Está en la página 1de 6

El Hábito de Orar

Uno de los hábitos más evidentes que nos describe la biblia a cerca de Jesús
sin duda alguna es la oración. El Maestro oró en todo momento, en toda
circunstancia y de muchas formas. Todo lo que hacía Jesús era consecuencia
de su hábito de orar, la oración lo mantenía totalmente dependiente de Dios en
todo lo que pensaba, sentía y hacía.
En cuanto a la oración C. S. Lewis “En el momento en que usted se
despierta cada mañana, todos sus deseos y esperanzas para el día corren
hacia usted como animales salvajes. Y el primer trabajo de cada mañana
consiste en empujar todas esas cosas hacia afuera, en escuchar esa otra voz,
en tomar ese otro punto de vista, dejando que esa otra vida, más grande, más
fuerte y tranquila comience a fluir”

Lucas 11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando


terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también
Juan enseñó a sus discípulos.
Según vemos en este versículo, los discípulos escucharon a escondidas cuando
Jesús oraba. Y estaban tan emocionados por lo que habían escuchado que le
pidieron que les enseñara a orar como él lo hacía. ¿Por qué querían
aprender a orar como Jesús? Lo más probable es que ellos habían
relacionado el poder y la autoridad que Jesús ejercía con la vida de oración
que el llevaba. Pues allí está el secreto de la oración del creyente, al igual
que sus discípulos, nosotros también debemos aprender cómo y cuándo Jesús
oraba.
Ante esto hoy veremos enseñanzas basadas en el hábito de orar de Jesús
1. Jesús oraba al iniciar y al acabar el día
a. Al iniciar el día muy temprano en la mañana Marcos 1:35
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un
lugar desierto, y allí oraba
¿Por qué es importante orar por la mañana?
1. Para prepararnos para el día.
Jesús oraba en las mañanas para enfrentar el día, él tenía que atender
enfermos, caminar aldea tras aldea para predicar, tenía que enfrentar críticas,
la falta de fe de sus discípulos, tentaciones, demonios, etc. todo esto y más
tendría que enfrentar Jesús diariamente y la fuerza para poder hacerlo era la
oración antes de empezar el día.
2. Para estar listo para la batalla espiritual
Asimismo, cada día tenemos una batalla que enfrentar y si no empezamos
orando solo experimentaremos derrota tras derrota. Solo con la oración
tendremos el poder y la capacidad para ser fructíferos y efectivos en cada
responsabilidad que tenemos y también podremos vencer todo tipo de
tentación.
b. Por las noches y a veces toda la noche Lucas 6:12 Cierto día, poco
tiempo después, Jesús subió a un monte a orar y oró a Dios toda la noche.
Orar en las noches es importante para terminar agradeciendo a Dios por lo que
ha hecho por nosotros durante el día, y si no hemos dependido de él durante el
día es buen tiempo de estar a cuentas con Dios.
Como oraba Jesús
2. Jesús oraba de diversas maneras
a. Oró mirando hacia arriba Juan 17: Estas cosas habló Jesús, y
levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu
Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti
b. Oró arrodillado Lucas 22:41 Y él se apartó de ellos a distancia como de
un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
c. Oró postrado Mateo 26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su
rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa;
pero no sea como yo quiero, sino como tú.
d. Oró acompañado, oro con las personas Lucas 9:28 Aconteció como
ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y
subió al monte a orar.
e. Oró ferviente y apasionadamente Lucas 22:44 Y estando en agonía,
oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que
caían hasta la tierra.
f. Antes de tomar grandes
g. Después de una gran victoria Mateo 14:23 Despedida la multitud, subió
al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
h. Para tener intimidad con Dios Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame
tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Cada una de estas formas de orar de Jesús nos habla que sus oraciones eran
dinámicas. Hermanos la oración en esencia es experimentar una comunicación
de corazón a corazón con Dios…. Podemos hacerlo con los ojos abiertos
mientras corremos o caminamos, antes de hacer una compra, al momento de
viajar…las formas de orar son diversas, pero lo más importante es estar
ligados a Dios de corazón en cada momento de nuestra vida.
Charles Spurgeon “es un hecho glorioso que las oraciones son tomadas en
cuenta en el cielo”
¿CUÁLES SON LOS ENEMIGOS DEL HABITO DE ORAR?
1. Orar por razones incorrectas
(Santiago 4:3). Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en
vuestros deleites.
2. Orar mientras se practica un pecado.
(Salmos 66:18). Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,
El Señor no me habría escuchado.

