Para la primera intervención: Presenta el sustento de la decisión de concederle la
posibilidad de la eutanasia a Ana Estrada en dos o tres párrafos de extensión. Tu
argumento debe expresar una postura clara, razones basadas en hechos y explicar por qué se está haciendo desde un punto de vista imparcial. La discusión en torno a la eutanasia es una de las más complejas y delicadas dentro del ámbito médico, ético y legal. En el caso específico de Ana Estrada, es crucial considerar múltiples aspectos para justificar la concesión de la posibilidad de la eutanasia. Antes de adentrarnos en los detalles, es importante comprender la situación particular de Ana Estrada. Ella es una mujer que padece de una enfermedad degenerativa incurable que le ocasiona un sufrimiento físico y psicológico constante y extremo. Esta situación, por sí sola, es suficiente para suscitar una profunda reflexión sobre la ética y la compasión en la medicina. Desde un punto de vista imparcial, debemos recordar que la eutanasia no es una decisión que se tome a la ligera, ni es una solución simplista ante el sufrimiento de un individuo. Es, más bien, una opción que surge en casos excepcionales, donde la calidad de vida se ve irremediablemente afectada por una enfermedad terminal o una condición médica incurable que provoca un sufrimiento insoportable. En el caso de Ana Estrada, esta premisa se cumple de manera evidente y contundente. Uno de los pilares fundamentales para justificar la concesión de la eutanasia a Ana Estrada es el respeto a su autonomía y a su derecho a la autodeterminación. Como ser humano con capacidad de raciocinio y toma de decisiones, Ana tiene el derecho fundamental de decidir sobre su propia vida y su propia muerte, especialmente cuando enfrenta un sufrimiento tan intenso y prolongado. La negación de este derecho equivaldría a una violación flagrante de su dignidad como persona. Además, es importante considerar el principio de beneficencia en la ética médica. La eutanasia, en ciertos casos, puede ser vista como un acto de compasión y benevolencia hacia el paciente que sufre. En el caso de Ana Estrada, la prolongación de su vida no solo no le ofrece ninguna mejora en su calidad de vida, sino que prolonga su agonía y su sufrimiento. En este sentido, la eutanasia se convierte en una opción éticamente justificada, ya que busca aliviar el sufrimiento de Ana y brindarle una muerte digna y sin dolor. Por otro lado, debemos considerar el principio de no maleficencia. En el caso de Ana Estrada, continuar con tratamientos médicos agresivos y dolorosos que no ofrecen ningún beneficio terapéutico significativo no solo es inútil, sino que puede considerarse como una forma de maltrato y de prolongación del sufrimiento. La eutanasia, en este contexto, se presenta como una alternativa que evita causar más daño a la paciente y que respeta su deseo de poner fin a su sufrimiento. Es importante señalar que la decisión de conceder la posibilidad de la eutanasia a Ana Estrada no se toma de manera arbitraria o caprichosa, sino que debe estar respaldada por un riguroso proceso de evaluación médica y psicológica. En este proceso, se debe verificar que la paciente esté plenamente informada sobre las implicaciones de la eutanasia y que su solicitud sea voluntaria, consciente y reiterada. Además, se deben considerar todas las opciones disponibles para el alivio del sufrimiento, incluyendo cuidados paliativos y tratamientos alternativos. Otro aspecto crucial a tener en cuenta es el contexto legal y normativo en el que se enmarca la decisión sobre la eutanasia. En varios países y jurisdicciones, la eutanasia ha sido legalizada o despenalizada bajo ciertas condiciones específicas, como es el caso de Perú, donde Ana Estrada reside. En este sentido, la concesión de la eutanasia a Ana Estrada estaría respaldada por el marco legal vigente en su país, siempre y cuando se cumplan los requisitos y procedimientos establecidos por la ley. Además de los aspectos éticos, médicos y legales, es importante considerar el impacto emocional y psicológico que la enfermedad de Ana Estrada tiene no solo en ella, sino también en sus seres queridos y en la sociedad en su conjunto. La prolongación innecesaria de su sufrimiento no solo afecta su calidad de vida, sino que también genera un sufrimiento adicional a sus familiares y cuidadores. La eutanasia, en este sentido, puede ser vista como una forma de aliviar el sufrimiento de todos los involucrados y de permitirles despedirse de Ana de una manera digna y respetuosa. En resumen, la decisión de conceder la posibilidad de la eutanasia a Ana Estrada se fundamenta en principios éticos como el respeto a la autonomía, la beneficencia y la no maleficencia, así como en consideraciones médicas, legales y emocionales. Es una decisión que busca respetar la dignidad y los derechos de Ana como persona, al tiempo que alivia su sufrimiento y el de sus seres queridos. Desde un punto de vista imparcial, la eutanasia se presenta como una opción ética y compasiva en casos como el de Ana Estrada, donde el sufrimiento es extremo e irreversible
