Está en la página 1de 20

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/372231978

Pensar la Inteligencia Artificial desde la Psicología Educacional: Conceptos y


desafíos

Preprint · July 2023


DOI: 10.13140/RG.2.2.16112.23046

CITATIONS READS

0 1,566

1 author:

Gustavo Raul Leyes


Instituto de Formación Docente Bella Vista
10 PUBLICATIONS 1 CITATION

SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Gustavo Raul Leyes on 09 July 2023.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Pensar la IA desde la Psicología Educacional 1

Pensar la Inteligencia Artificial desde la Psicología Educacional: Conceptos y desafíos

Gustavo R. Leyes

ISFD Bella Vista

Nota del autor

Gustavo R. Leyes, Profesor de Psicología Educacional, Instituto Superior de Formación

Docente Bella Vista (Corrientes, Argentina)

Ninguna parte del texto fue elaborada con IA, pero se realizaron consultas en ChatGPT, para

contrastar párrafos e informaciones concretas presentadas en este documento. Por lo tanto, todo

el contenido del texto es de mi responsabilidad y acorde con mi estado de conocimientos a la

fecha de presentarlo.

Cualquier mensaje respecto del texto puede ser enviado a gustavo_leyes@educ.ar

8 de julio de 2023
PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 2

Resumen

El trabajo recupera, desde la Psicología Educacional, algunos conceptos desarrollados por Lev

Vigotsky y los enfoques actuales enmarcados en la Psicología Sociocultural, para pensar las

lógicas y principios sobre los cuales se puedan articular Inteligencia Artificial (IA) y

aprendizaje escolar. Se mencionan además algunos usos desafíos y que pueden anticiparse de

estas articulaciones.

Palabras clave: Inteligencia artificial, Psicología Cultural, educación escolar


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 3

Pensar la Inteligencia Artificial desde la Psicología Educacional: Conceptos y desafíos

La notable popularidad que alcanzó la Inteligencia Artificial (en adelante, IA) desde el

lanzamiento de ChatGPT-3 en noviembre de 2022, vino acompañada de diferentes pronósticos

y pronunciaciones respecto de lo que implicaría su uso en contextos escolares. Para muchos, la

IA promoverá el facilismo y el plagio en las producciones académicas de los estudiantes. Otros,

entusiasmados, decretan que la IA llegó para sustituir a aquellos profesores que se limitan a ser

expositores de información, ya que ahora una máquina puede hacer ese trabajo de manera más

simple y personalizada. Un tercer grupo, más moderado, entiende que es una herramienta que

hay que aprender a usar y que sin dudas llegó para desafiarnos a pensar prácticas educativas

alternativas. Reseñar todas las posiciones intermedias es prácticamente imposible pero también

innecesario: basta decir que hay mucha expectativa acerca de los modos en que la IA puede

articularse con las prácticas educativas.

Hay al menos dos maneras de pensar la IA desde la Psicología Educacional. La primera,

consiste en describir los conocimientos sobre inteligencia, procesamiento de información,

comprensión, reconocimiento de asociaciones y patrones lingüísticos, aprendizaje supervisado,

etc., que se hallan en la base de los modelos generativos de texto como ChatGPT, Humata,

Bard, Socratic, u otras AI semejantes. Esto sería útil para describir el modo en que una IA

aprende, es decir, el modo en que “comprende” una idea para reformularla, sintetizarla, elaborar

respuestas a partir de ella, proponer ejemplos, o construir analogías, pero será probablemente

de interés para científicos y no tanto para educadores ya que, como es evidente, la IA no es un

sujeto concreto individual ni colectivo que aprende en una escuela, bajo los requerimientos

propios del trabajo académico escolar, ni debe considerar otras preocupaciones relevantes para

docentes y estudiantes, como la motivación, las condiciones físicas en que se aprende, las

exigencias curriculares y organizativas de una escuela, etc.


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 4

La segunda alternativa que advertimos desde la Psicología Educacional, y que nos

interesa abordar en este trabajo, es pensar desde qué lógicas, sobre qué principios cabe construir

los vínculos entre aprendizaje escolar e IA. Para ello, recuperaremos conceptos del campo,

procedentes sobre todo de la Psicología Sociocultural y los enfoques actuales enmarcados en

ella.

