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SEGUNDO SEMESTRE

Apellidos y Nombres

Guevara Arroyo Edar Joas

Fecha

04/11/2023

Carrera

Administración de Empresas

Catedra

Legislaciòn Mercantil y Compañias

Tema

Analizar contenidos e identificar el derecho social, conceptualizar los deberes


recaudatorios de tributos, e identificar los tipos de relaciones contractuales empresarial
y mercantil.

Catedratico/a

Ing. José Cortez

Correo Institucinal

edar.guevara.arroyo@utelvt.edu.ec

Celular

0994289345
4.1. - ¿Qué son los Tributos?
En el ámbito económico, el tributo es entendido como un tipo de aportación que
todos los ciudadanos deben pagar al Estado para que este los redistribuya de
manera equitativa o de acuerdo a las necesidades del momento. Conocer qué
son los impuestos, contribuciones y tasas, cuándo y por qué se pagan, y tener
una adecuada planificación fiscal es importante para mejorar la salud
financiera de empresas y familias.
Una figura que resulta clave en la comprensión del concepto de tributo es
el hecho imponible. En este contexto, se trata de la circunstancia o presupuesto
de hecho (de naturaleza jurídica o económica), fijado por la ley para configurar
cada tributo, cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria
principal. Es decir, el pago del tributo. Por ejemplo, la obtención de renta es el
hecho imponible en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
(IRPF) o la posesión de un bien inmueble el del Impuesto de Bienes Inmuebles
(IBI).

Qué son los impuestos: tipos y ejemplos


Según la Ley General Tributaria, los impuestos son tributos exigidos sin
contraprestación. Su hecho imponible está constituido por negocios, actos o
hechos de naturaleza jurídica o económica que ponen de manifiesto la
capacidad económica del sujeto pasivo como consecuencia de la riqueza que
posee (patrimonio), de los ingresos que obtiene (renta) o de los consumos que
realiza.
Se pueden realizar diversas clasificaciones de los impuestos, por ejemplo, se
pueden clasificar en:

 Directos Son aquellos impuestos que gravan directamente la riqueza de


las personas o empresas. Por ejemplo, impuesto sobre la renta, o
sociedades, o impuesto al patrimonio, entre otros.
 Indirectos: Son aquellos que se aplican a bienes y servicios y por tanto
afectan de forma indirecta a la riqueza de las personas. El más conocido
es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
También podrían clasificarse en:

 Personales: Hablamos de un tipo de tributo que tiene que tiene en


cuenta las circunstancias personales. El más conocido es el Impuesto
sobre la renta de las personas físicas o el de sociedades.
 Reales: Son aquellos que no están relacionados con las circunstancias
personales. En estos, lo importante es que la persona realiza un hecho
que va a ser gravado con un tributo. Con independencia de condiciones
familiares o de edad.
Por último:

 Objetivos (no tienen en cuenta las circunstancias personales del


contribuyente) y subjetivos (la tienen en cuenta).
 Periódicos (se pagan más de una vez en el tiempo) y
en instantáneos (se pagan una vez por unos hechos).

Contribuciones especiales: obtención de un beneficio


Otro tipo de tributos son las contribuciones especiales, cuyo hecho imponible
consiste en la obtención por el sujeto pasivo de un beneficio, un aumento de
valor de sus bienes por la realización de obras públicas, el establecimiento o
ampliación de servicios públicos. Es decir, se trata de tributos (pagos a la
administración) que se hacen porque se ha recibido una contraprestación,
siendo ésta la mayor diferencia que hay con los impuestos. Ejemplo de ello
podría ser una parada de metro que revalorice un terreno, el asfaltado de una
calle o la construcción de una plaza ya que se trata de una actuación pública
dirigida a satisfacer una necesidad colectiva. Asimismo, los ingresos
recaudados han de dedicarse a sufragar los gastos de la obra o servicio que
han hecho exigir la obra.

Tasas: solo se paga si se usa un servicio público


Por último, las tasas. La Ley General Tributaria, en su artículo 2.2, letra a),
define las tasas como "los tributos cuyo hecho imponible consiste en la
utilización privativa o el aprovechamiento especial del dominio público, la
prestación de servicios o la realización de actividades en régimen de derecho
público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado
tributario, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción
voluntaria para los obligados tributarios o no se presten o realicen por el sector
privado".
Existen varios tipos de tasas:

 Las tasas estatales: Aplicadas por el Gobierno central por servicios que
se prestan desde el Gobierno nacional.
 Tasas autonómicas: Al igual que las estatales, tasas que aplica el
Gobierno, pero en este caso de la comunidad autónoma o la región
correspondiente.
 Las tasas locales: De igual forma, hablamos de una tasa aplicada por
los ayuntamientos.
 Tasa administrativa: Aquella tasa que debe abonarse por el uso de un
servicio público. Por ejemplo, por la expedición del D
¿Qué son los gastos deducibles y qué tipos existen?
Todo contribuyente está obligado a pagar impuestos, pero también tiene
derecho a restar determinadas salidas de ingresos en su declaración, los
llamados gastos deducibles.
Algunos tipos de tasas serían, por ejemplo, el abastecimiento de agua, un vado
permanente, o unas tasas judiciales. Cabe destacar en este punto que la tasa
no es un impuesto, sino el pago que una persona realiza por la utilización de un
servicio, por tanto, si el servicio no es utilizado, no existe la obligación de
pagar.
El estudio de los tributos no resulta importante sólo para aquellos interesados
en su salud financiera, sino que también sirve para comprender muchas de las
decisiones que se toman desde el ente público, en el que la financiación
depende de manera casi exclusiva de lo que recauda con estos tributos. Por
otro lado, entender el tipo de tributo que se está pagando ayuda al ciudadano
a entender por qué la administración lo está cobrando y cuánto deberá pagar
por el mismo.
¿Qué son los tributos?
Los tributos se pueden clasificar en tasas, contribuciones especiales e
impuestos.
Las tasas son los tributos que se pagan por la utilización, para beneficio
particular, de un bien público como, por ejemplo, la tasa que se pagan en los
bares por tener una terraza en la calle en verano o la tasa para renovar el DNI.
Las contribuciones especiales son los tributos cuyo hecho imponible consiste
en la obtención por el obligado tributario de un beneficio o de un aumento de
valor de sus bienes, como consecuencia de la realización de obras públicas o
del establecimiento o ampliación de servicios públicos.
Los impuestos son los tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho
imponible está constituido por negocios, actos o hechos que ponen de
manifiesto la capacidad económica del contribuyente, por
ejemplo, IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas), IVA (impuesto
sobre el valor añadido), etc.
Los tributos son la mayor fuente de ingresos de los Estados actuales, por lo
que se usan para financiar las actividades del estado y también se usan para
financiar prestaciones por desempleo, inversión de escuelas públicas, etc.
También tenemos los impuestos estatales, que son recaudados por la
administración central: IRPF, IVA, IS y los impuestos locales, como IBI
(impuesto sobre bienes inmuebles), IAE (impuesto sobre actividades
económicas), IVTM (impuesto sobre vehículos de tracción mecánica) y los
impuestos autonómicos como IP, ITP y AJD y el ISD.
Los tributos provienen de la propia esencia de la historia de la sociedad, ya que
están desde el principio de la creación de las comunidades en la tierra porque
que suelen ser para mejorar el conjunto de esta. Si quieres conocer más de
este tipo de términos no dejes de visitar nuestro glosario.
¿Para qué sirven los tributos?

