. Asi, me cuenta de los afios de Francisco Franco, I{der de los nacionalistas que heredé una nacién arruinada pero que atin asf supo manejar el pais con mano de hierro, especialmente durante sus primeros seis afios en el poder. Su retorica fue progresista y nacionalista, tratando de contener a Espafia en un molde socio-politico similar al de Inglaterra siglo y medio antes. Los Estatutos oficiales de la Espafia nacionalista manifiestan que el jefe del Estado asume la autoridad plena y absoluta y que slo debe responder por sus actos ante Dios y ante la Historia. Cuando Franco murié en mil novecientos setenta y cinco, Espafia era un pafs muy diferente al existente cuando se convirtié en caudillo, en mil novecientos treinta y seis. A pesar de su objetivo de crear un pafs con un Estado autoritario, decimonénico, Espafia habfa dado grandes zancadas y habia logrado grandes progresos hacia el modelo occidental. Atin asi, las divisiones, que tanto caos politico y derramamiento de sangre habfan ocasionado, seguian existiendo y contra ello hubo que luchar al tratar de constituir una democracia moderna. Y como consecuencia de ello, Coronel, el Rey Juan Carlos tuvo que hacer frente a un movimiento obrero radicalizado y a un sentimiento interno separatista en el Pais Vasco y en Catalufia. Sin olvidar tampoco a Ia institucién militar, donde algunos miembros continuaban consideréndose por encima de la ley. Sin embargo, la inteligencia y la politica eis CARTA AL CORONEL progresista desarrollada por el Primer Ministro de centro-derecha, Adolfo Suarez, logré mantener viva la democracia, a pesar de los episodios de violencia politica, laboral y el Separatismo con que hubo que convivir desde junio de mil novecientos setenta y seis hasta enero de mil novecientos ochenta y uno, cuando en condiciones econémicas adversas Adolfo Suarez, abandoné la escena politica Y con tales precedentes, algunos oficiales del ejército aprovecharon la oportunidad de la transferencia del mando a Leopoldo Calvo Sotelo para intentar un golpe que es abortado gracias a la brillante intervencién del Rey Juan Carlos. Luego, en una prueba importante de experimento democritico, el poder se transmitié con éxito, en mil novecientos ochenta y dos, a una coalicién de centro-izquierda bajo la direccién del socialista Felipe Gonzalez. Hasta aqu(, me ha contado mi amigo parte del inicio de lo que buenamente lamamos la historia de la nueva democracia, una historia que una gran mayorfa ya conocimos pero que seguimos considerando muy valiosa para analizar la idiosincrasia del pueblo espaiol. Me cuenta mi amigo ahora, sobre la imagen econémica de Espaiia. Comprendera usted que esto es parte de lo que todos debemos conocer; por lo tanto, seguro que ya lo conocia usted. Sin embargo, hay muchas cosas que yo ignoraba y sobre los que deseo documentarme después de viejo contando siempre con las ensefianzas de mi querido amigo. Cosas que sucedieron hace tanto tiempo, que estan pasando hoy, y que continuaran sucediendo porque asi somos nosotros. Coronel, quisiera yo ahora expresarle a usted mi concepto particular de Espaiia, mejor dicho, de nosotros los espafoles. Y es que a mi juicio, si nosotros no somos mas poderosos es debido a muchas razones que atin me las reservo, dejando lugar para la opinién de los demas, incluida la suya, y referida a lo que a continuacién voy a expresar. Espaiia esta relativamente bien dotada de recursos naturales. Es el segundo pais de Europa, después de Francia, en extensién, ademas de ser el de mds tierras cultivadas por persona. Las tierras de Espafia se encuentran entre las mas productivas del mundo; sin embargo, es cierto que muchas reas agricolas sufren la escasez de precipitaciones lo que lleva a migo a la conclusién de que en cada momento de la historia de Espaiia la emigracién se imponfa como primer objetivo nacional. Por otra parte, Espatia est4 dotada de una gran riqueza en recursos minerales. Produce grandes cantidades de hierro, carbén, cobre, plomo, mercurio, tungsteno, zinc, manganeso y azufre; pero, como el caso de la emigracién, las operaciones de mineria