La Psicología Sociocultural como encuadre

Las teorías socioculturales enfatizan en la importancia de la cultura en el tipo de

actividad mental que desarrollamos. Estas teorías surgieron en Rusia, con el psicólogo Lev

Vigotsky, y continuaron desarrollándose bajo la influencia de Jerome Bruner en Estados Unidos.

Michael Cole (2003) expresa que la Psicología Cultural se caracteriza por:

1) Considerar que los seres humanos crean y utilizan herramientas en su relación

con el mundo. El uso de herramientas es inseparable del uso de la inteligencia.

2) Destacar que el ser humano crea las formas en que las futuras generaciones

redescubrirán y aprenderán a utilizar y a mejorar las herramientas propias de su cultura. En

otras palabras, crea formas de educación.

3) Afirmar, a partir de lo anterior, que los procesos psicológicos de los seres

humanos se manifiestan primero de manera interpsicológica (es decir, en relación con otros) y

sólo después de manera intrapsicológica (como parte de una actividad realizada

individualmente).

Estas tres características atraviesan las diferentes perspectivas actuales, como las

Comunidades de Práctica, el Aprendizaje Situado, los Enfoques Narrativos, la Cognición

Distribuida, el Aprendizaje Expansivo, la Teoría de la Actividad, entre otras.


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 5

Tres conceptos fundantes: Zona de Desarrollo Próximo, Andamiaje, y Herramientas.

Las características que señala Cole tienen como eje que la actividad humana es

inseparable de la idea de colaboración. Los logros y avances en el desarrollo de los procesos

psicológicos superiores son siempre el resultado de una actividad educativa en la que, en un

plano interpsicológico, dos o más sujetos interactúan colaborativamente para desarrollar

actividades que, luego de la actividad conjunta, ambos serán capaces de desarrollar por sí solos,

habiendo internalizado los conocimientos y capacidades necesarias para lograrlo.

El concepto de Zona de Desarrollo Próximo, de Lev Vigotsky (2008) refiere a esa

distancia simbólica en que se encuentran y colaboran un sujeto más capaz en un conocimiento,

con otro en proceso de aprendizaje de ese conocimiento. Se trata de una Zona constantemente

dinámica, en que cada progreso modifica los límites superiores e inferiores de la capacidad del

aprendiz. En esta Zona se producen los procesos de internalización, a través de los cuales el

individuo que se halla aprendiendo reconstruye internamente los procesos de una operación

externa, haciéndolos propios y significándolos tanto para su cultura como para sí mismo. La

colaboración permite de este modo que un aprendiz logre niveles de conocimiento más altos

de los que podría lograr por sí solo.

Bruner definió como Andamiaje a ese proceso de colaboración y apoyo que realizan las

personas expertas para facilitar los esfuerzos de un aprendiz y que éste alcance niveles de

desempeño superiores y autónomos en una tarea. Se caracteriza por ser una ayuda temporal y

ajustada a las necesidades de quien está aprendiendo, que puede efectuarse a través de signos

(como los diferentes lenguajes), o de herramientas culturales, es decir, objetos culturales

concretos que facilitan la interacción del hombre con el mundo, y que utilizamos para pensar

y aprender (Wood et al, 1976).


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 6

Los conceptos presentados constituyen el fundamento sobre el que se edificaron

conceptualizaciones posteriores, que ampliaron radicalmente el significado de los mismos, e

hicieron posible pensar la IA como una herramienta colaborativa.

La cognición distribuida, una ampliación de los conceptos fundantes.

Vigotsky entendía las herramientas como instrumentos que median nuestra relación con

el mundo. Un anteojo, un micrófono, un paraguas, e incluso la ropa, son herramientas que

potencian los sentidos o los protegen. Otras, sirven para habilitar capacidades nuevas: Un avión

nos permite volar; un barco permite desplazarnos sobre el agua en largas distancias. En algunos

casos, las herramientas son una fuente de entretenimiento, como una pelota, un juguete, o un

complejo videojuego. Finalmente, algunas herramientas nos permiten agilizar ciertas tareas.

Una calculadora, un lápiz, una cocina, un teléfono, simplifican tareas que de otro modo

tomarían mucho más tiempo. En cualquiera de estos casos, el protagonista es el ser humano,

que se sirve de una herramienta con un propósito más o menos definido.

