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RESUMEN

El dímero D es un producto de degradación de fibrina (o FDP), un pequeño fragmento de


proteína presente en la sangre después de que un coágulo de sangre se degrada por
fibrinólisis. Los niveles de dímero D se utilizan como un biomarcador predictivo para el
trastorno sanguíneo, en la coagulación intravascular diseminada y los trastornos de la
coagulación asociados con la infección por COVID-19. Un aumento de cuatro veces en la
proteína es un indicador de mal pronóstico en personas hospitalizadas con COVID-19. El
SARS-CoV-2 se transmite por vía respiratoria mediante pequeñas gotitas que se dispersan
uno o dos metros al hablar o toser. En hospitales y recintos cerrados pueden formarse
aerosoles, de mayor tamaño, con una capacidad de contagio mayor, en los que el virus
perdura varias horas. Se hizo un estudio de tipo retrospectivo ya que va usar información
que ya está disponible. Usando el diseño de estudio documental, es una técnica de
investigación cualitativa que se encarga de recopilar y seleccionar información a través de
la lectura de documentos, libros, revistas, grabaciones, filmaciones, periódicos,
bibliografías, etc. Exploratorio ya que, el objetivo es examinar un tema o problema de
investigación poco estudiado o que no ha sido abordado antes. La recolección de
documentos bibliográficos se ejecutará a través de la búsqueda y análisis de base de datos
confiables como PubMed, ScienceDirect, Mediagraphic, ElSevier, entre otros con la
finalidad de identificar información que ayude en el proceso de investigación del tema. En
todos los casos relacionados a COVID-19 el biomarcador dímero D se elevó en la mayoría
de pacientes siendo que los mismo padecían de problemas de hemostasia, los factores de
coagulación se desequilibraron elevando su índice de letalidad, donde en muchos de los
pacientes graves y otros que acabaron falleciendo, el indicador dímero D tenía valores
mayores al normal. Los problemas de coagulación traen muchos problemas internos
desarrollando gran cantidad de Coagulación intravascular diseminada (CID), desencadena
problemas muy importantes, tanto así que en la mayoría de los casos los pacientes eran
llevados a cuidados intensivos, y otros fallecían, siendo así que era altamente importante
controlar dichos problemas, ya que la elevación de este concordaba con el estado general
del paciente y su evolución en el estado patológico que se encontraba.
ABSTRACT

D-dimer is a fibrin breakdown product (or FDP), a small fragment of protein present in the
blood after a blood clot is broken down by fibrinolysis. D-dimer levels are used as a
predictive biomarker for blood disorder, in disseminated intravascular coagulation, and
coagulation disorders associated with COVID-19 infection. A fourfold increase in protein is
an indicator of poor prognosis in people hospitalized with COVID-19. SARS-CoV-2 is
transmitted through the respiratory route through small droplets that are dispersed one to
two meters when speaking or coughing. In hospitals and closed areas, larger aerosols can be
formed, with a greater contagion capacity, in which the virus lasts for several hours. A
retrospective study was carried out since it will use information that is already available.
Using the documentary study design, it is a qualitative research technique that is
responsible for collecting and selecting information through the reading of documents,
books, magazines, recordings, filming, newspapers, bibliographies, etc. Exploratory, since
the objective is to examine a subject or research problem that has been little studied or has
not been addressed before. The collection of bibliographic documents will be executed
through the search and analysis of reliable databases such as PubMed, ScienceDirect,
Mediagraphic, ElSevier, among others in order to identify information that helps in the
research process on the subject. In all the cases related to COVID-19, the D-dimer
biomarker rose in the majority of patients, since they suffered from hemostasis problems,
the coagulation factors became unbalanced, raising their fatality rate, where in many of the
patients severe and others who ended up dying, the D-dimer indicator had values higher
than normal. Coagulation problems bring many internal problems, developing a large
amount of disseminated intravascular coagulation (DIC), triggers very important problems,
so much so that in most cases the patients were taken to intensive care, and others died,
while it was highly It is important to control these problems, since the elevation of this was
consistent with the general state of the patient and his evolution in the pathological state, he
was in.
1 INTRODUCCIÓN
La infección por la COVID-19 presenta gran cantidad de síntomas e inclusive suelen variar
de persona a persona dichos síntomas o cuadros clínicos modifican ciertos parámetros que
no son muy comunes, la mayor parte de estos síntomas van relacionado a problemas
respiratorios, no obstante, existen otras manifestaciones afines a parámetros a la
hipercoagubilidad que son relacionados con un mayor de mortalidad y hospitalización.
Debido a ello es sumamente importante establecer un diagnóstico temprano para el
tratamiento a la COVID-19, siendo que el biomarcador dímero D es altamente sensible a
los estados de coagulación del cuerpo.

