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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

FACULTAD DE INGENIERÍA QUÍMICA Y TEXTIL

Unidad de Posgrado de Facultad de Ingeniería Química y Textil

Gestión Energética en Industrias de Procesos IP 656

Hidrógeno como fuente de energía alternativa

Docente: MSc. Ing. Magali C. Vivas Cuellar

Integrantes:

- Dina Ladera Ladera


- Karoline Benites Temoche
- Marco Sullon Nicacio
- Rommy Torres Rivera
- Salustria Cabezas Sanchez

Lima, 03/11/2023
Contenido
Resumen.......................................................................................................................................4
Abstract........................................................................................................................................5
Introducción.................................................................................................................................6
Objetivos......................................................................................................................................6
Objetivo principal.....................................................................................................................6
Objetivos específicos................................................................................................................6
1. Descripción del hidrógeno....................................................................................................7
1.1. Características del hidrógeno........................................................................................7
1.2. Propiedades del hidrogeno............................................................................................7
1.3. Aplicaciones y usos del hidrógeno...............................................................................9
1.3.1. En Refinación.......................................................................................................9
1.3.2. En Petroquímica.................................................................................................10
1.3.3. En Celdas de Combustible (Fuel Cell)................................................................10
2. Tecnologías para la producción de hidrógeno.....................................................................12
2.1. Producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles..........................................12
2.1.1. Producción de hidrógeno a partir de gas natural.................................................13
2.1.2. Rutas de producción de hidrógeno a partir del petróleo......................................16
2.1.3. Ruta de producción de hidrógeno a partir del carbón..........................................17
2.2. Producción de hidrógeno a partir de la energía nuclear..............................................20
2.2.1. Ciclos termoquímicos.........................................................................................21
2.2.2. Electrólisis a alta temperatura.............................................................................23
2.3. Producción del hidrógeno a partir de energías renovables..........................................25
2.3.1. Producción del hidrógeno a partir de la energía eólica.......................................26
2.3.2. Producción de hidrógeno a partir de energía solar..............................................30
2.3.3. Producción de hidrógeno a partir de bioenergía..................................................36
3. Economía del hidrógeno.....................................................................................................40
3.1. Importancia de la economía del hidrógeno para el desarrollo sostenible....................40
3.2. Oportunidades, desafíos y proyección de la economía del hidrógeno.........................42
3.2.1. Desafíos globales en el sector energético............................................................42
3.2.2. Mercado mundial de la economía del hidrógeno................................................45
3.2.3. Desafíos..............................................................................................................47
3.3. Estrategias de economía del hidrógeno en los principales países................................50
3.3.1. Estrategia de hidrógeno en Japón.......................................................................50
3.3.2. Estrategia del hidrógeno en Estados Unidos.......................................................51
3.3.3. Estrategia del hidrógeno en China......................................................................52
3.3.4. Estrategia del hidrógeno en Chile.......................................................................53
3.3.5. Estrategia del hidrógeno en Perú........................................................................54
4. Caso de estudio..................................................................................................................56
5. Conclusiones......................................................................................................................61
6. Bibliografía........................................................................................................................62
Resumen
El presente trabajo comienza presentando brevemente la importancia del hidrógeno como
portador de energía limpia y los diversos métodos utilizados para su producción. Se analizan los
métodos tradicionales y emergentes, como el reformado de metano con vapor (SMR); que
implica la reacción del gas natural con vapor para producir hidrógeno y dióxido de carbono; la
gasificación del carbón y la biomasa; que convierte los materiales carbonosos sólidos en una
mezcla de gases que contiene hidrógeno; y la electrólisis del agua; que utiliza electricidad para
dividir el agua en hidrógeno y oxígeno; destacando sus ventajas y limitaciones. Se analiza
también la economía del hidrógeno como una industria emergente que contribuirá a reducir el
consumo de energía y las emisiones, además de estimular el crecimiento económico y generar
nuevos puestos de trabajo. Del mismo modo, se mencionan los desafíos que se tienen en
promover la economía del hidrógeno que incluyen aspectos técnicos relacionados con la
estabilidad y fiabilidad de las pilas de combustible, así como preocupaciones económicas
vinculadas al coste de integrar sistemas y establecer la infraestructura necesaria para la
producción y transporte de hidrógeno a gran escala. Se lleva a cabo una revisión de la estrategia
nacional e internacional de los principales países, incluidos Japón, Estados Unidos, China y
Perú, que han asumido un compromiso en la promoción de la economía del hidrógeno, pero con
estrategias en función de las condiciones y prioridades de cada país. Finalmente se presenta un
caso de estudio de la Planta de producción de hidrógeno de la Nueva Refinería Talara para la
reducción de azufre en el diésel y gasolinas.
Abstract
This work begins by briefly presenting the importance of hydrogen as a carrier of clean energy
and the various methods used for its production. Traditional and emerging methods are
discussed, such as steam methane reforming (SMR); which involves the reaction of natural gas
with steam to produce hydrogen and carbon dioxide; coal and biomass gasification; which
converts solid carbonaceous materials into a gas mixture containing hydrogen; and the
electrolysis of water; which uses electricity to split water into hydrogen and oxygen;
highlighting its advantages and limitations. The hydrogen economy is also analyzed as an
emerging industry that will contribute to reducing energy consumption and emissions, in
addition to stimulating economic growth and generating new jobs. Likewise, the challenges in
promoting the hydrogen economy are mentioned, which include technical aspects related to the
stability and reliability of fuel cells, as well as economic concerns linked to the cost of
integrating systems and establishing the necessary infrastructure for the hydrogen economy.
large-scale hydrogen production and transportation. A review is carried out of the national and
international strategy of the main countries, including Japan, the United States, China and Peru,
which have made a commitment to promoting the hydrogen economy, but with strategies
depending on the conditions and priorities of each country. Finally, a case study of the hydrogen
production plant of the New Talara Refinery is presented for the reduction of sulfur in diesel and
gasoline.
Introducción
El crecimiento continuo de la población y la economía mundial, combinado con la rápida
urbanización, ha dado como resultado un aumento monumental de la demanda de energía. La
tendencia clásica del suministro de energía depende de los recursos energéticos de
hidrocarburos (combustibles fósiles) que, están agotados y limitados por la distribución
geográfica y la facilidad de extracción. Así mismo, en busca de la descarbonización y la
reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, el hidrógeno está ganando
reconocimiento como un actor clave en la transición a la energía limpia.

El hidrógeno posee varias características deseables, incluida una alta densidad energética, cero
emisiones de gases de efecto invernadero cuando se utiliza; ya que sólo produce vapor de agua
como subproducto, lo que lo convierte en una alternativa muy atractiva a los combustibles
fósiles tradicionales; y potencial para diversas aplicaciones, como transporte, generación de
energía y procesos industriales. Además, el hidrógeno se puede almacenar y transportar de
manera eficiente, proporcionando flexibilidad en la distribución de energía y permitiendo el
acceso a ella en áreas remotas. De igual modo, hidrógeno se puede producir mediante varios
métodos, cada uno con su propio conjunto de ventajas y limitaciones. Los métodos más
comunes incluyen el reformado de metano con vapor (SMR), la gasificación del carbón, la
gasificación de la biomasa y la electrólisis del agua. Estos métodos tienen diferentes requisitos
energéticos, costos e impactos ambientales, y la selección de un método de producción depende
de factores como la disponibilidad de materia prima, la infraestructura y las regulaciones
locales.

Por lo que el presente trabajo presenta una descripción general completa de la importancia del
hidrógeno como vector de energía sostenible y limpia, abarcando los métodos tradicionales
como emergentes utilizados para la producción de hidrógeno explorando las tendencias
económicas y las perspectivas futuras como fuente de energía.

Objetivos
Objetivo principal
 Analizar la producción de hidrógeno como fuente de energía alternativa.

Objetivos específicos
 Investigar los usos y aplicaciones del hidrógeno como fuente de energía alternativa.
 Presentar las tecnologías para la producción de hidrógeno como fuente de energía
alternativa.
 Determinar la importancia de la economía del hidrógeno para el desarrollo sostenible.
 Identificar las oportunidades, desafíos y proyección de la economía del hidrógeno.
 Analizar las estrategias de economía del hidrógeno en los principales países.
 Presentar el caso estudio de la Planta de producción de hidrógeno de la Nueva Refinería
Talara

1. Descripción del hidrógeno


1.1. Características del hidrógeno
El hidrógeno (H2) es el elemento más abundante en el universo, el cual se encuentra en
nuestro planeta tierra principalmente en agua y compuestos orgánicos. Es el elemento
más ligero y simple que consta de un electrón y un protón, gas incoloro, inodoro e
inflamable. El peso atómico del hidrógeno es 1,008 unidades de masa atómica.

El hidrógeno no es tóxico y es mucho más ligero que el aire; se disipa rápidamente


cuando se libera, lo que permite una dispersión relativamente rápida del combustible en
caso de una fuga, lo que lo hace relativamente más seguro que otros combustibles
derramados. La principal preocupación de seguridad es que, si una fuga no se detecta y
el gas se acumula en un espacio confinado, eventualmente puede encenderse y causar
una explosión. El hidrógeno como combustible, como todos los combustibles, tiene
cierto grado de peligrosidad por lo que el uso seguro de cualquier combustible se centra
en prevenir situaciones en las que se den los tres factores de combustión; están
presentes la ignición, el oxidante y el combustible. Sin embargo, se requieren controles
de ingeniería adicionales para garantizar su uso seguro; como una amplia gama de
concentraciones inflamables en el aire (4% y 75%) y una menor energía de ignición
(sólo una décima parte de la energía para encenderse que la gasolina). (Dawood et al.,
2020)

1.2. Propiedades del hidrogeno


El contenido de energía del hidrógeno con el poder calorífico más alto es 141,8 MJ/kg a
298 K y el poder calorífico más bajo del hidrógeno es 120 MJ/kg a 298 K, que es
mucho más alto que el de la mayoría de los combustibles (por ejemplo, gasolina 44
MJ/kg a 298 K). Sin embargo, el hidrógeno líquido tiene menos densidad de energía por
volumen que los combustibles de hidrocarburos como la gasolina en aproximadamente
un factor de cuatro (es decir, una densidad de 8 MJ/l mientras que la gasolina tiene una
densidad de 32 MJ/l). Mientras que el gas hidrógeno tiene una buena densidad de
energía en peso, pero una densidad de energía pobre en volumen en comparación con
los hidrocarburos, por lo que requiere un tanque más grande para almacenarlo. El
hidrógeno es un gas inflamable con una temperatura de ignición relativamente baja, lo
que crea una gran parte del riesgo asociado con su uso. Además, tiene la capacidad de
escapar a través de los materiales debido a su pequeño tamaño de molécula y su
capacidad destructiva (fragilización por hidrógeno), lo que puede provocar degradación
mecánica y fallas hasta el punto de fuga en ciertos materiales. (Dawood et al., 2020)

La Tabla 1 se ofrece una descripción general de las propiedades y especificaciones del


hidrógeno.

Tabla 1: Propiedades y especificaciones del hidrógeno.

Propiedades Unidades SI
1
Isótopos H (99.98%), 2H, 3H, (4H-7H inestable)
Peso molecular 1.00794
Presión de vapor a (-252,8 °C) 101.283 kPa
Densidad del gas en el punto de ebullición y 1
1.331 kg/m3
atm.
Gravedad específica del gas a 0 °C y 1 atm
0.0696
(aire = 1)
Volumen específico del gas a 21,1 °C y 1 atm. 11.99 m3/kg
Gravedad específica del líquido en el punto de
0.071
ebullición y 1 atm.
Densidad del líquido en el punto de ebullición
67.76 kg/m3
y 1 atm.
Punto de ebullición a (101,283 kPa) 252.8 °C
Punto de congelación/fusión a (101,283 kPa) 259.2 °C
Temperatura crítica 239.9 °C
Presión crítica 1296.212 kPa, abs
Densidad crítica 30.12 kg/m3
Triple punto 259.3 C at 7.042 kPa, abs
Calor latente de fusión en el punto triple. 58.09 kJ/kg
Calor latente de vaporización en el punto de
445.6 kJ/kg
ebullición.
Solubilidad en agua vol/vol a 15.6 °C 0.019
Viscosidad del gas diluido a 26 C (299 K) Pa.s
Difusividad molecular en el aire. m2/s
CP 14.34 kJ/(kg) (°C)
CV 10.12 kJ/(kg)
Relación de calores específicos (Cp/Cv) 1.42
Poder calorífico inferior, en base al peso 120 MJ/kg
Poder calorífico superior, en base al peso 141.8 MJ/kg
Poder calorífico inferior, base de volumen a 1
11 MJ/m3
atm
Poder calorífico superior, en volumen a 1 atm 13 MJ/m3
Relación estequiométrica aire-combustible a
34.2 kg/kg
27 °C y 1 atm
Límites de inflamabilidad en el aire 4%-75%
Límites de explosividad (detonabilidad) 18.2 a 58.9 vol% in air
Tasa máxima de combustión en el aire. 2.7/3.46 (m s-1)
Temperatura máxima de la llama 1526.85 °C
Temperatura de autoignición/en el aire 400 °C/571 °C
Fuente: (Dawood et al., 2020)