Las administraciones estatales necesitan dinero para poner en marcha sus


planes de gobierno, para mantener las infraestructuras públicas en buen
estado, para realizar contrataciones de servicios públicos, para hacer
dotaciones presupuestarias destinadas a pensiones, subsidios, impulso al
emprendimiento… Todo ese dinero sale del bolsillo del contribuyente, y llega al
Estado mediante la recaudación tributaria.
Tipos de tributos

Impuestos
Los impuestos no tienen una contraprestación establecida, son una clase de
tributo en el que el contribuyente no tiene por qué saber en qué será gastado el
dinero. La recaudación se realiza de forma masiva por parte de la
Administración para, posteriormente, realizar los gastos pertinentes según su
propio criterio.
El Estado determina una serie de hechos imponibles, esto es, situaciones
susceptibles de generar un impuesto, así como los criterios que determinan la
cuantía económica de dicho impuesto. Si la normativa no recoge algún hecho
imponible, se dice que tal hecho no está sujeto a tributación.
Además, los impuestos pueden ser directos o indirectos. Los directos son
aplicados según la capacidad económica del contribuyente (IRPF, Impuesto de
Sociedades, Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Impuesto sobre el
Patrimonio), mientras que los indirectos se aplican en los bienes de consumo
(IVA, Transmisiones Patrimoniales, impuestos especiales) y no se calculan con
respecto a las rentas del ciudadano.
Tasas
Las tasas son un tipo de tributo que consiste en pagar por un servicio público
en concreto. El ciudadano, para acceder a algún trámite gestionado por
entidades públicas, paga un dinero a cambio de recibir dicho servicio.
La definición de las tasas públicas se suele hacer de forma anual en
los Presupuestos Generales del Estado. Tales servicios pueden ser la
homologación de un título académico, el registro de una sociedad mercantil o la
inscripción de una patente o marca registrada. Lo que distingue a una tasa de
un impuesto es que el ciudadano percibe una contraprestación directa en el
momento del pago.
Precios públicos
Los precios públicos constituyen el pago por un servicio público donde
también existe una alternativa privada. Son similares a las tasas, salvo porque
en aquellos casos no existe ninguna entidad del sector privado que pueda
proporcionar el mismo servicio.
El otro factor que caracteriza a los precios públicos, y que debe concurrir con la
no existencia de alternativa privada para la prestación del servicio, es que los
servicios sean de recepción o solicitud voluntaria por parte de los ciudadanos.
Algunos ejemplos de precios públicos que podemos dar para explicar esta
diferencia es el pago por entrar a un polideportivo municipal o a una piscina
pública. No están sujetos a precios públicos servicios como el abastecimiento
de agua en fuentes públicas, la Protección Civil, limpieza de la vía pública,
enseñanza obligatoria, alumbrado y vigilancia.

Contribución
La contribución es un tributo que grava los beneficios que un contribuyente
obtendría como resultado de la revalorización de bienes de su propiedad como
consecuencia de una actuación pública.
Por ejemplo, las plusvalías son un buen ejemplo de contribuciones. Un
inmueble puede haber incrementado su valor con los años porque el Estado
haya construido infraestructuras públicas relevantes a su alrededor.
Características de los tributos

1. Los tributos están legalmente reconocidos, es decir, existen textos


legales vinculantes que recogen el reglamento aplicable detallado de
cada tributo.
2. Los tributos no tienen carácter opcional, sino obligatorio. La propia
normativa tributaria recoge los supuestos de exención: si un ciudadano
no cumple los requisitos para ser eximido de pagar un tributo, se
convierte en un obligado tributario.
3. Los tributos son exigibles, lo que significa que la Administración puede
sancionar al contribuyente si no paga sus tributos.
4. Los tributos tienen carácter ordinario, es decir, se cobran regularmente.
5. Los tributos se satisfacen mediante dinero, no mediante prestaciones o
trueques de otros bienes y servicios.
6. Los tributos son contributivos, esto es, sirven para dotar de recursos al
Estado para que ponga en marcha sus políticas económicas o financie
sus actividades.

Estrictamente hablando, los ciudadanos deberían beneficiarse de forma directa


o indirecta de tales actividades, es decir, que los tributos recaudados por la
Administración repercutan en el bienestar de los contribuyentes. No en vano,
las políticas que lleva a cabo un gobierno siempre tienen (sobre el papel) el
objeto de mejorar la sociedad desde unas u otras perspectivas.

4.2. - ¿Que son los Impuestos?


¿Qué son los impuestos? ¿Por qué y para qué se pagan?
Los impuestos son tributos o cargas que los ciudadanos están obligados a
pagar como consecuencia de determinados hechos, actos o negocios sin que
exista una contraprestación directa por su pago. Son necesarios para sostener
el Estado del bienestar. Dado que suponen un gasto para empresas y familias,
la planificación fiscal es fundamental para mantener una buena salud
financiera, tanto en el ámbito personal como empresarial, y poder hacer frente
a su pago.

¿Por qué debemos pagar tributos?


Finanzas Personales

Cómo tributar si se trabaja en el extranjero


Desde hace unos años ha crecido el número de españoles que trabajan en el
extranjero. El hecho de que dichos trabajadores desempeñen su profesión
fuera de las fronteras nacionales tiene una serie de implicaciones entre las que
destaca la fiscal ¿Deben tributar en el país de destino o por el contrario su
posible condición de residentes en España les obliga a pagar sus impuestos en
su país de origen?
Aunque parezca obvio, el primer paso para pagar tributos es que estos
impuestos existan previamente. El que tiene la capacidad para establecer
tributos es el Estado. Las constituciones de los diferentes países suelen
reconocer una obligación de todos los ciudadanos de contribuir al
sostenimiento de los gastos públicos y la potestad del Estado para crear
tributos.
En los estados modernos existen diversos niveles de descentralización. Por
ejemplo, en España hay otras administraciones además de la central.
Existen comunidades autónomas y entidades locales, como municipios y
diputaciones provinciales. En cada país suelen existir unas normas para
delimitar la competencia en las diversas potestades relacionadas con los
tributos.
Clarificada la competencia de cada nivel, para que el Estado pueda exigir
impuestos y otros tributos lo primero es establecerlos. Es decir, el Estado debe
concretar esa obligación, que solo se puede establecer mediante una ley
aprobada por el Parlamento (en el caso español, el nacional o los
autonómicos).
Pero la complejidad de la vida moderna hace que solamente con la ley, sea
muy complicado determinar cómo se tienen que exigir los tributos.
Normalmente la ley prevé su propio desarrollo por unas normas aprobadas por
el Gobierno, que dispone de los medios materiales y humanos para entrar en
detalles de carácter más técnico y que escapan a las posibilidades de los
representantes parlamentarios elegidos por los ciudadanos.

