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CHASQUI EL CORREO DEL PERÚ

Año 13, número 27 Boletín Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores Diciembre de 2015

Christian Bendayán.

LA VARA DE MANDO DEL VARAYOC / EL UNIVERSO POÉTICO DE EGUREN / LA FLORA


AMAZÓNICA DE BENDAYÁN / FOTÓGRAFAS PERUANAS / BALDOMERO PESTANA Y EL RETRATO
FOTOGRÁFICO / LA COCINA DE CAJAMARCA / EL MUSEO DE ARTE DE LIMA RENOVADO
LA VARA DE MANDO
DEL VARAYOC
Luis César Ramírez León*
Origen, forma e iconografía del símbolo tradicional de poder de los alcaldes campesinos
y otras autoridades del Perú.

L
as varas de mando en el Perú culturas a las que pertenecen.
antiguo se encuentran tanto Las más antiguas son las varas de
en el mundo de la repre- Paracas, algunas están forradas
sentación o iconografía como en con plumas, otras son de forma
los objetos concretos existentes, helicoidal, otras policromadas
rescatados por la Arqueología y con anillos dorados o plateados
los coleccionistas. Tanto en uno y algunas con coronación de aves
como en otro caso son consi- marinas. Similares a las varas
deradas obras de arte y objetos emplumadas de Paracas, aunque
artísticos con base en las técnicas más sencillas y menos precisas en
artísticas sofisticadas, empleadas sus funciones, se encuentran en
para su manufactura y por ser los restos funerarios de Ancón
portadores de mensajes sociales, correspondientes al Horizonte
históricos y estéticos que dan Medio. No faltan vestigios singu-
cuenta de una cultura en deter- lares como los cetros del señor de
minada época. Desde las primeras Sipán de la cultura Mochica, con
culturas del Perú antiguo, la vara sus remates de oro con escenas
de mando o de poder está ligada figurativas de guerreros; pero son
a la religión y al poder político, frecuentes también las varas con
según la jerarquía de los dioses y la divinidad suprema Aiapaec en
de los hombres. los pomos […]. Finalmente, a ellos
Las referencias de las varas de se suma el yauri de bronce como
mando más notorias y abundan- cetro de la nobleza inca, más
tes están en el campo de la ico- conocido como tupayauri o cetro
nografía de las diversas culturas real de los incas sí era de oro,
del Perú antiguo. Así, se hallan aunque no se conserva ejemplar
en la cultura Chavín, en la figura alguno con estas características,
del dios de las varas de la llamada el cual se combina con el cetro
estela Raimondi, en cuyas varas emplumado, también inca, cono-
de observan motivos de serpientes cido como sunturpaucar.
y rasgos felínicos. Esta divinidad, Respecto al sunturpaucar de
un poco transformada y portando los incas no se conocen vestigios
los báculos, aparecerá en la icono- concretos, solo representaciones
grafía Paracas y Nazca semejantes diversas en la iconografía. Era un
a «dioses voladores». De igual cetro largo de madera, recubierto
modo, se encuentra en la deidad de menudas plumas de colores
de la portada del Sol de Tiahua- y tres de ellas sobresalían en la
naco con sus varas compuestas de punta, de tamaño mayor. Estas
una serpiente coronada con dos tres plumas representarían a
cabezas de falcónida. También, Wiracocha y coronaban también
guardando casi los mismos ras- el morrión o troje que llevaban
gos, se presenta en el arte Wari. los incas sobre la cabeza. Esta vara
Para los mochicas, es probable llevaba, en ocasiones, el tupayauri
que esta divinidad suprema sea en la parte superior, a modo de
Aiapaec. El icono se difunde alabarda o hacha, con que los
también en el ámbito cultural incas, como receptores de toda la
chimú, con variantes notables cultura antigua, se convierten por
de la deidad en cuestión y bajo José Sabogal. Varayoc de Chinchero. 1925. Óleo sobre tela. 169 x 109 cm. lo mismo en herederos del poder
distintas denominaciones: deidad de los mismos dioses, pero de
suprema, dios solar, dios de la de creación y transformación; de en la parte superior el distintivo manera más sutil y decorosa […].
fertilidad, dios agrícola o dios del su poder fecundante mediante el de la divinidad suprema, llámese En consideración a la forma
maíz. Con los chimús la deidad de rayo configurado por la fusión Wiracocha, Pachacámac o el sol. y a la idea del movimiento zigza-
los báculos se humaniza, los atri- expresiva de la serpiente y el ave Los anillos metálicos del cuerpo gueante u ondulante de las varas o
butos de animales desaparecen y falcónida. La serpiente simboliza están asociados a nudos germi- a la forma de serpiente, se entiende
ocasionalmente puede sujetar un la capacidad de la divinidad como nativos, o a emanaciones de luz que connota al rayo, el cual es el
cuchillo o tumi en una mano y dadora de vida, portadora de agua o agua simbolizadas por el oro y mismo dios supremo o su atributo
un báculo en la otra. Finalmente, y luz, y por ello también símbolo la plata, respectivamente, o bien esencial, a lo cual se añade su rela-
la relación de la deidad suprema del rayo. Como son varas propias al movimiento helicoidal de la ción con el felino, protector de la
con los incas es más abstracta para los dioses y no para los hom- serpiente o el rayo. agricultura, y ambos son expre-
y no se ha hallado su imagen bres gobernantes, no se conocen Se conservan evidencias de sión de su capacidad de poder y
portando báculos ni con rasgos evidencias concretas de ellas. varas que fueron usadas por fecundación. Como expresión de
antropomorfos. Para los incas, Formalmente las varas, como gobernantes sacerdotes y, por la la fecundación, la vara simboliza
podría haber habido una relación evidencias concretas, son de calidad de su factura, responden también al árbol sagrado o de la
de identidad entre Wiracocha, el madera, alargadas como bastones. a una jerarquía. Estas varas son vida expresada en plantas relevan-
sol y Pachacámac. La divinidad Según la condición social, religiosa mayormente de culturas de la tes, especialmente el maíz.
suprema se trastoca en el tiempo, y política del portador presentan costa halladas durante las exca- Siempre bajo esa misma con-
pero mantiene su jerarquía. Las mayor calidad en su confección y vaciones arqueológicas en los dición agrícola, la vara es símbolo
varas que porta están asociadas en la decoración con aplicaciones entierros funerarios. Son varas también de la paccha, vasija porta-
a la luz, al sol, al rayo, es decir, de metal precioso, pintura, plu- que se caracterizan por tener los dora del líquido fecundante de la
expresan los atributos de su poder mas y otros aditamentos. Llevan atributos de los dioses según las madre tierra.

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La vara de mando no solo
expresa el poder político de un
gobernante o el religioso de un
sacerdote, sino también simboliza
la propia capacidad procreativa
de estos personajes. Gracias a
las acuarelas mandadas a pintar
por el obispo Baltasar Martínez
Compañón, se sabe que los per-
sonajes difuntos de la élite chimú
eran enterrados con sus varas de
mando asociados con elementos
simbólicos de los dioses como el
Sol y sexuales masculinos como
el caracol Strombus como comple-
mento de la concha Spondylus, que
representaba lo femenino y a la
Luna.
Iniciando el virreinato del
Perú se establecieron los cabildos
de indios en las reducciones en
las que subsistió gran parte de la
organización inca de los aillus; el
modelo de vara otorgado por los
españoles a los alcaldes indígenas
fue un simple palo carente de
decoración, pero que simbolizaba
el poder político de la Corona.
Los conquistadores españo-
les impusieron sus modelos de
varas y solamente permitieron la
existencia de las varas ligadas a
la nobleza inca, pero solo como
parte de las representaciones
pictóricas o como remembranza
en las ceremonias públicas cívi-
cas y religiosas. Son varas que se
conocen ya en los dibujos de las
crónicas de Murúa y Guamán
Poma de Ayala, pero que sufren
leves transformaciones a partir de
entonces […].
Por influencia del poder ofi-
cial español y el rol de la nobleza
inca con el movimiento nacional
de resistencia cultural en el siglo
XVIII, se origina un modelo de
vara que toma elementos for-
males de la vara española, pero
incorpora materiales y contenidos
de la vara indígena antigua, en
la que prevalece la madera de
chonta como el elemento más
simbólico y de mayor categoría.
Si bien se incorpora la cruz o el
crucifijo como símbolo del poder
y del cristianismo en las varas,
igualmente por disyunción se uti-
lizan símbolos de la fecundación
Martín Chambi. Indio varayoc (alcalde) y familia. Tinta, Canchis, Cuzco, hacia 1934.
agrícola de la deidad suprema
nativa expresados en los caracoles,
anillos de plata, pareja humana y en el trabajo de la plata y en la vara popular y tradicional de los histórico, estético y cultural que
otros elementos. Esta simbología simbolización política y religiosa varayoc, lo cual se confirma con conllevan como expresión autén-
sexual no solamente está asociada del poder, en las que prevalecen las procedentes de la colección tica de un estrato social y cultural
a las divinidades, sino también al elementos culturales de origen arequipeña mostrada, en las que determinado. En estos casos, se
curaca o al alcalde principal indí- ancestral nativo o incaico […]. se observa una misma estructura tiene solamente una diferencia-
gena portador de estas varas. Formalmente, en muchos formal, pero una diferenciación ción social entre varas de índole
Este modelo de vara-cetro colo- casos se continúa usando la de tamaño y riqueza decorativa señorial y de índole campesina o
nial se convierte, en parte, en el madera de chonta para las varas según la jerarquía social. Depen- rural […].
prototipo de la vara popular y tra- de mayor jerarquía o, de lo diendo de la capacidad econó- La vara tradicional campe-
dicional; por lo tanto, adquiere la contrario, una madera que sea mica del varayoc, algunas de estas sina actual continúa siendo el
categoría de obra de arte maestra oscura, con aplicaciones de plata, varas adquieren una sofisticación instrumento simbólico de la
tanto por su perfección técnica, cobre o bronce en la empuñadura ornamental que las diferencian fecundación de la Madre Tierra
formal y simbólica, como por su y el cuerpo, hierro en forma de del estrato campesino, como la o Pachamama y entre una de sus
originalidad o singularidad. Es en aguja en el extremo inferior, vara singular del Museo de Arte. variantes formales, en la que lleva
cierto modo otro eslabón esencial y aditamentos decorativos de Por otra parte, la mayoría de estas unas cadenillas entrecruzadas en
que une la vara de las autoridades campanillas, piedras de colores caras heredan la significación el cuerpo; simboliza a una paccha,
españolas, de la nobleza inca y y cintas. Para los alcaldes de de las varas nativas coloniales y por extensión lo es también de
curacal con la vara del actual menor jerarquía, hay varas con y en menor medida su riqueza la fecundación humana […].
alcalde campesino perteneciente decoración más sencilla y, en ornamental, es decir, las varas
a la sierra sur del Perú. Además, algunos casos, ajenos al entorno campesinas rurales denotan Fragmento del libro La vara de mando
porque recoge un cúmulo de tra- del Cuzco, son simplemente de mayor pobreza económica, pero popular y tradicional en el Perú. Lima:
diciones culturales que mediante madera tallada y coloreada, sin no desmerecen su calidad como Fondo editorial de la Universidad Na-
el sincretismo se revelan en las téc- aplicación de enchapes metálicos. obras de arte, pues las carencias cional Mayor de San Marcos, 2014.
nicas empleadas para otorgar artis- En la primera mitad del siglo de índole material y técnica no * Licenciado en Arte y magíster en Arte
ticidad a la vara, especialmente XIX se consolidó el modelo de la menoscaban el valor artístico, Peruano y Latinoamericano.

