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T. LA MANIFESTACIÓN Y LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD.

LAS DE-
CLARACIONES DE CIENCIA

manGsación de lavolunted eslaexteriorización de unhecho psíquico interno


a producir efe«os jurldicos. Si estos son queridos por el agente, se rurta
una declaración de volunad,

Lavoluntad es definida como "la posibilidad conciente de producción de efectos"t.


Ena autorizada doctrina alemana entiende como sinónimos los conceptos de mani-
&saaón y declaración de voluntad. Así, "el acto por el cual se realiza la voluntad dé
gmducir una determinada consecuencia jurídica es en todos los casos la "manifestación"
& csa voluntad, esto es una declaración de uoluntal'2. A nivel nacional, se sostiene que
!G trata de una relación de género a especie3. En mi opinión, conforme ya se había
lklanudo en el capítulo anterior, en ambas se produce la exteriorización de un hecho
¡rlquico interno; pero la diferencia estriba en que la consecuencia jurídica en la mani-
Cs¡ación de voluntad no es necesariamente querida por el sujeto, mientras que sí lo es
!a el caso de la declaración. De esta manera, se diferencia el acto jurídico no negocial
ftería el caso del abandono del bien durante 20 años ex art.968.4 del CC) del acto

\,'rNnzLrN, Giacono, "La causa dei contratti", en Caus¿ e considcrution, a cura de Guido Alpe y
\'lario B¡ssoNs, Padova: CEDAM, 1984, p. 14.
LrrrNz, Ka,rl, Derccho ciuil. Parte general, trrdrcción y notas dc Migue[ lz.qulenoo v ]\4,tcí,rs-
Prc-wee, Madrid: Revistade Derecho Privado-Edi«rriales de Dcrccho Reur-ridas, 1978, p. 423.F,n
:s¡e misnro sentido, se alirma quc la rnanilestacjóri "no se distingr-Le en sustalcia, de la declaración"
(Brrrr,Emilio, Teoríageneraldelnegociojurídit'a,traducidoporA.MartinPrnEz,2."ecl.,Madricl:
Rer,ista de Dcrecho Privado, 1959, p. 99).

LonNrlNN[.uceor,TnNe,Guillcrmo, Elnegocio.lurídico,2.^ed., Lima: Grijle¡ 1994,p. 102.

c/
,lLi¡\¡r EsPr¡i'oz/\ iIsPtNL)zA Ac'it) tuRít)lt,o NEtiocl,ct.

jurídico negocial (siendo el paradigma el contrato). De Ia lectura de los arts. 140 y l4l
del CC, observamos que el legislador prefiere Lrtilizar el rérmino de "manifestación de
voluncad" sin hacer distinción con el de "declaración". Por otro lado, el art. 1956 del
CC, al regular la promesa unilatelal opta por el término "declaración de voluntad".
En atención a ello creo que el modelo jurÍdico adoptado se inclina por Ia posición que
los entiende como concepros idénticos.

I-a declaración es "el mensaje portador de un significado"'l e implica "una alteri-


dad entre dos sujeros";. La declaración negocial es "el signo o los signos que se pueden
considerar expresivos de una voluntad, dirigida a conseguir un resultado social, que
el Derecho estima digno de amparo como relación negocial. La declaración supone
expresióu, manifestación y comunicación"6. Su esencia consiste "en la configuración
creadora de relaciones jurídicas en uso de la autodeterminación mediante la instauración
de la vigencia de una reglamentación jurídica"7. Estos "signos" son la palabra hablada,
la escrita e inclusive, el lenguaje por medio de gestos.

Sin embargo, "el hombre se compromete no solo manifestando una voluntad,


sino también dejando constancia, aseverando, garanrizando laverdad de Io que dice (el
vendedor deja constancia que es el autor del cuadro), o haciendo surgir la obligación
de comportarse de una forma dada, en función de un asunto determinado"S. Por ello,
autorizada doctrina distingue entre declaraciones preceptivas (dispositivas) y enon-
ciativas (representativas), según que la declaración "tienda solo a conocer un hecho o
bien pretenda provocar un cornportemiento; en suma a un d.ocere o a un iubere. Sobre
la base de esta distinción, deducida la naturaleza del resultado psíquico al que se mira
en cada caso, se acostumbra calificar el acto, en la primera categoría de casos, como
'declaración de ciencia', en Ia segunda como 'deciaración de voluntad"'e. No estoy de
acuerdo con quien sostiene que en las declaraciones de ciencia "no hay una expresión
de voluntad. Sus efectos no son productores de consecue ncias
.jurídicas directas aunque
pueden ser causas remotas de voluntades, en cuanto iluminan con sus razones el curso
del proceso mental que concluye con la lormación de Ia voluntad inrema que precede a
la decisión exteriorizada"'0. En efecto, corno una atenra docrrina ha demostrado. en un

4 S,rcco, Rodollo con Ia colaboración de Paola Ctsr.rNo, "ll iitro, I'atto, il negozio", e¡t fiattatr¡ dt
¿lirito ciuile, Tbrino: UTET, 2005, p. 310,
5 Ibid., p. 3tt.
6 Dr C.qsrncr y Bn-¡ivo, Federico, El negocio jurídica, reimpr., M¿drid: Civiras, 1991, p. 65.
7 Ftur'tr,'werner, El negoúo jurídico,4.'ed. no ¡rodillcada, traducido por José María Mrqunl
coNzÁrrz v Esther (lónp:z cerlr. Madrid: Fundación cultural del Notariado, 1998, p.77.
8 Secco, Rodolfo con Ia colaboración de Paola Crsl.rNo, "Il fatro, I'atto, il negozio", ob. cit.
9 B¡rrr, Emilio, Tioría general del negocio jurídicr, 2." ed., ob. cit., p. 117.
10 Monpv¡-r Clencí.r S,tvÁN, Francisco, El acto jurídico según el Código Ciuil peruano. Cttrso teórico,
ltistórico y con?anltit)0, Lima: Fondo editorial de Ia PUClll 2005, p.57.

68 I
(r1]riTtiLo iI i I,\ tr"u\ii|rlt)^rar;iÓi.¡ :, L¡ ¡ÉCi-+p.l..ctóN l-rti Lá \rul.uN tAI)

r 14.1 ii0üt¡ato cualquiera, la declaración de voluntad, si bien es lrnportanre, no ocupa ranto


in de atención de las partes: estas preocupan por las características clel bien a transfelirse,
se
6 del identidad de las partes, ias generales de ley, el estado civil, el pago del precio, el pago
tad". autovalúo, entre otros aspectosrr. Por consiguiente, Ias denominadas clecla¡aciones
r que ciencia estár-r estrecharnente relacionadas con Ia declaración de r.oltrntac-l l. iunras
a producir derenninados efectos jurídicos. Se sostiene que las funciones de las
de ciencia, afirmaciones de veracidad, o simplemente, afirmaciones, son
Iteri-
siguientes'r:
eden
El legislador debe imponer al particular una disci¡rlina social determinada. Así 1a
, que
pone Ley N.u 28194, para la lucha contra la evasión y la fbnnalización de la econornía,
rción del 25.03.04, establece er-r el primer párralo de su art. 3, lo siguiente:

rción
Las obligaciorles que se cumplar.r rrediante el pago de sun-r¿rs de dinero cuyo
lada,
importe sea superior al monto a que se reliere el artículo 4Ll se deberán pagar
utiliz.ar-rdo 1os Medios de I'ago a que se refiere el arrículo 5rr, aun cu¿rndo se

ntad, cancelen mediante pagos parciales rnenores a dichos montos.

