LOQUESE

calló
N° 23 / Bs. 30 en todo el país

® 2024 Spectro
Producción Integral en Comunicación www.loquesecallo.com 1
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2 Lo Que Se Calló www.loquesecallo.com 3

 LOQUESE
calló
EDITORIAL
EDITORES
Humanario 2023 Abdel Padilla Vargas
Arturo Choque Montaño
Iván Niura Zurita

Por tercer año consecutivo, publicamos nuestro Humanario,

que pretende ser un anuario de historias, de gente conocida y
no tanto, de personas que diariamente tejen, como todos, sus FIRMAS INVITADAS
propias memorias pero que, a través de su oficio, condición o Guimer Zambrana
incluso circunstancias salen de lo común. Marco Fernández
Carlos en la cima del mundo

Ricardo Bajo
militante del periodismo

Cada vida es un mundo y por lo tanto cada historia merece

contarse, con sus méritos y bemoles. Historias que ponen
Carlos Soria Galvarro,

un hombre de rituales
en evidencia nuestra frágil humanidad, al igual que nuestra
condición de dependencia de la mano amiga y vecina. FOTOGRAFÍA
Vassil Anastasov
Hay quienes transitan este camino con cierta previsibilidad

Mi primera vez
y las sostiene sus logros acumulados y programados. Otros
encuentran en la adversidad la llave que el cosmos les tenía
Pedro Susz,

separada e incluso un evento extraordinario puede darle sentido

DISEÑO
El Mago
a décadas de espera. Y también están quienes, muchas veces a
contracorriente, encuentran el sentido en la hazaña y la proeza. Ismael Niura Ramos
O los que no permiten que ninguna fuerza, ni divina ni terrena,
cambie el rumbo trazado.

6 14 20 28 37
No son perfiles, son elecciones, decisiones diarias, que, aunque
únicas y particulares, inciden en su entorno, como a la vez éste GERENTA
interactúa con su propia órbita sobre nosotros. Ximena Ramos Rondán
Así, compartimos en este número la historia del primer guía de
montaña boliviano en coronar el Everest, la decisión militante
de apostar por el mejor oficio del mundo de parte del Premio
Abdel
Padilla
Ricardo
Bajo
Guimer
Zambrana

Abdel
Padilla
Marco
Fernández

Nacional de Periodismo 2023, los mil oficios y rituales de Pedro

Susz, la magia de uno de los raquetbolistas más exitosos del país www.loquesecallo.com
que conquistó el podio con una pierna de carne y hueso y otra
de titanio; y el primer vuelo en avión de una mujer de 48 años. loquesecallo@loquesecallo.com

Unas y otros retratados por cronistas que mientras escriben se Facebook:

impregnan de estas historias y, de alguna manera, son cómplices

42 50
loquesecallo
Abdel Padilla del cauce que toman hacia un mar común: la inmortalidad.
El Pampero, La secretaria de la COB Twitter:
Que disfruten cada relato, porque con ello son el último eslabón
el más veloz del Cerro de nuestro Humanario, que ahora también es suyo. @loquesecallo

Spectro
Producción Integral

54 Arturo Choque
Remedios y El Compadre, una historia de amor
en Comunicación

Marzo 2024

4 Lo Que Se Calló www.loquesecallo.com 5

¿Un suicidio
con dos tiros
en la sien?
ARTURO ARIAS DELGADO

F
Oscar Únzaga de la Vega haciendo el saludo falangista.
Antorcha Nro. 1

inalizaba aquel domingo 19 de por José María Linares. A su vez, su hermano Camilo le
abril de 1959. Después de una inculcó la pasión por la lectura e ideas profundamente
nueva asonada de los falangistas, nacionalistas.
la noche llegaba cruel, áspera. Miles
de personas tenían un nudo en la Óscar tenía 15 años cuando murió su padre. Desde
garganta al presentir lo que les venía: entonces, la familia debió darse modos para subsistir.
vejámenes, torturas, expropiaciones
y un sinfín de males que acarreaba
la violencia del Estado. Al albor del
día siguiente, los medios difundían
una noticia que desgarró el alma
de los facciosos: el líder de aquella
muchachada estaba muerto.

¡Sí, Únzaga de la Vega había sucumbido, y nada menos

que en su cumpleaños!

¡Tragoedia initium cepit!

Inicio
Óscar Únzaga de la Vega nació en Cochabamba el 19
de abril de 1916. Sus padres, Rebeca de la Vega Iturri
y el coronel Camilo Únzaga Garaizábal, engendraron
anteriormente a Guillermo y Cristina, muertos poco
después de nacer, y a Camilo y Alberto. Óscar fue el último
en ver la luz de este mundo.

Los rasgos del menor de la familia eran particulares: pelo

ondulado y abundante, ojos relativamente grandes,
contextura delgada, tez blanca, estatura media y unas
cejas muy espesas, además de una boca delgada.
Asistió al colegio fiscal Crisóstomo Carrillo, donde nació
Camilo, Oscar y Alberto Únzaga de la Vega.
su admiración por el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Antorcha Nro. 5