CHASQUI 3
EL UNIVERSO POÉTICO DE
JOSÉ MARÍA EGUREN
Ricardo Silva-Santisteban *
Se publica una nueva edición de las Obras completas del fundador de la poesía peruana contemporánea.

S i bien la poesía de José María


Eguren (1874-1942) puede subyu-
garnos fácilmente por su música
y su plasticidad, es también cierto que
esta poesía «clara y sencilla», principal­
y estilís­tica entre los dos primeros y el
segundo es notable. Los dos primeros
poemas conocidos de Eguren, pese a
su gran per­fección formal, no tienen
todavía un estilo propio, aunque sí
mente por aquellos atributos, puede poseen la virtud de su oficio poético.
entrañar escollos difíciles de superar Eguren ha narrado en una
que están dados por la extrema suti- hermosa página cómo se realizó su
leza de su ejecución, por su trasfondo iniciación poética:
simbólico paralelo a su mera apa- Recuerdo los juguetes de mi niñez.
riencia exterior, por su vocabulario Componía con ellos cortes egipcias
riquísimo e insólito, por su apretada y rimaba versos acompasados a mis
condensación semántica, por su sin- faraones de colores; me alucinaba lo
taxis a menudo torturada. Eguren, lejano y era mi anhelo poetizar, en
como Góngora, Mallarmé o Va­llejo, algún arte, la añoranza de la primera
es poeta propicio al comentario y a la música y del primer paisaje que me
elucidación, pues, a veces, solo gracias tocaron con su sueño y su alegría.
a ellos es posible alcanzar a penetrar Recuerdo mis paseos con Chocano
el sentido a menudo latente en sus por la ciudad ruinosa, las vírgenes del
poemas. La combinación, dentro de malecón y de las rocas nos atraían en
un poema, de los escollos menciona- un ideal; él les decía versos festivos
dos con fre­cuencia desconciertan, o en esas tardes rosáceas. Una noche
también desalientan, a lectores poco le leí una balada y Chocano me
persistentes que pueden degustar la mostró la poética estrella. Siempre
poesía, pero no estar preparados sino me acompa­ñó la animación familiar,
para la faz, aparentemente «clara y o amistosa. Publiqué algunos versos
sencilla» en su exterior, pero rica en en Lima Ilustrado y en Principios;
matices, rica en melodía, rica en sus escribí por ese tiempo «Juan Vola-
trazos, rica en sentido que Eguren tín», mi primera simbólica, y otros
siempre sabe darnos solo si podemos poemas modernistas. Admiraba a
penetrar el poema y llegar a captarlo los maestros de Francia, aunque sen-
como una entidad destinada al gozo tía llovía en el fondo del alma: pero
literario y dueño de una estética cohe- seguí lo misterioso y distante que es
rente y suficiente en sí misma [...]. mi camino. Una ronda de espíritus
jóvenes formamos un cenáculo y
TRAYECTORIA VITAL Enrique Bustamante y Ballivián y
José María Eguren nació en Lima Julio A. Hernández lanza­ ron Con-
el 7 de julio de 1874. Fue hijo de temporáneos, revista que quedará en
José María Eguren y Cáceda y de la historia de las letras peruanas
doña Eulalia Rodríguez Hercelles. por su aliento innovador y su noble
El mismo día de su nacimiento fue entusias­mo. En ella publiqué varias
bau­ tizado en la parroquia de San poesías y más tarde, animado por
Sebastián. Como consecuencia de esos amigos grandes y por el maestro
la ocupación del Ejército chileno en González Prada, edité Simbólicas. Tal
Lima, en 1880, fue lle­vado a vivir a la fue mi iniciación. Del amor no dije
hacienda Chuquitanta de propiedad la última palabra: porque la última
de su hermano Isaac Manuel Felipe es el fin, es la muerte. La cantaré
Santiago Eguren. La perma­ nencia José María Eguren. un día si me es dado morir como el
en esta hacienda, y en la hacienda cisne.
Pro, se prolongó para Eguren aun Pero no todo parece haber sido
después de terminada la guerra con iniciado en el gusto de la lectura Mi madre tocaba muy bien al piano». tan estimulante y feliz para el poeta,
Chile porque, debido a su delicada que compartía al irle traduciendo El poeta nos ha dejado su testimonio pues en una entrevista que le hizo el
salud, se le buscó en estos lu­ gares al paso las obras de los idiomas que sobre la música en dos hermosos poeta César Vallejo en 1918, se quejó
un clima más propicio para vivir. conocía, especialmente del francés y motivos: «Sintonismo» y «Eufonía y con cierta amargura:
Esto dio lugar a dos hechos: la sepa- del italiano. canción» [...]. —¡Oh, cuánto hay que luchar;
ración de sus hermanos y la fuerte y Creo que nunca se ponderará Igualmente, en una entrevista cuánto se me ha combatido! Al ini-
decisiva influencia de la naturaleza con largueza la importan­cia que estos publicada en la revista Variedades en ciarme, amigos de alguna autoridad
en esos años formativos en que la años formativos tuvieron para el poe- 1922, Eguren llegó a afirmar categó- en estas cosas me desalentaban siem-
mente retiene todo con mayor inten- ta rodea­dos de un paisaje, a los ojos ricamente a la pregunta de lo que pre. Y yo, como usted comprende, al
sidad y que se vio acrecentada, con de un niño imaginativo y sen­sible, le hubiera gustado ser si no hubiese fin em­pezaba a creer que me estaba
seguridad, por la cuota de soledad maravilloso. Los motivos que escribió sido poeta: «Músico compositor. La equivocando. Solo, algún tiempo
que se le añadía. Eguren escribió en a comienzos de 1930, y por un trans- música es el arte que yo prefiero». después, celebró González Prada mi
una página acerca de su vida: «Hizo curso de dos años, son muchas veces Interesado desde niño en el verso [...].
privadamente sus estudios estéticos y un recuerdo encantado de esos años dibujo y la pintura, Eguren se inicia La publicación de Simbólicas en
literarios desde muy temprana edad». de niñez [...]. públicamente como pintor en 1892, 1911 no solo significa el primer libro
Sus estudios regulares comenzaron En la formación de la sensibilidad en que participa con un óleo titulado de Eguren sino también el nacimien-
con retraso en 1884, cuando cursó del poeta, tuvo importancia prepon- Esmeralda en la Exposición Nacional to de la poesía peruana contemporá-
la primera instrucción en el Colegio derante, además de la literatura y de la en Lima. nea. Recibida y comentada por ami­
de la Inmaculada de los padres jesui- pintura, que practicaría con singular Hacia 1897, Eguren se trasladó gos como Alfredo Muñoz y Enrique
tas, para pa­ sar luego a estudiar la acierto, la música. La música, por su a Barranco, luego del fallecimiento Bustamante y Ballivián en Balnearios
secundaria en el Instituto Científico sentido abstracto, lleva a quien gusta de sus padres y dispersada la familia, y Pedro S. Zulen en Ilustración Perua-
dirigido por el doctor José Granda. de ella a las regiones del ensueño. No con dos de sus hermanas, Susana y na, sufrió el ataque malévolo de
Finalmente, abandonó sus estudios solo en sus Motivos, también en sus Angélica, que permanecieron toda Clemente Palma, un escritor sordo,
regulares. Pero los que confesó haber poemas menciona Eguren a sus com- su vida solteras y de las que nunca como tantos otros de su generación
realizado «privadamente» fueron, con positores preferidos. Las alusio­ nes se separaría. Poco tiempo después, y de aquellos que ven­drían después,
toda seguridad, mejor aprove­chados, musicales en su obra son innume- Eguren comenzó su carrera de poeta a la comprensión de la nueva poesía
más intensos y más beneficiosos que rables. A César Francisco Macera le con la publi­cación, en 1899, de dos que traía el pequeño libro de Eguren,
los del colegio. confesó: «Me gusta mucho la música, poemas en la revista Lima Ilustrado, hay que repetirlo, demasiado sutil
Su hermano Jorge indujo y diri- pero tengo miedo porque confunde y correspondiente a números de marzo para los oídos rutinarios y demasiado
gió los estudios literarios ini­ ciales absorbe tanto que no qui­siera salir de y mayo, y al poco tiem­po compuso delicado para los bastos. De todas
de José María, además de haberlo allí, y cuando alguien toca no lo dejo. «Juan Volatín». La diferencia estética formas, y pese al silencio, con la