El papel de las leyes


Dentro de la ley se establece una pieza clave que se denomina hecho
imponible. Se trata de un hecho que, una vez realizado, genera el nacimiento
de la obligación del pago del tributo. Es decir, algunos de los hechos del
ciudadano generan la obligación de pagar impuestos, o cualquier otro tributo.
Los hechos imponibles pueden ser de diverso tipo. Por ejemplo, en el caso de
los impuestos sobre la renta (IRPF en España o IRS en México) esta obligación
surge de la obtención una renta por parte del contribuyente.
Pero una cosa es que surja esa obligación y otra cosa es que se pague. Puede
haber personas que decidan que no van a pagar impuestos. Por ello, la ley
prevé mecanismos para evitar que los ciudadanos dejen de pagar los
tributos que les corresponda. Una vez clarificado lo que debe ser según la ley,
el contribuyente debe cumplir con lo que dicta la Administración. Pero, no
obstante, puede discrepar. Existen mecanismos para ello. Se pueden plantear
diversos tipos de recursos ante la Administración y, después, ante la justicia.
Impuestos

ITP, AJD e IVA: los impuestos de las viviendas que debes conocer si vas a
comprar casa en España
El AJD, ITP e IVA son tres impuestos que gravan la adquisición de una
vivienda. El AJD (Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados) grava los
documentos notariales, mercantiles y administrativos. El ITP (Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales) se aplica cuando hay una transmisión o venta de
bienes entre particulares o se constituyen derechos reales, préstamos, fianzas,
arrendamientos, pensiones y determinadas concesiones administrativas. Y el
IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) grava el intercambio de bienes y
servicios.

¿Para qué establece el Estado la obligación de pagar tributos?


La primera razón es el sostenimiento de los gastos públicos. La principal fuente
de ingresos públicos son los tributos, y dentro de estos los impuestos. Otro fin
importante es la redistribución de la renta. Para ello se debe establecer una
obligación de pagar en función de la capacidad económica. Los impuestos son
proporcionales a la renta generada por cada ciudadano. Un tercer objetivo
es buscar una mayor eficiencia en la economía. Por ejemplo, los impuestos
pueden gravar actividades que generan perjuicios en personas que no
participan de la decisión de llevar a cabo esa actividad. El cuarto es suavizar
las crisis. La política fiscal puede ser un instrumento de política económica. En
ese ámbito surge, por ejemplo, la teoría de los estabilizadores automáticos.
Eso sí, una cosa es que esos sean los principales objetivos y otra muy
diferente, es que se consigan siempre. Puede haber situaciones de falta de
recursos para sostener los gastos públicos que lleven a un
importante endeudamiento, puede haber deficiencias en la progresividad del
sistema tributario, los impuestos se pueden mostrar incapaces de aportar
eficiencia o las políticas fiscales incapaces de resolver las crisis. La política
fiscal es un instrumento que unas veces consigue sus objetivos, otra avanza
parcialmente hacia ellos y en otras no es capaz de lograr los efectos que se
pretendían.

¿Qué son los impuestos?


En el caso de los impuestos, se pagan sin que se reciba nada concreto a
cambio. En concreto porque los impuestos contribuyen al sostenimiento
general de los gastos públicos, pero el ciudadano no recibe ninguna prestación
concreta a cambio de esos impuestos que paga. Sin embargo, los impuestos
sirven para el mantenimiento del Estado del bienestar: pensiones, sanidad,
educación, seguridad, infraestructuras... elementos básicos que contribuyen al
progreso y la mejora de la sociedad y el país.

¿Qué son las tasas?


El caso de las tasas es diferente: las tasas son tributos que se pagan a cambio
de una contraprestación directa y su pago es voluntario. La contraprestación
puede ser la utilización privativa de algún servicio público o de algún
aprovechamiento del dominio público. Algunos ejemplos son las tasas de
matrícula para realizar exámenes u obtener títulos oficiales o las tasas que se
abonan por la instalación de terrazas en la vía pública.

¿Qué son las cotizaciones a la Seguridad Social?


Las cotizaciones quedan, en cierto modo, en una categoría intermedia. Es
cierto que las cotizaciones a la Seguridad Social se pagan para poder
percibir prestaciones contributivas de la Seguridad Social. Eso supone que si
no se pagan no se generará el derecho a percibir esas prestaciones.
Pero también es cierto que el pago de las cotizaciones no implica que el
ciudadano pueda reclamar una prestación concreta por parte del Estado. Por
ejemplo, un ciudadano puede cotizar y, después, caer en desempleo. Lo que
cobre dependerá del texto de las normas concretas, que puede cambiar y ser
muy distinto del que estaba vigente cuando pagó.
Una gran parte de los recursos económicos que utilizan las Administraciones
públicas para su propio funcionamiento, así como para cubrir las necesidades
de la población, proviene del dinero que los ciudadanos y las empresas están
obligados a pagar en forma de impuestos. Te explicamos en qué consisten,
cómo se utilizan y cuáles son algunas de las características más importantes
que debes conocer a la hora de identificarlos.

Aunque a veces no seamos conscientes de ello, los impuestos son una parte
muy importante de las transacciones financieras que realizamos a diario.
Cuando pagamos la compra en el supermercado, compramos una casa o
repostamos en la gasolinera, entre otros, estamos contribuyendo con una
porción de nuestro dinero al funcionamiento de los países o regiones donde
llevamos a cabo dichas actividades económicas.
Por ello, podemos entender los impuestos como aquellas cantidades de dinero
que una persona o empresa está obligada a pagar a favor de la Hacienda
Pública para contribuir con la financiación del gasto y la inversión pública en el
lugar donde vive. Al ser obligatorios, los contribuyentes tienen que pagarlos
según los casos que determine la fiscalidad de cada país y sin esperar ninguna
contraprestación de forma directa, es decir, que no pueden exigir nada a
cambio por estos tributos.
Pese a que podríamos pensar que se trata de un instrumento fiscal del mundo
moderno, la realidad es que en civilizaciones tan antiguas como la egipcia,
griega o romana ya utilizaban el cobro de impuestos como método de
recaudación cuando necesitaban construir pueblos, carreteras o acueductos.
En la actualidad, los Estados también utilizan el dinero de los impuestos para
pagar los proyectos de infraestructura, así como para costear el propio
funcionamiento interno de las administraciones o invertir en servicios públicos
como la sanidad, la educación o la seguridad.
Por otro lado, a la hora de pagar los impuestos existen algunas expresiones
que son frecuentes, pero no siempre queda claro su significado o importancia.
Conocerlas nos ayudará a entender mucho mejor cómo funcionan y cómo se
calculan dichos impuestos.

 Hecho imponible. Es la situación u operación económica que genera la


obligación de pagar un impuesto. En el caso del impuesto sobre los
bienes inmuebles (en España se conoce como IBI) el hecho imponible
es el ser dueño de una propiedad.
 Sujeto pasivo. Es la persona o empresa que está obligada a pagar un
impuesto.
 Base imponible. Se refiere a la cantidad económica sobre la que se
calcula un determinado impuesto. A modo de ejemplo, si vendemos un
artículo por valor de 100 dólares y debemos pagar un impuesto del 21%
entonces la base imponible es 100 y el valor final del artículo es 121
dólares.
 Tipo de gravamen. Es la proporción -expresada en porcentaje: 4%, 10%,
21%...- que se aplica a la base imponible para conocer el valor a pagar
por un determinado impuesto.

Cuota tributaria. No es otra cosa que el valor final a pagar por un impuesto.

Impuestos directos e indirectos, ¿en qué consisten?