1.3. Aplicaciones y usos del hidrógeno


En la actualidad el 95% del hidrógeno producido se emplea en las refinerías de petróleo
y, en las plantas químicas de metanol y amoniaco. Se encuentra en equilibrio y es
conocido como “hidrógeno comercial".
Los campos de aplicación más importantes del hidrógeno comercial son: en la comida,
la electrónica, químicos, refinación de metales, industrias petroquímicas y como
combustible limpio (tecnología en desarrollo). Además, es común que el hidrógeno
producido se utilice como materia prima en procesos como:

Figura 1: Usos Principales del Hidrógeno

Durante mucho tiempo el principal empleo del hidrógeno ha sido el amoniaco sintético.
Sin embargo, como las regulaciones ambientales se han vuelto más estrictas en los
procesos de refinación, en los cuales el hidrógeno realiza un papel esencial.
Además, al tener una elevada entalpia de combustión (aproximadamente el triple de un
hidrocarburo líquido), convierte al hidrógeno en una alternativa importante como
combustible en cohetes de gran tamaño.
1.3.1. En Refinación
El hidrógeno es el reactivo vital en los procesos de hidrotratamiento e hidrocraqueo, con
el propósito obtener moléculas pequeñas a partir de moléculas grandes, así incrementar
la relación H/C (hidrógeno/carbono) y disminuir considerablemente la concentración de
azufre y nitrógeno. Estos procesos necesitan elevadas condiciones de operación
(temperatura y presión), de esta manera las oleofinas se saturan, después sucede la
desulfurización y por último se desnitrogena la carga.
La relación H/C aumentará según la mayor cantidad de hidrógeno que se adhiera en las
cadenas hidrocarburos superiores (cadenas que se desean craquear), por lo que se
obtiene productos de alta calidad. Además, la economía del proceso depende de los
costos que genera la planta de producción de hidrógeno, los catalizadores y servicios
auxiliares.
1.3.2. En Petroquímica
A través de la hidrogenación catalítica (adición de hidrógeno a un compuesto orgánico)
y la hidrogenólisis (ruptura de moléculas orgánicas acompañadas de la adición de
hidrógeno). A continuación, mencionaremos las aplicaciones más importantes en este
campo.
La reacción de nitrógeno e hidrógeno, mediante el proceso Haber opera a 200atm y
550°C, utilizando Hierro como catalizador. La interacción entre la superficie y el
catalizador debilita el enlace H-H y ayuda romperlo.

El Amoniaco es la base para la producción de fertilizantes, el uso de


hidrógeno en este campo inicio en el año 1911.

Se obtiene Metanol a 49.34 atm y 277°C, empleando como catalizador el


CuZnO.

Además, otros productos orgánicos que necesitan hidrógeno para su producción son:
ciclo hexano, anilina, 1,4 butanodiol, caprolactam, hexametileno diamina (HMDA) y
tolueno diamina (TDA) entre otros.
Las hidrogenaciones de grasas insaturadas necesitan catalizadores como el Ni, Pd y Pt.
Y se incrementa el uso de catalizadores homogéneos: como el proceso de
hidroformilación:

Otros aceites son hidrogenados para usarlos en la fabricación de jabón, lubricantes,


pinturas y barnices. Industrialmente se hidrogenan compuestos químicos orgánicos en la
conversión de alcoholes en glicoles, de esteres y glicéridos en alcoholes, de nitrilos en
aminas, de aromáticos en ciclo alcanos.
Además, el hidrógeno reacciona con aceite comestible, aromáticos, hidrocarburos
cetonas y aldehídos. Para la producción de vitaminas, cosmeticos, circuitos
semiconductores, margarina y mantequilla de maní.
1.3.3. En Celdas de Combustible (Fuel Cell)
En la actualidad, es prioridad optimizar los sistemas energéticos sin perjudicar al medio
ambiente. En ese sentido, existen investigaciones para mejorar el actual sistema de
transporte mediante las celdas de combustible. Una celda de combustible transforma la
energía química del hidrógeno en energía eléctrica, y se utiliza un depósito externo para
realimentar constantemente el combustible.
Se considera al hidrógeno como combustible que realiza el papel del ánodo y el oxígeno
(aire) es el cátodo. En el ánodo el hidrógeno se disocia en p+ (son dirigidos al cátodo) y
e- (conducidos por un circuito externo producen energía). El catalizador del cátodo
favorece que las moléculas de oxígeno reaccionen con los electrones (conducidos a
través del circuito externo) y protones para formar agua. Por consiguiente, la
combustión del hidrógeno produce Vapor, es decir, el hidrógeno es un combustible
limpio desde el punto de vista medioambiental.
En algunas ciudades ya se ha ingresado al mercado automotriz este tipo de sistemas, sin
embargo, su aplicación pasa por algunos obstáculos importantes. En primer lugar, para
que la industria del hidrógeno como combustible sea competitivo, debe tener igual o
mejor rendimiento que los autos con motor de combustión interna. En segundo lugar, el
uso del hidrógeno implica empezar a construir desde cero, lo cual sería más caro a
diferencia de las instalaciones que ya existen para los combustibles derivados del
carbono. Además, se considera el almacenamiento, seguridad y costo total.
La tecnología de las celdas de combustión adquiere protagonismo debido a la
contaminación mundial que existe. Solo necesita resolver los inconvenientes generados
para suministrar y almacenar el combustible de hidrógeno, el cual no genera
contaminantes (llamado de emisión cero). El hidrógeno proporciona 120 MJ/Kg de
energía almacenada, sin embargo, es vital conocer en términos de volumen para saber
cuánto de este combustible debe estar en los vehículos. La capacidad de energía
almacenada en términos de volumen es cerca de 2.8 GJ/m3 a una presión de 35 MPa o
semejante a 8.5 GJ/m3 para hidrógeno líquido a 20K. La figura 2 presenta la energía
almacenada por unidad de masa del hidrógeno y combustibles derivados del petróleo,
donde el hidrógeno destaca en su peso, pero es desfavorable en volumen.
Figura 2: Energía de los combustibles por unidad de volumen y masa.

Fuente: E. McEnaney (2003)

2. Tecnologías para la producción de hidrógeno


La figura 3, muestra 14 rutas para la producción de hidrógeno a partir de los tres tipos de
recursos energéticos. Entre esas rutas, la opción principal es descomponer los combustibles
fósiles (es decir, gas natural, petróleo y carbón) o la biomasa en hidrógeno y otras sustancias
mediante procesos químicos, termoquímicos y biológicos. Otra opción común es disociar el
agua en hidrógeno y oxígeno mediante la utilización de electricidad o energía térmica
generada a partir de energía nuclear o fuentes renovables, es decir, eólica y solar.

Figura 3: Rutas para la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles, energía nuclear y energías
renovables
Fuente: (Scipioni et al., 2017, p. 36)
2.1. Producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles
En la actualidad, los combustibles fósiles (gas natural, petróleo, carbón e hidrocarburos
intermedios) son las fuentes más utilizadas para generar hidrógeno y representan
alrededor del 96% de la producción mundial de hidrógeno; a saber, el gas natural (48%),
los hidrocarburos superiores (principalmente petróleo y nafta) -30%, y carbón -18%
(Ewan & Allen, 2005). Como se muestra en la figura 1, se pueden utilizar diversas
tecnologías de conversión termoquímica para producir hidrógeno a partir de la materia
prima de los combustibles fósiles. Entre ellos, el reformado con vapor de metano, el
reformado de petróleo y la gasificación del carbón son los métodos más comunes que
han estado disponibles comercialmente.

2.1.1. Producción de hidrógeno a partir de gas natural


El gas natural es una mezcla de gases de hidrocarburos incolora e inodoro que
comprende principalmente metano. Es la materia prima más utilizada para producir
hidrógeno con las ventajas de bajo costo, fácil de manejar y alta proporción de
hidrógeno a carbono. Los procesos industriales dominantes para producir hidrógeno a
partir de gas natural son las rutas de reformado, incluido el reformado con vapor
(SMR), la oxidación parcial (POX) y el reformado autotérmico (ATR). Además, el
hidrógeno también se puede generar a partir de gas natural mediante el método de
pirólisis.

A. Rutas de Reforma
Hay tres vías para transformar el gas natural en hidrógeno: reformado con vapor,
oxidación parcial y reformado autotérmico. Normalmente, el reformado de gas natural
incluye cuatro pasos: (1) desulfuración del gas natural, (2) reformado, (3) reacción de
cambio agua_gas y (4) purificación de hidrógeno.

i. Reformado con vapor-metano (SMR)


Entre las tres rutas de reforma, la SMR es la menos costosa y la más aceptada
para generar hidrógeno. Es un proceso catalítico que se basa en una reacción
entre metano y vapor, con las siguientes reacciones:

(1)

(2)

La figura 4 muestra los cuatro pasos básicos del proceso de reformado con
vapor y metano. En primer lugar, la materia prima debe desulfurarse, ya que los
compuestos que contienen azufre en el gas natural envenenarán el catalizador y
dañarán los equipos durante la siguiente reacción de reformado. En segundo
lugar, el gas natural desulfurado, principalmente metano (CH 4), se reforma
reaccionando con vapor (H2O) en hornos cargados con catalizador para formar
una mezcla de gases de hidrógeno (H2), monóxido de carbono (CO), dióxido de
carbono (CO2), y metano no convertido (CH4). Las reacciones de reformado con
vapor (Ec. 1) son altamente endotérmicas y la energía externa debe ingresarse
precalentando la materia prima.

Figura 4: Diagrama de flujo del proceso SMR

Normalmente, las reacciones se llevan a cabo a 800-1000°C bajo 1,4-2 MPa con
la ayuda de catalizadores a base de níquel de alta eficiencia. En tercer lugar, el
CO reacciona aún más con el vapor (H 2O) en presencia de catalizadores para
producir CO2 y más H2. En este paso, debido a la característica exotérmica de la
reacción de cambio de agua-gas (Ec. 2), a menudo se emplea un cambio de alta
temperatura (HTS, 350°C) seguido de un cambio de baja temperatura (LTS,
190-210°C) para lograr una cinética rápida para la producción de H 2. (Bhat &
Sadhukhan, 2009). En el paso final, para obtener H 2 de alta pureza (99%), el
proceso de separación física de adsorción por cambio de presión (PSA)
generalmente se utiliza para eliminar las cantidades considerables de CO, CO 2 y
CH4 en el gas efluente después de la reacción de desplazamiento agua-gas.

ii. Oxidación Parcial (POX)


En el proceso de oxidación parcial, el metano del gas natural reacciona con
oxígeno en una cantidad inferior a una cantidad estequiométrica en una reacción
parcialmente oxidante para generar monóxido de carbono e hidrógeno. A
diferencia de las reacciones endotérmicas en SMR, la reacción POX libera
suficiente calor para impulsar este proceso debido a la naturaleza exotérmica de
la ecuación. 3 o Ec. 4.

(3)

(4)

La Fig. 5 muestra el diagrama de flujo del proceso de oxidación parcial, en el


que la desulfuración es también la primera etapa. Luego, el gas natural
desulfurado se mezcla con una cantidad limitada de aire u oxígeno para realizar
la reacción de oxidación parcial (Ec. 3) en un reactor de alta presión. En este
paso, es importante controlar la relación oxígeno/carbono para maximizar el
rendimiento de CO y H2, así como minimizar la formación de coque. Mientras
tanto, se recoge una gran cantidad de calor generado por la reacción exotérmica
de POX y luego se utiliza en la siguiente reacción de cambio de agua a gas (Ec.
2).

Figura 5: Diagrama de flujo del proceso POX.

Además, el proceso de purificación es necesario en el paso final para obtener


hidrógeno de alta calidad. La reacción POX se puede llevar a cabo con o sin
presencia de catalizadores. La oxidación parcial catalítica (Ec. 4) normalmente
se opera a una temperatura que oscila entre 700 °C y 900 °C, que es más baja
que la de la reacción de oxidación parcial no catalítica correspondiente, con una
temperatura que oscila entre 1300 °C y 1500 °C (Christian Enger et al., 2008).
Sin embargo, la temperatura de reacción de la oxidación parcial catalítica es
difícil de controlar, lo que requiere un sistema costoso para la separación de
oxígeno.
iii. Reforma Autotérmica (ATR)
Como se indicó anteriormente, las reacciones SMR son endotérmicas, mientras
que la reacción POX es exotérmica. El proceso ATR combina las reacciones
SMR y la reacción POX para proporcionar una reacción (casi)
termodinámicamente neutra, utilizando el calor generado en el POX para
satisfacer el calor requerido por el SMR. La reacción integrada del proceso
ATR se propone como Ec.5:

(5)

La figura 6 ilustra que para lograr la neutralización termodinámica en el proceso


ATR, se debe utilizar un reactor único con una zona de combustión y una zona
catalítica SMR para tratar el gas natural desulfurado con oxígeno y vapor que
fluyen simultáneamente.

Figura 6: Diagrama de flujo del proceso ATR.

