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Túpac Katari - Julián Apaza Nina

(Unknown - 1781/11/15)

Caudillo aimara
 Uno de los referentes de la lucha de los pueblos
indígenas.
 Padres: Nicolás Apaza y Marcela Nina
 Cónyuge: Bartolina Sisa
 Hijos: Anselmo
 Nombre: Julián Apaza Nina - Túpaj Katari - Túpac
Catari

Túpac Katari nació en 1750 en Ayllu Sullcavi, Ayoayo,


provincia de Sicasica (Bolivia).

Hijo de Nicolás Apaza y Marcela Nina.

A muy temprana edad quedó huérfano, siendo recogido


por el párroco de Ayoayo, al que ayudó en la iglesia
como monaguillo y sacristán.
Siendo un adolescente trabaja en las minas de Oruro. A
su regreso a Ayoayo se hace panadero y, después,
comerciante en hoja de coca y bayetas. Allí conoció a
Bartolina Sasi con la que se casó. Anselmo, el único hijo
del caudillo, fue fruto de su relación con otra mujer,
Marcela Sisa.

A inicios de marzo de 1781, lidera una rebelión en su


pueblo que se extiende por la provincia de Sicasica y por
las de Pacajes, Omasuyos, Larecaja, Chuchito, Carangas
y Yungas, abarcando una gran extensión del altiplano
boliviano. En agosto de 1780, estalló la sublevación de
los hermanos Catari, en Chayanta y en noviembre la
de Túpac Amaru, en la región de Cuzco. No parece que
los tres alzamientos respondieran a un plan
preconcebido

Asumió por entonces como nombre Túpac Katari, que,


en aymara y en quechua se puede traducir como
“Serpiente Soberana”.

Desde el inicio de su alzamiento se distingue por su


violencia, quedando los poblados de españoles, criollos y
mestizos materialmente barridos en lo que fue una
guerra de extermino.

Ante las matanzas indiscriminadas, la mayoría de los


mestizos y criollos consideraba un peligro mayor la
revolución indígena que la continuación del sistema
español, por lo que no se unió a ella. Tampoco se
sumaron los indios de las minas, lo que limitó su ámbito
al elemento indígena y solo a los campesinos.
Tuvo como objetivo primordial la ciudad de La Paz por
ser la más populosa y centro del poder español. El 14 de
marzo de 1781, las vanguardias de sus fuerzas
aparecieron en los altos que rodean la ciudad, aunque
para entonces ya tenía completada su defensa.

En pocos días unos cuarenta mil hombres cercaban la


ciudad, comenzando un asedio que duraría más de tres
meses. En la plaza se refugiaban miles de habitantes de
los alrededores y empezaron a faltar los suministros.
Centenares murieron de inanición y parece que llegó a
practicarse el canibalismo. Una epidemia de disentería
multiplicó la cifra de bajas.

El 5 de junio Sorata, capital de la provincia de Larecaja


a 150 km de la ciudad de La Paz, asediada desde el 4 de
mayo, cayó en manos de los rebeldes. Entre ellos las
huestes de Katari y los Túpac Amarus. Sorata fue
tomada cuando los sitiadores hicieron una presa que
acumuló las aguas procedentes del nevado Tipuani.
Cuando se alcanzó un volumen suficiente fue abierta y la
inundación arrasó las defensas de la ciudad, permitiendo
la entrada de los sublevados. La mayor parte de los
habitantes, en torno a diez mil, fueron pasados a
cuchillo. La ciudad fue totalmente saqueada.

A últimos de junio se produjo la liberación de La Paz con


la llegada de un ejército de socorro de mil setecientos
hombres, formado mayoritariamente por tropas locales y
un reducido contingente de soldados regulares de
dragones y de infantería del Regimiento de Saboya,
llegado desde Buenos Aires.

El virrey Agustín de Jáuregui ofreció amnistía a los


rebeldes que se rindieran, lo que hicieron muchos,
incluidos líderes del movimiento.

La retirada de la columna de Flores propició que, Túpac


Katari estableciese un segundo cerco a La Paz. De
nuevo, el hambre y las enfermedades asolaron la ciudad
y, cuando la situación se hacía insostenible y se pensaba
en una salida a la desesperada, apareció en el Alto de
La Paz la vanguardia de la segunda expedición de
auxilio que el 1 de octubre había partido de Oruro con
cinco mil hombres. Ante su aproximación, los rebeldes
levantaron el cerco.

El 28 de octubre, los principales dirigentes quechuas


iniciaron contactos para acogerse a la amnistía
prometida. El 3 de noviembre se firmaron las
llamadas Paces de Patamanta, en virtud de las cuales el
principal ejército indígena, de veintidós mil hombres,
acordó deponer las armas. Túpac Katari se negó a entrar
en negociaciones y el 29 de octubre inicia la marcha con
la intención de castigar a Guamansongo, cacique fiel a
España.

Tras ser traicionado por algunos de sus seguidores fue


apresado el 9 de noviembre de 1781.

Tras un rápido juicio en Peñas el día 13 de noviembre, a


las 12 de la noche se dicta la sentencia y es ajusticiado
el 14, siendo descuartizado su cuerpo atado por las
extremidades a cuatro caballos y luego exhibido en
señal de escarmiento. Su cabeza fue expuesta en el
cerro de K’iliK’ili (La Paz), su brazo derecho en AyoAyo,
el izquierdo en Achacachi; su pierna derecha en
Chulumani, y la izquierda en Caquiaviri.

Su esposa, Bartolina Sasi, tuvo un importante papel en la


rebelión, llegando a mandar, en ausencia de su marido,
las fuerzas que sitiaban La Paz. Capturada por una
traición, también fue ejecutada.

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