3. Orar cuando ha mantenido su Biblia cerrada.


(Proverbios 28:9) El que aparta su oído para no oír la ley,
Su oración también es abominable.
Cuando usted es indiferente a la Palabra de Dios, abandona la Palabra
de Dios o evade la Palabra de Dios, esto cierra los oídos del delo.
4. Orar creyendo que Dios no responderá
(Santiago 1:6, 7). Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que
duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor.
5. Orar sin que Dios sea prioridad. (EzequieI14:3). Hijo de hombre,
estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el
tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en
modo alguno consultado por ellos?
6. Orar con hipocresía. (Mateo 6:5). Y cuando ores, no seas como los
hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las
esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo
que ya tienen su recompensa.
7. Orar sin haber perdonado. (Marcos 11:25) Y cuando estéis orando,
perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
(Mateo 5:23-26) Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda
delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Ponte de acuerdo con tu
adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que
el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en
la cárcel. 26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues
el último cuadrante.
8. Orar mientras hay un conflicto en su matrimonio. (1 Pedro 3:1-7).
Asimismo, vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para
que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra
por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta
y respetuosa. 3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos,
de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del
corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible,
que es de grande estima delante de Dios. 5 Porque así también se
ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en
Dios, estando sujetas a sus maridos; 6 como Sara obedecía a Abraham,
llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si
hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando
honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la
gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

9. Orar sin ser miembro de la familia de Dios. (Efesios 2:12) En aquel


tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos
a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
10.Oraciones que nunca han sido hechas. (Santiago 4:2) Codiciáis, y no
tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y
lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

HAGA DE LA ORACIÓN UN HÁBITO


1. Decida orar; no espere hasta que sienta deseos de hacerlo.
No espere a que Le llegue el deseo de orar; orar es un hábito, una
decisi6n, algo que usted debe hacer sin importar c6mo se siente. Orar es
una disciplina de acción, no un asunto de sentimientos.
2. Haga de la oración una parte de su vida diaria.
Usted puede orar en cualquier lugar y en cualquier momento. Algunas
personas llaman a esas oraciones "oraciones flechas"; usted las lanza tan
pronto como una necesidad aparece en su vida. No hace falta cerrar los
ojos ni arrodillarse.
3. Ore a Dios meditando en su Palabra.
Tome un pasaje de las Escrituras y ore a Dios meditando en su Palabra.
Tome las promesas de Dios y repítaselas; haga suyas esas promesas.
Recitar las Escrituras es una de las formas más poderosas de orar. Saber
que Dios honra su Palabra provee una gran confianza.
4. Decida que nunca tomara una decisión importante sin orar
primero.
Tomar decisiones sin buscar la dirección de Dios puede acarrear una
multitud de problemas que se podrían evitar. De a Dios la oportunidad
de conocer su necesidad antes de tomar los asuntos en sus propias
manos.
5. Ore antes de salir de su casa por la mañana.
Haga una oración antes de salir por la mañana. Ore por y acerca de ese
día. Consagrelo a Dios. Pídale sus bendiciones, protección, ideas y
compromisos originados en Dios.
6. Confiese su pecado inmediatamente.
En cuanto usted se dé cuenta de que ha pecado, deténgase y confiese a
Dios ese pecado inmediatamente. Póngase en armonía con Dios. EI
pecado no confesado afectará cada área de su vida y entorpecerá el plan
de Dios para usted.
7. Pruebe diferentes posiciones para orar: parado, sentado,
arrodillado, postrado.
Experimente, pero recuerde que es la posici6n del coraz6n, no la
posición del cuerpo, la que Dios observa. Sin embargo, la posición del
cuerpo puede ser un indicador de su corazón. Por ejemplo, arrodillarse
es una indicación de sumisión a Dios.
8. Ore con sencillez.
Concéntrese en ser genuino delante de Dios, no se preocupe por las
palabras que utiliza. La oraci6n es una conversaci6n con Dios, él no se
impresiona con el tono de nuestra voz 0 el volumen. Simplemente,
hable con Dios de manera natural.
9. Nunca se rinda: siga orando.
Dios ha prometido bendecir nuestra persistencia. Puesto que la oraci6n
debe estar basada en la fe, esta llega a ser una prueba de la seriedad de
nuestra fe.
10.Espere respuestas. Fe es expectativa. Espere que Dios responda a su
oraci6n. Dios sus oraciones en una de estas cuatro maneras: "Si", "No",
"Espera" o "Yo tengo para ti algo diferente, algo mejor".

También podría gustarte