6 Lo Que Se Calló www.loquesecallo.com 7

Sangre en el Chaco
El 15 de junio de 1932 inició la Guerra del Chaco, el
conflicto más grande en el continente americano en
el siglo XX, que estalló con el ataque boliviano al fortín
paraguayo Carlos Antonio López, a orillas de la laguna
Chuquisaca o Pitiantuta, nombre dependiente de la
interpretación de cada bando.
La guerra trajo desgracia para la familia de Óscar. El
subteniente Alberto Únzaga de la Vega fue abatido en
la batalla de Alihuatá en diciembre de 1933. Esta muerte
ocasionó un sismo en su familia que, además, tenía que
sobrellevar estoicamente el padecimiento de Camilo por
una dolencia de larga data, sumado a unas emergentes
úlceras estomacales en Óscar.
Cuando llegó el turno de Óscar para acudir al campo de
Marte, Rebeca lo impidió por todos los medios. Ya perdió
a uno de sus hijos, y el único que le quedaba sano, ahora
quería partir al Chaco. La afligida madre hizo lo imposible
para que su vástago fuese a estudiar al extranjero y librarlo
de la muerte. Y lo logró. Faltando meses para el final del
conflicto —el armisticio comenzó el 15 de junio de 1935—
, Óscar fue enviado a Chile para continuar sus estudios.
Chile, cuna de la FSB
Únzaga se matriculó en la Facultad de Agronomía de
Santiago de Chile. Mientras estudiaba, fundó Falange
Socialista Boliviana (FSB), el 15 de agosto de 1937, con
algunos compañeros bolivianos. Le puso el nombre
de Falange por las falanges macedónicas de Alejandro
Fundadores de la FSB; Hugo Arias, Germán Aguilar, Oscar Únzaga, Federico Mendoza y Guillermo Kenning.
Antorcha Nro. 1
8 Lo Que Se Calló
Magno; Socialista por la justicia social —y no así, como
muchos lo malinterpretan, inspirada en el materialismo
histórico marxista— y Boliviana por un sentimiento
nacionalista. Antes de culminar su carrera tuvo que
abandonar Chile, en 1938, por motivos de salud, volviendo
a su patria para dedicarse de lleno a la política.
Mientras, en Bolivia, los sucesos giraban en un inquietante
dinamismo. Germán Busch, aquel otrora respetado
guerrero salido de las candentes arenas del Chaco,
ahora tenía tantos adeptos como enemigos, ya sea por
sus políticas revolucionarias gubernamentales o por sus
momentáneos pero constantes ataques de ira. Ello derivó
en una amenaza de anarquía, criticada por la FSB.
El dictador reprimió a la FSB. Únzaga fue confinado a
Ichilo. Como no hay mal que por bien no venga, la
represión logró un efecto contrario, pues se sumaron
muchos adeptos a la Falange, en especial estudiantes
reacios a la doctrina marxista.
La fatídica muerte de Busch, el 22 de agosto de 1939,
puso fin a esta parte de la historia boliviana. Días después,
el 1 de septiembre de 1939, comenzaba la guerra más
sangrienta en la historia de la humanidad cuando los
alemanes invadieron Polonia.
En la otra vereda
Paralelamente, un joven abogado nacionalista se
destacaba en el Parlamento boliviano. Llegó la hora
de Víctor Paz Estenssoro, quien nació en Tarija el 2 de
octubre de 1907, estudió Derecho y acudió a la Guerra
del Chaco, donde hizo amistad con futuros personajes
Víctor Paz Estenssoro
Getty Images
de la política boliviana, como Juan Lechín Oquendo, el
chileno Gayán Contador y Claudio San Román —estos
dos últimos, nefastos en un futuro cercano—, entre otros.
La Guerra del Chaco le generó frustración, cuya catarsis
desembocó en un nacionalismo exacerbado. Leía
bastante, en especial sobre economía. Su vida privada
y laboral se aceleró al máximo: trabajó en la empresa
minera Patiño Mines, de Simón Iturri Patiño; fue elegido
diputado por Tarija; fue Presidente del Banco Minero y
catedrático de Historia de las Doctrinas Económicas en
la Universidad Mayor de San Andrés.
En 1941, Paz Estenssoro y un grupo de entusiastas jóvenes
fundaron el Movimiento Nacionalista Revolucionario
(MNR), con personajes disímiles, unos con ideas de
un socialismo independiente y, otros, con una fuerte
inclinación a la Alemania de Hitler.
El 20 de diciembre de 1943, Paz, como jefe del MNR, y
sus seguidores protagonizaron un golpe de Estado junto
con el mayor Gualberto Villarroel, cuyo resultado fue el
derrocamiento del general Enrique Peñaranda.
Nuevo escenario político mundial
1941 sacudió el alma de Únzaga: murió Camilo, su
hermano adorado, luego de un largo padecimiento físico.
Ese mismo año, Alemania invadió a la Unión Soviética
y los japoneses atacaron a los Estados Unidos en Pearl
Harbor. A partir de entonces, la Casa Blanca levantó
prohibiciones e instauró medidas dirigidas a eliminar
el poder económico de personas jurídicas y naturales
provenientes de los países enemigos, y comenzó a vigilar
a políticos de todo el mundo que no eran de su agrado,
en especial en Latinoamérica. La FSB y el MNR estaban
en la mira.
Ricardo Sanjinés, autor del libro “Únzaga, la voz de los
inocentes”, nos da una idea de la polarización de esa
época: “…en las minas bolivianas, la visión del conflicto
bélico mundial era distinta. Cuando los cines de Llallagua
o Catavi pasaban noticieros o películas en las que aparecía
Adolf Hitler, los obreros aplaudían en las galerías, pero
cuando en las pantallas aparecían Roosevelt o Churchill,
en la platea aplaudían los altos funcionarios de las
empresas”.
El ambiente bélico amainó, como era de esperarse, con
la derrota de Alemania y Japón en 1945. Desde entonces,
los partidos bolivianos otrora admiradores del Führer
tenían la tarea y el deber de mostrarse inofensivos para
el sistema capitalista. El que mejor hizo su trabajo fue
el MNR, que neutralizó la animadversión y ojeriza que
le tenían los Estados Unidos, haciendo ver al partido
de Víctor Paz como un organismo que deseaba llevar
adelante una revolución transformadora alejada del
paradigma marxista y de la ideología nazi.
Para entonces, la FSB ya tenía una fuerza cuantitativamente
significativa y un profundo sentido del deber que
se traducía, principalmente, en acabar con todo lo
“comunista”.
Los faroles de 1946
Julio de 1946 haría historia en Bolivia. El 21 de ese mes,
militantes del Partido de Izquierda Revolucionario (PIR),
seguidos por una turba, colgaron al presidente Villarroel y
a algunos de sus colaboradores en los faroles de la plaza
Murillo, emulando el ajusticiamiento popular de Benito
Mussolini. Pero no terminó ahí. Saquearon las casas de
aquellos que formaron parte del Gobierno, entre ellas
la de Víctor Paz Estenssoro, quien poco antes se había
asilado en la Embajada de Argentina.
Pasado el fervor y la sed de sangre, Únzaga salió
elegido diputado en las elecciones de 1947, pero ante
la prosecución de una política aderezada de veleidad,
fue exiliado a Chile en 1950. Fue ahí donde entabló
amistad con otro exiliado, Hernán Siles Zuazo. Ambos,
uno movimientista y el otro falangista, en una paradoja
de la historia, juraron que cuando llegaran al poder, iban
a humanizar la lucha política boliviana.
Hernán Siles Zuazo nació en La Paz el 19 de marzo de
1913. Acudió a la Guerra del Chaco, estudió Derecho y se
dedicó de lleno a la vida política, abrazando la bandera
del MNR. Fue subjefe de su partido y, al igual que Paz, se
destacó como diputado. El camino que se trazó lo iba a
enfrentar con su amigo, a quien recordaría por el resto
de sus días: Únzaga de la Vega.
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Hernán Siles Zuazo, abril de 1952.
Facebook: Historias de Bolivia
El 6 de junio de 1951, en un tenso clima político, se
