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MITOS y PREJUICIOS

CON LOS 9 ENEATIPOS


«Ideas sesgadas más comunes hacia los 9 eneatipos»
Por Alberto Peña Chavarino

«– ¿Tu novia es 7?, ¿pero sabes con quién te juntas?, ¡los 7 evitan el
compromiso porque tienen ​filofobia...no te puedes fiar de ellos​!, además es un 7
sexual-trasmisor… te va a volver loco… bueno, tú sabrás lo que haces...»
«– Ah, así que eres un 6..., creía que eras 3..., parecías tan eficaz y profesional…
bueno, en realidad en nuestro departamento estamos buscando solamente a
perfiles orientados a objetivos, no podemos contratar a alguien tan ​dubitativo​».
«– ¿Dónde se ha visto a un 9 militar? ¡pero si los 9 son p​erezosos y ​pacifistas​!
es imposible que un 9 pueda estar en el ejército... y mucho menos ser piloto de
combate, ¡con lo estresante que es eso!».
«– ¿Pero es un 4? entonces mejor que no venga porque en nuestro equipo no
caben ​individualismos​… buscamos personas que quieran pertenecer a un grupo
que trabaja unido, los 4 no saben trabajar en equipo ni les gusta seguir las
reglas»
Durante años he escuchado este tipo de prejuicios constantemente, no sólo a
diletantes aficionados al Eneagrama sino también a profesores experimentados.
Yo me he sorprendido a mí mismo en ocasiones sintiendo cierta aversión o
pensando excesivamente mal de algún eneatipo o subtipo; e incluso alguna vez
mis alumnos me han recriminado que a veces fuera imparcial a la hora de
explicar algún eneatipo en concreto: «– Alberto, aunque seas un 6, creo que eres
demasiado duro con los de tu eneatipo porque os criticáis demasiado; – Alberto,
parece que los 9 no te interesan porque no hablas con la misma intensidad de
ellos como cuando hablas de los 4 o de los 7…» Ninguno de nosotros –ni
siquiera los profesores de Eneagrama– estamos libres de prejuicios, y tenemos
que estar muy alerta para no crear clichés ni malentendidos.
Es bastante curioso descubrir cuán diferentes son las percepciones de cada
experto en su forma de entender los 9 eneatipos y su visión del eneagrama; la
metáfora de los ciegos que no saben identificar al elefante es paradigmática1.

1
Metáfora Sufí de los ciegos rodeando al elefante intentando averiguar qué es lo que están tocando con las
manos: uno toca la trompa y cree que es una cuerda, otro toca una pata y cree que es el tronco de un árbol...

CopyRight © Alberto Peña Chavarino – Psicología del Eneagrama 1


A los psicólogos cognitivo-conductuales no les sorprende este fenómeno, puesto
saben que nuestras experiencias modifican enormemente nuestra visión de la
realidad: quien de niño le mordió un perro (aunque fuera un perrito simpático
que solo quería jugar sin hacerle daño) pudo adquirir una fobia a los perros; de
manera similar, quien ha tenido una mala relación con un eneatipo en concreto
ha podido desarrollar una fobia o un sesgo2 aversivo hacia ese tipo en
específico. Por ejemplo, si tuviste una pareja 8 que fue muy dura, controladora e
invasiva, pensarás que todos los 8 son así de dominantes e impositivos, y ese
fuerte sentimiento rechazo te llevará a evitar a los 8… El problema es que ese
prejuicio hacia unos pocos «8 agresivos» te impedirá abrirte y relacionarte
positivamente con otros muchos «8 nobles, amables y caballerosos3».
¿Y eso por qué ocurre? bueno ocurre porque las personas no nos damos cuenta
de nuestros propios sesgos; creemos que somos conscientes de lo que pensamos,
pero la ciencia ha descubierto que la mayoría de nuestros procesos mentales son
intuitivos y automáticos (Haidth, 2018)4; así pues, cuando algún profesor ha
tenido una mala experiencia con un eneatipo generalmente le va a atribuir
características negativas a ese tipo, obviando sus virtudes y aspectos positivos.
Por este motivo he creído necesario escribir un capítulo hablando de los mitos y
los prejuicios que existen hacia los 9 eneatipos del Eneagrama. Porque una cosa
es hacer bromas y chistes clichés sobre los 9 eneatipos y otra cosa es caer en
sesgos que nos ciegan en una visión limitada y falsa del ser humano.
No hay eneatipos mejores o peores, porque las ​eneagafas no hacen a la persona:
si tú eres buena persona tus gafas te ayudarán a ser una buena persona de una
manera; si eres egoísta tus gafas te harán ser egoísta según tu eneatipo. El nivel
de equilibrio o desequilibrio depende de la madurez de la persona, no de su tipo.
Te recuerdo ​eneagramanauta que s​ i quieres entender el Eneagrama has de
comprender que –debido a la configuración ​semirígida5 de nuestro sistema
neurológico– las personas somos paradójicas, contradictorias y confusas:
muchas veces pensamos, sentimos y hacemos una cosa y la contraria a la vez;
de ahí vienen nuestros ​movimientos cognitivos oscilatorios (el enea-péndulo).
Veamos a continuación algunos de los prejuicios, mitos e ideas sesgadas más
comunes que se suelen escuchar en el ​mundillo​ del Eneagrama:

2
Un sesgo cognitivo es un filtro perceptivo que modifica nuestra comprensión de la realidad.
3
Un 8 caballeroso y noble sería Rhett Butler –el protagonista de la película ​Lo que el viento se llevó​–.
4
Jonathan Haidt en su libro «The Righteous Mind»
5
Edward de Bono, en su libro «La mente como agua».

CopyRight © Alberto Peña Chavarino – Psicología del Eneagrama 2


Enea-prejuicio Eneatipo 1: el rígido perfeccionista
Comúnmente se tacha a los 1 como personas rígidas, inflexibles e incluso frías
que ponen la razón por delante de la emoción; y es cierto que probablemente te
encuentres durante tu vida algún 1 desequilibrado que lleve al extremo su
«unismo» siendo híper crítico –e incluso hipócrita–, reprochando abiertamente
la inmoralidad de los demás precisamente de aquellas cosas que él no cumple.
Pero lo normal es que los 1 que te encuentres se muestren socialmente mucho
más positivos, tolerantes, abiertos de mente y flexibles en sus planteamientos; a
muchos 1 les encanta reírse, disfrutar –después de trabajar– y pasarlo bien.
Según mi experiencia me he encontrado a ​sietes y ​cuatros incluso mucho más
críticos y puntillosos que los propios unos (porque van a su flecha 1 ​a lo bestia)​ .
Ten presente que la psicología del eneatipo 1 se basa en su manera particular de
estructurar y enjuiciar la realidad etiquetando como ​correcto o incorrecto según
sus ​estándares internos​, y estos pueden variar enormemente. Si para un 1 ser
«flexible y abierto de mente» es ​la forma correcta de ser, paradójicamente, –y
aunque cueste creerlo–, verás que se mostrará «rígido, crítico e inflexible»
precisamente ante aquellos que se muestren «rígidos, críticos e inflexibles»; y
será condescendiente con aquellos que sean «flexibles, abiertos y moderados» :)
Si un 1 piensa que «trabajar demasiado» es incorrecto porque así no se disfruta
de la vida o «ser demasiado ordenado» es ineficaz porque supone una pérdida
de tiempo, entonces ese 1 no será trabajo adicto, ni tan pulcro en su
organización.
En mi época de estudiante, mi amigo Rodrigo –1 social– después de estudiar
duro durante la semana, al llegar el viernes se enfadaba con nuestro grupo de
amigos por no tener un plan de fin de semana y criticaba nuestra pereza de no
tener iniciativa para salir de fiesta ni ideas nuevas para divertirnos.
Mientras veía las noticias de la televisión, mi padre –1 transmisor– se enfadaba
muchísimo y criticaba abiertamente a los periodistas que eran pesimistas ante el
futuro o daban opiniones excesivamente negativas de la sociedad: «Desde que
yo era niño siempre he escuchado a los tremendistas decir que todo está mal y
que el futuro va a ser un caos, cuando realmente todo ha mejorado y tenemos un
nivel de vida y prosperidad nunca visto en la historia de España.»
Por otro lado, querido eneagramanauta, según mi experiencia no es común ver
que un 1 se ponga a criticar abiertamente en lugares donde no tiene confianza
con la gente; en confianza el 1 sí se muestra más abiertamente crítico con las
cosas que no le gustan, que ve incorrectas, imprecisas, falsas o inmorales. Y
aunque el 1 parezca inicialmente tan crítico e impositivo, una vez que acepta las
cosas como son puede sorprender volviéndose mucho más tolerante y positivo .

