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1. MARCO DECISIONAL
Mediante auto del 4 de septiembre de dos mil ocho (2008), el Magistrado Sustanciador,
Dr. Rodrigo Escobar Gil, decidió admitir la demanda, dispuso su fijación en lista y,
simultáneamente, corrió traslado al Procurador General de la Nación para los efectos
de su competencia. En la misma providencia, ordenó comunicar la iniciación del
proceso al Presidente del Congreso de la República, al Ministerio del Interior y de
Justicia, a la Comisión Colombiana de Juristas, a la Delegación del Comité
Internacional de la Cruz Roja en Colombia, a la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a la Alianza por la Niñez Colombiana y a
los Decanos de las Facultades de Derecho de las Universidades del Rosario, Javeriana
y Nacional de Colombia, para que intervinieran en caso de considerarlo conveniente.
Cumplido el periodo constitucional del Dr. Rodrigo Escobar Gil, el conocimiento de este
proceso correspondió al Dr. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. Con todo, por decisión
de la Sala Plena del 1 de abril de 2009, el proceso fue finalmente repartido al
Magistrado Sustanciador Dr. Mauricio González Cuervo para lo de su competencia.
Una vez cumplidos los trámites constitucionales y legales propios de los juicios de
inexequibilidad, esta Corporación procede a decidir acerca de la demanda de la
referencia.
ARTICULO 14. Quien reclute a menores de edad para integrar grupos insurgentes o
grupos de autodefensa, o los induzca a integrarlos, o los admita en ellos, o quienes con
tal fin les proporcione entrenamiento militar, será sancionado con prisión de tres a cinco
años.
Protección de los Derechos de los Niños: Argumenta que las disposiciones acusadas
desconocen la protección especial que la Constitución otorga a los niños y niñas,
especialmente en lo que se refiere a los tratados internacionales ratificados por
Colombia, como la Convención sobre los Derechos del Niño.
¿La tipificación de los delitos consagrados en los artículos acusados relacionados con
el reclutamiento ilícito de niños y niñas, el legislador incurrió en una omisión legislativa
relativa, (i) al no incluir dentro de las conductas sujetas a sanción penal la utilización de
menores en hostilidades o en acciones armadas y (ii) condicionar dicha utilización a que
la vinculación de los niños y niñas sea obligada, excluyendo con ello la penalización de
la participación voluntaria de menores en los grupos armados?
1.6. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA LA DECISIÓN
Incluir las normas que la Corte utiliza para resolver el caso, incluso sentencias
Segundo.- Declárese EXEQUIBLE el artículo 162 del Código Penal -Ley 599 de 2000-,
por los cargos de la demanda.
2. ARGUMENTOS DE LA DECISIÓN
2.1. PRINCIPALES
Ratio Decidendi
Razones de la decisión, incluir las premisas que constituyen el argumento de la Corte
(No hacer copiar y pegar)
La Corte encontró que ninguna de las normas demandadas adolece de una omisión legislativa
relativa violatoria de la Constitución. En efecto, la jurisprudencia constitucional ha precisado
que el supuesto básico de una omisión legislativa de ese carácter, consiste en que el legislador
al regular una materia, lo hace de manera parcial, en la medida que no cobija a todos los
destinatarios que deberían quedar incluidos en la regulación o porque deja de regular algún
supuesto que, por mandato constitucional, tendría que formar parte de la disciplina legal de la
materia.
Atendiendo a los elementos del delito de reclutamiento ilícito tipificado en los artículos 14 de la
Ley 418 de 1997 y 162 del Código Penal (Ley 599 de 2000), la Corte estableció que la conducta
prohibida por las normas internacionales, de utilización de niños con ocasión de un conflicto
armado, esto es, la participación directa o indirecta de los menores en hostilidades o en
acciones armadas, aún de manera voluntaria, encaja perfectamente en las hipótesis previstas
en los citados preceptos. En la práctica, la admisión de menores en grupos armados ilegales los
expone a esa utilización, a hacerlos partícipes en su accionar. Por tanto, de manera acorde con
los convenios internacionales de derechos humanos y la protección debida a los niños, la
utilización de menores en acciones de grupos armados al margen de la ley configura un delito y
por ende, no puede considerarse que el legislador haya omitido un deber de rango superior.
