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El Pueblo que camina con Dios

Momento de contenido catequético


Alguna vez te has preguntado ¿Cómo puedo encontrar a Dios? Esta es una pregunta que ha
sido motivo de discusión y de mucho estudio a lo largo de los años. Muchísimas personas
han dedicado su vida a descubrir en dónde es posible encontrar a Dios.
Para nosotros los creyentes, a Dios podemos encontrarlo en varios lugares y en realidades
muy cercanas a nosotros. Está presente en las maravillas de la creación. Por ello, estamos
llamados a cuidar y amar la naturaleza. Pero tambien, nuestro Padre amoroso desea que
todos podamos estar unidos como seres humanos para ayudarnos entre todos a ser felices.
Por ello, se hace presente ayudando a la humanidad y buscando que todos nos unamos
como comunidad para que nos apoyemos juntos en las dificultades de la vida. En la
comunión de personas Dios se hace presente, se revela a sí mismo y nos dice que está
siempre acompañando, guiando y orientando al ser humano por el camino de la plenitud de
vida.
Los textos de la Biblia nos muestran, precisamente, esta actitud de Dios. En la Escritura
Dios ha escogido a un pueblo pequeñito y lo ha fortalecido con personas (jueces, reyes y
profetas) y le ha dado una serie de recomendaciones (mandamientos) para que todos
puedan vivir mejor, unidos y orientados hacia la paz, la fraternidad y la ayuda mutua.
Piensa en lo siguiente: será que tú solo o sola, ¿has podido crecer, aprender, reír, jugar,
estudiar, crecer, etc.? La respuesta clara es no. Necesitamos de los demás (padres,
familiares, profesores, amigos y amigas, catequistas) que nos ayuden siempre en ese
camino de la vida que a veces puede resultar un poco duro. Dios siempre se muestra a
través de las personas y nos quiere unidos.
El pueblo de Israel, en el Antiguo Testamento, tuvo muchas dificultades. Cuando estaba
cerca de Dios y buscaban la fraternidad, la comunidad salía adelante. De lo contrario, la
situación se complicaba demasiado: guerra, invasiones de otros pueblos, culto a otros
dioses, y muchas cosas más. Dios te quiere feliz, no te alejes de las personas que buscan tu
bienestar. En ellas Dios te está acompañando, está revelándose como tu amigo, como tu
padre, como tu guía y tu acompañante maravilloso en el camino de la vida.

Momento de práctica personal


Para la realización de este momento, el catequista introduce el tema dando a conocer que el
nuevo pueblo en el cual Dios quiere revelar su Palabra de felicidad y de plenitud para todos
es precisamente la Iglesia. Por ello, la actividad consiste en realizar con los niños un
ejercicio de origami haciendo una Iglesia en papel. Pero antes de ello, se escriben en la hoja
con la que se va a llevar a cabo el ejercicio de papiroflexia, una serie de valores, los cuales
deben primar en toda comunidad y que son parte de la revelación de Dios. Por ejemplo:
Fraternidad, Unidad, Solidaridad, Respeto, Amistad, Amor, Oración, escucha y práctica de
la Palabra de Dios, etc. Al hacer el ejercicio, los niños pueden colorear o adornar la Iglesia
que hicieron y pegarla en el cuaderno.
Se sugiere el siguiente video de YouTube que muestra los pasos para hacer la Iglesia en
origami: https://www.youtube.com/watch?v=9dRtyGZ1k7Q
Momento de acción espiritual
El momento de oración busca afirmar en los niños que Dios revela, de forma directa un
acompañamiento al ser humano siempre en el contexto de la comunidad, porque es allí en
donde cada persona puede enriquecerse de valores, de acciones positivas y de caminos de
salvación. Éste es precisamente el sentido de la revelación de Dios: su compañía para el
bien del ser humano.
Se organizan los niños y las niñas en círculo, tomados de las manos. Se les invita a cerrar
sus ojos, a hacer silencio, a estar en actitud de reflexión y de oración.
Se puede introducir este momento con el siguiente texto bíblico: Hch 2, 42-47. En este
pasaje se expresa de manera más clara cómo Dios se manifiesta en las personas buscando el
bienestar de todas ellas. Hay características como la oración en común, el compartir de los
bienes, ayuda a los necesitados.
La participación de los niños en este momento puede ser conducida por el catequista a
través de la siguiente pregunta: ¿Cómo crees que Dios se manifiesta en tu barrio, en tu
salón de clase, en tu grupo de amigos, en tu familia, en la Iglesia, etc.? ¿Cómo crees que se
puede mostrar más el amor de Dios en todos estos ambientes?

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