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Enea-prejuicio Eneatipo 2: el manipulador dependiente
Uno de los mitos que más se escuchan es que son personas muy necesitadas y
dependientes que no saben vivir solas, y que dan cariño esperando recibir amor;
y efectivamente que puede que encuentres algún Dos desequilibrado que haga
ese tipo de manipulación emocional para recibir atención, pero no es lo normal.
Generalmente los D ​ os equilibrados suelen ser personas atentas que echan una
mano cuando pueden, y comprenden sus propios límites de hasta cuánto pueden
ayudar; además, los Doses suelen ser personas prácticas que se esfuerzan en
lograr sus objetivos académicos y profesionales, y rápidamente consiguen ser
independientes física y económicamente. Cuando viven en pareja, inicialmente
pueden mostrarse más «apegados», pero cuando la ​oxitocina empieza a bajar
después del natural enamoramiento inicial, los Doses vuelven a buscar su
independencia emocional y a enfocarse en sus tareas, pasatiempos y proyectos.
Ten presente que la psicología del eneatipo 2 se basa en su manera particular de
sentirse valioso y motivado a través de las ​fuentes de conexión ​que tiene
alrededor, y estas fuentes de energía, fuerza y motivación pueden variar: puede
ser un familiar, una pareja, un hijo, una relación laboral con un jefe o con un
compañero de trabajo, la fama, el reconocimiento público, o incluso con su
propia iniciativa interna de trabajar por un objetivo importante para sí mismo.
Según el instinto cada 2 se enfocará esa ​búsqueda de refuerzo energético en
ámbitos vitales diferentes: el 2c (conservación-familiar) se enfocará en cuánto
están pendientes de él en su familia e íntimos, el 2s (social-gremial) en cómo la
gente le quiere y los grupos cuentan con él, y el 2t (transmisor-sexual) en cómo
gusta a la gente públicamente y cómo le responde su pareja o amistad íntima.
Lo que suele suceder con los ​Doses es que como les cuesta explicar con claridad
sus necesidades, deseos y expectativas con los demás, muchas veces sienten que
han de reprimirse y esperar a que los demás se den cuenta; esta frustrante espera
hace que los demás les puedan ver como necesitados y ​sedientos​ de atención.
Mi hermana –2 conservación– siempre ha sido muy respetuosa con los espacios
y los tiempos de los demás, nunca ha sido invasiva ni ha manipulado a nadie; de
hecho siempre ha sido atenta con sus amigas y muy detallista con todos nosotros
(cuando prepara con detalle y entusiasmo las fiestas de cumpleaños y los regalos
de navidad). Precisamente lo que siempre he visto en mi hermana es un exceso
de cuidado por no pedir lo que quiere ni exigir nada para no molestar.
Según mi experiencia no es común ver que un 2 se ponga a manipular a la gente
ofreciendo ayuda para luego pedir algo a cambio; lo que sí suele ocurrir es que
los Doses suelen sentirse frustrados al creer que ellos están más pendientes de
los demás de lo que los demás están pendientes de ellos.