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pu­blicación de Simbólicas Eguren se
impuso de una vez y para siempre no
solo como poeta sino que inmediata-
mente fue reconocido como verdade-
ro e incomparable maestro.
Así, cinco años después en el
segundo número de la revista Coló-
nida, correspondiente al 1 de febrero
de 1916, Eguren encabezaba la por-
tada con un dibujo suyo realizado
por el propio Abraham Valdelomar,
director de la publicación. La entrega
traía un excelente estudio sobre el
poeta de Enrique A. Carrillo, «Ensa-
yo sobre José María Eguren», que
venía precedido de una entusiasta
y laudatoria nota consagratoria de
Valdelomar [...].
La canción de las figuras, el segun-
do libro de Eguren, apareció dos
meses después precedido del ensayo
de Carri­llo y los comentarios fueron
más parcos que los dedicados a su
primer libro. Solo se publicó una
breve nota sin firmar en el cuarto
número de Colónida y en un par en
revistas la­tinoamericanas. Sin embar-
go, con este libro se cimentó la fama
de Eguren, pues dos críticos extranje-
ros, de reconoci­do prestigio, se ocu-
parían de Eguren en breve tiempo.
El estadounidense Isaac Goldberg le
dedicó al poeta un capí­tulo entero
en su libro Studies in Spanish-American
Literature (Nueva York, 1920) y el
inglés John Brande Trend un artícu- Barranco, 1910.
lo sin firmar en el afamado The Times
Literary Supplement del 5 de agosto
de 1921, lo que, realmente, era una ren en el homenaje de Amauta de la plaza San Martín, donde residiría flores sin haberlas. A él no le gustan
consagración [...]. 1929: «Nos ha dado quizá todos sus hasta su muerte [...]. las flores cortadas. Las admira en
Pero si había llegado para Eguren versos; pero nos reserva aún la sor­ Eguren fue esos últimos años, los jardines. Tiene razón. Tanto
la época del reconocimiento de su presa de su prosa que será siempre literalmente, adorado por un peque- perfuman en una fiesta como en un
obra poética entre los escritores no poesía. Poesía y Verdad, como decía ño grupo familiar de hermanos y entierro [...]. Estaba en cama; pálido,
oficiales, aunque sí representativos de Goethe». Y, efectivamente, Eguren sobrinos. César Francisco Macera muy delgado, su cabello era una seda
nuestra tradición literaria, también comenzó, con un artículo apareci- nos ha dado una vívida pintura de blanca desflorada...
llegó el momento de su reconoci- do en enero de 1930 en Amauta, a Eguren en la Lima de aquellos años: En junio de 1941 llegó el
miento como artista plástico. El pin- publicar artículos en prosa; labor que Algunas veces se le ve andar muy reconocimiento oficial. José de
tor Teófilo Castillo (1857-1922), que continuó también en revistas como rapidito por las ca­ lles del Centro, la Riva-Agüero le comunicaba su
según Luis Alberto Sánchez «era el Social y La Revista Semanal y, en for- vestido de negro con un capelo de elección como miembro de número
fiscal de nuestras artes plásticas, como ma esporádica, en periódicos como copa baja, redondo y caído de ala. de la Academia Peruana de la Lengua
Clemente Palma lo era en el campo El Comercio, La Noche y La Prensa, Como si lo impelieran magnetismos correspon­diente de la Española. El
literario», dedicó a Eguren uno de los empujado seguramente por motivos extraños, apártase de los grupos de reconocimiento oficial de quienes
artículos que publicaba semanalmen- económicos. El poeta intentó reunir las veredas y de las esqui­nas. Menu- lo ignoraron durante décadas lle-
te en la revista Variedades bajo el título una selección de estos artículos en dito y soñando, este hombre que gaba demasiado tarde. A Eguren le
de Semblanzas de artistas [...]. una compilación titulada Motivos, tiene el mérito de haber cantado muy quedaba un año más de vida y había
Hacia 1920 Eguren tenía ya escri- pero nunca llegó a publicar en vida finamente en poemas inestimables estado mal de salud y quebrantado
to el núcleo central de los poemas de su último gran libro. que ya resisten tres generaciones por físicamente los últimos diez. Falle­ció
su tercer libro, Sombra, comenzado Ciro Alegría y César Francisco su buena calidad, tela indígena que en la madrugada del 19 de abril de
en 1917, y tanteó con Pedro S. Zulen, Macera han contado cómo Eguren no pierde color, es hoy un anciano 1942, en un húmedo día otoñal, a los
quien se encontraba estudiando en hacía su trayecto a pie entre Lima y maravilloso. 68 años de edad.
la Universidad de Harvard, en Cam- Barranco, pese a su edad, a causa de La pintora Isabel de Jaramillo
bridge, Massachu­setts, la posibilidad su pobreza. Por este motivo, Eguren (Isajara), gran amiga de Eguren en sus Las Obras completas de José María Eguren se
de editarlo en la casa Brentano’s de dejó la casa de Barranco, donde se últimos años, escribió en una de las dividen en dos tomos: Poesías completas y Prosa
Nueva York que acababa de publicar reunía los domingos en la tarde con anota­ciones de su diario, correspon- completa. Biblioteca Abraham Valderomar/
el libro de Goldberg ya citado. El pro- muchos poetas y escritores jóvenes diente al 7 de agosto de 1940: Academia Peruana de la Lengua.
yecto no se realizó, pero a su regreso que iban a visitarlo. Se trasladó a Fui a ver a José María. Está enfermo. * Es profesor principal de la Pontificia Uni-
de Cambridge, Zulen publicó en el Lima, a una casa de la avenida La Su cuartito de La Colmena muy versidad Católica del Perú y presidente de la
Boletín Bibliográfico de la Biblioteca de Colmena, situada a cinco cuadras de limpio y arreglado. Hay aroma de Academia Peruana de la Lengua.
la Universidad de San Marcos, corres-
pondiente a diciembre de 1924, una
amplia selección de los poemas de
Eguren que incluían tanto los de
sus dos libros ya publicados como LA NIÑA DE LA LÁMPARA AZUL LOS REYES ROJOS LIED I
del inédito Sombra y la reproducción
del poema más extenso de cuantos el En el pasadizo nebuloso Desde la aurora Era el alba,
poeta escribió: Visiones de enero. La cual mágico sueño de Estambul, combaten los reyes rojos, cuando las gotas de sangre en el olmo
selección lle­vaba como colofón una su perfil presenta destelloso con lanza de oro. exhalaban tristísima luz.
elegante y extensa nota de Enrique la niña de la lámpara azul.
Por verde bosque Los amores
Bustamante y Ballivián [...]. Ágil y risueña se insinúa, y en los purpurinos cerros de la chinesca tarde fenecieron
Eguren continuaba viviendo en y su llama seductora brilla, vibra su ceño. nublados en la música azul.
Barranco, en la tercera de las casas tiembla en su cabello la garúa
que habitó en ese balneario, frente a de la playa de la maravilla. Falcones reyes Vagas rosas
la plazuela de San Francisco. En 1930 batallan en lejanías ocultan en ensueño blanquecino,
Estuardo Núñez, futuro estudioso de Con voz infantil y melodiosa de oro azulinas. señales de muriente dolor.
la literatura peruana y catedrático de con fresco aroma de abedul,
la Universidad de San Marcos, pre- habla de una vida milagrosa Por la luz cadmio, Y tus ojos
sentó en esta casa de estudios su tesis la niña de la lámpara azul. airadas se ven pequeñas el fantasma de la noche olvidaron,
La poesía de Eguren, que sería publi- sus formas negras. abiertos a la joven canción.
cada dos años después. Pero la fama Con cálidos ojos de dulzura
literaria de Eguren no iba al paso de y besos de amor matutino, Viene la noche Es el alba;
su situación económi­ ca y el poeta me ofrece la bella criatura y firmes combaten foscos hay una sangre bermeja en el olmo
se vio precisado a aceptar en 1931 un mágico y celeste camino. los reyes rojos. y un rencor doliente en el jardín.
un puesto burocrático como jefe de De encantación en un derroche, Gime el bosque,
Bibliotecas y Museos Escolares del hiende leda, vaporoso tul; y en la bruma hay rostros desconocidos
Ministerio de Instrucción, gracias a y me guía a través de la noche que contemplan el árbol morir.
la amigable gestión de José Gálvez, la niña de la lámpara azul.
titular del portafolio entonces.
José Carlos Mariátegui había
profetizado con agudeza sobre Egu-

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BALDOMERO PESTANA
LECTURAS POSIBLES
ENTRE DOS MIRADAS
Retratos fotográficos de los años 60 de escritores y artistas peruanos a cargo de un testigo privilegiado.
Fietta Jarque*
L
os libros de fotografía, a
diferencia de los escritos, se
pueden «leer» muchas veces.
Por eso, quizá, en lugar de ir a repo-
sar —tal vez para siempre intactos—
alineados en las estanterías de la
biblioteca personal, los fotolibros
se acomodan bien sobre una mesa
de centro. Para tenerlos a mano,
para descifrar en las imágenes
nuevas claves escondidas cada vez
que los hojeemos.
Una de las virtudes de los retra-
tos que hizo Baldomero Pestana de
escritores, artistas e intelectuales
peruanos de 1957 a 1967 en Lima,
y posteriormente en París, es la de
permitirnos —casi incitarnos— a
esa sucesión de lecturas de sus
imágenes, de interpretaciones.
Empecemos por delinear el terri-
torio del que hablamos a través
de los nombres que aparecen en
Retratos peruanos1: Martín Adán,
José María Arguedas, Ciro Alegría,
Enrique López Albújar, Julio
Ramón Ribeyro, Sebastián Salazar
Bondy, Jorge Eduardo Eielson,
Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce
Echenique, Blanca Varela o José
Durand Flores, entre los escritores.
Una constelación de lo mejor de
la literatura peruana del siglo XX.
Personajes en poses reposadas, la
mayor parte de ellos en rincones
de sus propias casas, captados por
el fotógrafo en ese breve instante
en que el alma confiada se asoma
a la expresión del rostro y el
lenguaje corporal habla a través
de las manos, la forma de ladear la
cabeza, la manera de sentarse.

Juan Mejía Baca con Martín Adán


y el historiador Raúl Porras Barrenechea.
Lima, 1960.