El nombre, el valor o la obligación de pagar uno u otro impuesto puede cambiar
dependiendo del país donde nos encontremos. Por ello, una forma sencilla
para entender mejor cuándo estamos pagando impuestos es diferenciándolos
por la manera en la que los abonamos. Pueden ser de forma directa o
indirecta.
Impuestos directos
Otras formas de clasificar los impuestos
Además de los impuestos directos o indirectos que hemos explicado, también
existe otra forma de clasificarlos, según diferentes aspectos. Encontramos el
caso de los impuestos objetivos, que son aquellos gravámenes que no tienen
en cuenta las circunstancias particulares de cada contribuyente para calcular
su pago, como el IVA, y los impuestos subjetivos, que, por el contrario, sí se
fijan en aspectos como el número de hijos que tiene una persona, su edad o el
estado civil y que, en función de esa información, ajusta - a la baja o al alza- la
factura tributaria. Un ejemplo de este último es, en el caso español, el IRPF.
La frecuencia en el pago es otra forma de clasificar los impuestos. Por ejemplo,
si es un gravamen que pagamos una única vez como consecuencia de una
operación económica, como puede ser recibir una herencia, entonces
hablamos de impuestos instantáneos, ya que no se repiten hasta que no se
cumpla nuevamente con el requisito, mientras que, si se trata de una situación
financiera que se mantiene en el tiempo, como lo es la propiedad de un
inmueble, entonces el impuesto será periódico (generalmente anual) y
únicamente dejará de existir cuando desaparezca también la titularidad sobre el
inmueble. Como vemos, un mismo impuesto puede pertenecer a diferentes
categorías de clasificación. Retomando el ejemplo del IVA, este se puede
clasificar como indirecto, objetivo e instantáneo.
Por otra parte, aunque hemos visto que la principal función de los impuestos es
recaudar dinero para el funcionamiento de las Administraciones públicas
también pueden diseñarse para que cumplan otros objetivos. Hay casos en los
que se crean impuestos para desincentivar algunas actividades económicas o
disminuir el consumo de ciertos bienes o servicios, según las necesidades de
cada administración. Un ejemplo muy popular es el impuesto que algunos
países o regiones ponen a industrias contaminantes con el fin de promover otro
tipo de sectores productivos sostenibles o también el que imponen a productos
como los combustibles de origen fósil para cumplir con sus objetivos
medioambientales en la lucha contra el cambio climático.
Diferencia entre impuestos, tasas y contribuciones especiales
Tanto los impuestos, las tasas y las contribuciones especiales son tributos que
los contribuyentes abonan para la financiación del Estado. Sin embargo, la
diferencia radica, principalmente, en que las tasas son los pagos que un
contribuyente hace para acceder a un servicio concreto ofrecido por la
Administración, como la expedición del documento nacional de identidad o la
inscripción en exámenes para participar en ofertas públicas de empleo. En el
caso de las tasas, los valores a pagar son, generalmente, los mismos para
todos los ciudadanos y están determinados con anticipación.
En cambio, las contribuciones especiales son pagos que se realizan a las
administraciones a cambio de un beneficio o contraprestación percibida, como
obras públicas que revalorizan una propiedad o la instalación de servicios
públicos que benefician directamente a una comunidad en concreto.
Cuando entramos en la etapa adulta o conseguimos nuestro primer empleo,
surge la duda sobre si debemos o no declarar impuestos. Por eso, en Tu
Futuro Próximo, el blog de Santander Consumer España, encontrarás este
artículo en el que aprenderás cuándo empezar a hacer la declaración de la
renta.

4.3. - ¿Que son las Contribuciones?


