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Protegido por Tiger Shifter Copyright © 2024 por

Lila Rose
Editor: Edición de árbol caliente
Diseñador de portada: Portadas de Christian
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Protegido por Tiger Shifter es una obra de ficción. Todos los nombres, personajes, eventos y lugares que se encuentran en este
libro provienen de la imaginación del autor o se usan de manera ficticia. Cualquier similitud con eventos, lugares, organizaciones
o personas vivas o muertas reales es totalmente una coincidencia y no es la intención del autor.
Para los lectores que quieran ser acechados y secuestrados por un

cambiaformas tigre
CONTENIDO
Propaganda
Advertencias de activación
Capítulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Epílogo
Expresiones de gratitud
También de L Rose
PROPAGANDA
nox
La gente me ve como el imbécil que se ocupa de trabajos infernales. Eso es porque la gente me
teme, que es lo que me gusta.
Desafortunadamente, también tengo que aguantar al tigre que llevo dentro. Mi bestia
debería haberme protegido cuando era más joven, pero en cambio, todo lo que siempre
ha querido son palmaditas y atención.
Odié a ese tigre... hasta él.
Nuestro compañero predestinado.
en kiera
La vida de soltero como joven profesor universitario con ansiedad es difícil. Si a eso le
sumamos mi mala coordinación, a menudo me pregunto si habrá alguien en el mundo que
alguna vez me acepte tal como soy.
Incluso los hombres con los que mis padres intentan tenderme una trampa no funcionan: esa
segunda cita nunca llega.
Pero después de una mirada impresionante y sobrecogedora de un extraño, me doy cuenta

de que ninguno de los hombres que lo precedieron son para mí.
Afortunadamente, después de un atraco y de conocer a un adorable tigre, Nox ha vuelto a mi vida.
Ahora todo lo que tengo que hacer es mantenerlo allí.

ADVERTENCIAS DEL DISPARADOR
Secuestro y acoso
CAPÍTULO UNO
NOX
A Hace unos meses me convertí en un acosador.

Si eso no fuera suficientemente malo, ahora era un secuestrador.
Que me jodan a mí y a mis malditos días llenos de seguir a alguien. Pero valió la pena.
¿O era? Fue. Me pasé una mano por la cara y me alejé del hombre noqueado en el sofá de mi
oficina para, con suerte, encontrar alguna ayuda sensata.
Allí admití que lo necesitaba.

Debería haber pedido ayuda hace meses cuando comencé a dar vueltas.
No, a la mierda eso. Nunca debí haber recurrido a acechar en el maldito

primer lugar. Pero no pude detenerme.
No cuando él era mi compañero predestinado.
También era el hombre más torpe y ajeno que jamás había visto, lo que nos hizo a mí y al tigre
preocuparnos sin parar.
Llamé a la puerta de mi hermano y cuando lo escuché llamar, la abrí. “¿Puedo hablar con tu
pareja?”
Rio se incorporó del pecho de Deacon con los ojos muy abiertos. "¿A mí?"
Deacon arrojó la manta sobre Rio, no queriendo que viera su cuerpo desnudo.
y ladró: “Sí. Dale tiempo”.
Asentí, cerré la puerta y caminé por el pasillo mientras esperaba.
Rio era la opción obvia para hablar ya que era nuevo y parecía más sensato que Deacon,
Riker y yo juntos.
Además, no era un asesino a sangre fría como lo éramos mis hermanos y yo.
Aunque su infancia había sido una mierda, debido a su padre del cartel que
recientemente asesinamos, su educación aún había sido menos caótica que la nuestra.
Trabajando para nuestro gobierno cambiante en misiones que prácticamente dieron
El permiso para matar ayudó a enfriar nuestros deseos de cazar y masacrar.
A decir verdad, para mis hermanos, el hambre de sangre proviene más de los animales de
Deacon y Riker que de su lado humano. Simplemente nunca les había dicho que era mi lado
humano el que quería asesinar a quienes lo merecían, más que los instintos animales que tenía
dentro.
El tigre que había en mí era un coñito jodidamente tímido.
Apreté los dientes cuando ronroneó dentro de mí, tratando de calmarme .
Por eso nunca me moví delante de nadie. Si lo hiciera, el tigre preferiría jugar o frotarse
contra alguien para llamar la atención. Nunca me protegió cuando era más joven como lo habían
hecho los animales de mis hermanos.
El tigre se había escondido cuando había problemas.
Un tigre.
Uno de los gatos más malos del mundo buscaba amor y afecto en lugar de
que masacrar a cualquiera que nos haya jodido.
La puerta se abrio.
Río se quedó mirando. "Qué"
"Ven conmigo", dije rápidamente. Luego agregué con fuerza, casi de mala gana: "Por favor".
Rio asintió y me siguió de regreso a mi oficina. Abrí la puerta y me hice a un lado. Cuando
Rio entró, miré por el rabillo del ojo para ver el asombro colorear sus rasgos.
Cerró la boca de golpe y preguntó: "Nox, ¿secuestraste a mi profesor?"
Sí.
Sí, lo hice.
Extendí una mano. "Es un peligro para sí mismo".
Rio tarareó y asintió. "Bien. ¿Y es por eso que lo secuestraste?
“Me sorprende que esté vivo. En los últimos meses casi ha muerto treinta veces”.
Miré a mi pareja.
"Está bien", dijo Rio. “¿Pero por qué secuestrarlo por eso?”
Apreté los dientes, mirando a mi destino. Me ablandé un poco cuando hizo un
ruido y se frotó la mejilla contra el cojín, lo que hizo que sus gafas se torcieran.
Era lindo.
Pequeño pero lindo.
¿Qué carajo iba a hacer con él?
Rio contuvo el aliento. "Él es tu compañero".
Aparté mi mirada de Kieran Higgins y miré a Rio, asintiendo una vez.
"Mierda." Se tapó la boca con la mano y detrás de ella dijo: "Y lo secuestraste".
“¿Podemos concentrarnos en otra cosa?” Gruñí.

“No, Nox. No podemos”. Ahora era él quien caminaba. "Déjame entenderlo. Lo
has estado observando por un tiempo. Bueno, debes haberlo sido porque dijiste en los
últimos meses que casi muere... Un gruñido salió de mí. Rio puso los ojos en blanco.
“Sí, está bien, no volveré a mencionar esa palabra con D.
Entonces decidiste... ¿llevarlo para protegerlo de sí mismo? Dejó de caminar y me
miró.
Suspirando, asentí.
"Nox", gimió, como si sufriera dolor.
¿Cómo estaba sufriendo? No había observado a mi compañero durante los últimos
meses mientras casi pierde la vida por tropezar o estar demasiado absorto en la lectura o
en su teléfono como para darse cuenta de que podrían haberlo atropellado, aplastado o
asesinado.
La ira y el miedo me apuñalaron en el pecho.
“¿No puedo mantenerlo aquí para que esté a salvo?” Yo pregunté.
Rio farfulló antes de adelgazar sus labios y juntar sus cejas.
Maldito Cristo.
Lógicamente, sabía que no podía retenerlo, pero cuando vi a esos hombres llevarlo
a un callejón, asaltarlo y luego noquearlo, no podía dejar a mi compañero en el mundo
para que sucediera algo más.
La furia me arañó la garganta.

Le iban a hacer cosas.
Cosas malas, jodidamente malas.
Cosas en las que no podía pensar porque me gustaría... "No
puedes quedártelo".
Mi labio superior se elevó en un gruñido silencioso.
“No te enojes conmigo. Obviamente no pensaste en esto. Él es tu compañero
predestinado, Nox. Conocerlo. Cortejalo. Estoy seguro de que lo conquistarás y entonces
él nunca querrá irse de tu lado”.
"Yo no cortejo."
“Muy bien, ¿al menos puedes ser amable? ¿Menos gruñón y gruñón?
Cruzando los brazos sobre el pecho, le fruncí el ceño a la pareja de mi hermano.
Quizás no fue la elección correcta para traerlo aquí. Al menos Deacon y Riker estarían
de acuerdo con mi idea de secuestrarlo y mantenerlo aquí.
Rio se pellizcó el puente de la nariz. “Nox”. Suspiró de nuevo. “¿Qué te hizo
secuestrarlo hoy? ¿Cuál fue la causa subyacente, ya que parece que de todos modos es
propenso a sufrir accidentes?
“Tenía la nariz metida en un maldito libro una vez más y dos hombres lo llevaron a
un callejón oscuro. Ni siquiera gritó pidiendo ayuda. Antes de cruzar la calle para ayudar,
le robaron la cartera y lo dejaron inconsciente. Lo traje de regreso aquí”.
"UH Huh." El asintió. “¿Y qué pasó con los atracadores?”

Tenía la sensación de que no quería que dijera que los maté.
Aún….
“Yo los maté”.
"Nox", espetó. “¿Alguien te vio? ¿Están los cadáveres tirados en el callejón junto con
la cartera del profesor?
Arqueé una ceja.
Se pasó una mano por el pelo. "Bien. Por supuesto que limpiarías
después de ti mismo, considerando tu trabajo”.
“Ellos iban a…” Mi sangre hirvió. Estiré mi cuello de un lado a otro para tratar de
refrescarme y evitar buscar más sangre. “Querían hacerle otras cosas cuando se desmayó”.
Rio palideció mientras asentía. "¿Cómo lo sabes?"

Sonreí. Rio dio el más mínimo paso hacia atrás. Puse los ojos en blanco. Nunca lo
lastimaría, pero mi sonrisa podría haber parecido un poco enloquecida por
recordando la forma en que habían llorado y suplicado. “Los torturé para obtener respuestas. No
duró lo suficiente y no podía hacerlo demasiado sangriento, ya que no quería mancharme a mí en
caso de que le pasara a él”.
"Bien. Sí. Por supuesto."
"Exactamente. Ahora, ¿qué hago con...?
Nos congelamos y miramos a mi compañero cuando gimió y se movió en el sofá.
Por favor no te despiertes. Por favor, no despiertes, rogué mentalmente.

Rio me hizo un gesto con la mano. Miré allí para verlo señalándome a mí y luego a mi pareja.
Negué con la cabeza. No estaba hablando con él. No pude. No me arriesgaría a que el vínculo se
forme más. Tenía la oportunidad de tener una vida mejor. Una vida sin saber que los monstruos eran
reales.
Negué con la cabeza.
Río asintió.
Negué con la cabeza nuevamente y lo señalé a él y luego a mi compañero.
Él lo fulminó con la mirada y articuló: "No".
Otro gemido de mi compañero, y levantó un brazo para frotar su
cara, tirando sus gafas a un lado.
Mierda, joder.
El pánico me hizo pasar de humano a tigre en cuestión de momentos.
"Nox, no", ladró Rio en voz baja.
Un gemido de mi compañero, pero antes de que corriera a esconderme detrás de un escritorio, él se sentó
lentamente.
"Jódete, no..."
"Señor. ¿Santiago?
"Oh, ah, hola, profesor Higgins".
Nos agachamos boca abajo y nos asomamos por debajo del escritorio. Nuestro compañero
parpadeó confundido y aturdido hacia Río.
“¿QQué… dónde estoy?”
Rio juntó sus manos detrás de su espalda. “Bueno, verás… ¿qué recuerdas?”
Pensamos que era una buena pregunta. Quizás la pareja del oso no era tan mala después de
todo.
Clavando nuestras garras en la alfombra, luché por el dominio en esta forma, ganando
fácilmente ya que todo lo que el tigre quería hacer era marcar con olor a nuestra pareja.
Pero ahora estaba al frente del cerebro, que me dejaba en control de esta forma.
"Um..." Sus cejas se arquean. “Estaba caminando a casa desde la universidad y…”
Jadeó. “—dos hombres me arrastraron a un callejón y me quitaron la billetera. Me
noquearon. Tengo que llamar a la policía. ¿Tienes un telefono?"
"¿No?"
Era inútil mintiendo.
Mi compañero se enderezó, pero luego se frotó la cabeza e hizo una mueca. “¿No
tienes teléfono?”
"No", dijo Rio.
Ambos miraron al escritorio al mismo tiempo donde había un teléfono.
Mierda.
No podía llamar a la policía.
Además, tenía su billetera.
Que estaba en mi ropa en el suelo donde me había movido.
Jesucristo.
Mi compañero se puso de pie, pero Rio se interpuso en su camino, gritando: "Espera..."
“No tengo tiempo para esto…” se interrumpió con un grito y se sacudió hacia atrás
donde luego tropezó y cayó de nuevo en el sofá. "Señor. Santiago”, gritó. "¡Tigre! ¡Hay un
tigre!
Mierda, mi control había fallado y dejé que el tigre se sentara. Puso sus patas sobre el
escritorio para saltar encima de él, pero rápidamente volvió a caer al suelo del otro lado.
No, lo mando mentalmente.

Sin embargo, no me importaría saber la respuesta a lo que el tigre quería descubrir.
Que si nuestra pareja quisiera acariciarlo, sentir su pelaje en una caricia larga y amorosa.
"Señor. ¡Santiago! Miró frenéticamente al único otro ser humano en el

habitación.
"Está, ah, ¿de acuerdo?" Río lo intentó.

“No se ve bien, señor Santiago. ¿Es esta tu mascota...?
Un gruñido surgió de mí. No éramos la mascota de nadie... excepto tal vez la suya.
No. Yo no permitiría eso.
Retomando el control, bajé hasta mi vientre y dejé que el ronroneo
El tigre quería compartir. Nuestro compañero lentamente nos miró.
Me acerqué y noté cómo nuestro compañero se quedó quieto.
"Aww, ¿no es adorable?", susurró Rio. Si no estuviera tratando de ayudar a nuestro
compañero a relajarse, le habría arrancado la cabeza. "Está tratando de parecer menos
intimidante para calmarte".
“¿Antes de que me coma?”

"No", dijo Rio rápidamente. "Él, ah, quiere palmaditas".
Quería girarme y gruñir, tal vez incluso atacar a Rio por siquiera sugerirlo, pero no podía apartar
la mirada de mi compañero cuando la tensión desapareció mientras relajaba sus hombros.
"¿En realidad?" preguntó esperanzado.

Joder mi vida, ¿realmente iba a dejar que me acariciara?
Mierda. Sí, lo estaba.
Nos puse de pie y olí a nuestra pareja. Su dulce y delicioso aroma nos hizo cerrar los ojos y
ronroneamos más fuerte mientras frotamos nuestra cabeza contra sus rodillas.
Se le escapó una risa. "Esto es increíble."

“Lo sé”, respondió Rio.
Será mejor que no le cuente esto a mis hermanos.
Las manos de mi compañero temblaron cuando las extendió lentamente. Empujamos nuestra
cabeza hacia arriba y debajo de sus palmas y ronroneamos un poco más cuando sus dedos
atravesaron nuestro pelaje para luego pasar sobre nuestra cabeza.
“No puedo creer esto”, dijo mi pareja asombrada.
El placer nos hizo lamer y saborear la piel de nuestro compañero en sus brazos. Al tigre le gustó
escuchar los elogios de nuestra pareja. Y demonios, no me importaba saber que él pensaba que el
tigre era simpático.
Sus brazos rodearon nuestro cuello y nos abrazaron con fuerza.
Nos echamos hacia atrás y lamimos su cara, provocando una risa.
Se quedó quieto y puso su atención en Rio. Afortunadamente, volvió a
frotando nuestro cuerpo mientras preguntaba: "¿Se te permite siquiera tener un tigre como mascota?"
Se escuchó un gruñido.
Una vez más, no éramos la mascota de nadie.
Excepto su… tal vez.

Mierda. Me estaba engañando a mí mismo si intentaba negar mi atracción por nuestra pareja.
Lo queríamos.
No, lo quería.
Pero merecía un mundo de ignorancia. Sin miedo a los monstruos del mundo.
También hay monstruos en los humanos.
Kieran casi pierde la vida por culpa de ellos.

"¿Ah, sí?" Rio mintió lastimosamente. "Él es una excepción".
"Vaya, desearía poder conseguir uno".
Gruñendo de nuevo, colocamos nuestras patas delanteras en el sofá. Mi compañero

Se apartó, la sorpresa evidente con su boca abierta.
Tocamos nuestra nariz con la suya y continuamos gruñendo.
Nunca volvería a tener otro tigre. No serían como nosotros y, conociendo su suerte, se lo comería.
"Señor. ¿Santiago? mi compañero llamó, la preocupación endureciendo su tono.

"Está bien. Simplemente no quiere que menciones a otros tigres”.
Hubo una pausa y me pregunté cómo Rio iba a explicar esto.
"Ah, okey." Mi pareja nos sonrió y tomó nuestras mejillas. Jesús, él

Cualquier otro tigre lo mataría . “No lo haré. Eres todo lo que necesito."
Escuchar esas palabras fue como una bofetada en la cara para despertarme, pero también me
iluminaron las entrañas con luciérnagas.
Yo era todo lo que necesitaba.
No, éramos todo lo que necesitaba.

Él había dicho eso.
De nuevo a ronronear, frotamos nuestra cara contra la suya. Sobre su cabeza, su pecho, su cintura.
Había un profundo deseo de que todo él oliera como nosotros.

Entonces, una vez que lo hiciera, tal vez la punzada de posesividad se desvanecería.
Con un poco de suerte.
Aunque actualmente todavía estaba considerando mantenerlo aquí de una forma u otra, y no me
oponía a atarlo a mi cama.
CAPITULO DOS
KIERAN
t Gracias a Dios no me avergoncé cuando vi al enorme tigre de dientes

afilados, que en ese momento estaba subiendo sus patas traseras hacia
el sofá para unirse al resto de él y a mí. Mi corazón dio un par de latidos
adicionales cuando él se acostó con un gemido y apoyó la cabeza en mi regazo. Su
ronroneo era un sonido tan tranquilizador. Uno con el que quería quedarme dormido.
Todavía no podía entender el hecho de que estaba en presencia de un tigre real.
Mi pulso aún no se había desacelerado y dudaba que lo hiciera pronto. Sin embargo,
¿quién hubiera pensado que un depredador así descansaría en el sofá con alguien
como un gato doméstico que quisiera tener mascotas?
Era una absoluta maravilla. Su pelaje naranja, negro y blanco era más suave de
lo que pensé que sería. Sus ojos dorados eran casi fascinantes. Podía confesar que
sus dientes todavía daban un poco de miedo, pero estaba seguro de que no me
mataría. Sin embargo, sólo me estaba volviendo loco del Sr. Santiago.
estado relajado. Tampoco era como si fuera a ignorar la oportunidad de conocer de cerca
a un tigre.
Su lengua húmeda, cálida y áspera colgó y golpeó mi brazo.
No me importó la baba que dejó atrás. ¿Cómo podría si él era tan increíble? Además,
le agradaba lo suficiente como para relajarse a mi alrededor. Por otra parte, no era nada
intimidante.
Subiéndome las gafas a la nariz, deslicé mi mano sobre su cabeza y cuello.
“¿Cómo lo conseguiste?” Yo pregunté.

"¿La tienda de mascotas?" Lo que dijo el Sr. Santiago, un ex alumno de la universidad
en la que yo trabajaba, sonó más como una pregunta que una respuesta. El tigre resopló
con fuerza.
Mirando hacia arriba, negué con la cabeza. "No creo que se pueda conseguir un tigre en una tienda
de mascotas, señor Santiago".
"Río, por favor".
Asenti. "Rio, y como ya no soy tu profesor, puedes llamarme Kieran".
"Gracias. ¿Cómo va la universidad?

Sacudiendo la cabeza, ignoré esa pregunta para hacer la mía: "Sé que el tigre me
distrajo, pero realmente me gustaría que me dijeras cómo llegué aquí y por qué no me das
el teléfono".
Rio abrió y cerró la boca. Pude ver su mente funcionar a través de su mirada rápida.
¿Por qué no podía simplemente decirme la verdad?

No tenía sentido.
“Bueno, verás… Pasé por el callejón después de que te noquearon y les regañé a
esos tipos. Cuando huyeron, te traje de vuelta aquí”.
No lo estaba comprando en absoluto.
La ansiedad hizo que se me revolviera el estómago.

Algo estaba pasando aquí. ¿Por qué me estaba mintiendo? ¿Cuál fue el punto?
"¿Por qué no me llevaste al hospital o llamaste a la policía tú mismo?"

“No estaba pensando después de ahuyentar a esos tipos. Por alguna razón, pensé
que estarías más seguro aquí”.
“¿Tienes mi billetera entonces?”
Salté cuando el tigre de repente se levantó del sofá y se dirigió hacia… un montón de ropa
en el suelo. Los rascó y arañó. Rio se acercó y recogió los pantalones, sacando mi billetera.
"Eso es mío", anuncié, como si él no lo supiera ya. Pero tal vez no lo hizo porque lo estaba
mirando como si le sorprendiera.
"Bien." Él asintió y se acercó para entregármelo.
"¿Por qué estaba en el suelo en un bolsillo?" Yo pregunté.
Río se tensó. "Porque... me cambié cuando llegué a casa".
Parpadeé lentamente. "¿Disculpe?"
Se frotó la nuca. "Quería quitarme esa ropa cuando llegara a casa".
"¿Aquí? ¿En la habitación mientras me desmayaba en el sofá?

Río se encogió. "No fue espeluznante ni nada".
Esto fue extraño. Demasiado extraño para mí.
Era necesario un cambio de tema y no pude evitar decir lo que todavía tenía en mente.
“Probablemente debería llamar a la policía. Esos hombres podrían hacérselo a otra persona”.
"¡No!" Rio gritó y luego se rió torpemente. “Quiero decir, ¿cuál es el punto? Los escapé y
al final no consiguieron tu billetera de todos modos. Estoy seguro de que no lo volverán a
hacer”.
“Pero fui atacado”.
"Y estás bien", intentó Rio. El tigre lo golpeó, pero Rio saltó hacia atrás rápidamente antes
de que el tigre volviera hacia mí y se sentara a mis pies, frente a Rio.
"Yo... supongo que podría dejarlo ya que realmente no recuerdo cómo se ven". Lo cual
fue una lástima porque, si lo hiciera, acudiría a la policía. No quería que nadie más saliera
lastimado.
Rio chasqueó los dedos y me señaló. "Mira, no hay razón para molestar a la policía".
Tarareé en voz baja cuando surgió una nueva pregunta. “¿Río?” Fue
una pregunta que había estado ardiendo en mi mente desde la última vez que lo vi.
"¿Sí?"
“Ese, um, hombre con el que estabas en clase. El día que te fuiste y no volviste”.
“Oh, sí, lo dejé. En primer lugar, nunca quise tener un título en negocios. Me sentí más
obligado a hacerlo. Pero de todos modos, ¿por qué preguntas por Nox?
Nox
"Nox", susurré, queriendo probar el nombre. Me raspé el labio inferior con los dientes. De
repente, los nervios bloquearon mis palabras. La idea del hombre corpulento y corpulento con
algunos patrones tatuados en la parte posterior de su cuello, que estaba segura corría sobre
su espalda musculosa, me había dado constantes mariposas. Nunca antes había deseado
tener la oportunidad de pasar mis dedos por el cabello de alguien, hasta ese día en la sala de
conferencias cuando mis dedos se movieron al pensar en lo suave que era su cabello castaño
claro. Ahora podría imaginármelo fácilmente. Cómo era corto a los lados y más largo arriba.
Similar al mío, excepto que el mío era un poco más largo y negro.
Mis pensamientos huyeron cuando sentí el cuerpo del tigre tensarse bajo mis manos.
Río asintió. "Nox, él es mi..."
"¿Qué?" Exigí y supe que mis mejillas enrojecieron.
Los labios de Rio se torcieron. "Cuñado."
Rio se iba a reír de mí ahora. Sucedía muchas veces, aunque se debía principalmente a mi
falta de coordinación. Aún así, necesitaba saber quién era el hombre. Con una breve mirada a
sus iris dorados que hizo que mi corazón diera un vuelco, no pude sacarlo de mi mente. Sólo ese
día, rápidamente aparté la mirada de Nox. Ya antes me habían quemado hombres guapos.
Algunos de ellos incluso se habían agitado si los miraba demasiado tiempo.
No era un hombre guapo. Demasiado delgada, demasiado baja, demasiado inteligente, demasiado
tímida y torpe.
Mi naturaleza reservada, además de mi apariencia normal, hacía difícil conseguir una cita o
conservarla para una segunda oportunidad. Tendía a buscar cosas que sostenía y a tropezar con
nada la mayor parte del tiempo.
Inmediatamente me arrepentí de haber mostrado mi interés en Nox.
Esperaba que Rio no le dijera nada a su cuñado. Sólo tenía curiosidad.
Esperar….
El shock me hizo soltar: “Espera, dijiste cuñado. ¿Está casado?" Rio era más joven que yo.
Río se rió entre dientes. "Soy. El diácono es asombroso. Si te quedas el tiempo suficiente,
es posible que lo conozcas. Y fue Deacon quien envió a Nox a la universidad para protegerme.
Es muy protector”.
No estaba segura si quedarme era una buena idea ya que, al mirar el reloj en la pared, vi
que ya era tarde y que todavía tenía trabajos que calificar.
Por otra parte, parecía que no podía levantarme del sofá. Significaba que tendría que dejar a esta
asombrosa criatura frente a mí.
Asintiendo, me incliné hacia delante para pasar mis manos por el lomo del tigre.
"¿Cómo se llama?" Pregunté, tratando de cambiar de tema.
"Ah... ¿Esponjoso?"
"¿Esponjoso?"
Tosió, pero estaba seguro de que también escuché una risa detrás de eso. "Sí."
La sangre bombeó más rápido cuando el tigre levantó su labio superior y gruñó hacia Rio. Al menos
no estaba dirigido a mí. No le gustaba nada que lo llamaran Fluffy. Pobre tipo.
"¿Estás seguro de que es legal mantener un tigre en cautiverio?"

"Estoy seguro de que. Deacon me contó todo al respecto. Fluffy es demasiado... hmm, ¿cómo
debería decirlo... gentil? ¿Suave? No sobreviviría solo en el desierto”.
Fluffy gruñó de nuevo, pero Rio ignoró la crueldad como si fuera algo cotidiano. Diablos, tal vez lo
fue.
"Bueno, suena aterrador", dije, abrazándolo hacia mí. “Podrías intimidar fácilmente a otros
animales”, le dije a Fluffy mientras frotaba mi cara contra su suave pelaje.
Un ronroneo surgió de su interior, haciéndome sonreír. Después de unos momentos, me enderecé de
mala gana, me arreglé las gafas y masajeé con mis dedos el cuello del tigre.
Su ronroneo se hizo más fuerte y mi sonrisa se hizo tan amplia que me dolían las mejillas.
Hasta que de repente se puso de pie y gruñó a la puerta. Lentamente, aparté mis
manos de él.
Los ojos de Río se abrieron como platos.
"¿Qué ocurre?" Yo pregunté.

Rio forzó una risa y se dirigió a la puerta, apoyándose contra ella. "Nada.
Nada en absoluto."
Sonó un golpe. El pomo de la puerta se sacudió.
"Nox, tienes algo contra la puerta".
Espera, ¿estaba en la oficina de Nox? Mi pulso se aceleró y, vergonzosamente, mi polla se sacudió
debajo de mis pantalones. Yo no era un adolescente. Mi cuerpo no necesitaba reaccionar de esa
manera sólo por estar en la habitación de alguien.
En realidad, nunca había reaccionado así en el pasado, incluso si hubiera entrado en el dominio de la
persona que me gusta.
¿Por qué fue ahora?

"Nox no está aquí en este momento", llamó Rio. "Vuelve más tarde, Riker".
El tigre se deslizó lenta y silenciosamente detrás del sofá para esconderse.
Tal vez no sobreviviría en la naturaleza si estuviera preocupado por otra persona.
“Ooooh, ¿tú y Deacon lo están haciendo ahí dentro? Nox te matará”, dijo.
—llamó un hombre llamado Riker.
“Mierda, Riker. Deacon y yo tenemos estándares”.

"¿Tú? ¿En realidad? Podría olerlos en la película...
“Cállate”, gritó Rio.
¿Aroma?
¿Qué?
“Riker, tengo un invitado aquí. Mi profesor. ¿Puedes darme un segundo?
"¿Mi hermano sabe acerca de este invitado?"

"¿Sí?"
Eso sonó a mentira.
De pie, presioné una mano contra mi estómago inquieto. “Rio, puedo irme si…”
El tigre gruñó mientras corría alrededor del frente del sofá para interponerse en mi camino.
“No, no”, dijo Río. "Todo es... Vete a la mierda, Riker", gritó Rio cuando un brazo que
asomó por el espacio lo empujó hacia nosotros antes de que la puerta se abriera.
Un hombre bajo y delgado como yo, pero con más músculos, naranja brillante.
cabello y ojos color ámbar, miraba fijamente la habitación con la boca abierta.
"Nox"
"Fluffy", gritó Rio, haciéndome saltar. "Ese es nuestro tigre mascota, Fluffy, Riker". Se
acercó a Riker y lo agarró del brazo.
"Correcto", dijo Riker. “¿Y ese es tu profesor?”
"Sí. Kieran, este es el otro hermano de mi marido, Riker”.
La gran sonrisa y los ojos brillantes de Riker me ponen nervioso. De hecho, los pelos en
La parte de atrás de mi cuello se elevó.
"Hola", le ofrecí, empujando mis gafas hasta mi nariz.
"Ey. Hola. Encantado de conocerlo. Aunque no estoy seguro de por qué te veo.
¿Qué haces en nuestra casa? ¿Rio realmente te invitó? No puedo creer que lo haya hecho
porque a Deacon no le gustaría eso… a menos que Rio te quiera muerto”.
Se volvió hacia Río. “¿Lo quieres muerto? Puedo hacerlo si...
La mano de Rio golpeó la boca de Riker.
Mis nervios vibraban dentro de mí y tenía la mayor necesidad de robar.

el tigre mientras corría por mi vida.
"Nadie está matando a nadie, Riker".
Eso en realidad sonó como si Riker realmente hubiera querido decir su oferta de matar.
a mí.
Di un paso atrás y el tigre me siguió.