Bruner plantea también el valor de las herramientas para facilitar que las personas

logremos aprender un cierto conocimiento: revisar un diccionario, ver un mapa, consultar un

sitio web, leer un libro, ver un tutorial, etc., son formas en que una herramienta cultural nos

facilita apropiarnos de un saber también cultural.

De manera similar, Engeström, en su Teoría de la Actividad, habla de “artefactos

mediadores”, objetos tangibles que utilizamos para realizar diferentes tipos de tareas. Algunos

artefactos son sencillos (un lápiz, por ejemplo), otros son más complejos (un dispositivo celular,

una computadora), pero todos nos permiten ampliar nuestras habilidades, mejorar nuestra

efectividad, o ampliar la interacción con otras personas modificando el alcance de la

comunicación y las posibilidades de colaboración


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 7

Los tres autores mencionados, piensan a las herramientas, artefactos y mediaciones de

manera similar. En ningún caso reemplazan la actividad humana, sino que la facilitan, agilizan

o potencian. Se trata, esencialmente, de un sistema que incluye a las herramientas como un

elemento insustituible de la vida humana en su interacción con los demás y con el mundo.

Las teorías de la Cognición Distribuida (Salomon, 2001) han transformado el sentido

clásico de las herramientas, al señalar que éstas son inteligencia objetivada, es decir, que son

objetos inteligentes en sí mismos, ya que fueron construidos inteligentemente y con un

propósito. Cuando leemos un texto buscando la respuesta a una pregunta, lo que realmente

sucede es que el autor del texto, un sujeto inteligente que ha objetivado su conocimiento en un

texto, está colaborando indirectamente con nosotros a través de la escritura. Cuando seguimos

una receta de cocina viendo un tutorial, es la persona que elaboró el tutorial quien colabora con

nosotros, a través de una manifestación objetivada de su inteligencia.

Estamos, por lo tanto, rodeados de inteligencia. El conocimiento se halla distribuido en

los objetos, en el entorno, en la cultura, y los seres humanos nos servimos de estas expresiones

de la inteligencia en función de los problemas, necesidades e intereses que surgen en nosotros.

Secules et al (2023) proponen el término “Sociomaterialidad” para referir esta doble condición

de la cognición y el conocimiento, y la forma en que estos dan forma a nuestro mundo humano.

Algunos artefactos extienden el alcance de procesos cognitivos -de la misma forma que

una nota de papel o un recordatorio en el celular amplían la capacidad de nuestra memoria-,

pero en otros casos directamente los sustituyen. Ciertas herramientas inteligentes se

caracterizan por tener la capacidad de realizar tareas complejas prácticamente sin la

intervención de las personas. En estos usos, la relación entre ser humano y herramienta deja de

ser una colaboración para constituirse en una delegación de tareas. Una calculadora no colabora

en la resolución de tareas matemáticas, sino que resuelve las operaciones que el ser humano

introduce en ella. Un Chatbot no requiere de una persona para producir un texto, sino que lo
PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 8

elabora por sí mismo a partir de una pregunta o unas pocas instrucciones (“prompting”). Una

IA que funcione con imágenes (como DALL-E) no refina el trabajo de un artista, sino que crea

combinaciones originales de imágenes visuales a partir de un enunciado simple.

En relación con ello, Salomon et al (1992) proponen diferenciar dos tipos de efectos

de la colaboración con tecnologías. Por un lado, los efectos con la tecnología refieren al

impacto sobre el rendimiento y la calidad de lo producido en esa colaboración entre el ser

humano y la herramienta. En este sentido, la IA permitiría mejorar la calidad de las

producciones, el tiempo de elaboración de las mismas, la corrección de la escritura, la precisión

terminológica, etc. Es decir, los efectos con la tecnología se visibilizan en lo producido y en la

forma de producción, de manera que el resultado sería cualitativamente diferente si no se

hubiese utilizado la tecnología.

Los efectos de la tecnología, por su parte, son el cambio relativamente duradero que

puede o podría producirse en las capacidades cognitivas de los sujetos, a partir del trabajo

colaborativo con una tecnología inteligente. Es decir, el posible impacto –positivo- que tiene

la utilización recurrente de ciertas tecnologías inteligentes en el desarrollo de las capacidades

del pensamiento. Lo efectos de la tecnología se visibilizan, pues, en el sujeto, y no sólo en lo

producido.