Para ser específico, el calor generado por la reacción exotérmica POX en la


zona de combustión se transfiere directamente a la zona catalítica a través de los
gases de reacción que fluyen y luego impulsa las reacciones endotérmicas SMR
aguas abajo. En este reactor único, el metano reacciona tanto con vapor como
con oxígeno para producir gas de síntesis a una temperatura que oscila entre 900
°C y 1100 °C en presencia del lecho del catalizador (Aasberg-Petersen et al.,
2011). Las siguientes dos etapas del proceso ATR son las mismas que las de los
procesos SMR y POX, es decir, la reacción WSG y la purificación del producto.
B. Pirólisis
La pirólisis térmica del gas natural, también conocida como craqueo térmico, es otra ruta
de producción de hidrógeno científicamente probada. En el cual, el gas natural (metano)
se divide directamente en hidrógeno y carbono (Ec. 6). Dado que en la reacción de
pirólisis no interviene vapor ni oxígeno/aire, no se generan óxidos de carbono (p. ej.,
CO2 o CO) en el proceso, lo que elimina el requisito de WGS posteriores y pasos de
purificación. (Abánades et al., 2013)

(6)
2.1.2. Rutas de producción de hidrógeno a partir del petróleo
El combustible a base de petróleo es otra materia prima importante para la generación
de hidrógeno y representa aproximadamente el 30% de la capacidad total de producción
de H2. En comparación con el petróleo pesado como el betún o el petróleo residual con
alto peso molecular, el petróleo ligero como la nafta tiene la ventaja significativa de
aliviar la desactivación del catalizador causada por la deposición de coque. Así, los
procesos de producción de hidrógeno a partir de petróleo, especialmente a partir de
petróleo ligero, también pueden depender de las vías de reformado (reformado con
vapor, oxidación parcial, reformado autotérmico) y de pirólisis. Estas técnicas toman los
hidrocarburos ligeros como materia prima para producir directamente hidrógeno
mediante pasos similares a los mencionados anteriormente.
En términos generales, las rutas de reformado para la producción de hidrógeno a partir
de petróleo constan de las mismas cuatro etapas: desulfuración, reformado (con vapor
y/o oxígeno), cambio de agua a gas y purificación. En cuanto a la pirólisis del petróleo,
especialmente de los hidrocarburos ligeros, se puede realizar la producción de
hidrógeno con un solo paso de craqueo térmico. Las reacciones involucradas en estas
rutas de producción se ilustran en las Ecs. 7 - 10.

(7)

(8)

(9)

(10)

2.1.3. Ruta de producción de hidrógeno a partir del carbón


El carbón es una roca sedimentaria carbonosa inflamable de color negro o marrón que
comprende C, H, O, N, S, Cl y otros elementos en pequeñas cantidades. Como fuente de
combustible fósil relativamente barata y abundante, el carbón es una materia prima
ampliamente utilizada para producir combustibles, productos químicos, etc. La
gasificación del carbón desempeña un papel importante en la industria del hidrógeno,
especialmente en las plantas de fabricación a gran escala, y representa el 18% de la
producción mundial de H2.
A. Gasificación
La gasificación, como método químico más antiguo para generar productos de gas
combustible, es la ruta más utilizada para convertir carbón en hidrógeno. Como se
muestra en la Fig. 5, en un proceso típico de gasificación de carbón, el carbón
pulverizado reacciona con oxígeno y vapor en un gasificador especialmente diseñado a
alta temperatura y presión moderada para producir una mezcla de gases que contiene
monóxido de carbono (CO), hidrógeno (H 2), así como una pequeña cantidad de dióxido
de carbono (CO2), metano (CH4) y otros componentes. Posteriormente, se emplean los
procesos posteriores de WGS y purificación para obtener más H 2 de alta pureza. En la
actualidad, se están considerando tecnologías de captura y almacenamiento de carbono
(CAC) para resolver el problema de las fuertes emisiones de carbono de las plantas de
gasificación de carbón.

Figura 7: Diagrama de flujo del proceso de gasificación del carbón.

El proceso de gasificación del carbón incluye una variedad de reacciones complejas que
incluyen pirólisis, reformado, oxidación parcial, cambio agua-gas y metanación. En la
primera reacción de pirólisis (Ec. 11), la materia prima se convierte en aceites, fenoles,
alquitranes y gases de hidrocarburos ligeros en condiciones de temperatura creciente.
Luego, tienen lugar las reacciones altamente exotérmicas de reformado (Ecs. 12 y 13) y
oxidación parcial (Ec. 14) para producir el snygas en presencia de vapor y oxígeno/aire
a altas temperaturas, seguidas por la Reacción WGS (Ec. 2) para aumentar la
producción de H2. En cuanto a la reacción exotérmica de metanación (Ec. 15), un
aumento en la temperatura de operación disminuiría la producción de metano y
aumentaría la formación de CO (Navarro et al., 2007).

(11)
(12)

(13)

(14)

(15)

i. Tecnologías de gasificación
En la actualidad, se encuentran disponibles comercialmente una variedad de
tecnologías de gasificación de carbón para la producción de hidrógeno, que se
pueden clasificar principalmente en tres categorías principales según el tipo de
gasificador: gasificadores de lecho fluidizado, de lecho fijo y de flujo
arrastrado. La Tabla 2 compara las condiciones operativas de los tres tipos de
gasificadores, como el tamaño de las partículas de la materia prima de carbón,
los tiempos de residencia, la temperatura y presión operativas, así como el
modo de alimentación y contacto.
Tabla 2: Condiciones de funcionamiento de los tres tipos de gasificadores

Tamaño de Tiempos de
Temperatura Presión
partícula residencia Modo de alimentación y contacto
(°C) (MPa)
(mm) (s)
El gas oxidante se introduce en el
fondo del gasificador y corre en
Lecho Móvil
5-80 900-3600 1300-1800 310 contracorriente del flujo
(contraflujo)
descendente de partículas de
carbón.
El carbón se puede introducir en la
parte superior o más
Lecho fluidizado profundamente en el gasificador.
0.5-5 10-100 900-1050 1-3
(remezclado) El gas oxidante ingresa desde el
fondo con suficiente flujo y
velocidad para fluidizar el lecho.

El gasificador puede ser de flujo


ascendente o descendente. Una
Flujo arrastrado <0.1(dry)
0.5-10 1200-1600 02-ago mezcla de carbón finamente
(sin retromezcla) <1(slurry)
molido arrastrado en el flujo de
gas oxidante simultáneamente

ii. Gasificación subterránea de carbón


Las tres tecnologías de gasificación de carbón mencionadas anteriormente
dependen de un reactor de superficie para gasificar el carbón pulverizado,
mientras que la tecnología de gasificación de carbón subterránea (UCG)
proporciona una vía alternativa para la conversión de carbón, en la que el
carbón no extraído se convierte en gas de síntesis in situ mediante reaccionando
con los oxidantes inyectados. El proceso de UCG se puede representar
brevemente como sigue (Fig. 8).

Figura 8: Esquema simplificado de gasificación subterránea de carbón

En primer lugar, se perforan un par de pozos verticales desde la superficie hasta


la veta de carbón, y un pozo, concretamente el pozo de inyección, se utiliza para
suministrar aire u oxígeno. Mientras que otro, conocido como pozo de
producción, se utiliza para extraer el gas de síntesis generado (que contiene
hidrógeno), además, se crea una conexión horizontal para mejorar la
permeabilidad de la veta de carbón entre los dos pozos. En la etapa de
gasificación, se enciende el tallo de carbón y se bombea aire u oxígeno al lecho
permeable a través del pozo de inyección, para favorecer la reacción química
entre el aire/oxígeno y el carbón. El gas de síntesis generado fluye a través de la
conexión horizontal y del pozo de producción, y luego se recoge en la superficie
para su posterior purificación y utilización.
2.2. Producción de hidrógeno a partir de la energía nuclear
El aprovechamiento de la energía nuclear en la producción de hidrógeno sólo se
justifica para procesos que requieren alta temperatura. Los procesos más estudiados
para la producción de hidrógeno nuclear son: Electrólisis de alta temperatura y Ciclos
termoquímicos.

Los dos procesos aprovechan el calor generado por los reactores para producir
hidrógeno. Una de las ventajas de utilizar energía nuclear para este fin es que durante la
generación de energía no se emiten gases de efecto invernadero. Además, se pueden
producir hidrógeno y electricidad en forma simultánea, lo que permite desplazar la
producción hacia el producto deseado dependiendo de las necesidades del mercado.
Para este tipo de producción de hidrógeno, las emisiones directas de gases de efecto
invernadero serán nulas, sin embargo, sí que existirán unas emisiones indirectas
derivadas de toda la cadena de suministro. Estas emisiones indirectas se han estimado
en el intervalo de 0.47 – 0.96 kg CO 2eq/kg H2. Valor este muy inferior a todos los
expuestos hasta el momento. Adicionalmente, en el caso de producción de hidrógeno
rosa también debe evaluarse la problemática asociada a la eliminación de los residuos
radiactivos, que además de ser un reto técnico, en muchos casos también está sujeta a
controversias y reticencias sociales.

En cuanto al coste del hidrógeno obtenido mediante la ruta rosa, este depende, como en
todos los casos de sistemas aislados no conectados a la red eléctrica, del coste de capital
del electrolizador, del factor de utilización y del coste de la electricidad específica.
Claro, estas variables pueden tomar valores muy diversos y en consecuencia el coste
resultante del hidrógeno tendrá un intervalo bastante amplio. Así, el estudio que se ha
tomado como referencia para este trabajo estimó un coste nivelado del hidrógeno
producido a partir de fuentes nucleares por electrólisis en el intervalo 4.39 – 7.23 €/kg
H2.

2.2.1. Ciclos termoquímicos


Según Aporta & Martínez (2011), los ciclos termoquímicos son procesos que permiten
obtener hidrógeno y oxígeno mediante reacciones conducidas térmicamente que
producen la descomposición de la molécula de agua. Como su nombre lo indica, los
componentes químicos que participan (a excepción del agua) se regeneran.

Cabe destacar que en los reactores actuales de la Generación II y en los de la


Generación III, las temperaturas de trabajo (aproximadamente 400 ºC) son insuficientes
para llevar a cabo la electrólisis de alta temperatura. Los reactores que pueden ser
utilizados para estos procesos, son los llamados de Generación IV, los cuales trabajarán
a temperaturas superiores a los 800ºC. La termólisis directa del agua implica trabajar
con temperaturas muy elevadas aproximadamente 4 000°C, y no es aplicable en
condiciones normales de presión. Para evitar trabajar con esas temperaturas, se utilizan
los llamados “ciclos termoquímicos”, con los cuales se puede producir la ruptura de la
molécula de agua a temperaturas menores.

En la literatura existen alrededor de trescientos ciclos propuestos. Los criterios a tener


en cuenta para la selección de un ciclo son: número de reacciones y/o pasos de
separación en el ciclo, número de elementos que intervienen, costo y disponibilidad de
los procesos químicos, corrosividad de las especies involucradas, costo y disponibilidad
de los materiales de construcción, condiciones ambientales, de seguridad y salud, efecto
de las elevadas temperaturas proyectadas en los costos, cantidad de investigaciones
realizadas sobre el ciclo y existencia de algún modelo operando en forma continua.
Además, se enumera algunos criterios como, eficiencia térmica, temperatura de
operación (cuanto más baja, mejor), el ΔG de las reacciones individuales debe ser
negativo o próximo a cero (para disminuir los requerimientos de energía), la velocidad
de reacción de cada paso individual debe ser elevada y similar a la de los otros pasos, la
separación de los productos de reacción debe ser mínima en términos de consumo
de energía y costo y los productos intermedios deben ser fácilmente manejables. Todos
estos criterios son importantes a la hora de la selección de un ciclo para su
implementación.

Los procesos de separación del agua pueden ser subdivididos en diferentes reacciones
parciales. El principio está dado por el siguiente ciclo:

(15)

(16)

(17)

(18)

donde: Q representa la carga de calor.

Dependiendo de las especies que participan (A y B), los ciclos pueden clasificarse en
distintas familias, detalladas a continuación:

A. Familia del azufre


Dentro de esta familia se han estudiado cuatro ciclos, el de cuatro pasos, el de yodo-
azufre, el del sulfato y el de ácido sulfúrico-metanol, pero los más desarrollados son el
de yodo-azufre y el del sulfato.

<100°C (19)

700°C (20)

850°C (21)

La reacción (19) es exotérmica, y se conoce como “Reacción de Bunsen”. Bajo


condiciones óptimas de operación, la eficiencia de este ciclo es 40-50%. Este sistema
puede acoplarse a un reactor de alta temperatura o a una planta solar térmica. En la
Figura 9, se presenta un esquema de este ciclo acoplado a un reactor nuclear de
Generación IV que utiliza helio como refrigerante. El helio sale del reactor a una
temperatura de 950ºC aproximadamente y atraviesa un intercambiador de calor
intermedio, en el cual le cede calor al helio del circuito secundario. Luego el helio del
primario es comprimido y regresa al reactor. Una vez calentada, la corriente de helio del
circuito secundario se divide en dos partes. Una corriente va hacia el circuito de
potencia y la otra se dirige hacia el proceso de producción de hidrógeno. La corriente de
helio que sale del ciclo I-S, posee una temperatura aproximada de 420ºC y la que sale
del circuito de potencia está a 350ºC aproximadamente, por lo tanto la corriente que
sale del ciclo I-S debe ser enfriada antes de mezclarlas.