Riker tomó la muñeca de Rio y le quitó la mano de la boca. "Abucheo.
Eso es aburrido. Entonces, ¿qué está haciendo aquí?
“Está aquí porque lo salvé de un atraco y…. ¿Sabes que? No importa por qué está aquí.
¿Puedes hacerme un favor y llevar a Fluffy a ir al baño y ver si puedes encontrar a Nox? Lo
necesito aquí, ahora mismo, para llevar al profesor a casa”.
“¿Nox me llevará a casa?” Solté, y los ojos de Riker se estrecharon hacia mí.
Hasta que sus cejas se arquearon cuando sus ojos se abrieron. "De ninguna manera. Él es"
“Ricker. Esponjoso. ¡Ahora!" Gritó Río. Parecía súper estresado. Miró al tigre. "Esponjoso,
vete". Señaló hacia la puerta.
Fluffy dio un paso en esa dirección, me miró y se acercó para poder
Podría rozar su cara contra mi costado.
Extendiendo la mano, le di unas palmaditas en la cabeza cuando se detuvo frente a mí,
esperando llamar la atención. Su altura era increíble. La parte superior de sus orejas llegaba hasta
mi pecho. Era el tigre más grande que jamás había visto. Por otra parte, no tuve un acercamiento
personal con los del zoológico.
"Está bien", le dije. "Volveré de visita". Comenzó a ronronear cuando encontré la mirada de
Rio. "Puedo visitarlo, ¿verdad?"
Mi cara se calentó. Fue de mala educación por mi parte pedir ver un tigre encima de los
dueños de la casa.
Rápidamente, agregué: "No es que… quiero decir, me gustaría pasar por aquí para…
¿podrías…?" Oh Dios, por favor deja que el suelo se abra para tragarme entero. “Sé que fui tu
profesor pero… ¿café? ¿Tal vez?"
Los labios de Rio se torcieron mientras Riker se reía y le guiñaba un ojo. "Me gustas."
Fluffy gruñó y dejó de lamerme el brazo para poder girarme y golpearme.
su pata hacia el camino de Riker.
Rio se pellizcó el puente de la nariz y suspiró. "Riker, por favor saca a Fluffy".
"No creo que Fluffy quiera ir con él", dije suavemente, tratando de no
ofender al hombre que habló de asesinato.
“Lo hará”. Riker sonrió. Se agachó y se dio unos golpecitos en los muslos. “Vamos,
Peludo. Sé un buen chico y te daré un poco de hierba gatera”.
Fluffy resopló y le dio la espalda a Riker para mirarme.
Riker frunció el ceño. “Si no vienes aquí, te lo diré…” Su sonrisa volvió a tener toda
su fuerza cuando Fluffy de repente saltó hacia él.
Riendo, me limpié la baba de los brazos mientras lo veía irse.
Pero justo antes de que Riker cerrara la puerta tras ellos, Fluffy se volvió hacia mí. Mi
pecho se calentó porque el tigre no quería dejarme, y mi estómago se tensó al verlo irse.
Quizás necesitaba una mascota propia.

“Kieran”, llamó Rio, y cuando encontré su mirada, agregó: “Puedes pasar cuando
quieras para visitar a Fluffy. Estoy seguro de que le encantaría”.
Sonriendo, bajé la cabeza. "Gracias." Ya no podía esperar a verlo a continuación. Sin
embargo, la emoción que recorrió mi columna no se debía a visitar al tigre. En cambio,
era por quién estaba a punto de ver y quién me llevaría a casa.
CAPÍTULO TRES
NOX
oh Una vez que estuve en mi habitación, cambié a mi forma humana. Huesos

agrietado y reformado, el pelaje desapareció, los dientes remodelados y las garras
afiladas acortadas, todo mientras maldecía en silencio al tigre por aparecer en el
escritorio en primer lugar para que nuestra pareja nos viera. Ahora el hombre esperaría
que el maldito Fluffy estuviera en la casa cada vez que pasara por allí. Sin embargo, no
importa cómo llamara al animal, a él le importaba una mierda. En cambio, estaba
descansando felizmente después de recibir tanta atención de nuestro destino.
"Entonces", Riker salió de donde estaba, apoyándose contra la pared justo dentro de
la puerta.
Lo ignoré y me vestí con jeans y camisa negros.
Riker gruñó en voz baja. “¿No vas a decir nada?”
Fui a mi mesilla de noche y cogí unos calcetines para ponerme.
"Nox", se quejó mi hermano. “Sólo dímelo con seguridad. Él es tu destino, ¿verdad?
¿Él es el tuyo? Lo que significa que realmente puedo tener uno disponible. Quiero decir,
No puede pasarle simplemente a Deacon y a ti, y luego a mí no, ¿verdad? El mundo no

puede ser tan cruel... Joder, sí se puede”.
Mierda.
No quería que se enfadara. Odiaba ver a cualquiera de mis hermanos herido.
Después de ponerme las botas, me di vuelta, me acerqué y lo agarré por el hombro.

Cuando su mirada se posó en la mía, dije: "Él es mi compañero destinado y creo que tú
también recibirás uno".
La forma en que se iluminó su rostro valió la pena decirlo, y ahora recé para que no fuera
una puta mentira. Riker merecía uno antes que yo. Tenía una suavidad que necesitaba
protección... para evitar que se descarrilara.
"¿Te gusta el tuyo?" él susurró.
Cerré los ojos y apreté con más fuerza su hombro mientras la imagen de mi destino
evocaba instantáneamente.
Era más bajo, pero de la manera perfecta en la que podía levantarlo y cargarlo. Llevaba
gafas, pero del tipo sexy, y funcionaban bien para su aspecto nerd y atractivo…. ¿Qué carajo
estaba pensando?
Abrí los ojos y apreté la mandíbula. Era suave, amable, dulce e inteligente.
Mejor de lo que jamás podría llegar a ser. Necesitaba a alguien que fuera como
él y no todo lo contrario.
"Me gusta el mío lo suficiente como para mantenerme alejado de él".
Al menos creo que podría.
Tal vez.
Por él quería hacerlo.
Fue una buena idea.
Riker negó con la cabeza. “¿Puedo decirte algo, Nox?”
Junté las cejas y asentí.
"Eres un maldito imbécil". Empujó mi pecho. “Deja de pensar en ti mismo y piensa en tu
pareja. Fue elegido para ti. Quizás él te necesite y sólo tú puedas hacerlo feliz . Deja de
pensar en ti mismo y piensa en tu pareja. ¿Sabes cómo es su vida? Quizás te lo trajeron para
que lo protejas”.
Respirando con dificultad, negué con la cabeza.

“¿Realmente dejarías en paz a tu pareja? ¿Encontrará alguna vez el amor? Sería
miserable. Solo para valerse por sí mismo. Si no lo aceptas primero, lo estás dejando sin
elección de una vida en la que puedas hacerlo.
feliz y seguro. El destino le fue bien a Deacon. Ellos también lo han hecho contigo, pero
sólo estás siendo un idiota testarudo.
Si no lo reclamara, ¿tendría a alguien más?
¿Alguien que lo hiciera feliz?
¿Alguien que lo amaría?
¿Tocarlo?
¿Que se joda?
¿Muerdelo?
Mis dientes se alargaron y pasé mi lengua sobre ellos mientras se escuchaba un
gruñido retumbante. “Nadie más puede tocarlo. Hazle feliz. El es mio."
Riker sonrió. "Él es."

Miré hacia la puerta y de nuevo a Riker. Deseé que mis dientes volvieran a su
talla normal. “¿Qué hago con él?”
Mi hermano se rió mientras pasaba de un pie a otro. “Cuídate mucho de él. Muéstrale
que lo vales. Déjale ver tu verdadero yo. Cortejalo. Pruébalo. Hundirse dentro de él.
Muerdelo. Lame su sangre de tus labios.
Que se joda. C"
"Lo entiendo", le gruñí en la cara.
Él se rió de nuevo y me dio unas palmaditas en el brazo. "Si no te gusta oírme hablar
así de él, entonces mete tu estúpido trasero y ponte a trabajar". Saltó desde los dedos de
los pies hasta el talón y juntó la mano delante de él. "Esto es genial. Me encanta esto para
ti. Por cierto, tu tigre es adorable. Intenté recordar la última vez que lo vi, pero habríamos
sido cachorros”.
Levanté la mano, la puse sobre su cabeza y le revolví el maldito cabello.
"Gracias por hacerme entrar en razón". Ignoré el cumplido y el comentario sobre el tigre
porque no quería hablar de él en absoluto. La cosa era demasiado débil.
"En cualquier momento. Puedo golpearte la próxima vez para infundirte lógica”, ofreció.
Sonreí. "Te avisaré si lo necesito".
Él soltó una carcajada. “Oh, lo necesitarás. Ve a hablar con tu destino y, cuando llegues a casa más
tarde, podrás contarme cómo lo salvaste de los atracadores”. Levanté una ceja y Riker resopló. “Rio es un
buen cocinero, pero un mentiroso de mierda”.
Resoplando, asentí y abrí la puerta.

Mi cuerpo se salió de control (corazón, pulso, mente, intestinos y pene) ante la idea de
estar en su presencia nuevamente. No era sólo mi cuerpo, sino el
El tigre ronroneaba constantemente en mi cabeza.

Limpié mis manos en mis jeans, giré la manija de mi oficina y la abrí.
“Aquí está”, anunció Rio.

Mi mirada se dirigió directamente a él.
Mi compañero estaba donde lo había dejado, al otro lado de la oficina. Se subió las gafas a la
nariz mientras exhalaba un suspiro.
Río se aclaró la garganta. “Nox, este es, ah, nuestro profesor, bueno, mi exprofesor porque
sólo estabas allí para…. Joder. Nox, Kieran. Kieran Higgins, este es Nox Blackwood, mi cuñado, y te
llevará a casa porque sin duda mi marido estará bajando las escaleras en breve buscándome.
Esa fue una sugerencia obvia de Rio para que nos fuéramos antes de que Deacon viera esto y
hiciera demasiadas preguntas. No estaba preparado para el tercer grado delante de mi pareja.
Pero… ¿qué le dije a mi destino por primera vez?

Red tocó sus mejillas y levantó una mano para saludar rápidamente. "Hola."
Gruñendo, levanté la barbilla hacia él.
Sus labios se estrecharon y su mirada se apagó un poco antes de caer de mí al suelo mientras
su sonrojo se extendía.
¿Lo había molestado?
Un pie en mi espinilla hizo que mis ojos se dirigieran a Rio. Tuvo suerte de ser el destino de mi
hermano o de lo contrario le habría partido el cuello por eso. Rio asintió hacia mi compañero y
articuló: "Habla".
Mierda.
Está bien, podría hacerlo bien.

Para él.
¿Qué estuvo lindo?
Mierda.
"I…." Rechinando los dientes, entrecerré la mirada con molestia cuando mi cerebro eligió ese
momento para dejar de funcionar. Mi compañero miró en mi dirección, vio mi ceño frustrado y supe
que pensaba que estaba dirigido a él cuando rápidamente miró hacia el suelo. Su corazón martilleaba
bajo sus costillas por el miedo, y oler eso me cabreó muchísimo. Nunca quise que me tuviera miedo.
Por el rabillo del ojo, vi a Rio tirando su pierna hacia atrás. Esquivé su patada con un paso
lateral. Mi acción atrajo la atención de mi pareja hacia mí y
Agitó una mano hacia la puerta. "Por favor sígame."

Abrió la boca, la cerró y tragó saliva, pero logró
Asiente en mi dirección antes de decirle a Rio: "Gracias por ayudarme".
"No hay problema. Estoy seguro de que te veré en otro momento o Fluffy te extrañará”.
Rio le dio una palmadita en el hombro al pasar, lo que hizo que mi compañero tropezara un
poco hacia adelante. Extendí la mano y lo estabilicé con mis manos en sus brazos y miré
por encima de su cabeza a Rio, quien retrocedió un paso con las manos extendidas frente a
él.
"Lo siento", llamó Rio.
Mi compañero dejó escapar una risa tímida. "Está bien. Mi coordinación no es la mejor”.
Desvió su mirada hacia mí y la desvió de nuevo. "Lo siento."
Estaba en la punta de mi lengua decir: "Deberías estarlo, ya que me preocupo por ti
todo el maldito tiempo". Pero me abstuve y en lugar de eso dije: "No es necesario que te
disculpes".
La mentira valió la pena porque levantó la cabeza y me sonrió.
Lo miré fijamente. Sus labios. La sonrisa desapareció y supe que era por mi atención.
Mierda.
Con una mano en su espalda, lo que hizo que mi pareja temblara, que mi mano
hormigueara y que mi tripa se agitara, lo guié hacia la puerta. Miré brevemente por encima
del hombro y le ofrecí a Rio un levantamiento de barbilla en agradecimiento. Él sonrió y me
levantó el pulgar.
Cuando llegamos al garaje y nos subimos a mi auto, mi compañero había logrado
tropezar dos veces con la nada. La torpeza me hizo apretar la parte de atrás de su camisa
para mantenerlo erguido. Él se sonrojó y murmuró más disculpas, pero las descarté, a pesar
de que la preocupación devoraba mis órganos.
¿Cómo había vivido hasta ahora sin suicidarse?
“Dirección… ¿por favor?”
Ya sabía dónde vivía. Después de todo, yo había sido su acosador. Pero él no lo sabía.
Cuando me lo dijo, di marcha atrás, le di la vuelta y me fui.
"¿Conoces esa zona?" preguntó suavemente. Dios, amaba su dulce voz.

Al menos esta vez estaba dirigido a mí en lugar de que yo lo escuchara mientras estaba
escondido. Me dejó ansioso por descubrir cómo sonaría en la cama.
"Sí", dije bruscamente, pero sólo porque estaba pensando en estar dentro de él.
"Bueno." Pude escuchar el abatimiento en su tono en mi respuesta entrecortada.

Fóllame. Quería pegarme un tiro en la cabeza.

En lugar de eso, estrangulé el volante y lo miré, y él miró por la ventana con el ceño
fruncido.
Se lo pondría en los labios.
Debería haber estado sonriendo.
Siempre debe sonreír.
Me gustó cuando lo hizo. Cuando los había presenciado desde mis escondites.
Sonó un teléfono.
Mi compañero miró hacia la consola central donde estaba su teléfono. Sus cejas se
fruncieron cuando tomó el dispositivo. "Esto es mío."
Gruñendo, me encogí de hombros. “A veces Rio me lleva el coche. Supongo que te recogió
en él.
"Cómo lo sabes"
“Ricker. Y vi a Rio entrar a la casa contigo desde mi otra oficina”.
Cristo, odiaba mentir, pero él no estaba listo para escuchar la verdad. Soy un asesino
al acecho que quiere meterte su polla y reclamarte para que nunca puedas irte.
También te secuestré y estuve muy cerca de mantenerte encerrado.

Sin embargo, la necesidad de verlo inmovilizado aún no había disminuido.
Él asintió, aceptó lo que dije y desbloqueó su teléfono para leer el
mensaje.
"Mierda", murmuró, y probablemente pensó que no lo escucharía, pero siendo un
cambiaformas, lo hice.
“Pareces tenso. ¿Está todo bien?"
Santo cielo, quería darme una palmadita en la espalda ya que logré un completo
frase, incluso cuando mis nervios me golpeaban en el estómago.
Su cálida sonrisa hizo que mis esfuerzos valieran la pena. Aunque realmente no fue
un esfuerzo ya que era para mi pareja. Ya sabía que haría cualquier cosa para que se
sintiera cómodo conmigo.
Eran inevitables que ocurrieran errores, y entonces tendría que darme una patada en el trasero.
pelotas cada vez que lo hacía enojar.
"Eres muy perspicaz". Agitó su teléfono. "Es sólo que mis padres están molestos".
“¿Tienes padres?” No lo había visto visitarlos en los últimos meses.

Una risa dulce y suave se le escapó, hasta que se tapó la boca con la mano. "Lo siento, no
quise reírme de lo que dijiste, pero ¿no lo hacen todos?"
¿Tiene padres de una forma u otra? Bueno, al menos en un momento dado”.

Tarareé.
Rápidamente continuó diciendo: “De todos modos, está bien. Creen que como tengo
veintisiete años ya debería estar comprometida o casada. Les gusta ayudarme concertándome
citas. Me han enviado un nuevo posible candidato….
¿Estás bien?"
Mirándolo, vi que su mirada preocupada estaba en mis manos que se apretaban y aflojaban
alrededor del volante mientras las visualizaba alrededor del cuello de este chico nuevo. Me
gustó que a sus padres les importara, pero ahora yo estaba en escena. Necesitaban retroceder.
Quizás podría charlar con ellos.

O podría llevar a mi pareja a una cita, expresarle mis intenciones y luego él les haría saber
que no necesitaba a nadie más.
"Estoy bien. Bien. ¿Te gustaría ir a comer a algún lugar? me quedé mirando
El parabrisas no parpadeó cuando escuché su brusca inhalación.
"¿A mí?" se atragantó, sonrojándose de calor.
Mientras mi corazón se reajustaba desde mi garganta hasta donde pertenecía, asentí. "Sí."
“Oh, um, yo… seguro. Por favor. La comida sería buena”.

La comisura de mi boca se alzó. Incluso el tigre estaba contento, sabiendo
estábamos alimentando a nuestra pareja. "Está bien. ¿Eres alérgico a algo?"
"Miseria."
Por supuesto que lo era.
“¿Hamburguesas? Conozco un lugar."

"Podría comerme una hamburguesa". Colocó su teléfono entre sus piernas y se frotó las
manos arriba y abajo por los muslos. "Supongo que es hora de cenar de todos modos, ¿verdad?"
"Es."
Se secó una mancha en los pantalones. "Estoy un poco sucio, probablemente por el atraco".
Mi corazón dio un vuelco extra. Mi pareja estaba preocupada por su apariencia; Me di

cuenta por la forma en que ahora estaba tratando de arreglarse la ropa.
"Te ves bien", le dije y me encogí de mí mismo. No estaba seguro si

"Agradable" sonaba lo suficientemente bien como para tranquilizarlo.
Pero supuse que fue cuando dejó de quejarse y se relajó en el asiento. "Gracias."
Tarareé a cambio y conduje hacia el área de estacionamiento del pequeño restaurante

que me gustaba. Deteniéndome, apagué el auto y salí. Vi a través de la ventana a mi
compañero quitándose rápidamente el cinturón de seguridad, abriendo la puerta y saliendo
a trompicones antes de que yo pudiera llegar allí.
Había estado planeando agarrarle la puerta. Tal vez le preocupaba que lo dejara atrás.
La tristeza apretó mi pecho.

Yo no lo dejaría.
Incluso si él no quisiera volver a verme nunca más, siempre me aseguraría de que estuviera a
salvo.
"Estoy listo", anunció, sacudiéndose a sí mismo.
"Iba a abrir tu puerta".
Sus cejas se arquearon. "¿Estabas?"
"Sí." Antes de que pudiera abrazarlo, me di media vuelta y caminé hacia el restaurante.
Afortunadamente, lo escuché seguirme. En la entrada, abrí la puerta y retrocedí.
Me sonrió como si colgara la luna y las estrellas.

Se merecía una mamada llena de tanto placer que vería estrellas.
"Gracias." De repente se detuvo y palideció. "Soy gay", espetó. “Sólo pensé que
deberías saberlo porque… bueno, sé que no desapruebas la sexualidad siendo tu
hermano… pero…. Olvídalo. Lo siento." Corrió por la puerta y se dirigió a una mesa libre
en la parte de atrás.
¿Estaba mi pareja tratando de advertirme?
Fóllame, quería reírme.
No lo había necesitado desde que había decidido que esta fuera nuestra primera cita.
Mierda. No se ha dado cuenta de que se trata de una cita.
Me dirigí hacia donde él estaba sentado, cubriéndole la cara con el menú, y tomé el
asiento opuesto. Me hubiera gustado estar sentada a su lado, pero no quería agobiarlo.
Todavía.
"No importa, prefieres a los hombres, amigo".
Méteme una mordaza en la boca. La cagué y lo llamé... Miró por
encima del menú. "¿Compañero? ¿Eres originario de Australia?
No. Amigo significa que estamos conectados de una manera en la que nunca quiero que te vayas.
¿Me querrás a mí también?
Había preguntado por mí en Río, lo que podría significar que tenía una oportunidad.
"Sí", mentí.
"Oh, no lo sabía." Él se rió ligeramente. “Por supuesto que no lo sabía.

Claro”. Se sonrojó y se escondió una vez más. Cuando sonó su teléfono, dejó el menú y lo sacó
de su bolsillo. Frunció el ceño mientras leía el mensaje.
"¿Padres?" Yo pregunté.
El asintió. "Son grandiosos. Ellos son. Pero no entienden que los hombres con los que me
pusieron en contacto simplemente no están interesados después de... Oh Dios, por favor ignórame.
No sé por qué dije eso”.
Fue a tomar el menú nuevamente, pero extendí la mano y toqué mi
mano a la suya, deteniéndolo.
Se quedó mirando nuestras manos mientras su respiración aumentaba.
Me lamí los labios secos e ignoré la voz en mi cabeza que me decía que estaba tomando la
decisión equivocada al decir algo tan pronto.
Abriendo la boca, me detuve en decir su nombre por primera vez.
en kiera
Kieran Higgins.
Si él me aceptara, haría todo lo que estuviera en mi poder para hacerle saber que era precioso.
"Kieran", dije suavemente, y sus ojos volaron hacia los míos. "Cuéntale a tus padres
ya estás en una cita”.
Se sobresaltó un poco y preguntó: "¿Lo soy?"
Mis labios se torcieron. "Sí."
"¿Contigo?"
Pasé mi pulgar por la parte superior de su mano y se estremeció. Nos encantó esa reacción
de él. "Debería haber dejado claro cuando mencioné comer que me gustaría que vieras esto como
una cita".
Fóllame. ¿Dije eso bien? ¿Por qué no podía simplemente decirle que estábamos en un
fecha y eso era definitivo. Sin preguntas.
"Um... está bien... gracias".
Cristo, él era lindo, sexy y mío.
El tigre que estaba dentro ronroneó. Quería frotarse contra Kieran nuevamente ya que nuestro
olor se estaba debilitando en él.
Kieran. Quería decir su nombre todo el tiempo ahora.
Sonriendo, incliné la cabeza hacia un lado. "¿Me estás agradeciendo por invitarte a cenar?"
Su sonrojo se profundizó. "Creo que sí."

Sacudiendo la cabeza, incliné la barbilla hacia él. "Decide qué quieres comer y yo iré
a ordenar mientras envías mensajes de texto a tus padres".
“Ya lo tienes”, fue su entusiasta respuesta antes de volver a tomar su menú.
La felicidad en su rostro me hizo nadar en orgullo.

No estaba seguro de cómo tuve suerte de que Kieran aceptara que era una cita, pero
tomaría esa suerte y rezaría para que me acompañara por el resto de mi tiempo con él
esta noche... hasta que lo dejara en casa.
Tendría que dejarlo entonces.
A la mierda eso. No lo iba a dejar donde pudiera lastimarse o algo peor.
Pedir una pijamada sería demasiado, demasiado pronto, pero eso no significaba
No podía mirar desde lejos.
Mis hermanos probablemente me dirían que estaba siendo estúpido por no querer
dejarlo. Por otra parte, estaba hablando de Deacon quien organizó guardias para seguir a
Rio a todas partes cuando estuviera fuera de la casa y lejos de él.
CAPÍTULO CUATRO
KIERAN
A Después de que le di mi pedido a Nox y él rechazó mi dinero, lo observé

camina hasta el mostrador. Él también quería pagar mi comida. mordí
en mi labio inferior, para que mi boca no se abriera por la sorpresa. Ninguno de
las otras fechas anteriores a él lo habían hecho. Todos querían dividir la cuenta.
Nox también me había visto siendo torpe y seguía ahí.
Quería creer que todas esas eran buenas señales.
Ciertamente mi cuerpo también quería hacerlo. El hombre convirtió mi estómago en una
bola de excitación nerviosa con una pizca de lujuria que tenía mi polla medio dura.
Sonriendo, aparté mi mirada de él y la bajé a la mesa.

"Mierda", murmuré, levantando mi teléfono ya que se suponía que debía enviarles un
mensaje a mis padres para informarles que tenía una cita. Me mordí el labio inferior otra vez
para mantener el chillido dentro.
KIERAN:
Mamá, con quien planeaste cenar mañana en tu casa, por favor cancélalo.
MAMÁ:
Cariño, es un buen chico y su madre dijo que necesita que lo recojan después
de su última relación.
PAPÁ:
Hijo, escucha a tu mamá. Además la última vez que te vimos fue al volver
de tus vacaciones y eso fue hace MESES.
MAMÁ:
Exactamente. ¿No nos amas? Pruébate a este tipo cuando estés aquí para
alcanzarnos.
PAPÁ:
¿Probarte a este tipo, Babs? ¿Nuestro hijo le arrancará la piel a este banquero
y se la pondrá?
KIERAN:
No necesito esa imagen, papá.
PAPÁ:
Yo tampoco. Es tu mamá de quien tenemos que preocuparnos. Un día ella

me cortará y me desgastará.
MAMÁ:
Bromas aparte (que de todos modos no tienen gracia) dinos que vendrás
a cenar.
KIERAN:
¡¡¡Iré a cenar SI cancelas a ese chico porque ya tengo una cita !!!!! No
quiero maldecirlo, pero las cosas van bien.
MAMÁ:
¡¡¡DIOS MÍO!!! Alabado sea el Señor. ¿Lo traerás a cenar?
KIERAN:
Mamá, esta es nuestra primera cita. No lo estoy asustando pidiéndole que

conozca a mis padres.
PAPÁ:
Nos vemos a ambos mañana.
KIERAN:
¡No!
MAMÁ:
Nos vemos a las seis. ¡¡¡¡¡¡¡Besos!!!!!!!
KIERAN:
Estaré allí, pero no habrá nadie más conmigo. Lo que significa que no
necesitas cocinar para mil millones de personas, mamá.
PAPÁ:
Olvidé decir que si la fecha va muuuy bien, envuélvela antes de tocarla.
Me palmeé la cara y miré para ver a Nox regresando con dos refrescos.
PAPÁ:
Espera, ¿eso funciona para ti? No necesitas envolverlo si lo vas a recibir,

¿verdad? Dile al chico que lo envuelva.
Ay dios mío. Mis padres eran raros.

KIERAN:
Voy.
"¿Come te fue?" Nox preguntó cuando dejó las bebidas.

Sonreí mientras se sentaba. "Salió bien. Todavía tengo que ir a cenar a ver a mi
padres porque ha pasado un tiempo, pero la fecha no estará allí”.
Él gruñó y luego agregó: "Bien".
¿Qué vio este hombre en mí y por qué querría tener una cita?
conmigo en primer lugar?
Éramos completamente opuestos. Era mucho más grande y más alto que yo.
Increíblemente caluroso y más silencioso que yo.
Sin embargo, le agradecí a Nox que me dijera que era una fecha, de lo contrario no
habría estado tan ansioso de adivinarlo. Pasar tiempo con él ayudaría a apaciguar mi
curiosidad por este hombre, especialmente porque no había podido dejar de pensar en él.
Parpadeé hacia él. Él le devolvió la mirada con una pequeña y suave sonrisa antes de
tomar un sorbo de su bebida.
Él no era una ilusión.
Estaba en una cita con Nox Blackwood.
Con el hombre que había plagado mis sueños sucios durante meses. Nunca pensé que
tendría la oportunidad de volver a verlo, pero aquí estaba, en un restaurante, a punto de
comer con, literalmente, el hombre de mis sueños.
Sólo esperaba que no se convirtiera en una pesadilla.
Por favor, deja que este hombre sea el indicado. Por favor.
"Entonces, ¿puedo preguntar algunas cosas sobre ti?" Cuando levantó la barbilla hacia
mí, le pregunté: "¿Qué estabas haciendo con Rio en clase si no lo tomabas?" Después de
verlo por primera vez, miré mi lista de clases y no encontré a nadie nuevo, así que supuse
que no había estado en mi clase para aprender.
“Mi hermano es muy protector con su mesposo. Me pidió que lo cuidara durante el día”.
Quería ese tipo de dedicación.