llevaron a cabo otras elecciones, en las que el MNR ganó,
seguido por Gabriel Gosálvez y Roberto Arce, y tercero
salió la FSB con su candidato Bernardino Bilbao Rioja.
Este resultado no fue del agrado del entonces presidente
Mamerto Urriolagoitia, quien prefirió entregar el gobierno
a una junta militar.
Era de esperar que el MNR y los otros partidos no
aceptarían este ardid criollo. En el país emergió el
descontento, desencadenando el alzamiento armado
del 9 de abril de 1952.
Días previos a esa fecha, la FSB también conspiraba a su
manera para implementar una revolución con sus propios
condimentos. Según el falangista Ambrosio García, citado
por Sanjinés, a las 02.00 del 8 de abril, Hernán Siles se
entrevistó con Únzaga. El líder de Falange le recriminó
a Siles porque no se podía cambiar un gobierno por las
armas sin saber para qué se lo hacía; además, le encaró
que no se concertó un programa mínimo de gobierno
ni un levantamiento coordinado entre los dos partidos.
Ése fue el motivo por el que el MNR se lanzó a la lucha
armada sin el apoyo de la FSB.
Cuando el MNR triunfó, Siles sintió el frío de la hoja de la
espada de Damocles porque se avecinaba la peregrinación
de los sectores participantes en el derrocamiento del
gobierno, en busca de cuotas de poder. Su decisión fue
radical: le pasó las “papas calientes” al jefe de su partido.
De esta manera, Víctor Paz Estenssoro, aún en Argentina,
fue llamado para ponerse la banda presidencial, sin
esfuerzo alguno.
10 Lo Que Se Calló
Para llevar adelante una revolución, Paz Estenssoro
vio la necesidad de contar con aparatos represivos
para destruir a la oposición, porque no permitiría que
alguien se ponga en su camino. Sabía también que debía
contentar económicamente a los miembros de su partido,
ya sea por gratitud por las penurias que les ocasionaron
las persecuciones o también para crear “lealtades”. Para
tener el control total, desintegró el Ejército y cerró el
Colegio Militar. El armamento pesado fue distribuido a
los Carabineros y a las milicias del MNR.
Luego de cambios estructurales como la nacionalización
de las minas y la reforma agraria, se acentuó la
polarización política y social. La FSB las consideraba
demagógicas, sin planificación y que favorecían sólo a
algunos movimientistas. Respecto de la nacionalización
de las minas, Únzaga sostenía que para los “barones del
estaño” era un alivio y que la indemnización que les otorgó
el Gobierno fue una salida milagrosa debido a que las
minas representaban más una carga que un beneficio,
ya que hacía mucho que no les retribuían los ingresos a
los que estaban acostumbrados, especialmente después
del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Éstas y otras acciones, además de casos de corrupción
en el Gobierno, fueron la causa de la ruptura radical
entre ambos partidos. Así, Falange pasó a ser la principal
oposición, a la que se unieron todas las víctimas del MNR.
La ecuación era sencilla: FSB conspiraba y el MNR reprimía
con todas las formas posibles.
El Presidente llamó al jefe de Falange cuando le
informaron de las actividades en contra del Gobierno.
Sanjinés describe lo áspero de la advertencia de Paz
Estenssoro: “…nosotros estamos haciendo una revolución
y la vamos a hacer, pese a quien pese... le advierto que
si usted continúa conspirando contra mi gobierno, me
veré obligado a perseguirlo. ¡Y perseguirlo duramente!
Si tengo que tomar medidas contra ustedes, no será una
persecución magnánima”.
¡La amenaza estaba hecha! Víctor Paz Estenssoro y
Óscar Únzaga de la Vega se convirtieron en enemigos a
muerte, desencadenando una ola sucesiva de violencia
y ocasionando el sufrimiento de miles de hogares en
todo el país.
La primera tentativa de golpe de Estado falangista se
registró en noviembre de 1953. Las milicias del MNR
derrotaron a los alzados y organizaron desfiles de
intimidación.
El Gobierno sabía que las cosas se ponían difíciles. Paz
Estenssoro acudió a antiguos camaradas, como Claudio
San Román y el chileno Gayán Contador, uno al mando
del Control Político y el otro, de la Sección Segunda,
donde eran enviados los detenidos y sus familias para ser
ultrajados y torturados, muchos hasta quedaron lisiados,
locos o enfermos. Otros movimientistas se convirtieron
también en sádicos represores y torturadores de menor
jerarquía pero muy “eficientes” a la hora de “trabajar”.
Apellidos como Menacho, Pepla, Bloomfield, Orozco,
Lorenzetti, entre otros, fueron sinónimo de terror en esa
época.
La sociedad se escindió con un odio visceral que dejó sus
huellas hasta hoy. Familiares y amigos se convirtieron en
enemigos. Como un vaivén, del temor sin límites se pasó
al odio, y viceversa. Unos a ser encarcelados y torturados,
y los otros, a ser derrocados y pasar de ser victimarios a
víctimas. Ante la cantidad de presos políticos, el Gobierno
Victor Paz Estenssoro, a su extrema izquierda (de civil), Claudio San Román.
Facebook: Ber X Fernandez
abrió campos de concentración; entre ellos, Curahuara
de Carangas, Catavi, Corocoro y Uncía. El MNR quería
quebrar física, económica y moralmente a los opositores.
Únzaga y miles de falangistas fueron exiliados, pero
retornaban para proseguir en sus afanes de derrocar a Paz.
Pero ¿por qué los falangistas no buscaban otros métodos?
La respuesta la dio el mismo Únzaga al afirmar que al
haberse implantado un régimen bárbaro de torturas,
aniquilado el sistema legal, suprimidas las garantías,
canceladas las instituciones mediante las cuales se ejerce
la oposición legal y jurídica, no quedaba otra vía que la
rebelión armada.
El fatídico cumpleaños
Nadie se imaginaba que aquel domingo 19 de abril de
1959, con un cielo azul que invitaba a pasear y distraer
a la familia, se iba a convertir en uno de los días más
sangrientos en la historia política boliviana.
La noche del 18 de abril, cerca de las 22.00, un sacerdote
y su acompañante ingresaron en una vivienda a dos
cuadras de la avenida Perú. El sacerdote era nada más y
nada menos que el líder de la FSB, quien eligió esa casa
como refugio y centro de operaciones para el golpe
que iba a dar al día siguiente. El otro personaje era su
guardaespaldas y secretario, René Gallardo. Todo estaba
preparado minuciosamente. Únzaga derrocaría a su
amigo Hernán Siles Zuazo, quien había sucedido al líder
de su partido, Víctor Paz Estenssoro, desde el 6 de agosto
de 1956. La amistad entre Únzaga y Siles fue dejada de
lado para dar paso a la lucha armada.
En esa típica casona paceña, ubicada en la calle Larecaja
N° 188 esquina Oquendo, vivía Cristina Jiménez de
Serrano —prima hermana del líder falangista— junto
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Oscar Únzaga de la Vega
Antorcha Nro. 1
con su marido, el dentista Luis Serrano, y sus tres
hijos: María Eugenia, María René y Marcos. La vivienda
pertenecía a los padres de Luis, coronel José Luis Serrano,
y su esposa, Gaby Díaz de Serrano, quienes ocupaban
un departamento en la planta alta. Únzaga y Gallardo
pernoctaron en esa casa.
Únzaga se levantó a las 05.45 del 19 de abril. Era su
cumpleaños. Cerca de las 10.00 llegaron dos hombres
de su máxima confianza: Julio Álvarez la Faye y Enrique
Achá, para abrazar a su jefe por su onomástico y para
ponerlo al tanto sobre los pormenores del alzamiento.
El investigador Tomás Molina Céspedes, en su obra
“Únzaga ¿Homicidio o suicidio?”, explica que, según el
plan elaborado, a las 10.30 debía ser tomada la estatal