La corriente que sale del mezclador regresa al intercambiador intermedio, dando


comienzo nuevamente al ciclo.

Figura 9: Esquema del ciclo I-S acoplado a un reactor VHTR

2.2.2. Electrólisis a alta temperatura


La electrólisis es un proceso que utiliza electricidad para separar un compuesto en los
elementos que lo conforman. En el caso de producción de hidrógeno, se utiliza la
electrólisis del agua.

(22)

La descomposición del agua no se produce de forma espontánea (ΔG>0), por lo tanto,


para producir la ruptura de la molécula es necesario aplicar energía (energía eléctrica en
el caso de la electrólisis).
El proceso de electrólisis se lleva a cabo en reactores, llamados celdas electrolíticas, en
los cuales la reacción (22) se lleva a cabo en dos semi reacciones.

(22.1)

(22.1)

En la Figura 10 demuestra que la demanda eléctrica disminuye con el aumento de la


temperatura a la que tiene lugar el proceso. Por lo tanto, la electrólisis de alta
temperatura utiliza una cantidad de energía eléctrica menor que la electrólisis en
condiciones normales de temperatura.

Figura 10: Electrólisis teórica. Voltaje vs temperatura

La curva superior representa el cambio de entalpía (ΔH) y la curva inferior corresponde


a la variación de la energía de Gibbs (ΔG), cuya ecuación es:

(23)

donde: ΔS corresponde al cambio de entropía, TΔS representa el requerimiento térmico


del proceso y ΔG es la demanda eléctrica.

En la Figura 11 se expone un diseño conceptual de electrólisis de alta temperatura


acoplada a una fuente de alta temperatura en el que la fuente de calor del proceso puede
ser energía nuclear o energía solar de concentración.
Figura 11: Diseño conceptual de electrólisis de alta temperatura

2.3. Producción del hidrógeno a partir de energías renovables


El término de “Energía Renovable” se refiere a las energías que se recolectan de los
recursos naturales y pueden reponerse constantemente. En sus diversas formas, la
energía renovable puede derivarse directamente del viento, la luz solar y la bioenergía,
etc. La capacidad mundial de energía renovable ha crecido rápidamente en las últimas
décadas debido a las preocupaciones por la contaminación ambiental, los cambios
climáticos y la seguridad energética. Dado que el hidrógeno es ampliamente reconocido
como la mejor manera de almacenar y utilizar energías renovables e intermitentes, se
han llevado a cabo una gran cantidad de estudios para lograr una producción efectiva de
hidrógeno a partir de diferentes tipos de fuentes de energía renovables. En la siguiente
sección, se describen una variedad de rutas de producción de hidrógeno a partir de tres
recursos sostenibles primarios, incluida la energía eólica, la energía solar y la
bioenergía, respectivamente.
Figura 12: Producción del hidrógeno a partir de energías renovables
Fuente: (Scipioni et al., 2017)

2.3.1. Producción del hidrógeno a partir de la energía eólica


El proceso se basa en producir primeramente electricidad a partir de la energía cinética
del viento y mediante ésta descomponer agua en un proceso conocido como electrólisis.
De esta manera, se genera H2 denominado “verde” dado que su producción no emite
gases de efecto invernadero a la atmósfera.

La energía eólica se obtiene a partir del viento, es decir, es la energía cinética del aire en
movimiento. Los desplazamientos de masas de aire son producto de gradientes de
presión. Cuando el sol calienta la superficie terrestre, no lo hace de manera uniforme.
De esta manera, el aire que está sobre tierra firme se calienta con mayor facilidad que el
aire sobre los mares y océanos. Cuando la temperatura del aire aumenta, su densidad
disminuye y, por lo tanto, se eleva, disminuyendo la presión en las zonas inferiores. Este
gradiente de presión es el que ocasiona el movimiento del aire desde los mares hacia las
costas. Se estima que, aproximadamente, el 2% de la energía solar, responsable de
calentar las masas de aire en la Tierra, contribuye a la formación de los vientos.

Esto nos recuerda que, la energía eólica es una manifestación indirecta de la energía
solar. La energía eólica depende principalmente de la velocidad del viento. En general, a
mayor gradiente de presión, mayor velocidad de viento. En la práctica, la velocidad del
viento depende de muchos factores, tales como la altitud (a mayor altitud, mayores
velocidades), la ubicación y la geografía del lugar (por ejemplo, mientras más
accidentes geográficos, más se frena el viento). Adicionalmente, para una misma
ubicación, la velocidad y dirección del viento pueden cambiar con la hora del día, el día
del año y entre años distintos. Por esta razón, cuando se busca realizar un proyecto de
aprovechamiento de energía eólica, es importante contar con data histórica de
velocidades y direcciones del viento en el lugar, y a una altura conocida.

A. Tecnologías de aprovechamiento de energía eólica


La primera aplicación conocida de la energía eólica fue en la navegación de los barcos
de vela, hace ya algunos milenios. Posteriormente, la energía eólica empezó a ser
aprovechada, desde hace algunos siglos, en los molinos de viento para la molienda de
cereales, como el maíz, y para bombear agua.

Si lo que se busca es obtener energía mecánica a partir de energía eólica, se usan


aeromotores. Estas máquinas son motores accionados por el viento, y se han utilizado
desde hace siglos para moler granos y para bombear agua, mayormente. La primera
aplicación conocida de la energía eólica fue en la navegación de los barcos de vela, hace
ya algunos milenios. Posteriormente, la energía eólica empezó a ser aprovechada, desde
hace algunos siglos, en los molinos de viento para la molienda de cereales, como el
maíz, y para bombear agua. Si lo que se busca es obtener energía mecánica a partir de
energía eólica, se usan aeromotores. Estas máquinas son motores accionados por el
viento, y se han utilizado desde hace siglos para moler granos y para bombear agua,
mayormente.

Sin embargo, en la actualidad, la principal aplicación de la energía eólica es la


generación de energía eléctrica. Esto se logra con máquinas llamadas aerogeneradores.
En los aerogeneradores, la energía eólica primero se convierte en energía mecánica
cuando el viento pasa por las aspas unidas a un rotor, y crea zonas de baja presión en
éstas, causando que las aspas se muevan en esa dirección, y haciendo girar, a su vez, al
rotor. El giro del rotor acciona un generador que se encarga de convertir la energía
mecánica en energía eléctrica. La potencia que se puede obtener de los aerogeneradores
es directamente proporcional al cubo de la velocidad del viento y al área barrida por las
aspas. Tal como se muestra en las siguientes ecuaciones:

(24)

donde: 𝑃: potencia entregada por el aerogenerador [W]

𝑣: velocidad del viento [m/s]

𝑟: longitud de las aspas

𝑎 y 𝑏: constantes propias del aerogenerador [-]

Por esta razón, para la instalación de un aerogenerador siempre se buscan zonas con
velocidades de viento altas y constantes. En términos generales, las velocidades de
viento mínimas requeridas para el funcionamiento de un aerogenerador están alrededor
de 3 m/s (10.8 km/h) y 4 m/s (14.4 km/h). A medida que aumenta la velocidad del
viento, también aumenta la potencia entregada por el aerogenerador, hasta que se
alcanza su potencia nominal. Además, los aerogeneradores suelen detenerse cuando las
velocidades son superiores a 25 m/s (90 km/h), para evitar posibles roturas:

i. Componentes básicos de los aerogeneradores.


Los elementos principales que componen un aerogenerador, son los siguientes:

 Torre: es el elemento que soporta la estructura del aerogenerador y suele tener


una altitud de varios metros, puesto que, a mayor altura, mayor es la velocidad
de los vientos, y por lo tanto, mayor potencia se puede obtener.
 Rotor: es el elemento que transforma le energía cinética del viento en energía
mecánica. Sobre el rotor se ubican las aspas, también llamadas palas o cuchillas,
las cuales giran cuando el viento pasa por ellas. El material usado en las aspas
suele ser un material compuesto de plástico reforzado con fibra de vidrio o
carbono.
 Góndola: es el elemento ubicado en la parte superior de la torre. En su interior
se encuentran los elementos que transforman la energía mecánica en energía
eléctrica, como los ejes de baja y alta velocidad, el multiplicador y el generador,
así como, los sistemas de control, orientación y frenado. En la parte exterior de
la góndola se ubican instrumentos de medición, como el anemómento y la
veleta, que miden la velocidad y dirección del viento, respectivamente.
 Multiplicador: también es llamado caja de cambios. Este es el elemento que
conecta el eje del rotor (eje de baja velocidad o eje principal) con el eje del
generador (eje de alta velocidad), mediante un sistema de engranajes que se
encarga de aumentar la velocidad del primero por un factor de entre 20 y 60.
Por lo general, el eje del rotor gira a velocidades de entre 30-60 rpm y el eje del
generador requiere velocidades de 1000-1800 rpm para funcionar.
 Generador: es la máquina que transforma la energía mecánica de su eje en
energía eléctrica. Su eje tiene acoplado un sistema de freno en disco, que entra
en acción cuando se requiere parar la máquina por alguna emergencia.
Adicionalmente, si el aerogenerador se encuentra conectado a la red eléctrica, se
requiere el uso de transformadores para elevar la tensión de salida del generador
hasta la tensión nominal de la red. En la figura 13, se puede observar la
estructura y componentes de un aerogenerador.
Figura 13: Componentes de un aerogenerador

ii. Tipos de aerogeneradores


Según los aerogeneradores pueden clasificarse según su potencia nominal, la
orientación del rotor, el número de aspas y el mecanismo de regulación de
potencia.

 Según su potencia nominal, los aerogeneradores pueden ser de pequeña


potencia (menor a 30 kW), de potencia media (entre 30 y 300 kW) o de gran
potencia (mayor a 300 kW). Los aerogeneradores de pequeñas potencias suelen
usarse en sistemas aislados, mientras que los de mediana y gran potencia se
suelen usar en sistemas conectados a la red.
 Según la orientación del rotor, los aerogeneradores pueden ser de eje vertical o
de eje horizontal. Los aerogeneradores de eje horizontal son los más comunes,
sin embargo, los aerogeneradores de eje vertical tienen algunas ventajas, como
el hecho que pueden aprovechar los vientos de todas direcciones y que están
instalados a nivel de suelo, facilitando las labores de mantenimiento.
 Según el número de aspas o palas, los aerogeneradores pueden ser bipalas (2
palas), tripalas (3 palas) o multipalas (4 o más palas).
 Según el mecanismo de regulación de potencia, los aerogeneradores pueden ser
de paso fijo, si es que las aspas se mantienen en una posición fija y no permiten
la regulación de potencia, o de paso variable, si es que las aspas pueden girar
sobre su eje y ajustar el ángulo del aspa. Este segundo tipo permite mantener
potencias de salida constantes cuando la velocidad del viento es lo
suficientemente alta.
2.3.2. Producción de hidrógeno a partir de energía solar
Según Lache Muñoz (2015), el hidrógeno como forma de energía tiene un papel crucial
para el desarrollo de las energías renovables. Como ya hemos visto, uno de los mayores
problemas a los que se enfrenta la energía solar es su intermitencia y el bajo
rendimiento que comparten los medios de almacenamiento aprovechables para tratar
esta energía. En este caso, el hidrógeno producido a partir del sol se presenta como una
de las fórmulas más efectivas de almacenar la energía solar y, a su vez, de reducir las
emisiones de CO2 históricamente asociadas a la obtención de este gas.

En relación con el aprovechamiento de la energía solar y la producción de hidrógeno a


través de esta, hay tres vías principales: la luz, el calor y la energía eléctrica.

A. Proceso fotoquímico
Se aprovecha la luz de la propia radiación solar para llevar a cabo el proceso redox que
dará lugar a la producción de hidrógeno

En la fórmula fotoquímica para la generación de hidrógeno, se logra la disociación de la


molécula de agua en oxígeno e hidrógeno a través de la luz solar. El punto clave en ese
sistema es la eficiencia que se logre entre los materiales conductores empleados y sus
propiedades foto-físicas.

Los procesos fotoquímicos, para la generación de hidrógeno, se agrupan en cuatro


procesos, de acuerdo con las condiciones en las que se llevan a cabo: conversión
térmica, conversión indirecta, conversión de fotones y conversión eléctrica. Este último
se produce por electrólisis oscura del agua mediante electricidad, que, por lo general, es
producida por celdas fotovoltaicas.

