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Thomas Hobbes ( Westport, cerca de Malmesbury, 5 de abril de 1588 - Derbyshire, 4

de diciembre de 1679), en ciertos textos antiguos Thomas Hobbes of Malmesbury, fue


un filósofo inglés considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna.
Su obra más conocida es el Leviatán (1651), donde sentó las bases de la teoría
contractualista, de gran influencia en el desarrollo de la filosofía política occidental.
Además del ámbito filosófico, trabajó en otros campos del conocimiento como
la historia, la ética, la teología, la geometría o la física.
Además de ser considerado el teórico por excelencia del absolutismo político, en su
pensamiento aparecen conceptos que fueron fundamentales del liberalismo, tales
como el derecho del individuo, la igualdad natural de las personas, el carácter
convencional del Estado (que conllevará a la posterior distinción entre este y sociedad
civil), la legitimidad representativa y popular del poder político (al poder ser este
revocado de no garantizar la protección de sus subordinados), etc. Su concepción del
ser humano como igualmente dependiente de las leyes de la materia y el movimiento
(materialismo) sigue gozando de gran influencia, así como la noción de la cooperación
humana basada en el interés personal.
Hobbes fue un personaje controvertido en su época, aunque su pensamiento haya
sido después muy influyente; tal vez era demasiado moderno para su época y
demasiado conservador para las siguientes; de hecho en 1666 se quemaron sus libros
en Inglaterra por haber sido considerado ateo y tras su muerte se volvieron a quemar
públicamente. En vida tuvo que batallar sin tregua contra dos grandes enemigos:
la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford.
Su pensamiento se formó en estrecho contacto con los círculos europeos de René
Descartes, Pierre Gassendi y Galileo Galilei, no solo desde Inglaterra, a través del
cenáculo intelectual reunido por la familia Cavendish, de la que fue preceptor en
varias ocasiones, sino directamente por medio de sus largos viajes por Francia, Italia y
Alemania. Las guerras civiles entre parlamentarios puritanos y realistas le hicieron
refugiarse en París en 1640 y, volvió a su país once años después, su defensa de un
poder monárquico fuerte y conservador le valió una pensión del rey Carlos II de
Inglaterra.
Thomas Hobbes ha sido considerado a lo largo de la historia del pensamiento como
una persona oscura. De hecho, en 1666, en Inglaterra se quemaron sus libros luego de
haber sido tachado de ateo. Posteriormente, tras su muerte, se vuelven a quemar
públicamente sus obras. En vida, Hobbes tuvo dos grandes enemigos con los que
mantuvo fuertes tensiones: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. La obra
de Hobbes, no obstante, es considerada como una de las fundamentales en la ruptura
con la línea de la Edad Media y el inicio de la Modernidad. Sus descripciones de la
realidad de la época son brutales. Más tarde diría respecto a su nacimiento: «El miedo
y yo nacimos gemelos». La frase alude a que su madre dio a luz de forma prematura
por el terror que infundía la Armada Invencible española, que se acercaba a las costas
británicas.
Aunque sobre todo conocido por su filosofía política, Thomas Hobbes escribió acerca de una gran cantidad
de campos como historia, geometría, teología, ética, filosofía general y ciencia política.

Muchas de sus opiniones son controvertidas, como su defensa del fisicalismo o materialismo mecanicista,
teoría según la cual la naturaleza de todo lo que existe en el mundo es exclusivamente física y que no deja
espacio la existencia de otras entidades naturales, como la mente, el alma, ni sobrenaturales. Según
Hobbes, todos los animales, inclusive los humanos, no son más que máquinas de carne y hueso.

A mediados del siglo xvii, época en la que Hobbes escribía, esta teoría metafísica gozaba de una mayor
aceptación. El conocimiento de las ciencias físicas aumentaban a gran velocidad y aportaban explicaciones
cada vez más claras sobre fenómenos que antes eran confusos o mal interpretados.

Hobbes estuvo siempre en contacto con la Real Sociedad de Londres, ente científico fundado en 1660 y
había conocido a pensadores franceses como Marin Mersenne, Pierre Gassendi, Descartes y al astrónomo
italiano Galileo Galilei, a quien se considera como padre de la ciencia moderna, y estaba muy vinculado
a Francis Bacon cuyo pensamiento había contribuido a revolucionar la práctica científica. En el campo de
las ciencias y de las matemáticas, Hobbes vio la contrapartida perfecta para la filosofía
escolástica medieval que había tratado de reconciliar las aparentes contradicciones entre la ciencia y la fe.
Al igual que muchos pensadores de la época, creía que la ciencia no tenía límites y que gracias a ella
cualquier fenómeno de la naturaleza del mundo podía recibir una explicación formulada científicamente.

Junto con los Dos tratados sobre el gobierno civil, de John Locke, y El contrato social, de Rousseau,
el Leviatán es una de las primeras obras de entidad que abordan la naturaleza humana, el origen de la
sociedad y cómo se organiza la sociedad.

En Leviathan, Hobbes expuso su doctrina de la fundación de estados y gobiernos legítimos y creó una
ciencia objetiva de la moralidad. Esto dio lugar a la teoría del contrato social. Leviathan fue escrito durante
la Guerra Civil Inglesa; gran parte del libro se ocupa de demostrar la necesidad de una autoridad central
fuerte para evitar el mal de la discordia y la guerra civil.

Partiendo de la definición de hombre y de sus características explica la aparición del derecho y de los
distintos tipos de gobierno que son necesarios para la convivencia en sociedad. El origen del Estado es el
pacto que realizan las personas entre sí, mediante el cual se subordinan desde ese momento a un
gobernante, quien a su vez procura el bien de todos los súbditos y de sí mismo. De ese modo se conforma
la organización social.

A partir de una comprensión mecanicista de los seres humanos y sus pasiones, Hobbes postula cómo sería
la vida sin el gobierno, una condición que él llama el estado de naturaleza. En ese estado, cada persona
tendría derecho, o licencia, a todo en el mundo. Esto, argumenta Hobbes, conduciría a una «guerra de
todos contra todos» (bellum omnium contra omnes). La descripción contiene lo que se ha llamado uno de
los pasajes más conocidos de la filosofía inglesa, que describe el estado natural en que estaría la
humanidad, si no fuera por la comunidad política.

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