Radio Illimani. Asimismo, en diferentes puntos de la
Oscar Únzaga de la Vega jurando como parlamentario.
Antorcha Nro. 1
12 Lo Que Se Calló
ciudad había gente atenta a la distribución de armamento.
Los facciosos contaban con el apoyo del comandante de
Carabineros, coronel Guzmán Gamboa, y del influyente
militar general Alfredo Ovando Candia, quienes se
comprometieron a sacar sus fuerzas para enfrentarse
con los movimientistas y sus organismos de represión.
A mediodía llegó a la casa de la Larecaja el joven dirigente
universitario Fausto Medrano, apodado “Cruceñito”, con la
misión de salir a ver cómo estaba la situación. Así lo hizo
en dos oportunidades, a las 12.30 y a las 15.00.
El alzamiento comenzó a las 11.05. Un grupo de falangistas
tomó Radio Illimani, que funcionaba entonces en los
actuales predios de la Casa de la Cultura, para azuzar a
la población a levantarse contra el Gobierno.
A las 11.20, la plana mayor de la FSB asaltó el cuartel
Sucre por la entrada de la calle Bolívar (hoy FELCC),
para capturar armas y entregarlas en varios puntos de
la ciudad. Otros objetivos importantes fueron Tránsito y
Teléfonos Automáticos, para dotarse de más armamento
y cortar las comunicaciones.
La asonada cayó en una constante debacle. No pudieron
tomar Teléfonos Automáticos. Radio Illimani, después de
20 minutos de transmisión por parte de los falangistas,
dejó de emitir mensajes por una bala que cortó uno de
los cables.
El grupo encargado de tomar Tránsito logró su objetivo
después de un fiero combate. Se distribuyó armamento
a varios jóvenes de FSB; sin embargo, cerca de las 16.30
cayó el último reducto por la superioridad militar sumada
a la de las milicias.
En el centro de la ciudad, cerca del Obelisco, el automóvil
presidencial que llevaba a Hernán Siles Zuazo y a
otras autoridades fue ametrallado, pero sin ninguna
consecuencia fatal.
Los falangistas que tomaron el cuartel Sucre se
encontraron con que en el recinto extrañamente no había
municiones; por ello, al llegar fuerzas militares, fueron
neutralizados, golpeados y hechos prisioneros, en primera
instancia, y luego ametrallados. Casi toda la plana mayor
de la FSB fue asesinada en ese lugar.
¡Guzmán Gamboa y Alfredo Ovando Candia nunca
sacaron a sus fuerzas!
Mientras, en la casa de la calle Larecaja cundía el
nerviosismo, en especial después del silenciamiento
de Radio Illimani. Únzaga se mantuvo en silencio,
preocupado y deprimido, al igual que los habitantes de
la vivienda.
Al empezar a caer la tarde, el jefe de la Casa Militar del
Presidente, coronel Arce Amaya, recibió una llamada
telefónica anónima informándole que en la calle Larecaja
N° 188 un grupo de falangistas escondía armamento. Arce
retransmitió la información al comando zonal del MNR
en la Estación Central.
A las 18.55, unos 30 milicianos llegaron a la esquina de
la avenida Perú y Larecaja. María René y María Eugenia
Serrano vieron a estos hombres armados y entraron a la
casa entre sollozos y gritos: “¡Los milicianos!”.
Cristina, con los nervios de punta, fue al encuentro de
Únzaga y Gallardo y les informó: “¡Vienen los milicianos!”.
Ambos se dirigieron al baño de los Serrano, donde ya se
encontraba Álvarez la Faye. Luego se les unió Achá. Álvarez
Oscar Únzaga de la Vega rodeado de “sus camisas blancas”.
Antorcha Nro. 1
desenroscó el foco del baño para que los milicianos no
los vieran en caso de ingresar.
Desde la ventana observaron a los milicianos, armados
con fusiles y pistolas ametralladoras. Únzaga preguntó:
“¿Qué pasa?”. Achá exclamó: “Estamos vendidos”. La
preocupación de ser traicionados rondaba a toda la
cúpula de la Falange porque el Gobierno tenía agentes
y militantes infiltrados en la FSB, así como muchos
falangistas, por necesidad o simple vileza, vendían
información de todo tipo, lo que le posibilitaba al MNR
estar al tanto de las actividades conspirativas.
Por la tensión, comenzaron a fumar. Únzaga, Achá y
Gallardo estaban armados y podían responder al fuego,
pero decidieron no hacerlo para no comprometer a la
familia que les cobijaba.
Entretanto, los milicianos entraron a la casa y destrozaban
todo en busca de armamento y objetos valiosos. Al entrar
a uno de los dormitorios, encontraron a Cristina y María
René, quienes gritaban y lloraban por el terror.
Cuando los movimientistas llegaron a la sala, hallaron
a Fausto Medrano. Éste se hizo pasar por el enamorado
de María Eugenia.
En otra parte de la casa, el coronel Serrano trató de
enfrentarse con los milicianos, pero éstos dispararon
sus fusiles y lo amilanaron. Su esposa también comenzó
a gritar y llorar.
Dentro del cuarto de baño, Álvarez la Faye se escondió
en el interior de un estante. Achá pensó que era mejor
entregarse, pero por el nerviosismo no encontró el pestillo
de la puerta. De pronto, se escucharon tres disparos,
acompañados de fogonazos.
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El presidente Hernán Siles junto a milicianos armados, La Paz - Bolivia, 1959.
Facebook: Francisco Xavier Garcia Guarachi.
El inicio del misterio
Al no encontrar armamento, los milicianos decidieron
irse. Aunque parezca increíble, no ingresaron al cuarto
de baño. Según su propia declaración, Gaby de Serrano
impidió que un miliciano lo hiciera, con la argucia de que
en la calle ya capturaron a unos falangistas.
La familia Serrano se abrazó y se alegró porque no
atraparon a su líder. Pero la sorpresa fue enorme cuando
Achá y Álvarez la Faye salieron del baño con una trágica
noticia: ¡Únzaga y Gallardo estaban muertos!
Cristina y su suegro no salían de su asombro. Al no haber
luz, el coronel ajustó la bombilla. Óscar y René estaban
tendidos, ambos con los cráneos destrozados. Al lado de
cada cuerpo había un arma: una Mauser calibre 32 de
Únzaga y un revólver Schmidt & Wesson calibre 38 de
Gallardo. También sacaron una pistola plana de uno de
los bolsillos de Óscar. Los tres camaradas que quedaban
vivos, al ver a su jefe y a su compañero sin vida, huyeron
en ese instante.
Cristina, aturdida, tomó la Mauser y lavó la sangre, la
envolvió en papel periódico y la ocultó en una maceta.
Luego, levantó el revólver de Gallardo y procedió de la
misma manera, pero ésta la entregó a su suegro. Serrano
bajó al departamento de la familia Caballero, que no
tenía nada que ver en el asunto, y les dio el arma con el
pretexto de que prefería regalarlo a que la encuentren
los milicianos, porque era un recuerdo de la Guerra
del Chaco. Fanny de Caballero escondió el revólver en
un saco de maíz. Respecto de la otra arma de Únzaga,
14 Lo Que Se Calló
inexplicablemente continuó en posesión de la familia
Jiménez, incluso cuando huyó del país, meses después.
Medrano escapó en dirección de la avenida Perú, donde
fue apresado y trasladado al Control Político. Julio Álvarez,
escondido en un cuartito que los niños usaban como un
centro de reuniones debajo de las gradas de la planta
baja, fue encontrado horas después de manera fortuita.
Achá, con su característica frialdad, logró asilarse en la
Nunciatura.
Como era de esperar en personas de acérrima fe, María
Eugenia salió en busca de un cura. Volvió con el sacerdote
Luis Mellon para que bendijera a los cadáveres. En ese
cometido, Mellon notó que Únzaga tenía un cigarrillo
consumido en su mano derecha, tal como después
declaró en la Fiscalía.
El dentista Luis Serrano tuvo un amargo destino. Ajeno
a todo lo sucedido, llegaba a su casa, fue reconocido y