B. Proceso termoquímico
En los sistemas termoquímicos, la energía solar es empleada como fuente calorífica que
produzca reacciones como:

i. Termólisis directa del agua


Busca la disociación de la molécula de agua, utilizando energía solar, requiere
temperaturas demasiado elevadas de alrededor de 2500°C y la necesidad de
poseer una técnica efectiva de separación del hidrógeno y el oxígeno formados,
para evitar su mezcla explosiva, en consecuencia, no existen proyectos a escala
de planta piloto.

ii. Ciclos termoquímicos


Descomposición del agua para obtener hidrógeno y oxígeno, mediante una serie
de reacciones químicas endotérmicas y exotérmicas que constituyen ciclos
compuestos de varias etapas. La mayor ventaja de este método es que el
hidrógeno y el oxígeno se obtienen por separado (en etapas distintas) y no
requiere temperaturas tan altas como en el caso de la termólisis directa. Sin
embargo, la existencia de varias etapas en estos ciclos se reduce el rendimiento
total del proceso debido a la irreversibilidad asociada a cada una de las mismas.

Figura 14: Procesos termoquímicos para la producción de hidrógeno solar

Fuente: (Lache Muñoz, 2015)

C. Proceso electroquímico
Por último, la fórmula electroquímica para la producción de hidrógeno se basa en el uso
de la energía eléctrica con el fin de alimentar un electrolizador. Recordemos que la
electrólisis es la reacción que separa la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno
mediante la aplicación de una corriente eléctrica. Este proceso, por ende, tiene como
objetivo obtener hidrógeno por electrólisis del agua y en última instancia, mejorar la
eficiencia a través de la electrólisis de alta temperatura (se necesita menor cantidad de
energía eléctrica). Se trata, por tanto, de la mejor de las alternativas: más eficiente y
económica.

Básicamente, el proceso de la electrólisis del agua consiste en la aplicación de una cierta


corriente eléctrica continua (CC) a la molécula de agua, de modo que ésta es disociada
en sus componentes fundamentales: oxígeno e hidrógeno.

Desde el punto de vista de un experimento físico o de laboratorio, la electrólisis puede


llevarse a cabo introduciendo dos electrodos en un líquido de base acuosa y se observa
cómo se produce la reacción al aplicar una cierta corriente eléctrica.
Figura 15: Producción de hidrógeno por electrólisis a partir de radiación solar

El proceso (Fig. 15) consta de sumergir a dos electrodos conectados a corriente continua
(CC), en agua (electrolito): al polo positivo va el ánodo y al polo negativo va el cátodo.
Ambos electrodos tienen la función de atraer a los iones opuestos, el ánodo atrae a los
negativos, por lo que a su lado se forma el oxígeno y el cátodo atrae a los positivos, por
lo que a su lado se forma el hidrógeno.

Los pasos para la producción de hidrógeno a partir de la electrólisis son: primero, se le


realiza al agua un pretratamiento de desionización, con la finalidad de obtener un fluido
compuesto en su mayoría de hidrógeno, a su vez, se tiene un convertidor AC/DC para
hacer funcionar los módulos de electrólisis o electrolizadores, con la energía del sistema
eléctrico, la cual es proporcionada en alterna (AC) y la electrólisis requiere de corriente
continua (CC). Es importante señalar que el convertidor no sería necesario si la fuente
fueran baterías o paneles solares. Finalmente, se separa al hidrógeno del oxígeno y se
almacenan ambos gases.

Los materiales de los que se encuentran hechos, los electrolizadores comerciales se


pueden clasificar en:

 Electrolizador alcalino convencional, proceso a baja temperatura con rendimientos


eléctricos del 62-82% y un consumo energético de 4,5–7,0 kWh / Nm3 H2.
 Electrolizador PEM (Membrana de intercambio de protones) y electrolizador AEM
(Membrana de intercambio de aniones), este último combina las ventajas de ambos,
sin embargo, su uso actualmente se encuentra limitado a la industria. En general,
son tecnologías a baja temperatura que requieren agua desionizada de gran pureza
para la producción. Su rendimiento eléctrico es del 67-82% y un consumo
energético de 4,5–7,5 kWh / Nm3 H2.

 Celdas electrolíticas por sólido óxido (SOEC). Procesos a alta y muy alta
temperatura, con sales fundidas: Molten Carbonate Fuel Cells (MCFC). El
rendimiento eléctrico se eleva al 81-86% y el consumo energético de 2,5-3,5 kWh /
Nm3 H2.

Tabla 3: La especificación típica de alcalino, PEM y SOE


En la tabla 3 se puede ver el estado de desarrollo de la tecnología, temperaturas de
operación, eficiencia eléctrica, así como eficiencia en la obtención de hidrógeno
para las tecnologías en mayor estado de desarrollo alcalinas, PEM y SOEC.
A continuación, se muestran las ventajas y retos que superar:

Ventajas Desventajas

 Al emplearse agua como materia  Empleo de diferentes calidades de


prima no se generan emisiones de agua.
CO2 derivadas de esta fuente sino  Desarrollar sistemas eficientes de
del origen de la electricidad tratamiento de agua.
necesaria para el proceso.  Mejora del rendimiento a hidrógeno.
 Tecnología establecida y en escala  Desarrollo de membranas de larga
industrial. duración e conexiones con mayor
 Se obtiene oxígeno de alta pureza resistencia a la corrosión.
como subproducto.  El empleo de tecnologías a alta
 Utiliza la infraestructura eléctrica temperatura / presión que mejoran el
de generación y transporte rendimiento y reduce el consumo
existente. energético.
 Utiliza avances en pilas de  Modularización mejorada para la
almacenamiento para optimizar el producción a gran escala.
consumo.  Equilibrar la capacidad de
 Permite la optimización del coste producción y el almacenamiento para
gestionando la producción en una demanda variable.
periodos valle de generación  Desarrollar sistemas flexibles y
eléctrica. escalables utilizando materiales de
 Permite una “traducción” inmediata menor coste de inversión.
electricidad- hidrógeno para el  Aumento de la fiabilidad para
almacenamiento de largo plazo de unidades de alta temperatura.
energía.  Desarrollar tecnologías más
eficientes de eliminación de agua del
hidrógeno producido.

i. Aplicación de la electrólisis a nivel industrial


Suele llevarse a cabo en unos “apilamientos” de celdas denominados “stacks”.
Por poner un ejemplo, la electrólisis polimérica (denominada usualmente con el
acrónimo “PEM”) se produce mediante un stack o apilamiento en los que se
intercalan membranas y placas que permiten el proceso electrolítico. Las placas
distribuyen el agua a cada membrana, y en la membrana se lleva a cabo la
ruptura de la molécula de agua; las placas son también las encargadas de
recoger las moléculas resultantes de oxígeno e hidrógeno y sacarlas fuera del
stack.
Con ello, podemos ver como el stack es el corazón de una planta de producción
de hidrógeno a partir de electrólisis. No obstante en referencia a los otros
componentes, se debe entender que, básicamente, un stack viene a ser como el
motor de un coche: un componente absolutamente necesario para que funcione,
pero no suficiente para desplazarse de un punto a otro, o, en el caso que nos
ocupa, para lograr la producción de hidrógeno.
Un electrolizador completo se compone de una serie de bloques que acompañan
al stack para garantizar el correcto funcionamiento del mismo. Así, a la entrada
del electrolizador tenemos un sistema de tratamiento de agua, que adecúa el
agua de entrada a las características requeridas por el stack. También tenemos
un sistema de adecuación de la potencia eléctrica, que convierte la corriente
alterna (AC) que usualmente tenemos en la entrada del electrolizador en
corriente continua (CC), que es la que emplea el stack. A continuación, a la
salida del stack, tenemos varios equipos que contribuyen a aumentar la pureza
del hidrógeno; por una parte, los separadores, que retiran la mayor parte del
agua de la corriente de hidrógeno (y ayudan a optimizar el consumo de agua); a
continuación, un secador, que retira la humedad sobrante del hidrógeno
producido; y, por otra parte, un sistema de purificación que retira las trazas de
oxígeno que pudiese haber en la corriente de hidrógeno. Y, además, otras
etapas, como el sistema de refrigeración, bombas de recirculación, un sistema
de control (que garantice el funcionamiento automático y con seguridad), etc.
Todos estos bloques juntos componen lo que, habitualmente, entendemos por
un electrolizador.
Por otra parte, en una planta industrial de producción de hidrógeno a partir de
electrólisis, es habitual encontrar también otros componentes, que se sitúan
alrededor del electrolizador o de los electrolizadores, para producir hidrógeno
de una manera industrial.
Como un ejemplo de ello, tendríamos un aljibe para el agua, uno o varios
transformadores para la conexión a media tensión, las adecuadas medidas de
seguridad y de prevención de accidentes, un sistema contra incendios, el sistema
de control centralizado de la planta, y, seguramente, etapas de compresión para
poder almacenar el hidrógeno, y tanques para almacenar este gas comprimido,
previamente a su distribución a los puntos de uso.
En otras ocasiones, el hidrógeno se almacena el estado líquido (es decir,
criogenizado a base de enfriarlo a temperaturas a las cuales este gas se vuelve
líquido); en este caso, necesitaremos también en la planta un sistema de
licuefacción de hidrógeno y los adecuados sistemas de almacenamiento de este
gas en estado líquido.
Por otro lado en la actualidad, existen plantas de electrólisis que superan la
decena de megavatios, y, en la próxima década veremos plantas electrolíticas
que alcanzarán sin duda los 100 MW, con la idea de almacenar, en la medida de
lo posible, todo el exceso de energía renovable que tengamos en determinados
periodos del año, y utilizar el hidrógeno que se produzca como un combustible
alternativo para el transporte, una manera eficaz de almacenar la energía, o un
producto químico de elevado valor para nuestras industrias.

2.3.3. Producción de hidrógeno a partir de bioenergía


La energía solar es la luz radiante y la energía térmica es la producida por el sol, se
puede aprovechar ambas energías haciendo uso de diferentes técnicas como células
fotovoltaicas (PV), colectores solares térmicos y fotosíntesis artificial. Debido a que
abunda dicho recurso la energía solar se puede convertir en una cantidad suficiente de
hidrógeno de forma sostenible. Generalmente, la electrólisis del agua hace uso de
electricidad generada por el sol, división foto catalítica del agua, termoquímica, entre
otros. La división del agua y el proceso fotobiológico son las cuatro principales rutas
para realizar la producción de hidrógeno a partir de energía solar.

A. Rutas termoquímicas
La biomasa se refiere a plantas o materiales de origen vegetal, como algas, árboles,
cultivos, o incluso estiércol animal, que puede utilizarse como fuente de sustituto de los
combustibles fósiles. Actualmente, hay tres vías principales disponibles para convertir
biomasa en hidrógeno mediante métodos termoquímicos, es decir, pirólisis, gasificación
convencional y gasificación de agua supercrítica. (Scipioni et al., 2017)

i. Pirólisis
La pirólisis de biomasa se refiere al proceso de degradación térmica incompleta
de materia prima de biomasa (contenido de C, H y O) en combustibles útiles
como carbón, líquidos condensables (bioaceite) y gases no condensables (H 2,
CO y CH4).
Durante el proceso, las moléculas complejas de biomasa primero se disocian en
moléculas simples (Ec. 25) este proceso se lleva a cabo calentándolas
rápidamente a 380- 530 °C a 0,1- 0,5 MPa en la ausencia de oxígeno, o por
combustión parcial con una cantidad limitada de suministro de oxígeno. Luego,
la reacción catalítica de reformado con vapor (Ec. 26) a 750- 850 °C sobre un
catalizador a base de níquel acoplado con la reacción de desplazamiento de gas
agua se utiliza para convertir el bioaceite en más hidrógeno. (Balat & Balat,
2009)

(25)

(26)

ii. Gasificación
Se pueden tomar como materia prima una variedad de residuos de productos
agrícolas y forestales para producir hidrógeno mediante gasificación
convencional. Entre todas las tecnologías de hidrógeno de base biológica,
gasificación (27) acopladas con desplazamiento de gas agua es el proceso más
práctico. En primer lugar, la biomasa se seca hasta un contenido de humedad
inferior al 35%, posteriormente, se lleva a cabo la gasificación térmica de la
materia prima sólida en un gasificado a una temperatura que oscila entre 600 C
y 1000 °C. (Kalinci et al., 2009)
Al igual que el proceso de gasificación del carbón, la gasificación de la biomasa
también genera productos gaseosos útiles, incluidos H2, CO, CO2, etc.

(27)

iii. Gasificación de agua supercrítica (SCWG)


El punto crítico para el agua pura es 374 °C y 22,1 MPa, más allá del cual, el
agua supercrítica (SCW) con viscosidad similar a la de un gas y densidad
similar a la de un líquido puede ser formado. El cambio dramático en sus
propiedades físicas hace que el agua se comporte como un fluido homogéneo
además de como un catalizador; en otras palabras, SCW tiene buena capacidad
de solvatación, así como una excelente tasa de transferencia de masa. En el
proceso SCWG, la biomasa sin secar como materia prima se puede gasificar
directamente en el agua supercrítica. En condiciones supercríticas, el oxígeno en
el agua se transfiere a los átomos de carbono de la biomasa para generar CO,
que además reacciona con el vapor para generar los productos gaseosos de H 2,
CO y CO2 mediante la reacción de desplazamiento de gas de agua. (Reddy et al.,
2014)

B. Rutas Biológicas
El concepto fundamental de las rutas biológicas es utilizar microalgas para catalizar la
conversión de materia prima, es decir, agua, compuestos orgánicos en hidrógeno y otras
sustancias (oxígeno, dióxido de carbono e hidrocarburos ligeros) Se hace uso de
métodos para la producción de biohidrógeno a temperatura y presión ambiente con
menor consumo de energía, así como menores emisiones contaminantes, lo que se
puede clasificar en rutas de biofotólisis (directa, indirecta) y rutas de fermentación
(claro y oscura). Como se muestra en las ecuaciones 28-32, todos los procesos
biológicos dependen fundamentalmente de las reacciones catalizadas por enzimas.

i. Rutas de biofotólisis
Al absorber y luego utilizar la energía solar, algunos organismos fototrópicos
(bacterias moradas, algas verdes y cianobacterias) pueden producir hidrogeno.
La biofotólisis se puede realizar por las vía directa e indirecta con un
mecanismo similar. Las microalgas absorben la energía solar y generan
electrones, los electrones generados se trasfieren a la ferrodoxina, que a su vez
actúa sobre las enzimas productoras de hidrogeno para liberar H 2 de agua o de
compuestos orgánicos.

