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DENGUE

En las últimas décadas, el dengue ha surgido como un desafío de salud global, alimentado por desórdenes ambientales
que han llevado a un aumento significativo de esta enfermedad infecciosa. Es una enfermedad que afecta a personas
de todas las edades y ocurre sobre todo en zonas urbanas de climas tropical. Se transmite a través de un mosquito, el
Aedes aegypti, el mismo responsable de transmitir otros virus como el zika y el chikungunya. Cuando el mosquito
se alimenta con sangre de alguien infectado y luego pica a otras personas, les transmite la enfermedad.

Es una infección vírica que se transmite por la picadura de mosquitos infectados por uno de los cuatro serotipos
de dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4). La infección por un serotipo, seguida por otra infección con
un serotipo diferente, aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir. Los factores
individuales de riesgo pueden determinar también la gravedad de la enfermedad e incluyen además de la infección
previa, la edad (menores de 5 años y personas de 65 años y más) y enfermedades crónicas (asma bronquial,
inmunosupresión, diabetes) y a personas gestantes.
Tal como afirma la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el dengue tiene un comportamiento estacionario,
es decir, en el hemisferio sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, en cambio, en el
hemisferio norte, los casos ocurren mayormente en la segunda mitad. Este patrón de comportamiento corresponde a
los meses más cálidos y lluviosos.
Los mosquitos son atraídos hacia las personas por el calor del cuerpo; el ácido láctico que emitimos cuando
transpiramos y el dióxido de carbono que exhalamos.
La prevención y el control del dengue debe ser intersectorial e involucrar a la familia y la comunidad, debido a que
el mosquito transmisor de éste virus vuela por zonas cercanas (en un radio de tu casa y los vecinos colindantes)
Algunos consejos sobre cómo prevenir el dengue:
El mosquito Aedes aegypti es diurno y suele picar en las primeras horas del día, hasta media mañana, y durante el
atardecer. Sin embargo, el horario puede variar según las condiciones del tiempo, por eso es necesario cuidarse
siempre, inclusive a la noche. Este mosquito, además, tiene hábitos domiciliarios, por lo que la enfermedad es
predominantemente urbana. La hembra coloca sus huevos (muchas veces invisibles al ojo humano) en los bordes de
recipientes donde haya agua acumulada. Por eso es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Eliminar posibles criaderos como aquellos recipientes sin uso (latas, botellas, neumáticos, bidones de
plásticos cortados, entre otros). Y dar vuelta botellas o baldes para evitar que se acumule agua.
• Limpieza diaria de aquellos recipientes que contienen o acumulan agua. Se debe limpiar, cepillar, enjuagar
con agua caliente y cambiar todos los días el agua del drenaje del aire acondicionado, floreros y bebederos
de animales. También se recomienda usar agua hirviendo en lugares de difícil acceso como los desagües, o
rejillas (cuidando de no quemarse) para minimizar la viabilidad.
• Tapár y protegér los recipientes que son utilizados para la recolección de agua como tanques, barriles o
toneles, cubrir la pileta con una lona (que no acumule agua en los pliegues), tela mosquitera o guardarla
debidamente seca. El mosquito puede anidar en recipientes de gran tamaño cuándo el agua está en reposo,
• Cuidado del jardín trasplantar las plantas que están en agua a una maceta con tierra, o ponerle arena húmeda
en el portamaceta.
• Desmalezado, es fundamental mantener el césped corto en zonas urbanas para afectar la supervivencia de
los mosquitos.
Si bien las medidas que tienden a eliminar los potenciales criaderos son las más importantes para evitar la
reproducción del mosquito, también podemos utilizar algunas estrategias para evitar que estos nos piquen.
• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, además de tules sobre cunas y cochecitos de bebés.
• Usar repelentes frecuentemente.
• Sacarlos fuera de tu casa con el uso de espirales o tabletas para mosquitos, los cuales deben estar colocados
al ras del suelo, ya que el mosquito siempre se encuentra a la altura por debajo de nuestras rodillas.
• Usar vestimenta adecuada, ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las
actividades al aire libre. El Aedes huye naturalmente de elementos que reflejen la luz del sol.
• Tiempo al aire libre, evitar en lo posible estar a la intemperie, sobre todo en la mañana y en el atardecer,
cuando está más activo el mosquito.
¿Cómo puedo saber si tengo dengue?
La infección puede ser asintomática o cursar con síntomas, que suelen aparecer luego de 3 a 14 días de la picadura
del mosquito infectado.
Algunos de estos síntomas pueden ser:
• Fiebre moderada a alta, con intenso malestar general.
• Dolor de cabeza intenso y detrás de los ojos.
• Dolor muscular y en las articulaciones.
• Náuseas y vómitos.
• Cansancio intenso.
• Aparición de sarpullidos en la piel.
La enfermedad puede evolucionar a un dengue grave, caracterizado por dificultad para respirar, sangrado y/o
complicaciones graves de los órganos. Esto requerirá internación para un adecuado manejo de las complicaciones.
Por eso, ante cualquier síntoma es importante acudir de inmediato a un centro de salud, y no automedicarse.

El dengue tiene un período de incubación de entre 3 a 15 días, y se divide en 3 etapas:

• Etapa febril (días 0 a 5 de la enfermedad).


• Etapa crítica (días 5 a 7 de la enfermedad).
• Etapa de recuperación (luego del 7° día de enfermedad).
Al recibir un diagnóstico de dengue, es esencial reforzar las medidas de prevención para evitar que los
mosquitos piquen y propaguen la enfermedad a otras personas:

• En la mayor parte de los casos, el dengue se puede tratar en el domicilio con medicamentos que alivian el
dolor. La mejor forma de no contraerlo es protegerse de las picaduras en los mosquitos.
• Como no hay un tratamiento específico para el dengue, lo habitual es aliviar el dolor.
• Contra el dolor se prescribe a menudo paracetamol, pero deberían evitarse los AINE (antiinflamatorios
no esteroideos), como el ibuprofeno y la aspirina, porque aumentan el riesgo de hemorragia .
• También se dispone de la vacuna Dengvaxia® para las personas que han tenido dengue al menos una vez y
viven en lugares donde la enfermedad es frecuente.
• Realizar reposo
• Los adultos deben ingerir al menos 3 litros de agua diarios o más. Los niños y niñas deben ingerir
abundantes líquidos por vía oral (leche, jugos de frutas, caldos. No consumir gaseosas ni jugos artificiales
• Las personas con dengue grave necesitan ser hospitalizadas.

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