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LA DICHA DEL PERDÓN devastadoras del pecado sin confesar en la vida de un creyente.

Mirando
la vida de David vemos como el pecado cometido en contra de Dios le
Muy contentos iban como cada verano, un par de hermanos, a la lleva a la tristeza y la perdida de vigor en su vida, pero también como
hacienda de los abuelos a pasar unos días de vacaciones. La niña, pasaba veremos en la vida de David, cuando el confiesa su pecado, resurge su
la mayor parte del tiempo con su abuela en las labores domésticas. El gozo y pasión para vivir para la gloria de Dios.
muchacho ayudaba a su abuelo con los animales. Era divertido ir al
riachuelo, y jugar a tirar piedras con su honda. Un día, aburrido, apuntó su ¡Que dicha¡, ¡que gozo! podemos disfrutar los pecadores arrepentidos. El
honda sobre los patos, sin medir las consecuencias mató uno de ellos. El pecado separa, destruye, consume y mata. Pero el arrepentimiento nos
miedo se apoderó del muchacho, enterró al pato y pensó que no habría lleva a experimentar uno de los más grandes beneficios que nos da el
consecuencias. Pero su hermana vio todo, y comenzó cada día a Señor; su perdón. Nuestro padre celestial sigue a la expectativa como
chantajear a su hermano amenazando que contaría la verdad a los aquel padre esperando a su hijo pródigo. Ha tomado la iniciativa y nos ha
abuelos. Todas las tareas domésticas que correspondían a la niña, ella las provisto de maravillosos recursos para restablecer esa comunión de
pasó a su hermano. Al principio el quería oponerse, pero ella solo decía: amor:
“recuerda el pato” entonces a regañadientes aceptaba el trato sin
 El pago por nuestros pecados. Colosenses 1:14-16
remedio. Así pasaron los días hasta que el muchacho ya no aguantó más,
 Libertad de la condenación. Romanos 8:1-2
no podía seguir viviendo con la culpa por haber matado al pato y tampoco
 Su Espíritu que nos redarguye. San Juan 16:8
podía seguir aguantando las acusaciones de su hermana. Reunió valor, y
 La confesión para recibir perdón. 1 Juan 1:9
habló con sus abuelos. Había lágrimas en sus ojos, les pidió perdón por lo
que había hecho, confesó su pecado. La abuela con gran amor abrazó al “Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le
muchacho y le perdonó. Le dijo; yo sabía lo del pato. El muchacho rodea la misericordia. Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con
sorprendido preguntó: ¿por qué dejaste que pasaran tantos días? La júbilo todos vosotros los rectos de corazón” Salmos 32:10-11. En este
abuela le respondió: quería ver hasta donde aguantabas la culpa, y podías mundo solo hay dos tipos de personas y dos realidades distintas para
vivir soportando las acusaciones de tu hermana. ambos; los impíos y los justos. Los impíos, son los que pasan toda su vida
no conociendo la verdadera felicidad, la dicha del perdón de Dios en
"Bienaventurado aquel cuya trasgresión sido perdonada y cubierto su
Cristo Jesús. Por otro lado, los justos, tenemos a Dios como nuestro Padre
pecado". Salmo 32
y no somos justos en virtud de nosotros mismos, sino que somos justos en
En este Salmo 32, el rey David nos cuenta el sufrimiento que atravesó virtud de las justicias de Cristo. ¿No es suficiente razón para dar todo lo
cuando trató de ocultar su pecado. Sufrió física, mental, emocional y mejor de nosotros en gratitud a nuestro Señor?
espiritualmente. Este Salmo habla directamente de las consecuencias
Pastor Jorge Vásquez

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