Cristina Gálvez, escultora. Lima, 1963.

Son individuos y cada uno, si y a la derrota». Tal vez resulta


los conocemos por sus obras, nos desconcertante este comentario
dirá a través de su aspecto algo más ahora que vemos a este ramillete
sobre ellas. Nos asociará el autor de personajes como triunfadores,
y la vida, su escritura y la apropia- como nuestros héroes culturales. A
ción que hacemos de ellos a través la luz de esas palabras volvemos a
de la lectura. Pero hay algo más, ver las fotos y lo que observamos
y no menos importante, al verlos es esa dignidad, esa seguridad de
reunidos caemos en la cuenta de quien sabe lo que hace, aunque los
que eran un círculo de amigos o demás lo ignoren, lo ninguneen, lo
conocidos, es la Lima que salía del menosprecien.
movimiento estético revoluciona- Continuemos con la nómina
rio que fue el indigenismo para ir de este libro, esta vez los artistas:
más allá todavía, al encuentro de la Fernando de Szyszlo, Gerardo
modernidad internacional a partir Chávez, Alberto Guzmán, Ricardo
de la posguerra, portando las señas Grau, Emilio Rodríguez Larraín,
propias de nuestra identidad. Jorge Piqueras, Joaquín Roca
En el prólogo que escribió el Rey, Alfredo Ruiz Rosas, Cristina
Nobel peruano para este libro, Gálvez, Herman Braun-Vega y
Vargas Llosa evoca esa época: «En más, veinticuatro en total. Y los
la Lima de aquellos tiempos ser intelectuales y políticos: Jorge Basa-
un artista o un escritor equivalía dre, Luis E. Valcárcel, Honorio
a ser un marginado, un paria, un Delgado, Juan Mejía Baca, José
loco benigno, alguien pintoresco o Miguel Oviedo, Víctor Raúl Haya
acaso excéntrico, pero en cualquier de la Torre, José Luis Bustamante
caso condenado a la desconfianza y Rivero.

CHASQUI 6
Toda una generación a través de
retratos en blanco y negro —analógi-
cos, claro—, una especie de museo.
Hay fotografías que son monumen-
tos. Estas lo son. Y a este museo
portátil que es el libro se puede
volver una y otra vez para descifrar
las miradas, para sentarnos al lado de
cada uno de ellos en mudo diálogo
de mentes, las suyas y la nuestra.
Dejamos para el final de estas
líneas a quien estuvo detrás de
cada una de estas fotografías, al
artífice de ellas, al agudo y acer-
tado artista y, de algún modo,
coleccionista de celebridades. A
la persona que debemos agradecer
este álbum indispensable para
la historia de la cultura peruana
del siglo XX. Baldomero Pestana
es, a su vez, un descubrimiento
reciente. No para quienes vivieron
esos años, pero sí para las genera-
ciones posteriores. La elegancia
de sus retratos, la composición
sobria que realza la personalidad Alberto Guzmán, escultor. Lima, 1963. Joaquín Roca Rey, escultor. Roma, 1968.
del modelo, cobra mayor valor al
verlos todos juntos.
Nacido en Galicia, España, en
1918, Baldomero Pestana emigró
con su humilde familia a Argen-
tina de muy niño y fue allí donde
se hizo fotógrafo. La década que
pasó en el Perú le sirvió para refor-
zar su estilo y después transfirió al
dibujo su pasión por la apariencia
de lo real. Pestana falleció el 7 de
julio de 2015, a los 97 años en
Galicia, España, cuando faltaba
apenas un mes para el gran reco-
nocimiento a su obra que fue la
exposición que se le dedicó en el
Museo de Arte Contemporáneo
(MAC), de Lima. Una larga vida y
un hermoso legado.

* Escritora y periodista peruana. Es


editora del libro Retratos peruanos.
Baldomero Pestana.
1 Retratos peruanos. Baldomero Pestana.
Lima: Libros-Fundación BBVA
Continental, 2015.
Blanca Varela, poeta. Lima, 1966.

José Durand, escritor. Lima, 1964.

Alfredo Ruiz Rosas, pintor. París, 1973.

Man Ray, fotógrafo estadounidense,


y Emilio Rodríguez Larraín, artista plástico. París, 1978.

CHASQUI 7
LA FLORA AMAZÓNICA D
Giuliana
El prolífico artista nacido en Iquitos en 1973 ofrece una versión cont

L
a experiencia en el territorio amazónico está marcada por la abundancia de estí-
mulos a los que se enfrenta cualquier visitante, que provienen de diversas fuen-
tes: desde los elementos del paisaje, las especies de flora y fauna, la amplitud de los
espacios geográficos y una serie de vivencias intensas, en simultáneo, que nos retan en
términos visuales y sensoriales. El mito sobre esta selva exuberante surge de este exceso de
información que, paradójicamente, tiene su contraparte en los vacíos históricos sobre la
Amazonía peruana, el abandono del territorio y la desconexión con los grandes discursos
del Estado. Esto ha llevado a que la Amazonía como experiencia y concepto sea muy difí-
cil de definir y haya permanecido en muchos sentidos como inexplicable o inasible para
los investigadores, historiadores, escritores, artistas y poetas que se han acercado a ella.
Desde los primeros viajes de «descubrimiento» se han impuesto desde fuera narrativas para
leer a la Amazonía. Una de esas fórmulas de investigación ha sido la de los estudios botánicos. Esta
ilustración botánica ha sido una respuesta a la necesidad de comprender lo inabarcable, a través
de apuntes que tipifican y sintetizan ciertas especies. Son estas imágenes el referente principal
para el grupo de obras que Christian Bendayán reúne en esta exposición. Se trata de tres series
diferentes sobre papel: apuntes en blanco y negro de plantas que han marcado el destino de esta
región, presentados en formato de libros de registro «botánico», collages digitales a color y, final-
mente, imágenes realizadas a base de una superposición de fotografías, que sin dejar de tener muy
presente el referente científico se relacionan con la pintura académica de comienzos del siglo XIX.
Bendayán incorpora en sus obras los dibujos consignados como parte del archivo clasificatorio
de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, realizada por la Corona española
de 1783 a 1816. A estas imágenes se suma la influencia del trabajo de dos mujeres artistas. Estos
referentes femeninos corresponden a la pintora inglesa Marianne North y a la artista shipiba Las-
tenia Canayo. North, personaje fascinante, fue una pintora que, emprendió un valiente viaje de
investigación por regiones como Borneo, Java, Japón y Brasil. Son estos lienzos los que ha tenido
en cuenta Bendayán, donde se entrecruzan el deseo científico y la pasión naturalista con una fac-
tura pictórica muy precisa y realista. De Lastenia Canayo toma su representación de los «dueños»
de la tradición oral shipiba, seres o espíritus guardianes que protegen las especies de la naturaleza.
Con su serie Flora amazónica (2013), Bendayán propone otra forma de exploración de esta
región y sus especies, que va de la mano del conocimiento y recuperación de su historia, inclu-
Hevea Brasiliensis (caucho) & Huitoto ahorcado. yendo visiones de la tradición oral de sus pueblos.
Exposición realizada en el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores.
* Curadora, crítica e investigadora.

CHASQUI 8
DE CHRISTIAN BENDAYÁN
Vidarte*
temporánea de los grabados naturalistas de la época de la Ilustración.

CHASQUI 9
FOTÓGRAFAS PERUANAS (I)
Mario Acha Kutscher*
La obra de 45 fotógrafas peruanas se reúne en una exposición realizada en el Centro Cultural Inca
Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores.

C
reemos que la mirada e inten-
ción fotográfica se forman en
la cultura del grupo social a
la que uno pertenece y que la obra
fotográfica se independiza rápida-
mente de las intenciones iniciales
de su autor, debido a las múltiples
maneras que existen para procesarla
y consumirla.
Si sabemos que el acceso a produ-
cir imágenes es hoy universal y que
son los dispositivos los que indican
que es lo que se puede fotografiar y
cómo hacerlo, pensemos en el selfie,
por ejemplo, ¿cuál es, entonces, el
aporte del fotógrafo o artista visual?
y, si esa diferencia es formativa y
cultural, ¿existe una mirada distinta
desde la condición de mujer?
A estas y otras preguntas pretende
buscar respuesta la presente expo-
sición que reúne una cantidad
significativa de fotógrafas de varias
generaciones, procedencias y apro-
ximaciones. Todas ellas tienen en
común la exploración creativa y una
mirada reflexiva. Aquí se reúnen
fotografías que proponen un ordena-
miento visual sin perder la referencia
de la realidad fotografiada. En estas
imágenes importa, sobre todo, la
indagación y la celebración de la vida.
Leslie Searles. S/t. 60 x 40 cm.
* Artista visual, fotógrafo y documentalista.

Beatrice Velarde. Cadáver. 60 x 40 cm.

CHASQUI 10
Mariella Agois. S/t. 29 x 43 cm.

Estrella Vivanco. Miradas. 60 x 63,6 cm.

Mayu Mohanna. Gris 05. 60 x 40 cm.

María María Acha-Kutscher. Day 1. 29 x 39 cm.

Las fotógrafas que participan en esta exposición son: María


María Acha-Kutscher, Theda Acha, Solange Adoum, Mariella
Agois, Gladys Alvarado, Luz María Bedoya, Alicia Benavides,
Teresa Bracamonte, Malú Cabellos, Carolina Cardich, Nancy
Chappell, Nora Chiozza, Soledad Cisneros, Sonia Cunliffe,
Mylene D'Auriol, Maricel Delgado, Ana de Orbegoso, Alejandra
Devéscovi, Sandra Elías, Marina García Burgos, María José García
Piaggio, Rocío Gómez, Ana Cecilia Gonzáles Vigil, Viviana
Hosaka, Laura Jiménez, Rochi León, Luana Letts, Anamaría
McCarthy, Inés Menacho, Evelyn Merino Reyna, Mayu Mohanna,
Mónica Newton, Lorena Noblecilla, Alejandra Orosco, Susana
Pastor, María Cecilia Piazza, Natalia Pilo-Pais, Camila Rodrigo,
Prin Rodríguez, Flor Ruiz, Almendra Salmar, Leslie Searles, Maco
Vargas, Beatrice Velarde y Estrella Vivanco.
Laura Jiménez. S/t. 60 x 40 cm.