El 5 de mayo de 2023 la organización mundial de la salud (OMS) declaro como finalizada


la pandemia por COVID 19, sin embargo, Maguiño C, declara que, hasta el 14 de abril del
2020, fueron confirmados en el mundo más de 1 792 000 casos positivos, más de 110 000
personas fallecieron, y más de 412 000 pacientes (1).

Sin embargo, Delgado N. en su estudio titulado “¿Es el dímero D un marcador confiable de


la letalidad durante la COVID-19 en Hispanoamérica?”, realizado en seis países
hispanoamericanos, declara que, en un principio se reconocía como afección principal a la
neumonía, más sin embargo, el cuadro clínico presentaba otras características, daños
vasculares con eventos trombóticos (debido a hipoxia e inflamaciones), que se ubican en
los estadios II (moderado) y III (grave) de la enfermedad (2).

En Ecuador Gonzales Y. y col. Refiere que el biomarcador más importante es el Dímero-D


el cual es usado como un factor de pronóstico de criticidad o deterioro del paciente con
COVID-19 y según sus valores, se definen conductas como la hospitalización y los
tratamientos para la anticoagulación (3).

El dímero D es un biomarcador que podría ayudar con un diagnóstico oportuno de graves


complicaciones dentro del padecimiento de COVID-19, siendo así que en muchas de las
ocasiones el índice de mortalidad sube hasta a dieciocho veces los factores de letalidad,
siendo así que el incremento del mismo genere relevancia médica en los internados por
dicha valoración médica.
El desarrollo de este articulo va enfocado en el análisis de la relación del dímero D y su
influencia en el aumento de tasa de mortalidad en pacientes que presentaron COVID-19,
con el propósito de generar información en la comunidad científica, tomando en cuenta el
alto número de personas ingresadas y que tuvieron sesgos de mortandad.

El dímero d es un biomarcador producto de la degradación del fibrinógeno a fibrina,


comunes en inflamaciones, siendo así que los problemas de coagulación se han relacionado
con aquellos que producto del padecimiento de la COVID-19, tuvieron resultados fatales,
hospitalización de emergencia e inclusive el deceso del mismo.

¿Cuán confiable es el dímero d como biomarcador pronóstico de mortalidad en pacientes


con la COVID-19?
2 OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
Demostrar el Dímero D un biomarcador como pronóstico de mortalidad en pacientes con
covid-19.

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS


 Establecer si el Dímero D es un biomarcador confiable para un pronóstico de
mortalidad en pacientes con covid-19.
 Describir los valores de Dímero D se elevan en pacientes con covid-19 en estado de
gravedad.
 Relacionar las defunciones por covid-19 con los niveles altos de Dímero D.
3 DÍMERO D
El dímero D es un producto de degradación de fibrina (o FDP), un pequeño fragmento de
proteína presente en la sangre después de que un coágulo de sangre se degrada por
fibrinólisis. Se llama así porque contiene dos fragmentos D de la proteína fibrina unidos por
un entrecruzamiento (4).

La concentración de dímero D se puede determinar mediante un análisis de sangre para


ayudar a diagnosticar la trombosis (5).

Si bien un resultado negativo prácticamente descarta la trombosis, un resultado positivo


puede indicar trombosis, pero no excluye otras causas potenciales (6).

Los niveles de dímero D se utilizan como un biomarcador predictivo para el trastorno


sanguíneo, en la coagulación intravascular diseminada y los trastornos de la coagulación
asociados con la infección por COVID-19. Un aumento de cuatro veces en la proteína es un
indicador de mal pronóstico en personas hospitalizadas con COVID-19 (7).

Se muestran fibrinógeno, con su dominio E y dos dominios D, sobre los que actúan en
cascada las siguientes enzimas: trombina, para crear una malla de protofibrillas de fibrina.
Factor XIII para reticular la malla de fibrina (que une los dominios de protofibrillas D), la
armazón para la formación de coágulos. Plasmina, cuya acción en la fibrinólisis produce
productos de degradación de fibrina (FDP), donde los más pequeños son los dímeros D,
fragmentos de proteína con un dominio E y dos dominios D reticulados de un fibrinógeno
original (8).