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Enea-prejuicio Eneatipo 3: el competitivo aparentador
El mayor prejuicio que he escuchado hacia los Treses es cuando les tildan de
competitivos egoístas, individuos que solo les importan sus logros y su imagen,
y que para conseguir sus objetivos no les importará mantener las apariencias,
engañar o ​dar un codazo ​al que tengan al lado con tal de ellos ponerse delante.
​ reses –los Treses equilibrados con buenos
La realidad es que la mayoría de los T
valores morales– son personas honradas que se esfuerzan por dar lo mejor de sí
mismos para ayudar en lo posible a su pareja, familiares, compañeros de trabajo
y a la sociedad. Los Treses admiran a la gente que se esfuerza por lograr lo que
se propone e intentan emular sus éxitos aprendiendo de ellos. Cuando al 3 le va
bien en su vida –cuando se siente reconocido y valorado– de manera natural le
surge del corazón el deseo de que también les vaya bien a las personas a las que
quieren, alegrándose por sus éxitos como si fueran suyos propios, y se entregan
en cuerpo y alma a ayudarles y motivarles.
La psicología del eneatipo 3 se basa en su manera particular de percibir o
reconocer su propio valor basándose en sus estándares de excelencia –​patrones
que en gran parte dependen de la cultura y el reconocimiento externo–,
sintiendo la exigencia interna de tener que ​sacar «buenas notas» en todas las
áreas de su vida para valorarse y ser reconocido y aceptado por los demás. Estos
cánones de excelencia pueden variar: serán muy diferentes para un 3 que ha
crecido en un ambiente sano –donde se ha sentido aceptado por lo que
realmente es y se le ha valorado por su honestidad, no por su imagen o
apariencias– que para un 3 que haya crecido en un ambiente insano o
desequilibrado –donde ha sentido que ha tenido que aparentar, competir y decir
mentirijillas​ para mantener su imagen o lograr sibilinamente sus objetivos–.
Si un 3 piensa que la excelencia personal reside en el esfuerzo y los logros
conseguidos honestamente, y que el verdadero éxito en la vida está en la
contribución y el servicio eficaz a los demás; entonces tendrás delante a un 3
sincero, auténtico, íntegro y que para nada es mentiroso o aparentador.
Lo que más me impactó cuando conocí a mi cuñado –3 transmisor–, del que me
hice amigo con 17 años durante un verano estudiando inglés en Inglaterra, fue
su enorme seguridad interna, su integridad de carácter y sus sólidos valores
morales; lo que más admiré de él fue su valentía y honradez a la hora de decir a
la cara lo que pensaba; y precisamente lo que más daño le hacía era la mentira,
la deslealtad o la deshonestidad en la amistad o en las relaciones de pareja.
Mi otro cuñado –3 social– es realmente querido por su natural simpatía, siempre
dispuesto a escuchar cuando sus amigos están desmotivados y le piden consejo;
sus clientes confían en su palabra y es admirado por sus compañeros de trabajo
por su eficacia comercial y su habilidad para negociar evitando conflictos.

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Enea-prejuicio Eneatipo 4: el depresivo inestable
Hay un prejuicio bastante extendido por el cual la gente cree que los 4 son tipos
dominados por sus cambiantes estados emocionales y no se puede contar con
ellos: «los Cuatritos son unos pobres llorones y depresivos», «los 4 son los más
egocéntricos y tristes»; pero según mi experiencia he encontrado en mi vida 4
más alegres, entusiastas y divertidos que 4 melancólicos, tristes y cenizos.
Muchas veces se confunde al 4 con personas ​borderline (que tienen un trastorno
límite de personalidad) o con personas que sufren sintomatología depresiva. Por
este motivo es común confundir a los 4 alegres, abiertos y felices con Doses o
Sietes. Algunos erróneamente creen que solo se puede ser 4 si se es depresivo.
También se cree que de los 4 no se puede uno fiar ni contar con ellos porque en
algún momento caerán en su «tsunami emocional»; sin embargo los 4 suelen ser
personas que aunque puedan parecer frágiles como el cristal por su sensibilidad,
suelen demostrar su fuerte sentido de identidad siendo duros como el diamante
cuando las circustancias lo requieren. Cuando el 4 siente que ha de cumplir su
deber y hacer el bien por los demás es increíblemente resiliente: deja de lado sus
sentimientos cambiantes dedicándose en cuerpo y alma a hacer las cosas bien.
Para entender cómo influye la psicología del eneatipo 4 en sus estados
emocionales hemos de comprender que el 4 busca sentirse valioso y auténtico,
percibiendo el valor auténtico en lo que es único, especial, escaso y diferente.
Desde esa visión el 4 busca experiencias, relaciones y proyectos que le hagan
sentirse realizado, ser él mismo y vivir una vida bella, inigualable y con sentido.
¿Y cómo se evalúa a sí mismo y a su vida? pues comparándose con los demás;
si se compara negativamente se sentirá frustrado, pero si se compara desde una
perspectiva adaptativa y positiva estará feliz y encantado con su vida (consigo
mismo, con su pareja, con su casa, con su trabajo, con su familia…), a la vez
que tendrá motivación por mejorar, crear y centrarse en buenos propósitos.
Laura es una compañera 4t que nos contaba en un curso cómo cambió cuando se
dio cuenta de joven que compararse con los demás era la fuente de todas sus
frustraciones, penas y vergüenzas. Y cuando cambió su forma de pensar en sí
misma, se dio cuenta que tenía muchas más cosas de las que estar agradecida de
las que envidiar a nadie. Laura es una de las personas más entusiastas,
enérgicas, alegres, divertidas, bromistas y atentas que puedas conocer; y es así
porque es una 4 encantada con su vida, su suerte y sus posibilidades de crear.
Según mi experiencia, los 4 suelen mostrar más sus emociones que el resto de
las personas –tanto positivas como negativas–, porque para ellos ​ser único
signfica ser coherente con sus emociones, de ahí que sean más abiertamente
expresivos: tanto si están bien como si están mal muestran sus estados de ánimo
de tal manera que todo el mundo a su alrededor sabe cómo se siente.