Los autores utilizan el término “residuo cognitivo” para referirse a este desarrollo de

las capacidades cognitivas a partir de la colaboración con herramientas inteligentes. El

concepto supone que, a partir de la utilización de una IA para identificar argumentos, buscar

información sobre un tema, solicitar ejemplos, etc., el propio sujeto mejoraría su capacidad de

argumentar, las estrategias para buscar información, o para identificar y proponer ejemplos, y

estas capacidades estarían disponibles para cualquier tipo de tarea, con o sin IA disponible.

Sin embargo, el residuo cognitivo no surge siempre ni espontáneamente. Se produce si

y solo si el trabajo cognitivo de los estudiantes es consciente y no automático, y requiere cierta


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 9

implicación y la atención en la tarea, de modo que el sujeto pueda y deba tomar decisiones en

el curso de la colaboración cognitiva con la tecnología. La contracara de los efectos con la

tecnología, es la incapacitación, que alude al “adormecimiento” de las capacidades cognitivas

que la tecnología realiza por nosotros cuando delegamos totalmente la tarea en ella.

Se comprende que en el caso de los efectos de la tecnología, bajo ciertas condiciones

esta funciona como un mediador que proporciona un andamiaje para el desarrollo de las

capacidades cognitivas, y el resultado de este andamiaje es el residuo cognitivo, transferible a

otras situaciones análogas en que esas capacidades puedan desplegarse, con o sin la

colaboración de una tecnología o una IA. Encontramos en esta idea el fundamento conceptual

que posibilita pensar en tutorías asistidas, y en colaboraciones efectivamente educativas entre

estudiante y tecnología, en la que el plano interpsicológico no surge entre dos sujetos, sino

entre un sujeto y una IA que puede, en ciertas tareas, proporcionar el andamiaje necesario en

el marco de una Zona de Desarrollo Próximo, que habilite al sujeto internalizar no sólo

conocimientos sino también formas y habilidades de pensamiento.

Desafíos, usos, líneas de investigación

Probablemente, el principal desafío para la escuela es problematizar las estrategias con

las cuales los estudiantes abordan sus actividades escolares, ya que la IA se posiciona en el

escenario educativo como un peligroso sustituto de la actividad cognitiva del estudiante, pero

también como un potencial mediador entre los estudiantes y los objetos de conocimiento. Todas

las estrategias que proponen ciertos docentes ante el desafío de la IA -por ejemplo, complejizar

el tipo de propuestas de trabajo que se solicitan al estudiante, la necesidad de contar con

diferentes fuentes de consulta y explicitarlas en la bibliografía, la incorporación de instancias

de carácter oral que “garanticen” la apropiación de los textos escritos, etc.- son derivados y

remanentes de la discusión de fondo, acerca de cómo aborda un estudiante sus tareas escolares.
PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 10

Esas estrategias para aprender, y la autorregulación de los procesos de aprendizaje, son

en sí mismas procesos psicológicos superiores, que se constituyen primero en el plano

interpsicológico -en articulación con alguien que actúa de mediador – y se internalizan a partir

de esta articulación. De esta manera, la producción de estrategias para abordar el conocimiento

asume un carácter social, ya que son resultado de la participación en comunidades de

aprendizaje, que afrontan tareas y demandas específicas y que, desde la interacción y el diálogo,

construyen estrategias para abordarlas. (García Montero y Bustos Córdova, 2021)

Los usos de la IA, entonces, requieren ser construidos en el aula. De la mediación de

los docentes, la institución, y el trabajo efectivo en el aula dependerá que el estudiante elija

delegar tareas en la tecnología, o valerse de ella como una herramienta más en el sistema de

aprendizaje en el que participa.

Por ejemplo, la IA podría constituirse en una primera instancia de consulta, que sintetice,

reformule, proponga ideas o ejemplos, informe sobre otras fuentes bibliográficas relevantes, o

amplíe la información que está trabajando un estudiante. En muchos casos, quizás, esa instancia

de consulta resulte suficiente para permitirle seguir avanzando de manera autónoma. En otros

casos, las respuestas proporcionadas por la IA pueden constituirse en objeto de discusión por

el grupo clase, con el docente como mediador.