Para una puntuación moderada o baja, o probabilidad previa a la prueba: Una prueba de
dímero D negativa prácticamente descartará la tromboembolia. El grado en que el dímero
D reduce la probabilidad de enfermedad trombótica depende de las propiedades de la
prueba específica utilizada en el entorno clínico: la mayoría de dímero D disponible, las
pruebas con un resultado negativo reducirán la probabilidad de enfermedad
tromboembólica a menos del 1% si la probabilidad previa a la prueba es inferior al 15-20%.
La tomografía computarizada de tórax (angiografía por TC) no debe usarse para evaluar la
embolia pulmonar en personas con resultados negativos de un ensayo de dímero D. Una
probabilidad preprueba baja también es valiosa para descartar EP. Si el dímero D se lee
alto, entonces se requieren más pruebas (ecografía doppler de las venas de las piernas o
gammagrafía pulmonar o tomografía computarizada) para confirmar la presencia del
trombo. La terapia con anticoagulantes puede iniciarse en este punto o suspenderse hasta
que más pruebas confirmen el diagnóstico, dependiendo de la situación clínica del paciente.
En algunos hospitales, los laboratorios los miden después de completar un formulario que
muestra el puntaje de probabilidad y solo si el puntaje de probabilidad es bajo o intermedio.
Esto reduce la necesidad de pruebas innecesarias en aquellos que tienen alta probabilidad.
Realizar primero la prueba del dímero D puede evitar una proporción significativa de
pruebas por imágenes y es menos invasivo. Dado que el dímero D puede excluir la
necesidad de imágenes, las organizaciones profesionales especializadas recomiendan que
los médicos utilicen la prueba del dímero D como diagnóstico inicial. Es objeto de la
investigación en el diagnóstico de la disección aórtica (9).

La actual pandemia provocada por el coronavirus COVID-19 representa un buen ejemplo


de infección vírica asociada a una repuesta inflamatoria sistémica y activación de la
coagulación en los pacientes sintomáticos. Si bien, como se ha señalado anteriormente, la
CID es una complicación reconocida de las infecciones bacterianas, la infección por
coronavirus también puede causarla y condicionar fenómenos trombóticos en diversos
territorios. Se han descrito, por ejemplo, episodios de isquemia en los dedos de las
extremidades inferiores que pueden ocasionar gangrena (10).

Resultados muy recientes obtenidos a partir de pacientes en el área de Wuhan en China han
demostrado que el dímero D, un marcador de generación de trombina y de fibrinolisis,
constituye un índice pronóstico relevante de mortalidad. Dichos estudios indican que
niveles de dímero D superiores a 1000ng/mL se asocian con un riesgo 18 veces superior de
mortalidad, hasta el punto que en la actualidad se incluyen en el screening de todo paciente
sintomático COVID-19 positivo. El hecho de que una coagulopatía esté presente en estos
pacientes ha promovido que se planteen estrategias antitrombóticas, sobre todo en los
pacientes que ingresan en la UCI y/o muestran daño orgánico o episodios isquémicos, como
el descrito previamente. Si bien aún no se ha establecido la mejor estrategia antitrombótica,
parece que las heparinas de bajo peso molecular a dosis profilácticas o intermedias deberían
indicarse en estos pacientes tras su ingreso en UCI o cuando los valores de dímero D sean 4
veces superiores a los normales, reservándose la anticoagulación terapéutica para los casos
en los que se objetiva una clara patología trombótica local o sistémica. Sigue siendo
controvertido el papel de otras estrategias como el empleo de concentrados de antitrombina
(sólo cuando sus niveles son inferiores al 50%) o de trombomodulina (no comercializado
en España) para el tratamiento de la CID (10).

4 COVID-19
Los coronavirus son una gran familia en expansión de virus de ARN (Ácido ribonucleico)
de cadena única, con envoltura de membrana, sentido positivo, con genomas que varían en
peso molecular de 25 a 32 kb. Tienen aproximadamente 120-140 nm de diámetro, incluidas
las proteínas de pico (Spike) que sobresalen de sus envolturas a una altura de
aproximadamente 20 nm, produciendo la apariencia de corona aparecida por el estudio
microscópico electrónico que le da a la familia este nombre (11). Dentro de la subfamilia
Coronavirus, hay 4 genios incluidos alfa, beta, gamma y delta definidos por la conservación
intragénero de siete dominios en la replicasa/transcriptasa viral; dentro de cada género, las
especies se definen por un mínimo de 90% de homología de secuencia de aminoácidos en
estas regiones conservadas (12).