 Biofotólisis directa: En la vía directas las microalgas como las algas verdes o las
cianobacterias, se utilizan para generar directamente hidrogeno a través de la
reacción fotosintética (Ec. 28) la materia prima (generalmente agua) se disocia
en H2 y O2 con la ayuda de la enzima hidrogenaza .Dado que la actividad de la
enzima es sensible al oxígeno, las presiones parciales del O 2 deben mantenerse
por debajo de 0.1% para mantener el proceso de producción de hidrogeno.
(Hallenbeck & Benemann, 2002)

(28)
 Biofotólisis indirecta: La ruta indirecta se lleva a cabo en dos fases, por lo
general se utiliza cianobacterias para producir hidrogeno y oxígeno en fases
separadas, respectivamente. (Manish & Banerjee, 2008)
La primera etapa se refiere a la reacción fotosintética (fijación del CO 2 y la
generación de O2) en la que los sustratos reducidos como los carbohidratos es
decir almidón en microalgas o glucógeno en cianobacterias se acumulan y el O 2
se genera simultáneamente (Ec.29).Mientras que en la segunda fase se da la
evolución de CO2 y generación de H2, los carbohidratos se disocian
posteriormente en H2 y CO2 en condiciones anaeróbicas (Ec.30).

(29)

(30)

ii. Rutas de fermentación


Las rutas de fermentación proporcionan enfoques biológicos respetuosos con el
medio ambiente para la conversión fermentativa de sustratos orgánicos en
hidrógeno. Los procesos pueden realizarse mediante foto fermentación en
condiciones de luz y fermentación en oscuridad (sin la luz del sol). Además, la
utilización de combinación de los procesos de fermentación oscura y foto
fermentación podrían lograr una mayor producción de hidrógeno.

 Foto-Fermentación: Los microorganismos fotosintéticos se emplean como


convertidores biológicos para producir hidrógeno a través de su acción
nitrogenasa en condiciones de limitación de nitrógeno. El proceso utiliza la luz
solar como recurso energético y los ácidos orgánicos o biomasa como materia
prima. En ausencia de oxígeno, los microorganismos fermentativos pueden
tomar ácidos orgánicos simples como donantes para proporcionar electrones.
Cuando las enzimas nitrogenasas reciben los electrones con la ayuda de
ferredoxina, los protones se pueden reducir a hidrógeno en condiciones de
deficiencia de nitrógeno. La reacción general para la producción de hidrógeno a
través del proceso de foto fermentación es dado en la ecuación 31.

(31)
 Fermentación Oscura: En la fermentación oscura, las bacterias heterótrofas y las
microalgas tienen la capacidad de convertir sustratos ricos en carbohidratos en
hidrógeno, ácidos grasos volátiles (AGV) y dióxido de carbono en condiciones
anaeróbicas. En esta ruta, la enzima hidrogenaza juega un papel importante en
la formación de H2 al combinar protones y electrones. Mientras tanto, el valor
del pH debe mantenerse alrededor de 5 o 6 para lograr la producción óptima de
hidrógeno. En un proceso fermentativo oscuro típico, el sustrato modelo de
glucosa se convierte en H 2, CO2 y ácido acético o butirato bajo diferentes
reacciones como se muestra en la ecuación 32. (Argun & Kargi, 2011)

(32)

3. Economía del hidrógeno


La economía del hidrógeno es un sector en alza que ayudará a reducir el consumo de
energía y las emisiones contaminantes, e impulsará el crecimiento económico creando
nuevos puestos de trabajo.

El hidrógeno es una energía comercializable significativa en la parrilla energética. Para ello,


el hidrógeno deberá producirse a escala interna (como energía doméstica) y de forma
sostenible.

Las tecnologías libres de fuel ya se han incorporado en automóviles, ganando cuota de


mercado, y compitiendo con otras energías y medios de transporte tradicionales. Este
cambio supone una menor dependencia del petróleo y el carbón como principales fuentes de
energía, y reducción de las emisiones de efecto invernadero. Para que esta transición
energética sea posible, deberán superarse barreras técnicas, sociales, y políticas.

El hidrógeno va a cobrar un mayor protagonismo, pero la transición presenta numerosos


retos que no deben obviarse, incluyendo infraestructuras de apoyo a gran escala similares a
la gasolina o el gas natural, y el coste de la producción y almacenamiento.

Estos retos se pueden superar con voluntad, presupuesto e investigación enfocada. El


reciente boom del gas shale (gas natural no convencional ubicado entre rocas sedimentarias
de grano fino bajo la corteza terrestre) que comenzó en 2005, hace que la economía del
hidrógeno resulte mucho más promisoria. (Gimenez, 2021)

La figura 16 muestra la economía del hidrógeno hacia una energía limpia y eficiente.
Figura 16: Retos de la economía de hidrógeno
Fuente: (Vaquero, 2019)

3.1. Importancia de la economía del hidrógeno para el desarrollo sostenible


El hidrógeno es un elemento básico, y su estado común es existente en el agua (H 2O).
Con la industrialización, cada vez se produce más hidrógeno artificial, que desempeña
un papel importante en la construcción de la sociedad humana. En general, el hidrógeno
se produce por los siguientes métodos:
 Generado a partir de combustibles fósiles mediante reformado con vapor, método de
oxidación parcial, etc.
 Generada a partir de procesos industriales como subproducto, tales como la
refinería de petróleo, la fabricación de hierro, la producción de etileno y el proceso
de electrólisis de la solución salina en la fábrica de sosa.
 Generada a partir de biomasa mediante procesos de fermentación del metano,
gasificación por vapor, etc.
 Generada a partir del exceso de energía de fuentes renovables como la energía
eólica y la energía solar fotovoltaica.
 Generada por otras vías como la fotocatálisis, etc.

Teniendo en cuenta tanto la producción como el consumo, no cabe duda de que el


hidrógeno es un importante producto intermedio para los procesos industriales. Sin
embargo, la razón por la que el hidrógeno participa en el desarrollo sostenible está
relacionada con sus propiedades, como la alta densidad energética y la combustión
limpia. Aunque el hidrógeno en sí no es un recurso energético natural en la Tierra, tiene
un gran potencial para contribuir al desarrollo sostenible como medio energético limpio
y eficiente para la producción de energía limpia y renovable. Por un lado, el hidrógeno
tiene la mayor densidad energética en masa de todos los tipos de combustibles (120
MJ/kg, en bajo valor calorífico); por lo tanto, se piensa que es un medio ideal de energía
para el almacenamiento, la transición y el uso.
Evaluando exhaustivamente la eficiencia, el coste y la conveniencia de la conversión
energética, el hidrógeno es adecuado para el almacenamiento de energía a corto y largo
plazo, especialmente cuando se requiere una gran capacidad de almacenamiento. Por
otro lado, como combustible limpio para la combustión, el hidrógeno podría utilizarse
ampliamente en vehículos eléctricos de carga y en sistemas de cogeneración para
industrias y hogares en los que la combustión convencional de combustibles fósiles
provocaría contaminación atmosférica.

En la actualidad, el hidrógeno para el suministro de energía suele producirse a partir de


combustibles fósiles o del exceso de generación de energía de fuentes renovables.
Basándose en estas propiedades, el desarrollo y despliegue de las tecnologías del
hidrógeno se consideran de gran importancia para el desarrollo sostenible. Además de
mejorar la seguridad energética, fomentar el ahorro de energía y la reducción del
impacto medioambiental, también se espera que estimule un nuevo período de
crecimiento económico y empleo gracias a la innovación tecnológica y la implantación
social, lo que suele denominarse "economía hidrogénica".

Reconociendo esta cuestión, se ha producido un boom del hidrógeno a partir de los años
90, cuando los principales países del mundo empezaron en serio a desarrollar, implantar
la tecnología del hidrógeno y verificar su viabilidad.

Hoy en día, muchos países importantes ya han publicado la hoja de ruta de la economía
del hidrógeno para orientar el énfasis de la investigación y asignar racionalmente los
recursos sociales y financieros en función de sus propias condiciones. En particular,
algunos de ellos, como Japón, Corea, la UE y los EE.UU., desempeñan un papel de
liderazgo en el ámbito de la economía del hidrógeno.

La tabla 4 muestra muestra los ámbitos de aplicación de las tecnologías de almacenamiento


de energía según EIA.

Tabla 4: Ámbito de aplicación de las tecnologías de almacenamiento de energía


3.2. Oportunidades, desafíos y proyección de la economía del hidrógeno
Aunque el hidrógeno tiene muchas aplicaciones en los sectores industrial y energético,
la mayor fuerza impulsora hacia la economía del hidrógeno debería provenir de los retos
globales del sector energético relacionados con la mitigación del cambio climático.

3.2.1. Desafíos globales en el sector energético


En el contexto del rápido desarrollo económico de los países desarrollados y en
desarrollo, el consumo global de energía ha experimentado un aumento significativo a
lo largo del siglo XX y se proyecta que continuará incrementándose en el siglo XXI.
Este aumento en la demanda de energía plantea dos problemas fundamentales: la
escasez de energía y las emisiones resultantes de la combustión de combustibles fósiles,
como el carbón, el petróleo y el gas. En la siguiente figura 17 se muestra la tendencia de
crecimiento demanda mundial del Sector Eléctrico. La infografía muestra la economía del
hidrógeno hacia una energía limpia y eficiente.

Figura 17: Demanda mundial del sector eléctrico


Fuente: (Zabala, 2020)

Para abordar estos desafíos, existe un consenso en la promoción de la generación de


energía a partir de fuentes renovables como una solución viable. Según las previsiones
de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se espera que las energías renovables
representen aproximadamente el 20% de la demanda de energía primaria para el año
2040. Sin embargo, se anticipa que el uso total de energía fósil se mantendrá estable
entre 2020 y 2040.

Además de promover fuentes de energía alternativas, se reconoce la importancia de


mejorar la eficiencia en el uso de la energía fósil. Dada la proporción significativa de
emisiones de CO2 en los sectores de electricidad y calor, transporte e industria, es
fundamental reducir la demanda de energía en estas áreas.

Figura 18: Cinco grandes industrial y su papel en las emisiones globales


Fuente: (Belinchón, 2022)

Una solución basada en la oferta implica respaldar recursos energéticos alternativos con
bajas emisiones de carbono y mejorar la eficiencia de la conversión energética. Entre las
tecnologías destacadas se encuentran las pilas de combustible basadas en el hidrógeno,
que se consideran ideales para respaldar alternativas en los sectores de construcción y
transporte. El hidrógeno, debido a su facilidad de transporte y repostaje durante la
conducción de larga distancia, se presenta como una fuente de energía insustituible.

Además, tecnologías maduras de generación de energía, como la energía eólica, la


energía solar fotovoltaica y la biomasa, se han implementado ampliamente y
continuarán siendo dominantes en el futuro. Sin embargo, se señala la inestabilidad de
la energía eólica y la radiación solar, lo que plantea desafíos para la red eléctrica en
términos de ajustar el suministro y el consumo de energía en tiempo real.

La figura 19 muestra el ranking mundial de generación eléctrica renovable 70- 100%.


Figura 19: Ranking mundial de generación eléctrica renovable
Fuente: (Olade, 2022)

El almacenamiento temporal de energía se presenta como una solución clave para


abordar esta inestabilidad. El hidrógeno se destaca como una opción adecuada para el
almacenamiento de energía de gran capacidad y su facilidad de transporte y uso en
cualquier ubicación, lo que subraya su importancia.

Después de décadas de desarrollo tecnológico y la integración sistémica de la economía


del hidrógeno, se ha demostrado que es factible introducir esta economía y completar
una cadena de suministro sin emisiones de CO2. Dada la eficiencia y el respeto al
medio ambiente que ofrece la tecnología del hidrógeno, se espera que desempeñe un
papel crucial en la mejora de la eficiencia y el uso de recursos con bajas emisiones de
carbono en la generación de energía para abordar el cambio climático.

A medida que avanzan los esfuerzos de "descarbonización profunda" en los principales


países, se prevé que la economía del hidrógeno adquiera una mayor participación en el
mercado global de la energía.