"Oh, vaya, eso es realmente dulce".
“¿Te gusta ser profesor?”
“Um…” Cogí mi bebida y tomé un sorbo mientras lo pensaba.
Agarrando el vaso, me encogí de hombros. “Me encantaba mucho. Incluso cuando tenía
miedo de pararme frente a todos y hablar. Pero ahora parece que le falta algo. Podría
necesitar un cambio en la materia que estoy enseñando.
Por otra parte, hoy en día me resulta más difícil motivarme para enseñar. A los estudiantes
les gusta reírse de mí, lo cual no puedo culparles. Puedo ser un torpe. Debería dejar de
reírme de mí, pero todavía juega un poco con mi mente.
Diablos, tal vez debería conseguir un trabajo diferente donde no tenga que estar rodeado de
gente”.
De repente, Nox se inclinó hacia adelante con intensa ira en su mirada. "Puedo
haz que dejen de reírse de ti”.
“¿CCómo?”
Hizo un chasquido con la lengua y se reclinó, sacudiendo la
cabeza. “No importa cómo. Yo lo haría por ti”.
Lanzarme contra este hombre estaría mal, ¿verdad?
Como profesor, no debería tolerar la violencia que estaba ofreciendo, que había leído en
la forma tensa y la mirada dura de Nox, especialmente contra mis alumnos, pero aun así me
derretí ante la idea de que Nox quisiera cuidar de ellos.
a mí.
“Gracias por ofrecerme, creo, pero ya se me ocurrirá algo. Incluso si busco un trabajo
diferente. Uno que me apasiona más”.
Nox deslizó un dedo por el borde del vaso. "Podía verte trabajando en una biblioteca".
Ladeé la cabeza hacia un lado. "¿Porque eso?" ¿Y cómo supo que había sido un trabajo
que consideré pero que lo descarté debido al estímulo de mis padres para convertirme en
uno de los profesores más jóvenes?
La mano de Nox se detuvo. Él me miró. "Te gusta leer, ¿no?"
Riendo, me subí las gafas. "¿Estás insinuando que soy un nerd de los libros por los
anteojos?" Esperaba que tomara mis palabras de una manera burlona, como yo pretendía.
Su sonrisa me tranquilizó. "Tal vez", bromeó.

Llegó una camarera con nuestras comidas y después de colocarlas en la mesa
mesa, luego me fui y le pregunté: "¿Puedo preguntarte a qué te dedicas?"
Levantó la barbilla hacia mí. "Mis hermanos y yo somos dueños de muchos negocios
que supervisamos desde nuestro edificio principal en la ciudad".
Maldita sea, parecía ocupado. Asintiendo, tomé mi hamburguesa y le di un mordisco.
“Sin embargo, tenemos un equipo fuerte y leal que nos rodea, lo que nos libera
nuestro tiempo. Voy a la oficina sólo unas pocas horas al día”.
Tragué la comida y luego dije: "Esa parece una excelente manera de vivir".
Tendría más tiempo libre para otras cosas.

Como yo.
Dios, estaba siendo egoísta al pensar en mí mismo cuando se trataba de Nox y quería
pasar más tiempo con él, pero parecía que no podía evitarlo.
Ya quería saber cuando podría conseguir otra fecha. ¿Él incluso
¿Quieres otra cita? En caso afirmativo, ¿ por qué querría uno?
Si las cosas iban bien y no arruinaba esto de alguna manera, podría ver muchas cenas
en nuestro futuro, lo que podría llevar a fiestas de pijamas.
Mi polla palpitaba en mis pantalones al pensar en Nox desnudo en la cama con

a mí.
Primera cita, primera cita, primera cita. Tenía que seguir recordándome eso y reducir la
velocidad. No quería parecer demasiado fácil, aunque quería ver cómo se sentían sus labios
contra los míos. Inmediatamente, más pensamientos dieron vueltas en mi mente. ¿Me llenaría
como a mí me gustaba? Y su olor…. Tomé una bocanada sutil. Necesitaba saber cuál era su
colonia. Quería embotellarlo y conservarlo para siempre, tal vez tener un poco al lado de mi
cama, ya que estaba seguro de que no me tocaría al inhalarlo.
"Lo disfrutamos". Sus ojos se desenfocaron por un momento, arrancándome de mis

pensamientos descarriados. Al mirar su mirada, vi un lado más frío que me hizo temblar. Antes
de que pudiera respirar, parpadeó y la intensidad desapareció.
¿Adónde se había ido su mente?

"¿Estás bien?" Pregunté suavemente.
Sus cejas se fruncieron, su mandíbula se movió y miró su comida, recogiendo una fritura.
“Mis hermanos y yo tenemos otro trabajo”. Se metió la fritura en la boca y la masticó.
"¿Oh?" Tomé un sorbo de mi refresco mientras la tensión tensaba mis hombros. Estaba
seguro de que era una reacción a la quietud de Nox.
“Puede que no te guste este trabajo, pero necesitas saberlo antes de aceptar ir.
en otra cita conmigo”.
Diablos, sí, ya quería otra cita.
La tensión desapareció cuando la alegría me hizo mentalmente levantar el puño en el aire y
gritar de alegría.
"Estoy seguro de que no puede ser tan malo". Esperaba y oraba.
Miró a su alrededor antes de prestarme toda su atención. “Aceptamos trabajos del…
gobierno. No son buenos trabajos, Kieran. Nosotros... eliminamos a las personas que han hecho
cosas malas”.
Una explosión de shock hizo que mis labios se separaran.
Su mandíbula volvió a temblar y desvió la mirada, pero capté el breve

crujido de preocupación en su expresión.
Cerrando la boca, fui a alcanzar su mano al otro lado de la mesa, que él había cerrado en
un puño junto a su plato, pero me detuve por temor a tocarlo. Miró mi mano.
"Nox, ¿me estás diciendo que eres un asesino?"

Levantó la cabeza. “En cierto modo, sí”.
“¿Deberías decirme esto? ¿Puede causarte problemas?

"¿Estás preocupado por mí?" La confusión bailó en su mirada. "Por qué son
¿No estás preocupado por ti mismo?
"Oh, nunca pensé en eso". Lo descarté con la mano. "Pero no importa".
“Tu vida sí importa. Pero sé que te protegería. No dejaré que ningún daño te suceda a ti ni
a los tuyos”.
Mi corazón se hizo papilla y se derritió en mi estómago, que se arremolinó en una tormenta.
Este hombre era increíble. En el buen sentido.

Era como un sueño, no sólo por prometerme protección sino también por
hablando de una fecha futura.
¿Pero no fue demasiado pronto?
“Yo… no quiero parecer desagradecido por el hecho de que confíes en mí respecto de tu profesión.
Soy. Pero…." ¿Por qué estaba cuestionando esto? Él había sido todo en lo que podía pensar, y todo fue
con una sola mirada. Quizás a él también le había pasado lo mismo. “¿No crees que es demasiado pronto
para confesarme tu trabajo? ¿O predecir que querrás volver a verme cuando nuestra primera cita ni siquiera
haya terminado?
Cuando su mano rozó la mía y la sostuvo sin apretar, mi pulso se aceleró.

arriba.
“No es demasiado pronto. Cuando te vi por primera vez, tuve que obligarme a alejarme,
incluso cuando quería quedarme para escucharte. Para mirarte. Sentí que había algo en ese
rápido momento. No he podido sacarte de mi mente”.
Mis oídos zumbaban por lo rápido que latía mi órgano.

"Lo mismo", susurré.
“Ya sé que me gustaría llevarte a otra cita, y esa tampoco será la última. Pero necesito que
estés seguro de que quieres esto conmigo, Kieran.
Después de conocer nuestro trabajo…”
No tuve que pensar en eso. Ya lo sabía.
Había algo especial en Nox Blackwood. No renunciaría a mi oportunidad de salir con este
hombre por nada.
Incluso con su trabajo matando gente mala.
“Sí, Nox. Ya sé que me gustaría tener otra cita”.
La sonrisa que me dio me hizo volar.
CAPÍTULO CINCO
NOX
h ¿Cómo carajo llegué a esta posición? Sí, eso era correcto. Identificación
Respondí estúpidamente el teléfono de Kieran anoche cuando había ido a
el cuarto de baño. Al ver el nombre de su madre aparecer en su pantalla,
supuse que estaba llamando para intentar convencerlo de la cita que quería organizar.
En cambio, descubrí lo astutamente inteligente que era esa mujer.

Pensé que habría tenido el control sobre la conversación, pero no fue así. En absoluto.
“El teléfono de Kieran. Este es Nox”, respondí.

“Nox. Debes ser el hombre en una cita con mi hijo”.
"Sí, señora."
“Ha pasado más de una hora; las cosas deben ir bien”.
Me detuve y no dije que no era asunto suyo y en lugar de eso gruñí.
"Bien. Vendrás a cenar a nuestra casa mañana por la noche con Kieran.
Mis cejas se habían disparado. “No creo…”
"Las seis de la tarde, y no llegues tarde".
“Puede que a Kieran no le guste…”
"¿Quieres que invite a otro hombre para nuestro hijo, o hablas en serio con él?"
"Te veré luego."

"Disfruta el resto de tu cita, Nox". Y ella colgó, pero antes de hacerlo, escuché su grito
de felicidad. Luego llamó a su marido, Drew.
Y así fue como llamé a Riker hoy para observar a Kieran desde lejos; no me atreví a
pedirle a Riker que vigilara a mi compañero en la misma habitación, sin saber nunca lo que
diría, para poder ir a casa y prepararme.
Kieran quería recogerme para esta cita. No me gustó eso. Quería tener el control, pero
cuando él me miró con sus ojos de cierva mientras se mordía el labio inferior, no pude decir
que no.
Caminando por la entrada principal, escuché un auto chocar contra el camino de entrada, así
que me acerqué a la ventana al lado de la puerta para mirar afuera. Kieran llegó en su Jeep negro.
Sabiendo que Riker no se quedaría atrás, quería irme antes de que mi hermano tuviera la
oportunidad de decirle algo a Kieran. También quería irme antes de que Deacon y Rio
regresaran de visitar a Ruth, nuestra madre adoptiva que nos acogió después de que
matamos a nuestras familias. Lo cual sonaba mal, pero esa gente se lo merecía.
Abrí la puerta principal, salí y comencé a bajar las escaleras justo cuando Kieran se
detenía.
Cuando fui a agarrar el manillar, maldije al ver la bicicleta de Riker acelerando sobre
los adoquines. Lo peor fue que Deacon lo siguió de cerca.
Gruñendo, pasé una mano por mi barba incipiente.
Kieran salió de su lado del auto y maldije en silencio nuevamente.
Me sonrió, sonrojándose mientras saludaba y decía: "Hola".
Quería besarlo.
La noche anterior, cuando lo dejé en su casa, lo había dudado todo, así que no le robé
ese primer beso. Al verlo luciendo jodidamente adorable, todo lo que quería hacer era
caminar alrededor del auto y reclamar su boca en un beso acalorado.
“¿Nox?” Llamó al auto mientras Deacon se detenía justo detrás de Kieran para
bloquearnos el paso.
"Ven aquí", ordené, manteniendo un ojo en mis hermanos. Será mejor que
No digas nada estúpido que moleste a Kieran o se derramará la sangre.
Kieran se sobresaltó ante mi demanda pero caminó alrededor de su Jeep. Con mi
Con la mano en su cintura, lo llevé detrás de mí mientras me enfrentaba a Deacon.
Mi hermano se levantó de su auto con una expresión en blanco. Río revuelto
Salió y rodeó al lado de Deacon, agarrando su brazo.
"Él es más grande que tú", comentó Kieran con un toque de miedo oliéndolo.
Riker saltó. “Hola, buenas noches, amable señor. ¿Me recuerdas? Soy el hermano de Nox,
Riker”. Señaló a Deacon. "Ese es nuestro otro hermano, que puede ser un poco gruñón". Se
inclinó. “Aun así, él no es nada comparado con tu amargado gato frente a ti. Y conoces a Río
íntimamente”.
El oso de Deacon brilló en su mirada y un gruñido vibró en su pecho.
El mío se lanzó en señal de advertencia. Incluso el tigre levantó la cabeza y se unió a la mía.
"Riker", lo regañó Rio antes de acurrucarse frente a Deacon. “Él no quiso decir eso, Deacon.
Kieran era mi profesor”.
"Boo", llamó Riker. “Tenía la esperanza de que lanzaran los puños. Quería unirme”.
Deacon tomó la nuca de Rio y presionó sus labios contra los de Rio en un beso rápido. Tomó
la mano de su compañero y caminó hacia nosotros. Kieran agarró la parte de atrás de mi camisa
con una mano mientras se acercaba a mi lado.
"¿Hay algún problema?" me susurró.
Cristo. Mi pequeño compañero, propenso a sufrir accidentes, quería estar a mi lado y
ayúdame incluso cuando estaba asustado.
Necesitando tocarlo, enrosqué mi brazo alrededor de sus hombros y saqué
él de cerca, besando su sien.
"Está bien. Deacon puede ser un idiota, pero eso es todo”.
Diácono resopló. "Eres el idiota más grande de todos nosotros".
"Sí, y soy el rayo de sol en la familia", dijo Riker.
Río se rió entre dientes. "Lo eres, Riker".
Diácono refunfuñó. Estaba molesto, pero no tan secretamente extasiado de que Rio
y Riker se estaban acercando.
La mirada de Deacon cayó hacia Kieran antes de encontrarse con la mía. "¿Predestinado?"
"¿Eh?" Preguntó Kieran.
Rio sonrió y Riker se rió.
"Sí", respondí.
"¿Lo siento?" Dijo Kieran, mirándome.

"No te preocupes por eso".
Riker asintió. “Es una cosa de familia. Hasta que le tomes la polla...
“Riker”, gritamos Deacon, Rio y yo.
Las mejillas de mi compañero se sonrojaron y agachó la cabeza. Excitación, confusión,
y el humor perfumado a nuestro alrededor. Todo de Kieran.
“Tenemos que irnos”, les dije.
"¿Dónde?" Preguntó el diácono.
Kieran hizo un pequeño gemido. "Mi familia engañó a Nox para que cenara esta noche".
Rio y Riker se rieron a carcajadas, pero al menos Deacon lo contuvo tosiendo.
"¿Necesitas que vengamos en busca de apoyo?" –ofreció Riker.

"Joder, no", dije con una mirada fulminante.
“Caray, está bien. Buena suerte, Kieran. Nox, intenta hablar por una vez en lugar de
gruñidos. Ayudará con los suegros”.
"¿Eh?" Kieran murmuró, pero Riker ya había subido las escaleras para entrar.
Miré a Kieran mientras Rio le decía que no se preocupara y le preguntaba cómo iba
su antigua clase. Me dolía el pecho mientras se llenaba de adoración por el hombre que
sonreía, reía y charlaba con la pareja de mi hermano. Parecía cómodo a mi lado. Esperaba
que se mantuviera contento estando conmigo incluso después de saber lo que realmente
era. Un hombre que disfrutaba infligiendo miedo, dolor y muerte a los demás. Quien
también llevaba dentro un animal.
La preocupación hizo que se me espesara la garganta.
"Nox", susurró Deacon, lo suficientemente bajo como para que los hombres a nuestro lado
no escucharan su conversación. "Él es bueno para ti".
"Lo sé."
“Le gustarás tal como eres. Rio me hizo y nunca pensé que fuera posible”.
¿Cómo carajo leyó mi mente?
Espera, probablemente olió mi preocupación.
"Eso espero."
"Perdón por interrumpir", dijo Deacon. Todos lo miramos. “Nox no
"Quieres llegar tarde a casa de tus padres y dar una mala primera impresión".
La mirada de Kieran se dirigió hacia mí.
"El tiene razón." Sonreí.
"Él sonrió", le susurró Rio a Deacon, pero por supuesto no era lo suficientemente bajo
para mi oído.
Miré burlonamente a Rio, pero él sonrió a cambio. Parecía que se había acostumbrado
a mis paredes.
Kieran asintió antes de volverse hacia Deacon y Rio. “Fue agradable
Nos vemos, diácono. Espero verlos a ambos en otra ocasión”.
Río le guiñó un ojo. "Vas a."
"Es un honor conocerte, Kieran".
"Oh, um, ¿gracias?"
Deacon sonrió y me preguntó: "¿Cuándo puedo decírselo a Ruth?"
Mierda.
“Nunca”, le dije. Nuestra madre adoptiva se había quedado en la ciudad para conocer
Río. Si se enterara de Kieran, no se iría y querría conocerlo de inmediato. Probablemente
decirle cosas que nunca quisiera que supiera. La amaba como a una madre, pero podría ser
demasiado.
"¿Piedad?" Preguntó Kieran.
“Su madre adoptiva. Ella es un amor”.
"Ella es una amenaza", corté.
Kieran resopló. "Pensarás diferente de ella después de haber estado en mi casa".
Una inyección de nervios golpeó mi estómago y lo retorció.

"Hablando de eso, realmente deberíamos irnos", le dije.
Después de otro adiós, Kieran dio la vuelta y se puso al volante mientras yo me sentaba
en el asiento del pasajero.
Iba a arruinar esto.
De alguna manera, haría algo que mostrara a sus padres que no era digno de su hijo.
Cristo, no charlaba todos los días.

Pero por Kieran, lo haría, y recé para no arruinarlo.
¿De qué hablaríamos?
Probablemente me preguntarían sobre mis padres.
No podía decirles exactamente que los maté por torturarme a diario.
“¿Nox?”
Me sobresalté y miré a mi pareja. Se estaba ahogando de preocupación por
a mí.
"Lo siento, me espacié".

"¿Qué ocurre?"
"¿Equivocado?"
Su mirada cayó hasta mis manos agarrando mis muslos.

Mierda.
Tenía que ser honesto. Él era mi compañero y pronto sabría que no me llevaba bien
con los demás. Me gustaba mi propia empresa. Podría manejar a Ruth, mis hermanos y
Rio. También quería la atención de Kieran todo el tiempo, pero apenas toleraba a nadie
fuera de eso.
“¿Dije algo allí que te molestó?” Se mordió el labio inferior.
Nunca pudo.
Colocando mi mano sobre su muslo, apreté suavemente. “No, Kieran. Estaba perdido
en mis pensamientos porque me preocupa causar una mala impresión a tus padres. No
soy bueno comunicándome. Sé que voy a decir o hacer algo que hará que a tus padres,
las personas que son importantes en tu vida, les desagrade”.
"Nox", susurró, quitando una mano del volante para cubrir la mía en su pierna.
Él resopló y sacudió la cabeza. "Que siquiera pienses que eso significa mucho para
mí". Él resopló. “Una cita y ya me habrás conquistado. No te preocupes por mis padres.
Estoy seguro de que les agradarás, e incluso si no les agradas, que nosotros salgamos no
tiene nada que ver con ellos. Se trata de ti y de mí”.
"Tú y yo", repetí, queriendo escuchar sus palabras de mi boca porque hacían que mi
cuerpo se sintiera ingrávido.
"Sí." El asintió. "Tú y yo. relajate y sé tu mismo. Dios sabe que hablaré lo suficiente
por los dos. Su brillante sonrisa brilló ante mí antes de volver a centrar su atención en la
carretera.
Levantando su mano entre las mías, presioné mis labios contra el dorso de su palma
y lo sentí temblar.
Cristo, me encantaron sus reacciones hacia mí.
Ya lo adoraba mucho. Para él, era nuestra segunda cita.
En mi caso, había estado acosándolo y enamorándome lentamente de él durante meses.
Si hubiera sabido que había sentido la atracción desde esa primera mirada, y no tenía
dudas de que Kieran y yo necesitábamos algo mejor, lo habría perseguido antes. Al
principio, cuando Rio se presentó para Deacon, tenía miedo del vínculo entre compañeros
predestinados. Pero el concepto creció en mí una vez que vi cómo estaban juntos Deacon
y Rio. Ser testigo de su conexión y de cuán sincronizados estaban calmaron algunas de
mis preocupaciones. No me había acercado a Kieran como
Estaba segura de que merecía a alguien mejor, alguien más que mi yo arruinado que
odiaba a la mayoría de las personas y al animal que vivía dentro de ellas.
Desde ayer, no podía negarnos a Kieran ni a mí algo que nos hiciera sentir completos
a ambos. Lo que estaba creciendo sería algo increíble juntos, y me importaba un carajo lo
cursi que sonara.
"Me alegra que quieras ayudarme, Kieran".
Me encantó decir su nombre.
"Siempre", afirmó, y pude escuchar la verdad en su tono.
Entonces, aunque quería vomitar por haber conocido a los padres, me lo tragué. Mi
pareja me respaldaría y, de alguna manera, superaríamos esto juntos.
CAPÍTULO SEIS
KIERAN
A La bola de ira permaneció alojada en mi garganta debido a que mi madre me engañó.

Nox para que se una a nosotros para cenar. El pobre era demasiado bueno para los suyos.
bien. Especialmente por contestar el teléfono en primer lugar, algo que encontré dulce y
valiente. Si bien me sentí mortificada cuando me contó sobre la conversación, Nox me aseguró
que realmente quería venir. Y así estábamos ahora en el coche de camino hacia allí.
Teniendo eso en cuenta, me alegré de que contestara el teléfono cuando mamá llamó y lo
convenció. Tampoco quería aparecer solo. Quería a Nox a mi lado todo el tiempo de la forma más
codiciosa posible.
Incluso deseaba poder vivir en su maldito bolsillo para nunca estar lejos de él.
El deseo de estar a su lado era una sensación nueva. Si bien me asustó, también me regocijó.
Mi estómago no había dejado de revolotear desde que estuve cerca de él.
Dos días y ya sabía que no serían suficientes. Quería verlo mañana y el próximo y el próximo.
Incesantemente.
Sin embargo, la amargura de la preocupación me golpeaba cada vez que pensaba que todo
esto era demasiado, demasiado pronto, y que eventualmente Nox se cansaría de mi apego.
Por ahora, tenía que dejar de lado todas mis preocupaciones y mi necesidad para asegurarme
de que esta noche fuera bien.
Quería que todos se llevaran bien y se agradaran unos a otros.
Al detenerme en el camino de mis padres hacia su casa de ladrillo de un solo piso y tres
habitaciones, apagué el auto y miré a Nox. Volví a colocar mi mano sobre la suya, que todavía
estaba en mi muslo.
Mi corazón estaba en un constante estado de desmayo ante su toque, por su
seguridades.
"¿Listo?" Yo pregunté.
Tragó y asintió.
Este pobre hombre.
Inclinándome rápidamente hacia adelante, besé su mejilla. "Lamento que te obligaran a venir,
pero gracias por hacer esto conmigo".
Algo se retorció en mi pecho mientras salía del auto sin esperar respuesta. Al menos escuché
su puerta abrirse, así que supuse que no le importaba mi invasión de la intimidad.
Esperé a Nox a mi lado del vehículo y luego me dirigí hacia la puerta principal. Hasta que me
agarraron con fuerza la muñeca y tiraron de mí hacia atrás. Tropecé y aterricé contra un pecho muy
duro, ancho y cálido.
Me quedé mirando mis manos sobre sus firmes pectorales.
"¿Kieran?"
"¿Mmm?" Palmeé esos músculos, apenas creyendo que estaban bajo mis palmas, y no estaba
soñando. Esto fue real. Estaba tocando a Nox Blackwood con mis manos.
"Ojos, Kieran".
Me encontré con su mirada y vi calor dentro de ellos.
Calor para mí.
Guau.
"El beso en la mejilla fue dulce, cariño, pero necesito tu boca".
Mi corazón dio un vuelco. "¿Ahora?" Susurré.
"Sí." Bajó la cabeza.
"Está bien", murmuré contra sus labios antes de que él tomara mi boca con una presión.
de piel, una, dos, y luego el beso cambió.
Tan pronto como agarré su camisa, él pasó su brazo alrededor de mi cintura y me acercó
aún más. Abrió un poco la boca, lo suficiente como para que su lengua saliera y corriera contra
la mía. Mis labios se separaron contra los suyos para poder enredar y provocar mi lengua con
la suya.
Más, por favor, más.
El beso fue el primero que experimenté y que me dejó con un hormigueo y necesitando
más.
Nos separamos para recuperar el aliento. Su mirada ardía aún más por el deseo.
Lo miré con asombro. Él estuvo aquí conmigo. Queriendo cerrar los labios con
a mí.
Mi polla palpitaba, ya dura por un solo beso. Quería sus manos en mis pantalones y, a
cambio, le daría lo mismo. Nos acariciaríamos las pollas hasta que... ¡ Para! Tuve que parar o
sería un charco de deseo.
La sonrisa en sus labios me hizo preocuparme de que pudiera leer mi mente.

Me abrazó de nuevo contra su pecho y me besó en la sien como si no pudiera.
basta de tocarme. Sólo pensarlo hizo que mi pulso se acelerara.
“Entremos”, dijo.
Asenti. No es que quisiera entrar, pero realmente teníamos que hacerlo.
Me llevó con su brazo alrededor de mis hombros hasta las escaleras. Mi dedo del pie se
enganchó en uno de los escalones y me habría caído si no fuera por el rápido pensamiento y
movimiento de Nox al extender su otro brazo frente a mí para mantenerme quieto.
"¿Estás bien?"
Le di unas palmaditas en el brazo y meneé la cabeza. "Estoy bien. Diablos, tal vez te
necesito cerca todo el tiempo para ayudarme a no lastimarme”.
"Creo que es una buena idea".
Santo guacamole, ¿es real? No, no puede decir eso... pero lo dijo.
No, no lo leeré.
En la puerta principal, Nox extendió la mano para llamar, pero agarré la manija, la giré y
abrí la puerta.
"Esperarán que entre", le dije a Nox cuando entré y le hice señas para que entrara.
Dudó un poco, pero luego pasó rígidamente a mi lado con la mirada

por todas partes alrededor de la sala de estar. Como si estuviera buscando problemas.
No encontraría ninguno.
Sonriendo, cerré la puerta y tomé su mano entre la mía. Un escalofrío recorrió mi
columna por lo natural que se sentía tomarlo.
"Estarán en la parte trasera de la casa, en la cocina y el comedor".
El asintió.
Mantuve mi mano en la suya mientras caminaba delante de él por el estrecho pasillo.
Desde el final llegaban ruidos. Pasamos por los dormitorios y el baño y nos detuvimos en la
entrada, donde mamá sacó algo del horno.
“Drew, quita ese cuchillo de mi asado. Aún no lo estamos tallando”.
“Babs, estarán aquí pronto. Tenemos que tenerlo listo”.
“Te cortaré si lo tocas. Tiene que descansar. Ve a tomar una cerveza o algo así”.
Papá resopló pero dejó el cuchillo eléctrico y se volvió hacia el

refrigerador mientras llevaba a Nox a la habitación.
"Santo cielo, eres un niño grande", gritó papá.
Mamá se dio la vuelta y abrió mucho los ojos.
Un sonrojo floreció en mi cara. "Papá", lo regañé.
Mamá fue la primera en sacudirse la sorpresa y dejó caer sus guantes de cocina sobre
el mostrador antes de venir hacia nosotros. Cuando se acercó a papá, le dio una palmada en
la nuca.
"Hola, bienvenido, Nox". Mamá sonrió.
"Gracias por invitarme", respondió y me miró.
Le sonreí y estreché su mano entre las mías.
Papá se aclaró la garganta y se acercó a mamá, tendiéndole la mano. Afortunadamente,
apuntaba a la mano libre de Nox. “Drew Higgins. La esposa es Babette”.
Nox lo agarró y lo sacudió.

Papá se quedó mirando sus manos. “Jesús, ¿comes a los niños pequeños en el
almuerzo?”
Nox resopló. "Por lo general, es solo la cena".
Papá se rió entre dientes, mamá sonrió y sentí que Nox se relajaba desde que aflojó su
agarre.
“¿Dónde encontraste éste, hijo?” preguntó papá. Regresó al frigorífico y cogió dos
cervezas. Cuando regresó, le dio uno a Nox.
"¿Dónde está mi bebida?"