llevado al Control Político, donde fue torturado durante
días.
A las 21.00, el Dispensario Carmen de Serruto, hoy
Asistencia Pública, recibió la llamada de una mujer que
solicitaba de urgencia una ambulancia para unos heridos.
Una vez trasladados los cuerpos al Hospital General, el
médico Félix Sahonero Rojas fue el primero en reconocer
a Únzaga de la Vega. Los documentos que portaban así
lo confirmaron.
Federico Álvarez Plata, uno de los hombres fuertes del
MNR, llegó a la morgue de este nosocomio y confirmó
que el cadáver era de Únzaga. Prontamente, llamó al
presidente Siles Zuazo, quien sintió profundamente
la muerte de su otrora amigo, al que consideraba un
verdadero nacionalista.
Confirmada la identidad de Únzaga, el Gobierno dispuso
un nuevo allanamiento a la casa de la Larecaja. Esta vez,
toda la familia y habitantes de esta vivienda fueron
apresados. También se encontró el arma escondida en
la maceta.
La autopsia
Cerca de las 23.00, el médico Edmundo Ariñez Zapata
fue convocado para practicar una autopsia por encargo
directo del presidente Siles. Le recogió un vehículo del
Control Político. En el camino recogieron a otros colegas,
entre ellos a Hernán Messuti.
La autopsia se desarrolló con la presencia de la prensa
y bajo la vigilancia del temible San Román —entonces
alejado de la jefatura del Control Político por el cambio
de gobierno pero que en realidad no dejaba de ser
el mandamás de los órganos de represión, pese a la
repulsión que le tenía Hernán Siles— y su lugarteniente,
Adhemar Menacho, exfalangista convertido en verdugo
de sus antiguos camaradas.
A las 03.00 del lunes 20 de abril, los médicos concluyeron
que el fundador de la Falange se suicidó con un tiro
en la cabeza, el proyectil ingresó por la sien derecha
y, aparentemente, al chocar con el hueso de la sien
izquierda, rebotó en ángulo agudo, saliendo al exterior
después de perforar el hueso occipital derecho.
¡No había duda. Era un suicidio!
El forense Machicado procedió a redactar el protocolo
de la autopsia.
Mientras se lavaba el cadáver, Messuti se acercó, por
ciertas sospechas que tenía sobre el disparo, y vio en la
sien izquierda un gran coágulo apelmazado, y tras pedir
que se lavara esta parte, descubrió que había dos orificios
de bala. El galeno levantó la voz: “¡Ese Protocolo no sirve,
pues aquí hay dos orificios de bala en la sien izquierda!”.
¡Todos quedaron paralizados!
Versión de una pasión vedada
El investigador Tomás Molina Céspedes narra una historia
plasmada en “Únzaga: ¿Homicidio o Suicidio?”, en la que
sostiene que la muerte del líder de FSB se debió a una
relación de sentimientos prohibidos.
Molina fundamenta el relato en las declaraciones de
Wálter Guevara Arze, en un momento en el que el político
movimientista pasó de ser un todopoderoso personaje
a ser un indeseable miembro del partido gobernante,
puesto bajo la mirada del sistema represor del Gobierno.
Así, Guevara detalló que la llamada que recibió Arce
Amaya en sentido de que había armamento en la casa
número 188 de la Larecaja, fue hecha por Blanca de
Prudencio, cuyo esposo, Amado Prudencio, sostenía un
amor oculto con María Cristina Jiménez de Serrano. Esta
relación generó en la ofendida esposa un resentimiento
www.loquesecallo.com 15
 A su vez, Carlos Tovar Gutzlaff, fiscal de Partido en lo Penal,
y dos colegas se dieron a la tarea de investigar de oficio
las muertes de Únzaga y de Gallardo. Entrevistaron a los
involucrados, recopilaron material fotográfico y analizaron
la prensa. Concluyeron en que no hubo suicidio sino
homicidio, sindicando a Enrique Achá y a Julio Álvarez
la Faye.
Por su parte, el equipo designado por la OEA llegó a La
Paz; entre sus miembros estaban el penalista chileno
Daniel Schweitzer, el médico peruano Jorge Avendaño y
el abogado mexicano Rodolfo Chávez Calvillo. El Gobierno
boliviano también contrató a otros siete especialistas,
todos chilenos, con amplia y reconocida experiencia.
La investigación de este grupo refutó la versión de Achá,
ya que del piso a la ventana hay siete metros y no había
dónde apoyarse; además, el asesino debía tener un brazo
de 1,70 metros para aproximarse a las víctimas. La misión
culminó su labor e informó que Únzaga se suicidó con la
pistola Mauser; al estar agonizante, Gallardo le dio un tiro
sin límites, más aún por vivir a la vuelta de la esquina de
la casa de los Serrano.
Blanca vio en el alzamiento del 19 de abril una
oportunidad para vengarse de María Cristina, de ahí
que maquinó la idea de hacerla sufrir al ser su vivienda
requisada o, “a lo mejor”, ser llevada al Control Político.
De acuerdo con Molina, la esposa de Prudencio ignoraba
la presencia de Únzaga en el domicilio de la Larecaja.
de gracia con el revólver Smith Wesson y, acto seguido,
se pegó un tiro.
Pese a la enorme expectativa, este equipo dejó mucho que
desear: no hizo la prueba del guantelete en los cadáveres
ni en quienes estuvieron en la casa; tampoco tomó en
cuenta el cigarrillo entre los dedos de la mano derecha
de Únzaga porque el padre Mellon dejó el país, según los
falangistas, tras una hábil maniobra de la Cancillería. Otro
hecho anecdótico fue que no se pudo sacar el revólver
del saco de maíz porque, tal como lo menciona Sanjinés,
“un enorme gallo rojo no se los permitía”.
Añadido a todo esto, un manto de duda cayó sobre las
investigaciones debido a la gran suma que recibieron
los peritos. Enrique Achá denunció que “por 700.000
dólares se pueden decir muchas cosas”, como lo menciona
Sanjinés a tiempo de poner como evidencia de un mal
trabajo de la OEA el relato de Alberto del Carpio, un
reconocido personaje de la época, quien aseguró que
mientras vivía en Chile, uno de los miembros de la misión
de la OEA le comentó que el informe sobre la muerte de
Únzaga “fue una farsa muy bien pagada”.
La sociedad no aceptó el informe de los expertos, y con
ello emergió la duda, más aún cuando circularon fotos
de la autopsia, en las que se descubrieron equimosis en
las manos de Únzaga y un hematoma en su frente, así
como la ausencia de sangre en la ropa del malogrado líder.
En 1971, la FSB le dio una mano al MNR para gobernar
conjuntamente con Hugo Banzer Suárez, dejando de
lado el pesar, sufrimiento y muertes durante el gobierno
del doble sexenio, desechando toda la documentación
acumulada que debía ser presentada en un proceso
contra Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Zuazo.
A pesar de que varios falangistas de esa época aceptaron
la hipótesis del suicidio, flotan en el aire muchas dudas
sobre los hechos del 19 de abril de 1959: ¿Por qué el
accionar de los falangistas fue tan fácil en un inicio y
después se volcó en tragedia por una serie de hechos
“fortuitos”? ¿Por qué en el cuartel Sucre, extrañamente,
no había munición para las armas? ¿Por qué Hernán Siles
no sancionó a los autores materiales del asesinato a los
falangistas en el cuartel Sucre? ¿Por qué Guzmán Gamboa
y Ovando Candia no fueron relevados y sancionados
pese a que se comprobó su complicidad inicial en
el levantamiento? ¿Por qué no se tomó en cuenta el
cigarrillo que Únzaga tenía en la mano derecha cuando
yacía muerto? ¿Por qué los milicianos no entraron al
cuarto de baño donde estaban Únzaga y sus camaradas?
¿Por qué la vestimenta de Únzaga no tiene manchas de
sangre? ¿Por qué nunca se habló de las heridas en las
manos y cabeza de Únzaga? Etcétera, etcétera.
¡Tragoedia finita est!