La IA puede también actuar como un mecanismo de consulta y retroalimentación en

tiempo real durante la realización de trabajos académicos, proponiéndole respuestas y

solicitando que evalúe aspectos formales (ortografía, gramática, repetición de palabras, etc.), o

bien, que revise la corrección de los datos presentados, y solicitando orientaciones para ampliar

o mejorar algún argumento.

Los estudiantes pueden, también, solicitar a la IA que le presente algunos ejercicios

sobre los cuales trabajar los conocimientos que está estudiando, adecuados a diferentes niveles

de complejidad de acuerdo con cada caso particular.


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 11

Estos aspectos, profundamente ligados a la acción tutorial personalizada, son quizás los

más destacados por algunos investigadores, ya que viene a impactar directamente en el desafío

de la atención a la diversidad en el aula (Cotrina-Aliaga et al, 2021; Ratnam et al, 2023).

Se ha señalado también el potencial de la IA para superar posibles barreras de acceso

al material de estudio. Por ejemplo, determinadas aplicaciones facilitan la traducción de textos

en diferentes idiomas, multiplicando el número de fuentes que pueden utilizarse. Pero también

permite convertir texto a formato audiovisual, incorporando imágenes vinculadas al tema de la

lectura, subtítulos, o bien cambiar la velocidad de reproducción. La producción de materiales

didácticos más o menos personalizados se podría ver, entonces, facilitada. (Del Fabro, 2023)

Existen autores que ven en la IA un aliado para el diseño de videojuegos educativos, y

de propuestas de enseñanza gamificadas, articuladas o no con dispositivos de Realidad

Aumentada y de Realidad Virtual. Es una posibilidad y oportunidad nada desdeñable desde el

punto de vista didáctico, que por supuesto impactaría de manera notable en el aprendizaje. No

obstante, cabe recordar el axioma de que el recurso en sí mismo no es valioso, sino que adquiere

significado en el marco de una propuesta que le otorga un propósito formativo.

Craig (2023) agrega a lo anterior el potencial de la IA para desarrollar capacidades

blandas de colaboración, pensamiento crítico y creatividad. Esto resulta relevante porque es un

caso concreto de residuo cognitivo, y es acorde con la idea de que la transferencia de tales

capacidades es producto del esfuerzo consciente de abstracción para extraer principios

generalizables que puedan ser utilizados en otras situaciones (Leyes, 2013; Salomon G. , 2012).

La IA posibilita también otras formas de afrontar el aprendizaje a través del ensayo y

el error en situaciones de experimentación (Urquilla Castaneda, 2022). Programas y

aplicaciones inteligentes de ciencia permiten trabajar con diversidad de variables, proponer

hipótesis, responder preguntas del tipo “qué pasaría si…”, etc., que permiten jugar con las
PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 12

probabilidades, en contextos seguros y sin riesgo, previos a otro tipo de experimentaciones

reales –o sustituyéndolas, incluso, cuando la posibilidad de experiencia real no es viable.

En cuanto a procesos cognitivos, los dos más mencionados en los artículos sobre IA en

educación, son la motivación y la comprensión. No hay dudas de que el uso de diferentes

aplicaciones en la resolución de tareas actúa como un elemento de motivación en el aula. Al

mismo tiempo, cabe preguntarse qué pasa con la motivación para aprender cuando estas

herramientas no están disponibles. Entre los desafíos que la IA presenta, Martin (2023) destaca

la necesidad de investigar los modos en que su uso impacta en la perseverancia de los

estudiantes, y el tipo de metas de aprendizaje que éstos se plantean.

La comprensión, por su parte, se asocia al problema del plagio, y a qué grado de

compromiso ponen los estudiantes en entender los argumentos o la información que puede

presentar un Chatbot acerca de un tema, y que ellos “citan” sin mucho cuidado. Desde luego,

este problema no es nuevo: ha estado presente desde el momento mismo en que fue posible

copiar y pegar un texto de la Web. La IA generativa es un nuevo capítulo, sin dudas diferente

por la personalización que cada respuesta puede llegar a presentar según la pregunta a la que

responde, pero el desafío en sí mismo es recurrente.