Me despidió. "En la nevera."
Poniendo los ojos en blanco, solté la mano de Nox y fui a buscar la mía mientras
Nox abrió su botella y tomó un sorbo.
"Kieran no dijo dónde se conocieron", dijo mamá.
“La universidad”, respondió Nox.
"Él no es un estudiante", llamé, sacando la jarra de té helado.
Papá soltó una carcajada. "Sabemos que nunca elegirías a un estudiante".
"¿Pero qué es lo que haces?" Preguntó mamá.
“¿Qué tal si nos sentamos a la mesa antes de que ustedes dos comiencen a interrogarlo?
Mamá, ¿quieres un té helado?
"Sí, por favor, cariño".
"Ven a sentarte, Nox", dijo papá, y se acercaron a la mesa mientras papá
Le preguntó qué deportes practicaba.
Mamá corrió hacia mí. "Oh, vaya, Kieran, es un hombre guapo".
Sonriendo, asentí. "Lo sé."
"Debe hacer ejercicio".
"Estoy bastante seguro de que sí".
Sus cejas se arquearon. "¿No lo sabes?"
Le pasé el vaso. “Mamá, esta es nuestra segunda cita. Por cierto, no puedo creer que le hayas
convencido para que viniera.
“Cariño, no le costó mucho estar de acuerdo. Sólo tenía que mencionar que había alguien más
aquí para ayudarte que...
Jadeé y luego le siseé: "¿Dijiste qué?"
"Relajarse. Nos demostró que él no te quiere con otro hombre”. Ella sonrió y tomó un sorbo de
su bebida mientras me estudiaba. "Ya puedo ver un cambio en ti".
Sacudiendo la cabeza, miré hacia la mesa. "Él es…. Espero que esto funcione, mamá”. Si no era así,
me preocupaba qué sería de mí. Nox era completamente diferente a cualquiera que hubiera conocido, y
mucho menos a cualquiera que hubiera tenido una cita. Había sido más amable conmigo y me había
mostrado más atención en tan poco tiempo.
Mamá puso su mano sobre mi brazo y me dio un apretón afectuoso. "Ya tengo un buen
presentimiento sobre él".
"Gracias. Será mejor que vayamos allí antes de que papá diga algo vergonzoso”.
"Buena idea. Las verduras no estarán muy lejos, así podremos comer”.
Cuando nos acercamos a la mesa, escuché a papá decir: "Descubrí que era gay cuando lo
sorprendí babeando por los jugadores en lugar de disfrutar del juego".
"¡Papá!" Mi cara ardió. Tomé asiento al lado de Nox, quien me sonrió. "No escuches nada de
lo que dice".
Mamá se rió, sentándose al lado del padre que estaba a punto de repudiar. Espera, ¿podría
repudiar a mi padre? De todos modos, él no sería parte de mi vida si siguiera con ese tipo de
historias.
“Nunca le anuncié mi sexualidad a nadie porque me importa un carajo
lo que la gente piensa." Nox hizo una mueca y miró a mamá. "Lo siento."
Ella lo despidió. “No te preocupes por eso. Dibujó maldiciones como si fuera
pasado de moda y está tratando de volver a ponerlo de moda”.
Nox se rió entre dientes. El sonido calentó mi pecho.
“¿Tú también eres profesor, Nox? ¿Es por eso que se conocieron en la universidad?
Nox negó con la cabeza. “No es profesor. Soy un poco mayor que mi...
Kieran”.
“Aww, dijo, 'mi Kieran'”, arrulló mamá.
Una vez más, mi cara ardió. "¿Cuántos años tiene?" Yo pregunté.
Nox se volvió hacia mí. "Cuarenta y uno."
Mis labios se abrieron con sorpresa.
“¿Qué régimen para la piel usas?” Preguntó mamá.
Papá tosió. "¿Sabes que Kieran sólo tiene veintisiete años?"
Mamá le dio una suave palmada en el brazo a papá. “No puedes hablar. Soy ocho años menor
que Drew”. Miró a Nox.
"Eso no son catorce años".
"Está bien", le dije con una mirada furiosa.
Los labios de papá se torcieron. "Mientras no lo llames papá—"
"Oh Dios, por favor, cállate", me quejé y me toqué la cara con una mano mientras usaba la otra
para deslizarme sobre el muslo de Nox para evitar que corriera.
"No estoy en eso."
"Estás haciendo que Kieran se sienta incómodo", dijo Nox, y miré hacia arriba.
Al ver que su mirada se había endurecido.
Apreté su muslo, así que me miró. "Está bien. Es como Riker diciendo cosas equivocadas,
pero lo aguantamos porque es parte de la familia”.
Mientras recorría mi rostro con sus ojos, le sonreí suavemente. Agradecí su

preocupación.
Nox asintió.
"¿Quién es Riker?" preguntó papá.
"Mi hermano. Nunca piensa antes de hablar. Nosotros… tuvimos una educación dura.
En realidad es mi hermano adoptivo, como Deacon”.
Eso tenía mucho más sentido para mí. No se parecían en nada. Pero
Escuchar que su vida antes de ser acogidos era difícil me dejó helado.
Empujé mi hombro contra el suyo de una manera que, con suerte, le mostraría mi apoyo.
Tomó mi mano entre las suyas en su regazo.
Mamá dijo: “Lamento oír eso, Nox. Me alegra que tú y tus hermanos hayan encontrado
una vida mejor”.
"Gracias. Pido disculpas por haberte criticado, Drew.
Papá sonrió. “Todo bien, hijo. Eso me demuestra que estás cuidando de nuestro hijo”.
Nox dejó escapar un profundo suspiro y asintió. Lo que sonó como un ronroneo comenzó
en su pecho, pero rápidamente se cortó. Aún así, el sonido me recordó a los otros que
escuché de él y Deacon en casa de Nox. Los había ignorado como algo que su familia hacía
entre sí, pero ahora me cuestioné porque estaba seguro de que realmente había sido un
ronroneo.
“¿Kieran?” Mamá llamó.
Me sobresalté y aparté la mirada de Nox. "¿Eh?"
"Nox nos estaba contando sobre sus negocios y cómo se conocieron en la universidad
porque él estaba protegiendo a su cuñado".
Asintiendo, hice a un lado mis pensamientos sobre los ruidos y sonreí. "Así es. Deacon
es muy protector con Rio”.
"Pero Nox dijo que eso fue hace mucho tiempo", comentó papá. "¿Cómo se volvieron a
ver ustedes dos?"
Pálido.
"Oh, bueno, um... me asaltaron", les dije, y rápidamente saqué el resto. “Rio, que es el
marido del hermano de Nox, lo vio, lo detuvo, me llevó de regreso a su casa y Nox me llevó
a casa después de cenar juntos. Todo eso pasó anoche”.
"¿Qué?" Papá ladró.

Mamá jadeó y se agarró el cuello.
“¿Fuiste a la policía? ¿Cómo ha ocurrido? ¿Dónde estabas?" Papá disparó.
Sonó un cronómetro.
Mamá se puso de pie y luego volvió a sentarse. “Cuéntanos todo ahora mismo, jovencito.
Y antes de que se arruinen las verduras”.
“Estaba caminando a casa desde la universidad cuando…”
“¿Estabas leyendo? Siempre te pierdes al leer. Jesús, Kieran”.

Papá gimió, pensando ya que no estaba prestando atención. No importaba, eso fue lo
que realmente pasó.
"Tal vez", murmuré. “Pero”, dije rápidamente antes de que papá pudiera gritarme, “al
final todo salió bien. Río lo vio suceder. Así que cuando me noquearon...
“¿Te noquearon?” Gritó mamá. Ella se puso de pie y rodeó el

mesa para sentir la parte de atrás de mi cabeza.
Le aparté las manos suavemente. "Estoy bien. No duele demasiado.
No hubo conmoción cerebral. Revisé todas las señales antes de acostarme. Creo que
me desmayé más del susto que de que me golpearan. Rio los ahuyentó y me llevó de
regreso a su casa para cuidarme”.
Mamá suspiró y puso las manos en las caderas. "Eso es muy amable de su parte,
¿Pero por qué no fuiste a la policía?
"Sí", llamó papá.
“No podía recordar cómo eran, y Rio tampoco.
Al final no consiguieron mi billetera, por lo que no habría suficiente información para
disparar”.
Papá se volvió hacia Nox. “¿Cuidarás de él?”
"Papá, esa no es una pregunta para una segunda cita".
"Lo haré." Nox respondió con tanta seguridad que mi corazón dio un vuelco.
Papá gruñó. "Bien." Miró a mamá, que ahora me estaba abrazando.
alrededor del cuello. “Bebés, voy a cortar la carne. ¿Esas verduras están listas?
Mamá se apartó y me dio unas palmaditas en los hombros. "Los revisaré, pero sí,
puedes tallar".
Papá aplaudió. "Espero que ustedes, muchachos, tengan hambre". Se levantó de la mesa y
Fui al área de la cocina con mamá.
Me incliné hacia Nox y abracé su brazo con los míos. "Gracias."
Sus labios se torcieron mientras me miraba fijamente. "¿Para qué?"
“Ser tú y no salir corriendo de casa gritando porque mis padres son raros”. Y no
huir de mí.
Se agachó y me besó la nariz. "Nunca correré".
CAPÍTULO SIETE
NOX
EN Cuando Kieran de repente se detuvo a un lado de la carretera en la

De camino a casa, entré en pánico y busqué la amenaza frenéticamente.
"¿Qué ocurre? ¿Alguien nos sigue? Has visto
¿algo?"
"Lo siento. Lo lamento. Sólo quería hablar”.
Mierda.
Me tragué el corazón y me froté la cara con una mano. "¿Todo bien?"
El rojo cubrió sus mejillas. Odiaba haber reaccionado de forma exagerada, pero me
había perdido en mis pensamientos una vez más en el auto. Orgulloso de mí mismo por
no equivocarme en la cena y disfrutar de la compañía de sus padres, vi cosas buenas
para nuestro futuro. Pero eventualmente, una vez que nos apareáramos, tendría que
preguntarle a Kieran qué quería hacer, ya que la edad de Kieran tardaría en igualar la mía. Sus padres
Tendría preguntas. Dado que Kieran era un compañero destinado, podríamos informarles de
nuestra existencia, si él quisiera que lo supieran.
Aunque era algo en lo que pensar y hablar más tarde.
"Estoy bien." Él gimió y agachó la cabeza. "Me siento tonto ahora".
Extendiendo la mano, toqué un dedo debajo de su barbilla y él levantó la cabeza para que
pudiera mirarlo. "No te preocupes por nada que quieras hacer o decir a mi alrededor".
"Está bien", respiró.

Asentí, pasando mi pulgar por su barbilla antes de dejar caer mi mano.
"¿De que querias hablar?"
“Oh, um, bueno…” Se rascó el labio inferior con los dientes superiores antes de soltar un
suspiro. Sus mejillas se sonrojaron aún más. Mi corazón tartamudeó. “No sé si esto es
demasiado adelantado o demasiado pronto, y díganme si lo es, por favor. Verás, me preguntaba
si te gustaría venir a mi casa.
Mi polla se hizo más gruesa mientras mi sangre bombeaba más fuerte y más rápido a
través de mi sistema. Apreté mis labios para mantener dentro el ronroneo del tigre. El animal
nos quería cerca de él todo el tiempo. Al tigre le encantaba la atención de Kieran y estaba
molesto porque había pasado tanto tiempo desde que la criatura recibió palmaditas y frotamientos de él.
“Sabía que era demasiado pronto. Ignora todo lo que acabo de decir”. Él enfrentó
Avanzó y agarró el volante.
Antes de que pudiera ponerlo en Drive, puse mi mano sobre la suya, deteniéndolo.
Su respiración se volvió irregular.
“Me gustaría mucho entrar en tu casa. Por una bebida. Por un beso. Para un abrazo o más.
Lo que quieras, Kieran. Lo llevaremos a tu ritmo. Solo debes saber que mañana vendrás a cenar
a la mía y luego a dormir fuera de casa.
Tal vez incluso la noche siguiente, y la siguiente, y la siguiente”.
La risa brotó de él, todo alivio y alegría. Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y hundió
su rostro en mi pecho. Lo escuché inhalar con un suspiro tembloroso mientras me abrazaba con
más fuerza.
Pasé mis manos arriba y abajo por su espalda y presioné mi nariz contra su cabello para
inhalar.
Muerte.
Mío.
"¿Kieran?"
Él resopló, retrocediendo, y me arrepentí de haber dicho algo porque ahora él
estaba de su lado del auto.
“Lo siento, tú, um, me abrumaste y me hiciste feliz, como nunca antes me había sentido. Tuve
que abrazarte”.
Poner mi mano en su muslo, algo que me gustaba hacer a menudo porque significaba
Llegué a tocarlo; lo pasé hacia arriba y hacia abajo un poco.
"Abrázame cuando quieras".
Se mordió el labio inferior para formar una sonrisa mientras asentía y comenzaba a conducir.
Cuando nos detuvimos frente a su pequeño pero lindo, muy parecido
él... casa, me recordé a mí mismo que tenía que fingir que no había estado aquí.
No había estado dentro ya.
Definitivamente no había mirado a mi alrededor ni lo había visto dormir ni lo había escuchado
en una llamada ni cantando desafinadamente en la ducha.
Cristo, realmente era un cabrón espeluznante.
Me preocupaba por Kieran en nuestro futuro. Sospeché que intentaría entrar en él en cualquier
oportunidad que pudiera, ya que era lo más cerca que podía estar de él sin cargarlo a todos lados.
De esa manera no tenía que pasar ni un segundo sin verlo.
Fóllame.
Estaba jodido.
Al menos Kieran, hasta ahora, no estaba huyendo de mí. Por otra parte,
Él aún no sabía de mi acoso.
Cuando salimos del auto, lo encontré a su lado para entrar a la casa de dos dormitorios y un
baño.
Un lugar que Kieran había hecho hogareño con sus pequeñas decoraciones y muebles
que le sentaban perfectamente. ¿Le gustaba nuestro lugar? ¿Lo pensó demasiado? Era
demasiado, pero Deacon y yo no pudimos encontrar el valor para decirle que no a Riker
después de que se enamorara de la mansión.
La casa de Kieran tenía una sala de estar, un comedor y una cocina de planta abierta en la parte delantera.
En la parte trasera estaban los dormitorios y el baño, que incluía su lavadora y secadora. Era muy
diferente a mi casa, donde una persona podía perderse fácilmente en ella.
Kieran me dio un recorrido y, de regreso a la sala de estar, dije: “Deacon y yo odiamos nuestro
lugar. Es muy grande. Riker lo vio, se enamoró y se emocionó tanto que no pudimos decir que no”.
En la sala de estar, Kieran se volvió hacia mí y extendió la mano para pasarme la mano.
por mi brazo. Se detuvo en mi mano y la sostuvo.
“No te sientas mal por tener un lugar más grande que el mío. Estoy feliz con esta casa. Es
todo lo que siempre he necesitado porque estoy solo. Tú tienes tu
hermanos a considerar, y creo que es muy dulce que tú y Deacon cedieran por Riker”.
Con su mano en la mía, lo atraje hacia mí, sabiendo que fácilmente lo

cayó y le agarró la nuca.
Kieran echó la cabeza hacia atrás y se subió las gafas a la nariz antes de apoyar las
manos en mi pecho. Mi polla palpitó cuando vi la lujuria en su mirada.
"Voy a besarte ahora", le dije. Si él no quería esto, tenía que decírmelo. Tuve una
sensación, que encendió fuego en mi estómago, de que mi pareja quería más de mí.
"Está bien", susurró de una manera necesitada que me dolía la polla. Tragó saliva antes
de sonreír suavemente.
Besé su sien y él suspiró. Besé su nariz y él sonrió. Toqué con la punta de mi lengua su
labio superior para lamerlo y saborearlo rápidamente, y se estremeció.
"Nox", jadeó.
Pasé mi lengua por sus labios entreabiertos y los suyos se extendieron para jugar con
los míos. Me deshice y profundicé el beso. Sus gafas estorbaron un poco, pero no lo suficiente
como para detenernos.
Sus manos cayeron hasta mi cintura y la agarraron. Deslicé el mío por su columna hasta
detenerme justo encima de su respingón trasero. Había estado admirando su trasero desde
que comencé a acecharlo. Quería morderlo, pellizcarlo, chuparlo y lamerlo por todas partes.
Apuesto a que sería tan suave como la piel que de repente sentí con mis dedos debajo de él.
tee.
Pero luego recordé que necesitábamos respirar y que no quería que mi
compañero desmayándose. Retrocedí dándole un pequeño beso en la nariz.
Aún jadeando, Kieran presionó su frente contra mi pecho. Sus manos apretaron mi
cintura.
“Nox”. Su tono hambriento me cantó. Me tenía con ganas de darle más.
No pudimos tener sexo. No tuve fuerzas suficientes para no morderlo.
lo que finalizaría el vínculo.
Aún así, podría complacerlo de otras maneras.
Inclinándome, besé su cuello y sentí su escalofrío. enrosqué mi
Pasó los dedos por la parte superior de su cabello y tiró de su cabeza hacia atrás.
Soltó un gemido sucio mientras yo miraba fijamente su mirada esmeralda encapuchada.
“Necesito probarte, Kieran. Quiero tu polla en mi boca. Quiero tu semen en mi garganta.
¿Me dejarás tenerlo?
Se lamió los labios y sus ojos se abrieron con una mirada sorprendida y aturdida. "Me
gustaría eso".
Se escuchó un ronroneo, al tigre le gustó la idea del sabor de Kieran en nuestra lengua.
Las cejas de Kieran se juntaron. "Qué es eso"

“En el sofá, Kieran. Quítate los pantalones y sácate la polla. Quiero
está listo y esperando mi boca”.
Sus labios se cerraron de golpe y, cuando lo solté, vaciló pero se estabilizó y asintió.
Odiaba que la distracción funcionara, pero sabía lo que había estado a punto de preguntar.
Esas respuestas llegarían, pero todavía no. Primero quería beberme mi mate.
Me raspé los dientes superiores sobre el labio inferior y apreté los puños mientras
observaba a Kieran caminar hacia el sofá. Lo escuché desabrocharse el botón y la
cremallera de sus jeans antes de bajarlos un poco, dejando al descubierto la mitad de sus
suaves nalgas.
Mierda.
Una punzada de excitación me golpeó y gemí en voz baja.
Miró por encima del hombro con el rostro sonrojado mientras sonreía tímidamente. Se
subió las gafas a la nariz, se giró y se sentó. Antes de que mi compañero se recostara, se
quitó la camiseta de su cuerpo delgado y tonificado.
Cristo.
Era la perfección absoluta.
Mis pies devoraron el suelo y me detuve justo delante de él. "Abre las piernas, bebé".
Me miró fijamente, respirando con dificultad y lentamente separó las piernas. I

Me arrodillé entre ellos y apoyé mis manos en sus muslos.
"¿Me harás trabajar para ello, Kieran, o me ofrecerás tu polla?"
Su mano tembló cuando empujó sus jeans y sacó su erección.

con una punta rosada que gotea.
Un puñetazo de deseo se estrelló contra mi estómago y mi polla palpitó.
Deslicé una mano por su muslo y él usó un dedo para inclinar su polla en mi dirección.
Envolví mi mano alrededor de su longitud mientras lo soltaba, respirando profundamente y
gimiendo mi nombre.
Cristo, sí.
"Mírame, bebé", ordené, y me bajé sobre él para lamer alrededor de su cabeza y a

través de su raja antes de gemir por la gota de líquido preseminal que probé y tragué.
“Nox, más, por favor. Por favor." Sus dedos recorrieron mi cabello, cerrando y abriendo.
Lo acogí, lo chupé y tarareé a su alrededor.

"Oh, sí, Nox".
Con la otra mano, le bajé los vaqueros para ahuecar sus pelotas y suavemente
Los hice rodar mientras yo me movía arriba y abajo sobre su sedosa y húmeda polla.
Con otro zumbido y succión en toda su longitud, perdí el control de sus bolas mientras
se acercaban. Mi compañero estaba cerca. Iba a tragar su semen y saborear el sabor.
Mierda.
Me dolía la polla y necesitaba una liberación.
Un puro anhelo de marcar a mi pareja con mi propio aroma me hizo agacharme para
desabrocharme los jeans. Saqué mi polla, agarré la pierna de Kieran mientras me sentaba
a horcajadas y la encerré entre mis muslos para empujar mi dureza en su espinilla.
“Dios, sí, Nox. ¡Sí!" Kieran lloró. Pasó sus manos por mi cabello, cuello, hombros y
debajo de mi camisa hasta mi espalda, donde continuaron su exploración. Como si
necesitara tocarme tanto como yo a él.
Rodé mis caderas hacia su pierna cada vez más rápido. El mordisco del clímax golpeó mi
columna.
Gimiendo alrededor de la polla de Kieran, lo chupé más profundamente y tragué.
"Nox", gritó y gimió durante su liberación que tragué.
Su sabor dulce y salado que quería saborear en mi lengua me hizo estrellarme más cerca
del final.
Con un par de empujones más, me perdí y empapé la pierna cubierta de jeans de
Kieran. Debería haberme horrorizado por mi comportamiento de follarlo como un maldito
perro, pero incluso cuando saqué mi boca de su polla con un estallido húmedo, aspiré mi
olor que lo cubría y sonreí con orgullo.
No fui el único feliz.
El tigre se pavoneaba dentro de mí. Pero al menos escondí mi alegría reclinando la cabeza
en su regazo y rodeando mis brazos entre él y el sofá.
"¿Pasar la noche?" Kieran jadeó mientras me daba palmaditas en la espalda.
Asentí y la culpa me hizo decir: "Te hice un desastre".
Su risa fue ligera. "Lo sé. Me gustó."
Gruñí y rápidamente apreté los labios para detener el ronroneo.

"Bien", le dije.
“¿Nox?” Distraídamente me hizo cosquillas en la espalda, todavía debajo de mi
camisa. Quería quitarle la ropa para que no estuviera restringido y pudiera explorar donde
quisiera.
"¿Mmm?"
“Me gustan tus tatuajes. ¿Significan algo?
"No. Cuando vi los diseños del artista, los quise, así que los conseguí.
Además, disfruto el pinchazo de la aguja”.
"¿En realidad? Odio las agujas”.
Me reí perezosamente, sintiendo el comienzo de la somnolencia después de una explosión.
orgasmo. "Entonces tal vez sea mejor que no consigas uno".
"Estoy de acuerdo."
Lo abracé con más fuerza.

“¿Quizás deberíamos llevarnos esta sesión de abrazos a la cama?” el sugirió.
Rápidamente, me levanté y recogí a Kieran conmigo. Dejó escapar un grito ahogado pero
Luego me sonrió y me rodeó los hombros con sus brazos.
Su nariz se arrugó un poco. "Sin embargo, una ducha podría ser buena". Buena idea ya que
ambos estábamos cubiertos de mi semen.
Riendo, besé su cuello y contra él dije: "Te ayudaré a lavarte".
Él se estremeció. "Sí, por favor." Kieran apoyó su frente en mi hombro mientras lo llevaba hacia el
baño. "Tengo que trabajar mañana." Dejó escapar un gemido de irritación.
"¿Puedo tomar prestado tu auto para dejarte y luego te recogeré antes?"

¿Vienes a mi casa?
Su cabeza se levantó con sorpresa escrita en sus ojos muy abiertos. “¿Quieres hacer
eso? Quiero decir, ¿dejarme y recogerme? ¿Qué pasa con tu trabajo? No quiero molestar...
Lo hice callar con un beso rápido.

No sabía que acompañarlo hacia y desde el trabajo aliviaría mi estrés.
“Sé que normalmente caminas…”
Sus cejas se fruncieron. “¿Cuándo te dije eso?”
Se me tensó el estómago.
Mierda.
No lo había hecho.
Lo supe al verlo.
"Ah, me lo imaginé porque estabas caminando cuando Rio te ayudó".
“Oh, bueno sí, prefiero caminar. Pero sería bueno que me lleves y traigas de la
universidad”.
"Bien." Besé su nariz, relajándome de mi desliz. "Lo planificaremos más mañana por
la mañana". Mordisqueé su cuello y él lo inclinó hacia un lado para darme más acceso. Lo
lamí, disfrutando de su sabor en un murmullo bajo. "Vamos a limpiarnos y a acostarnos".
Donde con suerte lo convencería para que me dejara beber su semen una vez más.
CAPÍTULO OCHO
KIERAN
A Una tormenta de mariposas revoloteó en mi estómago mientras me dirigía hacia el

salida de la universidad donde Nox me esperaba. Sinceramente todavía me asombra
que Nox quería volver a verme y tan pronto. Me quería en su casa para cenar, con
su familia y pasar la noche.
Yo, Kieran Higgins, era buscado por el hombre más guapo que jamás había visto.
No podía dejar de sonreír y rezar para que esto durara para siempre.
Me llamaron "Kieran" y me volví para ver al profesor Portley Jeffers. Port era un hombre
apuesto de treinta y tantos años que enseñaba psicología. A veces salía con él, en grupo, a
tomar algo.
"Hola, Port", dije cuando se detuvo a mi lado y empujé mis marcos hacia arriba.
mi nariz.
Le hice un gesto para que siguiera adelante, queriendo salir más rápido. Se puso a caminar y
preguntó: “Estamos pensando en tomar unas copas este fin de semana. El mismo grupo de siempre.
¿Considerarias?" Justo cuando abrí la boca para declinar, su mano se levantó para
sostener mi pensamiento mientras usaba la otra para abrir la puerta.
“Antes de decir que no, piénselo un poco más. No has salido con nosotros desde hace
mucho tiempo, Kieran. Ni siquiera hemos oído hablar de tus vacaciones.
Sonreí. "No fue nada especial".
"Aun así, necesitas salir más".
Suspirando, me detuve en el sendero. “La última vez que fui con todos ustedes, me
avergoncé cuando resbalé en el hielo y choqué contra un grupo de ciclistas”.
Empezó a reír. "Lo sé. Fue divertido."

"Para ti. Casi me ensucio pensando que me iban a matar”.
Extendió la mano y me agarró del hombro, todavía riéndose. "Lo siento, pero la mirada
en tu... Mierda", susurró.
Las manos aterrizaron en mi cintura mientras los labios presionaban mi cuello. No tuve
que adivinar quién era. Mi cuerpo ya reconoció el suyo. Cerré los ojos y sonreí.
"Nox", respiré.
“Quita tu mano”. Me estremecí ante el tono duro y áspero de Nox.
Lo miré y vi que estaba mirando a Port. Dirigiendo mi mirada hacia mi colega, fui
testigo de cómo tragaba saliva mientras lentamente dejaba caer su mano. Era como si no
quisiera asustar a Nox con movimientos rápidos, lo que me dio ganas de reír, pero apreté
un puño en mi estómago. Nox era un gigante gentil, pero por la mirada de muerte que
todavía le estaba dando a Port, tal vez solo me había estado mostrando su lado dulce.
La calidez floreció dentro de mí, sabiendo que él me encontraba lo suficientemente especial como
para compartir ese lado de él.
“Nox, soy Portley Jeffers. También es profesor”.

Nox gruñó.
"Port, este es Nox mi... um..." ¿Cómo lo clasifiqué?
"Novio", proporcionó Nox.
Lo miré mientras mi corazón latía rápidamente en mi garganta.
Nox me reclamó frente a Portley.
Guau.
Nunca antes había tenido eso. No es de extrañar que la gente se desmayara ante el público.
declaraciones. Mis entrañas se sentían blandas y quería besarlo.
Nox inclinó la cabeza y me puso uno.
Estaba seguro de que este hombre podía leer la mente.
El beso no duró mucho como quería, pero Nox estaba siendo respetuoso. Estudiantes y
otros profesores más que conscientes caminaban por ahí.
"¿Su novio?" Preguntó Portley, con sorpresa evidente en su tono.

"Sí." Sonreí, enderezándome los anteojos y apoyándome en el cuerpo de Nox a mi espalda.
"Port estaba preguntando..."
"No. No estaba preguntando nada. Tengo que ir. Adiós, Kieran”. Él asintió con la cabeza
Nox. "Señor." Se alejó rápidamente.
Nox me giró en sus brazos mientras me reía ligeramente por la reacción de Portley hacia
Nox. Entendí cómo Nox podía parecer intimidante. Estuve en su oficina ese día. Eso fue hasta
que estuve a solas con él y él volvió a la vida.
La mandíbula de Nox se apretó mientras veía a Portley escapar.

Alzando la mano, le di unos golpecitos suaves en la mandíbula. Su atención se centró en mí
y finalmente sonrió.
"Kieran", dijo suavemente antes de dar otro beso rápido contra mi
labios. Cuando se apartó, añadió: "No me gusta ese hombre".
Resoplando, negué con la cabeza. “Es sólo un amigo. A veces salimos por
bebe con un grupo de otras personas”.
"¿Nunca has salido con él?"
“¿Portley? No."
La mandíbula de Nox se apretó. "Él te quiere."
Riendo, puse los ojos en blanco. "Él no lo hace".
"Lo hace. Puedo decir."
Cuando fue a mirar hacia donde se había ido Portley, tomé un lado de su cara para
mantenerlo en su lugar. “Incluso si lo hiciera, cosa que dudo, no haría nada con él. Estoy
totalmente comprometido a ver hasta dónde llega esto contigo, Nox”.
Él gruñó, pero me di cuenta de que estaba contento con mi declaración cuando el

La comisura de sus labios se levantó y sus ojos se calentaron.
"Vamos a tomar tu bolso de casa y llegar a mi casa".
"Está bien", susurré mientras mi barriga se hundía.
“¿ Me dirás si alguno de mis hermanos te enoja?” Nox preguntó por tercera vez mientras
nos dirigíamos hacia la puerta del garaje que conducía a la casa.
Sonriendo, asentí y le apreté la mano. “¿Qué harás si te digo que lo son?”
"Los destriparé".
Lo dijo con una cara tan seria que no tropecé con nada. me gustaría
Me habría caído si no fuera porque Nox me rodeó la cintura con su otro brazo.
Suavemente tiró de mí para mirarlo, pellizcando suavemente mi barbilla para que lo mirara. "Voy a
necesitar estar a tu lado las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana para que no te lastimes".
Sonriendo, le dije: “Eso es lindo, pero no quiero ser una carga.

Además, he aguantado tanto tiempo sin suicidarme, estoy seguro de que estaré bien”.
Sacudió la cabeza y fue a decir algo, pero luego jadeé cuando lo recordé.
"¡Esponjoso! ¿Puedo ver al tigre, por favor?

Su expresión quedó en blanco.
“¿Nox?”
¿Había sido de mala educación por mi parte preguntar por el tigre? Estaba emocionado de pasar el
noche en sus dominios también.
“Lo siento, probablemente pienses que estoy aquí sólo para verlo. No soy."
"Tal vez más tarde." La preocupación provocó mis entrañas ante su breve respuesta. Sus manos se
alejaron de mí y recogió mi bolso de nuevo (aunque no me di cuenta de que lo había dejado caer) para
darse la vuelta y caminar el resto del camino hasta la puerta. "La he jodido".
No pensé que quisiera que escuchara lo que había dicho en voz baja, pero había estado
justo detrás de él, listo para extender la mano y detenerlo.
Hasta que esas palabras me detuvieron.
¿Qué había hecho mal para que él pensara que se había equivocado? ¿Pensó que ya era demasiado
pronto? ¿Quería que fuera?
El hielo se instaló en mis venas.
Presionando una mano contra mi estómago, di un paso atrás. "Puedo ir."
Me encaró dando vueltas. "¿Qué?"
“Escuché lo que dijiste. Si he hecho algo y no me quieres aquí, yo... puedo irme. Me mordí el labio
inferior para que dejara de temblar. Aparté la mirada y me subí las gafas mientras se me llenaban los
ojos de lágrimas.
No no no. No lloraré. Es una estupidez querer siquiera hacerlo. Está bien.