3.2.2. Mercado mundial de la economía del hidrógeno


El mercado global de la economía del hidrógeno se ha ido desarrollando gradualmente a
medida que se popularizan las pilas de combustible estacionarias en el sistema eléctrico
doméstico y se avanza en la tecnología de los vehículos de celdas de combustible (FCV)
y la infraestructura de hidrógeno necesaria. En un futuro cercano, se anticipa un rápido
crecimiento del mercado debido a la generación de energía a partir del hidrógeno y la
adopción a gran escala de las tecnologías del hidrógeno.

Según un informe del Nikkei BP Clean Tech Institute, se espera que el mercado mundial
de la economía del hidrógeno continúe creciendo de manera significativa en las
próximas décadas. Aunque en 2015, el mercado tenía un valor de solo 80,000 millones
de USD, se proyecta que aumentará a 100,000 millones de USD en 2020, 400,000
millones de USD en 2030, 800,000 millones de USD en 2040 y 1,600,000 millones de
USD en 2050. Este crecimiento se debe, en gran parte, a la construcción de
infraestructuras para aplicar tecnologías de hidrógeno.

La figura 20, muestra el tamaño del mercado de las pilas de combustible (2020-2030).
De “El mercado de las pilas de combustible de hidrógeno crecerá 60% hasta el 2030”

Figura 20: Demanda global de pilas de combustible


Fuente: (Vilela, 2022b)

La fuerza motriz detrás de este crecimiento radica en la ampliación de las


infraestructuras para tecnologías de hidrógeno, que se espera superen los 300,000
millones de dólares en 2030 y luego se mantengan estables hasta 2050. Además, se
prevé un aumento drástico en el mercado de los vehículos de celdas de combustible
(FCV) a medida que se completen las instalaciones de infraestructura desde la década
de 2020, acercándose al billón de dólares en 2050. Esto sugiere que los FCV son la
tecnología líder en el apoyo a la economía y la sociedad del hidrógeno. Por otro lado, el
mercado de las pilas de combustible estacionarias y la generación de energía con
hidrógeno aumentarán gradualmente hasta llegar a los 200,000 millones de dólares en
2050.

En cuanto a la distribución del mercado por países, Europa y Norteamérica destacan


como impulsores clave para promover la economía del hidrógeno. Esto se debe a su
inversión creciente en infraestructuras de hidrógeno y la rápida adopción de energías
renovables para alcanzar objetivos de reducción de emisiones de CO 2 ambiciosos.
Países en desarrollo como China e India también desempeñan un papel activo en la
investigación y desarrollo de tecnologías de hidrógeno, planeando la amplia
implementación de estaciones de hidrógeno a partir de 2030. Japón, aunque mantiene
una escala de mercado limitada en torno a los 100,000 millones de dólares, lidera en la
popularización de infraestructura de hidrógeno. Se espera que, en 2050, Europa,
Norteamérica y China sean los tres principales mercados de hidrógeno, ocupando
alrededor del 60% del mercado mundial, seguido de India y Japón. Como resultado,
estos países han implementado estrategias y políticas especiales para fomentar la
innovación tecnológica y el desarrollo del mercado.

La figura 21 muestra la gama del papel del hidrógeno en el uso final de la energía según las
estimaciones mundiales y regionales muestra una amplia gama de aplicaciones en cada
sector. (USDA, 2021)

Figura 21: Estimaciones del papel potencial del hidrógeno limpio


Fuente: (USDA, 2021)

La figura 22 muestra el tamaño del mercado global de generación de hidrógeno. De “ El


mercado de hidrógeno verde tiene un valor de más de 120.000 millones de dólares y una
tasa de crecimiento anual de 6.4%”,
Figura 22: Mercado del hidrógeno en crecimiento
Fuente: (Vilela, 2022)

3.2.3. Desafíos
El avance hacia una economía basada en el hidrógeno enfrenta una serie de desafíos
significativos que deben superarse para que esta visión se convierta en una realidad.
Estos desafíos incluyen aspectos técnicos relacionados con la estabilidad y fiabilidad de
las pilas de combustible, así como preocupaciones económicas vinculadas al coste de
integrar sistemas y establecer la infraestructura necesaria para la producción y
transporte de hidrógeno a gran escala. Además, se requiere un apoyo financiero sólido,
la definición de normas técnicas y la implementación de reglamentos específicos.
Abordar estos desafíos es crucial antes de poder popularizar ampliamente las
tecnologías del hidrógeno y llevar a cabo una transición efectiva hacia una economía
basada en este recurso energético.

A. Retos técnicos
La economía del hidrógeno involucra una amplia gama de tecnologías avanzadas que
abarcan desde la investigación fundamental hasta su aplicación en la producción,
transporte, almacenamiento y uso de hidrógeno. Las pilas de combustible son una
tecnología clave en este contexto, utilizadas tanto en pilas de combustible estacionarias
como en vehículos eléctricos de hidrógeno.

A pesar de los experimentos actuales que demuestran la viabilidad técnica de las pilas
de combustible de hidrógeno, todavía existen desafíos a superar, como la reducción de
los costos de fabricación, la mejora de la eficiencia energética y la durabilidad.
Una de las estrategias para abordar estos desafíos implica el desarrollo de tecnologías de
pilas de combustible de electrolito polimérico, la sustitución de catalizadores de metales
nobles, la creación de electrolitos de bajo costo y otras tecnologías relacionadas para
mejorar la reacción de los electrodos.

En el ámbito industrial, se busca aumentar la densidad de potencia y la eficiencia de


carga de las pilas de combustible de óxido sólido. Por otra parte, en lo que respecta a la
generación de energía a partir de hidrógeno a gran escala a nivel de MW, aún debe
confirmarse su viabilidad técnica, mientras que se espera que la tecnología específica
para la combustión de hidrógeno suprima la emisión de NOx.

Tabla 5: Principales retos en el desarrollo de la economía del hidrógeno

B. Preocupaciones económicas
La realización de una economía del hidrógeno a nivel mundial conlleva una serie de
preocupaciones económicas significativas que deben abordarse para que esta visión se
materialice. Estas preocupaciones abarcan diversos aspectos:

i. Inversión en Infraestructura Global


La creación de una economía del hidrógeno a nivel mundial implica la
necesidad de desarrollar una infraestructura global robusta para la producción,
almacenamiento, transporte y distribución de hidrógeno. Esta infraestructura
requerirá inversiones considerables a nivel internacional.

ii. Costos de Producción y Competitividad


Reducir los costos de producción del hidrógeno es esencial para hacerlo
competitivo en comparación con otras fuentes de energía. Esto incluye la
adopción de tecnologías más eficientes y la mejora de los procesos de
producción.

iii. Normativas y Regulaciones Globales


Establecer normativas y regulaciones coherentes a nivel global es fundamental
para garantizar la seguridad y la interoperabilidad en la producción,
almacenamiento y transporte de hidrógeno. La falta de estándares
internacionales puede obstaculizar el comercio y la inversión.

iv. Acuerdos Comerciales Internacionales


La promoción del comercio internacional de hidrógeno requerirá la firma de
acuerdos comerciales y acuerdos bilaterales que aborden cuestiones económicas
y regulatorias. La eliminación de barreras arancelarias y la estandarización de la
calidad del hidrógeno son temas clave.

v. Inversión y Financiamiento Global


La obtención de inversiones globales es esencial para financiar proyectos de
investigación y desarrollo, infraestructuras y tecnologías relacionadas con el
hidrógeno. Esto incluye el compromiso tanto de entidades gubernamentales
como del sector privado a nivel mundial.

vi. Economía Circular del Hidrógeno


El enfoque de una economía circular del hidrógeno implica la recolección y el
reciclaje de hidrógeno a nivel global. Esto requiere la cooperación entre países
para garantizar la sostenibilidad y minimizar el desperdicio.

vii. Efectos en la Economía Global


La transición hacia una economía del hidrógeno a nivel mundial tendrá efectos
significativos en la economía global, incluyendo cambios en la demanda de
energía, la creación de empleo y la reestructuración de industrias existentes.

Para abordar estas preocupaciones, es esencial contar con políticas y estrategias


efectivas que fomenten la inversión, promuevan la investigación y desarrollo, y
establezcan un marco regulatorio sólido. Además, la colaboración entre gobiernos, la
industria y la sociedad en general desempeñará un papel fundamental en la superación
de los desafíos económicos asociados con la economía del hidrógeno.

3.3. Estrategias de economía del hidrógeno en los principales países


Se han identificado cuatro países, a saber, Japón, Estados Unidos, China y Perú, que han
asumido un compromiso en la promoción de la economía del hidrógeno. A pesar de
compartir un consenso sobre la importancia de esta economía emergente, sus estrategias
nacionales varían en función de las condiciones y prioridades de cada país.

3.3.1. Estrategia de hidrógeno en Japón


Se ha destacado por su liderazgo en la adopción de tecnologías de hidrógeno y la
creación de una infraestructura de hidrógeno sólida. Han establecido ambiciosos
objetivos para la introducción de vehículos de hidrógeno y la expansión de estaciones
de abastecimiento de hidrógeno. Japón se encontró en proceso de revisar su Estrategia
Básica del Hidrógeno para reestructurar sus objetivos relacionados con este combustible
alternativo. Entre estos objetivos se incluye un aumento significativo en la producción
de hidrógeno, pasando de dos millones de toneladas a 12 millones en 2040. Además, el
país tiene como objetivo impulsar a los fabricantes locales de electrolizadores para
obtener el 10 % de la cuota de mercado mundial para 2030.

Para lograr estos ambiciosos objetivos, se requerirá una inversión pública y privada de
aproximadamente 15 billones de yenes (112.800 millones de dólares) en los próximos
15 años. Esta inversión se destinará al avance del hidrógeno y las fuentes de energía
renovable en Japón.

La estrategia del hidrógeno de Japón también incluye la formación de una Hoja de Ruta
Estratégica para el Hidrógeno y las Pilas de Combustible en 2019, con el propósito de
crear un marco para el desarrollo del hidrógeno en todo el país, así como la creación de
la Asociación Japonesa del Hidrógeno en 2020.

Este cambio en la estrategia nacional de Japón responde a críticas y a la necesidad de


reducir las importaciones de hidrógeno, enfocándose en la producción de
electrolizadores. La revisión de la estrategia se alinea con un informe del Renewable
Energy Institute, un think tank medioambiental japonés, que argumenta que Japón,
debido a su densidad y aislamiento geográfico, no puede producir suficiente hidrógeno
limpio para cumplir con sus objetivos de cero emisiones netas en 2050. (Scipioni et al.,
2017)
Tabla 6: Principales objetivos de la hoja de ruta tecnológica del hidrógeno en Japón

3.3.2. Estrategia del hidrógeno en Estados Unidos


Ha enfocado sus esfuerzos en la investigación y desarrollo de tecnologías de hidrógeno,
particularmente en aplicaciones relacionadas con el transporte y la producción de
energía. La inversión en celdas de combustible y la promoción de pilas de combustible
en vehículos son parte de sus estrategias.

La estrategia y la hoja de ruta identifican tres estrategias clave para garantizar que se
desarrolle y adopte hidrógeno limpio como una herramienta eficaz de descarbonización,
que incluyen:

 Apuntar a usos estratégicos y de alto impacto para el hidrógeno limpio, lo que


garantizará que el hidrógeno limpio se utilice en las aplicaciones de mayor
beneficio, donde existen alternativas limitadas (como el sector industrial, el
transporte pesado y el almacenamiento de energía de larga duración para permitir
una red limpia);
 Reducir el costo del hidrógeno limpio catalizando la innovación y la escala,
estimulando las inversiones del sector privado y desarrollando la cadena de
suministro de hidrógeno limpio; y
 Centrarse en redes regionales con producción y uso final de hidrógeno limpio a gran
escala en las proximidades, lo que permite el máximo beneficio de la inversión en
infraestructura, impulsa la escala y facilita el despegue del mercado al tiempo que
aprovecha las oportunidades basadas en el lugar para la equidad, la inclusión y la
justicia ambiental.

Figura 23: La escala del H2O facilita la descarbonización profunda


Fuente: (USDA, 2021)

3.3.3. Estrategia del hidrógeno en China


Ha hecho importantes inversiones en la investigación y desarrollo de tecnologías de
hidrógeno y busca liderar la producción y exportación de equipos de hidrógeno. Han
establecido ambiciosos objetivos para aumentar la capacidad de producción de
hidrógeno y han promovido vehículos de hidrógeno y sistemas de celdas de
combustible.
Los datos del grupo respaldado por el Estado, China Hydrogen Alliance (CHA),
sugieren que la hoja de ruta del hidrógeno del país hace mucho hincapié en la creación
de una cadena de suministro nacional, desde la fabricación de electrolizadores hasta la
generación de la demanda del usuario final, dando menos importancia a las
importaciones de hidrógeno.
Esto implica dar prioridad a la autosuficiencia y a la creación de una industria local para
la nueva fuente de combustible. Sin embargo, la gran escala de la demanda energética
de China significa que su plan de hidrógeno se sumará significativamente a los
objetivos mundiales de creación de capacidad de hidrógeno verde y de reducción de
costos.
Por ejemplo, la capacidad mundial de electrólisis instalada podría alcanzar entre 54 y 91
GW en 2030, y se espera que el costo de producción de hidrógeno a partir de renovables
baje hasta los 1,30-3,50 dólares/kg en 2030 en las regiones con abundantes recursos
renovables, según la AIE.
La figura 24 muestra el papel fundamental que desempeñará el hidrógeno en la
descarbonización de la industria siderúrgica China. De “El primer plan de hidrógeno de
China se centra en la reducción de costos y la creación de capacidades”

Figura 24: Ruta del crecimiento de China


Fuente: (World Energy Trade, 2023)

3.3.4. Estrategia del hidrógeno en Chile


Chile puede transitar de ser un país históricamente basado en recursos no renovables a
una nación que añade un valor verde a sus exportaciones y produce los energéticos
limpios que el mundo necesita para descarbonizarse.