:e (el
Lción
ello,
nun- Srrcco, Rodollo con la colal¡oración de Paola Crsr,qNo, "Il latto, l'atto, il negozio", ob. cit., p. 319.
:ho o
Ibid., pp.320-322.
obre
EI cual est:rblece que: "El lnonto il partil clel cual se deberá utilizar Medios de Pago es de cinco rnil
mira nuevos soles (S/. 5,000) o miJ qr.rinientos dó1arcs arneric¿rnos (US$ 1,500).
omo EI mor-rto se fi.ja en nuevos solcs para las operaciones pactadas en moneda nacion:rl, ,v en dólares
ry de ur-r-rericanos para 1as operaciol)es pactaclas en clicha monecla.
Tratándose de obligaciones pactadas en monedas distintas a las antcs mencionadas, eI nronto
:sión
pactado se deL¡erá convertir a nuevos soles utilizando el ripo rle cambio promedio ponderado verta
nque publicado por la Superinterdencia de Banca y Seguros el día en q ue se cortrae Ia obligaciór, o en su
)urso clefecto, el hltirro prLblicado. Eu el caso de rnonedas cu,yo ripo de cambio no es pLrblicaclo por dicha
:de a insrituciór-r, se c{eberá considerar el tipo de canbio pronedio ponderado r.enta lijado de acuerdo a
Jo clue establezca el Reglamento".
nun
Que precise que: "Los Medios de P:rgo a trar,és de empre.sas del Sistema Financiero que se utilizarán
en los supuestos previstos en el alticulo 3 sor-r los srgluentes:
ato di a) Dcpósitos en cuentas
b) Giros
c) Tian-sferencias de londos
d) órd.rr., de pago
e) trjetas de débito expedidas en el país
IQUEL f) 'Iarjetas de crédito expedidas en el paÍs
g) Cheques con la cláusula de 'no negociables', 'intransféribles', 'no r la orden' tL otra
equivalente, er-r-ritidos al amparo del artículo 190. de la Ley de Titulos Valores.
Los lv{edios de Pago señalados en el párralb anterior son aqr-Lellos a que se refiere la Ley General.
h4ediante decreto su¡rremo relrendado por el Ministro de Economía y Finanzas se podrá autorizar
,ofi.co, el uso de otros Medios de Pago considerando, entre otros, su lrecuencia y uso en las empresas de1
Sis¡e ma FiL-ranciero o luera de ellas".

!=
JL;\N }ISPINOZA fi,sPINOZA I ¿c'l'o ¡uni»lcO l'lEGOLll.¡\1,

seÁala de mallera expresa, en cl art. 7,,, que el notario o el


juez de paz, en su caso,
deberán verificar el cumplimiento de esta obligación, bajo responsabilidad'
las cualidades del bien men-
b) Quien ofrece un bien lo describe y con ello garantiza
cionadas en la descriPción.

c) La información proporcionada es ¡elevante en el área de los vicios de la voluntad


contractual: si se produce e1 engaño por falsas itrforrnaciones, nos encontramos
frente r Ia figura del dolo.

d) EI proceclimiento para la conclusión cle aigLutos contratos implica que una Parte
proporcione a la orra determinada información'

Frecuenremente la informaciór-r es \ista por la ley como un bien jurídico y el


des-
e)
eqr-rilibrio entre la cantidad de ir]formaciór'r pose ída por una parte y Ia riqueza de

d",o, disposición de la otra es visto como un'.1 fuente de injusticia contractual.


"
Piénsese en Ia siruación de asimerría infblmativa dcl consumiclor.

,,7.1
En los supuestos previstos en el artícr-rlo 3o, el Norario o JrLcz de Paz que haga sus
veces
t5 Así,
deberá:
Señalar e<presanrenre en la escrirura pública el Medio de Pago urilizado.
sienlpru que
a)
documenro qu. su r$o, o delar constancis que no se le exh¡hió
renga la i.irtu
^ "l ".rá,.

corresponcla:
¿r) Ilciso h) clel artícr-Llo I49,,de Ia LeY del Notrrri,rdo N.'2(1002, por lalta qrLe ser:i

sancionarla de acuerclo a 1o establecido en La nl''nciotr:rda Le1''


b) Numeral l0 del anículo 20lo del Texro Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Potler ]udicial, aproba.lo por Decreto Suprcmo N." 017-93-JLJS, por responsebilidad

)"u I
CApÍrur-o tl I Lrr runulr¡st]\crol\ l' lA DLCTAR,{cróN DE r,A vor.uN'r,An

caso, De ello se llega a la conclusión que las declaraciones de ciencia contenidas en


contrato obligan y el engaño al formular estas afirmaciones genera responsabilidad
. Por eso, se sostiene, con razón, que "la declaración que inlorma es una decla-
men-
ión negocial"''. Las declaraciones de ciencia o afirmaciones de veracidad se pr-reden
en tres categoríasr8:
rntad Aseveraciones contractuales, que "operan en ocasión de un conrrato; una parre
amos comunica a la otra un dato, que inducirá al destinarario a aceptar el sacrificio
vinculado ai sinalagma contractual. El asegurado indica un dato influyente en el
riesgo; el vendedor indica la calidad de la mercadería"re.
Par re
Aseveraciones de reconocimiento, que están dirigidas a esrablecer un mecanismo
,l des- de defensa a favor dei destinatario, como es el caso de la confesión.
:za de Aseveraciones idóneas parajustiGcar un status, sea del destinatario o de un terce-
ctual. ro, como el caso del reconocimiento del hijo.

\¡olviendo a las declaraciones de voluntad, un secror de la doctrina alemanaz0


además:
ts veces
La voluntad de actuar, es decir "el elemento volitivo por el que el declarante
)re ql.]e e-srablece voluntariamente ur1 signo de la declaración"2'.
:xhibió
La voluntad de declarar o la conciencia de Ia declaración, que rrara "si aquel que
sono cumple el supuesto de hecho de una declaración quiere que su conducra sea una
quc se
d,eclaración, o si al menos es conciente de que su conducta es un supuesto de
,declaración"2r.
del¡erá
mismo [.a voluntad negocial, es la voluntad "que está dirigida a producir determinadas
c¡rnsecuencias jurídicas mediante la declaración, voluntad de efectos jurídicos, o
,relrcititt
lebe r:in rrormo la intención dirigida a un determinado resultado económico garantizado
e seirale ¡rnr,r el Derecho, o como voluntad de producir un resultado económico"I.
r:ttrlttes
Docmin¿ nacionaT2a prefiere distinguir entre:
con lo
;, según
Siy-r-,o, Rodolfo con la colaboración de Paola CrsreNo, "Il fatto, I'atto, il negozio", ob. ctt., p.322,
1Ue Ser:i
DiL.p.325.
'rica del H..p.326.
al¡ilidad ,--r¡¡.
Frr*rr, 'W'erne¡ jurídico, 4." ed. no modificada, ob. cit., p. 74.
El negocio
Lto de !a
Lcio¡ada [tt- rir.
O.
[.r- dt.
ior-ral de
accio¡es .w-- p. ,').
érnrinos hrnr Cón¡ova. Lizardo, Acto Juridico, nagocio jurídico )) contrl1to, Lima: Crijle¡ 2002, pp. I 50

77
.lLr'AN ESTTTNOZA ESpTNOZA I lC'rO tUnitrco NEGocIAL

a) La voluntad declarada, "que es propiamente el contenido de la declaración de


voluntad y que es lo expresado a través de Ia conducta declaratoria"r5. un eiem-
plo sería el querer comprar.

b) La voluntad de declarar, compuesra a su vez de dos voluntades:

i) La voluntad del acto externo, "que es propiamente la voluntad de realizar la


conducta en que consisre la propia declaración de voluntad".,,. Como ejem-
plo tendríamos el querer firmar el contrato de compraventa.
ii) El conocimiento del valor declaratorio de la conducta en que consiste la
propia declaración de voluntad, "esto es, el conocimienro de que a través
de una determinada conducta se está declarando una voluntad".i. Ejemplo:
saber que ñrmando el contrato me estoy vinculando jurídicamente.