Las condiciones son circunstancias o requisitos que deben cumplirse para que
algo suceda o se lleve a cabo. Pueden ser condiciones necesarias o
suficientes, dependiendo de si su cumplimiento es indispensable o si basta con
que se cumplan para que ocurra algo. Las condiciones pueden aplicarse en
diversos contextos, como en el ámbito legal, científico, social, entre otros.
Por ejemplo, en el ámbito legal, para que se pueda presentar una demanda, es
necesario que se cumplan ciertas condiciones, como la existencia de un
conflicto de intereses y la capacidad legal de las partes involucradas. En el
ámbito científico, para que se lleve a cabo un experimento, es necesario que se
cumplan ciertas condiciones, como la disponibilidad de los materiales y equipos
necesarios. En resumen, las condiciones son requisitos que deben cumplirse
para que algo suceda o se cumpla.
Concepto
Las contribuciones son pagos que se realizan al Estado de manera obligatoria
y sin contraprestación directa, con el fin de financiar el gasto público y
garantizar el bienestar de la sociedad en general.
Características
Las características de las contribuciones son las siguientes:
1. Obligatoriedad: Las contribuciones son pagos que deben realizar
los ciudadanos y las empresas de manera obligatoria, establecidos por la ley.
No existe la posibilidad de optar por no realizarlas, a menos que se incurra en
alguna excepción o exención establecida por la normativa.
2. Sin contraprestación directa: A diferencia de otros pagos, como
los impuestos, las contribuciones no tienen una contraprestación directa
específica para el contribuyente. No se trata de un pago a cambio de un
servicio o bien recibido de manera individual. Su objetivo es financiar el gasto
público en general y garantizar el funcionamiento de los servicios públicos para
toda la sociedad.
3. Destinadas al gasto público: Las contribuciones tienen como
finalidad principal financiar el gasto público, es decir, los recursos necesarios
para que el Estado pueda llevar a cabo sus funciones y cumplir con sus
responsabilidades. Estos recursos se utilizan para financiar servicios públicos
esenciales, como la educación, la salud, la seguridad, la infraestructura, entre
otros.
4. Reguladas por la ley: Las contribuciones están establecidas y
reguladas por la ley. La normativa define quiénes están obligados a realizar los
pagos, cuáles son las bases y tasas de contribución, los plazos y formas de
pago, así como las sanciones por incumplimiento.
5. Progresividad: En muchos sistemas tributarios, las
contribuciones se aplican de manera progresiva, es decir, se establecen
diferentes tasas o porcentajes de acuerdo con la capacidad económica del
contribuyente. Esto implica que aquellos que tienen mayores ingresos o
patrimonios contribuyan en mayor medida que aquellos con menores recursos.
6. Finalidad específica: Algunas contribuciones pueden tener una
finalidad específica, es decir, estar destinadas a financiar un servicio o bien
público particular. Por ejemplo, las contribuciones especiales pueden
establecerse para financiar obras de infraestructura o servicios específicos.
Estas características son comunes en la mayoría de los sistemas tributarios,
aunque pueden variar en cada país o jurisdicción. Es importante tener en
cuenta que las contribuciones son una fuente fundamental de financiamiento
para el Estado y son necesarias para garantizar el bienestar y el
funcionamiento de la sociedad en general.
Tipos de Contribuciones
Existen diferentes tipos de contribuciones, que se clasifican de acuerdo a su
finalidad y aplicación. A continuación, te menciono algunos de los tipos más
comunes:
1. Contribuciones sociales: Son aquellas que se destinan a
financiar los sistemas de seguridad social, como las cotizaciones a la seguridad
social, las contribuciones al seguro de desempleo, las contribuciones a los
sistemas de pensiones, entre otros. Estas contribuciones tienen como objetivo
garantizar la protección social y el bienestar de los ciudadanos en áreas como
la salud, la jubilación y el desempleo.
2. Contribuciones especiales: Son aquellas que se establecen
para financiar obras o servicios públicos específicos. Por ejemplo, las
contribuciones para la construcción de una carretera, la ampliación de una red
de agua potable o el mantenimiento de un parque público. Estas contribuciones
se aplican a los propietarios de inmuebles o a los beneficiarios directos de
dichas obras o servicios.
3. Contribuciones patrimoniales: Son aquellas que se aplican
sobre el patrimonio de las personas o empresas. Por ejemplo, el impuesto
sobre el patrimonio, que grava el valor neto de los bienes y derechos de una
persona en un momento determinado. Estas contribuciones tienen como
objetivo gravar la riqueza acumulada y contribuir a la redistribución de la
misma.
4. Contribuciones ambientales: Son aquellas que se establecen
para financiar acciones y programas relacionados con la protección y
conservación del medio ambiente. Por ejemplo, las contribuciones para el
tratamiento de residuos, la protección de áreas naturales o la promoción de
energías renovables. Estas contribuciones buscan incentivar prácticas
sostenibles y mitigar los impactos ambientales negativos.
5. Contribuciones aduaneras: Son aquellas que se aplican a la
importación o exportación de bienes y servicios. Estas contribuciones se
establecen para regular el comercio internacional y pueden variar según el tipo
de bien o servicio, el país de origen o destino, y otros factores.
Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos ejemplos de tipos de
contribuciones y que pueden variar según el país y su legislación tributaria.
Cada país puede tener su propia clasificación y definición de los tipos de
contribuciones.
Objetivo de las Contribuciones
El objetivo principal de las contribuciones es financiar el gasto público y
garantizar el funcionamiento de los servicios públicos. Algunos de los objetivos
específicos de las contribuciones son:
1. Financiamiento del gasto público: Las contribuciones son una
fuente de ingresos para el Estado, que se utiliza para financiar el gasto público
en áreas como la educación, la salud, la seguridad, la infraestructura, entre
otros. Estos recursos son necesarios para que el Estado pueda cumplir con sus
responsabilidades y brindar servicios públicos de calidad a la sociedad.
2. Redistribución de la riqueza: A través de las contribuciones, se
busca lograr una redistribución de la riqueza, es decir, que aquellos que tienen
mayores ingresos o patrimonios contribuyan en mayor medida que aquellos
con menores recursos. Esto tiene como objetivo promover la equidad social y
reducir las desigualdades económicas.
3. Sostenibilidad de los sistemas de seguridad social: Las
contribuciones sociales, como las cotizaciones a la seguridad social y los
sistemas de pensiones, tienen como objetivo financiar los sistemas de
seguridad social y garantizar la protección social de los ciudadanos en áreas
como la salud, la jubilación y el desempleo. Estos recursos son esenciales para
asegurar la sostenibilidad de estos sistemas a largo plazo.
4. Incentivar comportamientos y actividades específicas:
Algunas contribuciones, como las contribuciones ambientales, tienen como
objetivo incentivar comportamientos y actividades que sean beneficiosos para
el medio ambiente y la sostenibilidad. Estas contribuciones buscan
desincentivar prácticas dañinas y promover acciones más sostenibles.
5. Control y regulación del comercio internacional: Las
contribuciones aduaneras se utilizan como herramienta para regular el
comercio internacional y proteger la industria nacional. Estas contribuciones
pueden establecerse para proteger la producción local, regular el ingreso de
productos extranjeros y generar ingresos para el Estado.
En resumen, el objetivo de las contribuciones es financiar el gasto público,
garantizar el funcionamiento de los servicios públicos, promover la equidad
social, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y
controlar y regular el comercio internacional. Estos objetivos contribuyen al
bienestar y desarrollo de la sociedad en general.
Ejemplo de las Contribuciones
Aquí tienes algunos ejemplos de contribuciones que puedes hacer en
diferentes áreas:
1. Contribución en el trabajo: Puedes ofrecer tus habilidades y
conocimientos para mejorar los procesos de trabajo, proponer ideas
innovadoras, ayudar a tus compañeros de equipo a resolver problemas, brindar
apoyo a tus superiores y colaborar en proyectos importantes.
2. Contribución en la comunidad: Puedes participar en actividades
de voluntariado, donar tu tiempo y recursos para ayudar a personas
necesitadas, participar en campañas de concientización sobre temas
importantes, como el medio ambiente o la igualdad de género, y colaborar con
organizaciones locales para mejorar la calidad de vida de los residentes.
3. Contribución en la familia: Puedes ser un apoyo emocional y
financiero para tus seres queridos, ayudar en las tareas del hogar, cuidar de los
niños o de los ancianos de la familia, ofrecer consejos y orientación cuando sea
necesario, y estar presente en momentos importantes de la vida de tus
familiares.
4. Contribución en la educación: Puedes ser un mentor para
estudiantes, ofrecer tutorías o clases particulares, compartir tus conocimientos
y experiencias con otros, participar en actividades extracurriculares en escuelas
o universidades, y promover la importancia de la educación en tu entorno.
5. Contribución en el medio ambiente: Puedes adoptar prácticas
sostenibles en tu vida diaria, como reciclar, ahorrar energía y agua, utilizar
medios de transporte eco amigables, participar en campañas de limpieza de
espacios naturales, plantar árboles y promover la conservación de la
biodiversidad.
Recuerda que cada pequeña contribución puede marcar la diferencia y tener un
impacto positivo en tu entorno.
Importancia de las Contribuciones
Las contribuciones son importantes por varias razones:
1. Impacto positivo: Las contribuciones pueden tener un impacto
positivo en las personas y en la sociedad en general. Ya sea a través de
acciones pequeñas o grandes, cada contribución puede marcar la diferencia y
mejorar la vida de otros. Puede ayudar a resolver problemas, brindar apoyo
emocional o financiero, promover cambios positivos y generar un ambiente más
amigable y equitativo.
2. Sentido de propósito: Contribuir a algo más grande que uno
mismo puede brindar un sentido de propósito y satisfacción personal. Al ayudar
a otros y hacer una diferencia en el mundo, se puede experimentar una
sensación de gratitud y realización. Esto puede aumentar la autoestima y la
felicidad en general.
3. Construcción de relaciones: Las contribuciones también pueden
ayudar a construir relaciones significativas con otras personas. Al colaborar en
proyectos, participar en actividades de voluntariado o simplemente brindar
apoyo a quienes lo necesitan, se pueden establecer conexiones valiosas y
duraderas. Esto puede generar un sentido de comunidad y pertenencia.
4. Inspiración para otros: Las contribuciones pueden servir como
ejemplo e inspiración para otros. Al mostrar cómo es posible marcar la
diferencia y ayudar a otros, se puede motivar a otros a hacer lo mismo. Esto
puede generar un efecto dominó, donde más personas se unen para contribuir
y crear un cambio positivo en la sociedad.
En resumen, las contribuciones son importantes porque pueden tener un
impacto positivo, brindar un sentido de propósito, construir relaciones
significativas e inspirar a otros. No importa cuán pequeña sea la contribución,
todos podemos hacer algo para mejorar el mundo en el que vivimos.
4.4. - ¿Que son las Tazas?
La Ley General Tributaria, en su artículo 2.2, letra a), define las tasas como
«los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o el
aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios o la
realización de actividades en régimen de derecho público que se refieran,
afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando los
servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los
obligados tributarios o no se presten o realicen por el sector privado».

Una tasa es un tributo que se paga con el fin de poder disfrutar de unos
servicios o ejercer unas determinadas actividades. La tasa basa su hecho
imponible en el uso privativo de un bien o servicio de dominio público. A
diferencia de los impuestos, dicho tributo se basa en el principio de beneficio.

Por esta razón, en otras palabras, la tasa es la cuantía económica que debe
desembolsar una persona por el uso privativo de un servicio que se encuentra
bajo el dominio del Estado. Dichas tasas están recogidas por ley y son fijadas
por el Gobierno. La principal diferencia entre tasa e impuesto es la
contraprestación directa que recibe el usuario al realizar el pago de dicha tasa.