Tequerian eficaces esfuerzos colectivos con los que no siempre se podia contar, segiin mi opinién. Coronel, es l6gico pensar que coordinacién, prevencién y método eran condiciones indispensables para logar la prosperidad; pero eran precisamente estas condiciones las que el cardcter ibérico encontré mas repugnantes. En la misma raiz de la pobreza espafola existe un divorcio entre el hombre y el suelo, entre las energias individuales de los hombres y la disciplina requerida para el cultivo del suelo, Por lo tanto, los depésitos minerales espafoles, algunas veces olvidados y con mayor frecuencia cedidos a compafifas extranjeras de desarrollo, sélo han enriquecido a los accionistas foréneos y a unos pocos hombres de negocio espafoles. Pero atin més grave, Coronel, es la forma en que los mie CARTA AL CORONEL — recursos agricolas han sido dejados sin explotar. La deforestaci6n y el cultivo avaricioso, sin cuidar el futuro, y con ningun otro pensamiento que el beneficio inmediato, han abierto el camino a los azotes de la erosién. Todo esto, son opiniones particulares de mi amigo. Tanto él como yo nos sentimos espafioles hasta la médula pero también muy pero que muy, canarios. Ya anteriormente le dije que yo era de Tenerife. Y creo haberle dicho también que nos sentiamos distintos, tal vez por el hecho de haber nacido en Canarias. ¥ quizés, Coronel, habré oido usted aquella frase del gran libertador Simén Bolivar, en la que expresé: "Espafioles y Canarios, contad con la muerte atin siendo diferentes”. Una proclama que, pronunciada por Bolivar, merece ser aceptada, Y como una pequefia aclaracién, un poco al margen de la memoria histérica, quisiera ahora afiadir algo sobre el caracter del canario que lo diferencia del resto de los espaiioles, al menos en su actitud, No quiero decir que sea indolente o indiferente a los problemas de nuestras islas, al contrario. Hay un sentido critico y una conciencia de lo que sucede en un momento determinado. Hacemos comentarios, sabemos que las autoridades y los politicos, en quienes hemos depositado nuestra confianza, no siempre hacen lo que deberian hacer, Pero con todo, nuestra actitud es diferente, no sé si mejor, si mas pacifica. Muestra de ello es que en muy poco tiempo, en la Peninsula, se han producido mas de mil manifestaciones, algo desastroso. Pero dicen que eso forma parte de la democracia. Ya mi se me hace muy dificil entender que democracia sea atacar a las autoridades, quemar contenedores, romper cristales, atacar agencias 0 quemar coches. En Canarias, que yo ‘sepa, nunca se han vivido esos desagradables acontecimientos. ¥ en esto estoy de acuerdo ‘con mi amigo cuando habla de la idiosincrasia del Espafiol, nunca conforme con nada. Todo lo dicho anteriormente, me trae ahora a la mente lo que sucedia en Espafia en el afio mil novecientos treinta y seis. Y no sé si a eso se le puede llamar desobediencia civil © chantaje. 0 me das lo que quiero 0 quemo y rompo lo que dé la gana. Y si nos detienen las autoridades, hacemos otra manifestacién hasta que nos dejen en libertad. Y si nos tocan, los denunciamos. El caso es, Coronel, que a eso nos vamos acostumbrando y de ello hacemos una institucién. Ademés de que nos estamos convirtiendo en corruptos, en defraudadores, es decir en conseguir dinero de manera muy c6moda y faci © Expolio del Tesoro Espafiol Coronel, quisiera contarle a usted ahora algo relacionado con lo que sucedié hace lunos setenta afios, 0 quizds més. Me refiero al expolio 0 saqueo. Creo recordar que en paginas anteriores le hablé a usted de la desaparicion de medio bill6n de délares, cifra que pudo ser ain mayor considerando, como dice mi amigo, lo dificil que resulta calcular la enorme cantidad que los espafioles sustrajeron a la nacién espafola y esto, individualmente, sin desconfiar de la honradez de muchos de los nacidos en Espafia. Me cuenta mi amigo, y con todo detalle, cémo fue la desaparicién de ese tesoro. Y es que en los meses de septiembre y octubre de mil novecientos treinta y seis se produjo en Madrid, por parte de altos dirigentes de la nacién el mayor saqueo