Estas clasificaciones no son más que un esfuerzo didáctico de diferenciar el mo-


mento volitivo (la mera actuación o exteriorización de una conducra) del momento
decisivo (el convencimiento en el fuero interno del sujeto que se quiere actuar de de-
terminada manera), o si se prefiere, externo e interno, en el proceso de la manifestación
de la voluntad. La regla es que si ambos momenros confluyen, vale decir, si se produce
una relación "natural"tt entre declaración y voluntad, se producirán consecuencias
jurídicas que el agente emisor de Ia voluntad ha de asumir. Si, por el contrario, dichos
momentos no coinciden, el ordenamiento jurídico todas formas- le va a asignar
-de de la inter-rción del agente
determinadas consecuencias jurídicas, independienremenre
emisor y teniendo en cuenta la protección del sujeto que ha sido el destinatario de
dicha manifestación de voluntad. La denominada voluntad negocial no es más que la
declaración de voluntad destinada a producir los efectos jurídicos queridos por el sujeto.

Para mejor entender las implicancias de esta regla r,. sin ningrLna intención de
originalidad, usaré el tan socorrido (como antiguo) caso de la subasta de vinos en Tré-
veris2": cuando una persorla levanta la mano en una subasta, dicho comportamiento,
es entendido como una puja (oferta). Si una pcrsona en ese momento, saluda a otra,
este "signo", será entendido como una oferr¿r v el aqentee miso¡ (independienremenre

que otra haya sido su inrención) quedará r,inculado jurídicamente por ello.

25 Loc. cit.

26 lbid.. p. til.
27 Loc. cit.

28 Frurlr, \lerne¡ El nrgociojurídico, 4.^ ed. no modificada, ob. cit., p. 78.


29 Dado por Isev, Hermann, "Die \ñ illenserklárung in-r Tátbestand des Rechtsgescháfts", 1899, citado
por Frurrn, \flerner, El negocio jurídíco, 4." ed. no modificada, ob. cit.

72,
cnpÍrur.o It I l,r ltaxl¡¡s-r¡cróx y rÁ DECI,ATL{cróN DII rlr voLUNTAD

nde Las principales teoríasr. que han afrontado el problema de 1a incomparibilidad


i.-- la voluntad y la declaración son las siguientes:
La teoría de la voluntad, en la cual prima la inrención del que exreriorizó el he-
cho psíquico interno. En el ejemplo de la subasta, el "signo" no sería r,álido. La
excepción se encuentra en la reserva mental.
rar la
La teoría declaracionista, en la cual prima el acto volitivo, incle pendienrerre nre
í.--
de cuál ha sido la intención del agente: el saludo vale como pr-rja.

te la La teoría de la responsabilidad, en la cual habría que rener en cuenta 1a conducr,r


ravés (si bien en su acepción original, se habla de culpa) del declarante. De ral m¿ne ra)
rplo: el acto del saludo dentro del contexto de una subasta, genera la consecuencia de
ser interpretado como una oferta, ya que el agente emisor debe asumir jurídica-
mente las consecuencias de sLl actuar. Dentro de esta línea de pensamiento se
mo- afirma que "iniciativa y autorresponsabilidad son términos correlativos que en el
ento mundo social se Presuponen y reclaman r:ecíprocamente. Consciente iniciativa,
e de- o sea, libertad, antes del acto; aurorresponsabilidad, o sea, necesidad de soportar
Lción las consecuencias una vez realizado el acto vinculante, sin otro límite y correctivo
duce que el de la buena fe. Libertad se ha dicho v¿¡i¿5 vsgs5- no de "querer"
ncias -como
en el vacío y, por ranro, sin un conrenido socialmente apreciable, sino libertad
chos de dar vida a una regulación de intereses propios en las relaciones con los demás,
,gnar operando con ios mecanismos e insrrumenros que el Derecho pone a disposición
iente de los individuos para este 6n. Por otra parte, una vez que tales mecanismos e
ode instrumentos hayan sido empleados, por decirlo así, accionados, el individuo
ue la no es ya libre de sustraerse a las consecuencias, buenas o malas para é1, de su
Ljeto. funcionamiento"rt.

nde La teoría de la confianza, se centra en la apreciación que el destinatario ha teni-


Tré- do de la declaración. Así, los rerceros, en atención a la naturaleza de la subasta,
lnto, entienden que levantar la mano es una puja y no un saludo.
otra, La teoría de la vigencia, en la que se sosriene que "el negocio jurídicr-r es por su
rente ,r-,ontenido declaración de vigencia, porque por medio del acto jurídico negocial
se instaura o se pone en vigor una reglamel-rtación por la que una relación jurí-
dica se constituye, modifica o extingue"rr. En este caso, el saludo vincula jurídi-
famente porque "el declarante ha querido poner en vigor voluntariamente una
declaración"3r. sin mucho esfuerzo, llegamos a la conclusión que esra reoría no es

D¡ C¡srno v Bnavo, Federico, El negocio jurídira, reimpr., pp. 58 y 59.


B¡rrr, Emilio, Teoríageneraldelnegocio jurídico,2.^ed., ob. cit., pp. l24y 125

:itado
Frurre, \7erne¡ El negocio jurídico,4." ed. no modificada, ob. cit., p. 86.

[hd., p. s9.

/J
JU/\I\ LISF]NOZA L]SP]NOZA i AC1'O .]UR]]JICO NE:IiOC]\t,

más que una variación de la teoría declaracionista, con el matiz que "existe una
instauración voluntaria de vigencia en la declaración de voluntad errónea, y por
eso, siquiera en principio, existe una configuración jurídica vrílida, que solamente
puede ser eliminada por un nuevo acto, concretamente por la impugnación"ra.

Se sostieneque "hoy es opinión generalizada que la declaración de voluntad es un


acto de ejecución de la voluntad"3'. Agregando que "la voluntad jurídico-negocial no
es la voluntad en toda su complejidad como hecho psicológico, sino la voluntad en la
medida en que forme parte del supuesto de hecho determinado por el Ordenamiento
jurídico. La voluntad jurídico-negocial rige el deber jurídico propio del negocio. En
el caso normal, el declarante quiere que lo que él declara valga como derecho. En los
casos patológicos quiere que valga como Derecho algo distinto de lo que ha expresado
mediante la declaración, o no quiere en absoluco una regulación jurídica"r6. Ahora
bien, "la declaración de voluntad como acto de configuración de relaciones jurídicas
no está solamente relerida al declarante, sino que es un acto social que afecta al otro.
De la esencia de la declaración de voluntad, como configuración .jurídica. de relaciones
jurídicas, resulta el problema de quién debe soportar el riesgo de una eqr-rivocación de
la autodeterminación: aquel que la ejerce, o aquel al que afecta la relación jurídica al
mismo tiempo que al declarante"3'.

Un sector de la doctrina nacional observa que "el dogma de la volr-rntad no es


rechazable sino en la medida de su versión más exasperada, según la cual se hace depen-
der de la voluntad del agente Ia "fuerza creadora de la voluntad"- Ia producción
de los efectos jurídicos, -de
y reduce la intervención de la ley a un nivel instrumental"rE.
Evidentemente, no cabe asumir posiciones absolutas. Por ello, comparro plenamente
los siguientes principios que ha individualizado una autorizada doctrina espaírola para
aplicalse en caso que se presente una "patología" en la declaración de la voluntad:
1. En línea de principio, nadie debe quedarvinculado por Lrn negocio si suvolun-
tad no se ha formado libre y espontáneamerlte (principio de la voluntad).