2.2. NO ESENCIALES
Obíter Dicta
Argumentos complementarios, teóricos, económicos, históricos, premisas no
necesarias, pero que ayudan a comprender la decisión
2.3. INTERVENCIONES
Realizar un resumen de los intervinientes
1. Comisión colombiana de juristas: Los ciudadanos Gustavo Galón Giraldo
(como presidente del Consejo de Juristas de Colombia), Fátima Esparza
(como Coordinadora de las Áreas de Promoción y Debate) y Mauricio
Albarracín (como abogado del mismo ramo) se pronunciaron sobre los
reclamos de inconstitucionalidad planteados por los actores. solicitando a la
Corte Constitucional que “emita una sentencia integral que determine la
validez e interpretación consistente con la cláusula de constitucionalidad”. De
hecho, “la Ley No. 418 de 1997 No. 14 Los tipos penales contenidos en el
artículo 162 de la Ley No. 599 de 2000 sobre El reclutamiento de niños y niñas
debe entenderse en el siguiente sentido: incluye el uso de niños y niñas en las
fuerzas armadas. Conflictos bajo el derecho internacional.
En efecto, los intervinientes entendieron que la Convención sobre los Derechos del
Niño y el Convenio núm. 182 de la Organización Internacional del Trabajo prohibían el
uso de niños en hostilidades. De manera similar, en casos penales, el artículo 8 del
Estatuto de Roma enumera como crimen de guerra “el reclutamiento o reclutamiento
de niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o su utilización para
tomar parte activa en las hostilidades”. Asimismo, con respecto al derecho
internacional humanitario, varias disposiciones prohíben que los niños participen en
hostilidades como civiles. De hecho, los cuatro Convenios de Ginebra y sus
Protocolos adicionales ratificados por Colombia prevén una protección especial para
niños y niñas en conflictos armados internacionales e internos, incluido el artículo 24
del Cuarto Convenio para la protección de personas civiles en tiempo de guerra, los
cuatro Convenios de Ginebra Convenios y el citado artículo 3 común al Protocolo
adicional I y al Protocolo adicional II del Convenio.
4. Oficina en Colombia de alto comisionado de las naciones unidas para los
derechos humanos.
Así, después de examinar las normas del derecho internacional que regulan la
participación de niños en las hostilidades, el orador concluyó que esas disposiciones
prohibían en general: a) el reclutamiento forzoso de niños y niñas; b) el reclutamiento
voluntario de niños y niñas; c ) Obligar o permitir que niños y niñas participen
directamente en las hostilidades; d) Utilizar a niños y niñas no sólo para participar
directamente en las hostilidades, sino también para realizar otras funciones
esenciales en apoyo de actividades armadas (por ejemplo, espías, cocineros, etc.).
De este modo, la aparente o cierta voluntariedad o consentimiento del menor es
irrelevante para la prohibición del acto y, en este sentido, no constituye motivo o
defensa para que las partes en conflicto cometan tales actos.
Por su parte, la magistrada REALES observó que una cosa era la obligación que
surgía para los Estados de una norma internacional vinculante -jus cogens- y otra,
las prohibiciones que se establecen por el derecho internacional en materia de
participación de menores en hostilidades, cuya regulación interna queda librada a
la forma en que los Estados decidan tipificar penalmente esas conductas. Aunque
en su concepto las disposiciones acusadas resultan ajustadas a la Constitución, en
la medida que el legislador actuó dentro del amplio margen de configuración de los
tipos penales, al advertirse un déficit de protección de los menores que no ingresan
a los grupos armados ilegales pero que son colaboradores ocasionales en
acciones de los grupos armados al margen de la ley, la Corte debería haber
exhortado al Congreso para avanzar en dicha protección.
NO
3. DECISIÓN
Parte resolutiva de la sentencia
Primero.- Declárese EXEQUIBLE el inciso primero del artículo 14 de la Ley 418 de 1997, por los
cargos de la demanda.
Segundo.- Declárese EXEQUIBLE el artículo 162 del Código Penal -Ley 599 de 2000-, por los
cargos de la demanda.
4. COMENTARIO
Argumentos y elementos relevantes que observó frente a la decisión, sus propios
planteamientos, realizar su análisis
FREDDY RINCÓN PEÑA
DOCENTE FACULTAD DE DERECHO
UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA