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8 ACTITUDES CORRECTAS HACIA LA PALABRA DE DIOS

Nehemías 8:1-9

1. DEBEMOS ESTAR ATENTOS A LA PALABRA DE DIOS: (vers. 3) Y leyó en el libro delante de la plaza
que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de
hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban
atentos al libro de la ley.

¿Cuántas personas estaban allí? (verss. 1-3)

¿Cómo estaban ellos? __ “estuvieron atentos” (vers. 3)

Atento: fijar la atención en algo __ Está pendiente de algo o muestra interés por alguna cosa

Aunque era mucha gente nada les interrumpió, nada los saco de concentración

¿Tenemos nosotros esta misma actitud a la palabra de Dios?

Muchos desprecian la palabra de Dios

Muchos tienen cero intereses en lo que Dios ha dicho

Muchos tienen la Biblia, pero no la leen, esta empolvada en la sala de casa.

2. DEBEMOS DEDICARLE TIEMPO: (vers. 3) Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de
la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de
todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

¿Cuánto tiempo estuvieron escuchando la palabra de Dios?

Estuvieron como 6 horas

¿Cuántas horas dedicamos nosotros a la palabra de Dios?

¿Cómo dedicamos tiempo a la palabra de Dios?

a. En las reuniones

b. En el hogar

3. DEBEMOS RECIBIRLA CON GOZO: (vers. 12) Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a
obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les
habían enseñado.

Nosotros debemos tener el mismo gozo, la misma alegría cuando comprendemos la palabra de
Dios.

¿Cómo salimos después de escuchar un sermón?

a. ¿Alegres?

b. ¿Tristes? Como el joven rico que se fue triste después de haber es escuchado la palabra de Jesús
(Mateo 19:22) «…oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones…»
c. ¿Enojados? Muchos se escandalizan por oír la palabra de Dios que a veces es dura (Juan 6:60-61)
«…Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? 61
Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?..»
«…66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él…»

d. Otros se maravillan de oír la palabra de Dios

¿Qué actitud y reacción tenemos nosotros hacia la palabra de Dios?

4. DEBEMOS DE CREER EN ELLA

Debemos de leerla llenos de fe

(Juan 2:22) «…Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que
había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho…»

Muchos desconfían de la palabra de Dios

Muchos critican la palabra de Dios

Muchos no creen en:

a. En el diluvio

b. En el Éxodo

c. El nacimiento de Cristo por una virgen

d. En la resurrección

e. En los milagros

• (Mateo 22:29) «…Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder
de Dios…»

Ignorar: Hacer caso omiso de algo

5. DEBEMOS HONRARLA:

La Palabra de Dios debe tener en nuestra vida un lugar de honor (ENALTECERLA – MOSTRAR
RESPETO, ADMIRACIÓN Y ESTIMA)

(Job 23:12) Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más
que mi comida.

(Salmos 138:2) Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu
fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.

6. DEBEMOS AMARLA:

Nadie ama lo que no conoce.


(Salmos 119:97) ¡Oh, ¡cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

Debemos de valorar la palabra de Dios

7. DEBEMOS DE OBEDECERLA:

(Santiago 1:22) Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos.

(Mateo 7:24-27) Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos,
y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero
cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que
edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con
ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

(Lucas 11:28) Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

Debemos de poner en práctica lo que uno sabe o ha leído de la palabra de Dios. Cuando no
obedecemos la palabra de Dios esto traerá a nuestra vida y a la iglesia repercusiones negativas.

8. DEBEMOS DE PREDICARLA:

(Romanos 10:14) ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

(Hechos 15:35) Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y
anunciando el evangelio con otros muchos.

Es nuestra obligación: habla de ella; es nuestra obligación enseñarla.

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