2. l-a buena fe y la efectiva confianza de los destinararios de una declaración en la


validez y en la regularidad de la misma t¿rr.r.rbién merece protección. Debe valo-
rarse a este fin si el destinatario conoció o no colroció que Io declarado divergía
de l¿r r-oluntad intema o pudo conoce rlo. Caso positivo, la declaración de volun-

34 lbid., p 88.
35 lb;d. ,. -c¡

36 lbid.. p. 8t.
37 lbid., p.90.
38 L¿óN Htlqnto, I-eysser, "AptLntes sobre el papel de la voluntad en los negocios jurídicos (con
especial relerencia a los contratos)", en Estudios sobre el contrato en general, selecció¡, traducción y
notas de Leysser LEóN Hurzuo, 2.. ed., Lima: Ara, 2004, p. 900.

/c-
L,AI,iTLil.o Il I i,A r,rANlrjE!,i.ACI(iN i i_^¡. L_,i:r-.t_,\ii.¿...it,1.i trtl Li1. \¡ol,uNl,AD

3 Una tad se anula. Caso de que no conociera la divergencia, su conlianza merece ser
y Pof protegida y el declarante deber quedar vinculado (principio de ll confianza).
nente
p- Debe valorarse, igualmente, el comportamiento del declarante y cle la rcsponsabi-
l ',.
lidad que a él le cabe en la divergencia. Si actuando diligentemente pr-rdo v clebió
desvanecer la confianza que en los terceros suscitaba su declaración \¡ no lo hizo.
es un
responde a la eficacia de Ia declaración (principio de la autorresponsabilidad)"rr.
ial no
en Ia
,iento LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD EXPRESA
o. En
in los
esado de la vohrntad, qediqsre social o convencio-
\hora (pal"ba qscrita,o habládá, gaqos, ¡nedloi elelti.dr¡iisos, cütre
ídicas : dc$ináde a producir efectq-s. i.u¡ídiÉos;
otro.
;iones
Es aquella que se da "cuando 1os medios sensibles a qlle se recurre van destinados
ón de
por el uso general o por un especial acuerdo de las partes- a hacer cosnoscible
lica al
interno querer",.. Doctrina nacio,al sostiene que esre tipo de declaración es "co-
rnicada mediante signos inequívocos y sensibles, con.n,encionalmente adn-ritidos por
no es ¡ociedad, por el o los declarantes, o por los usos admitidos en el medio de esros,
ePen- el negocio"r'. Existen dos teorías que dclimitan ia naturaleza de este tipo de
Lcción ión, a saber':
tal"rE. Teoría subjetiva, en la que se afirma que nos encontramos frente a una decla-
nente ración expresa cuando la misma sirva para manifestar una intención jurídico-
a Para negocial.
d:
Teoría objetiva, que delimita que la declaración expresa se configura por medio
,olun-
de los signos de declaración que, según los usos del tráfico, parezcan como me-
dios de declaración habituales.
,enla
:valo- El art. 141 del cc regula que la "manifestación" de voluntad es expresa "cuando
vergía en forma oral o escrita, a través de cualquier medio directo, manual, mecánico,

¡olun- u otro análogo". De esta manera, el "signo" de levantar la mano en una

Dírz-Prc,+zo Luis yAntonio GurlóN, Sistema de derecho ciuil, vol. 1, 4." ed., Maclrid: Tec¡os,
!9S2, p. 510. Esta posición también es acogida a nivel nacional por LonlreNN Luce ooTnNa,
f.luiLlermo, El negotio jurídicl,2." ed., ob. cit., pp. 104 y 105.

Srorrt. Giuseppe, Téoría del negocio jurídira, traducido porJaime SeNros Bnrz, Madrid: Revista de
DEr.:cho Privado, 1959, p. 204.
os (con
Lcciór-r y
-!-r¡H¡ttr.rx Luc¡. o¡ TsNr, Guillermo, El negocio jurídicl,2." ed., ob. cit., p. I 12.
Frr,¡',rr. \X,'e¡ner, E/ negocio jurídico,4." ed. no modiflcada, ob. cit., p. 93.

75
'IL,AN }i-cptliczA rispiNozA i Acro .Lialirtc:o NtrGOCtr\L

subasta es una declaración de voluntad expresa. Dentro de una declaración de volun- au¿

tad expresa, podemos encontrar una declaración de voluntad implícita. En efecto, "al lc
significado explícito por la declaración se agrega un segundo significado, creíble por- rt
que se infiere lógicamente de1 primero de manera unívoca"'r. Como ejemplo se puede )ra'a

proponer el caso que ell un rest¿mento se incorpore Llna clár-rsula resoh-rtoria de un ,: h.


,t,.
legado a favor de una persona detemrinada: la cláusula es expresa; pero implícitamente
se quiere dejar el legado a dicha persona'ia. También es declaración implícita el caso
del "deudor qlle por escrito pide restituir la suma prestada más tarde de lo convenido,
¿
expresamenre desea modificar el contrato en cuanto al vencimiento de la obligación y
adernás reconoce tácitamente Ia obliqación"tt.

III. EL SILENCIO

El silencio es un componamiento omisivo qu€ puede tener las consecuencias


jurldicas de una declaración de volur¡tad, si la ley o la autonomia privada asl lo
predeterrninen.

F,l art. 142 del CC prescribe que:

El silencio importa maniféstación de voluntad cuando la ley o el convenio le atri-


buyen ese significado.

Aunque se afirma que "el siler-rcio puede ser un medio de declaración lo mismo
que la palabra"rr', se sostiene, con razón, que "el término "silencio" es ambiguo v se
adapta para significar fenómenos diversos: este puede significar declaración implícita
dentro de una declaracióo expresa; comportamiento declararivo expreso con medios
diversos a los normales medios semárrticos; voluntad no notificada a la contraparte,
inactividad de un sujetot etc."+'. Incluso, "si se apo¡'a en circunstancias apropiadas, o
sea, si es "circunstanciado", podría ser un acto concluyenre"lt.

Así, "se suele precisar que el comportamienro omisivo no produce los efectos de
la declaración, si no cuando el interesado tenía la carga o el deber de hablar y no ha
hablado [...]: el silencio produce los efectos de la manifestación del consentimiento

13 S¡cco, Rodollo con la colaboración de Paola Crsnso, "Il fatto, l'atto, il negozio", ob. cit., p. 338.
44 Loc cit.
45 Sroru, Giuseppe, Teoría del negociojurídica, ob. cit., p. 203.
46 Frur'rr., \ferner, El negocio jwidico, 4.^ ed. no modificada, ob. cit.
47 Sncco, Rodolfo con la colaboración de Paola Crsr.rNo, "Il fatto, l'arto, il negozio", ob. cit., p. 313.
48 lbid., p.3t4.

76i
i

CAP.T,ITT.O II i I¿ ¡¡,1^-1¡¡,rACIrir¡ r- t-4


D]JC],Afi,.\CIO¡- DE I.A VOL.JN,4I]
un- ,uuando exisre
un precedente
"al l, uso, acuerdo u orro
hech3 idóneoj que
ror- $e dispc supuesro
la manifesraci¿n dál conser :[ecros idén .
:de ne que r, ;::, r;r:::;:";r,:,
un si interviene una decla¡ación
nte le declaraci oll
,
son necesarias
lso ificado"5o.
lo, EI silencio es utilizado
para las siguientes finalidades5r¡
1y a)
fft:x::'inffi:m::mesacePtació er cas3.de ros
1380-, y 138r¡ a.s
contrato se ejecute o Para que la prestación del
para se concluya cr
.lacontrato' Aquí el silencio
efectos jurídicos d.lr;..;;;;;;-" produce los
rbr
;:,:r¿T¿q:H fi::i'r'Í:#jj1::l.,,cuando se invade er s'ero corindan,e

;::;:::::T::i::f#',x'trff ff;l.i:r,".:x':i"J"',T1,::r,;;:

O lbid., p.316.
, Frurr¡, Y/ernet E/ negocio jurídico,4.,, ed. no tt ob. cit., p. 94.
5r .s,rcco, Rodorfo con
ra coraboración de paora
arodificada,
tst't'No, "Il fatto, l'atto,
I! E crul establece lo siggier il negozio,,, ob. cit., p.
317.
o segin los r¡sos, la prest, e o por la naruraleza
<Je la operación
conüato queda conc¡rido le ejecutarse s'
¿*
"t""ir.""-1"*
indemnizacr'ón de daños
¡p .,rro t".;..r.ilrrl.iilffi;I#ft-
, en su defecto, qr.a,
y oühgrao ;i;'
B Que prescribe:
,,Si
lz es d. aquellas er
. i desrinarario
,, n.l,o,"t"'9n
,"" ,"",,r.-.".r;.":.::.:,.,:r*":fi.,.J,:T:ii:Xffir",::i::ffijT:?;
¡¡husada.i,, aih.i¿.,.há
La prueba de la cosrumbre
y de la inviración a ofi
o..ecer cor-responde al
a Es mucho más sutil ,",,",," ,^*-,---"-':
a.quella docrrina
oferente".
r¡lrjencia de un¿ dr rlue distingue., o.nlr: de este supuesto, ar sirencio
como
,rJ;:: #:":l:.::Íi?.1.J.:;il:lH;H:;,Í,;,:i;1l",lI::il,",;'::.:.;iT:,§,
5 rhcada, ob. cit., p.
98).
de buena fe el suelo de
del edi6cio adquiere el

odelt para utilizarlo en una


const¡ucción
,o,"l.rri.ri.Jo
haya sido de mala fe,
regirá lo dispuesto en el

77
JLj¡.N r.spr\iozl L,sprNOZA i A.cro ;r.iniirtcro NlrcrjcrAl

c) Como un supuesto de adquisición y pérdida, también conocido como "silencio


bilateral"56, tal como sucede en el caso de la continuación del contrato de arren-
damiento de duración determinada (art. 1700 CCt').

l)e todo ello se desprende, que no el aforismo " qui


se puede aplicar como regla
tacet, consentire uidetur" ni el opuesto "qwi tacet, consentire non ui¿letui"t. Forma parte
del supuesto del silencio, Ia denominada voluntad presunta, tal es el caso de la pre-
sunción de la aceptación de Ia herencia (art. 673 CCt'). A nivel de doctrina nacional,
se sosriene que "aquí no se ejecuta la voluntad de las partes, sino una voluntad que la
ley atribuye como típica"r'o.

La parte {rnal del inc. a del art. l3 de Ia (derogada) Ley de Protección al Consu-
midor, D. Leg. N.'716 cuyo TUO fue aprobado por D. S. N." 039-2000-ITINCI,
del 11.12.00, establecía que "no se puede presumir el silencio del consumidor como
aceptación, salvo que este así Io hubiese autorizado expresamente y con anterioridad".
La práctica contraria a ello por el proveedor es calificada como un método comercial
coercitivo6l.

El art. 56 de la LeyN." 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor,


del 01.09.10, establece que:

56.1 De manera enunciativ¿r y no limirativa, el delecho de todo consttmidor a la


protección contra los métodos comercjales coe¡citivos implica que los proveedores
no pueclen:

tl
b. Obligar al consumidor a asumir ¡restaciones que no ha pactado o a electuar
pagos por productos o servicios que no han sido requeridos previarnentc. En

56 Secco, Rodolfo con la colaboración de Paol¿ Crsl.rNo, "Il f¿¡ro. l atto, i1 negozio", ob. cit., p. 3i8.
57 Cuyo texto sanciona que "vencido el plazo clel conrrrro. si cl ;rrrend¿tilrio Permanece en el uso del
bien arrendado, no se enticnde que har,'renor.ación rácirir, sirro la continuación del arrendamiento,
bajo sus mismas estipulaciones, hasra qlre el ¿rrendador solicjte su devol-rción, la cual puede pedir
en cualtluier mornento".

58 Frtrr,rr, \il,'erner. El nagocio.lurídir¿, 4," ed. no n-rodrllcad:r. ob. cit., pp. 94v 95.
59 El cual precisa quc" l-a herencia sc presume acepracl:r cu:rndo ha transcr-rrrido el plazo de rres lneses,
si el heredero esrá erL el rerrjrorio de La Repírblica, o dc scis, si se encuentra en el extranjero. y no
hrLbiera renunciado ¡ ella, Esros ¡rlazos no se interrumpen por ninguna causd'.

60 Lorrii¡.¡.NN Lr-,c:r or T¡sr. Guillcrnrc, El trcgocio juridico,2." ed., ob. cit., p. 109.

6r Cf'. Tnelo N4-tcurñ,r, Álejandro, "Métodos cornerciales coercitivos", et Le1 de Protacción ttl
Consumidor. Cotrrcnt¿rios. Precedentes -f
trris1;rudencia/es. Normas comp/ementarias, a crtra de EsptNoz,q.
EsprNoz,t, Lima: Rodhas, 2004, pp. 130-134.


/ () I
CApÍlu.o II i LA §,rANlr,-usrACióN y r.¡ rrt.tci_¡iLqcróN Drl r.A,\oluNtAt)

ENCIO de dichas presmciones o pagos. salvo gue lo haya autorizado previamente de


rrren- m:ur€ra exPresa.
c. Modificar, sin el consenrimienro expreso del consumidor, las condicio,es
términos en los que adqtLirió un producto o conrraró un servicio, inclusive si el'
t qul proveedor considera que la modificación podría ser beneficiosa para el consumi-
parte dor. No se puede presumi¡ el silcncio del consumidor como aceptación, salvo
r Pre- que él así lo haya autorizado expresamente v con anre¡ioridad" (el subrar.:rcLo
ional, es mío).

lue la

LOS HECHOS CONCLUYENTES


onsu-
NCI,
como
idad". ¡.agt6notnoa aumsufiÉiÉntes; es drrl¡¡ qu€ po¡sl súlos ñppn detcr-
Lercial

aidor, i Es importante distinguir el silencio de la declaración de voluntad tácita, por cuanro,


-ü¡cn la inercia es Ia característica del primero, los actos concluyentes hacen lo propio

$ U srgunda. La docrrina ram ros cone luyenres como un ripo


t ?Ldeclaración indirecta o medi a la directa o inmediata"62.por
j
¡$'[. declaración de voluntad s se diferencia de la declaració,
Éroluntad "normal" en que el acto no esrá directamente encaminado a ser signo de
p'ación respecto de la celebración del correspondiente negocio. Se llega a admitir 1a

t ia de una declaración de voluntad respecto del negocio en cuesrión solamenre


1 dcducción"6r. En este mismo sentido, se afirma que "u, determinado rnodo cle
1 aun no estando encaminado a dar noticia de un dado contenido preceprivo
a 1os que interesa, puede sin embargo adquirir, en el ambiente social en que se
significado y valor de declaración, en cuanro manifiesta, segúr-r 1a experiencia
una cierta toma de posición respecto a algunos intereses que afectan Ia esfera
p. 3l B. -üi[,
lFúúca ajen¿"ú. Por ello, "la conducta es calificada de conclulenlr, en cuanro impone
uso del
miento,
irondusión, una deducción lógica que no está fundada sobre la conciencia del agente,
le pedir bcrtbre el espíritu de coherencia en el que según los punros de vista comunes debe
i*rrtt".se rodo comportamiento entre miembio, ,o.i"1., y sobre la autorresponsabi-
lfd qr es aneja, por una exigencia normeriva, a la carga de conocimienro')r,).

s n)eses,
[o, y ¡o

Ei¡;-r¿q- rNTe
rner. El negotio juridico,4." ed. no modificada, ob. cit., p. 100.
Iil..r. i,l-1.
cción al
SPINOZA Ehr¡¡r,F¡..Liio, koritgeneraldelnegocio jurídic¿,2.,ed.,ob.cit.,pp. 108y109,
*LW. ii]g ¡'110.

79
JuAN EsptNoz.A. L-.sPlNozA i {clo,JUIri)I(io NEGoclAl

Paradigma del acto concluyente es el supuesto de la utilización de una prestación


rl
ofrecida a título oneroso, como sería el de los siguientes casosut':
a) Si en un restduranthay un b"frt,y una Persona se sirve, se constituye una rela-
ción contractual y surge la obligación del pago. §e.

b) En las tiendas de auroservicio, la compraventa se perfecciona desde que el cliente PI


dr
se "sirve" en l¡ manera prevista.

c) Quien sube ¿r un medio de transporte público o Parquea su automóvil en un


estacionamienro a pago, se constituyen relaciones jurídicas sobre la base de actos bi
concluyenres, en virtud de los cuales se queda obligado a Pagar el recorrido o el 5L

le
Parqueo.
m
Común denominador de estos casos es la necesidad "que Ia onerosidad de la Pr
prestación utilizada sea reconocible"6T. Otros casos, en los cual nos enconttamos frente
Pl
a actos concluyentes son el de la denominada aceptación tácita de la herencia (an. 672 la
CC*) y la revocación tácita del poder (art. 151 CC6'). Téngase en cuenta que tanto al
la confirmación de un acto anulable (art. 230 CC), como la ratificación de los actos Ir
ineficaces (arts.77 , 162 CC, entre otros), en tanto declaraciones de voluntad, también c(
pueden ser tácticas, es decir, reconocerse por actos concluyentes. El art. 141 del CC Cl

precisa que no puede considerarse que existe manifestación tácita cuando cuando el d
agente formula reserva o declaración en contrario. En atención a este precepto, si es g
D
que no se quiere que el acto concluyente produzca efectos jurídicos, el agente tiene la
carga de formular reserya, denominada también protesta o Protestdtio, por medio de la e
cual "se destruye la apariencia de que se realizó una declaración de voluntad, aparien- d
cia que surge del acto concluyente"'0. Evidentemente, "la protesta solamente puede §
aclarar, pero no se puede poner en contradicción con los mismos actos. La protesta rl
contradictoria no es atendible. Protestatio factd contraritt nln uttlet, dice una máxima del (
derecho común"7'. Por ello, es irrelevante formular resera/a en los supuestos mencionados c
anreriormente, debido a que esta "no debe contradecir al que, en la conciencia social l
f
(
I
66 Fruvu,§ferner,El negociojurídico,4."ed. nomodi6cada,ob.cit.,pp. 100y101. I
(t7 lbid., p. l0l.
68 L,l cual esrablece que "hay accptación tácita si el heredero entra en posesión de la herencia o practica
otros actos que demuestretr de uranera indubirable su voluntad de aceptar".
69 Cuyo rexro sanciona que "La designación de nuer.o representante para el mismo acto o la ejecución
de éste por partc del representado, importa la revocación del poder anterior. Esta produce electo
desde qLre se le comunica al primer representante".

70 Fr-urrrr,,'§lerner, El negocio jurídico,4." ed. no modificada, ob. cit., p. 107.


71 Loc. cit.


CApíTUt-o Ii i t,\ MANIITESTACIóN y L-A Dtrcl"\Rr\cloN I)E LA VOLUNTAD

aclon o por dererminación de Ia ley, sea el único significado plausible o el significado típico
lcgal de la conducta en cuestión"72.
rela- "el hecho concluyente se califica por su valencia
Se sostiene, con razón, que
Opera en los espacios abiertos de la autonomía; la razón primaria de su
Iiente es la voluntad del operador el sólito respeto debido a la confianza
-salvo
contrainteresado-"2¡

:n un El art. l4ldel CC establece que es tácita cuando la voluntad se infiere indu-


actos de una actiud o de circunstancias de comportamiento que revelan
ooel existencia y que no puede considerarse que existe manifestación tácita cuando la
exige declaración expresa. Por ello, viene a comentario el caso en el cual el actor
Andrés García, en febrero de 1985, arribó al Perú para conocer a fondo las
de la de la planta denominada "uña de gato" y agradecer en una conferencia de
Frente televisiva, en el restaurante "La Rosa Náutica", sin ningún sentido comercial, a
t.672 Schuler por su recuperación de un proceso canceroso que pudo suPerar gracias
tanto que lanzó al mercado (Uña de Gato Oscar Schuler Egg). No obstante ello,
actos de visita, "Tracker" S.A., asociada a Laboratorios "Hersil" S.A., editó un video
la
nbién su imagen y declaraciones que fueron difundidas como propaganda comercial y
el CC Ia intervención de una empresa publicitaria confeccionó aflches con su fotografía,
rdo el que el mencionado producto lo ayudó a recuperar la salud, con el consi-
r, si es beneficio comercial obtenido, al darle forma a una propaganda no autorizada,
ene la de la fama del mencionado actor. Con demanda de fecha 17 .01.96, se solicita
rdela del aprovechamiento de su imagen y una indemnización por tres millones de
,arien-
americanos, sin individualizar exactamente por qué tipo de daño ocasionado,
puede que en alguna parte de la demanda se alude a un "daño material" y a un daño
:otesta por el "desmedro sufrido en el crédito personal". La Sala Civil Transitoria de Ia
ma del Suprema de Justicia de la República (Cas. N." 2162-97), con fecha 18.06.98,
rnados fundado el recurso de casación que interpuso Andrés García, declarando nula
social ia de vista y, actuaudo en sede de instancia, confirmó Ia sentencia apelada de
!'-¡.1 1 .96, que declaró fundada en parte la demanda ), ordenó que las emPresas
cesen en utilizar la imagen fotográfica del actor en cuaiquier campaila
más la indemnizaciónde cincuenta mil dólares americanos. El fundamento
lue el siguiente:

@li arriculo quinto de[ Decreto Legislativo número seiscientos noventa y uno,
practica pr«ribe que para Ia difusión de un testimonio con fines publicitarios se requiere
* h aurorización expresa y escrita del testigo; sin que pueda estimarse válida la
ecución ekgpción hecha por las demandadas en el sentido que dicha exigencia iegal solo
:e efecto

Ets-¡:¡, E-¡nilio, Teoría general del negocio jurídico,2." ed., ob. cit., pp. 1 10 y 1 1 1.

9urm., R.odolfo con Ia colaboración de Paola CtsltNo, "Il fatto, l'atto, il negozio", ob. cit., p. 337.