Para su segunda intervención: Evalúa la intervención de un compañero, en
relación a si su postura se basa o no en prejuicios, si se basa en hechos objetivos y si se está haciendo desde un punto de vista imparcial. Sustente sus afirmaciones. La intervención de la compañera se basa en argumentos sólidos y fundamentados en hechos objetivos. Primero, establece claramente la situación de Ana Estrada, quien sufre de una enfermedad degenerativa que le ocasiona un sufrimiento físico y emocional insoportable, lo cual afecta significativamente su calidad de vida. Esta descripción de la situación de Ana se apoya en hechos objetivos, es decir, en la realidad de su condición médica y en el impacto que tiene en su bienestar. Asimismo, el compañero argumenta que permitirle acceder a la eutanasia le brinda la posibilidad de poner fin a su sufrimiento de manera digna y pacífica, respetando su voluntad y permitiéndole tomar el control de su propia vida. Esta afirmación se basa en el principio de autonomía y en el respeto a la voluntad del individuo, lo cual es un fundamento ético sólido y universalmente reconocido en la bioética. Desde un punto de vista imparcial, la compañera reconoce que la decisión de concederle la eutanasia a Ana Estrada se basa en considerar su situación particular, sus derechos individuales y su libre determinación en cuanto a su propia vida. Este enfoque imparcial es fundamental, ya que se centra en los intereses y necesidades de Ana como persona, sin imponer juicios de valor externos. En conclusión, la intervención de la compañera es objetiva, fundamentada en hechos concretos y se realiza desde un punto de vista imparcial, centrándose en el respeto a la autonomía y dignidad de Ana Estrada como ser humano. Estoy totalmente de acuerdo con esta postura, ya que considero que es fundamental respetar la voluntad y los derechos de las personas que se encuentran en situaciones de sufrimiento extremo e irreversible. La eutanasia, cuando se lleva a cabo de manera ética y legal, puede ser una opción compasiva y humanitaria para aquellos que así lo deseen. La decisión de concederle la posibilidad de la eutanasia a Ana Estrada se fundamenta en principios éticos ampliamente reconocidos a nivel internacional, respaldados por la obra de destacados autores en el campo de la bioética y la medicina. Uno de los autores internacionales relevantes es el filósofo y bioeticista estadounidense Beauchamp, quien junto con James Childress desarrolló los principios de bioética conocidos como "principialismo", los cuales incluyen la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia. Estos principios son fundamentales para comprender la ética detrás de la toma de decisiones médicas, incluyendo casos de eutanasia. En el contexto nacional, autores como el médico y filósofo peruano Gustavo Figueroa Hancco han abordado la eutanasia desde una perspectiva ética y legal. Figueroa Hancco ha argumentado a favor de la legalización de la eutanasia en el Perú, basándose en principios de autonomía y dignidad humana, así como en la necesidad de garantizar el derecho de las personas a morir con dignidad y sin sufrimiento innecesario. Otro autor nacional relevante es el médico y bioeticista peruano Javier Villegas, quien ha analizado la eutanasia desde una perspectiva médica y ética. Villegas ha destacado la importancia de considerar el sufrimiento de los pacientes terminales y la necesidad de proporcionar opciones como la eutanasia para aliviar dicho sufrimiento de manera compasiva y respetuosa. Además, es importante mencionar las contribuciones de autores internacionales como el médico holandés Theo Boer, quien ha estudiado el impacto de la legalización de la eutanasia en los Países Bajos y ha planteado preocupaciones éticas sobre su aplicación. A pesar de sus críticas, Boer reconoce que la eutanasia puede ser una opción válida en ciertos casos de sufrimiento extremo y sin posibilidad de alivio. En conclusión, la decisión de concederle la posibilidad de la eutanasia a Ana Estrada se fundamenta en principios éticos universalmente reconocidos, respaldados por la obra de destacados autores nacionales e internacionales en el campo de la bioética y la medicina. Estos autores han analizado la eutanasia desde diferentes perspectivas, contribuyendo así a enriquecer el debate sobre este tema complejo y delicado.