CHASQUI 11
LUCES Y SOMBRAS DEL VIRREY TOLEDO
José de la Puente Brunke*
V centenario del nacimiento de Francisco de Toledo, el más relevante y polémico de los
gobernantes del Virreinato del Perú.

V io la luz en 1515 en la villa de Oro-


pesa —situada en el camino que
une Toledo con Cáceres—, como
cuarto y último hijo de doña María de
Figueroa y Toledo y de don Francisco
anteriores había sido escenario de los
más violentos enfrentamientos, tanto
de los conquistadores entre sí como
entre los conquistadores y la Corona.
Por eso, sus esfuerzos se centraron
Álvarez de Toledo y Pacheco, condes particularmente en someter a los enco-
de Oropesa, pertenecientes ambos a menderos, muchos de los cuales eran
familias de la mayor importancia en el los que veían con más recelo el afán de
seno de la nobleza castellana. Por eso, afirmación de la autoridad del virrey.
desde niño se desempeñó como paje En efecto, Toledo tuvo que lidiar con
en la Corte, al servicio, primero, de la las expectativas de muchos descendien-
infanta Leonor de Austria, y posterior- tes de conquistadores que se resistían a
mente de la emperatriz Isabel, esposa perder el papel social y económico del
de Carlos V. A partir de los 18 años de que hasta entonces habían gozado. Así,
edad pasó a servir al emperador, y lo la aplicación de las normas que busca-
acompañó en Alemania, Italia, Francia, ban la centralización del poder tuvo
Flandes y África, tomando parte tanto que hacerse en medio de un equilibrio
en empresas bélicas como en misiones inestable, dado que Toledo tuvo que ser
políticas y administrativas. muy cuidadoso en términos de no gene-
El gobierno de Francisco de Toledo rar mayores contradicciones sociales
en el Perú (1569-1581) debe entenderse entre los propios españoles. La impor-
en el contexto del esfuerzo que la tancia de Toledo se ve muy claramente
España de Felipe II hizo por centralizar también en su afán por reforzar el Regio
el poder sobre todos sus dominios, tanto Patronato, por reformar el clero y por
americanos como europeos. Toledo es lograr una evangelización más eficaz.
quizá el virrey más controvertido de la Toledo murió en España en abril
historia peruana. Presentado, por un de 1582, poco después de haber regre-
lado, como «supremo organizador del sado del Perú, y enfrentando en la
Perú»1 por sus admiradores, ha sido Corte un ambiente hostil por los cues-
considerado, desde el otro extremo, tionamientos surgidos con respecto a
como el gran «desestructurador» del su gobierno, y en particular en cuanto
mundo andino y el mayor tirano del a sus acciones de represión contra el
Perú2. Si intentamos dejar de lado Retrato del virrey Toledo por Evaristo San Cristóbal (1891). reducto inca de Vilcabamba.
las altas dosis de apasionamiento que
ambas posiciones reflejan, podemos la versión oficial del pasado peruano, facilitaban tanto la percepción del tri- * Director del Instituto Riva-Agüero. Este artículo
concluir que los dos enfoques son cier- afirmando que los incas habían sido buto como la evangelización— como la es una versión adaptada del prólogo para el libro
tos. En efecto, desde la perspectiva de usurpadores y conquistadores, con mita, el trabajo obligatorio por turnos, de Manfredi Merluzzi Gobernando los Andes. Fran-
cisco de Toledo, virrey del Perú (1569-1581). Lima:
la administración hispana fue Toledo lo cual se legitimaba la presencia que en el ámbito minero fue decisivo Pontificia Universidad Católica del Perú–Univer-
quien estableció el esquema organiza- hispana. para garantizar la provisión de metales sitá degli Studi Roma Tre, 2014.
tivo a partir del cual funcionó el virrei- Otra de sus preocupaciones preciosos a España, aunque con un 1 Ese es precisamente el título del libro de su
nato por muchas décadas, afirmando centrales fue establecer formas regu- terrible costo que tuvo que afrontar la gran biógrafo, Roberto Levillier: Don Francisco
el poder real y generando mayores lares de obtención de recursos para población andina. de Toledo, supremo organizador del Perú. Su vida,
rendimientos económicos; y desde el la metrópoli, y vio claramente que Junto con su preocupación por su obra (1515-1582). Madrid–Buenos Aires:
punto de vista de la organización social Espasa-Calpe S. A., 1935-1940, 2 vols.
para lograr su propósito debía rees- controlar la «república de indios»,
andina, dicho gobernante fue muy tructurar los patrones poblacionales Toledo hizo grandes esfuerzos también 2 Véase, por ejemplo, Luis E. Valcárcel: El
virrey Toledo, gran tirano del Perú: una revisión
efectivo en las políticas de control de la andinos. Se formalizaron, así, tanto las por ordenar la «república de españoles», histórica. Lima: Universidad Inca Garcilaso de
población y de utilización de la mano reducciones —pueblos de indios, que en un virreinato que en las décadas la Vega, 2015.
de obra indígena, con la consecuente y
dramática desintegración de los patro-
nes andinos de organización social y de
ocupación del espacio.
La labor gubernativa de Toledo
estuvo íntimamente vinculada con las
disposiciones emanadas de la Junta
LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL VIRREY
Magna, que en 1568 reunió a las más
Caída en desgracia de Francisco de Toledo a su regreso a España, según el Inca Garcilaso de la Vega
importantes autoridades de la Monar-

P
quía para discutir el gobierno de las orque no vaya sola y desacompa- que dieron al príncipe Túpac Amaru y
Indias, y en la que él mismo participó ñada la muerte del inca don Felipe del destierro en que condenaron a sus
antes de trasladarse al Perú. Así, llegó Túpac Amaru, será razón demos parientes más cercanos, donde perecie-
al virreinato decidido a desarrollar cuenta brevemente de la que tuvo el ron todos, recibió al virrey no con el
una auténtica reforma a partir de las virrey don Francisco de Toledo. El cual aplauso que él esperaba sino muy en
conclusiones de aquella Junta, pero cumplido el término de su virreinado contra y en breves palabras le dijo que
convencido también de que debía que fue muy largo (que según dicen se fuese a su casa, que su majestad no le
acometerla haciendo gala de tino y pasó de los 16 años), se vino a España había enviado al Perú para que matase
prudencia. Como gran estadista que con mucha prosperidad y riqueza, que reyes, sino que sirviese a reyes.
fue, tuvo muy claro que ante todo fue pública voz y fama que trajo más de Con esto se salió de la presencia real
debía dedicarse a conocer el territorio 500 mil pesos en oro y plata. Con esta y se fue a su posada bien desconsolado
en todos sus aspectos. Así, desarrolló riqueza y la buena fama de ella entró del disfavor que no imaginaba. Al cual
su célebre visita general del territorio, en la corte, donde pensó ser uno de se añadió otro no menor y fue que no
a partir de la cual se redactaron las los grandes ministros de España por los faltaron émulos que avisaron al consejo
«Informaciones» —que contienen des- muchos servicios que imaginaba haber de la hacienda real, que sus criados y
cripciones de los más variados aspectos hecho a la majestad católica en haber ministros habían cobrado su salario,
de la realidad peruana—, al igual que extirpado y apagado la real sucesión pesos por ducados, que como eran 40
las famosas «Ordenanzas», es decir, las de los incas reyes del Perú, para que mil ducados, tomaban cada año 40 mil
numerosas disposiciones que expidió nadie pretendiese ni imaginase que pesos y que por el largo tiempo que el
para el gobierno del Perú. le pertenecía la herencia y sucesión virrey había asistido en el gobierno de
Una de las grandes preocupaciones de aquel imperio. Y que la corona de aquel imperio pasaban de 120 mil duca-
de Toledo fue terminar con los debates España la poseyese y gozase sin recelo dos, los que se habían hecho de daño y
sobre la justificación de la conquista, ni cuidado de que hubiese quien pre- «Buen gobierno. Francisco de Toledo se murió en agravio a la hacienda real. Por lo cual los
y reafirmar la soberanía de la Corona tendiese pertenecerle por vía alguna. Castilla entestado y pesadumbre porque no le dió del consejo de ella mandaron embargar
pacificando el territorio, para lo cual También imaginaba que se le habían de licencia Su Majestad». Felipe Guamán Poma de todo el oro y plata que don Francisco
se propuso —entre otras cosas— some- gratificar las muchas leyes y ordenanzas Ayala. 1615. de Toledo traía del Perú, hasta que se
ter el reducto inca de Vilcabamba. Ese que dejaba hechas en aquellos reinos, averiguase y sacase en claro lo que perte-
sometimiento y la posterior ejecución así para el aumento de la hacienda real de aquellas cosas, que habían de criar y necía a la real hacienda. Don Francisco
de Túpac Amaru I supusieron el origen en el beneficio de las minas de plata y guardar para tal servicio y regalo. Que de Toledo, viendo el segundo disfavor
de los mayores cuestionamientos de su del azogue (donde mandó que por su por ser cosas largas y prolijas, las deja- que igualaba con el primero, cayó en
gobierno, tanto en ese tiempo como vez acudiesen tantos indios de cada mos de escribir. tanta tristeza y melancolía que murió en
después. En su afán por legitimar el provincia a trabajar en las dichas minas) Con estas imaginaciones de tan pocos días.
dominio de la Corona sobre el virrei- pagándoseles a cada uno su jornal, grandes méritos entró a besar la mano
nato, Toledo se propuso «reescribir como por las que mandó en servicio y al rey don Felipe II. La católica majes- * En: Inca Garcilaso de la Vega, Obras
la historia» e hizo todos los esfuerzos regalo de los españoles moradores de tad que tenía larga y general relación y Completas. Edición de Carlos Araníbar.
posibles para que la Historia Índica de aquellos reinos, que los indios habían noticias de todo lo sucedido en aquel Lima, Ministerio de Relaciones Exteriores,
Pedro Sarmiento de Gamboa —uno de de hacer y guardar pagándoseles el valor imperio y en particular de la muerte 2015, Tomo III, Página 770.
sus colaboradores— se impusiera como