registrado en las paginas de la historia del siglo veinte. Parece ser que unos meses después del Alzamiento de Franco las dimensiones del expolio fueron tan grandes y el pillaje tan devastador que CARTA AL CORONEL __. Espatia quedé totalmente desvalijada y sin las reservas de oro, plata y piedras preciosas capaces de salvar mas tarde algiin crédito internacional y las mas apremiantes necesidades, E] hecho fue que cuando Franco entré en Madrid en abril de mil novecientos treinta y nueve los depdsitos del Banco Nacional estaban completamente vacios. Para comprender todo esto, hace falta recordar que, con bandera soviética, en el puerto de Cartagena tres buques de la flota naval rusa, el Kine, el Neve y el Volgoles, esperaban la llegada de un cargamento que el gobierno de Madrid despachaba a Mosct.. Porque parece ser que por un acuerdo firmado el veinticinco de octubre de mil novecientos treinta y seis se habian planificado las formas de transportes. Y me dice mi amigo que dentro de las bodegas de los buques se depositaron siete mil ochocientos cajas de oro, con un peso de quinientas ochenta y cinco toneladas, tesoro que fue entregado en la Unién Soviética por José Velasco y Arturo Candela, nombrados para esa misién y de los que posteriormente nunca mas se supo. Un mes mas tarde, el veintiséis de septiembre de mil novecientos treinta y seis, el buque Tramontana transportaba a Marsella, en un primer viaje doscientas cincuenta cajas de oro. En un segundo viaje, y procedentes del Banco de Espafia, se sacaron doscientas cajas més, de oro, ademas de otro envio posterior conteniendo setecientas cajas. Todo ello, sumando nuevos envios, supuso un total de mil novecientos treinta y ocho cajas de oro. Ya falta de comprobar su veracidad, Coronel, me dice mi amigo que los depésitos. Particulares, las joyas y los metales preciosos fueron llevados al Tesoro de la Catedral de Toledo y de El Escorial. Ese habria sido el destino de las joyas de su Alteza Real Dofia Eulalia de Borb6n, heredadas de su madre, Isabel II, y de un valor incalculable. Por otro lado, de la caja marcada con el ntimero ciento seis, propiedad del Marqués de Zahara, se Uevaron, por valor de varios millones en alhajas, una corona que habia pertenecido al Imperio de los Zares y un collar de ciento ochenta millones, propiedad del vizconde de EZQEVA. Todo ello sin contar con algunas millones de pesetas, sacados de las Cajas de Ahorros de los trabajadores, que tomaron como destino lugares como Paris, Méjico y otras capitales. También se ha documentado, Coronel, que con el oro llevado a Méjico en el buque los espafioles fundaron un Banco y otras instituciones de comercio. El gobierno del presidente mejicano Avila Camacho presté todo su apoyo a los exiliados y refugiados espajioles quienes, con el oro del pueblo espafiol lograron darse la gran vida en la capital mejicana. Y me cuenta mi amigo, que, segiin lo que ha lefdo, la travesia del Vita fue un tanto accidentada. Este buque, con bandera de Estados Unidos, era un buque fantasma, con tripulaci6n igualmente fantasma, Atracé en el puerto de Veracruz, el mismo dia siguié para Tampico, remonté el rio Panuco y en un puerto fluvial de interior desembarcé el Tesoro, bajo la supervisién del jefe del Estado Mayor, el general Lazaro Cardenas. Vemos asf, cmo el tesoro de Espafla, llevado a Méjico, cay6 definitivamente en poder del gobierno mejicano. Y afiade también mi amigo que Franco le ponia a Méjico y a Moscd, como condicién para reanudar las relaciones diplométicas, el compromiso de devolver todo el oro recibido. lan CARTA AL CORONEL waro de toda a historia de Espafa, organizado por un Y de este episodio, el m grupo de espaitoles sin escrupulos, da buena cuenta el escritor mejicano José Fuentes Mares quien en su libro “Historia de un conflicto o e! Tesoro del Vita” deja bien establecidas todas las incidencias de este desgraciada suceso para vergiienza irreparable de unos pocos. (José Fuentes Mares). © Constantes de la Historia Coronel, de toda esta historia, ocurrida hace mas de ochenta afios, mi amigo y yo tenemos la impresién de que todo