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Enea-prejuicio Eneatipo 5: el frío antisocial
Hay gente que piensa que los Cinco son unos autistas que van a lo suyo sin que
les importe un carajo los demás. También la gente tiene en mente el arquetipo
de «tímido gafitas con pinta intelectual» que no quiere dejar sus apuntes a sus
compañeros de clase o al «avaro inversor en bolsa» que nunca suelta un duro.
Si bien es cierto que podemos encontrar a algunos Cincos demasiado cerrados
en sí mismos, la mayor parte nos sorprenden por su enorme amabilidad, su
delicadeza en el trato, su capacidad de escuchar y su disposición a ayudar.
El problema es que la gente no entiende la seriedad que muestra el Cinco al
primer contacto; su excesivo cuidado a no hacer sentir incómodos a los demás
–evitar hacer preguntas personales, iniciar conversaciones o mirar a los ojos–
paradójicamente suele ser malinterpretado como frialdad, soberbia y desinterés.
Y aunque la primera impresión que dan suele ser de personas introvertidas poco
abiertas a los demás, te sorprenden gratamente una vez que les conoces.
La psicología del eneatipo 5 se basa en su búsqueda de ​libertad e​ n todos los
ámbitos de su vida, incluida las relaciones, y para mantener esta libertad cuida
las distancias, tanto físicas, como emocionales o temporales. De ahí que el 5
tiende a analizar las situaciones sociales –según sus ​parámetros de libertad–​
evaluando la energía y los tiempos, de cómo y cuándo hablar, y cuándo callar.
Cada Cinco se comportará de diferentes maneras. Hay Cincos que han
aprendido a socializarse sabiendo mantener su espacio y el de los demás, por lo
que serán Cincos más sociables y extrovertidos. Mientras que otros Cincos más
inmaduros no sabrán todavía cómo relacionarse con naturalidad, y tenderán a
mantener más distancia por miedo a posibles exigencias o intromisiones.
Gonzalo era de los Cinco que pensaba que «si le das la mano, la gente te coge
del brazo»; bajo esta creencia y visión de las relaciones, era normal que se
mantuviera al margen de participar en los grupos o intentará escabullirse ante un
ofrecimiento social (una invitación a una fiesta, por ejemplo). Gonzalo cambió
cuando se dio cuenta que tenía más habilidades sociales de las que creía, y
cuando empezó a entender que podía estar con gente sintiéndose libre, puesto
que en cualquier momento podía largarse sin sentirse maniatado por nadie.
Según mi experiencia con los 5, la mayoría de ellos esconden una gran
necesidad de relacionarse y de conectar profundamente con otras personas, pero
sus miedos a ser invadidos les suponen una barrera que hace que mantengan
distancia. A medida que van madurando, los 5 descubren que no son felices
cuando se aíslan demasiado, y poco a poco descubren que pueden relacionarse
muy bien con los demás en libertad, sin sentirse atrapados o constreñidos, ni a
nivel de pensamiento, ni de movimiento, ni emocional.