Actualmente, excepcionalmente, los coronavirus de mamíferos son miembros de la génesis


alfa y beta. La distribución global de las especies de coronavirus es "impulsada" por las
poblaciones de murciélagos, que constituyen el principal reservorio viral. En regiones del
mundo donde los murciélagos son muy diversos, como en partes de Asia y África, el
cambio de huésped es el mecanismo dominante de la evolución viral. Por lo tanto, la
transmisión zoonótica al hombre era una mayor probabilidad en estas áreas geográficas,
como el cambio de huésped es su predicado. Actualmente hay 7 coronavirus humanos
conocidos; casi todos tienen orígenes zoonóticos o se sabe que circulan en animales (13).

Los coronavirus son agentes causales de patologías respiratorias, hepáticas, intestinales y,


ocasionalmente, neurológicas. Tienen una amplia distribución en la naturaleza y pueden
afectar al ser humano y otras especies (aves y mamíferos, incluyendo murciélagos, felinos y
roedores) y al ganado porcino (14). Además del SARS-CoV-2, otros seis coronavirus
infectan al ser humano: alfacoronavirus 229E y NL63, y betacoronavirus HKU1, OC43,
coronavirus asociado al síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) y coronavirus
asociado al síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV). Los coronavirus tienen
una diversidad genética notable y una capacidad de recombinarse elevada; ello explica el
salto interespecie de los coronavirus emergentes que han afectado al ser humano en las
últimas décadas (15).

4.1 Estructura y replicación


El SARS-CoV-2 es un betacoronavirus que contiene en su interior una cadena única
positiva de ARN. Su envoltura, cuyo diámetro oscila entre 60 y 140 nm, le confiere una
morfología redondeada o elíptica. Su genoma contiene elementos específicos que facilitan
la replicación del virus y la formación de proteínas esenciales estructurales. El genoma
completo se ha aislado de nueve enfermos de Wuhan y consta de un ARN de cadena única
de 29.903 pares de bases que guarda una estrecha relación (88%) con dos betacoronavirus
aislados en murciélagos (16). Estudios filogenéticos sugieren que los murciélagos fueron
huésped original y reservorio (17). La secuenciación genómica del SARS-CoV-2 comparte
una homología del 96,2 y el 89%, respectivamente, con los coronavirus RaTG13 y ZXC21
del murciélago, y un 82% con el SARS-CoV. El SARS-CoV-2 saltó al ser humano a través
de un huésped intermedio, probablemente el pangolín. Su genoma tiene un número variable
de marcos de lectura abierta (ORF, del inglés: open reading frame), que son secuencias de
ARN comprendidas entre dos codones, uno de inicio de la traducción y otro de terminación.
El de mayor tamaño se llama ORF 1a/b y codifica dos poliproteínas llamadas pp1a y pp1b.
El resto de los ORF codifica otras proteínas accesorias y estructurales (16). El genoma
restante codifica cuatro proteínas estructurales que son necesarias para el ensamblaje y la
capacidad infecciosa del SARS-CoV-2: glucoproteína S de superficie, proteína E de
envoltura, proteína M de membrana y proteína N de nucleocápside, así como otras
proteínas accesorias que interfieren con la respuesta inmune. La glucoproteína S está
situada en la superficie externa de la envoltura y conforma una estructura tridimensional en
el ‘dominio que se liga al receptor’ de la célula huésped que facilita el anclaje del virus.
Consta de dos subunidades: S1, que determina el tropismo por el receptor específico; y S2,
que interviene en el proceso de fusión de las membranas celular y viral (18).
El SARS-CoV-2 se fija al receptor de la enzima conversora de la angiotensina II (ECA2) e
invade las células que expresan dicho receptor (19). El receptor de la ECA2 está presente
en neumocitos del tracto respiratorio inferior, que son la diana principal, las células del
endotelio vascular, el riñón y el músculo liso. El residuo 394 de la glutamina del dominio
que se liga al receptor es reconocido por el residuo lisina 31 del receptor de la ECA2. Tras
la unión, se produce un cambio conformacional de la proteína S que facilita la fusión de la
envoltura del SARS-CoV-2 con la membrana de la célula infectada y la entrada del ARN
genómico al compartimento intracelular. El dominio de ligazón al receptor del SARS-CoV-
2 es estructuralmente similar al del SARS-CoV (20).

Una vez en el interior celular, se activa un proceso de traducción de poliproteínas, que, a su


vez, se escinden por proteólisis en proteínas menores hasta formar una serie de proteínas no
estructurales del complejo transcriptasa-replicasa viral. Se trata de un proceso muy
dinámico en el que, después, las ARN-polimerasas sintetizan ARN mensajeros
subgenómicos, que a su vez se traducirán en proteínas víricas. El ensamblaje final del ARN
genómico y proteínas víricas esenciales en viriones se realiza en el retículo endoplásmico y
el aparato de Golgi. Los viriones son transportados en vesículas y finalmente liberados para
infectar a otras células en un nuevo ciclo (20).