A diferencia de los precios públicos, las tasas son obligatorias y, por tanto, no
voluntarias. Si bien es cierto que el concepto de tasa y precio público puede
variar por países.

Además, el servicio o actividad debe ser obligatorio y no ser prestado por el


sector privado. Así, se grava que el sujeto recurra directamente al organismo
público. Tienen limitada su cuantía, por cuanto deben tender a cubrir los costes
del servicio prestado. Noobstante, no existe afectación concreta de las mismas.

Resulta necesario en este punto señalar las diferencias entre tasas y precios
públicos. Tienen la consideración de precios públicos las contraprestaciones
pecuniarias que se satisfacen a cambio de servicios en régimen de derecho
público, cuando se prestan también por el sector privado. Los precios públicos
no son tributos, son prestaciones patrimoniales no coactivas ya que son
voluntarias.

Como ejemplo de tasa tenemos, en el caso de uso privativo del dominio


público, el vado permanente de un garaje. Por otro lado, cuando hablamos de
la prestación de un servicio por parte de la Administración, encontramos las
tasas para el examen del carné de conducir. En ambos casos vemos que la
persona que paga este tributo obtiene una utilidad de manera directa y
particular.

Las tasas son tributos que se pagan por la utilización para beneficio particular
de un bien público, por ejemplo, la tasa que pagan los bares por tener una
terraza en la calle, o porque la Administración da un servicio, por ejemplo, la
tasa que pagan todos los españoles por la renovación del DNI.

Se trata, por tanto, de una contribución económica que hacen los usuarios de
un servicio prestado por el estado. La tasa no es un impuesto, sino el pago
realizado por la utilización de un servicio. Las tasas se pagan por los
ciudadanos como consecuencia de la realización de una actuación
administrativa que les beneficia individualmente, pero que están obligados a
solicitar o recibir, como la recogida de basuras, la expedición del DNI, etc.

Otra característica de la tasa es que existe una retribución por su pago, es


decir, se paga la tasa y a cambio se recibe un servicio, una contraprestación,
algo que no sucede en los impuestos o las contribuciones, que además de ser
obligatorio pagarlos, no existe ninguna contraprestación especial.

La tasa es un tributo cuya obligación se fija sobre un contribuyente individual en


oportunidad de la prestación de un servicio estatal. Por ejemplo, muchos
gobiernos locales aplican tasas por el servicio de alumbrado, barrido y limpieza.

En esta figura tributaria existe una contraprestación efectiva o potencial hacia el


contribuyente que la diferencia del impuesto, donde no es posible vincular los
recursos con el gasto llevado a cabo. Sigue de esta forma la corriente de
pensamiento del principio del beneficio.

Por último, una contribución especial es un tributo recaudado de un grupo de


contribuyentes que se benefician particularmente de un determinado gasto
público, sea en obras de infraestructura o en otras actividades. A diferencia de
las tasas, en las contribuciones especiales debe existir una prestación efectiva
y real hacia los contribuyentes no de manera potencial. Por ejemplo, si un
municipio decide pavimentar determinadas calles, puede llegar a un consenso
con los beneficiarios de las obras: los mismos financiarán la ejecución a través
de la Contribución de la misma.

Las Tasas de Interés

Las tasas de interés son el precio del dinero, hay que pagar una cuantía extra
por la cantidad que se recibe en un momento dado y el importe figura como un
porcentaje y será más grande si el préstamo sea más extendido.

Las tasas de intereses están sometidas por la oferta y demanda, así que están
puesta como lo diga el mercado.
Si la tasa baja quiere indicar que hay una gran demanda de los productos
financieros.

Diferentes tipos de tasas de interés que son:

 Tasa de interés nominal (TIN): son aquellas que se capitalizan muchas


veces en un año.
 Tasa de interés efectiva: esta puesta de forma anual el interés nominal
que depende de la frecuencia de que se pague esta.
 Tasa de interés fija: es la tasa que se mantiene igual durante toda la
validez del préstamo, por ejemplo, se comunica que se va a aplicar una
tasa del 10% una vez pactado no va a variar la tasa.
 Tasa de interés real: es muy importante esta tasa porque ayuda a
determinar cuál será el interés real que vayamos a ganar por las
inversiones que hagamos y la inflación reduce la compra y que el dinero
pierda valor.

Otros tipos de tasas:

 Tasa académica: es la cuantía que pagará el alumno para preparar sus


estudios oficiales, registrarse en el examen de evaluación o solicitar los
documentos académicos oficiales.
 Tasa Administrativa: son aquellas que se tendrá que abonar por usar
un servicio público.
 Tasas Estatales: son las tasas que se pagan por los servicios que nos
son prestados de carácter nacional.
 Tasas Autonómicas: son las tasas que se pagan por los servicios que
nos son prestados de carácter autonómico.
 Tasas Locales: son las tasas que son aplicadas por los ayuntamientos
por la que nos presta un servicio público.

Una tasa es un tributo que debemos cumplir en determinadas situaciones si


queremos acceder a un bien o servicio público en muchos casos.

Características de las tasas:

 El Estado cobra un precio por un bien o servicio ofrecido.


 El precio pagado por el ciudadano al Estado guarda relación directa con
los beneficios derivados del bien o servicio ofrecido.
 El particular tiene la opción de adquirir o no el bien o servicio.
 El precio cubre los gastos de funcionamiento y las previsiones para
amortización y crecimiento de la inversión.
 Ocasionalmente, caben criterios distributivos (ejemplo: tarifas
diferenciales).
Por otra parte, existe otra definición, no fiscal, de tasa. Hablamos de tasa
cuando nos referimos a una relación entre dos magnitudes. Es decir, un
coeficiente que muestra la relación entre una cantidad y la frecuencia de un
fenómeno. Así, la tasa permite expresar la existencia de una situación que
puede ser medida o calculada de modo directo. Algunos ejemplos son la tasa
de desempleo o la tasa de interés.

Ejemplos

La matrícula de una universidad privada es un precio público, ya que la


persona que lo abona lo hace para recibir un servicio de la Administración, pero
puede recibir ese mismo servicio por parte de una universidad privada.

La instalación de terrazas o quioscos en las aceras de la vía pública, las tasas


se imponen por la utilización o aprovechamiento especial del dominio público.

Las tasas operan de forma diferente a los impuestos. En este caso se paga a
cambio de un servicio que realiza la administración pública o por un acto que
derive un beneficio o ventaja especial para una persona concreta. Es decir, las
tasas están directamente relacionadas con un servicio o actividad.

La principal diferencia entre tasas e impuestos es que las primeras no tienen


carácter universal, como sí ocurre con muchos tributos. Dicho de otra forma, la
tasa sólo la abona quien hace uso del servicio no todos los ciudadanos.

En el caso de servicios públicos, un buen ejemplo de tasa es la Tasa de Basura


o Tasa de Residuos Urbanos que sirve para sufragar la recogida de basuras
por parte del ayuntamiento y la abonan quienes tienen vivienda. Una de las
particularidades de las tasas es que, al estar ligadas a un servicio, la
recaudación no podrá superar el importe del servicio. La traducción es que el
ayuntamiento no puede enriquecerse o ganar dinero con la tasa. En el caso
anterior, el importe de la tasa debería ser el resultado de dividir el coste del
servicio entre el número de personas o viviendas que harán uso de ella.