8i
Ci\piTLrt-o II I Lr l,la.rvtPrisrnclÓN t'LA DF.cLART\cIóN DE LA voi.uNTAI)

rción por determinación de la ley, sea el único significado plausible o el significado típico
de la conducta en cuestión" 2

rela- "el hecho concluyente se califica por su valencia


Se sostiene, con razón, que
Opera en los espacios abiertos de Ia autonomía; la razón primaria de su
liente es la voluntad del operador el sólito respeto debido a la confianza
-salvo
contrainteresado-"r¡.
In un El art. 141 del CC establece que es tácita cuando Ia voluntad se infiere indu-
actos de una actitud o de circunstancias de comportamiento que revelan
roel existencia y que no puede considerarse que existe manifestación tácita cuando la
e.xige declaración expresa. Por ello, viene a comentario el caso en el cual el ac¡or
Andrés García, en febrero de 1985, arribó al Perú para corlocer a fondo las
de la de la planta denominada "uña de gato" y agradecer en una conferenci,r de
iente televisiva, en el restaurante "La Rosa Náutica", sin ningún sentido cor.nercial, a
..672 Schuler por su recuperación de un proceso canceroso que pudo superar graciai
tanto que lanzó al mercado (Uña de Gato Oscar Schuler Egg). No obstante ello,
actos de la visita, "Tracker" S.A., asociada a Laboratorios "Hersil" S.A., editó un video
nbién s,u imagen y declaraciones que fueron difundidas como propaganda comercial r,
rl CC h intervención de una empresa publicitaria confeccionó afiches con su fotografia,
Ldo el
que el mencionado producto lo ayudó a recuperar la salud, con el consi-
,sies beneficio comercial obtenido, al darle forma a una propaganda no autorizada,
:ne la de la fama del mencionado actor. Con demanda de fecha 17.01.96, se solicita
,dela del aprovechamiento de su imagen y una indemnización por tres millones de
rrien- americanos, sin individualizar exactamente por qué tipo de daño ocasionado,
ruede que en alguna parte de la demanda se alude a un "daño material" y a un daño
otesta por el "desmedro sufrido en el crédito personal". La Sala Civil Transitori¿r de la
na del
Suprema de Justicia de la República (Cas. N." 2162-97), con fecha 18.06.98,
nados hundado el recurso de casación que interpuso Andrés Garcia, declarar-ido nula
social de vista y, actuando eu sede de instancia, confirmó la sentencia apelada de
15 11.96, que declaró fundada en parte Ia demanda y ordenó que las empresas
cesen en utilizar la imagen fotográfica del actor en cualquier campaira
iamás la indemnización de cincuenta mil dólares americanos. El fundamento
fue eL siguiente:

[Elt arriculo quinto del Decreto Legisiativo número seiscientos noventa y uno,
rractica ptsrrbe que para la difusión de un testimonio con fines publicitarios se requiere
& b aurorización expresa y escrita del testigo; sin que pueda estimarse válida la
icucron akgar.iOn hecha por las demandadas en el sentido que dicha exigencia legal soio
r efecro

Bern, Emilio, Teoría general dzl negocio jurídico, 2.^ ed., ob. cit., pp. 1 10 y 1 1 1.

¡o
.Ir.iAN Espr¡iozA EsprNozA i ¿cro ¡unÍ¡ico r,jricocrAl

está orieutada a g:rlantizar la autenricidad del testimonio, ignorando a la per.sona


que es el fin supremo de Ia sociedad y del Estado;

[...] Qu" en consecuencia para el'caso de la publicidad con afiches no solo resultan
Pertinentes y de aplicirción los dispositivos legales citados, sino también el segundo
pánafo del Artículo ciento cuarenta y uro del Código Sustanrivo, que señala e¡ forma
inequívoca que no puede conside¡arse que existe n-raniféstación tácita cuando la ley
exige declaración expresa, como sucede en el presente caso por la naturaleza de los
intereses en oco las excepciones
conten¡das en razón a que las
pr.rbLicacion ia pública o gene ral
Puesro que

V. LADECLARACIÓNRECEPTTCIA

La decla¡ación rccepticie es un dpo esp€ciel de dedaración de volunad unilateral


que, Pa¡a producir efecos jurídicos, regu¡ef,e del conocisriento del destinamrio.

Se afirma que dentro de la categoría de la declaración de volunrad, enconrramos,


como categoría "incontestada y elemental" a la declaración recepricia, agregendo que
"por declaración recepticia se enriende una u otra de las sisuienter fig,r1"ri a) en L
primer significado, es recepticia la declaración que no exisre, o que no riene efecro, si
no es conocidx si ¡ro ha llegado- al desrinarario; b) en un segundo signi-
-v¿¡i¿¡¡e:
ficado, es recepticia la declaración dirigida a una persona dererminacla (sin perjuicio de
la eficacia o ineficacia de la declaración en caso de faka cle recepción)"7r.

Tanto el ororgamienro del poder, como su revocación (an. l5l in


fne cc),
son declaraciones de voluntad unilaterales y recepdcias. La acepración conrracual
también tiene naturaleza recepdc¡a (arr. 1373 CC-'). De esta manera son recepticias
"[as declaraciones con las cuales el declarante hace valer
un poder propio, vinculando
al desrinatario que elige"'ri.

¿Qué sucede en el caso de Ia promesa unilateral: El art. 1956 del CC prescribe que:

Por la promesa trnllateral el promitenre qued:r oblieado, por su sola cleclaración de


a cumplir una determir-rada presr,rción e n iár,or de otr¿r persona.
'oluntad,

74 lbir/., p.33().
75 Que regule que "El contraro queda perfeccionado en e[ momenro y lugar en que [a lcepración cs
conocida por el ofer.nre".
76 Ibid., p.349.

82 I
c,,rpiLur-o Ii i L¡. trr¡¡tpr,s'tAclóN y L"A. Dr,crARACroN nE [r\ \'olJNTAl)

Para que el destinatario sea ac¡eedor de la prestación es ncces¡.rio su


asentirliento expreso o tácito, el cual opera letroactivamente al rnomento cle 1a

Pfomesa.

El texto es claro al establecer que la obligación del promitente sltlee "por su sola
de voluntad". Entonces nos encontramos frente a una declar:rción de vo-
no recepticiaT', vale decir, no requiere que los terceros tomen conoci¡riento de
mismai8. Si analizamos sistemáticamente este precepto con el art. 1964.1 del CC, qLre
uno de los dos casos en los cuales no tiene validez la revocación de la promesa
, observamos que esta "declaración de voluntad" tiene que "hacerse pirblica",
mediante anuncios en Ia radio, publicaciones en los periódicos, pegando avisos
las paredes, entre otros supuestos;!'. En igual sentido, la ofertaalpúblico (art. 1388
también es una declaración de voluntad no recepticia8o.

LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD IMPERFECTA

Un sector de la doctrina alemana comprende dentro de la denominación "decla-


de voluntad imperfecta" a la voluntad "viciada" pol los más difere ntes moti\tossr .
ahí que engloba a los supuestos de reserva mental. la declaración iot'dnti gratia (.Ia
ramos, en broma), el negocio simulado, ylos supuestos de conocemos conro típi-
lo que ios de voluntad (error, dolo, violencia e intimidación). Prefiero usar este nomen
en un para referirme al primer grupo de estos casos, a los cuales agregaría la deciaración
:cto, si y aquella formulada por motivos didácticos.
r signi-
R.eserva mental, el § t t6 dei BGB (CC alemán), precisa que:
icio de
Una declaración de voluntad no es nula por el hecho de que el declarante haya
hecho ur-ra reserya mental de no qr.rerer la declaración. l-a declaración es nula
: CC), si se Ie hacc a Lura persona (lLre e\ con\ciente de la reserva.

ractual
:pticias
ulando
kne Énlisis en el carácrer unilatcr':rl de este acto juríclico negocial, Pru-¡cros MenrÍx¡2, Eric,
De6nición', en Código Ciri/ comentado, t. IX: Contrdtos nominados (segunda
Lrnilateral.
be que:
ls*). Gesrión de negocios, Enrit¡ueciriento sin caus¿. l)roues¿ Llnilater¿|, Lima: Gaceta Jurídica
, p. 898
le
Rodollo con la colaboración de Paola Crsr.rNo, "Il fatto, 1'etto. il negozio". ob. cit., p. 3f i
puesros por S.tcco, Rodollo con l:r colaboración de Paola Crsr.quo, "Il fatto, I'atto, il
r I ob. clt., p. J)Z
|!A¡¡¡sScrnsrBER lrr,z¡r, Max con Ia colaboración de Carlos CÁ¡.osu,r.s Qurnós; Ángela Amrs

-fil 'rE¡ \4oNr¡no y Elvira M,qRrÍN¿z Coco, Exigesis del Código Ciuil peruano de 1981. t.
-D= Librería
I.
taclon es Studium, 1986, p. 141.
ttGP- Kai, Derecbo ciuil. Parte general, tradrcción y notas de Miguel Izqurnnoo v Mecres-
ob. cit., p. 495

83
JLii\N F-SPII'{OZA ESPIN{]ZA
\.
i ACTO ,lU]'.lDIClO Nl-l(iOCrAl-

En atención a ello, se sostiene que "quien manifiesta una voluntad de producir


un efecro jurídico y por ello pone en vigor conscientemente tal efecto, no Puede
impedir mediante un propósito contrario no manifestado Ia eficacia del acto
por él realizado. En esre caso, ni se ha realizado defectuosamente la decisión
de emitir una decla¡ación con ese contenido, ni Ia declaración como acto es
defectuosa"tt. Se agrega que, "en la práctica, la importancia de dicho PrecePto es
escasa. Toda persona sensata sabe que ha de admitir Io que ha declarado com-
promeriéndose; por ello son muy raros los casos en que alguien alega no haber
querido secretamente lo declarado"'r. Demás está decir que, en el ordenamiento
jurídico nacional, el hecho que la reserya mental sea conocida por Ia contraparte,
es totalmente irrelevante. Tampoco se puede confundir la reserva mental con la
protestdtil (protesra), Ilamada también reserva, en la cual nos encontramos frente
a una declaración de voluntad dirigida a aclarar que un acto previo no tiene el
efecto .iuridico que se podría interpretar comúnmente. Como ya se advirtió, si no
se formula dicha reserva, se estará en un supuesto defacta conclutlentia. La reserya
mental no tiene trascendencia jurídica, la formulación de la reserva (protesta) sí.

b) Declaración "iocandi gratia", el § 118 del BGB, establece lo siguiente:

Una declaración de voluntad que no tiene fin serio, que se hace con la
r.Ln es-
peranza de que se interprete que no tiene un fin serio, es nula.

Resulta interesante constarar que el § 122.1 del BGB, contempla la posibilidad


de resarcimiento por el daño que la parte "o el tercero hayan sufrido al confiar en
Ia validez de la declaración, sin exceder, sin embargo, de la cuantía del interés que
esta o el tercero tuvieran en la validez de la declaración". En este caso, a diferencia
del de la reselva mental, "el declarante no pretende simular aquí definitivamen-
te ante ei destinatario una voluntad negocial que no tiene, sino !lue, en broma
o también por jacrancia, y a fin de desconcertar al otro o causarle perpleiidad,
quiere tan solo de momento producir la impresión que quiere manifestar una
declaración pensada con la seriedad de rigor, contando al propio tiempo, no
obstante, con que el otro conocerá acto seguido su carencia de seriedad. Si el des-
tinatario la advierte realmente, no existe una declaración de voluntad, según los
principios de la interpretación de las declaraciones recepticias. No obstante, si el
destinatario toma en serio la declaración, esta, con todo, es nula, aun cuando no
debiese necesariamente conocer, según las circunstancias, la carencia de seriedad.
La necesidad de protección del destinatario se toma en consideración al conce-
derle la ley, conforme al artículo l22, la pretensión al resarcimiento del interés

82 lbid., p.496.
83 Loc. cit.

E4
c,AtrÍTULo n i r¿ mvmrsrAcróN y rA DEcr¿r¡cróN DE LA voLUNTAD

oducir negativo. No obstante, no tiene dicha pretensión cuando por mera negligencia
puede no hnbiese conocido Ia carencia de seriedad (an. 122, ap. 2)"sr.
:l acto
Declaración simulada, el § 117 del BGB regula 1o siguiente:
:cisión
lcto es 1. Si una declaración de voluntad exigida a una persona es hecha, con slr co-
lpto es nocimiento, sólo en apariencia, es nula.
) com- 2. Si un negocio jurídico es ocultado por un negocio simulado, se apiican las
haber disposiciones aplicables al negocio disimulado.
niento
r.parte, Este supuesto se da cuando "el declarante y el destinatario de la declaración han
con la acordado que no sea válido lo declarado) esto es, cuando las partes, de común
frente acuerdo, producen solamente la apariencia externa de la conclusión de un ne-
iene el gocio jurídico, y, en cambio, no quieren dar lugar al efecto jurídico conectado
r, si no al respectivo negocio"ir. En este mismo sentido, se afirma que "la declaración
-eserva simuiada no es idónea para expresar entre las partes una voluntad, dado que está
sta) sí. acompañada o precedida de una parte diversa de declaración (contradeclaración)
que ia degrada a simple fraseo carente de sentido"86. Se diférencia de la reserva
mental, porque esta es "un caso de apariencia creada unilateralmente y con el
propósito de engañar u ocultar algo al receptor de Ia declaración", mientras que
la simulación existe un acuerdo "de manera que el engaño está destinado a crear
una apariencia ante terceros"87.
rilidad
También se incluyen en esta categoría, como se adelantó, la declaración escénica
fiar en
,.y aquella formulada por motivos didácticos. Por cuanto, "independientemente
ésque
de cualquier vicio típico del acto, no produce efeao la emisión de signos grrifcos o
rencia
onlabras (o sea: no produce efecto el recurso a medios expresivos usados típica-
amen-
rnente para la comunicación) cuanclo, en relación a las circnnstancias manifiestas
)roma
que la acomp aíran, tal emisión sea inidónea pard exteriorizlzr untt t'oluntdi'ss .
jidad,
I una En consideración con Io sostenido en el punto ¿nterior, t¿nrpo.o tiene relevancia
)o, no jurídica "la declaración precedida o acompaÁada de una reserva expresa unila-
el des- te,ral, contenida en el mismo contexto, o en un contexto aparte (por ejemplo sin
ún los eompromiso)"3e.
e, si el
do no
iedad.
lonce- IM.,pp. 498 y 499.
nterés Ibtul., p. 500.
Secco, Rodolfo con la colaboración de Paola CrsmNo, "Il fatto, I'atto, il negozio", ob. cir., p.362.
Lor+¡¿¡N Luc,t or TBNI, Guille¡mo, El negocio juridico, 2." ed-., ob. cit., p. 124.
Sacco, Rodolfo con la colaboración de Paola CrsreNo, "Il fatto, l'atto, il negozio", ob. cit., p. 368.
1M.,p.362.

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JrjAl\' ESpTNOZA r,sprNozA i Ac'['o JL]]1Íorco tjlco{;rAt.

Es importante observar que "las reglas casuísticas sobre los casos de conflicto entre
voh-rntad declaradayvolunrad interna deben hacer cuentas con el principio general (no
i nscrito) relativo a la apariencia, el cual puede asimilar la voluntad aparenre a la voh-rntad

verdadera e incluso puede asimilar 1a de claración aparente a la verdadera declaración"e('.


Llegándose a concluir, en posición que comparro que "la disciplina a aplicar no riene
como objerivo la tto/untad. Tiene en cuenta h cra¿ción imputable de una apariencia de
uoluntai', por cLranro "la disciplina sabe que querer r- cleclarar es un riesgo", .

90 lbid., p.368.
97 lbid., p.371.

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