La empatía es uno de los temas más importantes.

Estamos en un contexto donde no se le da toda la importancia sobre la empatía es tremendamente importante.

es algo que no solamente es que se pueda desarrollar,sino que se tiene que desarrollar.
podríamos encontrar dentro de la empatía
como tres niveles, como tres tipos de empatía.
En primer lugar, nos encontramos con una empatía de tipo emocional la empatía de tipo emocional consiste en que cuando tú vienes

y me cuentas la situación
Un segundo nivel que implica un poquito más de complejidad,ya ahí metemos algo que es eminentemente humano,que son las cogniciones, los
juicios, los pensamientos
tercer y último nivel de la empatía consiste en un cambio de perspectiva.

Es decir, hasta este momento, como dice Martin Hoffman, que es uno de los grandes expertos en empatía,
la empatía es una respuesta en la cual hablamos más del otro que de uno mismo.
¿Cómo podemos hacer que nuestros hijos sean sensibles, sean empáticos?
Igual que decimos que para conseguir que un niño aprenda a nadar
necesitamos enseñarle a nadar, es decir, ejercer de modelos
y luego que él vaya aprendiendo poco a poco,
en este caso, esta conducta motriz.
En el caso de la empatía exactamente lo mismo.
Decía la madre Teresa de Calcuta:
"No os preocupéis por lo que les decís a vuestros hijos,
preocuparos de lo que hacéis".
Uno de los casos que a mí me sirven para explicar muy bien la empatía
y otras habilidades que aprendemos es el caso de Jenny.
se desarrolla otro aspecto muy relacionado con la empatía
que es la teoría de la mente.
La teoría de la mente es la capacidad que tenemos
para ponernos en el lugar del otro,
y no solamente entender las emociones que está experimentando el otro,
sino para saber qué ideas, qué pensamientos
y qué expectativas tiene el otro

Porque la emoción que está por debajo de la frustración,

lo que está en la base, es la rabia.
Entonces, por eso el proceso, Laura, es siempre de fuera para adentro.
Esto es lo que yo denomino que es siempre un proceso
que va de la heterorregulación, es decir, yo te regulo a ti,
para que con el paso de los años eso se convierta
en que tú seas capaz de autorregularte.
Pero siempre, para que el niño sea capaz de autorregularse,
ha necesitado "un otro",