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El dengue

El dengue es una enfermedad causada por un virus, que en nuestro país se transmite a través de la
picadura de un mosquito: el Aedes Aegypti. Es un mosquito pequeño, de color oscuro con patas rayadas
negras y blancas.

La hembra del mosquito se infecta luego de alimentarse con sangre de una persona que tiene el virus en
su cuerpo (pudiendo tener síntomas o no de la enfermedad) y así, después de unos días el mosquito puede
transmitir el virus a otras personas.

No todas las personas que sean infectadas con el virus van a desarrollar la enfermedad. Gran parte de
las personas serán asintomáticas y otras pueden iniciar con síntomas 5 a 7 días después de la picadura del
mosquito.

Los síntomas por lo general son: fiebre (de menos de 7 días de duración), sarpullido (exantema) que
causa picazón, malestar general, cefalea (dolor de cabeza), dolor retroocular, dolor muscular, dolores
articulares, cansancio intenso, náuseas y vómitos.

Algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves que requerirán internación para un
adecuado manejo de las complicaciones.

Si te diagnosticaron dengue, reforzá las medidas de prevención para evitar que los mosquitos te piquen a
vos y luego piquen a otras personas: usá frecuentemente repelentes. Utilizá ropa clara que cubra los brazos y
las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

Una de las medidas más importantes para prevenir el dengue es eliminar los lugares donde se cría el
mosquito. La fumigación puede ayudar a disminuir la población de mosquitos adultos, pero no es muy útil
para evitar que los mosquitos se reproduzcan.

Este mosquito suele criarse dentro de nuestros hogares. La hembra coloca sus huevos (muchas veces
invisibles al ojo humano) en los bordes de recipientes donde haya agua acumulada.

Hay recipientes sin uso que directamente debemos desechar como: latas, botellas, neumáticos, bidones
de plásticos cortados, entre otros. Pero hay otros recipientes no podemos tirar, pero sí podemos: dar vuelta
botellas o baldes para evitar que se acumule agua. También limpiar, cepillar y cambiar todos los días el agua
de aquellos recipientes que contienen o acumulan agua: como el drenaje del aire acondicionado, floreros y
bebederos de animales, tapar los recipientes que son utilizados para la recolección de agua, como tanques,
barriles o toneles. Además tapar la pileta con una lona (que no acumule agua en los pliegues), tela mosquitera
o guardarla debidamente seca y trasplantar las plantas que están en agua a una maceta con tierra, o ponerle
arena húmeda en el portamaceta.

Si bien las medidas que tienden a eliminar los potenciales criaderos son las más importantes para evitar la
reproducción del mosquito, también podemos utilizar algunas estrategias para evitar que los mosquitos nos
piquen. Para ello, coloca mosquiteros en las aberturas y tules sobre cunas y cochecitos de bebés. Usá
frecuentemente repelentes. Utilizá ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las
actividades al aire libre. Si te diagnosticaron dengue, reforzá las medidas de prevención para evitar que los
mosquitos te piquen a vos y luego piquen a otras personas.

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