4.2 Epidemiología y transmisión


Las primeras cepas de coronavirus humanos se identificaron en la década de los sesenta.
Antes de la aparición del SARS, tan sólo se conocían varias cepas de alfa (229E) y
betacoronavirus (OC43). El SARS-CoV se detectó en Guangdong, sureste de China, y
causó una pandemia entre 2002 y 2003 con más de 8.000 casos confirmados y 774 muertes
en 37 países. El murciélago Rhinolophus fue el reservorio en el que se detectaron
anticuerpos positivos anti-SARS-CoV. El reservorio intermedio fue la civeta, desde la que
el virus saltó al ser humano. El cuadro inicial fue un síndrome viral, seguido por síntomas
respiratorios (tos y disnea), que en un 20% se complicaban con un SARS. Algunos
pacientes presentaron fallo multiorgánico. La mortalidad fue del 10% (21).
El SARS-CoV-2 tiene una amplia adaptabilidad del huésped que incluye humanos, aves,
ganado, civetas de palma enmascaradas, ratones, perros, gatos, camellos, cerdos, pollos y
murciélagos, en los que generalmente causan enfermedades respiratorias (22). COVID-19
continúa propagándose a nivel mundial afectando a la mayoría de los países de los
continentes europeo, americano, asiático y africano (23). De acuerdo a la Organización
Mundial de la salud (OMS) del presente año 2023 hay 759.408.703 de casos confirmados y
se han reportado 6.866.434 muertes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica
que el 42% de muertes ocurre en las Américas con un 2.934.359; y en las demás regiones
en un 58%. El mayor número se ha registrado en Estados Unidos de América con 1.111.342
de muertes. Las estadísticas por regiones son Europa con 2.196.714; América con
2.934.359; Sudeste Asiático con 803.882; Pacífico Occidental con 406.539 y Mediterráneo
oriental con 349.622. África fue la región menos afectada con 175.305 muertes
confirmadas (24).

El MERS-CoV se detectó por primera vez en Oriente Medio (Jordania y Arabia Saudí) en
2012 y hubo 2.500 casos confirmados y 858 muertes. El cuadro clínico fue un síndrome
respiratorio que podía complicarse con SARS, síntomas gastrointestinales y fallo renal. El
MERS-CoV se originó en murciélagos de las especies Pipistrellus y Perimyotis, y a su vez
se transmitió al camello (reservorio intermedio) y, mediante transmisión zoonótica, al ser
humano. En Arabia Saudí sucedió una importante transmisión nosocomial en diversos
hospitales y se infectó numeroso personal sanitario y familiares de pacientes. En el brote de
Corea del Sur de 2015, hubo una transmisión más eficiente entre personas (25).

Los coronavirus humanos 229E, OC43, NL63 y HKU1 son endémicos mundialmente y
responsables del 15-30% de las infecciones del tracto respiratorio superior, rinitis, laringitis
y faringitis, así como de las otitis. En ocasiones, pueden causar infecciones más graves,
como bronquitis, bronquiolitis, exacerbación de asma o SARS. Los brotes asociados al
MERS-CoV y al SARS-CoV 1 y 2 han causado una elevada mortalidad en grupos de
población más vulnerable, como ancianos y personas inmunodeprimidas (25).
El SARS-CoV-2 se transmite por vía respiratoria mediante pequeñas gotitas que se
dispersan uno o dos metros al hablar o toser. En hospitales y recintos cerrados pueden
formarse aerosoles, de mayor tamaño, con una capacidad de contagio mayor, en los que el
virus perdura varias horas. La transmisión por fómites es posible, ya que permanece viable
en superficies lisas durante un período indeterminado. Estudios experimentales han
mostrado que el SARS-CoV-2 persiste 24 horas en cartones y 72 horas en superficies de
acero inoxidable y plástico. El SARS-CoV-2 se ha detectado en secreciones pulmonares,
sangre, heces, saliva y orina de personas infectadas (26).
5 METODOLOGÍA
5.1 Metodología
Es un estudio de tipo retrospectivo ya que va usar información que ya está disponible
Usando el diseño de estudio documental, es una técnica de investigación cualitativa que se
encarga de recopilar y seleccionar información a través de la lectura de documentos, libros,
revistas, grabaciones, filmaciones, periódicos, bibliografías, etc. Exploratorio ya que, el
objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido
abordado antes.

5.2 Estrategia de búsqueda


La recolección de documentos bibliográficos se ejecutará a través de la búsqueda y análisis
de base de datos confiables como PubMed, ScienceDirect, Mediagraphic, ElSevier, entre
otros con la finalidad de identificar información que ayude en el proceso de investigación
del tema.