CHASQUI 12
SONIDOS DEL PERÚ
César Peredo últimos años Peredo ha publicado varios peruano son constantes desde hace años las sílabas de sus textos. El disco incluye
ZAMACUECA DEL MAR discos que dan cuenta de estos intereses y constituyen un aporte a ese aspecto de un amplio repertorio que va desde un
(2013, www.cesarperedo.com) diversos que podemos rastrear en el la industria musical local. tema de Rubén Blades, pasando por va-
énfasis que han tenido sus producciones rios mixes de temas criollos, como los de
Formado en el Perú, con cursos de discográficas utilizando denominaciones, Polo Campos o José Escajadillo y dándole
especialización en flauta en la Escuela instrumentos y géneros de la música Eva Ayllón espacios preferenciales a conocidos temas
Superior de Detmold, Alemania, César afroperuana moderna con toques de COMO LA PRIMERA VEZ de Mario Cavagnaro, Serafina Quinteras
Peredo ha desarrollado una interesante latin jazz, salsa, balada o música brasile- (Play Music, 2014, o haciendo un homenaje a Los Kipus.
carrera como flautista clásico, miembro ña. Su último disco, Zamacueca del mar, www.evaayllon.com.pe) Interpretada por un destacado grupo de
de diversas orquestas sinfónicas del me- es una muestra clara de esa tendencia. músicos nacionales, esta producción tiene
dio peruano y profesor durante algún Contiene un conjunto de obras propias María Angélica Ayllón, conocida por su una sonoridad elegante y precisa que des-
tiempo del Conservatorio Nacional (la mayoría) con un par de arreglos para nombre artístico Eva Ayllón, tiene más taca en todo momento la voz de la cantan-
de Música. Adicionalmente Peredo ha música de Morricone y Toquinho & de treinta producciones discográficas, te. En la parte instrumental, la percusión
incursionado en la creación de arreglos Vinicius. Están instrumentadas para varios videos y una larga carrera que la ha es empleada con sutileza y tranquilidad,
y obras, principalmente para flauta o flauta, teclado, bajo eléctrico, guitarra, paseado por importantes escenarios de la al modo de un gran tondero, un landó
flauta con acompañamiento instrumen- batería, percusiones, saxofón, trompeta y música popular de América y el mundo. profundo o un sensual valsecito. La gui-
tal. Especialmente le ha interesado cada trombón, con algunas incursiones de voz. Es la intérprete más reconocida de la mú- tarra tiene también un lugar preferencial
vez más combinar el sonido de la flauta El elemento afroperuano viene definido, sica afroperuana moderna gracias a una en esta producción. Contiene los típicos
con géneros y elementos de la música más que por la utilización de los géneros línea estética mantenida durante muchos guapeos y coros que aportan continuidad,
popular, desarrollando paulatinamente declarados en los créditos o las caracte- años que privilegia la integración de los estilo e identidad. El disco alterna temas
ese aspecto comercial de su carrera. En los rísticas estructurales de la música negra géneros tradicionales con instrumentacio- musicales lentos con otros que tienen una
peruana, por el empleo permanente del nes y armonías contemporáneas. Otros característica bailable, alegre y optimista.
cajón como representante icónico de esta géneros latinos son también material para Abraham Padilla.
sonoridad, algunos ritmos característicos las interpretaciones de Ayllón, quien ha
y por las posibilidades del instrumento compartido grabaciones y proyectos con
de amalgamarse con cualquier propuesta destacados artistas internacionales. A
estética, tal como lo demuestra el uso ex- pesar de esta larga carrera, este disco es
tendido que este instrumento tiene en la el primero que la cantante ha producido
música flamenca moderna, luego de Paco de manera personal e independiente, pues
de Lucía, aunque en ese caso con un uso en todas sus anteriores producciones dis-
mayoritario de bordones, característica cográficas fue contratada como intérprete.
menos presente en el Perú. Encontramos A ello obedece el título. La voz de la artista
en este disco esa diversidad ecléctica de recorre diversas sonoridades y matices, sin
propuestas unificadas por el sonido de la perder sus propias características expresi-
flauta que cumple casi en todo momento vas, deudoras de la forma de interpreta-
la función de interpretar la(s) melodía(s) ción de la música criolla de antaño, pero
principal(es). Los esfuerzos de Peredo coloreadas con su típica pronunciación
por participar del mercado discográfico que destaca de tanto en tanto algunas de

DIEZ AÑOS DE CREACIÓN


El Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores cumple su primera década.

E
l pasado 15 de julio el Centro 2010 fue incorporado en el Reglamento
Cultural Inca Garcilaso (CCIG) del de Organización y Funciones del Ministe-
Ministerio de Relaciones Exteriores rio de Relaciones Exteriores (2010) en la
celebró diez años de actividad en su sede gestión del canciller José Antonio García
ubicada en el centro histórico de Lima, Belaunde.
en una casona de estilo republicano —la Desde su inauguración, la curaduría
llamada «Casa Aspíllaga»— que colinda del CCIG está bajo la responsabilidad
con el Palacio de Torre Tagle. A lo largo de de la artista gráfica Gredna Landolt. La
estos años, el CCIG se ha ido convirtiendo primera muestra que se hizo en el CCIG,
en un dinámico espacio que contribuye y que partió luego a la XIX Feria Interna-
activamente a la promoción de la cultura cional del Libro de Guadalajara, México,
peruana, con especial énfasis en su difu- donde el Perú fue invitado de honor
sión en el exterior, además de acoger ma- en 2005, fue una exposición antológica
nifestaciones culturales de diversos países de grabados de Fernando de Szyszlo.
y propiciar también actividades descen- Como hace una década, en la ceremonia
tralizadas en otras ciudades peruanas. El conmemorativa se contó también con
CCIG realiza exposiciones, conferencias, la participación del grupo Yuyachkani.
recitales, conciertos y proyecciones de cine de una reciente muestra sobre Felipe Gua- Niño de Guzmán, Giovanna Pollarolo, En el acto se develó un busto en bronce
y cuenta con tres galerías de arte, una sala mán Poma de Ayala y su Nueva corónica y Ina Salazar, Rosella Di Paolo, Odi del Inca Garcilaso hecho por el escultor
de exposiciones bibliográficas, dos salas de buen gobierno. Gonzáles, Sylvia Falcón y muchos otros. David Flores, que recibe a los visitantes
usos múltiples y una biblioteca especializa- Desde 2014, el CCIG impulsa tres El CCIG fue inaugurado el 15 de frente a una placa donde está inscrita la
da en temas nacionales. ciclos de conferencias y lecturas de cara julio de 2005 por el canciller Manuel célebre dedicatoria de la segunda parte de
Durante la última década el CCIG ha al próximo bicentenario de la creación Rodríguez Cuadros, cuando era direc- los Comentarios reales: «A los indios, mes-
presentado obras de artistas como Martín del Estado republicano en nuestro país: tor de Asunto Culturales el embajador tizos y criollos de los reinos y provincias
Chambi, Macedonio de la Torre, Carlos «La Historia de nuevo: del Perú milena- Alberto Carrión. Como recordó en la del grande y riquísimo imperio del Perú,
Quizpez Asín, Cota Carvallo, Teófilo rio al Perú bicentenario», «La República ceremonia conmemorativa la ministra el Inca Garcilaso de la Vega, su hermano,
Hinostroza, José Tola, Fernando de la de los poetas: antología viva de la poesía de Relaciones Exteriores, embajadora compatriota y paisano, salud y felicidad».
Jara, Lika Mutal, Alberto Quintanilla, peruana» y «Perú: novela con novelistas. Ana María Sánchez de Ríos, la creación
Rafael Hastings, Ricardo Wiesse, Carlos Narrativa peruana contemporánea». En del CCIG fue propuesta por su actual
Runcie Tanaka, Roberto Huarcaya, Morfi las actividades del CCIG han partici- director, el poeta Alonso Ruiz Rosas,
Jiménez, Enrique Polanco, Jorge Deustua, pado destacadas figuras como Mario quien tuvo a su cargo la formulación del CHASQUI
Fernando Gutiérrez, Ramiro Llona, Javier Vargas Llosa, Carlos Germán Belli, «Plan de política cultural del Perú en el Boletín Cultural
Silva, Luis Solorio, Jaime Mamani, Bruno Pierre Duviols, María Rostworowski, exterior» (2003), promulgado durante la MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
Zeppilli, Ricardo Córdova, Hans Stoll, Luis Jaime Cisneros, Francisco Miró gestión del canciller Allan Wagner Tizón.
Mariano Zuzunaga, Gerardo Petsaín, Quesada C., Gustavo Gutiérrez, Alfre- La Casa Aspíllaga fue restaurada entonces Dirección General para Asuntos Culturales
María María Acha-Kustcher, Christian do Bryce Echenique, Rolena Adorno, con el apoyo de la Agencia Española de Jr. Ucayali 337, Lima 1, Perú
Bendayán, Brus Rubio Churay, Leslie Edgardo Rivera Martínez, Luis Guiller- Cooperación Internacional. El primer Telefono: (511) 204-2638
Searles, Musuk Nolte y otros destacados mo Lumbreras, Tom Zuidema, Scarlet director del CCIG fue el recordado poeta
creadores, además de haber acogido O'Phelan, Joaquín García, Hugo Neira, Antonio Cisneros, quien permaneció en boletinculturalchasqui@rree.gob.pe
importantes exposiciones colectivas y Miguel Gutiérrez, Mirko Lauer, Alon- el cargo hasta su fallecimiento en 2012.
www.rree.gob.pe
muestras organizadas por las misiones so Cueto, Luis Peirano, Walter Alva, Luego, ocupó el cargo el intelectual y
acreditadas en el Perú. Ha producido a Milosz Giersz, Ramón Mujica, Marco periodista Fernando Carvallo. Un decreto
su vez exposiciones itinerantes sobre el Martos, Fernando Ampuero, Ruth supremo promulgado a fines de 2005, Los artículos son responsabilidad de sus autores.
Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca, el Shady, Jean-Pierre Chaumeil, Juan José durante la gestión del canciller Óscar Este boletín es distribuido gratuitamente por
Atlas Geográfico del Perú de Mariano Chuquisengo, Manongo Mujica, Raquel Maúrtua de Romaña, declaró al CCIG las misiones del Perú en el exterior.
Felipe Paz Soldán, la Amazonía peruana, Chang-Rodríguez, Max Hernández, «unidad orgánica de la Subsecretaría de
el Inca Garcilaso, Mariano Melgar, Carlos Mercedes López-Baralt, Antonio Gálvez Política Cultural Exterior del Ministerio Impresión:
Germán Belli, Antonio Cisneros, Julio Ronceros, Rodolfo Cerrón-Palomino, de Relaciones Exteriores». A inicios de Impresos S. R. L.
Ramón Ribeyro y otros autores, además Luis Millones, Carmen Ollé, Guillermo 2006 fue aprobado su reglamento y en

CHASQUI 13
OLLA Y CAMPO
LA COCINA DE CAJAMARCA
Sergio Carrasco*
Usos y costumbres de una de las cocinas regionales más apreciadas de la sierra norte del Perú.