se repite, con la tinica diferencia de que ahora no hay tesoras para llevar de una nacién a otra. Y que al vivir en una democracia el lenguaje también ha cambiado, calificado de imputados a los que se han aprovechado de lo que no Jes pertenece y han terminado en la cdrcel. Cree usted, Coronel, que devolverdn algun dfa Jo que no les pertenece? En otro sentido, mucho de lo que hoy sucede en la calle me hace recordar el afio treinta y cinco y treinta y seis del siglo pasado, cuando todo eran manifestaciones y huelgas por cualquier cosa, algo que en muchos casos me sigue pareciendo una desabediencia civil. Esta idea la comparto con mi amigo, al que yo quiero reconocerle la ‘sabéduria del viejo que ya ha vivido. No sé si estaremos en lo cierto o si mas bien nos ‘cuesta comprender los planteamientos de la democracia que van siendo deformados por el ‘mal uso que con frecuencia observamos. Con todo respeto, me gustaria poder decirle a usted que para mf las democracias ‘no #0n la panacea de los pueblos, seguramente por la dificultad de conseguir que cada Gudadano, y de forma libre, consciente y voluntaria, tenga presente cudles son sus derechos y sus deberes dentro de la comunidad y en cualquier situacién. Muy buena educacién haria falta para eliminar el triste espectéculo al que desgraciadamente nos hemos tenido que ir acostumbrando, en una sociedad como la actual donde se confunden Nowrtad y libertinaje, donde las leyes no se respetan, donde no se respeta a la autoridad, sin olvidar tampoco los comportamientos de esas mismas autoridades, en muchos casos. poco dignos de ser imitados. No es buen presidente el que declara en su toma de posesién: “Si mis bijos tuvieran hambre yo robaria". De él se espera, al contrario, que indague en las. ausas de las desigualdades para ponerles remedio y garantizar el sustento de sus Gludadanos, de manera legal y digna. Pero por encima de mis juicios, posiblemente erréneos en muchos aspects, su opinién al respecto, me serfa muy valiosa. © Sersimiento de la unidad de Espafia Sin querer desviarme mucho, si querla expresarle a usted que me siento muy ongulloso de ser Espattol, como también le sucede a una gran mayorfa, ala gran mayoria de cludadanos espatoles. Y en consecuencia con este sentimiento personal, ya podra usted comprender cémo me apena esa minorla, separatista de coraz6n y tratando de lograr su propio reino si pudiera, y eso dentro de una Espata que el mundo entero Auisiera para vivir aunque fuera por unos dias. La mejor prueba es que en poco tiempo nos han visitado més de sesenta millunes de turistas. wien CARTA AL CORONEL @ Invitacin al Coronel a conocer nuestras Islas Coronel, le ruego a usted que todo lo que le he dicho hasta ahora no lo interprete como literatura sino como algo cuya intencién es comunicarme con usted como si estuviera dialogando, Tengo especial interés en recodarle a usted que atin sigue en pie mi invitacién a venir a Espaiia, o mejor dicho, a las Islas Canarias, que es donde actualmente resido. jCuanto me gustarfa que nos visitara y que conociera un parafso recién descubierto por el mundo entero! Supongo que ha debido usted oir hablar de los islefios 0 Canarios; obviamente debe usted haberlos conocido ya que fueron ellos, después de la conquista, los primeros pobladores de la Gran Colombia. Y hasta se me ocurre pensar que quizds usted, © sus antepasados descienden de Canarios. Lo que ocurre es que por desidia o abandono se llegan a perder las raices y con ello acabamos por archivar nuestra identidad. Por eso, Coronel, me atrevo a repetirle que me gustaria que algin dia nos visitara y juntos encontrariamos las raices del arbol que le dio la vida. Yo soy del sur de Tenerife, de un pintoresco y hermoso valle, un premio de la geografia que como “valleros” deberiamos agradecer. Pertenece al municipio de Arona, cuyas dependencias oficiales se reparten entre Arona, Los Cristianos y Playa de las Américas, y cuyos lugares debemos visitar cuando necesitamos realizar cualquier tramite de cardcter legal. En mi deseo de verlo a usted por estas tierras, ;c6mo me gustaria tener la