5.3 Criterios
 Criterios de inclusión
 Publicaciones originales
 Artículos originales
 Estudios realizados en los últimos años
 Artículos en inglés y español

5.4 Criterios de exclusión


 Artículos clonados
 Cartas al autor
 Artículos fuera del periodo ya establecido
6 RESULTADOS
En este estudio se realizó una revisión bibliográfica de fuentes primarias, secundarias y

terciarias sobre el dímero D un biomarcador como pronóstico de mortalidad en pacientes

con COVID-19, pronóstico de mortalidad, valores altos de dímero D y coagulación

intravascular diseminada (CID).

Tabla 1: Dímero D un biomarcador confiable para un pronóstico de mortalidad en

pacientes con COVID-19.

Resulta Ref
dos de
Autor Año País Metodología Muestra
mortali
dad
Cuantitativo, (27)
observacional,
analítico de
Pezo
precisión
Linares,
2022 Perú diagnostica, 196 pacientes 47.4%
Juan
con
Wilbert
componente
longitudinal y
retrospectivo.
Norma K. 28 millones (28)
2020 Perú Descriptivo 26,27%
Delgado casos
Silvana (29)
Nancy Descriptivo y
2022 Ecuador 106 artículos 55,7%
Orozco exploratorio
Álvarez
Argentin Estudio (30)
Rosa CM 2020 1099 pacientes 46%
a sistemático
Daniel (31)
Estudio
Villanueva 2022 México 70 pacientes 81.43%
sistemático
Peñaloza
J Alberto (32)
San
Revisión
Roman ; 2020 Perú 522 pacientes 64%
bibliografía
Aitor
Uribarri
No (33)
experimental,
Jaramillo
descriptivo 250 historias
Campos
2021 Perú observacional, clínicas de 35.6%
Michael
retrospectivo y pacientes
Bryan
de enfoque
cuantitativo
María (34)
Trinidad
Baselga,
María Luisa
Fernández,
Antonio
Marín,
Carmen
Fernández- Colombi Revisión
2022 26 artículos 46,4%
Capitán,alic a sistemática
ia
lorenzo,Gon
zalo
Martínez-
Alés,
Manuel
Quintana-
Díaz.
Carla Paola (35)
Sánchez-
Ríos, Oscar
Gabriel
Jiménez-
Cabrera,
Estudio 47.40
Omar 2021 México 102 pacientes
retrospectivo %
Barreto-
Rodríguez,
Norma
Angélica
Téllez-
Navarrete
Rosa, 2020 Argentin Estudio 246 pacientes 35,89% (36)
Mereles, a retrospectivo
Wiersba,
Valenzuela,
Frassa,
Princz, Tisi
Baña,
Alvarez,
Pratesi,
Bonorino,
Rodriguez,
Brenzoni,
Colimodio,
Aris
Cancela M

CONCLUSIÓN:

Este biomarcador se elevaba en más de cuarenta por ciento de los pacientes que fueron
sometidos a estudio, y ello no es coincidencia, ya que coincidía en otros problemas
homeostático, los problemas de hemostasia fueron bien tomados en consideración ya que el
dímero d es un subproducto de la degradación de factores de coagulación, por ende, era
asumible que en varios casos el dímero D se haya elevado.

Tabla 2: Los valores de Dímero D se elevan en pacientes con COVID-19 en estado de


gravedad.

Porcentaje de Ref
Autor Año País Muestra estado de
gravedad
Cadenas Castillo, 63,5% (37)
2022 Perú 178 pacientes
Yovana Ivonne
Rosa, Zirpoli, Sueldo, (38)
Arias, Ceresetto, 2021 Argentina 39 pacientes 80%
Duboscq
G. Moreno, R. (39)
Carbonell, M. Bodí, A. 2021 España 24 estudios 46,4%
Rodríguez
(40)
Carlos Arreaga 2022 Ecuador 2525 pacientes 28.2%

Norma K. Delgado , 6 países (41)