Todo esta bien. Si él no me quiere, lo superaré.
Me estaba engañando al pensar eso. Había arrojado mis sentimientos al
Cesta Nox. No quería eliminarlos, pero puede que no haya otra opción.
Me sobresalté cuando dejó caer mi bolso.
Mi cabeza daba vueltas cuando me olvidé de respirar por un momento mientras él atacaba.
a mí.
Cuando Nox me recogió en su camino de regreso al auto, el pánico se apoderó de mí,

hasta que me sentó en el capó y se paró entre mis piernas que había separado.
La cálida palma de Nox presionó sobre mi pecho y apoyó la otra en el

detrás de mi cuello. Dirigí mi mirada hacia la suya acalorada y jadeé.
Un sonido retumbó de su interior, uno que sonó terriblemente parecido a un ronroneo. I
Llevé mi mano temblorosa a su pecho y sentí que se movía bajo mi palma.
"¿Cómo haces ese sonido?" Pregunté en voz baja y luego agregué: "¿Por qué haces ese
sonido?"
Una fuerte necesidad me golpeó en el vientre y tuve que apoyar la oreja en su pecho.
Cerré los ojos, puse mi mano en la cintura de Nox y el sonido se hizo más profundo y más
rápido.
Podría fácilmente adormecerme. Quería escucharlo todo el tiempo, pero lo que más
necesitaba era saber cómo y por qué lo hizo.
Alejándome, fijé mi mirada en la suya y levanté la mano para pasar mi pulgar por sus cejas
fruncidas. Cuando se suavizaron bajo mi tacto, le dije: "Es hermoso, pero ¿puedes decirme
cómo y por qué?"
La puerta que daba al interior de la casa se abrió de golpe. "¡Estás aquí!" gritó Riker.
Entró y bailó alrededor de Nox cuando mi novio fue a agarrarlo. "Fuera", refunfuñó Nox.
"De ninguna manera. Anoche dejaste a Kieran para ti solo. Es mi turno de conocerlo”. Riker
empujó a su hermano. Me quedé con la boca abierta cuando Nox tropezó hacia un lado.
Tiny Riker pudo mover a Nox, que tenía el doble de su tamaño.

Riker se interpuso entre mis piernas abiertas, se giró y logré rodear sus hombros con mis
brazos antes de que él agarrara mis piernas y corriera hacia la casa conmigo aferrándose a su
espalda.
Hubo un choque en el garaje detrás de nosotros, lo que hizo reír a Riker como un loco.
"¡Ríker!" Nox gruñó fuertemente.

Se me escapó una risa despreocupada. No pude evitar encontrar humor en sus peleas
fraternales, especialmente sabiendo que ellos también eran asesinos. Era fácil aceptar a Riker
por su actitud despreocupada y por cómo se burlaba de Nox.
Riker probablemente leyó la tensión de su hermano en mis preguntas y actuó para
solucionarla.
Era dulce.
Aun así, no podía permanecer al lado del alborotador por mucho tiempo.
"Riker", dije. "Bájame antes de..."
"¿Qué carajo estás haciendo?"
Miré hacia el final del pasillo y vi a Deacon de pie con los brazos
cruzó, frunciendo el ceño a su hermano.
Riker se detuvo pero no me decepcionó. "Divirtiéndose. Ha sido muy aburrido últimamente”.
"Coloca al chico de Nox... sobre sus pies lenta y suavemente, Riker".

Escuché fuertes pasos detrás y supe que era mi novio acercándose a nosotros. Sin
embargo, también me preguntaba por qué Deacon dudaba sobre cómo llamarme. A menos
que no recordara mi nombre.
Riker gimió molesto. "Pero"
"Ahora." El gruñido bajo de Deacon, junto con algo que destella en su
ojos, se me erizaron los pelos de la nuca.
Empujé los hombros de Riker con una necesidad urgente de hacer lo que decía Deacon,
temiendo que la vida de Riker estuviera en juego.
“Me está decepcionando”, llamé. Riker lentamente me puso de pie.
"Mira, no hay daño", le dije. Pero luego di un paso atrás, tropecé con la nada y aterricé de culo.
Un rugido recorrió el pasillo.

Grité y trepé hacia un lado, presionando mi espalda contra la pared mientras miraba hacia
donde Nox estaba respirando con dificultad.
"Nox, no lo hagas", advirtió Deacon.
La mano de Riker se disparó frente a él. “No lo presioné”, dijo. Él
Podría haberlo convencido si no estuviera sonriendo.
“Me caí”, le dije a Nox, pero su mirada estaba fija en Riker.
Más pasos golpearon el suelo de madera y Rio apareció detrás de Deacon. Sin embargo,
su marido se puso delante de él para bloquearlo mientras Deacon miraba con cautela a Nox.
"Nox, cálmate", ordenó Deacon. Fui a levantarme, pero Deacon dijo: "No te muevas, Kieran".
Me quedé quieto.
“Vamos, hermano. Solo estaba jugando”. Riker se rió.

Estaba seguro de que fue la risa lo que llevó a Nox al límite.
Apareció un arma en su mano y disparó. Grité, tapándome los oídos y vi como Riker movía
su hombro hacia atrás antes de que la sangre se esparciera sobre su camiseta azul.
“¡Nox!” Grité mientras me ponía de pie y me paraba frente a Riker. "¿Estás bien? ¿Qué debo
hacer?" Moví mis manos alrededor de él, sin estar segura si debía tocarlo. “Deberíamos llamar a
una ambulancia. Espera, tardarán demasiado.
¿Quizás podamos llevarte? Asentí para mis adentros. “ Puedo llevarte. Vayamos al coche. Oh
Dios, eso es mucha sangre”.
Riker extendió la mano, usando su hombro sin una maldita bala, para acariciarle.
yo en la cabeza. "Está bien", me dijo con una sonrisa.
¿Por qué no estaba preocupado?
¿Por qué Nox le dispararía?
Me giré hacia Nox, que se había movido por el pasillo mientras yo me preocupaba por un
Riker sangrante, y ahora estaba flotando detrás de mí. “¿Por qué le disparaste a tu hermano?”
Le di una palmada en el estómago.
"Está bien", refunfuñó con el labio superior levantado cuando su mirada se fijó en Riker.
Tenía la sensación de que quería hacerlo de nuevo. Al menos ya no empuñaba el arma. Pero
eso no significaba que no pudiera hacerlo aparecer nuevamente.
¿Dónde lo había guardado?
No, eso no importaba.
Me volví hacia Riker. "Necesitamos que te examinen". Puse mi mano en su espalda, lista
para ayudarlo a llegar al garaje cuando Rio salió detrás de Deacon.
"Kieran, no necesita ver a nadie".

"¿Qué? ¿Por qué? Eso es ridículo." Levanté mis marcos y les fruncí el ceño a todos.
Sinceramente, me preocupaba su falta de acción. ¿Por qué no salían corriendo de la casa y

metían a Riker en el coche ellos mismos? Ninguno de ellos respiraba con dificultad como si yo
estuviera en pánico. No parecían tener náuseas como yo me sentía.
Mientras los observaba más, noté que todos parecían relajados. Incluso Nox
se había calmado al ver la sangre de Riker en su hombro.
“¿Esta reacción” —les señalé a todos con la mano— “tiene algo que ver?”
¿Qué haces con tus trabajos de asesinato?
Rio se rió pero se tapó la boca con la mano y cambió a una
tosió cuando Nox gruñó.
Él gruñó.
Un gruñido que sonó real.
Como si hubiera un animal dentro de él.
Lo cual fue estúpido y loco.
Pero… cuando lo puse con esos otros sonidos lo hice a un lado.
Presioné una mano contra mi corazón errático y recé para no desmayarme. I
Quería respuestas, maldita sea.
“¿Le dijiste que somos asesinos?” Preguntó el diácono.
Espera… Deacon también había gruñido cuando pensó que Rio y yo teníamos algo en la
universidad.
Pasé mi mirada de un hombre a otro, una y otra vez mientras bromeaban y hablaban.
Palabras que no asimilé. Palabras que sonaron amortiguadas por mi propia respiración.
Sólo que lo que estaba pensando no podía ser real.

Fue loco.
"¿Dónde está Fluffy?" Pregunté en un susurro, y todas las voces se detuvieron antes de
que su atención se dirigiera a mí. Tragué y me alejé, mi espalda golpeó la pared. "Quiero ver a
Fluffy".
"¿Quién carajo es Fluffy?" preguntó el diácono.
“¿Qué está pasando aquí abajo que ninguno de ustedes me escuchó entrar a la maldita
casa?” Una mujer de unos cuarenta años, tal vez, estaba parada con las manos en las caderas
enfundadas en vaqueros en el otro extremo del pasillo.
Mierda de mierda.
Vería a Riker sangrando.
Podría llamar a la policía.
Quería ayudar a Riker y llevarlo al hospital, pero no quería que Nox fuera a la cárcel.
Lo perdería.
Por eso actué antes de pensar.
Extendiendo la mano, agarré la parte trasera de la camiseta de Riker y de alguna manera
logré tirar de él hacia atrás donde lo empujé hacia Nox. "Escóndelo o irás a la cárcel", ordené
rápidamente, en voz baja antes de moverme frente a ellos y extender los brazos. "Hola. Hola.
Hola. ¿Puedo ayudarle? Lo siento, solo estábamos teniendo una
reunión. ¿Se suponía que uno de los hermanos vendría a verte? Recién están terminando
el asunto de la familia. Puedo llevarte a una habitación para que esperes”.
Mi corazón se deslizó resbaladizamente hasta mi estómago.
Maldita sea de nuevo, no sabía cómo moverme por la casa. Por lo que sabía, podía
acompañar a esta mujer al baño.
Sus brazos cayeron de su cintura y miré hacia arriba para ver su boca un poco abierta.
Sin embargo, ya no pude leerla porque de repente me giré y Nox plantó su boca sobre
la mía en un beso abrasador, que me dejó en blanco y que hizo que el mundo se inclinara.
Por un momento, olvidé la situación y quién era yo.

Hasta que lo recordé.
Empujé su pecho y él retrocedió con un sonido de frustración a pesar de que comencé
a perseguir sus labios con los míos. Parpadeé y recordé dónde estaba, con quién estaba
y qué había sucedido.
"¿Qué estás haciendo?" Rompí.
Tomó mis mejillas, actuando como si estuviéramos solos y Riker no.
sangrado. “¿Le disparé a mi hermano y estás dispuesto a ocultárselo a la gente?”
Mi cara ardió. “Todo por razones egoístas”, le dije honestamente mientras mi pulso
latía con fuerza.
“¿Qué razones?”
Cerré los ojos y sacudí la cabeza dentro de su agarre.
“Kieran, por favor. ¿Qué razones?
Abrí los ojos, apreté los labios por un momento y luego susurré.
el miedo que me hacía sentir frío. "Realmente no querrás que te lo diga".
"Dudo que."
Inspiré y solté las palabras al exhalar: "Estoy dispuesto a mentir y esconder a Riker
porque ya no puedo imaginar mis días sin ti en ellos". Respiré y solté: “Sé que es
demasiado pronto y probablemente suene loco, pero eres el único hombre que me aceptó
a mí y a mis defectos y regresó con ganas de más. No digo que sea adicto a ti porque me
has mostrado atención como nadie”. Sacudí la cabeza y me toqué el pecho. “Siento que
aquí te conozco desde hace mucho más que unos pocos días. Como si estuviéramos
conectados a un nivel más profundo, nuevo y emocionante”. Cerré los labios, preocupada
por haber dicho demasiado, pero no pude evitar añadir una última palabra. “Entiendo si no
quieres volver a verme y
Todos los sonidos... Solté un gemido cuando Nox me rodeó la espalda con un brazo y me atrajo
con fuerza contra él mientras me silenciaba con un beso.
No había ninguna posibilidad de que pudiera dejar de sonreír durante el beso desde que
sus acciones fueron una señal segura de que no le importaba en absoluto mi confesión.
CAPÍTULO NUEVE
NOX
A La excitación y el amor se abrieron dentro de mí y se filtraron por mis poros. Yo tenía

tener su boca ya que estaba mal tomar su cuerpo en ese momento.
No todavía, de todos modos. El beso no duró lo suficiente. Pero permití que Kieran
me empujara hacia atrás lo suficiente como para jadear y lo sorprendí adelgazando los
labios mientras enderezaba sus cuerpos sexys al recordar que teníamos una audiencia.
“Ustedes están apestando en el pasillo. Ustedes dos ya necesitan tener relaciones

sexuales”, dijo Riker.
La cara de Kieran ardió y agarró el frente de mi camiseta.
Mientras rodeaba con un brazo la cintura de Kieran, usé el otro para alcanzarlo.
Volví a buscar a mi hermano, pero él se apartó del camino riéndose.
“Riker, deja en paz a tu hermano”, lo regañó Ruth.
Kieran se puso tenso. Él no sabía quién era ella.
"Mamá", se quejó Riker.

La cabeza de Kieran se levantó y sus cejas se alzaron.

Sus brazos dejaron de rodearme y miraron a Ruth mientras Riker saltaba por el pasillo y la
abrazaba. Todas las preguntas y pensamientos de Kieran sobre los ruidos que hicimos fueron
rechazados mientras miraba a Ruth, sin duda preguntándose si Riker la llamaba, una mujer que
parecía de nuestra edad, mamá.
Ruth le tomó la nuca. "Cariño, sé un buen zorro y ve a limpiarte".
Riker suspiró, puso los ojos en blanco, luego asintió y salió corriendo.
Volví a fijar mi mirada en Kieran. Su nariz se arrugó mientras pensaba. En cualquier otro
momento, era adorable, pero sabía que la acción había superado el recordatorio de un animal
cuando Ruth llamó zorro a Riker.
Antes de que llegara Ruth, estaba seguro de que mi compañero estaba en el camino correcto
al preguntarme por el maldito Fluffy.
¿Lo recordaría todo ahora?
Los labios de Kieran se abrieron, pero luego jadeó y tosió. le di unas palmaditas en la espalda
suavemente. Sacudió la cabeza.
"Ella... ustedes... Fluffy... animales", dijo entre toses.
Mierda.
Levantó una mano y usó la otra para golpearse el pecho. No me gustaba que se lastimara,
así que le quité el suyo y lo reemplacé con el mío para frotar su pecho y su espalda.
"¿Qué tal si vamos a la cocina para que pueda terminar de preparar la cena?"
Río preguntó.
Kieran finalmente respiró profundamente.
“Nos vemos allí”, les dije. Recibí un visto bueno de Rio, una sonrisa comprensiva de Deacon
y Ruth me sonrió antes de que todos se fueran.
Ignorando la opresión en mi pecho, pregunté: "¿Estás bien?"

Por favor, que estés bien.
No sabía qué haría si Kieran me rechazara por culpa del tigre.
Resopló dentro de mí. Ya estaba seguro de que Kieran lo amaba.

Demonios, tal vez estaba solo para convencer a Kieran de aceptar todo.
“Yyo… estoy confundido, ¿y no debería preocuparme que tú le disparaste a Riker, pero nadie
lo llevará a que lo revisen?”
“No necesitas preocuparte por Riker. Estará bien pronto”.
Su agarre sobre mi camiseta se apretó aún más. "¿Cómo?"

No sabía si sería mejor informarle por mi cuenta o llevarlo a la cocina donde todos
esperaban.
Sólo que Kieran era mi compañero.
Tuve que hacer esto.
No, quería hacer esto.
Y lo único que se me ocurrió fue mostrarle el tigre.
Maldito Fluffy.
El animal se animó, listo para olfatear a nuestra pareja.
"Ven conmigo." Tomé su mano y lo llevé hasta el final del pasillo.
Allí me dirigí a la izquierda hacia donde estaban mis oficinas. Miré hacia atrás para ver a
Kieran subiéndose los anteojos mientras observaba mi trasero moverse debajo de mis jeans.
Sonriendo, miré hacia adelante.
Las cosas estarían bien.
Ya había confesado que no podía imaginar sus días sin mí. Además, el maldito tigre tenía
razón. Kieran había estado enamorado de su tierna forma.
Al entrar en la habitación, cerré la puerta detrás de él y comencé a desnudarme.
Su mirada verde se amplió y sus mejillas se sonrojaron. "Ah, no creo que ahora sea el momento
adecuado para tener relaciones sexuales".
"El sexo vendrá, pero no ahora".
"¿Por qué?" Su rubor se extendió por su cuello. “No, no quise preguntar eso.
Sé por qué no ahora porque tu familia está en la otra habitación. ¿Es realmente tu mamá? Sé
que dijiste que fuiste acogido, pero ella tendría que haberlo sido, ¿qué? ¿Doce? A menos que
le hayan hecho Botox o le hayan hecho algún trabajo. Tragó saliva. “Realmente te estás
desnudando. Quitándoselo todo. Dios mío, no debería estar pensando en tu cuerpo y en todas
las cosas que me gustaría hacerle.
Riendo, me encogí de hombros. "No me importa". Me quité el último calcetín y
estaba delante de él. Su mirada hambrienta me recorrió.
"Preguntaste por Fluffy", dije mientras mi corazón latía tan fuerte en mi pecho que me
sorprendió que mis costillas no vibraran.
"Sí", susurró.
Asentí y dejé salir al animal.
El cambio tomó unos momentos y en ellos, Kieran aulló, tropezó hacia atrás,
Aterrizó de nuevo sobre su trasero y se llevó un puño a la boca.
Jadeó y se puso de rodillas mientras el tigre ronroneaba ruidosamente.
descendiendo hasta su vientre.
Podíamos oler su conmoción, su asombro, su miedo, su ira e incluso su diversión.

pero allí también se instaló la confusión y algo de excitación.
“Oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío”. Su mano tembló mientras la extendía lentamente,
pero la retrajo rápidamente.
Arrastrándose hacia adelante, el tigre lamió el brazo de Kieran.
Una sonrisa comenzó a formarse hasta que sus cejas se juntaron mientras pensaba.
La confusión y el asombro estaban ganando.
Sobre sus patas delanteras, el tigre presionó su fría y húmeda nariz contra el cuello de
Kieran, provocando una risa sorprendida. El tigre resopló contra su piel y luego frotó su cabeza
contra el cuerpo de Kieran. Su pecho, espalda, brazos, piernas y rostro ahora estaban cubiertos
por nuestro aroma y, finalmente, la tensión de Kieran se desvaneció.
Nuestro compañero rodeó el cuello del tigre con sus brazos y lo abrazó con fuerza.
mientras presiona su cara contra el pelaje.
“Los cambiantes son reales. Los cambiaformas son reales. Son reales”, murmuró. “Tengo uno
en mis brazos y es mi novio”. Dejó escapar una pequeña risa enloquecida, como si no pudiera
entender la idea, pero entonces la prueba estaba justo frente a él. Su corazón latía con fuerza, pero
al menos el olor a ansiedad y miedo había desaparecido. Se apartó y sostuvo mi cara entre sus
palmas. “Eres un tigre. Un cambiaformas. Esto es abrumadoramente genial, pero… no lo sé. No es
que no sepa sobre ti. Todavía estoy... estoy seguro de Nox. Bueno, tú.
Espera, ¿puedes siquiera entenderme así?

Kieran jadeó y retrocedió mientras observaba cómo mis extremidades, mi cabeza y mi torso se
retorcían, se rompían y se transformaban en mi cuerpo humano. Me senté sobre mi trasero y
rápidamente atraí a Kieran entre mis piernas para abrazarlo con fuerza.
"Puedo", dije en voz baja.
"Nox", respiró, colocando sus brazos sobre los míos, que había envuelto
alrededor de su cintura. En estado de shock, se sacudió en mi agarre.
"Sé que es mucho para asimilar. Lo estás haciendo muy bien por mí, cariño".
Se instaló más en mí.
“Los cambiantes son reales, Kieran. Mis hermanos y yo somos sólo algunos de muchos”.
“¿Son tigres también? No, espera, recuerdo que esa mujer llamó.
Riker un zorro. ¿Se convierte en un zorro?
"Correcto. Y esa mujer es nuestra madre adoptiva, Ruth. ella es un lobo
palanca de cambios. Deacon es un oso”.
"¡Oso!" el grito. “Dios mío, no es de extrañar que sea enorme. ¿Qué pasa con Río?
"Humano. Como usted."

La inquietud olía a él. “¿Qué estás dejando de lado? Te sentí tenso”.
Infierno.
“No es nada malo. Al menos no creo que lo consideres malo”.

Se acomodó para sentarse a un lado para poder mirarme. "Dime por favor."
Asentí, tomando un lado de su cuello. Pasé un pulgar por su rápido

legumbres. "Rio es el compañero predestinado de Deacon".
Sus cejas se fruncieron en el medio. "¿Qué significa eso?"

“Para los cambiaformas, una pareja predestinada es un regalo raro y precioso de alguien
que encaja perfectamente con nosotros. A quién amaremos y apreciaremos por el resto de
nuestros años”.
“Nox”. Se lamió los labios y luego dejó escapar un suspiro. "¿Soy tuyo?"
"Sí. Es por eso que sientes fuertemente por mí y yo por ti. Sin embargo, no crean que esta
conexión que se está construyendo se basa únicamente en la magia del Destino.
La atracción mutua tiene que estar ahí desde el principio antes de que se pueda establecer el
vínculo. Tan pronto como te olí supe que eras mía. Haré cualquier cosa para hacerte feliz,
sentirte apreciado y protegido. Al principio, incluso pensé que tenía que mantenerte a salvo de
mí y de mi mundo. Por eso me mantuve alejado durante esos meses después de verte.
"¿Qué cambió?"
"Riker señaló que no te di otra opción".
"Me llevaste a casa esa noche para ver si quería más contigo".
Gruñendo, desvié la mirada antes de volver a mirarlo. "Sí. A
ver si podrías quererme, pero también protegerte de ti mismo”.
Él resopló entre risas. "¿Qué?"
“Eso no es importante en este momento. Tengo que ser honesto contigo acerca de
algo, Kieran. Antes de lanzarte al fondo conmigo, necesitas saber más”.
La tensión bloqueó su cuerpo. "Bueno."

"No me mantuve exactamente alejado de ti en esos meses".
"¿Qué quieres decir?"
Suspirando, dejé caer la cabeza hacia atrás y miré al techo mientras oraba en silencio.
“¿Nox?”
Me agaché y besé su frente. “Puede que no te guste la siguiente parte, pero no te la
ocultaré. No pude detener lo que hice incluso cuando
intentó. Estabas encerrado en mi mente y yo…. Mierda." Respiré con dificultad. “Más o menos, te
acosé. Fui yo, no Rio, quien ayudó con esos... Apreté la mandíbula. “... atracadores. Me aseguré de
que llegaras a casa y a tu trabajo sanos y salvos. Te seguí a las tiendas, a tus citas y cada vez que
salías o a casa… o mientras dormías porque me preocupaba que te ahogaras mientras dormías.
Conociendo tu suerte, era una posibilidad, Kieran.
No sabía que existía una persona descoordinada antes, hasta que te vi. El estrés de dejarte sola y
en riesgo de que te suicidaras fue demasiado para mí. Tenía que mantenerte a salvo. Tenía que
protegerte. Luego, cuando le preguntaste a Rio por mí, tuve que hablar contigo. Puede que Riker
me haya dado el empujón que necesitaba, pero ya estaba obsesionado contigo.
Estaba rígido en mis brazos.

La preocupación me roía y arañaba bajo la piel.
“Además, mis hermanos y yo no somos asesinos. Matamos a quienes nos ordena nuestro
consejo de cambiaformas. Somos asesinos. Maté a esos atracadores que te tocaron, te hicieron
daño. No iban a detenerse hasta quitarle la billetera.
Querían violarte y matarte. Lo sé porque se lo saqué antes de quitarles la vida. No digo que esté
justificado; que no es. Podría haber llamado a la policía, pero no lo hice. En mis ojos, tocaron lo que
debía proteger. No merecían nada más que la muerte”.
Jesucristo. Mis oídos zumbaban y mi cabeza daba vueltas. ¿Acababa de arruinarlo todo?
Tuve.
Lo había jodido.
Mi compañero era un alma tan suave que no sería capaz de soportar lo que le había confesado.
Había dicho demasiado y ahora él se iría. No me sorprendería que si soltara mis brazos a su
alrededor, saldría corriendo de la habitación gritando.
El tigre ronroneó, intentando calmarme.

No podía estar tranquilo.
"Lo siento", dije suavemente en su cabello, percibiendo su aroma, tal vez por última vez.
CAPITULO DIEZ
KIERAN
Mi estómago estaba en su propio viaje entrecortado por lo inestable que estaba.

METROnavegó sobre las olas. Lo supe por leer innumerables cosas paranormales.
novelas que Nox podría oler mi ansiedad, pero yo no podía
detener.
¿Qué se supone que debía decir? Que se suponía que debía hacer? no lo sabia
ya que todavía estaba tratando de procesar todo en mi cabeza.
Nox dijo que no eran asesinos. ¿Pero los asesinos no asesinaron a personas a las que
se les ordenó hacerlo?
¿No significaría eso que Nox y sus hermanos eran asesinos a sueldo de su consejo?
La única diferencia (y me estaba desviando de lo que dijo Nox sobre los atracadores)
era que no sólo cumplían los trabajos que el consejo les ordenaba hacer. Siguieron adelante
y acabaron con cualquiera que se les cruzara.
Pero sólo gente mala, ¿verdad?
Y Nox lo había hecho por mí para mantenerme a salvo, y eso fue sólo después de que
descubrió lo que me iban a hacer. Quizás yo tampoco había sido el primero. Podría haber
habido más.
¿Por qué estaba defendiendo a un asesino?
No podía olvidar que él también había sido mi acosador.
Me había estado siguiendo. Porque se preocupa y tiene que vigilar.
sobre mí. Protegeme. Pero él irrumpió en mi casa.
La confusión de todo esto hizo que me palpitaran las sienes.
El asunto de la pareja predestinada era otra cosa en la que tenía que pensar.
Incluso cuando todo en mí gritaba por aceptar cualquier cosa que dijera Nox,
no pude. Al menos tenía que darme algo de tiempo para asimilar todo.
Sin embargo, no me atreví a alejarme. No quería lastimarlo y
Si me quedara más tiempo, tal vez me ayudaría a procesar todo.
Mi decisión dependería de si veía una vida con Nox tal como era, ya que nunca quise
cambiarlo.
“¿Te gusta tu trabajo?”
Él hizo una mueca. “Es más una necesidad. Los animales de mis hermanos piden
violencia para calmarlos. El tigre que llevo dentro es diferente, y soy yo quien encuentra
imposible calmar el hambre de sangre. Nuestras manadas… nos arruinaron a todos, y este
es mi mecanismo de afrontamiento. Sin él, temo en lo que me convertiría si no tuviera algún
tipo de estructura sobre cómo cazar”.
El dolor en mi pecho había regresado. El mismo dolor que apretó mi corazón cuando
Nox habló de su pasado. No había dicho mucho, pero leí entre líneas. Además, lo que había
pasado era suficiente para sacar a relucir esa necesidad de sangre.
Frotando mis labios, me subí las gafas y pregunté en voz baja: "¿Te importa si, um,
duermo sobre las cosas que he aprendido y hablamos de todo mañana?"
Estas eran nuestras vidas con las que estábamos lidiando. No fue una respuesta simple y rápida.
Me acababa de enterar de los cambiaformas, los compañeros predestinados, los trabajos y no trabajos
de Nox, y necesitaba un poco más de tiempo para reflexionar.
"Toma todo el tiempo que necesites. Te llevaré a casa”.
Dejé escapar un grito ahogado cuando Nox fácilmente se paró conmigo en sus brazos y
me puso de pie.
Mi cara ardió cuando miré su cuerpo, recordando ahora que estaba desnudo.
"Esperar." Parpadeé y sacudí la cabeza. Levanté mi mirada hacia la suya y vi el

humor en ellos. “No quiero volver a casa. ¿Es tonto de mi parte querer quedarme a
cenar y pasar la noche, pero, ah, tal vez en otra habitación?
¿Estaba parloteando? ¿Tenía sentido? Ni siquiera estaba seguro de haber
entendido mi razonamiento.
"Me gustaría eso, Kieran".
Parte de la tensión aflojó mis hombros. "Bueno." Quería abrazarlo para que
entendiera. Por darme este tiempo, aunque al final no lo necesitaba. En lugar de eso,
envolví mi mano alrededor de su muñeca. "Gracias."
Sus dedos se deslizaron por la parte posterior de mi cabello. "Cualquier cosa." Con
un rápido beso en mi frente, se dirigió hacia la puerta. "Cogeré algo de ropa en la
habitación de al lado y te llevaré a cenar". Se detuvo con la puerta abierta. No parecía
desconcertado porque estaba desnudo y cualquiera podía verlo. Por otra parte, tal vez
fue una cosa de cambiaformas.
Aunque, si tuviera su trasero perfectamente formado, se lo mostraría al mundo.
"Kieran", llamó con un tono ligero.