Otro ejemplo de serían las tasas de oposiciones, que sólo abonan quienes se
presentan a un examen o las tasas por licencia de obras, que se paga por la
autorización municipal para construir. En ambos casos se trataría de
actividades administrativas de las que emana un beneficio concreto o especial
que afecta a las personas que se benefician del servicio.

Todos son tributos

Tanto las tasas como los impuestos son tributos. A estos dos se une un tercer
tipo de tributo dentro del ordenamiento fiscal español que ya hemos
mencionad: las contribuciones especiales. En este caso estamos hablando de
tributos a través de los cuáles el sujeto pasivo obtiene un beneficio o un
aumento del valor de sus bienes. Un ejemplo serían las obras públicas o la
ampliación de servicios públicos. De nuevo, con la contribución se obtiene
algún tipo de contra prestación, por más que esta no sea tan directa como las
relacionadas con las tasas.

En cierta forma, las contribuciones especiales son parecidas a las derramas


que hay que pagar en una comunidad de vecinos cuando se acomete una
mejora, sólo que en este caso la comunidad sería el ayuntamiento, la
comunidad autónoma o todo el país, dependiendo del caso.

Como ocurría con las tasas, es imprescindible que las contribuciones no


superen el coste total de la obra o servicio al que hacen referencia. Es decir,
que no se pueden utilizar como medio para obtener un beneficio por parte de la
administración.

Tasas, impuestos y contribuciones constituyen las tres figuras claves del


sistema fiscal español.

La estimación de tasas efectivas de tributación tiene una larga tradición en la


literatura macro fiscal. Su fundamento se basa en la teoría económica que nos
enseña que la política tributaria afecta el comportamiento económico a través
de los incentivos que genera la tasa efectiva de tributación (ya sea la promedio
y/o la marginal) sobre las firmas y las familias. En el caso de impuestos sobre
la renta laboral, es bien reconocido en la literatura que la tasa marginal es
fundamental para la decisión de ajustar las horas trabajadas mientras que la
tasa promedio es relevante para las decisiones de participación en el mercado
laboral

El diseño de metodologías de estimación de tasas efectivas de tributación ha


recibido el apoyo vigoroso de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), el principal foro multilateral de los países
desarrollados en temas de tributación internacional. La OCDE está encargada
de resolver o, por lo menos, proponer soluciones a los problemas causados por
diferencias en los sistemas nacionales de tributación tales como la doble
tributación o las consecuencias dañinas de la competencia tributaria
internacional. No es de extrañar, en consecuencia, que las estimaciones
existentes se limiten a la experiencia de los países desarrollados.

4.5. - Clasificación de los Tributos

Impuestos

El impuesto es la prestación pecuniaria exigida a los individuos destinadas a


cubrir los gastos de interés general y únicamente a causa de que los
contribuyentes son miembros de una comunidad política organizada.

Los elementos propios de los impuestos consisten en:


a) su independencia entre la obligación de pagar el impuesto y la actividad
que el Estado desarrolla con su producto.
b)[a)] su cobro se debe hacer a quienes se hallan en las condiciones
consideradas como generadoras de la obligación de tributar;
c)[b)] dichas condiciones deben consistir en hechos o circunstancias que
puedan reflejar la verdadera capacidad contributiva;
d)[c)] el impuesto se debe estructurar de tal manera que las personas con
mayor capacidad económica tengan una participación mayor en los
ingresos estatales.

Existen significativas cantidades de clasificaciones de impuestos las cuales


pueden resumirse de acuerdo al siguiente detalle: a) Ordinarios y
Extraordinarios, b) Reales y Personales, c) Fijos, Proporcionales, Progresivos y
Regresivos, d) Directos e Indirectos.

a) Ordinarios y Extraordinarios

Esta clasificación corresponde al período o duración de los impuestos en el


sistema tributario. Mientras que los impuestos ordinarios o permanentes son
aquellos que no tienen una duración determinada en el tiempo, los impuestos
extraordinarios o también denominados transitorios, por el contrario, poseen
una vigencia limitada en el tiempo.

Un ejemplo que podemos citar del primer caso es el Impuesto al Valor


Agregado mientras que podemos mencionar como tributo extraordinario el
Impuesto sobre los Bienes Personales.

Cabe destacar que los impuestos extraordinarios en su mayoría surgen en


períodos de crisis. Asimismo, determinados impuestos ordinarios son
denominados “de emergencia” al momento de su legislación lo que implicaría
que los podrían considerarse como extraordinarios, pero en formar reiterada
son prorrogados en el tiempo.

b) Reales y Personales

En los Impuestos Reales no toma en cuenta la situación personal del


contribuyente. Un claro ejemplo de esto son los impuestos a los consumos,
donde no se tiene en cuenta la capacidad contributiva del sujeto adquirente de
los bienes gravados.

Son Personales los impuestos cuyas leyes determinan a la persona del


contribuyente junto al aspecto objetivo, es decir procuran determinar la
capacidad contributiva de las personas físicas discriminando circunstancias
económicas personales del contribuyente (cargas de familia, etc.).
c) Fijos, Proporcionales, Progresivos y Regresivos

Los Impuestos Fijos son aquellos que se establecen en una suma invariable
cualquiera que fuera el monto de la riqueza involucrada en este. También
incluye la categoría de graduales, que son aquellos que varían en relación con
la graduación de la base imponible.

Un ejemplo de éste último es al clasificar a las empresas en diferentes clases


según ciertos parámetros (número de obreros y empleados, capital invertido,
volumen de ventas, etc.) con un impuesto fijo por cada categoría, por ejemplo,
en el monotributo.

En relación a la denominación de Impuestos Proporcionales podemos definirlos


cuando se mantiene una relación constante entre el impuesto y el valor de la
riqueza gravada y es Progresivo cuando a medida que se incrementa del valor
de la riqueza gravada el impuesto aumenta en forma sistemática.

Utilizando el mismo criterio podemos definir a los impuestos Regresivos como


aquellos que a medida que va aumentando el monto imponible va decreciendo
la alícuota del tributo.

d) Impuestos Directos e Indirectos

La mencionada clasificación es la más relevante en la República Argentina,


atento la delimitación de facultades entre la Nación y las Provincias. Dentro de
esta clasificación existen dispares criterios de distinción. La más antigua se
basa en la posibilidad de trasladar la carga impositiva hacia un tercero. Razón
por lo expuesto podemos definir a un impuesto como directo cuando el mismo
no puede ser trasladado mientras que un impuesto es indirecto cuando la carga
impositiva del tributo puede ser trasladada hacia otra persona.

Tasas

Son el medio de financiación de los servicios públicos divisibles. Son exigidas


como contraprestación por un servicio público otorgado individualmente a todos
los usuarios efectivos y/o potenciales. En teoría, el importe de la tasa debe ser
proporcional al beneficio recibido y al costo del servicio, y se debe tener en
cuenta la capacidad contributiva del individuo. Algunos ejemplos son: tasa de
migraciones, tasa de escribanía de gobierno, tasa por servicios sanitarios, etc.