Enrique Achá Álvarez

Bibliografía
Achá se asiló en la Nunciatura y luego fue exiliado a Chile. 1. Cajías Lupe. (2011). Morir en mi cumpleaños. Punto de Encuentro.
Allí dio una conferencia de prensa sobre la muerte de 2. Landívar, H. (1966). Terebinto drama nacional.
Únzaga. Reveló que el 19 de abril, la ventana del fondo 3. Landívar Flores, H. (1965). Infierno en Bolivia. Talleres Gráficos Bo-
livianos.
se abrió violentamente y apareció un brazo, momento en 4. López Murillo, R. (1955). Yo fugué de un campo de concentración:
el que se escucharon tres detonaciones. También puso relato de la vida en los campos de concentración del M.N.R. (Movimiento
énfasis en la profunda convicción religiosa y el temple Nacionalista Revolucionario). Unión Democrática Boliviana: Acción
Democrática Boliviana.
de Únzaga, aspectos que, según él, impedían la idea de 5. López Murillo, R. (1966). Bolivia, cementerio de la libertad. Empresa
suicidio. Sin embargo, no pudo o no supo responder por Editora “Novedades”.
qué los balazos en la cabeza de Únzaga eran de calibres 6. Molina, T. (1999). Unzaga ¿Homicidio o suicidio? Editora J.V.
y armas diferentes. 7. Peñaranda Rivera, M. (1965). Entre los hombres lobos de Bolivia.
Instituto de Ediciones Americana.
8. Sanjinés, R. (2013). Únzaga, La voz de los inocentes. Apoyo Gráfico.
Intervienen la Fiscalía y la OEA 9. Vásquez Michel, W. (2010). Memorias. Industrias Gráficas Beraca.