Levanté los ojos. Sus labios se torcieron pero se adelgazaron. “Por favor no
temer a mi familia. Nadie te hará daño”.
"Lo sé", dije rápida y sinceramente. Después de todo, él dijo que los compañeros
predestinados eran raros y queridos, lo que me dijo que la mayoría de los cambiaformas
los tratarían con cuidado. Pero también confiaba en Deacon y Riker ya que eran
hermanos de Nox. Era fácil leer que harían todo lo que estuviera a su alcance para
ayudarlo.
No importa cuánto se burlaran de él.
“Pero…”, agregué. “¿No podemos dispararle a nadie durante la cena?”
Su risa hizo que mi estómago se revolviera. "No tomaré un arma".
"Gracias." Sonreí.
Dios mío, estaba agradeciendo a alguien por no llevar un arma a la mesa.
Cómo habían cambiado las cosas. ¿Pero sería para mejor?

Lo descubriría pronto, pero ya me incliné por el sí.
Me encontré con Nox en el pasillo unos momentos después. Estaba vestido con un
Camiseta negra con pantalón de chándal gris.
¿Lo había hecho a propósito?
Ciertamente le quedaban bien.
En realidad, todo le sentaba bien a su cuerpo. Estaba seguro de que incluso podía hacer que una
bolsa de basura quedara bien.
Aclarándome la garganta, dije: "Vamos a comer".
"¿Estás hablando con mi polla o conmigo?"
El calor llenó mi rostro y levanté la mirada. "Vamos." Caminé por el pasillo y casi tropecé, pero
logré mantenerme de pie, así que seguí adelante.
No sabía si iba en la dirección correcta, pero Nox no dijo nada, así que seguí marcando el camino.
¿Cómo podría ser tímido e incómodo después de lo que hicimos anoche?

Probablemente fue porque en un momento estaba pidiendo tiempo y al siguiente estaba babeando
sobre el contorno de su pene medio duro, por el cual quería arrodillarme.
Mentalmente, grité por las señales contradictorias que le envié al pobre cambiaformas.
Cambiador.
Están vivos y en el mundo real.

Santo diablos.
"A la izquierda", llamó Nox, y giré al final del pasillo.
Escuché a Riker primero: "¿Crees que lo hicieron?" Escuché una gran inhalación de aire antes de
doblar la esquina. "Supongo que no." Riker se sentó a la mesa para ocho personas en el área de la
cocina con Deacon y Ruth. Rio estaba rociando un poco de carne junto al horno, que olía increíble.
Ruth se puso de pie de repente. Me detuve cuando me di cuenta de que ella venía hacia mí con
una sonrisa brillante. "Es un placer conocerte, Kieran". Ella me abrazó fuerte. Una de ellas la regresé
con algunas palmaditas en la espalda.
Esta era la madre adoptiva de Nox. Sin embargo, parecía tener aproximadamente la
edad de Nox. La sorpresa me dejó boquiabierto como un tonto cuando ella dio un paso
atrás.
"Es un placer conocerte también", dije.
Sentí el calor de Nox en mi espalda. "Kieran lo sabe todo".
Riker saltó en su asiento. "Entonces, ¿por qué ustedes dos no están completando el vínculo por
fo..."
"¡Ríker!" Fue gritado por todos menos por mí.
Más calor golpeó mi cara. Me volví lentamente hacia Nox. “Así es como el vínculo
¿Nos conecta como una pareja predestinada?
"Eso y un bocado", llamó Riker.
"Riker", espetaron Ruth y Deacon.
“Tienes que morderme mientras…. Ay dios mío." Me volví hacia Rut. "Lo siento por
hablando de esto a tu alrededor. Nunca pensé en preguntar cómo se hacía”.
Ella frotó mi brazo. "Todo está bien. Pregunta lo que quieras. No hay juicio en esta
casa. No todos los cambiaformas están bendecidos con el don de un destino.
No tengo uno, pero encontré a alguien con quien quería pasar el resto de nuestros días y
nos unimos. Es el mismo proceso que con un destino, pero no tenemos la capacidad de
sentir a nuestra pareja dentro aquí”. Se tocó el corazón con la mano. “La conexión con tu
destino es algo especial. Aunque puedo entender tus dudas. Rio me informó que solo
conoces a mi hijo desde hace unos días y que solo escuchaste sobre los cambiaformas
hoy. Estoy seguro de que fue todo difícil de comprender, especialmente en lo que respecta
a su trabajo. Estoy seguro de que Nox te ha dicho que te tomes todo el tiempo que
necesites. No hay prisa por tomar una decisión tan importante ya que cambiará tu vida”.
Una tormenta de emociones se gestaba dentro de mí. “¿Cómo cambiará mi vida?”

Ruth miró a Nox. Yo también lo hice y lo vi asentir. Me sobresalté cuando Ruth tomó
mi mano y me llevó hasta la mesa.
Nos sentamos con Ruth a un lado y Nox al otro. El diácono era
en la cabecera de la mesa y Riker frente a mí.
Me sentí abarrotado. Abrumado.
"Sin ofender, pero ¿puedes darnos a Kieran y a mí un momento a solas?" Río llamó.
"Dado que soy el único humano destinado a ser un cambiaformas, creo que sería bueno
que solo nosotros dos hablemos".
"Tiene razón", afirmó Nox y se puso de pie. Dio un paso atrás pero volvió a
mi lado otra vez, agachándome. “¿Te sientes cómodo con que Rio hable contigo?”
Un enjambre de mariposas alzó vuelo en mi estómago.
¿Cómo podía ser perfecto, pero al mismo tiempo un asesino y un acosador?
Es porque le importa.
Sólo necesitaba más respuestas y conocía a la persona que podía darme una visión
interna de todo.
Asenti. "Me gustaría hablar con Rio".
"Fuera", ordenó mientras se levantaba de nuevo, apoyando una mano en mi hombro.
"Todos menos Rio y Kieran están fuera".
"Quiero quedarme", intervino Riker.
El pecho de Nox vibró con un gruñido. Pero fue Deacon quien agarró la parte trasera
de la camiseta de Riker y lo levantó de su asiento para sacarlo del
habitación.
"Boo", llamó Riker.

Rápidamente me volví hacia Ruth. "Lo lamento. Puedes quedarte."

Ella me dio una suave sonrisa. “Rio es la mejor persona para hablar. Bien ser
Volveré en breve.” Ella me abrazó nuevamente antes de irse.
Rio sonrió cuando me volví hacia él. "Ven aquí mientras le doy los toques finales a la
comida".
Fui al mostrador y saqué una silla allí, sentándome. "Entonces, ¿cómo es estar
destinado a ser un cambiaformas?" Levanté los marcos y golpeé con el pie el reposapiés
del asiento giratorio.
Rio miró hacia la puerta con una mirada dulce y melosa en su rostro.
Cuando volvió a mirarme a los ojos, sonrió. "Asombroso."
Mi pie se detuvo. "¿En realidad? ¿Deacon te acechó y también mató gente por ti?
"Bueno, en cierto modo, sí". Él se encogió de hombros. “Nos conocimos a través de

mi padre criminal del cártel. Deacon y sus hermanos estaban en su lugar de trabajo para
intentar que dejara de traficar drogas en su área. Dijo que no, por supuesto, pero Deacon
ya me había olido como suyo. Se fue sin ningún contratiempo y decidió buscarme para ver
dónde estaba mi lealtad”. Cogió un cuchillo y empezó a cortar algo de guarnición. "Mi padre
era un mal hombre, Kieran".
"¿Era?" Yo pregunté. Nunca hubiera supuesto que el padre de Rio dirigiera un cartel.
En la universidad y mientras yo le enseñaba, Rio siempre parecía contento, no preocupado.
Sin embargo, tal vez había sido miope en la vida.
Protegido de una manera en la que nunca asimilé más de lo que me rodeaba.
La decepción se apoderó de mi estómago.
Rio me dio una sonrisa con los labios apretados. "Sí, el era. Terminaron con su vida
porque no importaba lo que ofrecieran, sabían que nunca sería suficiente.
Sin embargo, Deacon también lo hizo para mantenerme a salvo. Sin su intervención, mi
vida siempre habría estado en juego. Tienes que entender que, a sus ojos, una pareja
predestinada es el regalo más preciado que un cambiaformas puede recibir. Harán todo lo
que esté en su poder para mantenernos a salvo. Por eso Nox me estaba protegiendo ese
día. No salgo de casa sin alguien conmigo si no puede ser el propio Deacon. Es más para
satisfacer sus preocupaciones que para no confiar en nosotros cuando estamos fuera”.
Agitó un cuchillo. “Precioso regalo, recuerda. Lo que también necesitas saber es que nos
aman como nadie antes”.
Ahí se fueron esas mariposas despegando de nuevo.
"¿Cuánto tiempo te tomó decidirte sobre Deacon?"
“¿Cuando me reclamó?”
"Sí."
“¿Dos días o fue uno? Creo que dos. Y nunca me he arrepentido de mi elección. Dudo
que lo haga. Nadie me ha hecho más feliz. Solía vivir con miedo y eso desapareció cuando
Deacon entró en mi vida. He perdido la cuenta de las veces que me ha hecho sonreír, reír o
sentirme mareada de felicidad. Nunca tuve a nadie cerca de mí y sabía que incluso después
de unas pocas horas con Deacon, no podía pensar en mi vida sin él. De hecho, me asustó
imaginarlo”.
Asintiendo, me agarré del borde del mostrador. Fue como si Rio leyera mi mente. No
podía ver mis días sin tener a Nox en ellos.
Pero…. “¿Qué pasa con sus trabajos o cuando terminan con alguien a quien no se les
ordenó?”
Rio apoyó el cuchillo. “Kieran, la mitad de sus almas pertenecen a un animal. Agregue
las luchas que tuvieron en su juventud, que casi los volvieron salvajes. Si no fuera porque
Ruth los acogió, les enseñó a controlar y les mostró formas de sanar y lidiar con sus instintos
asesinos, no los habríamos conocido. Su consejo los habría criticado por estar demasiado
ido para existir con los demás. Su trabajo les ayuda y sé con qué personas de pesadilla
terminan. Con y sin pedidos. Lo que esas personas (cambiantes, humanos y otros) han
hecho. Suena cliché, pero aún así lo diré.
Están haciendo del mundo un lugar mejor y eso a cambio les ayuda. Pero créeme cuando te
digo que nunca harían daño a nadie sin una causa justa”.
En el fondo ya lo sabía. Nox me había contado cómo interrogó a mis atracadores y solo
vio malas intenciones en ellos. Como ya había pensado, probablemente no era su primera
víctima, lo cual era repugnante.
"Lo sé", le dije a Rio en voz baja.
"Estoy seguro que sí. Creo que la comprensión surge al ser una pareja predestinada.
También creo que no son los únicos afortunados de estar en una pareja predestinada.
Nosotros también. Diácono…." Suspiró satisfecho. “Puede que a veces me moleste, pero
me hace feliz. Estoy amando la vida otra vez y hace muchísimo calor cuando se trata de
actividades en el dormitorio”. Rio se rió entre dientes cuando mi cara ardió.
"No tenía experiencia antes, pero me encanta aprender y los orgasmos..."
"Dios mío, por favor no lo hagas". Me abanicé la cara y agaché la cabeza. No me
importaba hablar de sexo. Simplemente no estaba acostumbrado a compartir cosas con
amigos cercanos porque no tenía ninguno. Sobre todo tenía conocidos. Aunque la gente de
la edad de Rio no parecía tener reparos en hablar libremente sobre todo.
Río se rió a carcajadas. "Lo siento." Cuando su risa disminuyó, añadió: “En serio, nuestro
grupo es como tener una familia recién descubierta. Puede ser caótico, especialmente con Riker
cerca. Puede ser difícil y extraño, pero al final, vale la pena dar ese salto”.
"¿Qué pasa con, um... Ruth parece joven?"

Tarareó en voz baja y fue a apagar el horno. “Cambios
envejece muy lentamente. En realidad tiene ciento cincuenta y dos años.
"¿Qué?" Balbuceé.
Él asintió y sonrió. “Es lo mismo para los compañeros predestinados. Nuestro envejecimiento se
ralentizará y con el tiempo igualará al de nuestros compañeros”.
Mi corazón se aceleró. “Está bien, um, guau, pero ¿qué pasa con mis padres?
Se darán cuenta”.
“Le pregunté a Deacon sobre esto, sobre si otro compañero predestinado era humano y
tenía una buena familia. Me dijo que tendrían la opción de contárselo a su familia, pero sólo
si creen que su familia puede mantener en secreto la existencia de los cambiaformas”.
¿Lo harían mis padres?

Fue estúpido cuestionarlo. Sabía que lo harían porque lo único que querían era que yo fuera
feliz.
“Sin embargo, seguirían envejeciendo. Tendría que verlos morir mientras yo permanezco
joven por más tiempo”.
Rio sonrió con tristeza. “¿No morimos todos al final de todos modos? Unos antes que otros.
Bueno, a menos que seas un vampiro o un hada. Pero eso no tiene nada que ver con nosotros.
No todos somos invencibles, Kieran. Podría morir mañana si me cortan la cabeza... Un gruñido
fuerte, largo y aterrador sonó desde otra habitación. "Lo siento, amigo", llamó Rio. “Otra cosa
para recordar: los cambiaformas tienen buen oído. No te burles de ellos en voz baja. Me han
azotado muchas...
“¡Río!” El calor me abofeteó la cara.

Rio soltó una risita mientras una carcajada salvaje comenzaba desde debajo de la mesa.
Después de compartir una mirada con Rio, quien puso los ojos en blanco, me levanté de mi
asiento y me agaché junto a la mesa. Riker se sentó en cuclillas, sonriendo.
“Te vuelves tímido y sonrojado mucho más que Rio. Esto va a ser divertido”. Él salió y se
puso de pie como lo hice yo. "Me aburrí y tenía hambre, y ustedes estaban tardando una
eternidad". Levantó la mano y me dio unas palmaditas en la cabeza. "La moraleja de la historia
es que matamos, pero somos adorables y serás más feliz con nosotros en tu vida". Caminó hacia
el mostrador y saltó para sentarse.
él, balanceando las piernas. "Y si quieres, podemos pedirle al consejo que les regale un amuleto feérico
para que ellos también puedan envejecer lentamente".
"Espera, ¿esa es una opción?" Pregunté, estupefacto.
“Ni siquiera lo sabía”, dijo Rio. "Cuéntanos más."
"El consejo no permite esta opción para todos porque la magia dentro de estos amuletos es
tan rara como los pares predestinados, y cuestan una pequeña fortuna", explicó Deacon mientras
él, Ruth y Nox entraban.
Mi barriga se desplomó mientras mi corazón tartamudeaba cuando Nox se acercó.
Se detuvo a mi lado y apoyó una mano en mi espalda mientras Ruth decía: “Es una opción
que puedes darles a tus padres y, si ellos la quieren, la llevaremos al consejo. No importa el
gasto. Como estás en una pareja predestinada, hay más posibilidades de que estén de acuerdo.
Quieren que todos los cónyuges predestinados estén contentos con sus vidas”.
Más información para pensar.

Me preocupaba que mi cabeza explotara con mucho más.
"Dado que la mordedura para nosotros, compañeros, nos dio la capacidad de envejecer
lentamente, ¿morder a los padres de Kieran no puede hacer lo mismo?" Preguntó Rio, frotándose
distraídamente su cuello donde Deacon debió haberlo mordido por reclamar.
"El mordisco sólo puede funcionar en una pareja predestinada", dijo Ruth. “Incluso cuando
Gray y yo nos reclamamos el uno al otro sin estar predestinados, nuestros mordiscos no tenían
la magia para conectarnos como ya lo hicieron con Rio y Deacon. Mi mordisco fue un reclamo
de apareamiento para aceptarlo como mío, y viceversa. No queríamos que otros cambiaformas
se husmearan unos a otros pensando que merecemos atención”.
Toda esta mordaz charla hizo que mis mejillas ardieran. Me recordó que Nox tendría que
marcarme para que esta magia nos conectara.
Riker resopló de alegría al ver mi cara caliente. Nox gruñó, hasta que me incliné hacia él.
"Necesito tenerte cerca más a menudo", comentó Riker. "Tal vez no sea tan amargo contigo
allí".
Golpeé sus pies con los dedos cubiertos de mis zapatos. “Deja en paz a tu hermano”.
Riker le sonrió a Nox. “Mira, aunque él no te ha aceptado, todavía te está protegiendo.
Tienes una oportunidad, Nox. No es que vea en ti una compañera digna. Sería mejor para él...
¡Ay, eso duele! Riker hizo un puchero y luego se rió mientras sacaba el cuchillo de su muslo.
Me giré hacia Nox y crucé los brazos sobre el pecho.

Nox se encogió de hombros. "¿Qué? No le disparé”.
Suspirando, me ajusté las gafas. "No hacer daño a nadie de la familia".
Nox farfulló: "Se lo merece".

Miré a Riker, que sonreía con orgullo.
Luego busqué ayuda en Ruth.
Su ceja se arqueó. "A menudo he pensado en apuñalar a mis hijos".
"Oh, Dios mío", murmuré.
"Riker, enséñale tu pierna", dijo Rio. “Los cambiantes no pueden soportar que nadie
diga mierda sobre sus compañeros. Riker aprovecha esto para provocar problemas. Solía
enojarme por Riker, pero él realmente se lo busca”.
Supuse que Riker se subiría los pantalones del chándal, pero usó el agujero que Nox
les había hecho y metió los dedos para destrozarlos. Se limpió la sangre con la palma y
jadeé.
Aparte de una línea roja, no había ningún agujero. Había sanado por completo.
"¿Cómo?" Respiré, agarrando las piernas de Riker para mirar más de cerca.
"Él me está tocando", cantó Riker.
"Cállate, carajo", gruñó Nox.
Ignorándolos, agarré el rollo de papel toalla del mostrador, lo rompí
Quité un poco y limpié más sangre. Incluso la marca roja se estaba desvaneciendo.
“Los cambiaformas se curan rápidamente de pequeñas heridas. Si cambiamos, sanamos más rápido”.
dijo Rut.
"Eso es increíble."
Las manos de Nox se posaron sobre las mías y suavemente las apartaron de la pierna
de Riker.
Río resopló. "Sí, probablemente sea mejor para todos nosotros si dejas de tocarnos".
La pierna de Riker. ¿Qué tal si comemos?
"¡Sí!" Gritó Riker, saltando del mostrador. Dio la vuelta y cogió algunos cubiertos para
llevarlos a la mesa.
Fue algo muy familiar.
Miré de nuevo la pierna de Riker. Todavía no podía superar lo rápido que se había
curado.
“¿Qué pasa con el disparo?” Yo pregunté.
"Todo mejor", dijo Riker, quitándose la camiseta del cuerpo.
"Riker", ladró Nox, y mis ojos se taparon.
Riker resopló. “Al igual que Rio, tu pareja tendrá que acostumbrarse a la desnudez a
nuestro alrededor. Desnudarse es una especie de cosa cuando cambiamos”.
"Está bien. No necesito verlo”, dije.
Riker suspiró. "Lo sé. Está bien. Te preocupa que te guste más mi cuerpo que...
"Jesucristo, Riker, déjalo", exigió Deacon.

"Boo", murmuró Riker. "Mamá, ¿seré así de irritable cuando tenga pareja?"
Ruth se alejó de la nevera con una jarra de limonada. "Probablemente."

Riker gimió. "Mátame ahora."
"Lo haré", ofreció Nox.
"No lo hará", respondí.
Nox me sonrió, haciendo que mi cuerpo cobrara vida. Honestamente, ¿por qué pedí
dormir en una habitación diferente? Sabía hacia dónde me llevaban mi futuro y mis elecciones,
y siempre apuntarían a Nox. No podía renunciar a él sin importar lo que hubiera escuchado
o aprendido.
Estaba 100 por ciento cautivada por mi novio asesino y acosador.
CAPÍTULO ONCE
KIERAN
EN ¿Por qué no abrí la boca cuando Nox me dejó solo en el repuesto?

dormitorio para pasar la noche? Una habitación en la que no quería estar sin él.
en eso.
Mientras caminaba por la pista, pensé en darme un puñetazo por ser torpe y no
pronunciar esas palabras.
La cena había sido estupenda, incluso maravillosa. Me recosté y escuché sus vidas.
Riker siempre fue descarado. Rio fue una cocinera increíble y amable. Definitivamente tenía
enamorado al brusco cambiaformas oso. Ruth tenía una gran cantidad de información y no
tuvo reparos en compartirla. Los tres hombres adultos la escucharon, hicieron lo que ella les
pedía, como limpiar la mesa, y fácilmente demostraron cuánto la adoraban. Aunque Nox era
más callado que los demás y usaba respuestas breves, pude ver que le encantaba estar
cerca de ellos. Prefería mirar, pero aceptó las burlas que Riker o Deacon le enviaban.
Afortunadamente, no se arrojaron cuchillos y nadie volvió a recibir disparos.

Mientras estaba sentado allí, era difícil creer que estaba en una casa llena de
cambiaformas, bueno, además de Rio. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, o si alguien
más me hubiera contado de su existencia, los habría tomado por locos.
Ahora deseaba poder verlos a todos transformarse en sus animales.
Pero Nox me dio la impresión de que no le gustaba estar en su cuerpo de tigre con los
demás. Riker y Deacon se habían burlado brevemente de él por no usar nunca a su animal
en una pelea. Como Nox había estado sentado cerca de mí con nuestros brazos tocándose,
lo sentí tenso y me preocupaba que sacara algunas armas para usar con sus hermanos.
Hasta que Ruth calmó la situación diciéndoles que dejaran en paz a Nox. Luego cambió de
tema.
Si le preguntara, ¿me diría Nox por qué le gustan las armas en una pelea en lugar de
garras y dientes?
Esperaba que se abriera a mí.
Diablos, estaríamos hablando más ahora si no fuera por mí, escondiéndome en esta
habitación.
Pero, sinceramente, sólo quería estar a su lado. Fue mi culpa no estar en su habitación
y en la cama con él. Fui yo quien pidió tiempo para ordenar mi cabeza.
Resolví mis preocupaciones durante la cena.

Sólo que él no lo sabía y yo no hablé.
Dejé de caminar para golpearme la frente con el puño.
Tonto.
Quedarme sin palabras en el momento equivocado me había costado la noche con Nox.
Había sido tan increíblemente adorable cuando me acompañó a mi habitación con su mano
en la mía y luego me besó en la nariz, el cuello y la sien. Me susurró buenas noches y todo
lo que logré fue un ruido que sonó como el de un gato teniendo un ataque.
No necesitaba más tiempo para pensar en mi futuro. Quería a Nox en él

—sin importar lo que hubiera hecho en el pasado o lo que pudiera pasar en el futuro.
Estábamos destinados a estar juntos por una razón y no iba a renunciar a eso por nada.
¿Y qué si asesinaba gente? No era como si tuviera que acompañarlo y verlo o ser parte
de ello. Ese era su trabajo, y mientras no acosara a nadie más que a mí, todo estaba
perdonado.
Nox, como sus hermanos, era diferente. Vivían junto a los humanos, pero su mundo
tenía otro conjunto de reglas que algún día aprendería porque
Significaba aceptar todo lo que había en Nox.

Deteniéndome, miré hacia la puerta y respiré profundamente. Todo lo que tenía que hacer era
salir, encontrar la habitación de Nox y decirle que quería que nuestro futuro estuviera juntos.
Sacudiendo mis manos, me subí las gafas a la nariz y miré a

mi bolso de viaje. Volvería a buscarlo más tarde.
Una duda me hizo preguntarme si Nox había cambiado de opinión acerca de mí. Lo había
arruinado al no aceptar nuestro vínculo de inmediato. Podía arrepentirse de quién el Destino había
elegido para él.
No. No dudaré de lo que tenemos.
Asintiendo una vez, caminé hacia la puerta y la abrí.
Nox se sentó en el suelo frente a mi habitación. Su mirada recorrió lentamente mi cuerpo.
En un abrir y cerrar de ojos, se paró frente a mí y tomó mis mejillas. "¿Estás bien?
¿Necesitas algo? ¿Tienes fiebre? Te sientes caliente. ¿Qué tal una copa? ¿Medicamento? ¿Un
paño fresco? ¿Alimento? ¿Qué necesitas, amigo mío? Él hizo una mueca. "Lo siento, quiero decir,
Kieran".
Mi corazón latía contra mis costillas.
Extendiendo la mano, apreté su camiseta en su cintura. "Tú. Eres todo lo que necesito."
El calor ardía en sus ojos, pero los cerró y respiró hondo.
Al abrirlos, el fuego se había enfriado. “Sé que huelo excitación, pero necesito que estés seguro.
Tienes padres que...
“Estaré feliz por haber encontrado mi otra mitad. El hombre que me aceptará tal como
soy. Defectos y todo. El hombre que, con suerte, me llevará a la cama y me hará el amor
como dice...
Sus labios se estrellaron contra los míos y me abrí a él al instante. Nuestras lenguas bailaron.
Nos lamimos, chupamos y mordisqueamos el uno al otro. No fue suficiente. Necesitaba más.
Necesitábamos más.
Las manos de Nox tocaron mi trasero y me levantó con facilidad. Envolví mis brazos alrededor
de su cuello y mis piernas alrededor de su cintura para frotarme contra él.
La embriagadora explosión de deseo se abrió paso a través de mí, arrancándome un gemido.
a mí.
Nox me apoyó la espalda en el colchón.

Sacudí la cabeza y parpadeé aturdida. "Tu habitación, por favor".
Nox se enderezó, sus ojos ardieron una vez más mientras me miraba fijamente con
una sonrisa malvada. "Somos."
"¿Eh?" Murmuré, levantándome sobre un codo. Arreglé mis marcos y miré a mi alrededor. De
alguna manera, llegamos a su habitación mientras yo estaba demasiado distraída como para notar
a Nox caminando.
La habitación tenía Nox escrito por todas partes. Oscuro, casi melancólico. La única luz que
brillaba era la de un baño contiguo. Afortunadamente, el resplandor hizo que la habitación
estuviera lo suficientemente iluminada como para que pudiera ver todo lo que estaba a punto de
suceder.
Volviendo a mirar a Nox, me mordí el labio inferior cuando él tiró de su
Tee arriba y fuera de su cuerpo, dejándolo caer al suelo.
"¿Puedes ver sin tus gafas?" Hubo un ligero ronroneo en las bajas palabras de Nox que
provocó un cosquilleo en mi estómago.
"Sí", respiré mientras se desabrochaba los jeans y se los bajaba por las piernas, junto con su
ropa interior. "Eres perfecto."
Sacudió la cabeza. "Yo no. Tú." Se movió hacia el lado de la cama en el que yo yacía.
Se agachó, me quitó las gafas y las colocó sobre la mesita de noche. Mi vista estaba un
poco borrosa, pero los usé principalmente para largas distancias.
Todavía tenía la mejor vista de sus músculos flexionándose mientras regresaba al

final de la cama.
"Kieran."
Seguí su mano mientras la envolvía alrededor de su erección y luego le di
Le dio un golpe perezoso antes de pasar la palma de su mano por su cuerpo hasta detenerse sobre su corazón.
Mi pulso se aceleró mientras me concentraba en sus ojos.
“Tú eres mi mundo, mi compañero predestinado. Me dirás si soy demasiado rudo porque
nunca querría hacerte daño.
Hubo un salto en los latidos de mi corazón. La necesidad por él voló más alto. Me senté para
quitarme la camisa. "Te diré. Prometo."
Un ronroneo salió de él, pero luego sacudió la cabeza cuando apoyé mi espalda en la cama
y comencé a desabrocharme los pantalones.
"Déjame", ordenó.
Me rasqué el labio inferior con los dientes superiores mientras asentía.
La sonrisa de Nox era depredadora mientras se inclinaba para deslizar sus manos sobre mis
espinillas, muslos, caderas y mi pene cubierto por los pantalones. Un escalofrío me recorrió.
Nox soltó el botón. Luego me abrió la cremallera y enganchó sus dedos en la cintura,
revelando lentamente mi mitad inferior como si estuviera desenvolviendo un regalo.
El ronroneo en su pecho aumentó a una melodía diferente.

Cuando dejó caer mi ropa al suelo, ya estaba de regreso, flotando sobre mí.
mí, y deslizó sus cálidas y ásperas manos sobre mi piel desnuda.
"Por favor", le rogué.
“Lo que quieras, amigo mío”.
No pensé que disfrutaría escuchar "mate" salir de su boca, pero la forma en que lo
dijo con tanta intensidad y dulzura, todo en uno, lo hizo sonar perfecto.
Nox se subió a la cama entre mis piernas abiertas y reclamó mis labios.
Un gemido me dejó cuando me mordió el labio inferior. Agarré sus caderas y lo acerqué,
diciéndole en silencio que lo quería adentro.
"Pronto", prometió, besando mi cuello y luego lamiéndolo hasta mi pecho. Mi
erección se contrajo y palpitó cuando su lengua húmeda se deslizó para recorrer mi
pezón.
"Nox", lloré cuando lo mordió antes de lamer el aguijón del placer.
Pasé mis manos por su suave espalda, observando sus músculos tensarse y
flexionarse, moviendo los tatuajes que yacían allí en su cálida piel. Su tinta era hermosa.
Como él era.
Levanté las piernas y las froté contra los costados de Nox, dolorida y desesperada
por llamar la atención sobre mi polla. Me aferré a él, lo respiré y absorbí su visión.
Nox bajó, besando y lamiendo mi estómago y mis caderas. Más mariposas

hormiguearon en mis entrañas. Pasé mis manos por su cuello y los tatuajes allí,
disfrutando de su calidez. Chupó mi polla de un trago.
Gimiendo, hundí los dedos en su carne mientras la excitación recorría mi columna,
directo a mi polla envuelta en su boca empapada.
Levantando una mano, me mordí el puño cuando Nox pasó sus manos debajo de
mi trasero y levantó un poco mi mitad inferior para encontrar su boca. Mis piernas se
abrieron y gemí ruidosamente cuando la lengua de Nox recorrió mi agujero en un
húmedo golpe de placer. Su lengua empujó y pinchó, chupó y escupió antes de que
sintiera un dedo provocar allí.
Escuché un ruido de tapa y bajé la mano de mi cara para mirar mi cuerpo. Respiré
profundamente y mi pulso se aceleró ante la imagen erótica de Nox devorando mi
agujero con su lengua mientras usaba una mano para lubricar sus dedos.
Dejando caer mi cabeza sobre la cama, me arqueé cuando su dedo índice entró.
"Nox, oh Dios", grité, arañando las sábanas.
Besó y lamió mis bolas. Más excitación me recorrió cuando otro dedo se deslizó dentro,
estirándose, llenándose y recorriendo mi próstata, arrancándome un gemido sucio.
“Por favor, Nox. Por favor. Te necesito. Te quiero."

