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EL ARBOL DE LA AMISTAD

Había una vez un pequeño pueblo llamado Sorata, rodeado por un exuberante
bosque. En el corazón de ese bosque, crecía un árbol muy especial conocido
como el "Árbol de la Amistad". Se decía que este árbol tenía el poder de fortalecer
los lazos de amistad entre las personas.

Dos mejores amigas, Aline y Valery, habían escuchado las historias sobre el Árbol
de la Amistad desde que eran niñas. A medida que crecían, su curiosidad
aumentaba, y finalmente decidieron emprender un viaje para encontrar este
mágico árbol y probar si las leyendas eran ciertas.

Pero como en todas las historias, hubo momentos difíciles. Una vez, Aline y Valery
tuvieron una gran pelea que las separaron por un tiempo, ya que Aline dejo de
creer en el Árbol y Valery trataba de hacerla volver a creer. Durante ese período,
dejaron de hablarse y ya no quisieron emprender el viaje. Ambos se dieron cuenta
de lo importante que era su amistad y, con el corazón entristecido, se disculparon
y se perdonaron sinceramente.

Armados con alimentos, bebidas y mapas, Aline y Valery se aventuraron en el


bosque. Durante su travesía, se encontraron con varios desafíos, pero su amistad
y determinación les ayudaron a superarlos. Cruzaron ríos, escalaron colinas y
superaron obstáculos, demostrando que juntas podían enfrentar cualquier
adversidad.

Después de días de búsqueda, finalmente encontraron un claro en el bosque


donde se alzaba majestuosamente el Árbol de la Amistad. Era un árbol gigantesco
con hojas brillantes y un aura cálida y acogedora. Aline y Valery se acercaron
emocionadas, y al tocar su corteza, sintieron una sensación de calma y alegría
que inundó sus corazones.

Decidieron compartir sus pensamientos más profundos y emociones con el árbol.


Hablaron sobre sus sueños, sus miedos y lo agradecidas que estaban por tenerse
la una a la otra. Mientras compartían sus sentimientos, el árbol parecía brillar aún
más intensamente, como si estuviera respondiendo a su sinceridad.

Poco a poco, Aline y Valery comenzaron a notar cambios en su amistad. Se dieron


cuenta de que se entendían mejor que nunca, que podían leer los pensamientos
del otro con solo una mirada. Sus risas eran más sinceras y sus discusiones
menos frecuentes. El poder del Árbol de la Amistad había fortalecido aún más su
relación.

Con el tiempo, Aline y Valery regresaron a Sorata, trayendo consigo historias de


su aventura y un lazo de amistad indestructible. Compartieron sus experiencias
con los habitantes del pueblo y alentaron a otros a buscar el Árbol de la Amistad
para fortalecer sus propias relaciones.

El pueblo de Sorata floreció con un sentido renovado de amistad y cooperación.


La gente se unió para cuidar del bosque y asegurarse de que el Árbol de la
Amistad pudiera ser compartido con las generaciones futuras. Los lazos entre las
personas se hicieron más profundos, y el pueblo se convirtió en un lugar donde
todos se apoyaban mutuamente.

Y así, gracias al poder del Árbol de la Amistad, Aline y Valery demostraron que la
verdadera amistad puede superar cualquier desafío y que, cuando nos apoyamos
los unos a los otros, podemos crear un mundo lleno de amor y armonía. Y así
vivieron felices para siempre.

FIN.

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