Ante esta cadena de sucesos, con cerca de 2.000 presos Webgrafía:

en un día, más de 70 muertos y un sinfín de heridos, la 1. Antorcha. Gaceta Oficial de Falange Socialista Boliviana. (2019, abril).
población se volcó a la hipótesis del asesinato de Únzaga. Oscar Unzaga de la Vega fue asesinado. Recuperado de http://falan-
gesocialistaboliviana1.blogspot.com/2019/04/oscar-unzaga-de-la-ve-
El Gobierno tenía que hacer algo para limpiar su imagen. ga-fue-asesinado.html
Siles apeló a la Organización de Estados Americanos 2. La Falange Socialista Boliviana y la Elecciones del 17 de Junio. (s.f.).
Recuperado de
(OEA) para que una comisión calificada investigara
https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documen-
exclusivamente la muerte del jefe falangista, obviando tos/10221.1/82677/1/204655.pdf&origen=BDigital
otras, como las del cuartel Sucre. La OEA, que no cuenta 3. Informe resumen sobre las violaciones a los derechos humanos du-
con especialistas ni mucho menos tiene potestades de rante qlos gobiernos de Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Zuazo;
junio 2001 (partes sobresalientes). (s.f.). Recuperado de
investigación, decidió contratar un equipo especial, https://es.wikisource.org/wiki/Informe_resumen_sobre_las_violacio-
pagado por el Estado boliviano. nes_a_los_derechos_humanos_durante_los_gobiernos_de_V%C3%A-
Dctor_Paz_Estenssoro_y_Hern%C3%A1n_Siles_Zuazo._junio_2001_
(partes_sobresalientes)

16 Lo Que Se Calló www.loquesecallo.com 17

 “Dejen las cosas
como están” MARCO FERNÁNDEZ RÍOS

A
Mina Viloco.
www.mindat.org

Cincuenta y cinco años después de la
tragedia de Viloco —en la que murió el
plantel de The Strongest—, todavía hay
vacíos e hipótesis sobre si se trató de un
accidente o un atentado.
quella tarde del viernes
26 de septiembre de
1969, en una cancha de
tierra del centro minero
Viloco, Alejandro Apaza
y sus también jóvenes
amigos no tenían más
pensamientos que los de
gambetear a los defensores
y meter el balón en el arco;
pero su concentración fue
interrumpida por el ruido
estentóreo de los motores de un avión que sobrevolaba
a baja altura. No lo sabían, pero en el cielo se jugaba otro
partido —de vida o muerte—, en tanto —ese mismo
día— en el ámbito político también había una lucha por
el poder, en una confusión que — 55 años después—
todavía no tiene respuestas claras.
1969, el año que cambió el mundo
Muchos catalogan 1969 como el año que cambió el
mundo, pues así como Los Beatles ofrecieron su último
recital en vivo —el 30 de enero, en la azotea de Apple
Records, en Londres (Reino Unido)—, la secta Familia
Manson —liderada por Charles Manson— asesinaba a
la actriz Sharon Tate y a otras cuatro personas; así como
en Nueva York se llevaba a cabo el festival de Woodstock
en agosto, en diciembre se establecía la primera
interconexión de ARPANET en tres lugares diferentes, lo
que significó el nacimiento de Internet.
Era evidente, también, que aquel año fue de
demostraciones de poder entre la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) y Estados Unidos, como parte
de la Guerra Fría, que quedó demostrada, por ejemplo,
en la lucha por colonizar el espacio, con la Misión Soyuz
5 por parte de la URSS y el Apollo 11 de la potencia
estadounidense, que significó que el primer ser humano
pisara la Luna.
En tanto, en la superficie terrestre, la Guerra Fría quedaba
demostrada por las disputa por controlar América Latina
y otros países del Tercer Mundo, con gobiernos llamados
revolucionarios o nacionalistas, como en la Cuba liderada
por Fidel Castro, el Perú del general Juan Velasco Alvarado
y Chile con Salvador Allende.
En la otra vereda, al final de los años 60 aparecieron
gobiernos militares, de tendencia derechista y arropados
por el régimen estadounidense, como ocurrió con Artur
da Costa e Silva en Brasil, Alfredo Stroessner en Paraguay
y Juan Carlos Onganía en Argentina, predecesores de los
tristemente recordados periodos militares de Augusto
Pinochet en Chile y Jorge Rafael Videla en Argentina, y
del Plan Cóndor.
Dictaduras militares en Bolivia
La etapa de dictaduras militares en Bolivia durante
estas décadas comenzó el 4 de noviembre de 1964,
cuando el general René Barrientos Ortuño —entonces
vicepresidente de la República— encabezó un golpe de
Estado contra el mandatario Víctor Paz Estenssoro, lo que
interrumpió la revolución nacional del MNR iniciada en
1952 e inauguró un largo periodo de gobiernos militares,
en tiempos de crisis económica, social y política, en los que
coroneles y generales consideraban que la Presidencia
era el último escalón de su ascenso.

18 Lo Que Se Calló www.loquesecallo.com 19


Alfredo Ovando Candia.
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Eran años complicados y oscuros, con el general Alfredo
Ovando Candia como uno de los principales personajes,
quien inició su participación ambigua en la historia con
una aparente traición al levantamiento de la Falange
Socialista Boliviana (FSB), que terminó con la muerte
extraña de su líder, Oscar Únzaga de la Vega, el 19 de
abril de 1959.
Ovando volvió a aparecer en la cornisa política cuando
cogobernó el país con Barrientos en 1965, en un pacto
que implicaba que ambos jefes militares se iban a turnar
en el mando de la nación, es decir que Barrientos iba
a completar su gestión presidencial hasta 1968, para
después dar paso a Ovando Candia.
Empero, en 1966, Barrientos candidateó y fue elegido
presidente en elecciones nacionales, con Luis Adolfo Siles
Salinas como su vicepresidente, en una gestión que se
recuerda por el Pacto Militar Campesino, la aprobación
de una nueva Constitución Política del Estado, el foco
guerrillero liderado por Ernesto Che Guevara en La
Higuera, así como la Masacre de San Juan, cuando fuerzas
militares asesinaron a mineros en Siglo XX.
Algo tiene el poder que encandila y envicia; prueba de
ello es que Barrientos se negó a dejar el poder y, con
ello, rompió el acuerdo con Ovando, ya que, incluso,
tenía planeado declararse dictador el 1 de mayo de
1969 para seguir gobernando. Tomás Molina, en su libro
“Barrientos, ¿accidente o atentado?”, refiere que todo
estaba preparado, con una milicia formada por más de
600 excombatientes de la guerrilla de 1967.
Sí, eran tiempos sombríos, de acuerdos tras bambalinas,
de traiciones, de explosiones y atentados, como la extraña
muerte del exguerrillero Guido “Inti” Peredo, quien —
según informes oficiales—, al verse rodeado por fuerzas
de seguridad en una casa de la calle Santa Cruz, lanzó
una granada que rebotó en el marco de una ventana y
reventó en su cuerpo.
Otro de aquellos hechos que no encontraron respuesta
fue cuando Barrientos estuvo a punto de morir en un
helicóptero. Al respecto, el periódico Presencia, en su
edición del 29 de marzo de 1969, titula: “Sufrió percance
el helicóptero del Presidente”, en una nota que relata lo
siguiente:
“El helicóptero presidencial sufrió un grave desperfecto
mecánico en pleno vuelo, poniendo en peligro las vidas
del presidente Barrientos y del general Ovando, quienes
se trasladaban en esa nave a Luribay, en La Paz. Ambos
generales debían asistir a la inauguración de un colegio
secundario construido por la Prefectura de La Paz. A los
45 minutos de vuelo, según los informes, el Presidente,
el Comandante en Jefe de las FFAA y el piloto observaron
fallas en el motor y a medida que pasaba el tiempo se
presentaron llamaradas que amenazaban con un incendio
al helicóptero. Ante ese serio percance, el Presidente
ordenó al piloto retornar a la base de Cochabamba, donde
llegaron antes de que el peligroso desperfecto ocasionara
el desenlace trágico”.
Faltaba poco para el anunciado 1 de mayo, día en que
Barrientos iba a declararse dictador, pero ocurrió otro
incidente (o atentado) que terminó con él. El domingo
27 de abril de 1969, el Presidente murió en un extraño
accidente de helicóptero en Arque, en el departamento
de Cochabamba. La versión oficial indica que las aspas
de la aeronave se enredaron en los cables de alta tensión
de la quebrada, aunque otros testigos aseguran haber
escuchado balazos en el momento del hecho fatídico.
De acuerdo con la sucesión constitucional, Luis Adolfo
Siles Salinas, en su condición de vicepresidente, asumió
la primera magistratura del país, ataviado con conflictos
en distintos flancos, carente de respaldo político y con
renuencia militar.
Esta gestión presidencial iba a terminar en 1970 y las
proyecciones de voto favorecían al general Armando
Escóbar Uría, entonces alcalde de La Paz, y al general
Ovando Candia, comandante en jefe de las FFA, pero
este último decidió precipitar su ascensión con un golpe
de Estado en el quinto mes de gobierno de Siles Salinas,
exactamente el 26 de septiembre.
Una celebración mortal
El miércoles 24 de septiembre, el presidente Siles Salinas
viajó a Santa Cruz para acompañar los festejos por su
aniversario cívico, con entrega de obras y actividades
protocolares hasta el jueves 25, por lo que su retorno
a la sede de gobierno estaba previsto el día siguiente.
Cuando el Primer Mandatario se encontraba en el
aeropuerto El Trompillo, su cuerpo de seguridad le
informó que en La Paz se estaba llevando a cabo un golpe
de Estado, y que habían ordenado que fuera detenido, por
lo que salió de la terminal aérea y escapó, según algunos,
a la Nunciatura de la Iglesia Católica, otros afirman que se
refugió en la Universidad René Gabriel Moreno, mientras
que algunos aseguran que recibió asilo en la hacienda de
un ganadero antes de que se exiliará en Chile.
Tal vez nadie notó su ausencia, ya que El Trompillo estaba
atiborrado de gente, después de los actos cívicos y, en
especial, por la feria agrícola ganadera, por lo que Lloyd
Aéreo Boliviano (LAB) habilitó dos vuelos a La Paz. Uno
de éstos era un avión Douglas DC-6B, que tenía como
capitán a Teddy Scott Villa, a Alberto Estrugo como
copiloto, Germán Guzmán como ingeniero de vuelo, y
Rosario Vergara y Carlos Fiorilo como asistentes. En tanto,
entre los 69 pasajeros se encontraba el primer plantel de
The Strongest.
Aquel viernes 26, el abrupto golpe de Estado iba a pasar
al banco de suplentes por la tragedia aérea de un equipo
de fútbol