“Toma un dedo más, amigo. Entonces podrás tener mi polla.
Asintiendo, tarareé, pero al siguiente suspiro, todavía lo supliqué. "Ahora, dámelo, por favor".
Mordisqueó mi muslo y luego pasó su lengua húmeda por él. Otro dedo me estiró. Los empujé
y Nox me dio lo que quería... por ahora. Los folló dentro y fuera de mí. El chapoteo del lubricante
sonó por la habitación junto con la respiración agitada de Nox y mis gemidos.
Cuando perdí sus dedos, levanté la cabeza para verlo darle un beso a mi polla antes de
subirse para arrodillarse entre mis piernas. "Voy a alimentarte con mi polla, amigo. Te morderé y
te reclamaré”.
Asenti. "Sí. Dios, sí”.
Nox agarró el lubricante y lo aplicó a lo largo de su longitud, acariciando el gel mientras yo
observaba cada movimiento hacia arriba y hacia abajo. Mi polla se contrajo y apreté los músculos
de mi trasero. Ya tenía hambre de tenerlo dentro de mí.
"¿Tu quieres esto? ¿A mí?"
Levanté mi mirada hacia la suya. “Sí, Nox. Te quiero como mía, así que yo soy tuyo”.
Sus labios superiores se torcieron, como si fuera a levantarlos en un gruñido de deseo. En
cambio, apretó la mandíbula mientras sus ojos se volvían de un dorado más intenso por un
momento antes de volver a la normalidad. "Bien", gruñó. "Nuestro.
Para siempre."
"Para siempre", repetí.

“Date la vuelta, amigo. Necesito montarte, follarte, reclamarte y hacerte correrte.
Un escalofrío se extendió por mi estómago inferior y tiró de mis pelotas. Moví una pierna
alrededor de Nox y rodé hasta quedar boca abajo, levantando mi trasero en el aire.
"¿Como esto?" Pregunté, con un movimiento.

Otro gruñido salió de él. "Mierda." El asintió. “Eso es perfecto, amigo. Mira tu agujero
necesitado, esperando que lo llene con mi polla y me corra.
Gimiendo sólo por sus palabras, hundí mis dedos en las sábanas y
se meneó de nuevo. Quería esas cosas y las quería ahora.
Agarró cada mejilla, amasándolas mientras se acercaba entre mis piernas. Sus palmas
recorrieron mi piel fría, calentando todos los lugares que tocaba.
"Nox, te necesito en mí".

"Está bien, amigo mío". Perdí una mano pero gané su punta rozando mi agujero. "Me
vas a tomar todo, Kieran".
Empujó contra mí, deslizando la cabeza hacia adentro.
Jadeé. "Sí."
"Lo tomarás como yo lo doy, amigo".
Asenti. "Por favor."
Sus pulgares frotaron suavemente alrededor de mi grieta cuando empujó más.
"Más", exigí.
"Ya lo entenderás. Tu agujero me está absorbiendo. Ya me deseas todo.
"Sí. Todo." Me balanceé hacia atrás y escuché a Nox gemir cuando me llenó.
Nox me agarró las caderas y jadeó. "Cristo. Te sientes bien, cariño. Tan bueno.
Méteme como sabía que lo harías”.
Gimiendo, asentí un poco más, incapaz de encontrar las palabras mientras él
lentamente se alejaba.
“Joder, cariño. Sepa que querré quedarme en ti todo el maldito tiempo”.
Volvió a empujar, arrancándome un grito de placer. Mi polla palpitaba y goteaba,
goteando líquido preseminal sobre mis muslos y mis sábanas.
Su polla fue hecha para mi trasero.
“Más duro, Nox. Necesito sentirte mañana incluso cuando no estés en mí”.
Con un gruñido, entró y salió de mí. Agarré las sábanas para sostenerme incluso
cuando él tenía sus manos en mis caderas, manteniéndome quieta mientras usaba mi
agujero.
Justo. El. Forma. Me gustó. Él.
“Sí, sí, sí”, canté.
Un brazo se deslizó debajo de mi pecho. Levantó la parte superior de mi cuerpo de
la cama e inclinó sus caderas para seguir follándome fuerte y rápido. Me aferré a su
brazo, luego levanté su mano y le chupé el dedo.
Él gimió y siseó cuando lo mordí.
Sus dientes rozaron mi cuello, mi hombro. Su lengua salió para correr por mi columna
y chuparme el lóbulo de la oreja.
Apreté mis paredes a su alrededor cuando mis pelotas se levantaron y un cosquilleo
se extendió por mi bajo vientre.
"Cerca", llamé. "Dios, Nox."

Su boca se deslizó hacia abajo, besando, chupando y mordisqueando mi piel.
Justo cuando el primer trago de mi semen aterrizó en la cama, Nox me clavó los dientes
en el hombro. Las estrellas brillaron detrás de mis ojos. Más y más semen salió a chorros
mientras Nox me calentaba desde dentro. Él gimió bajo y profundamente en mi piel mientras
seguía corriendo.
Algo extraño pero bienvenido se deslizó dentro de mi pecho para envolver mi corazón y
mantenerlo en su propia y suave cuna.
Nox. El vínculo. Estábamos acoplados.
El agotamiento me invadió.
Nox abrió los dientes y lamió la marca que sabía que estaría allí. Ya tenía ganas de lucirlo
con orgullo, como lo hace alguien con un nuevo tatuaje que le encanta.
Excepto que esta marca nunca se desvanecería y siempre mostraría la conexión que
teníamos Nox y yo. Estaba en un nivel muy diferente al de una relación humana normal.
Mi estómago dio un vuelco.

Nox salió de mí pero aún soportó mi peso. Besó mi hombro antes de bajarme a la cama.
“He hecho un desastre”, me quejé con cansancio, pero no me moví.

Nox se agachó y me besó en la espalda. "Espera aquí", ordenó.
Riendo, le dije: "No creo que pueda moverme aunque lo intente".
Su risa fue todo satisfacción. Se bajó de la cama y entró
el baño contiguo. Escuché agua correr mientras cerraba los ojos.
Se me escapó un grito ahogado cuando me levantaron del colchón. Me llevó al baño y
directamente a la ducha. Allí, mientras mi corazón se derretía, rápidamente me lavó, me secó
y luego me envolvió la cintura con la toalla antes de sentarme en la encimera.
"Espera aquí, por favor", dijo, presionando sus manos en mis muslos. Regresó al
dormitorio.
“¿Nox?” Cuando se giró, sonreí. "Eres increíble, lo sabes, ¿verdad?"
Mis labios se abrieron en total shock al ver el rubor que cubría sus mejillas antes de salir.
¿Ningún amante antes que yo le había hecho un cumplido?

Tendría que ofrecerlos más a menudo. Al menos tuve mucho tiempo para que eso
sucediera.
¿A su tigre también le gustaría elogios?

Me sorprendió lo esponjoso que era Nox. Quería hacer más preguntas sobre el turno y
demás, pero eso podría esperar. En este momento me preguntaba qué podría estar haciendo
Nox que le estaba llevando tanto tiempo.
Finalmente, regresó al baño. Cuando iba a saltar, mi pie se enganchó en la alfombra de
baño, y si Nox no se hubiera lanzado hacia mí, me habría estrellado la cabeza contra el cristal
de la ducha.
Mirando a Nox debajo de mí, quien nos había retorcido en el aire, sonreí. "Gracias."
Lo fulminó con la mirada, suspiró y dejó caer la cabeza sobre las baldosas.
Una risa abrupta me abandonó antes de decirle: “Solo recuerda que ya me reclamaste. No
hay vuelta atrás”.
Él resopló, sus labios temblaron. "Siempre te protegeré de tu propia coordinación".
"Lo sé", le dije, sonriendo como un tonto enamorado.

Nox se paró conmigo en sus brazos y nos acompañó de regreso al dormitorio después de
apagar la luz del baño. Dejó la lámpara de su mesa de noche brillando, y así vi dos botellas de
agua y sábanas limpias esperándonos.
Pasé mi brazo por sus hombros y besé su mejilla. "Usted es el mejor."
Un nuevo rubor surgió. Ver las mejillas de Nox sonrojarse se iba a convertir en uno de mis
juegos favoritos.
Me colocó en la cama, cubriéndome con la sábana antes de caminar hacia el otro lado. Tan
pronto como estuvo debajo de las mantas, yo estaba en su
brazos.
"Me has hecho un hombre muy feliz, Kieran Higgins", dijo, besándome la frente mientras
extendía la mano para apagar la luz.
Con el cuerpo relajado y un zumbido de felicidad dentro de mi vientre, apoyé mi cabeza en
su pecho.
“Es al revés, Nox. Me has hecho el hombre más feliz”.
Sus dedos rozaron la marca en mi hombro. "Duerme, mi dulce compañero".
Sonriendo, besé el pecho de Nox y descansé allí de nuevo. Escuché el ronroneo del
contenido mientras su mano subía y bajaba por mi espalda, arrullándome en el sueño más
relajado que jamás había tenido.
CAPÍTULO DOCE
NOX
A Un zumbido de felicidad recorrió mi cuerpo cuando desperté con mi pareja.

en mis brazos. Inconscientemente ya tenía un ronroneo y lo sabía.
Fue por la satisfacción del tigre de haber reclamado a nuestra pareja.
No queríamos que nadie más pensara que podían tocarlo.
Los cambiaformas me olerían por todas partes desde la marca. Lo mismo pasaba con los
vampiros o las hadas. La única otra especie de la que tenía que preocuparme eran los humanos.
Los mataré si lo tocan. Los mataré si... Kieran se movió y

frotó su cara contra mi pecho. Un suave maullido salió de su
labios, y nuestro ronroneo se convirtió en uno reconfortante.
Una sensación derretida y pegajosa recorrió mis entrañas cuando miré hacia abajo y vi su
rostro inclinado hacia el mío. Todavía tenía los ojos cerrados, los labios ligeramente separados y
el cabello desordenado.
Era adorable.
Joder, podría ser honesto conmigo mismo. Mi pareja parecía pecaminosamente sexy.
Con o sin sus gafas.
Mi polla se espesó con un latido sordo.
Necesitaba dentro de él otra vez. Disparando mi carga dentro, cubriendo su interior con el aroma de mi
semen. La forma en que sus paredes estrangularon mi polla había sido un momento en el que los ojos se
pusieron en blanco, un momento de ver a Jesús y, diablos, incluso los dedos de mis pies se habían curvado.
Aunque probablemente estaba dolorido. No quería lastimarlo.
Sin embargo, le gustó cómo habíamos follado. No había sido tan gentil entonces y él
había rogado por más.
Sonriendo por lo perfecto que era mi compañero, deslicé mi mano hacia abajo para
acunar su nalga.
Otro suave maullido se escapó de su boca y me quedé sin aliento.
¿Cómo iba a concentrarme en el trabajo si ahora tenía a Kieran en mi vida?
Mierda, no es de extrañar que Deacon pasara la mayor parte de sus horas en casa para estar en Río.
La única vez que entró a la oficina fue cuando Rio estaba en la escuela de cocina.
Aparte de eso, pasaban juntos cada dos horas de vigilia y sueño.
Un pensamiento me atravesó, pero no podía verlo funcionar.
Estaba seguro de que Kieran también tendría un problema con eso.
Pero al menos estaría cerca de él.
Primero tendría que hablar con el decano de la universidad.
“¿En qué estás pensando tanto?” preguntó una voz soñolienta.
Sonriendo, incliné la cabeza hacia abajo, besé su nariz y le dije honestamente: “Que
necesito hablar con tu jefe para ver si le importa tener a alguien más en tu clase. Sólo que no
seré estudiante. Tendré mi propia computadora para completar el trabajo”.
Su cálido aliento me invadió cuando de repente se rió. Él abofeteó

mi pecho de alegría. "No estabas pensando eso".
Lo miré fijamente. "Era."
Sus cejas se alzaron. "¿En serio?"
"Sí."
Kieran se apoyó en su codo para mirarme. "Nox", dijo en voz baja, y me di cuenta de que
encontró lo que dije dulce pero también increíble. "El decano no permitirá eso, y ¿por qué
querrías pasar tu tiempo en un salón de clases con adolescentes hormonales?"
Adolescentes hormonales que probablemente tenían fantasías sobre un profesoralumno

escenario en sus cabezas. Fantasías sobre mi pareja.
Tenía que comprobar por mí mismo si lo miraban con nostalgia.

Si lo hicieran, pronto les haría entrar en razón, ya que sabía que Kieran no vería con
buenos ojos que asesinara a sus estudiantes.
"No estoy seguro de querer saber dónde han ido tus pensamientos", Kieran
Comentó mientras pasaba un dedo entre mis cejas fruncidas.
Se suavizaron hasta que pregunté: "¿Alguno de sus estudiantes ha pedido atención
especial?"
Rodó sobre su espalda mientras se reía a carcajadas.
“Kieran, lo digo en serio. Quiero sus nombres”.
Me abofeteó mientras seguía riéndose.
"Shh", soltó entre risas. "Oh Dios, me duele el estómago". Se cubrió el estómago con
ambas manos y resopló. "Eres adorable."
Resoplé. Nunca antes me habían llamado así. Sin embargo, mi pecho se hinchó de
orgullo de que mi pareja pensara en mí de esa manera.
Acostada sobre él, me incliné y besé su risa. Sus brazos rodearon mi cuello,
abrazándome con fuerza. Mordí y chupé su lengua entre besos y saboreo de su boca.
Hizo un sonido de necesidad en el fondo de su garganta.

Alejándome, le sonreí suavemente, apartando parte de su cabello oscuro de su frente.
“Sabes”, comenzó, “desearía haberte conocido hace mucho tiempo. Habría mejorado
la escuela secundaria”.
"¿Fue dificil?"
Él se encogió de hombros. "Solo bromeo, como hacen los niños".
"Agréguelos a la lista de sus estudiantes que desean atención adicional de su parte".
Sus dientes brillaron en su amplia sonrisa. "Eres bueno para mi ego".

“Puedo hacerles pagar por lastimarte, Kieran. Destrozaría el mundo para... Su mano
cubrió mi boca.
“No necesito que lo hagas. El pasado es el pasado y me ha llevado a donde estoy.
hoy. Todo lo que necesito es a ti en mi futuro para olvidarme de los niños malos”.
Cuando quitó la mano, le dije: “Me tienes”. Aunque él ya lo sabía.
"Sí." Me honró con otra cálida sonrisa. Aunque, se volvió malvado cuando enganchó
una pierna sobre mi cadera para mecerse hacia mí. “A mí también me gustaría que
estuvieras dentro de mí”.
“Yo daría…” Me quedé quieto cuando mi oído captó los pasos. Suspirando,
Dejé caer mi cabeza sobre su hombro.
"¿Qué es?" preguntó, pasando sus dedos por mi espalda.
"Un hermano y un cuñado molestos".
“El profesor no está en su habitación, Rio. Significa una cosa”.
“Riker, no lo digas…”
"Lo están engañando y reclamando".
Kieran se tapó la boca para detener la risa a pesar de que sus mejillas se sonrojaban.
Voy a matar a mi hermano.

Hubo un suspiro antes de que un golpe tentativo aterrizara en la puerta.
"Desayuno", llamó Rio.
"¿Por qué no abres la puerta?" Preguntó Riker.
"Ser educado. No todo el mundo quiere que la gente irrumpa”.
"No me importa", le dijo Riker a Rio.
"Lo harías si tuvieras a tu compañero allí y él estuviera, ya sabes..."
"Creo que sé. Simplemente no puedo entender por qué no puedes decir que mi
compañero me estaría follando como si fuera su niño travieso que necesitaba ser castigado".
"Podemos oírte", grité, esperando que Riker se callara y

siga adelante.
La puerta se abrió.
Cristo, debería haberla cerrado.
"Buenos días", cantó Riker.
"No fue una invitación para entrar, Riker", gruñí.
"Buenos días", respondió Kieran, y le fruncí el ceño. ¿No sabía que animar a Riker se
interpretaba como aprobación? Por eso saltó hacia la cama para arrodillarse allí y saltar
arriba y abajo.
"Fuera", gruñí oscuramente después de cubrir el cuerpo de Kieran con más del mío para
que Riker no pudiera ver la piel desnuda de mi compañero.
"Somos familia. No voy a aceptar tu destino, Nox.
"Riker, iré a buscar a Deacon y Ruth", advirtió Rio.
“Sí, reunión familiar. Entonces Kieran podrá contarnos a todos cómo fracasaste en la
cama, minino.
Kieran me rodeó con sus brazos para abrazarme fuerte, salvando la vida de Riker.
"Riker, ¿puedes irte para que podamos levantarnos de la cama para desayunar?"
Kieran preguntó amablemente. Cerré los ojos para calmar mi respiración mientras imaginaba
todas las formas en que lo asesinaría.

"Cualquier cosa para ti, hermano". Él rebotó.
"¿Cualquier cosa?" Preguntó Kieran, deteniendo a Riker. Al abrir los ojos, hice un gesto
fruncir el ceño. Él sonrió tranquilizadoramente.
“Sí, por supuesto. Estás aguantando a Nox. Necesitarás ayuda”.
"Entonces me gustaría que dejaras de burlarte de él cuando estés aburrido y quieras pelear".
Mi compañero era un puto genio puro. En sólo un par de días, comprendió claramente a
Riker.
Sonriendo, miré por encima del hombro y vi a Riker frunciendo el ceño.
"Boo, profesor, me quitas toda la diversión".
Río se rió entre dientes. “Vamos, Riker. Vámonos para que se preparen y pensaremos en
algo más para mantenerte entretenido”.
“No porno. Lo intenté. Necesito el verdadero...
“Riker, para empezar, de ninguna manera hubiera sugerido eso.
Jesús." Rio agarró a Riker del brazo y lo arrastró fuera de la habitación, cerrando la puerta tras
él.
En lugar de flotar sobre Kieran, me deslicé, me tumbé a su lado y le pregunté: "¿Cómo lo
supiste?".
Él se encogió de hombros. “Es una señal clara de que su mente corre a un kilómetro por minuto
y está mezclada con el TDAH. Se aburre fácilmente. Apuesto a que el único momento en el que está
casi en su elemento es para, um, ¿trabajo?
"Correcto. Él siempre ha sido así. Con nosotros un segundo y no otro. No piensa cuando
habla y nada le interesa excepto matar”.
“Entonces es cuando él está a cargo. Su mente está fijada en su objetivo y no estará

satisfecho hasta que haya terminado el trabajo. Pero puedo decir, por la forma en que ama a
sus hermanos, que también se preocupan mucho”.
"Lo hace." Sumergiéndome, besé su sien. "Es jodidamente inteligente, profesor".
El rosa floreció en sus mejillas. "Sólo los miércoles".

Riendo, le quité la sábana y recorrí su cuerpo delgado y firme. Mi atención se centró en su
dura polla descansando contra su estómago.
"Nox, tenemos que ir a desayunar", me recordó.

"Pronto." Me deslicé por el colchón y le separé las piernas.
"Pero yo también tengo que ponerme a trabajar". Su respiración se volvió inestable.
Lamí sus bolas frente a mí.

"Te llevaré allí y tendré esa conversación con el decano..."
"Nox, no puedes".
"Puedo."
"Hablaremos de esto más tarde". Intentó sentarse pero se rindió cuando chupé.
su polla hasta el fondo y soltó un gorgoteo de deseo.
"Primero me dejarás desayunar y luego te alimentaré antes de ir a trabajar, ¿no?"
“Oh, um, está bien. Si tenemos tiempo."

"Bebé, déjame beber tu semen para que podamos hacerlo".
“SClaro”. Su tartamudeo y la forma en que se mordió el labio después fueron
jodidamente lindo. Añadió asintiendo antes de volver a caer en la cama.
Cristo, mi pareja ya era una adicción que esperaba tener todo el tiempo.
CAPÍTULO TRECE
KIERAN
A Una cara con el ceño fruncido se asomó por la ventana de la puerta de mi sala de conferencias. Él
No había sido la primera vez en las últimas semanas, y estaba seguro de que
No sería el último. Bueno, a menos que el correo electrónico que esperaba hubiera
llegado a mi computadora privada en casa.
"Profesor, su novio ha vuelto".
Asintiendo, caminé hacia la puerta y bajé la persiana. "Él puede
espera los últimos dos minutos de clase”.
“¿O podrías dejarnos salir de aquí temprano?” alguien llamó.
Realmente no tenía sentido continuar. “Lea los capítulos once y
doce antes del lunes, por favor”.
Se quejaron mientras empacaban, pero yo sabía que la mayoría de ellos lo harían.
Sonriendo, regresé a mi escritorio para recoger mis cosas y logré el viaje sin ningún
accidente. Todavía tengo errores de coordinación, pero
No me había lastimado ya que Nox siempre estuvo cerca. Él me protegió en todo momento.
No sólo me había ayudado en esa área. Aunque solo habían pasado unas pocas semanas
desde que nos unimos, tenía una nueva confianza. No rehuí hacer contacto visual. Todavía estaba
descoordinado, tanto que Nox se preocupaba todo el tiempo, razón por la cual tenía mi propio
equipo de seguridad sentado al fondo de la sala, ya que me negué a permitir que Nox le preguntara
al decano sobre cómo trabajar dentro de mi sala de conferencias.
Afortunadamente, Phil, mi guardia, se mezcló. Tener una edad cercana a la de mis alumnos
ayudó. Lo que también le ayudó a conseguir el trabajo fue que no sólo estaba entrenado en
combate sino también en primeros auxilios.
No es que sintiera que necesitaba a alguien a mi alrededor todo el tiempo. Pero Ruth me
convenció para que aceptara a Phil durante las horas que no estaba con Nox para aliviar sus
preocupaciones y las de su animal.
Al menos a Phil le pagaban bien por estar sentado todo el día.
Sin embargo, eso cambiaría pronto. Bueno, eso era si finalmente llegaba el correo electrónico.
Phil caminó por la fila de sillas mientras yo me dirigía hacia la puerta. "Bien
clase hoy”, dijo como siempre.
Sonriendo, pregunté: "¿Conseguiste el número de Saana?"
Le tendió un trozo de papel con una sonrisa. Phil era un humano y había estado compitiendo
por la atención de Saana desde que empezó a trabajar como mi guardaespaldas.
Le pregunté a Nox cuando finalmente acepté tener a alguien, si Phil sabía acerca de los
cambiaformas. No lo hizo. Luego, Nox me dijo que él y sus hermanos empleaban a muchos
humanos para sus negocios, ya que principalmente trataban con otros humanos dentro de la
industria.
No podía creer que fueran dueños de tantos negocios y que todo estuviera administrado en
un solo edificio. Controlaban una empresa de seguridad, un complejo comercial, un par de
agencias inmobiliarias, una empresa minera y luego también hacían el trabajo para su ayuntamiento.
Odiaba la idea de que Nox se preocupara por mí además de por su propio trabajo.
Esa fue otra razón por la que acepté tener a Phil.
Mi guardia y yo salimos juntos de la habitación y vimos a Nox mirando fijamente.
apoyado contra la pared opuesta.
Phil tragó saliva y agachó la cabeza. "Señor."
Nox gruñó y Phil se fue rápidamente con un rápido adiós.
Sacudiendo la cabeza, sonreí y caminé hacia él. Apoyándose en su

Con los brazos cruzados, dije: "Realmente tienes que dejar de asustar a la gente".
"¿Por qué?"
Abrí la boca, sólo para cerrarla cuando me di cuenta de que no tenía respuesta. "Um, no es
agradable."
"No soy agradable".
Resoplando, dije: "Tú lo eres para mí".

Él gruñó mientras sonreía. "Sólo tu." Su brazo se envolvió alrededor de mi
cintura para llevarnos afuera. "¿Estás seguro de que quieres hacer esto hoy?"
"Sí." No vi ninguna razón para dejar de contarles todo a mis padres. Quería que conocieran a
Nox en un nivel más profundo para que pudieran aceptar nuestra relación más rápido. Sabía que lo
harían. Me amaban y siempre me habían querido feliz.
La única preocupación que tenía era lo mucho que se asustarían.
“Como ves, Nox y yo estamos unidos. Soy su compañera predestinada y nuestras vidas están
conectadas de una manera más profunda que cualquier relación humana”.
Los labios de papá se torcieron. "Porque es un cambiaformas y puede transformarse en un tigre".
"Sí." Asenti.
Mamá miró a papá con clara preocupación en su mirada antes de volver a mirarme. “Cariño,
¿nos estás tomando una broma? Por favor, haznos una broma porque si no lo haces, haré que orines
en un frasco de muestra para realizar una prueba de drogas”.
Sacudí la cabeza hacia atrás. “¿Por qué tienes frascos de muestra en casa?” Lo despedí con la
mano. “No, eso no importa ahora. Hay una manera de que me creas”. Me volví hacia Nox, que estaba
sentado cerca de mí en el sofá frente a mis padres con su brazo alrededor de mis hombros. “¿Puedes
mostrárselos por favor?”
Bajó la barbilla, me besó la nariz y dijo: "Por supuesto".

Esperaba que se levantara y se moviera, pero en lugar de eso, extendió la mano mientras sus
uñas crecían y se afilaban. El pelaje le brotó sobre los nudillos. Un gruñido bajo retumbó a través de
su pecho. Mamá jadeó cuando sus caninos se alargaron hasta convertirse en la punta de una navaja
mientras que sus otros dientes se convirtieron en puntas de navaja.
¿Pero por qué no cambiaría por completo?

Me recordó que no le había planteado preguntas sobre su animal.
Papá gritó: "¡Qué carajo!"

“Um, entonces esto es sólo un cambio parcial. Tendría que desnudarse para hacerlo
completo, pero...
"No me importa", espetó mamá, con las mejillas sonrojadas.
"¿Joder, Babs?" Papá ladró.
Una risita nerviosa la abandonó. “No es que quiera ver a tu chico desnudo, Kieran. Pero…
bueno, no me importaría ver un tigre de verdad en mi sala de estar”. Otra risita la abandonó.
Sonaba un poco loco.
Papá resopló, cruzando los brazos sobre el pecho. "Supongo que entiendo de dónde viene
tu madre". Le hizo un gesto con la mano a Nox. "Todo esto podría ser algunos trucos de salón".
"¿Me estás tomando el pelo?" Rompí. Apreté los dientes y me volví hacia Nox, que había
vuelto a su ser humano. “¿Puedo hablar contigo un momento en privado?” Nos pusimos de pie y,
mientras caminábamos hacia el pasillo, les dije a mis padres: “Si él decide hacerlo, no se cambiará
delante de ustedes dos. Si él no quiere, lo aceptarás y traeré aquí a su hermano, quien lo hará”.
Nox gruñó ante eso.

Papá se rió entre dientes. “¿Es él mismo que Nox?”
"No. Riker es un zorro y Deacon es un oso”.
“Vete a la mierda”, dijo papá riendo y, por primera vez, quise hacerle daño. Mientras
arrastraba a Nox a un dormitorio, respiré hondo y me recordé que todo esto era fantástico para
ellos. Tenían que tener tiempo y pruebas para asimilarlo. Podría haberles mostrado mi marca de
apareamiento, pero probablemente pensarían que era sólo algún problema.
Llevé a Nox a la cama y lo empujé para que se sentara mientras yo me encontraba entre sus
piernas.
“Voy a hacerte una pregunta difícil y entiendo si no quieres decírmelo ahora porque
probablemente no sea el momento adecuado. Podemos volver a ello en otro momento de nuestras
vidas”.
Él sonrió mientras pasaba sus manos por la parte posterior de mis muslos.
“Está bien, amigo mío. Pregúntame y veré si respondo”.
“¿Tienes algún tipo de conflicto con tu tigre?”
Sus labios superiores se alzaron en un gruñido silencioso cuando dijo: "No llames mío al
tigre".
Tarareé en voz baja y asentí. “Eso responde a mi pregunta”.

¿Me atreví a preguntar por qué?
Nox respiró hondo y apoyó la frente en mi estómago. "No quise gritarte."
Acuné su cabeza hacia mí. "Lo sé."