Foto: Guillermo Figueroa Tangüis.


onstituida secularmente por La quinua, a su vez, se consume
una población en su gran verde o madura. En el primero de
mayoría rural, Cajamarca tie- los casos, en Jadibamba, Hualgayoc,
ne en el campo —como lo reflejan se sancochan las hojas y se aderezan
vívidamente Mario Urteaga o Ca- en la amable compañía de ollucos
milo Blas— sus más caracterizadas o papas. En el segundo, se come el
expresiones. Y esto también cuenta fruto sancochado, con papas y/o
para la gastronomía. carne; o bien tostada, en harina.
El arraigo de ciertos usos culi- Tan versátil como los anteriores,
narios podría explicarse de alguna la papa se ingiere:
manera por el aislamiento en el que Sancochada con cáscara («con
el campo se mantuvo durante largo calzón», coloquialmente), acompa-
tiempo. El asunto reviste interés, ñada de queso o quesillo y picante
pues han permanecido intocadas con alguna(s) hierba(s) aromática(s).
prácticas culinarias y gastronómi- Sancochada y pelada, acompa-
cas que, a fin de cuentas, están en ñando costilla de chancho o chicha-
el origen de nuestra generosamente rrones. Aplastada sin que llegue a
atendida tradición del buen comer. ser puré, se sirve con mote, arveja o
En correspondencia con la an- frijol, y este plato recibe el nombre
tigua producción de granos del de llaucha.
departamento, Cajamarca tiene Seca luego de haber sido sanco-
también una vigorosa tradición de chada.
molienda cuya expresión minimalis- En picante de papa, sancochada,
ta es el batán (la más aparatosa es el parcialmente convertida en puré,
trapiche). Para muestra un batán o, como guarnición de cuy o de carne
mejor, muchos: todos ellos sonaban de cordero guisada. En ambos casos,
en Contumazá, antaño, al mismo en compañía de zarza de cebolla.
tiempo, sin afán de melodía o con- En revuelto con hierba buena u
cierto; en trance colectivo, a eso de otra similar.
las cuatro o cinco de la tarde. Con la papa silvestre, más co-
¿En qué momento se amoló la nocida como curao, se prepara una
molienda? Algunas explicaciones: la sopa y también un revuelto acompa-
generalización del uso del arroz y el ñado de caigua y zapallo.
mayor precio del trigo y, por otro la- Dos son los tipos de papa más
do, la más fácil cocción del primero utilizados, la blanca y la amarilla, so-
de los nombrados, extendieron su bre todo en su variedad huagalina.
uso y desafinaron la orquestación Cocina en el mercado de Cajamarca.
Como es evidente, casi todas
vespertina. Desafinado y todo, el estas aplicaciones culinarias exigen
eco aún se oye en el extendido con- el concurso de un batán fortachón,
sumo de granos y cereales, y tam- choclos pequeños se destinan para con manteca u hojas de perejil; o un cedazo de firmeza probada y un
bién de tubérculos y carnes. la chochoca desde la cosecha; mien- también se utiliza como ingrediente fogón digno aunque sea modesto.
La lista es vasta. En el caso del tras que en Agomarca, Hualgayoc, de sopas, con arveja verde. Como es propio del mundo
maíz, comprende: se eligen los choclos a medio ma- Muro, trigo pelado en ceniza tri- agrario, la dieta alimenticia guarda
Grano del maíz maduro desgra- durar, se desgranan y se sancochan. turado en batán. Se cocina como relación con los ciclos productivos:
nado y sancochado. Si el grano ha Posteriormente se secan los granos arroz y por ello se le conoce como las papas se cosechan de marzo a
sido pelado con ceniza caliente, re- al sol entre tres y cinco días y luego arroz de muro. mayo; el trigo, de junio a agosto; el
cibe el nombre de mote pelado y se se muelen. En Masintranca, la cho- Harina o grano molido, emplea- maíz, en mayo y junio; la cebada,
utiliza para sopa, de manera exclusi- choca preparada —cocinada con un do para la preparación de sopas y de junio a agosto; las ocas, ollucos
va o en compañía de papas y carne. aderezo— se toma de desayuno. de cachangas (frituras). Con esta ha- y lentejas, en julio; y las arvejas y ha-
La sopa con mote pelado, arveja y Son variantes de la chochoca el rina se prepara una sopa espesa en bas, en agosto.
tripas de cordero recibe el nombre pepián que se prepara en Luichocoll- Cajabamba, conocida como lahua, Uno de los platos emblemáticos
de mondongo. pa (Hualgayoc) y en Santa Cruz, y el acompañada de huashatullo de cer- es el caldo verde, que en el campo
Cancha o maíz seco tostado sin maíz con leche de Ñuñún, Hualga- do. En Cajamarca, el suchuche es se sirve de desayuno. Son sus ingre-
o con aceite o manteca. La variedad yoc. El primero se elabora tostando la sopa preparada con esta harina, dientes básicos el paico, la hierba
paccho es considerada la de mayor y moliendo maíz y arveja juntos, pa- papa trozada y, si hay, carne picada. buena, la ruda y la champca (muña).
suavidad y mejor sabor. La cancha ra luego cocinar la harina resultante En el caso de la cebada, el pro- Antaño se incluía la hierba aromá-
se consume sola o con acompaña- en agua y con un aderezo. ceso más laborioso es el que corres- tica conocida como la honrada, y
miento, como el chocho (tarhui). Humitas de choclo tierno, re- ponde al murum, que se obtiene lue- hay quienes consideran en la lista
En Chilimpampa, Cajamarca, llenas con quesillo o carne. En El go de pasar la cebada, agitándola, a también al perejil y al huacatay.
este se cocina en gran cantidad (una Auque, Hualgayoc, con el choclo través de la zaranda (voz coloquial Eventualmente se usa solo una
o dos arrobas) en una paila durante tierno molido se prepara también que deviene de zarandeo). Mientras o alguna de las referidas plantas
casi un día. Una vez fría la cocción, una sopa con frijoles, ocas, papas y que el producto que pasa por el ta- y, según de cuál se trate, el caldo
el chocho se embute en un costal cilantro. A su vez, en Agomarca, el miz se destina a la alimentación de adquiere una denominación par-
de lana, se cierra y se sumerge en choclo tierno molido es la base de aves y cerdos, la cebada retenida se ticular («de paico», etcétera); si se
agua fresca entre tres y cuatro días una tortilla preparada con acelga y tuesta y se somete a los rigores del quiere redundar, se acompaña con
para eliminar el sabor amargo. Solo cebolla; mientras en Santa Cruz se batán. Esta cebada agraviada por la ají de huacatay. Lleva papa partida,
entonces, debidamente escurrido, cocina con culantro para originar piedra se pasa posteriormente por el huevo «chicoteado» (derramado a
el chocho se prepara con cebolla una polenta. arnero, de lo que resulta la harina través de un pequeño orificio agi-
cruda, tomate, ají verde y cilantro Tamales de maíz maduro pelado y de cebada. La mezcla de esta con el tando para el efecto el cascarón) y
picados y sal. molido, rellenos de quesillo o carne. caldo verde se denomina sango. La quesillo en trozos. En Masintranca,
Cashul o mote o choclo sanco- En lo que se refiere al trigo: cebada que se mantiene impávida Chota, al caldo verde se le añaden
chado y luego tostado que se sirve Trigo resbalado o ruche, pelado en el arnero es el murum. Cuando el ocas.
en un plato para varios comensales. en batán tras una noche de remo- viento sopla, se deja caer este polvi- En los lugares cálidos de Chota
Maíz tierno, sancochado, que se jo. Utilizado para la preparación de llo grueso desde cierta altura —es de- y Cutervo el plato más popular es el
utiliza como acompañamiento de sopas acompañado de tocino fresco, cir, es aventado—, de modo tal que shurumbo1. Ecuménicamente partici-
chicharrones o de costilla frita de de carne, de papas. Es considerado la mano de la naturaleza hace su pan en él: plátano para freír verde,
chancho. más sabroso que el trigo pelado con trabajo de selección final. Al igual pelado, picado en trozos pequeños
Chochoca o maíz molido, even- ceniza o con cal. que el muro de trigo, se prepara a la y sumergido en agua hirviendo, a la
tualmente sancochado con anterio- Trigo cauca, pelado en ceniza. manera del arroz y recibe entonces que se añaden luego yuca, caigua y
ridad. En Masintranca, Chota, los Se sirve sancochado, eventualmente el nombre de murum de arroz. arvejas. En Santa Cruz el plato lleva

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Foto: Guillermo Figueroa Tangüis.

Foto: Guillermo Figueroa Tangüis.