capacidad de saber describir nuestras bellezas! Pero no la tengo y con mis escasas palabras muy poco puedo decirle, més bien tendria usted que vivirlo. Y si a pesar de mis limitaciones, si me atrevo a escribirle es porque su compatriota Gabriel Garcia Marquez dijo, no sé por qué, que a usted nadie le escribla. ¥ llegado a este punto, puedo asegurarle a usted que, si eso lo hubiera dicho yo, nadie me habrfa hecho caso pero que viniendo de un personaje de la literatura, y ademas Premio Nobel, ya son palabras mayores. Quiero decir con esto que ya es usted famoso en més de medio mundo, aparte de que, siendo usted un oficial que luché tantos afios a las érdenes del general Aureliano Buendia, se nos haria muy dificil pensar que hubiera habido por su parte intencién de presentarlo a usted como un oficial derrotado o marginado. @ Onganizaci6n del recorrido del Coronel en nuestra isla de Tenerife Coronel, mil veces le pediria perdén por dirigirme a usted con tanta tonterfa. Por eso me gustaria que si esta “Carta” Ilegara algiin dia a sus manos se diera cuenta de mi escasa capacidad literaria y fuera indulgente con mis grandes limitaciones. Siendo yo, consciente de ello, una misma idea me acompafia siempre y es lo feliz que me habria hecho haber estudiado. Algo que por circunstancias ajenas a mi voluntad no pudo ser y que s6lo me permite ser capaz de escribir cartas con palabras sencillas a gente sencilla. Espero, que no decline usted mi invitacién. Mi residencia no es muy grande pero segiin su paisano tampoco la suya es muy espaciosa ni muy lujosa, lo que me hace pensar que podré usted pasar algunos dias en mi casa, admitiendo también que podria gustarle a & 16% CARTA AL CORONEL usted, durante su estancia en esta bella isla, alojarse en alguno de los lujosos hoteles de Los Cristianos o de Playa de las Américas. Pensando ya en la realidad del viaje, al llegar usted al Aeropuerto Reina Sofa, ya lo estaria yo esperando para conducirlo a lugar que usted eligiese y poniéndome a sus 6rdenes incondicionalmente. Dentro de un plan todavia imaginario, me gustarfa que comenzara por visitar usted mi pintoresco Valle. Para ello saldriamos de Playa de las Américas, pasarfamos por el Mojén, Chayofa, La Camella, Roque del Viento, la Florida, la Cruz.del Guanche, hasta entrar Por ultimo en el Valle de San Lorenzo. Aqui recorreriamos sus pintorescas calles, donde la mayorfa de las casas son del siglo pasado y en un estilo que le resultarfa a usted familiar admitiendo que algin Canario haya introducido nuestra forma de construir en su mismo pueblo. Hago esta suposicién después de recordar la participacién de los Canarios 0 Islefios en la conquista, si se puede llamar asf, del noble pueblo de la Gran Colombia. La salida del Valle de San Lorenzo, Coronel, la harfamos por el gran Roque de Jama. Las tltimas casas estén en la subida a la Fuente. Siguiendo por la carretera general se Hega a la Centinela, que es un mirador con un lujoso restaurante y desde donde se pueden contemplar cuatro municipios. Es un atractivo que retine todos los dias a un gran ntimero de turistas. Coronel, no deberia adelantarme a describirle a usted tanta belleza. Pero espero que sepa usted comprender toda la emocién que para mf significa poder recibirlo en mi tierra. Del Mirador de la Centinela tomaremos la direccién del caserfo de Jama, del pueblo de La Escalona y de los Llanos de Trebejo en cuyas Bodegas Reverdn podremos degustar uno mT CARTA AL CORONEL eT de los mejores vinos del sur de Tenerife, cosechado en todas sus cercania - Trebejo 0 los Llanos. Hay también otros vifiedos en un sector muy cercano que llaman Los Calvaritos y donde me atreveria a decir que la calidad de sus vinos no ha sido aiin superada. Algunos de esos vifiedos son de unos amigos mios: Suso, Berto, José Luis, Leoncio.. Coronel, ;Cémo me gustaria que algiin dia pudiera vivir usted esto que ahora le estoy contando! Y que hiciera acto de presencia en el pueblo més alto de Espafia: Vilaflor de Chasna. Las calles de este acogedor pueblo, en primavera, parecen un jardin, donde destaca una gran variedad de rosas y bellos