Finalmente, como señalan Wang et al (2021), cabe reconocer que la Psicología

Educacional ha investigado mayoritariamente los procesos cognitivos, emocionales,

motivacionales, etc., focalizando en los individuos. La larga tradición de pensar los procesos

cognitivos como propiedades de los individuos y no de un sistema, es un desafío que el

programa de investigación de las teorías culturales han planteado desde hace tiempo, y que

requiere profundizar en los abordajes orientados a las situaciones y los contextos educacionales,

en términos de sistemas interactivos.

Lo dicho, por decisiones metodológicas y por relevancia, se focaliza en el aula y en las

actividades de aprendizaje. No obstante, cabe mencionar que las aplicaciones de la IA a la


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 13

educación se han tematizado y desarrollado ampliamente en diferentes áreas del campo

educativo que se orientan a aspectos técnico pedagógicos, entre los que se destacan:

seguimiento automatizado de trayectorias: aulas virtuales y plataformas autogestionadas de

aprendizaje: Asistentes Digitales Institucionales; inscripciones por medios virtuales; sistemas

de calificaciones; predicciones de éxito escolar o de riesgo de abandono; desarrollo de

investigaciones; educación intercultural y bilingüe; detección temprana de problemas de

conducta, entre otros (García-Peña et al, 2020; González-Videgaray y Romero-Ruíz, 2023;

Incio Flores et al, 2022)

Principios para construir el vínculo entre educación escolar e IA

A partir de los aportes mencionados, cabe presentar –para discutir y profundizar-

algunos principios sobre los cuales podríamos pensar la inclusión de la IA en las actividades

de aprendizaje escolar. Se presentan enumeradas sólo a los efectos de visibilizarlas más

fácilmente, pero siendo conscientes de que forman una red en la que todo está profundamente

ligado.

1. En el Triángulo de la Actividad, de Engeström, la comunidad es un componente

clave. Los artefactos, en tanto situados, cobran sentido en función de la tarea y de

la comunidad de la que forman parte; su valor no es intrínseco sino más bien social.

De aquí podemos derivar, como primer principio la necesidad de construir pautas

compartidas –comunitarias- en torno del uso de la IA en el aula.

2. La interacción con la IA no debería sustituir las interacciones con los pares y

docentes. No sólo porque el componente dialógico del aula es clave en la

construcción compartida de conocimientos y significados, sino también porque

probablemente muchos estudiantes perciban la información de la IA como válida y

bien fundamentada, y asuman su veracidad evitando analizarla críticamente. La


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 14

discusión con los pares no suele ser recibida acríticamente, sino que por el contrario

posiciona activamente a los estudiantes como co-constructores de sus aprendizajes,

llevándolos a desarrollar niveles más altos de fundamentación y argumentación

para sostener sus ideas o problematizar las de otros. En otras palabras, no debemos

pensar en la interacción con otros solo como una instancia de validación, sino sobre

todo como un espacio intersubjetivo en que se potencian ciertas capacidades que,

progresivamente, se construyen e internalizan a través de la colaboración.

3. Las propuestas de aprendizaje deben pensarse como situaciones de experiencia que

necesariamente vinculen los saberes con las experiencias personales, con

aplicaciones contextualizadas y con pluralidad de variables. La información que

proporciona la IA es una oportunidad para desarrollar la capacidad de formular

preguntas con cierta precisión (el “prompting” se perfila como una capacidad a

desarrollar de manera inevitable, casi como condición de justicia curricular en el

uso de la IA, a la par de las competencias técnicas de uso), pero también para

indagar sobre experiencias de otros países y personas, que amplíen los

conocimientos y las oportunidades de intervenir sobre los problemas que enfrentan

nuestros estudiantes, en el ámbito académico pero también comunitario, personal,

o incluso laboral. Existe una profunda oportunidad de utilizar la IA en propuestas

de Aprendizaje Expansivo, escasamente aprovechada hasta este momento.

