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DENGUE

¿Qué es el dengue?
Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti.
Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y
luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad. El contagio sólo se
produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra,
ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común
las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
El dengue es grave cuando se producen hemorragias.
¿Cómo se transmite?
Es una enfermedad viral aguda que puede afectar a personas de cualquier edad,
especialmente niños y adultos mayores, causada por un virus transmitido a través
de la picadura de mosquitos infectados (Aedes aegypti).
Los mosquitos del dengue se presentan en zonas urbanas con altitudes inferiores
a 2200 metros sobre el nivel del mar, ponen sus huevos en depósitos de agua
limpia como albercas, floreros de plantas acuáticas, llantas, baldes de agua y
cualquier recipiente que está a la intemperie y que puede almacenar agua.
¿Cómo prevenirte?
Las medidas preventivas se centran en la eliminación y el control de los criaderos
del mosquito Aedes aegypti. La principal medida tiene que ver con evitar que el
mosquito se reproduzca, eliminando y limpiando los elementos que acumulen
agua en tu casa y alrededores.
Por otro lado, es importante evitar las picaduras de mosquitos. Utiliza espirales,
pastillas u otros repelentes ambientales y ropa de colores claros que cubra brazos
y piernas. Aplícate repelentes en aerosol, crema o líquidos en las partes del
cuerpo expuestas, renovándolo frecuentemente según la indicación del envase.
Coloca mosquiteros o telas metálicas en las aberturas de las viviendas. En bebés
menores de dos meses no se recomienda utilizar repelentes. Protege las cunas o
cochecitos de bebés con mosquiteros tipo tul cuando estén al aire libre y
asegúrate de que permitan una correcta ventilación.
¿Cuáles son los síntomas?
El Dengue se caracteriza por:
Fiebre, dolor en los huesos y dolor de cabeza, dolores en las articulaciones,
pérdida del apetito y dolor detrás de los ojos. Hay unos síntomas que son de
alarma, como decaimiento mayor, permanencia de fiebre, sangrado en las encías,
en la orina, moretones en la piel y dolor abdominal persistente.
No se auto medique, acuda de inmediato al médico para que reciba la atención
necesaria. Las complicaciones y el riesgo de muerte son prevenibles, si se tratan a
tiempo.
¿Qué hacer en caso de tener la enfermedad?
- No auto medicarse
- Ingerir abundante líquido
- Acudir inmediatamente a la institución de salud
Causas
El virus del dengue (DENV) se propaga por la picadura de mosquitos hembra,
principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor medida, A. albopictus.
Además, estos mosquitos también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre
amarilla y la infección por el virus de Zika.
Se ha descrito algún caso de transmisión sexual, pero es muy poco frecuente. La
forma de contagio mayoritaria es a través de la picadura de mosquitos.
Tipos
Existen dos tipos de dengue:
El dengue clásico, que no suele presentar muchas complicaciones, ya que el
organismo tiende a recuperarse por completo con los cuidados adecuados.
El dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico), cuyo período de
incubación es de entre cinco y ocho días. Es una manifestación grave y puede causar
la muerte del paciente porque pueden aparecer taquicardias, dolor en los huesos,
hemorragias, alteración de la presión arterial, insuficiencia circulatoria o deshidratación.
Se distinguen cuatro serotipos inmunológicos del virus del dengue: DENV 1, DENV2,
DENV3 y DENV4. Se ha hablado de un quinto serotipo, DENF5, pero su existencia es
controvertida.
Tratamientos
Los expertos afirman que no hay tratamiento específico para el dengue. No obstante,
es esencial la asistencia por parte de los médicos y enfermeras que tienen experiencia
con los efectos y la evolución de la enfermedad, para salvar vidas y reducir las tasas
de mortalidad.
En términos generales, el tratamiento para las formas benignas se hace
con antiinflamatorios, antipiréticos y reposo. En las formas graves se repone el
equilibrio electrolítico y si hay hemorragia puede precisarse una transfusión de sangre
y el control del número de plaquetas.

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