Contribuciones especiales

Es una prestación obligatoria en razón de beneficios individuales o colectivos


derivados de obras públicas o actividades especiales del estado. Algunos
ejemplos son: Peajes, Mejoras, Contribuciones Parafiscales, etc.
4.6. - ¿Que son los Impuestos Directos e Indirectos?
Un tributo es un derecho que la Administración Pública tiene a su favor sobre
un ciudadano, al que llamamos contribuyente, que crea una obligación
tributaria que consiste en el pago de una cuota tributaria.
El tributo nace de la aparición de un hecho imponible que es una circunstancia
de hecho, definida por la Ley, que origina el nacimiento de la obligación
tributaria.
A partir de este hecho imponible la Ley determina un momento del devengo del
tributo y, también, el momento de su exigibilidad.
Además de esta obligación tributaria principal, que consiste en el pago de la
cuota, existen otras obligaciones como las de realizar pagos a cuenta, retener,
presentar declaraciones informativas y, por último, las llamadas obligaciones
tributarias accesorias como son los recargos o intereses de demora sobre la
cuota principal.
La Ley General Tributaria crea tres tipos de tributos:

 Tasas: las podemos llamar “precios públicos”, el contribuyente paga la


cuota porque utiliza directamente un servicio público.
 Contribuciones especiales: el contribuyente paga porque ha obtenido
un beneficio particular o un aumento de valor de sus bienes por la
actividad administrativa: obras públicas, creación de servicios públicos o
similar.
 Impuestos: crean la obligación de pagar sin relación alguna con
beneficios particulares del contribuyente; nacen por negocios, hechos o
actos que signifiquen que el contribuyente tiene capacidad económica
para pagarlos.

Por lo tanto, los impuestos son un tipo de tributos cuya característica principal
es que no están vinculados a un servicio o actividad concreta de la
Administración, sino que se exigen, de manera abstracta, por un hecho
imponible que nos dice la capacidad de contribuir del contribuyente.
Esta obligación de contribuir está fijada por el artículo 31 de la Constitución que
dice: “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo
con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en
los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance
confiscatorio”, y termina reservando a la Ley la capacidad de establecer este
tipo de obligaciones.
Por lo tanto, la normativa constitucional exige que los tributos se apliquen:

 Teniendo en cuenta la capacidad económica del contribuyente: el hecho


imponible pone de manifiesto su capacidad para pagar la cuota.
 Debe ser justo.
 Debe ser igual para todos; no podría aprobarse un impuesto que tratara
de manera diferente a algún colectivo de personas.
 Debe ser progresivo, es decir, el porcentaje de lo que se paga será
mayor cuanto mayor sea la capacidad económica del contribuyente.
 No puede ser confiscatorio lo que quiere decir que el contribuyente no
debe verse obligado a vender su patrimonio para pagarlo, debe poder
pagarlo con su renta.

Impuestos directos
Los impuestos directos, si el diseño que de ellos hace la Ley es correcto,
cumplen todos los requisitos que acabamos de ver en el art. 31 de la
Constitución.
En los impuestos directos la capacidad de contribuir se deduce de las
características personales del contribuyente y, por ello, se aplican sobre la
renta, patrimonio u otras manifestaciones de la riqueza del contribuyente y, en
ellos, es normalmente el propio contribuyente quién los liquida y paga
directamente a la Administración Tributaria que corresponda.
En España, los principales impuestos directos son:
 El Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el
impuesto sobre la renta de los no residentes: en este caso el hecho
imponible son las rentas de personas físicas de todo tipo: del trabajo, de
actividades empresariales o profesionales, de ingresos de su patrimonio
como intereses o alquileres e incrementos de patrimonio producidos por
venta de bienes.
 El Impuesto de Sociedades (IS) el hecho imponible es el beneficio que
obtienen las personas jurídicas.
 Impuesto sobre el Patrimonio: el hecho imponible es tener, durante el
ejercicio fiscal, la propiedad de determinada riqueza (contando bienes y
restando deudas) a partir de determinadas cantidades. Está cedido a las
Comunidades Autónomas por lo que su regulación es específica de cada
una.
 Impuesto de Sucesiones y Donaciones: el hecho imponible es adquirir
bienes a título gratuito. También está cedido a las Comunidades
Autónomas.
 Impuesto Sobre Bienes Inmuebles: el hecho imponible es la posesión
de una vivienda u otro tipo de inmueble urbano. Su regulación y gestión
están cedidas a los ayuntamientos.
 Impuesto Sobre Actividades Económicas: el hecho imponible es la
realización de una actividad empresarial o profesional. Está cedido a los
Ayuntamientos, pero, en realidad, sólo lo pagan las grandes empresas.
 Impuesto Sobre Vehículos de Tracción Mecánica: el hecho imponible
es la posesión de un vehículo a motor. Está cedido a los ayuntamientos.
 Impuesto Sobre el Incremento del Valor de los Terrenos o plusvalía
municipal el hecho imponible es el aumento de valor del terreno de un
inmueble en el momento de su venta o transmisión. Está cedido a los
ayuntamientos.

Impuestos Indirectos
A diferencia de lo que ocurría en el caso anterior, los impuestos indirectos no
gravan manifestaciones de la riqueza o capacidad de pago del contribuyente,
sino que gravan el uso o utilización que el contribuyente hace de sus recursos
económicos ya que este uso se considera una manifestación indirecta de su
capacidad económica. Por ello gravan el consumo.
Su mecánica, por lo tanto, es aplicar un porcentaje sobre el precio de venta de
un artículo o servicio que el consumidor debe pagar.
El contribuyente que soporta el impuesto no paga directamente el mismo sino
que lo hace a través de una subida de los precios que paga.
Esto significa que es muy difícil que los impuestos indirectos cumplan los
requisitos que hemos visto antes del art. 31 de la Constitución.
En concreto, no cumplen en absoluto el principio de progresividad ya que el
porcentaje que se aplica al precio del bien o servicio es el mismo con
independencia de que quién lo paga tenga mayores o menores recursos
económicos: todos pagan lo mismo.
Los principales impuestos indirectos en España son:
 Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): lo soporta el consumidor final de
bienes y servicios, aunque su gestión y pago la realizan las empresas
que le venden ese producto o servicio.
 Impuesto General Indirecto Canario (IGIC): igual que el IVA pero que se
aplica en Canarias.
 Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados: su hecho imponible es la circulación de bienes, servicios
y derechos. Está cedido a las comunidades autónomas.
 Impuestos Especiales: se aplican sobre determinados productos como el
tabaco, el alcohol, la gasolina, etc.

Los impuestos directos recaen directamente sobre las personas físicas o


jurídicas. Del mismo modo, se calculan y aplican teniendo en cuenta la
capacidad económica del contribuyente, ya sea a través de las diversas
manifestaciones de riqueza (posesión de patrimonio) o sobre la renta
(ingresos).
¿Qué son los impuestos indirectos?
Los impuestos indirectos no tienen en cuenta la capacidad económica del
contribuyente o sus manifestaciones de riqueza. Es decir, gravan el consumo y
los servicios. Este es el motivo por el que todos pagamos los mismos
impuestos indirectos al contratar a un fontanero, al llevar un traje a la tintorería
o al hacer una compra en el supermercado.
¿Cuáles son las diferencias entre los impuestos directos e indirectos?
La principal diferencia que encontramos entre los impuestos directos e
indirectos es la base sobre la cual se aplican. Asimismo, mientras que
los impuestos directos gravan nuestra riqueza, es decir, nuestro patrimonio
(casa, coche, salario), los impuestos indirectos tributan por el uso que le demos
a esa capacidad económica (comida, ocio, servicios, etc.).

En este sentido, los impuestos indirectos no tienen en cuenta ni nuestras


circunstancias personales ni nuestra solvencia económica. Por esta razón, y al
tratar a todo el mundo por igual, son considerados impuestos menos justos.

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