4. Potenciar en el aula el trabajo sobre habilidades de pensamiento, incorporando a

las actividades diarias el trabajo a partir de anticipaciones, hipótesis,

fundamentaciones, búsqueda de evidencias, argumentaciones, refutaciones,

preguntas, identificación de falacias, etc. (Villanueva, 2023). Este desafío es

consistente con sugerencias desarrolladas anteriormente (Perkins, 2001; Tishman

y Perkins, 1997), que señalan la importancia de utilizar en el aula el vocabulario


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 15

referido a procesos cognitivos y metacognitivos, que permita al estudiante

diferenciar el tipo de trabajo que implica cada uno. Lo mismo vale para el uso de

términos de los “dialectos del pensamiento”, es decir, del lenguaje específico de

los procesos involucrados en la producción de conocimiento de cada ciencia

particular. Estas decisiones no sólo permiten al estudiante desarrollar la

metacognición, sino también tener más y mejores elementos para saber lo que

busca, y para evaluar la pertinencia y el tipo de información que se le presenta, ya

sea a través de las IA, como de los multimedia y de herramientas analógicas como

el libro de texto.

5. Si la construcción de conocimientos se piensa en términos de colaboración, y el

conocimiento se define como distribuido y situado en y entre las herramientas y las

personas, cabe afrontar el desafío de definir qué debe ponerse de manifiesto en la

enseñanza, y qué debe quedar implícito para que surja como resultado de la

colaboración (Brown et al, 1989). Esta discusión requiere profundas discusiones

también en el campo de la Didáctica, ya que supone un aprendizaje que surge como

resultado de una enseñanza que se sustrae y posterga.

Comentario aparte requiere la profundización en la discusión ética sobre la honestidad

intelectual. No se trata, desde luego, de una necesidad que derive de la IA, pero hace necesario

rever las discusiones en torno de la producción intelectual en el ámbito académico, las pautas

de presentación de la información citada o extraída de la IA, la necesidad de indagar sobre

algunas fuentes que la propia IA presenta como sustento de las respuestas que elabora, etc. El

conjunto de decisiones que un estudiante toma –o debe tomar- al utilizar información

consultada, es en sí misma una oportunidad formativa de la conciencia crítica, la capacidad de

formular preguntas interesantes y claras, la conciencia de la importancia de la desambiguación

en los enunciados científicos, etc.


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 16

Conclusiones

Si bien toda producción teórica del campo científico es provisorio, por su propia

naturaleza, en el caso que nos ocupa se suma el vertiginoso cambio que se produce casi

diariamente en el campo en cuestión. Por ello, los principios que hemos enumerado

seguramente requieren ser ampliados y revisados con relativa frecuencia. Lejos de ser un

problema, constituye quizás un ejercicio necesario para mantener actualizado el debate al

interior de las instituciones en relación con los desafíos de la IA, sus usos y posibilidades, y las

novedades que cada día surjan y traigan a las escuelas los propios estudiantes cuando no lo

hacemos los docentes.

Si algo es evidente en las Teorías Culturales mencionadas, es que no es posible afrontar

estos desafíos en soledad, como tampoco es posible pensarlas por fuera de las situaciones

concretas en que se desarrollan. Colaboración y carácter situado de las discusiones son los dos

ejes que deben articular nuestros debates.

Por último, señalaré que este texto se produjo desde la perspectiva disciplinar de la

Psicología Educacional, pero su verdadera riqueza surgirá de confrontar con otros textos

similares, de Didáctica General, Sociología de la Educación, Filosofía de la Educación,

Didácticas Específicas, etc., ya que estamos llamados a transitar un periodo que revolucionará

los conceptos base sobre los que todas estas disciplinas fueron constituidas.
PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 17

Referencias

Brown, J. S., Collins, A. y Duguid, P. (1989). Situated cognition and the culture of learning.

Educational Researcher, N° 18 (1), 32-42.

Cole, M. (2003). Psicología Cultural. Madrid: Morata.

Cotrina-Aliaga, J. C., Vera-Flores, M. Á., Ortíz-Cotrina, W. C., y Sosa-Celi, P. (2021). Uso de

la Inteligencia Artificial (IA) como estrategia en la Educación Superior. Revista

Iberoamericana de Educación, Especial 1.

Craig, D. (2023). Tercero en discordia. Reflexiones ante la irrupción de ChatGPT en la

Formación Docente. Corrientes: Licencia Creative-Commons.

Del Fabro, A. (9 de Junio de 2023). Cómo potenciar el proceso de enseñanza y aprendizaje con

IA para satisfacer las necesidades especiales de cada uno de nuestros estudiantes.