CopyRight © Alberto Peña Chavarino – Psicología del Eneagrama 7


Enea-prejuicio Eneatipo 6: el miedoso escéptico
«Los Seis son pesimistas y negativos»» «Son tipos retraídos llenos de miedos y
dudas» «Son gente suspicaz incrédula, no se fían ni de su sombra» «La cobardía
les hace que saboteen su propio éxito» «Son los típicos niños retraídos y
temerosos a los que pegaban de pequeños»... La primera vez que leí esta
descripción del eneatipo 6 pensé: «¿quién es el pobre hombre que ha de sufrir
ser así? ¡qué mala suerte que a uno le toque ser este tipo ​acojonado​!»; ante este
tipo de prejuicios es lógico que yo descartara totalmente identificarme como 6.
Si bien es cierto que podemos encontrar a algunos desequilibrados que encajan
perfectamente con el arquetipo de Seis ​miedoso y asustado​, la mayor parte de
los Seis serán exactamente lo contrario: personas que han superado la mayoría
de sus miedos y dudas infantiles, y se mostrarán como gente simpática y muy
normal: tipos seguros, confiados, abiertos y que piensan bien de los demás.
Muchas veces se confunde al Seis con personas fóbicas, que tienen algún tipo
de trastorno de ansiedad, o peor aún, una psicopatología paranoide. Hay gente
que piensa que solamente se puede ser un Seis si se vive «muerto de miedo».
La psicología del eneatipo 6 se basa en buscar ​seguridad,​ y esta sensación de
seguridad se tiene a través de sentir certeza y protección; pero la forma de
buscar seguridad diferirá mucho de un Seis a otro: mientras que para algunos
Seis sentirse seguros significará ser prudente y ​pisar siempre sobre terreno
conocido,​ para otros Seis la seguridad significará ganar confianza a medida que
se lanzan a romper límites, superar nuevos retos y adquirir nuevas habilidades.
Hay millones de Seis en el mundo y cada uno mostrará su ​seisismo d​ e maneras
muy diferentes, por lo que podemos encontrar todo tipo de Seis dentro de un
amplio rango de seguridad–inseguridad. Dependiendo de su madurez cada Seis
tendrá ámbitos de su vida donde haya adquirido más confianza al adquirir más
habilidad, y se sentirá inseguro en áreas donde todavía tenga poca experiencia.
Una de mis peores pesadillas en la escuela era tener que exponerme en público.
En mi época universitaria entendí que era peor vivir con esa ansiedad constante
a hablar en público que el propio miedo en sí; tomé la decisión ​contrafóbica de
que iba a superar esto costara lo que costara. Me lancé a hacer talleres de teatro
y cursos de oratoria; con la práctica transformé el pánico en placer escénico.
Mi experiencia con los Seis es que se esfuerzan en crear una vida segura para
prevenir contratiempos, pero a medida que van madurando se dan cuenta que la
felicidad no la encuentran dentro de su ​búnker de seguridad​, sino que sus logros
los consiguen saliendo de su ​zona de confort;​ poco a poco los Seis descubren
que son más capaces de lo que son, que aprenden a enfrentarse a los desafíos y
contratiempos de la vida, y que pueden confiar en sí mismos y en los demás.