ejemplares de tajinaste, antes de llegar al majestuoso Teide. Estoy seguro que no se irfa usted de ese pintoresco lugar sin visitar esas bodegas y degustar esos selectos vinos de la zona de los Calvaritos, acompafiados de los deliciosos dulces artesanales de Chasna. Y para un prometedor descanso, Coronel, pasariamos la noche en Casa Chicho, disfrutando de la tranquilidad de un pequefio hotel rural y de sus servicios. Desde muy temprano, saldriamos hacia el Teide, pasando por Pino Gordo, Pinalito, Las Lajas, después de haber contemplado un Paisaje Lunar (nico en el mundo. Llegado a este punto, Coronel, vuelvo a sentir mi gran incapacidad para describir tanta belleza. Por eso me permito repetirle una y otra vez que no puede usted dejar de visitar este paraiso. Y siguiendo nuestro itinerario, llegariamos a Boca Tauce y entrarfamos en el gran Valle de Ucanca, tinico en el mundo por sus retamas. Alli se encuentran y se pueden admirar sus inigualables azulejos, el Parador de Turismo y el teleférico. Ni he visitado el Parador ni he subido al teleférico, se lo confieso a usted. Pero serfa un honor compartir con usted tan cémodo alojamiento y tan bello ascenso mecénico. Se lo digo a usted, porque también seria fantastico subir a pie por Montafia Blanca. Me dicen los que ya han subido que incluso hay una estancia donde se puede descansar, Altavista, en otros tiempos estancia de los Ingleses 0 los Alemanes que al parecer solian desviarse un poco para visitar la Cueva de Hielo. Todo esto parece un suefio. Yo ya pasé los ochenta afios y usted mismo debe de andar muy cerca de esa edad. Con esa realidad creo que lo aconsejable seria subir al Pico del Teide en el teleférico y admirar desde allf la belleza del resto de las islas. 18h CARTA AL CORONEL. No quisiera tampoco dejar de decirle a usted, Coronel, con qué ilusién: busco el momento adecuado para escribirle a usted algunas Ifneas, Comprendo que la cartita es un Poco larga y quie el tempo se nos va acortando a mi para eseribirla y a usted para leerla. Es verdad que me gustaria tener la capacidad de poder hacer esto haciendo uso de las nuevas tecnologias. Quizas deié pasar el tren y me quedé atrds, asi quiero resumirlo yo pues creo que con lamentarme no lograria nada, Y continuamos nuestro posible itinerario. Después de haber subido ai Teide y de haber admirado el jardin de las siete rosas, como se suele decir, continuaremos el viaje hacia el bellisimo Valle de la Orotava donde tendremos ocasién de visitar la interesante muestra del Jardin Boténico y del Loro Parque. Pero quizs lo més interesante para un latino americano, sobre todo si es venezolano, seria visitar la casa del general y precursor de la independencia de Venezuela, Francisco de Miranda. Esta casa se encuentra en el Puerto de la Cruz en perfecto estado de restauracién y considerado como Bien de Interés Cultural, Y haciendo un paréntesis dentro de la historia de Venezuela o memoria histérica, como hoy se suele decir, habria que detenerse un poco a recordar lo que sobre el ilustre Francisco de Miranda me ha contado mi amigo. Ya anteriormente hablamos hablado de su viaje a Estado Unidos. Ahora sé ademas que este gran hombre fue traicionado por un amigo al que le hacia sombra y que querfa para él ocupar el lugar de comandante y Jefe del eiército, Sabido es, Coronel, que Francisco de Miranda era hijo de una familia algo acomodada, de origen canario, y que huérfano muy pronto de padre y madre quedé al cuidado de su familia. Se dice que tuvo una infancia algo descuidada. Sea como fuese, a los catorce afios lo enviaron a estudiar a Espafia. En ese tiempo, y en plena adolescencia ya pudo él admirar todo el esplendor de la Corte teniendo en cuenta que su rico patrimonio de cuna -as{ me lo cuenta mi amigo- y su riqueza le facilitaron el contacto y la comunicacién con gentes de la alta sociedad. Es evidente que las circunstancias de esa posicion social lo hicieron un hombre feliz. Y habiendo pasado a Francia, donde también entra en contacto con gente de la alta sociedad, es testigo presencial de parte de la Revolucién. Con todas esas