2020 Perú 26,27%
Yomayra S. Chigne- latinoamericano
Castro, Fernando E
Espinoza- Cueva,
Christian E. Correa- s
Verde, Esteban Y
Vergara-de la Rosa
Yong Gao (42)
Tuantuan Li
Mingfeng Han
Xiuyong Li
Dong Wu Estados
2020 43 pacientes 86,7%
Yuanhong Xu Unidos
Yulin Zhu
Yan Liu
Xiaowu Wang
Linding Wang
Timothy S. Chang, (43)
PhD,a Robert F.
Lemanske, Jr, MD,b,c
David T. Mauger,
PhD,d Anne M.
Fitzpatrick, PhD,e
2020 China 548 50,9%
Christine A. Sorkness,
PharmD,c Stanley J.
Szefler, MD,f Ronald
E. Gangnon, PhD,a C.
David Page, PhD,a and
Daniel J. Jackson, MD
chaomin wu , Xiaoyan 2019 China 201 60% (44)
Chen , Cai yanping ,
Jia'an Xia , Xing
Zhou , Sha Xu ,
hanpinghuang , li
zhang , xia zhou,
Chunling du , yuye
zhang , Juan canción ,
sijiao wang , Yencheng
Chao , zeyong yang ,
jie xu, Xin Zhou
Dechang Chen ,
Weining Xiong , Lei-
Xu , feng zhou, jin jun
jiang , chunxue bai ,
Junhua Zheng ,
Canción Yuanlin
(45)
Yongli Zhenga _,
Hong Xu _,Ming yang ,
Yilan Zeng a,
2020 China 99 31%
Hong Chen un,
ru liu a,Qingfeng Lia _,
Na Zhang ,
dan wangb
Huan han 1, lan (46)
yang 2, Rui
Liu 1, colmillo
liu 3 4, Kai Lang 2020 China 94 80%
Wu 3, jie li 2, Xing Hui
Liu 2, Cheng-Liang
Zhu
CONCLUSIÓN:

En todos los casos relacionados a COVID-19 el biomarcador dímero D se elevó en la


mayoría de pacientes siendo que los mismo padecían de problemas de hemostasia, los
factores de coagulación se desequilibraron elevando su índice de letalidad, donde en
muchos de los pacientes graves y otros que acabaron falleciendo, el indicador dímero D
tenía valores mayores al normal.

Tabla 3: La coagulación intravascular diseminada y su índice de letalidad en pacientes


con COVID-19.

Defunciones Ref
Autor/es
Año País Muestra por COVID-
Referencia
19
ning tang 1, Dengju Li 2, Wang (47)
2020 China 183 21 fallecidos
Xiong 1, sol ziyong 1
Corrado Lodigiani ,
Giacomo Iapichino , Mauricio (48)
Cecconi, paola ferrazzi , tim
sebastián , Nils Kucher , Estudio 2020 Italia 388 8 fallecidos
Jan-Dirk , clara sacco , Alexia
Bertuzzi , María Teresa
Sandri , Stefano Barco
Tao Wang , (49)
Wei Guo ,
Jia Chen , 2020 China 274 113 fallecidos
Chen Ding ,
Xiaoping Zhang
Ruchong Chen 1, wenhua 2020 China 1590 50 fallecidos (50)
liang 1, mei jiang 1, guan
weijie 1, Chen
Zhan 1, TaoWang 1, chunli-tang
1, Ling cantó 1, Jiaxing
Liu 1, Zhengyi Ni 2, yu-hu 3, lei
liu 4, Shan Shan 5, Chunliang
Lei
yan deng 1, wei liu 2, kui (51)
liu 1, Colmillo Yuan-Yuan 1, jin
shang 1, Ling Zhou 1, ke
2019 China 225 109 fallecidos
wang 1, Longitud del
ventilador 1, shuang wei 1, lei
chen 1, Hui Guo Liu 1
No se (52)
Guan W, Ni Z, Hu Y, 2019 China 1099 registran
Fallecidos
Jorge Solano-López a, José (53)
Luis Zamorano a b, Ana Pardo
Sanz a, Ignacio Amat-Santos b c, F
ernando Sarnago b d, Enrique Guti
érrez
Ibañes b e, Juan Sanchis b f, Juan
Ramón Rey Blas b g, Joan
Antoni Gómez-Hospital b h, Sandr
2020 España 187 25 fallecidos
a Santos Martínez c, Nicolás
Manuel Maneiro-Melón d, Robert
o Mateos
Gaitán e, Jessika González
D’Gregorio f, Luisa Salido a b, Jos
é
L. Mestre a, Marcelo Sanmartín a
b
, Ángel Sánchez-Recalde a b
R. Alonso-Beato, M.-O. Lago- (54)
2020 España 344 47 fallecidos
Rodríguez, M. López-Rubio, A.
Gómez-Tórtola, I. García-
Fernández-Bravo, C.-M. Oblitas,
F. Galeano-Valle, P. Demelo-
Rodríguez
Juan R. Rey , ⁎ Juan Caro-Codón (55)
, Dolores Poveda Pineda , José
2020 España 87 19 fallecidos
Luis Merino , Ángel M. Iniesta ,
José Luis López-Sendón
Dr Pedro Julio García Álvarez, No se (56)
Dr Leodan Morejón Ramos, Dr 2020 Francia 191 registran
Fernando Grasso Leyva Fallecidos