El potencial renovable del país permitiría la producción de cobre verde, energéticos


limpios y otras exportaciones con baja huella de carbono para abatir emisiones de gases
de efecto invernadero en el mundo. En Chile, se estima que hasta el 25% de sus
emisiones podrían ser mitigadas mediante el uso de hidrógeno verde al 2050.
Esta oportunidad se materializará en 3 oleadas distintas:
La primera oleada serán consumos domésticos de gran escala con demanda establecida.
Las oportunidades de más corto plazo son el reemplazo de amoniaco importado por
producción local y el reemplazo del hidrógeno gris utilizado en las refinerías del país.
Luego, el uso en transporte de pasajeros y carga pesada de larga distancia se volverá
atractivo.
En la segunda mitad de la década se verán más usos de transporte y el inicio de la
exportación. Una producción de hidrógeno más competitiva desplazará a combustibles
líquidos en el transporte terrestre en nuevas aplicaciones, como en la minería, y a
combustibles gaseosos en redes de distribución. En paralelo, se abre una clara
oportunidad de exportación de hidrógeno y sus derivados a mercados internacionales.
En el largo plazo, se abrirán nuevos mercados de exportación para escalar. Los sectores
del transporte marítimo y aéreo podrán ser descarbonizados mediante combustibles
derivados del hidrógeno, tanto en rutas locales como internacionales. Además, a medida
que otros países se descarbonicen, crecerán los mercados de exportación.
Figura 25: Desarrollo proyectado de aplicaciones del hidrógeno verde
Fuente: (Ministerio de Energía Chile, 2020)

3.3.5. Estrategia del hidrógeno en Perú


Aunque en una escala más reducida, también ha expresado interés en la economía del
hidrógeno y está explorando oportunidades en la producción de hidrógeno a partir de
fuentes renovables y su aplicación en sectores como el transporte y la minería.

La hoja de ruta presentada por H 2 Perú durante el año 2022 presenta cuatro diferentes
momentos temporales: hacía 2025 se le llamó “pavimentar el camino, rumbo al 2030
“sentar bases del mercado local”, al 2040 “fomento a la innovación industrial en
hidrógeno verde y pasos para la exportación” y de cara al 2050 “despliegue a gran
escala”.
En cada uno de los horizontes temporales se abordan diferentes temáticas que serán
necesarias para habilitar este mercado en Perú: empezando con trabajo multisectorial y
aspectos regulatorios, posteriormente, el desarrollo de proyectos piloto y, entre 2040 y
2050, el escalamiento de proyectos de producción y adopción acelerada de los medios
de demanda.
Por mencionar algunos hitos de la hoja de ruta: hacia 2030 se ha vislumbrado que Perú
podría desarrollar hasta 1 GW de capacidad instalada de electrólisis mediante el
despliegue de 3000 millones de dólares hoy en inversión privada y al menos 20
millones de dólares de financiamiento para apalancar proyectos escalables y replicables.
Hacia 2050, la ambición crece y se vislumbra que Perú podría desplegar hasta 12 GW
de electrólisis con un costo meta de 1 USD/kg de hidrógeno y con una sustitución del
100% de combustibles fósiles por hidrógeno verde en industrias como la del acero y el
cemento. (Francovigh, 2023)
Figura 26: Hoja ruta del hidrógeno verde en el Perú al 2050
Fuente: (MINEM, 2022)

La comparación de estas estrategias nacionales proporciona una visión clara de cómo


diferentes países están abordando la economía del hidrógeno en función de sus
necesidades y capacidades individuales.

Figura 27: Potencias mundiales en hidrógeno


Fuente: (La Republica, 2023)
4. Caso de estudio
Actualmente la refinería Talara utiliza como insumo los crudos producidos por las
operaciones de las empresas privadas de extracción petrolera en la zona de Talara, los cuales
son bombeados hasta el patio de tanques localizado en el Tablazo de Talara Alta y en la
propia refinería. La carga es completada con crudo foráneos provenientes de la selva e
internacionales. Estos crudos son recibidos en el Terminal Multiboyas en Punta Arenas y
son descargados del Buque Tanque mediante líneas submarinas y bombeo hasta el patio de
Tanques de la refinería y el Tablazo. (PetroPerú, 2022)

Figura 28: Diagrama de procesos de la refinería Talara.


Figura 29: Diagrama de procesos de la refinería Talara modernizada
Fuente: (PetroPerú, 2022)

El hidrógeno constituye un insumo básico de las plantas de hidrodesulfuración por su gran


poder reductor. Se ha previsto la construcción de una planta de hidrógeno con una
capacidad de 30 MMPCD.
El proceso consiste en someter una mezcla de gas natural con gas de refinería o nafta
previamente desulfurado a un proceso de reformado mediante vapor a alta presión y
temperatura. Como resultado de la reacción entre los hidrocarburos y el vapor se produce
una mezcla de gases (conocida como gas de síntesis) constituida por hidrógeno (H 2),
dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) e hidrocarburos sin reaccionar ya
que la eficiencia es del 65%.
El proceso elimina en primer lugar el CO mediante reacciones de desplazamiento de alta a
baja temperatura a 400 y 200°C respectivamente y posteriormente demetanización. De esta
manera se produce una mezcla gaseosa constituida de H 2, CO2, H2O y trazas de CO y CH 4.
Después de esta etapa se realiza una última purificación, mediante el proceso de adsorción
por cambio de presión el cual permite obtener hidrógeno puro al 99.9 % mientras que los
gases remanentes se descargan a la atmósfera.
Figura 30: Diagrama de flujo de la unidad de producción de hidrógeno
Fuente: (PetroPerú, 2022)

Según Fernández (2022), el esquema muestra la planta de producción y purificación de


hidrógeno (PHP) que consta de las siguientes secciones:
 Recibo de alimentación (Butano, Nafta, Gas Natural y Gas Combustible de la Refinería)
 Desulfurización
 Reformado con Vapor
 Conversión de CO
 Purificación de Hidrógeno (PSA)
Figura 31: Esquema general de la planta de producción y purificación de hidrógeno
Fuente: (Fernández, 2022)

En su estado natural los hidrocarburos contenidos en el petróleo están mezclados con otros
elementos como el azufre, nitrógeno, oxígeno y metales pesados, los cuales afectan el
proceso de refinación y la calidad de sus productos. La separación o eliminación de estos
contaminantes en fracciones de provecho, implica la utilización de procesos fisicoquímicos
que requieren la aplicación de tecnología avanzada. (Fernández, 2022)
Uno de estos procesos es el hidrotratamiento (HDT), en el cual se eliminan las impurezas
contenidas en el hidrocarburo. La carga se envía a un reactor donde se agrega hidrógeno a
alta presión, con dos propósitos:
 Que las impurezas se desprendan del hidrocarburo.
 Que sus enlaces químicos se saturen de hidrógeno, para que adquiera mayor estabilidad
y evitar que se vuelva a contaminar.

Esto se realiza con el objetivo de que los combustibles cumplan con las especificaciones
requeridas por las normas vigentes.

Entre las impurezas del petróleo, el azufre es un elemento corrosivo y altamente


contaminante, el cual, de no eliminarse durante el proceso de refinación, se emitiría a la
atmósfera en forma de óxidos de azufre (SOx), componentes que dañan las vías
respiratorias; además tiene efectos adversos en el desempeño de varios catalizadores en los
procesos de refinación y produce daños en los motores. A pesar de los avances tecnológicos,
no existe todavía un proceso que logre eliminar por completo el azufre del petróleo, aunque
se han implementado procesos en el mundo que buscan reducir al máximo posible la
emisión de partículas contaminantes, de ahí la importancia del proceso de hidrotratamiento.
Cabe destacar que el contenido de impurezas depende del crudo con el que se trabaje. Un
crudo ligero o dulce contiene poca proporción de azufre y por lo tanto su refinación es más
sencilla; en cambio, en crudos pesados “amargos” es mayor la proporción de azufre y por lo
tanto más costosa su refinación.
El hidrotratamiento comprende diversas reacciones químicas, dependiendo de los
compuestos que se requieren remover, como:

 Hidrodesaromatización (HDA)

 Hidrodesnitrogenación (HDN)

 Hidrodesoxigenación (HDO)

 Hidrodesulfurización (HDS), esta última de especial importancia.

Durante el proceso de hidrotratamiento se utilizan catalizadores selectivos que ayudan a


acelerar la reacción deseada, a altas temperaturas de hasta 400 °C. Como subproducto de los
procesos de hidrotratamiento se obtiene ácido sulfhídrico (H 2S), un gas que a su vez es
tratado para recuperar el azufre como azufre elemental o como ácido sulfúrico para su
posterior comercialización. (Meyers, 2008)

En el caso de la nueva refinería Talara, se contempla la instalación de unidades de


hidrotratamiento de combustibles, estas son:

 HTD: Unidad de Hidrotratamiento de Diesel

 HTN: Unidad de Hidrotratamiento de Nafta

 HTF: Unidad de Hidrotratamiento de Nafta Craqueada

La integración de las unidades de hidrotratamiento con las demás unidades de la refinería se


muestra en la siguiente figura:
Figura 32: Integración de las unidades de hidro-tratamiento con las demás unidades de la refinería
Fuente: (Fernández, 2022)
5. Conclusiones
 En la actualidad el 95% del hidrógeno producido se emplea en las refinerías de petróleo
y, en las plantas químicas de metanol y amoniaco. Se encuentra en equilibrio y es
conocido como “hidrógeno comercial", así mismo, los campos de aplicación más
importantes del hidrógeno comercial son: en la comida, la electrónica, químicos,
refinación de metales, industrias petroquímicas y como combustible limpio (tecnología
en desarrollo).

 El desarrollo de tecnologías de hidrógeno se considera crucial para mejorar la seguridad


energética, fomentar el ahorro de energía y reducir el impacto ambiental. Se presentan
las rutas tecnologías para la producción de hidrógeno a partir de los tres tipos de
recursos energéticos. Entre esas rutas, la opción principal es descomponer los
combustibles fósiles (es decir, gas natural, petróleo y carbón) o la biomasa en hidrógeno
y otras sustancias mediante procesos químicos, termoquímicos y biológicos. También se
presenta la opción común es disociar el agua en hidrógeno y oxígeno mediante la
utilización de electricidad o energía térmica generada a partir de energía nuclear o
fuentes renovables, es decir, eólica y solar. El desarrollo de tecnologías de hidrógeno se
considera crucial para mejorar la seguridad energética, fomentar el ahorro de energía y
reducir el impacto ambiental.

 La economía del hidrógeno se presenta como una solución clave para reducir el
consumo de energía y las emisiones contaminantes, al tiempo que fomenta el
crecimiento económico y la creación de empleo. El hidrógeno se ha convertido en una
fuente de energía comercializable significativa en la matriz energética, y su producción
sostenible es esencial para su éxito.

 La adopción de tecnologías de hidrógeno en vehículos y otros sectores está compitiendo


con las fuentes de energía tradicionales, reduciendo la dependencia del petróleo y el
carbón y disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Así mismo, para
lograr una transición efectiva hacia una economía basada en el hidrógeno, se deben
superar barreras técnicas, sociales y políticas.

 Los desafíos técnicos incluyen la mejora de la eficiencia y la durabilidad de las pilas de


combustible de hidrógeno, así como la reducción de los costos de fabricación. De igual
manera, las preocupaciones económicas abarcan la inversión en infraestructura global,
los costos de producción, las normativas y regulaciones, los acuerdos comerciales
internacionales y la necesidad de financiamiento global; por lo que la colaboración
entre gobiernos, la industria y la sociedad es esencial para superar los desafíos y lograr
una transición efectiva hacia una economía del hidrógeno sostenible; acompañado de la
inversión, la investigación enfocada y la voluntad política, esenciales para superar los
desafíos de infraestructura y costos de producción y almacenamiento del hidrógeno.

 Diversos países, como Japón, Corea, la Unión Europea y los Estados Unidos, lideran en
la promoción de la economía del hidrógeno y han establecido hojas de ruta para orientar
su desarrollo.

 Se presenta un caso de estudio de la Planta de producción de hidrógeno de la Nueva


Refinería Talara para la reducción de azufre en el diésel y gasolinas.

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electrica&amp;catid=55&amp;Itemid=176

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