CopyRight © Alberto Peña Chavarino – Psicología del Eneagrama 8


Enea-prejuicio Eneatipo 7: el veleta filofóbico
El arquetipo de Siete es el ​Peter Pan que nunca quiere hacerse mayor, que no se
compromete con nadie y que cambia constantemente según le dé el viento.
Antes de casarme con mi mujer una compañera de profesión me preguntó
asombrada: «¿pero tú sabes con quién te casas? ¿¡con una 7 sexual!?» Creo que
sólo le faltó decir: «¡Insensato! ¡que te vas a juntar con ​loca de la pradera!​ ».
Si bien es cierto que podemos encontrar a algunos Siete desequilibrados que se
muestran frívolos, gulosos e insaciables, la mayoría de los Siete sanos son todo
lo contrario: son personas muy capaces de hacer grandes sacrificios personales
con las personas que quieren y mantener sus compromisos con las causas justas.
Muchas veces se confunde al Siete con un tipo de trastorno de personalidad
evitativa, histriónica e incluso TDHA por su dispersión. Hay gente que piensa
que si alguien no es hiperactivo, ni chistoso, ni parlanchín, no puede ser Siete.
La psicología del eneatipo 7 se basa en buscar ​estimulación para sentirse
contento y satisfecho, pero la forma de buscar entusiasmo diferirá mucho de un
Siete a otro: mientras que para algunos sus fuentes de estimulación pueden ser
viajar por el mundo o lanzar constantemente nuevos proyectos empresariales,
para otros Siete la felicidad la sienten llevando una vida tranquila donde poder
hacer mil cosas en su casa, o en mantener amistades con la gente de su barrio.
Hay muchísimos tipos de Sietes, y cada uno mostrará su ​sietismo ​de maneras
muy diferentes, hay Sietes más satisfechos y otros menos, cada uno dependerá
del ámbito de su vida donde sienta que está contento. Muchos Sietes maduros
descubren que disfrutan más viviendo una vida más centrada, austera y sencilla.
En una entrevista que hicimos en youtube a Fran –7 social–, contaba cómo esa
búsqueda de estimulación le ha hecho conocer a muchas personas y estar en
diferentes grupos. El entender cómo es su personalidad le ayudó a madurar y
relajarse, disfrutar más el presente con las personas que está en el ​aquí y ahora.​
Nunca he estado tan convencido en mi vida como el día que me lancé a pedirle
matrimonio a mi querida esposa –7 transmisora– (¡como 6 no tuve ninguna
duda!). Lo que más me impactó cuando la conocí fue su firmeza de carácter, sus
sólidos principios morales, su sinceridad y su enorme empatía hacia los demás.
Mi experiencia con los Siete es que buscan fuentes de estimulación para evitar
el aburrimiento, el malestar y la incomodidad que les produce el sentirse vacíos;
pero a medida que maduran entienden que esa insatisfacción vital no se resuelve
con ​picoteos ni ​pasatiempos gulosos.​ El Siete descubre la alegría verdadera
cuando se compromete con relaciones importantes, cuando cumple lo que se
propone y cuando se siente fiel a sus principios; comprendiendo la satisfacción
del jardinero que cuida sus árboles y con paciencia espera contento sus frutos.

CopyRight © Alberto Peña Chavarino – Psicología del Eneagrama 9


Enea-prejuicio Eneatipo 8: el tirano agresivo
El paradigma del Ocho que mucha gente tiene en mente es de jefe mandón,
dictador, tipo duro, guerrero y excesivo. Estas son algunos tabúes típicos que he
escuchado: «Ten cuidado con los Ocho… ¡esos son los que cometen violencia
de género!», «Yo no podría tener un compañero Ocho, solamente les gusta
mandar», «Si no hubiera Ochos no habría guerras en el mundo». Ante esta
visión tan belicosa de este eneatipo, su estigmatización social está servida.
Si bien es cierto que podemos encontrar a algunos Ocho desequilibrados, tipos
insultones con poca capacidad de autocontrol, la verdad es que la gran mayoría
de Ochos que he conocido en mi vida son personas que se muestran humildes,
amables, nobles, cuidadosas, suaves y muy respetuosas en el trato a los demás.
Muchas veces se confunde al Ocho con un tipo de trastorno de personalidad
psicópata y antisocial. Algunos solamente identifican a los Ocho cuando ven
violencia y agresividad, cuando ven a alguien gritando, dando golpes y órdenes.
La psicología del eneatipo 8 se basa en buscar ​poder​, entendido como la
sensación de querer sentirse fuerte y capaz de enfrentarse a los desafíos de la
vida. Usamos la palabra ​poder en el sentido de tener capacidad de acción «​Yes I
can (Yo sí puedo)», ​ser capaz de hacer que las cosas sucedan; el miedo del Ocho
es sentirse débil, por ello se esfuerza en hacerse resistente y no dejarse influir.
Cada Ocho buscará la sensación de poder y control de una manera diferente:
mientras que algunos mostrarán su ​Ochismo ​trabajando duro, abriéndose
camino y expandiendo sus proyectos, otros protegerán a sus seres queridos,
otros harán deporte para fortalecerse, otros serán seductores para demostrarse
sus cualidades, otros se granjearán una red de amistades para tener poder social.
De joven trabajador viví durante varios años con Jose, un 8t que también era mi
compañero de trabajo en Accenture; creo que nunca en mi vida me había
sentido tan protegido y apoyado: tuve un mentor, un ejemplo de coraje y honor.
Nunca olvidaré la profunda huella positiva que dejó Jose en mí para mi
desarrollo personal; entré en la empresa siendo un niño, salí siendo un hombre.
Es impresionante el enorme coraje, pasión y resiliencia que inspiran los Ocho a
los que tienen alrededor: «¡¿cómo que no puedes?! ¡Por Dios ponte ahora
mismo a trabajar y a sacar eso adelante, sin quejas, tonterías ni medias tintas!»
Mi experiencia con los Ocho es que tienen un punto de timidez que les hace no
expresar sus sentimientos –aunque sean claramente visibles en su rostro–, por lo
que muchas veces les cuesta hacerse comprender emocionalmente. Pueden
parecer duros e insensibles, cuando en realidad son pura alma y corazón. Con el
tiempo los Ocho descubren que la confrontación y estar en lucha constante no
vale la pena; y que es mucho mejor ser amado y respetado, que odiado y temido.