CONCLUSIÓN:

Los problemas de coagulación traen muchos problemas internos desarrollando gran


cantidad de Coagulación intravascular diseminada (CID), desencadena problemas muy
importantes, tanto así que en la mayoría de los casos los pacientes eran llevados a cuidados
intensivos, y otros fallecían, siendo así que era altamente importante controlar dichos
problemas, ya que la elevación de este concordaba con el estado general del paciente y su
evolución en el estado patológico que se encontraba.
7 DISCUSIÓN
El desarrollo de esta revisión sistemática se basó en la identificación y análisis de treinta
artículos donde evalúan varios aspectos, si realmente el dímero D puede ser usado como un
resultado preliminar confiable para un alto índice de mortalidad, si el mismo aumenta o no,
y si existe alguna relación con otros índices de coagulación. Son varios los artículos donde
existe una relación muy alta en signos donde se han aumentado significativamente el
dímero D, sin embargo, el índice de mortalidad puede variar de un resultado a otro, ello
debido a otras circunstancias y factores que en cada artículo fue indicado, no obstante, en
donde si hubo víctimas fatales donde si se presenció la elevación del dímero.

Dichos resultados de elevación asociados a la mortalidad fueron concuerda con los


resultados analizados y presentados por Moreno y col. (57) donde indicaba en su
publicación que el DD se elevaba considerablemente en todas aquellas personas que
fallecieron, debido a ello profundizo su investigación en que existían otros factores que
podrían colaborar en los procesos de coagulación que posteriormente serio resultado de un
deceso.

Tomando en consideración otros hallazgos y estudios realizados por Sánchez y col (58)
indicaba que existían varias alteraciones en los resultados arrojados por el análisis, incluso
llegó a indicar que era de gran importancia tomar en consideración varios biomarcadores,
ya que ayudarían a un mejor diagnóstico y tratamiento del mismo, el dímero d fue uno de
estos biomarcadores que se tomaron en cuenta, en varios de ellos aumentaron
significativamente e incluso hubo un índice de mortalidad del 14,6% siendo que este
estudio se enfocó principalmente en cómo se alteraban los resultados mas no el índice de
sujetos que perdieron la vida.

En el análisis de otro artículo Gui-quan (59) indicaba que un nivel elevado de DD se


encuentra más frecuentemente en los pacientes con mayor gravedad y mortalidad, puesto
que en otros artículos referían que, Chen y col. (60) ciertos aspectos relacionados a
problemas de coagulación afectaban directamente al paciente, evidenciando problemas
respiratorios, cardiacos entre otros, aquellos paciente con dichos síntomas tendían a
aumentar el índice de letalidad, siendo que el DD, es un subproducto de otros factores de
coagulación es entendible el desenlace de este cumulo de resultados, incluso llegando a
presentar un grado de sepsis, dificultando más aun la letalidad.

Comino y col (61) indicaba que exista coagulación intravascular diseminada donde los
valores de TP y TTP se elevaban considerablemente a tal punto que llegaba a los niveles
máximos e incluso se presentó una trombosis arterial múltiple, en retrospectiva con los
valores de los resultados presentados los niveles de factores de coagulación también
aumentaban significativamente.
8 CONCLUSIÓN
Se puede concluir que la elevación del dímero D en pacientes con covid19 es realmente
significativo, ya que en varios de los estudios el cuarenta por ciento de la personas
fallecían, por ello debe tomarse en cuenta que aquellos pacientes que tengan valores
mayores a el normal, ya que tienen un alto riesgo de sufrir un colapso y morir a causa de
ello, de esta manera se puede determinar que existe una importancia significativa en la
medición de este biomarcador, cabe aclarar que este determinante también se eleva en
aquellos pacientes que se encuentran en un estado grave y que no necesariamente
fallecieron, sin embargo es un factor que debe tomarse muy en consideración para evitar en
todo momento posible el deceso de la persona, suministrando todos las medidas posibles
para sanar a quien padezca esta enfermedad, además de que, producto de la coagulación
vascular diseminada los pacientes con covid19 tienden a sufrir una serie de problemas,
sobre todo en problemas de coagulación lo que posteriormente traería varias
complicaciones siendo que el dímero d es un subproducto de estos procesos inflamatorios
no traería nada más que consecuencias negativas en la evolución de la salud del paciente.

.
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