vivencias personales no parece ilégico pensar que el joven Francisco de Miranda sofara con ser el Napoledn de su Patria, y con aprovechar igualmente el lado placentero de la vida. En este sentido habria que recordar el comentario de un general, jefe de Estado Mayor, quien en ‘sus memorias alude a lo mucho que Francisco de Miranda se habia divertido durante su estancia en Francia. Pero al margen de anécdotas personales, Coronel, de sobra conoce usted el valor de sus ideas independentistas dentro del proceso de la “Emancipacién Americana”, continuado por su sucesor Simén Bolivar. La entrega de Francisco de Miranda a los Realistas Continuando con la figura de Francisco de Miranda, me dice mi amigo que las Personas son lo que los historiadores quieren que sean. Y es eso lo que explica que para algunos el “Libertador” o el “Precursor” es uno y para otros es algo mas. Me sigue contando mi amigo que Miranda no participé en los primeros momentos cuando se estaba 198 CARTA AL CORONEL — ya gestando la independencia de Venezuela, a pesar de los suefios napoleénicos que habia desarrollado en Francia, De vuelta de Espafia, ya en Caracas, parece ser que era amigo del Capitan General y obtiene el grado de Coronel de Milicias, primer titulo que le daba la Revolucién. El gobierno lo envié mas tarde a Londres en compafifa del Doctor Luis Lépez Méndez, en misién diplomatic. Y se cree que a lo que realmente aspiraba Miranda era a la carrera diplomatica, dentro de sus suefios de Megar a ser el Napoledn de América. En Londres solo estuvo unos cuantos meses, Al volver a Caracas se le concede el grado de General del ejército. Y el General Miranda, que ya era su amigo, le dio el mando a Simén Bolivar como Coronel al frente de las fuerzas revolucionarias 0 independentistas. Y fue asi como éste le pagé a su amigo Francisco de Miranda todo lo que habia hecho por él, entregdndolo al General Monteverde, Comandante del ejército Realista, y enviandolo a la prisién de Cadiz para encerrarlo en el Castillo de San Carlos. A principios de enero de 1814 estuvo encerrado en un calabozo del fuerte de Las Cuatro Torres en el arsenal de La Carraca, cerca de Cadiz. Aislado del mundo exterior, sélo recibié noticias y alguna pequefia ayuda de sus viejos amigos. Y asistido solo por su criado, Pedro José Morén, muri6, después de una larga agonia, en la madrugada de 14 de julio de 1816. ®@ Siméo Bolfvar ‘Simén Bolivar fue el sucesor de Francisco de Miranda, a quien ‘sustituy6 como General en jefe. Los amigos de Bolivar, los defensores de su causa, le reconocen talento, elocuencia y perseverancia pero todos le niegan valor, conoci costumbres. Como muestra de ello se dice, Coronel, que aunque tenia valiosas fincas, entre ellas una con mil doscientos esclavos, debla grandes cantidades de dinero y en particular a Ja Hacienda Pablica. Al heredar ademés una inmensa fortuna, sus estancias en Paris y otras ciudades europeas eran para él la ocasin de permitirse grandes derroches y grandes lujos. Por lo demas es sabido que Bolivar no recibié ningin agravio por parte del Gobierno ni de tos Espafioles a pesar de haberse distinguido por sus actos de crueldad con ellos, debido a su cardcter ambicioso y cobarde. Fue él el que entreg6 a Francisco de Miranda al enemigo, el que mand6 fusilar al General Manuel Francisco Piar, probablemente, segin mi amigo, porque le hacia sombra. Y el que disfrutaba, segiin los mismos historiadores hispanoamericanos, con hacer morir a los hombres por el sélo placer de disponer luego de sus esposas, hijas o familia de las victimas, Por ello no es de extraflar que también mandara asesinar a cientos de infelices prisioneros de guerra e incluso a los sospechosos de Venezuela y Colombia, Por todo lo dicho, sus admiradores y simpatizantes, los que lo siguen reconociendo como el hombre més grande de América, le podrén levantar estatuas, podrén incluso escribir libros en su honor pero no podrén nunca negar los evidentes hechos que la historia ha consignado respecto a su persona. Tampoco serd facil olvidar, Coronel, los

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