Las masacres han sido históricamente un método de amedrentamiento y retaliación.

La
mayoría de víctimas casi siempre son pobres, de zonas rurales donde el Estado no hace
presencia, lo que perpetúa la impunidad.
Pero en la práctica y después de cuatro años de implementación, esto no se ha cumplido a
cabalidad en la mayoría de los casos. “Como el Estado sigue ausente en el territorio, varios
grupos ilegales están tratando de llegar a las zonas donde dominaban las FARC para
imponer el orden, y eso no es solo controlar las rutas del narcotráfico, sino tener el control
del territorio a través de órdenes a los campesinos, indígenas, afrodescendientes que viven
allí.
Es importante destacar que abordar las causas profundas de las masacres en Colombia
requiere un enfoque integral que incluya medidas para fortalecer el Estado de derecho,
promover el desarrollo socioeconómico equitativo, garantizar la seguridad de las
comunidades y avanzar en procesos de reconciliación y justicia transicional.
Con esto podemos concluir que las masacres en Colombia han sido el resultado de una
compleja interacción de factores, que incluyen conflictos armados, disputas territoriales,
narcotráfico, desigualdad social, ausencia del Estado en ciertas regiones, entre otros. Estos
factores han contribuido a la perpetuación de la violencia y han creado un contexto propicio
para la comisión de masacres por parte de diferentes actores armados, incluyendo grupos
paramilitares, guerrillas y bandas criminales.