García Montero, I., y Bustos Córdova, R. B. (Enero - Junio de 2021). La autorregulación del

aprendizaje en tiempos de pandemia: una alternativa viable en el marco de los procesos

educativos actuales. Diálogos sobre Educación, 12(22). doi:10.32870/dse.v0i22.914

García-Peña, V. R., Mora-Marcillo, A. B., y Ávila-Ramírez, J. A. (2020). La inteligencia

artificial en la educación. Dominio de las Ciencias, 6(3), 648-666.

doi:10.23857/dc.v6i3.1421

González-Videgaray, M., y Romero-Ruíz, R. (Noviembre 2022 - Febrero 2023). Inteligencia

artifical en educación: de usuarios pasivos a creadores críticos. FIGURAS Revista

Académica de Investigación, 4(1), 48-58. doi:10.22201/fesa.26832917e.2022.4.1

Incio Flores, F. A., Capuñay Sánchez, D. L., Estela Urbina, R. O., Valles Coral, M. Á., Vergara

Medrano, S. E., y Elera González, D. G. (2022). Inteligencia artificial en educación:

una revisión de la literatura en revistas científicas internacionales. Apuntes

Universitarios, 12(1), 135-152. doi:10.17162/au.v12i1.974


PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 18

Leyes, G. R. (2013). La transferencia de los aprendizajes desde la perspectiva vigotskiana de

la Cognición Situada. Trabajo elaborado para el Seminario “Cambio cognitivo y

aprendizaje". FLACSO, Argentina. Buenos Aires. doi:10.13140/RG.2.2.12966.50241

Martin, A. J. (Mayo de 2023). Educational psychology meets generative AI: A look at the

impact of ChatGPT, Bard, and others on education and beyond. Psychology Today.

Obtenido de https://www.psychologytoday.com/us/blog/psyched/202305/educational-

psychology-meetsgenerative-ai

Perkins, D. (2001). La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación

de la mente (Segunda reimpresión ed.). Barcelona: Gedisa.

Ratnam, M., Sharma, B., y Tomer, A. (Abril de 2023). ChatGPT: Educational Artificial

Intelligence. International Journal of Advanced Trends in Computer Science and

Engineering, 12(2), 84-91. doi:10.30534/ijatcse/2023/091222023

Salomon, G. (2001). Cogniciones distribuidas. Buenos Aires: Amorrortu.

Salomon, G. (2012). ¿Por qué la transferencia es tan infrecuente? UBATIC+: Encuentro virtual

sobre TIC y Enseñanza en el nivel superior. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.

Obtenido de http://www.youtube.com/watch?v=R0A5QtD9nHQ

Salomon, G., Perkins, D. y Globerson, T. (1992). Coparticipando el conocimiento: la

ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes. Comunicación,

lenguaje y educación, 13, 6-22.

Secules, S., Pérez, G., Pea, R., y Johri, A. (2023). Critical and cultural analysis of Engineering

Learning. En A. Johri, International Handbook of Engineering Education Research

(págs. 199-217). New York: Routledge. doi:10.4324/9781003287483-12

Tishman, S., y Perkins, D. (1997). El lenguaje del pensamiento. Phi Delta Kappan, 78(5), 368-

374.
PENSAR LA IA DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCACIONAL 19

Urquilla Castaneda, A. (2022). Un viaje hacia la inteligencia artificial en educación. Realidad

y Reflexión(56), 121-136.

Vigotsky, L. (2008). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Crítica.

Villanueva, M. (Marzo de 2023). La inteligencia artificial (IA) en educación. Una

interpelación tecnológica para repensar nuestras prácticas ante la llegada del

ChatGPT. Obtenido de Academia.Edu.

Wang, Z., Cai, L., Chen, Y., Li, H., y Jia, H. (October de 2021). The Teaching Design Methods

under Educational Psychology based on Deep Learning an Artificial Intelligence.

Frontiers In Psychology, 12. doi:10.3389/fpsyg.2021.711489

Wood, D.; Bruner, J. y Ross, G. (1976). The role of tutoring in problem-solving. Journal of

Child Psychology and Psychiatry, 89-100.

View publication stats

También podría gustarte