Alfredo Ovando Candia y René Barrientos juran como copresidentes, noviembre de 1964. Luis Adolfo Siles Salinas (izq.) y Alfredo Ovando llevando el ataúd de René Barrientos, abril de 1969
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20 Lo Que Se Calló www.loquesecallo.com 21

 Un avión desaparecido
Para realzar los festejos cruceños, las autoridades locales
organizaron un cuadrangular entre Oriente Petrolero;
un combinado compuesto por jugadores de Blooming,
Destroyers y Guabirá; Cerro Porteño de Paraguay, y
Mariscal Santa Cruz de La Paz, pero al no llegar a un
acuerdo, el último equipo invitado fue The Strongest.
Al equipo atigrado no le fue bien en ese campeonato,
pues cayó derrotado ante el combinado 4-O, así es que
la dirigencia decidió adelantar el vuelo de regreso a La
Paz el viernes 26 de septiembre, con el fin de jugar por
el torneo departamental el domingo.
El Trompillo estaba lleno de gente que quería
transportarse al occidente, con un equipo de fútbol
y algunas autoridades gubernamentales entre los
pasajeros, como Yerko Garafulic —periodista deportivo y
exsubsecretario de Asuntos Campesinos— y Julio Álvarez
La Faye —quien había sido nombrado embajador de
Bolivia en Japón por Siles Salinas—. El cuatrimotor DC-6B
despegó a las 14.10 sin novedad.
A las 15.15, el capitán Scott se tomó contacto con la
estación de operaciones de Cochabamba, para informar
de la altitud y normalidad de vuelo. Quince minutos
después, las estaciones de Cochabamba y La Paz, que
seguían el curso de la nave, perdieron su contacto.
22 Lo Que Se Calló
Tres vuelos simultáneos
El piloto Juan Carlos Moreira, tripulante de una aeronave
que volaba a la misma hora que el DC-6B —en la ruta
Trinidad-Cochabamba—, relata, en una entrevista para
el libro “Viloco – 50 años de la tragedia aérea de The
Strongest”, cómo fue que tres aviones volaron al mismo
tiempo la tarde del 26 de septiembre.
“Era mucha la cantidad de humo procedente del Chaco
(…), teníamos que realizar una aproximación instrumental
porque la visibilidad era muy baja, máximo de un
kilómetro y medio. En el tramo que realizábamos con
el capitán López debíamos ascender a 16.500 pies para
cruzar la cordillera en condiciones instrumentales”.
Justamente a esa hora también volaba un tercer avión (un
Curtiss) que transportaba carne desde Beni hasta Oruro
y que intentaba cruzar la cordillera.
“A esa hora había mucha nubosidad y, debido al hielo,
aquel avión tuvo una falla de motor y tuvo que regresar.
Poco antes, el avión DC-6 había salido de Santa Cruz con
los 69 pasajeros, y como hemos coincidido los tres aviones
en la frecuencia, nos hemos hablado con el copiloto del
DC-6, que era Germán Guzmán”.
“Estaba por delante nuestro el Curtiss; en ese momento
le falló el motor y se declaró en emergencia. Entonces, el
ATC (Control de Tráfico Aéreo) Cochabamba declaró QRT
en la frecuencia, esto quiere decir silencio en la frecuencia,
o sea que ningún avión puede interferir ni ningún piloto
hablar nada, y la frecuencia de la radio está habilitada sólo
para la atención del avión en emergencia”.
Fueron los momentos más duros para los pilotos del avión
carguero que iba a Oruro:
— Estamos descendiendo, estamos en instrumentos en
medio de las nubes.
— ¿Qué altura tienen?
— 10.000 pies, 8.000 pies, 7.000 pies…
El motor se había averiado cerca de la laguna Bolivia,
dentro del actual Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro Sécure, en territorio beniano. Todo parecía que
iba a terminar mal; no obstante, visualizaron una pista en
una estancia y aterrizaron sin mayor problema.
“Entonces todo se normalizó al saber que ese avión ya
estaba en tierra. Por su parte, el DC-6 ya había pasado
y nosotros estábamos haciendo el procedimiento para
aterrizar en Cochabamba. Seguía habiendo demasiado
humo”.
El DC-6 tenía que llegar a La Paz a las 16.00, pero a las
16.15 había perdido señal y se desconocía su rumbo.
“Para un avión de esa categoría como el DC-6, que es tan
veloz, 15 minutos son demasiado. Entonces concluimos
que ese avión estaba en tierra el algún lugar, o sea ha
tenido un accidente”, recuerda Moreira.
Búsqueda e hipótesis
El periodista Tito de la Viña rememora que aquella tarde
cumplía funciones en Radio Altiplano, con transmisión
para el programa Cabalgata Deportiva. Aproximadamente
a las 17.00, el ambiente se llenó de incertidumbre por
el paradero del avión que transportaba a la delegación
stronguista.
“El ambiente agitado de aquella jornada de cambio de
gobierno obligó al programa Actualidades a informar,
casi sin pausas, sobre los acontecimientos políticos que
sacudían el país, con el derrocamiento de Siles Salinas;
pero la desaparición de la nave fue virando la angustia
de todos”, afirma en una entrevista para el libro “Viloco,
50 años de la tragedia aérea de The Strongest”.
“Los teléfonos repiqueteaban y sonaban sin cesar,
preguntando detalles de lo que presumiblemente había
ocurrido y el temor de recibir trágicas noticias fue en
aumento durante el sábado y el domingo”, afirma el
periodista deportivo.
Como respuesta a la incertidumbre por la ubicación del
DC-6B, el periódico Hoy titulaba el sábado 27: “¿Secuestro
o accidente?”, pues se especulaba que la aeronave había
sido secuestrada y llevada a territorio peruano, según
trascendidos de emisoras radiales de Arequipa, Puno,
Lima y Arica.
Casi de inmediato, naves del LAB, Fuerza Aérea Boliviana
(FAB), Transporte Aéreo Boliviano (TAM), Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), USAF, Urdini Motors
y Grace Co. empezaron la búsqueda. En tierra apoyaron
la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), la
Empresa Nacional de Ferrocarriles, la Corporación Minera
de Bolivia (Comibol) y la Prefectura de Oruro, informaba
el periódico Última Hora.
¿Dónde se encontraba el avión?
La tarde del viernes 26, Alejandro Apaza —joven de 23
años y vecino del distrito minero Viloco—, sin quererlo,
se convirtió en un testigo del accidente: “Ese día, yo en
la cancha estaba jugando y de repente vemos un avión
dando vueltas bien bajito. Nosotros dijimos: ‘Qué ha
pasado con ese avión, qué estará buscando’. Más tarde
a nuestras casas nos hemos ido y en la noche este señor
Gabriel Pantoja —que cazaba vizcachas en la zona— ha
hablado diciendo que el avión había caído. Luego ya nos
enteramos que era un avión de The Strongest que estaba
viniendo de Santa Cruz”.
Entre las hipótesis se maneja que hubo falla mecánica
y que el accidente fue como consecuencia del desvío
de la aeronave hacia el norte, para sobrevolar Viloco,
a pedido de unos dirigentes mineros. También se dijo
que el evento ocurrió por sobrepeso, aunque el piloto
Moreira desecha esa posibilidad: “Con ese avión nosotros
sacábamos 12.000 kilos de carga, así que 70 pasajeros
estaba por debajo de su capacidad de peso”.
El lunes 29 de septiembre, el periódico Presencia explica
como posible causa del accidente que “debido a la fuerte
corriente de aire de la zona sur, la nave fue desplazada
hacia la cordillera de Tres Cruces. Se presume que el
piloto (Teddy) Scott trataba de alcanzar alguna planicie
altiplánica para realizar un aterrizaje forzoso, pero se
encontró con el cerro al final del cañadón, lo que no le
dio tiempo para realizar ninguna maniobra”.
Lo cierto es que el avión cayó en una explanada entre dos
farallones, en un lugar denominado La Cancha —a 20
kilómetros del centro minero Viloco—, donde quedaron
restos metálicos retorcidos y cadáveres mutilados, todos
esparcidos y calcinados.
Algunos medios manejaban que hubo una explosión,
otros afirmaban que la aeronave se desintegró al chocar
con el suelo. La Dirección General de Aeronáutica dispuso
que se iniciara una investigación, por lo que contrató a
dos especialistas brasileños para que coadyuvaran en los
estudios, pero no arrojaron resultados claros.
www.loquesecallo.com 23
 “Años después me entero que vino personal de la
fábrica del avión y con un perfil bajo. Ellos han hecho la
investigación, pero acá nunca nadie ha sabido qué decía
ese informe. Bueno, las hipótesis del accidente pueden
24 Lo Que Se Calló
ser muchas, como las que he escuchado de que fue un
atentado o que había empresarios mineros que querían
sobrevolar sus minas”, dice Moreira.
Arce Gómez, el testigo ¿involuntario? edecanes. Esos rumores son absolutamente falsos. Yo, en
de la historia lo personal, era y soy stronguista y lamenté la muerte de
todos los integrantes de ese equipo”, comentó al escritor
Tomás Molina en el libro “Con el testamento bajo el brazo.
El exministro y exdirigente atigrado Edgar Millares Reyes,
sin quererlo, abrió otra vez el debate acerca de las causas
El periodista Carlos Revollo Herbas, en su libro “Pasión
del accidente del 26 de septiembre, porque él iba a viajar
por el periodismo”, tiene una hipótesis con relación
en el avión que se accidentó, pero le hicieron bajar debido
al accidente: “En un principio se había pensado que
a un supuesto sobrepeso y programaron su traslado una
se trataba de un accidente. Pero posteriormente se
hora después.
denunció que por orden de Alfredo Ovando Candia
se había colocado una bomba en esa aeronave ante la
“El presidente Luis Adolfo Siles Salinas estaba en Santa
presunción de que el derrocado Luis Adolfo Siles Salinas
Cruz y debía viajar en el vuelo que relatamos. Por alguna
se embarcaría en ella para trasladarse a La Paz. La misma
razón no fue así y se quedó el Mandatario en Santa
denuncia señalaba que cuando preguntaron a Ovando
Cruz. Estaban en acción los operadores políticos del
qué harían con la bomba cuando se supo que Siles Salinas
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general
no iba a tomar ese vuelo, su respuesta fue: ‘DEJEN LAS
Alfredo Ovando Candia, y se ha sostenido que el avión
COSAS COMO ESTÁN’”.
caído en Viloco fue un atentado, lo que hasta donde
se sabe no se desmintió. Lo curioso en mi caso es que
Molina volvió a preguntar a Arce Gómez si era responsable
en el vuelo que arribé me tocó sentarme al lado de un
del atentado contra el avión DC-6B el 26 de septiembre, y
misterioso militar, Luis Arce Gómez”, quien no cesaba de
éste respondió que sí estaba en la capital cruceña, aunque
tomar fotografías en el trayecto. “¿Pretendía llegar con su
con el Colegio Militar, para participar en una competencia
lente al avión de Viloco?”, se pregunta Millares.
de equitación. “Yo nunca, nunca me hubiese prestado a
intervenir en ese ni en ningún otro atentado. Ése fue un
Luis Arce Gómez —experto en explosivos, entre otras
accidente y se comprobó que así fue”, aseguró.
habilidades— fue una de las personas de mayor confianza
del general Alfredo Ovando Candia. Por esa razón se le
Lo cierto es que Arce Gómez fue relacionado con varios
acusó de que fue autor de la explosión del avión que
atentados en los años 60 y décadas posteriores, como el
cayó en Viloco.
supuesto atentado al helicóptero de René Barrientos, la
muerte de Inti Peredo, el asesinato del periodista Jaime
“¿Cómo cree usted? Aunque sí escuché ese comentario.
Otero Calderón y del líder campesino Jorge Soliz Román,
¡Qué no han dicho de mí! Pero debo decirle que la caída de
las ejecuciones en la guerrilla de Teoponte, el accidente
ese avión fue un accidente. Ese avión cayó por sobrepeso y
aéreo en el que sobrevivió el líder político Jaime Paz
falla humana (…). El general Ovando ese día se encontraba
Zamora… “¡Escúcheme, escúcheme! Yo nunca maté ni
en Santa Cruz, en reunión con los ganaderos, y yo como su
ordené matar a nadie”, respondió el coronel.
jefe de seguridad me encontraba con él, junto a sus seis
El presidente Ovando y sus ministros Ayoroa y Arce Gómez en el dormitorio de los esposos Alexander donde estalló una bomba, marzo de 1970.
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26 Lo Que Se Calló