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Enea-prejuicio Eneatipo 9: el perezoso indolente
El mayor prejuicio que tiene la gente con los Nueve es creer que son todos unos
vagos, perezosos y ​zombies muertos en vida, tipos con ​horchata en las venas​.
Internet está lleno de chistes de nueves que se mueven en ralentí, que están
tirados en una hamaca y que no tienen ganas de moverse, trabajar ni hacer nada.
Pero la realidad con la que yo me he encontrado es la contraria: los Nueve se
parecen mucho más a la hormiguita trabajadora que a la cigarra vaga y vividora.
Tipos cuidadosos y caballerosos, cuya sólida presencia les hace ser respetados.
Aunque podamos encontrarnos al arquetipo de 9 que vive en inercia y ralentí,
esos son casos de tipos desequilibrados que no entran en la normalidad; la
mayoría de los Nueve sanos son personas con aplomo, enérgicas y muy atentas;
tipos que trabajan duro, sin aparentes prisas ni estrés, pero con fuerte disciplina.
Generalmente se confunde al Nueve con algún tipo de trastorno de personalidad
evasiva, como si fuera un tipo sin autoestima, simplón, con poco carácter y poco
interesante. Algunos creen que no se es Nueve si no se es ​pachorra​, lento e
indolente, cuando en realidad suelen ser los tipos más productivos y ​currantes​.
Mucha gente ignora el lado fuerte, duro y enérgico del Nueve porque solo ven
su lado público y social: su imagen de tipo buenazo, afable y tranquilo; y como
no se venden ni hablan de sí, la gente suele pensar que son menos de lo que son.
La psicología del eneatipo 9 se basa en buscar ​paz,​ entendida como la sensación
de tener control de su entorno y su espacio a través de crear armonía, calma y
estabilidad, sin excesivas preocupaciones, problemas o conflictos evitables. Sin
embargo, buscar armonía no es vivir en inercia, parsimonia o improductividad.
Para muchos Nueve buscar armonía también significa trabajar duro e implicarse
en los problemas para evitar situaciones futuras que puedan crear inestabilidad.
El caso de Miguel, un exalumno y amigo, es paradigmático: en un curso nos
comentó cómo en su empresa de transportes de fruta en Almería él tenía el
récord de horas trabajadas llevando el camión: tres días y tres noches sin dormir.
«Si mis compañeros están de baja tendré que transportar y repartir yo solo la
fruta por toda España para que no se ponga mala; así que manos a la obra».
Mi experiencia con los Nueve es que suelen mostrarse excesivamente humildes.
La potencia del Nueve impresiona cuando se les conoce. Su gran estabilidad
interna les confiere una habilidad única para el liderazgo, para mantener el
autocontrol emocional en los momentos más difíciles; cuando todos los demás
pierden la calma el Nueve es capaz de actuar con tranquilidad. Los Nueve
suelen ser muy queridos en los grupos, puesto que siempre sonríen y están de
buen humor. Además tienen el talento de aportar la calma y el ​buen rollo que
sirve de sólida argamasa que une a todas las personas alrededor suyo.

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