Campiña cajamarquina.

los llevan a Lima, donde hazen su la carne y la grasa es total y absolu-


venta crecidísimos caudales». to. Tras la preparación de los chi-
Ya a mediados del siglo XVI, charrones de rigor, en los residuos
los marranos aparecían como un de la fritura (shacta) se sancocha
producto de importancia en la tasa trigo pelado fresco (preparado en
de encomienda del repartimiento el mismo día) con poca agua, gra-
del corregidor Verdugo. Para 1776, neándolo al dente. Se sirve junto
sin embargo, Cosme Bueno seña- con el frito de chancho, que no es
laba que la cría y comercialización otra cosa que los intestinos, hígado
de cerdos no era más el «principal y otros órganos interiores del ma-
comercio» de Cajamarca, pues otros rrano sancochados y luego fritos
criadores habían aparecido en otras con un aderezo de ají, ajo, cebolla,
regiones del virreinato. pimienta y sal, al que se añade pa-
La disminución no se tradujo en pa sancochada. En Ichocán, el frito
extinción. En la pródiga subsistencia se prepara en carnaval y en la fiesta
porcina se funda la tradición de pla- de la Virgen del Rosario (segundo
tos como el frito, la cecina shilpida2, el sábado de octubre).
puspomote (sopa de frijoles con maíz En el otro extremo de la escala
pelado, carne de chancho y tocino) social, en la hacienda Tuñad, San
y el antes mencionado «locro jetón». Pablo, cuando se mataba un cerdo
Hacia la primera década del si- era de rigor la preparación tanto de
glo XX, el párroco del curato del chicharrones y frito como de salchi-
distrito de Guzmango (Contumazá) chas y morcillas. Hoy, salchichas,
Moliendo ají en el batán. sucumbió a los placeres de la carne morcillas y embutidos varios se en-
para felicidad de su grey y, más aun, cuentran sin dificultad en los mer-
esencialmente plátano verde y espi- jol y hocico de cerdo («locro jetón»). de los habitantes de poblaciones cados locales.
nazo de chancho. El sacerdote betlehemita Joseph vecinas. Guiado por la mano de
En correspondencia con la pro- García de la Concepción señala- Dios, Aquilino Manero Soto prepa- * Periodista y coautor, con Raúl Vargas, de
fusión de cultivos de arveja y lenteja ba en 1723 que «a lo que más de- raba suculentos jamones de pierna Ollas y sazón de Cajamarca. Minera Yana-
en Cajabamba, algunas preparacio- be esta Villa su opulencia es a los de chancho, que, aseguran, tenían cocha, 2008. Ver también: Rosario Olivas
Wetson, Cajamarca, el sabor del mestizaje.
nes culinarias se definen por arries- Cerdos, que en número de onze a gran demanda en los pueblos del Lima: USMP, 2009.
gadas combinaciones de menestras y doze mil cabezas se crían cada año valle de Chicama. (No olvidar que
cereales, casi todas con nombre pro- en sus campiñas: porque, como por 1 Con el nombre de shirumbre en San Martín
Cajamarca ha sido el hinterland de se prepara un guiso a base de poroto, carne
pio: arvejas con trigo (shinde), arveja, no aver azeite en el País, usan de la La Libertad). de chancho y yuca.
trigo, mote y tocino (shámbar), habas manteca para el aderezo de las co- Cuando en el campo se cocina 2 Desgarrado, hecho jirones. Se aplica tanto a
con trigo («río sucio»), maíz con fri- midas, aún en tiempo de Cuaresma; un chancho, el aprovechamiento de la carne como a la ropa.

RECETAS
CHUPE VERDE (6 porciones) CHIRIMPICO (4 porciones)
Violeta Silva / Cutervo Nimia Díaz / San Miguel de Pallaques
INGREDIENTES INGREDIENTES
Huacatay (200 gramos), paico (100 gramos), papa amarilla (½ kilo) Mondongo (800 gramos), zanahoria picada (200 gramos), arvejas (300 gramos)
Papa blanca (½ kilo), habas (300 gramos), racacha (½ kilo) Papa blanca picada (2), choclo desgranado (4), ajo molido (una cucharada)
Olluco (½ kilo), quesillo (100 gramos), huevos (2), sal Ají molido (una cucharada), hierbabuena (una rama)
Cebolla china picada (2 cabezas), sal, pimienta y comino al gusto
PARA EL «ROCOTO»
Tomate berenjena o sachatomate (1), rocoto (1), cebolla china (una cabeza), sal. PREPARACIÓN
Se sancocha el mondongo. Una vez cocido, se pica en trozos pequeños. Se separa una taza
PREPARACIÓN de caldo. Se sofríe el ajo, la cebolla china y la hierbabuena. Se sazona con sal, pimienta y
Se hierve, en dos litros de agua, la papa blanca cortada en trozos largos. Tras el primer comino. Se mueve durante un par de minutos. Se añade, en la olla del aderezo, el mon-
hervor, se añade la papa amarilla, la racacha (opcionalmente el olluco) cortada en trozos dongo picado, la papa blanca, las arvejas, la zanahoria y el choclo. Se cocina con el caldo
largos y las habas peladas. Cuando los ingredientes estén cocidos, se agregan los huevos y de mondongo en una olla tapada.
el queso picado en dados pequeños y sal al gusto. Se muele el huacatay y el paico y se los
sofríe en aceite. Luego se añaden al chupe. Se acompaña con el «rocoto», que se prepara SHAMBARITO (4 porciones)
licuando el tomate berenjena, el rocoto y la cebolla china con algo de sal. Nicolaza Hernández / San Pablo
CECINA SHILPIDA (4 porciones) INGREDIENTES
Wilson Sánchez / San Marcos Arvejas (150 gramos), frijol (150 gramos)
Trigo molido (¼ de kilo), lomo de cerdo (¼ de kilo)
INGREDIENTES Tocino (¼ de kilo), caldo de carne de chancho (1 ½ litros)
Cecina de carne de cerdo (4 filetes), ajo (un diente chancado) Ají panca (½ cucharada), culantro (2 cucharadas)
Cebolla china picada (½ taza), huevos (4) Cebolla (½ unidad), aceite (2 cucharadas), pimienta y sal al gusto
Ají panca (2 cucharadas), pimienta, comino y sal al gusto, aceite (5 cucharadas)
PREPARACIÓN
PREPARACIÓN Se pone a remojar el frijol, el trigo y las arvejas la noche anterior a la preparación. Se
Se golpea cada porción de carne hasta que quede fina. Se hace un aderezo con la cebollita corta la carne en trozos muy pequeños y se cocina en aceite. Se agrega a la carne cocida
china, el ajo, el ají, la pimienta, el comino y la sal. Se deshilacha la carne seca y se fríe la cebolla, el ají, la pimienta, el ajo y la sal. Se remueve. Se añaden las arvejas, el trigo y
en aceite. Se añade el aderezo en la fritura. Se agregan los huevos levemente revueltos o el frijol. Luego se deja que todo se cocine por algunos instantes. Se incorpora el caldo y,
batidos. Se revuelve y cocina hasta que la mezcla tome cuerpo. seguidamente, el culantro. Se remueve y se deja al fuego unos minutos antes de servir.

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MUSEO RENOVADO
Tras un cuidadoso proceso de restauración, el Museo de Arte de Lima, conocido como MALI, reabre sus puertas
para ofrecer al visitante una visión panorámica de la milenaria creación artística del Perú.

generosas. El espíritu moderno del


edificio contrastaba con el diseño
clásico de la fachada, diseñada
por Antonio Leonardi, arquitecto
italiano radicado en Lima.
Luego de un intenso proceso
de remodelación de la segunda
planta del Palacio de la Exposición
gracias al financiamiento del Plan
Copesco Nacional del Mincetur,
el 9 de setiembre el Museo de
Arte de Lima (MALI) reabrió sus
salas de exposición permanente
con más de 1.200 piezas de una
colección formada por más de 17
mil obras que narran tres mil años
de historia del arte peruano. Los
visitantes nacionales y extranjeros
pueden recorrer las renovadas salas
de arte precolombino, colonial,
republicano, moderno, textiles,
fotografía, platería y dibujo. Las
salas están formadas por piezas
de cerámica, óleos sobre lienzo y
objetos de madera y metal únicos
y de gran valor histórico.
Asimismo, se pueden apreciar
La lavandera de Francisco Laso de los Ríos (1823 - 1869). los resultados de la segunda etapa
Óleo sobre tela, 106 x 61,3 cm. 1859.
de remodelación del Palacio de la
Exposición. Los trabajos se realiza-

E
l edifico que alberga al Mu- ron en un área de 5 mil metros cua-
seo de Arte de Lima y sus drados que comprenden 34 salas de
colecciones, conocido como exposición permanente diseñadas
el Palacio de la Exposición, es uno Mateo Pérez de Alesio (Italia, 1547 - hacia 1606). Virgen de la Leche / Sagrada Familia del Roble por el reconocido arquitecto Emilio
de los ejemplos de la arquitectura (hacia 1605). Óleo sobre cobre. 48,3 x 38,2 cm. MALI. Soyer bajo los más altos estándares
en hierro del siglo XIX. Localizado internacionales. La remodelación
a la entrada al centro histórico de la respetó las estructuras, fachadas,
ciudad de Lima, y a un extremo del una de las primeras construccio- en sus dos plantas, cerca de 10 escaleras principales y ventanas
Parque de la Exposición, el museo nes dedicadas a exposiciones en mil metros cuadrados de área de originales. Además, contempló la
se adecúa fácilmente para las fun- gran escala, pero también una de exposición distribuida en torno redistribución de los ambientes,
ciones de un museo moderno, pues las más tempranas e importantes a un hermoso patio central. Esta reforzamiento de estructuras y
fue concebido inicialmente como obras hechas con la nueva técnica estructura permitió la creación modernización de luminarias con
sede de la primera gran exposición de construcción en hierro. El edi- de espacios amplios y versátiles, el objetivo de actualizar las instala-
pública organizada en el Perú. Fue ficio inaugurado en 1872 abarcaba, de gran altura y de proporciones ciones de las salas de exposición.

Paracas (100 a. C.-100 d. C.). Manto ceremonial. Tela llana y bordado en fibra de camélido. 142 x 286 cm. Museo de Arte de Lima. Donación Memoria Prado.

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