El silencio se prolongó por un momento.
Sus manos se deslizaron hasta mi trasero, luego hasta mis caderas, donde me levantó para sentarme.
a horcajadas sobre sus piernas. Levanté mis marcos e incliné mi cabeza hacia un lado.
"No me has preguntado por qué odio al animal".
“No estaba seguro de poder hacerlo. Parece un tema delicado”.
"Sólo tú puedes, Kieran".
Apoyando mis palmas a los lados de su cuello, le pregunté: "¿Por qué, Nox?"
Apretó la mandíbula y miró hacia un lado antes de volver a mirarme a los ojos. "Sabes que
nos costó mucho crecer". Asenti. “Lo que no sabes es lo difícil que es. Deacon lo pasó un poco
mejor que yo, Riker lo pasó peor, pero lo que pasé fue lo suficientemente malo como para
marcarme de alguna manera... Bueno, ya sabes el resultado. Ya sabes el trabajo que disfruto
hacer. Lo que me llevó a un punto en el que necesitaba cazar y matar, no a mi animal como
Deacon y Riker, sino a mí, fueron los azotes sobre los azotes. El hambre, la tortura. Cómo estuve
encerrado durante semanas sin nada que comer, un balde para cagar y orinar y sin luz solar en la
piel. Todo ese tiempo tuve que lidiar con todo”. Me secó las mejillas y prosiguió: —El maldito tigre
no hizo una mierda en absoluto. Se encogió, se encogió y gimió. Fui yo quien soportó toda la
tortura sin respiro porque cuando intenté cambiar, no pude. El único momento en que saldría para
ayudar a sanar era cuando no hubiera nadie cerca. Incluso entonces temblaba de tanto miedo que
las cadenas siempre hacían ruido”.
Lo rodeé con mis brazos para abrazarlo fuerte y tragué saliva.

tratando de controlar las emociones que obstruyen mis sentidos.
Con mi mejilla sobre su hombro, le dije en voz baja: "Lo que pasaste fue horrible y aterrador,
y nadie debería tener que lidiar con un abuso tan repugnante y vil como ese por parte de nadie,
pero lo más importante es de tu propia familia". Aspiré un poco de aire y lo exhalé lentamente.
“Pero tal vez, mi increíble y fuerte compañero, sólo tal vez, el animal, tu tigre, asumió la parte tuya
que no podía soportar lo que estaba sucediendo. Tal vez sabía que tenías la fuerza para lidiar,
para luchar. Tú fuiste quien pudo sacarlos a ambos de la terrible experiencia. Creo que tu tigre era
tu lado más suave que no podías mostrar en aquel entonces. Entonces, en cierto modo, se
equilibran entre sí.
Eres una combinación diferente a Deacon y su oso o Riker y su zorro, pero tú y tu tigre
funcionan . No estoy diciendo que será una solución rápida. Has estado enojado con él
durante tanto tiempo y entiendo por qué, pero por tu propia cordura, tal vez algún día
puedas aceptar a tu animal porque es parte de ti y me preocupo mucho por todos ustedes”.
Se había quedado quieto en mis brazos, así que no sabía si había estropeado las
cosas al decir lo que pensaba. Aún así, lo que le dije era verdad a mis ojos. Su tigre era
la parte más suave de él que no quería mostrarle a nadie. Sin embargo, obtuve lo mejor
de ambos mundos, porque incluso en su forma humana, él era un amor para mí.
Quizás me había excedido demasiado pronto.
"Lo lamento"
Sus brazos me dieron un breve apretón. "No te disculpes". Respiró hondo y besó mi
marca de vínculo. “Quiero que digas lo que tengas en mente. Siempre. No te contengas
por mí, Kieran. Incluso si crees que me molestará o me pondrá de mal humor. Honestidad,
todo el tiempo con nosotros, ¿sí?
“Sí, Nox”.
"Bien." Con la parte de atrás de mi camisa, me sacó de su pecho para captar mi
mirada. Tomando mis mejillas entre sus manos, dijo: “Nunca lo había pensado de esa
manera. Tenía tanta jodida ira hacia el animal. Pero tal vez tengas razón. El tigre está
resoplando dentro de mí como loco desde que dijiste todo eso, así que creo que está de
acuerdo contigo”. Me dedicó una sonrisa suave y de labios finos y se encogió de hombros.
“Con el tiempo y tu ayuda, podría aceptarlo. Pero por ahora, creo que me gustaría que
tus padres lo conocieran”.
"¿Crees?" Bromeé ligeramente.
Él sonrió, parte de la tensión desapareció de él. "Estoy bastante seguro.
No, lo haré, y a él también le gustaría olerlos como familia”.
La felicidad brotó y salió con un chillido cuando lo abracé con fuerza otra vez. “Ignora
ese sonido. No importa que tu querer hacer esto me haga sentir cualquier cosa. Realmente
quiero asegurarme de que quieres esto”.
Sus manos agarraron mi trasero y se puso de pie. Cuando me soltó, yo
Planté mis pies en el suelo y lo miré.
Se quitó la camiseta, se agachó y me dio un beso inocente antes de
él se apartó, sonriendo. "Yo quiero."
"Está bien, entonces", susurré.
Creí que esto sería bueno para él.
CAPÍTULO CATORCE
KIERAN
EN Con un tigre a mi lado, caminé de regreso a la sala de estar con

Mis dedos se enroscaron en el pelaje de su cuello. Le sonreí
Mientras me miraba, todavía ronroneando, y se frotaba contra mí,
casi tirándome contra la pared.
Al ver el animal de Nox, mamá jadeó, se puso de pie y se llevó las manos a la boca.
Papá se levantó de un salto y gritó: "¡Mierda!". El Señaló.
"Es un tigre".
Aún sonriendo, asentí. “Él es un tigre. Uno muy hermoso, sorprendente.
Como el hombre mismo”.
Se golpeó la cabeza contra mí antes de caminar hacia el otro lado de la habitación.
Mamá extendió una mano vacilante hasta que papá la apartó. "Bebés". Luego se puso
delante de ella.
“Papá, él no les hará daño a ninguno de los dos. Pero lo haré si no le muestras un
poco de amor”.
Fluffy me resopló, con la boca abierta y los dientes afilados a la vista mientras se acercaba
a mis padres. Todavía llamé Fluffy al tigre de Nox, pero no en voz alta porque sabía que Nox
nos había oído usarlo y no era fanático de ese nombre.
Aunque tal vez podría acostumbrarlo eventualmente.
Papá tragó saliva, pero mamá sonrió y empujó a papá a un lado para tomar el de Fluffy.
cara mientras lo arrullaba mientras pasaba sus manos por su pelaje.
De repente, los celos me abofetearon y el plomo llenó mi estómago.
Mi tigre se giró y soltó un resoplido. Se acercó a mí y me frotó el estómago, los costados
y la espalda, y luego empujó su nariz debajo de mi mano mientras se sentaba a mi lado.
Había olido mis celos.

Inclinándome, besé la parte superior de su cabeza. "Está bien. "No sé por qué sentí eso
cuando solo es mi mamá", susurré.
Me lamió la cara.
Mamá y papá se acercaron mientras mamá soltaba una carcajada. "Él es la cosa más
dulce que existe".
"Lo sé", dije con una sonrisa orgullosa, pasando mi mano por su cabeza.
"Esto es una locura fuera de este mundo, pero la prueba está aquí, frente a nosotros".
Papá sacudió la cabeza y silbó en voz baja. “¿Qué más es real entonces?”
Fluffy de repente se paró con los ojos fijos en la puerta principal y un gruñido territorial
largo y bajo salió de él. Es posible que haya visto un canal de YouTube sobre diferentes ruidos
que hacían los tigres.
"¿Qué está sucediendo?" preguntó papá.
Fluffy resopló y su gruñido disminuyó antes de que su cola comenzara a balancearse.
Sonó un golpe. Jadeé y empujé a Fluffy hacia el pasillo. "Tienes que esconderte", le dije
con un gruñido ya que la orejeta no se movía. "Por favor, muévete", le rogué en un susurro
agudo.
Sonó otro golpe.
Papá corrió hacia allí y se apoyó contra él, comprobando que la cerradura estuviera en su lugar.
"Sólo un minuto estoy, ah, desnudo".
Le abrí los ojos.
"¿Qué?" articuló.
Fluffy resopló y mamá resopló, pero al menos extendió la mano para empujarlo.
La grupa de Fluffy para intentar que se mueva conmigo.
“¿Estás tratando de que te atrapen?” exigí.
Resopló y sentó su gran trasero.

"Te lo juro, te afeitaré si..."
“Kieran, soy Ruth” fue llamado desde afuera.
Mis padres se quedaron quietos y me miraron.
"¿Piedad?" Pregunté por si escuché mal.
"Sí, querida. Sé una joya y ábreme la puerta”.
"¿Quién es ella?" Preguntó mamá.
“Esa es la mamá de Nox. Bueno, mamá adoptiva, y ella también es una cambiaformas”.
"Eh." Papá dejó de sostener la puerta para enderezarse antes de abrirla y abrirla.
Ruth sonrió al entrar hasta que su mirada se posó en el tigre de Nox.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al instante y respiró temblorosamente para exhalar:
"Nox".
"Ruth, ¿estás bien?" Yo pregunté.
Ella resopló y asintió, pero cayó de rodillas. Tan pronto como abrió los brazos, Fluffy
saltó y la tiró al suelo. Riendo, ella lo abrazó con fuerza. Su ronroneo era el ruido principal de
la habitación. Ruth se sentó y le pasó las manos por encima, todavía oliendo.
Más risas despreocupadas brotaron de ella cuando Fluffy se frotó contra ella.
cara antes de lamerla. Ella me sonrió tambaleante. "Gracias."
"¿Para qué?" Yo pregunté.
“La última vez que vi a su tigre fue cuando era un cachorro. Nunca se había movido
delante de la gente hasta ahora. Hasta que le ayudaste a aceptar a este adorable gatito.
Mi corazón se alojó en mi garganta. Las lágrimas brotaron. Sonriendo suavemente, asentí.
“No hice mucho…”
"Lo hiciste." Tomó la cara de Fluffy y le besó la nariz, luego preguntó.
él, "Realmente lo hizo, ¿oye?"
Él se rió.
Mamá se acercó para rodear mi cintura con su brazo mientras observábamos a Ruth
pasar por lo que parecía ser algo especial con ella.
hijo.
Mientras Fluffy iba al dormitorio para volver con mi novio, yo me senté en el

sofá con Ruth mientras mis padres volvían a ocupar el sofá frente a mí.
“Lamento mi crisis nerviosa”, ofreció Ruth con una sonrisa llorosa.
Mamá la despidió. "Está bien, y me alegra que hayas venido, así pudimos conocerte".
"¿Por qué viniste aquí?" Preguntó Nox mientras entraba a la sala de estar.
Ruth se puso de pie y lo abrazó. Le dio unas palmaditas en la cabeza. "Piedad."
Ella resopló y puso los ojos en blanco antes de que todos volviéramos a sentarnos con
Nox en el medio antes de decir: “Estoy aquí porque supe por Deacon que ustedes dos
vendrían a explicar nuestro mundo a sus padres, Kieran. Pensé que podría ayudar”.
"Gracias. Te lo agradezco." Sonreí suavemente.

Tomó mi mano sobre el regazo de Nox y la apretó antes de dejarla.
ir. "Ahora, ¿qué se ha explicado?"
"Sólo sobre compañeros predestinados", le dije.
Rut asintió. "Bien, ¿entonces nada sobre las otras especies como vampiros y hadas?"
“¿Los vampiros son reales?” Mamá gritó.

Papá gimió. “No me digas que brillan. Babs me arrastró a
Esas malditas películas, y era pura tortura sentarse a verlas”.
Rut se rió. "No brillan".
"Gracias a Dios. ¿Qué son las hadas? preguntó papá.
“Elfos…”
Papá soltó una carcajada. “¿Como en los estantes en Navidad?”
Suspirando, negué con la cabeza. "Papá, ¿qué tal si escuchas sin interrumpir?"
"Sí, Drew", añadió mamá.

Papá puso los ojos en blanco. “Bien, adelante”.
“Hay muchas especies que se derivan de las hadas. Algunos son, como dije, elfos,
pero también los hay duendes, brownies, ninfas, banshees y dríadas. Podría seguir, pero
estaríamos aquí por un tiempo. Sin embargo, sólo unos pocos elegidos han elegido caminar
por este reino o viajar de un lado a otro a través de portales. El resto se queda en su propia
dimensión, sin querer tener nada que ver con los humanos.
Los cambiaformas nacen aquí en la Tierra, mientras que los vampiros nacen o se crean
aquí. Nos mantenemos ocultos de los humanos, excepto algunos en el gobierno, porque
todas las partes piensan que es más fácil que ser temidos y perseguidos todo el tiempo.
Protegemos a todo tipo, al igual que los vampiros y las hadas. Sin embargo, al igual que los humanos,
Hay maldad en el mundo por todos lados. Solo debes saber que los de nuestra especie hacemos nuestra
parte para ayudar a mantener todo seguro”.
Papá silbó y sacudió la cabeza. “Honestamente, en este momento está un poco por encima de
nuestras cabezas. Lo que sí sabemos y podemos ver es que nuestro hijo está feliz”, les dijo papá, y
Nox me abrazó con más fuerza por los hombros. Mi padre continuó: “Para mí, no importa que haya
otras especies por ahí. Todos tenemos corazones. Todos tenemos alma, ¿verdad? Rut asintió.
"Exactamente. Todo el mundo sangra, así que al final todos somos iguales”.
“Y el amor es amor”, añadió mamá. "No importa quiénes o qué sean".

Ruth sonrió cálidamente a mis padres antes de transfirérmelo. "Tú
Que tengas una familia maravillosa, Kieran”.
El orgullo me hizo sonreír ampliamente. "No podría estar mas de acuerdo. Y el de Nox también es
bastante sorprendente”.
"Gracias, querido."
"Pero no mentiré", dijo papá, y la preocupación se instaló dentro de mí por lo que iba a salir de su
boca después de haberlo hecho tan bien. “Todavía estoy jodido por toda la información y probablemente
tendré algunas tomas más tarde, pero luego sospecho que querré ver más de ustedes transformándose
en sus animales. Esa mierda es lo que es asombroso”.
"Drew", lo regañó mamá dándole una palmada en el brazo. "Lo siento, a veces no tiene modales".
Cuando Nox y Ruth se rieron, me relajé nuevamente al lado de mi novio.
“Está bien”, aseguró Ruth a mamá.

"Sin embargo, hay algo que debes saber", dijo Nox. Cuando llamó la atención de mis padres, les
dijo: “Como Kieran es un compañero predestinado y los cambiaformas envejecen a un ritmo más lento,
su envejecimiento y apariencia se detendrán alrededor de los treinta y dos. Así es como nos vemos
más jóvenes cuando todos somos mayores. Nuestras vidas pueden durar más de quinientos años. El
mayor registrado tiene ochocientos años, e incluso entonces, puede que tengamos el pelo gris, pero en
apariencia, pareceremos como éramos cuando teníamos treinta y dos años.
Sus bocas se abrieron, al igual que la mía.

"No lo sabía... quiero decir, yo... ¿quinientos años?"
Nox se puso tenso.
Rápidamente agregué: “No es que me importe. No. Puedo pasarlo contigo, pero es sólo un shock”.
“Lo cual es comprensible”, dijo Ruth.

Nox gruñó y se inclinó para besarme la sien. “Por supuesto que sería un shock. Debería
haber dicho algo antes y no asumir que Rio ya había cubierto esto”.
"Pasó por alto el envejecimiento pero no entró en detalles". Me reí, un poco histéricamente.
Cinco. Centenar. Años. Diablos, podría ser más. Eso fue una locura.
"Esto significa", comenzó Ruth, y yo parpadeé lentamente hacia ella. Ella estaba mirando a
mis padres. “Ser miembro de la familia de una pareja predestinada nos permite brindarles el
conocimiento de los de nuestra especie, pero también porque vivimos mucho más tiempo que los
humanos. Tenemos la oportunidad de ofrecerte un amuleto que contiene magia feérica poco
común. Le dará la oportunidad de envejecer tan lentamente como su hijo. Sin embargo, esto
conlleva restricciones. No podrás quedarte en esta ciudad para siempre. Tendrás que mudarte
con nosotros cuando llegue el momento y demasiada gente haga preguntas”.
Papá descartó la idea. “Mira, Babs y yo hemos estado juntos durante lo que parece un millón
de años, así que sé que a ella no le importará que le diga a ambos que llegará un momento en
que consideraremos la opción. Pero por ahora, sólo queremos seguir como estamos y disfrutar
conociendo al nuevo hombre de nuestro hijo”.
Mamá asintió. “Sí, esa es una decisión para otro día. Tenemos mucho tiempo, ¿verdad?
Nox sonrió y vi los ojos de Ruth brillando mientras miraba a su hijo.

“Tenemos tiempo, pero queríamos compartir la opción contigo para que puedas
"Puedo pensar en ello", explicó Nox.
“Lo apreciamos”, dijo mamá. Se golpeó los muslos con las manos y preguntó: "Ahora, ¿a
quién le gustaría tomar una copa?".
Papá soltó una breve carcajada. "Seguro que me vendría bien uno".
Ruth se puso de pie como lo hizo mamá y se ofreció: “Yo te ayudaré. Fue Babs, ¿verdad?
“Babette, pero yo me llamo Babs. Y el marido es Drew. Se hace llamar imbécil”.
"Oye, ese es el mejor nombre con el que me has llamado hasta ahora, cariño, así que lo aceptaré".
Él sonrió.
El calor se extendió a través de mí. Los amaba muchísimo. Realmente fueron los mejores
padres.
Terminamos quedándonos a cenar, así que no fue hasta que estábamos caminando hacia el
auto que recordé revisar mis correos electrónicos. Fue lo primero que hice cuando entramos a mi
casa.
"¿A dónde vas corriendo?" Nox llamó mientras cerraba la puerta principal y la echaba llave.
"Espera un momento", dije, sentándome en el mostrador donde había dejado mi computadora

portátil. Realmente tuve que conectar esta dirección de correo electrónico a mi teléfono, pero aún
no lo había hecho. Solo usé el de la escuela y creé este recientemente para cuando comencé a
buscar otras opciones.
Lo abrí y cobró vida. Hice clic en los correos electrónicos y de repente me quedé sin aliento
cuando vi el nombre de la empresa.
Por favor por favor por favor.
Yo quería esto. No sólo sería bueno para mí sino también para Nox, así que
No tendría que preocuparse tanto.
Al hacer clic en el mensaje, escaneé las palabras rápidamente y comencé a sonreír.
"Sí", grité, saltando y girándome hacia mi hombre que estaba cerca. "I
Conseguí el trabajo”, le dije.
Se quedó quieto. "¿Qué trabajo?"
Lo solté, apreté su camisa en el puño y miré hacia arriba. "Si hay espacio en su edificio de
oficinas en la ciudad, me gustaría trabajar desde allí en mi nuevo puesto de profesor en línea".
Sus cejas se arquearon. "¿Qué?"

"Sí." Asenti. “Si hay una habitación disponible en su edificio, podría tener mi propia oficina
cerca de la suya y trabajar cuando usted lo haga desde allí. Podemos viajar juntos a casa y a
casa”. Cuando no dijo nada, el miedo empezó a invadirlo. “¿Fue algo incorrecto que hice?
Entiendo que pasen demasiado tiempo juntos...
"¿Hiciste esto por mí?"

Sacudí la cabeza, pero luego me encogí de hombros. “Bueno, los dos realmente. Ya te dije
que estaba inquieto estando en la universidad en una sala de conferencias. Esto será algo
diferente. Además, me sentiré más seguro estando en línea. También me gusta la idea de estar
cerca de ti”. Me encogí de hombros de nuevo. “Tengo que terminar este semestre en la
universidad. Y esto es sólo si te sientes cómoda con la idea de que yo esté tan cerca”.
Un empuje me dejó cuando rápidamente me levantó con sus manos en mi trasero. Lo rodeé
con mis piernas y brazos mientras se dirigía hacia el dormitorio y le dije: —Echaré al tipo de la
oficina contigua a la mía y le pediré a uno de nuestros constructores que agregue una puerta
entre ellos para que estén unidos. Quizás también vincule el baño”.
Riendo, negué con la cabeza. "No se puede echar a alguien de su oficina".
"Puedo y lo haré", dijo en un tono que me decía que no quería que discutiera.
No lo haría, no ahora, aunque tal vez más tarde.

Por otra parte, él era uno de los jefes.
"¿Supongo que te gusta la idea entonces?"
Su sonrisa era lenta, decadente. "¿Como? Cariño, me encanta la idea.
Ya me estoy imaginando todos los lugares donde puedo follarte.
Un ronroneo se escapó cuando puse mi boca en su cuello. Tropezó, pero por supuesto,
no cayó como lo habría hecho yo. Golpeó la pared con una mano, empujando mi espalda
contra ella.
Tarareé, chupando su piel.
"Dios, Kieran, podría haberte dejado".
Besé el pequeño chupetón que se estaba formando. “No, no lo harías. Tienes reflejos
de gato”.
Él resopló. “No importa. No te arriesgues. Espera antes de chuparme y lamerme cualquier cosa para
que toda la sangre no corra hacia mi polla y pierda el sentido.
Riendo, pasé una mano por su cabello antes de levantar mis marcos.
“Intentaré recordar. Ahora, ¿vas a llevarme a la cama para demostrarme lo mucho que te
gusta la idea de que trabaje cerca de ti?
Él gruñó: "Joder, sí".
EPÍLOGO
NOX
“L
¿Qué? Preguntó Kieran mientras caminaba de su oficina a la mía. Mi cuerpo
cobró vida. Era muy bueno saber que solo estaba en la sala de al lado para sus
clases de enseñanza en línea. Podía comunicarme con él cuando quisiera y
parecía que mi necesidad por él no había disminuido ni siquiera meses después. Dudaba
que mi deseo de él alguna vez me abandonara.
Recostándome en la silla de mi oficina, vi sus caderas balancearse mientras se
pavoneaba hacia mí. Con un empujón, la silla rodó hacia atrás y lo puse sobre mi regazo,
donde soltó una ligera risa.
"Podría almorzar", le dije con una sonrisa.
Sus ojos se abrieron como platos. "Nox, no." Miró hacia la puerta y luego a mí. Él
Ya estaba cerrado, por lo que sabía que no tenía sentido luchar contra esto.
Él me quería tanto como yo lo deseaba a él. Si no, no habría usado mi juguete esta
mañana. Era un juego que jugábamos al menos una vez a la semana.
mientras estás en la oficina. Los otros días eran una mamada rápida, una paja o un polvo en el baño
que compartíamos.
El calor golpeó sus mejillas y se rascó el labio inferior con los dientes superiores.
Joder, era bueno en esto. Tengo toda mi sangre bombeando hacia mi polla todo el maldito tiempo.
"Está bien, pero tenemos que ser rápidos para poder comer antes de mi próxima clase".
Deslizando una mano entre sus piernas, presioné el tapón anal, sacando un
jadear y ver sus ojos brillar de hambre.
"Has sido bueno, usando esto para mí toda la mañana, bebé".
Él asintió, deslizando su trasero hacia arriba para poder presionarlo nuevamente sobre mi mano.
“Necesito venir, guapo. Por favor."
“Levántate y quítate los pantalones. Sólo tus pantalones y ropa interior. Enfermo
Prepara mi polla para ti, amigo mío.
Se puso de pie de un salto y comenzó a inclinarse hacia adelante hasta que agarré la parte de
atrás de su camisa para detener el impulso y que no terminara tirado en la alfombra con la nariz rota.
Me lanzó una sonrisa descarada a pesar de mi ceño fruncido y me lanzó un beso antes de quitarse
los pantalones con entusiasmo.
Empujé mi silla hacia atrás y me quité la camisa, sabiendo que a mi compañero le gustaba ver su
semen en mi piel, y luego me desabroché los pantalones y saqué mi polla.
"Inclínate sobre el escritorio", ordené, y vi su escalofrío por mi tono más bajo.

Kieran agarró su camisa y la sostuvo con una mano mientras descansaba su
Codo en la madera y sobresalió su trasero para mí.
“Joder, cariño. Tu pequeño agujero necesitado se ve tan bien con este tapón rojo dentro de ti”.
Agarré el extremo y lo saqué lentamente. Un gemido se escapó de mi sexy pareja. Mi polla dura y
expectante se movió.
Volví a enchufar el enchufe y Kieran dejó caer su frente sobre el escritorio.
“Nox, por favor. Te necesito en mí”.
Mientras besaba el globo de su trasero, le quité el tapón, sintiendo su estremecimiento y
escuchando el gemido bajo antes de que pronunciara mi nombre.
"Cristo, cariño, eres impresionante". Puse el enchufe en mi cajón antes de levantar a Kieran y
colocarlo en mi regazo, a horcajadas, de cara a mí.
Cuando mi compañero se desplomó sobre mí para darle un beso caliente y provocativo, agarré su
trasero y lo levanté lo suficientemente alto como para que mi polla llegara a su agujero lubricado.
Lentamente, lo deslicé a lo largo de mi longitud.
Kieran dejó caer la cabeza hacia atrás y exhaló con una dulce sonrisa en los labios
entreabiertos.
"Tendría mi polla dentro de ti todo el tiempo si pudiera. Me encanta la forma en que lo
estrangulas con tu fuerte control”.
"Nox", gimió mientras lo ayudaba a montarme con mis manos en sus caderas. Marqué
el ritmo lento incluso sabiendo que mi compañero exigiría que fuera rápido y duro como si
a él le encantara siempre.
Su polla se asomaba entre su camisa abierta. Lo rodeé con una mano y gemí cuando
él apretó su trasero a mi alrededor.
"Sí. Dios, por favor, sí”, murmuró, y no era la primera vez que agradecía haber
insonorizado estas oficinas. A nadie se le permitió ver u oír a Kieran en su estado de
excitación. Especialmente cuando se arqueó hacia atrás, colocando sus manos detrás de
él hasta mis rodillas y follándose más fuerte sobre mí.
Si quisiera el control, podría tenerlo.
Por ahora.
"Eso es todo, bebé." Lo sacudí tranquilamente y usé mi otra mano para correr debajo
de su camisa y pellizcar un pezón.
"Sí", dijo entrecortadamente, golpeando mi polla y apretándola con más fuerza.
Fóllame, se sentía como el maldito paraíso. Él siempre lo hizo.

Una chispa comenzó en la base de mi columna que conectó con mis malditas pelotas.
"Mierda, cerca", le advertí.
Tarareó, mirándome con los ojos entrecerrados y una sonrisa sucia.
Cristo.
Lo levanté, lo puse sobre el escritorio y empujé mi polla dentro y fuera de él, apuñalando
su próstata cada vez. Sus labios se abrieron, puso los ojos en blanco y me arañó. Sólo
fueron necesarios unos cuantos empujones más fuertes que lo hicieron repetir: "Ahí, ahí,
ahí".
Lo atraje hacia mí y me recosté en la silla justo a tiempo para que su polla se liberara
intacta y su semen aterrizara en mi pecho y abdominales.
Un gemido bajo y prolongado siguió mientras sus paredes ordeñaban mi propio semen.
mi raja y salpicó dentro de él.
Kieran sonrió perezosamente mientras me daba palmaditas en el pecho. “El mejor hasta ahora”,
dijo riendo.
Cada vez que estuvimos juntos fue el mejor hasta ahora.
Sonriendo, tomé su cuello y lo arrastré para darle un beso. Se derritió contra mí hasta
que sentí su nariz arrugarse. Se echó hacia atrás y miró
abajo. Sus dedos se deslizaron a través de su semen, frotándolo contra mi piel. "Me gusta en ti, pero
no en mi camisa".
Riendo, le golpeé suavemente la nariz. "Es una suerte que traigas más".
Puso los ojos en blanco pero sonrió. "Siempre tengo que hacerlo".
Le pellizqué la barbilla, le incliné la cabeza hacia atrás y gruñí: "Y no te importa en absoluto".
"No", susurró, con la mirada nublada por la lujuria a pesar de que todavía estaba sentado a
horcajadas sobre mi suave polla. Él parpadeó y lo miró burlonamente. "No me mires ni me hables o
te querré de nuevo".
Resoplando, lo ayudé a bajar de mi regazo y lo vi entrar al baño con una sonrisa.
Saqué algunas toallitas de mi cajón, me limpié y arreglé mi ropa mientras escuchaba atentamente
a Kieran para asegurarme de que no se lastimara.
Cuando escuché un grito ahogado de dolor, llamé mientras me levantaba: "¿Kieran?"

"Todo está bien. Me golpeé el dedo del pie”.
Sacudiendo la cabeza, me froté el pecho para calmar los rápidos latidos de mi corazón.
Había perdido la cuenta de cuántas veces en los últimos seis meses había estado a punto de
lastimarse drásticamente. Gracias a Dios había estado presente para protegerlo.
Siempre lo haría.
Él era mi otra mitad. Mi media naranja .
Kieran me había enseñado que en la vida había más que simplemente matar y trabajar. Pero,
sobre todo, me hizo aceptar el lado que había odiado durante tanto tiempo.
Mi tigre.
Comenzó a ronronear para mostrar su apoyo, gustándole lo que estaba a punto de hacer.
La puerta del baño se abrió y Kieran salió, metiendo su
camisa nueva en sus pantalones.
"Sabes que te amamos, Kieran Higgins".
Se detuvo, levantó la cabeza, abrió mucho los ojos y abrió los labios.
Sonriendo, asentí y rodeé el escritorio. “Te amé cuando te vi por primera vez, cuando te aceché
y te secuestré. Necesito que el mundo sepa que me aceptaste, cariño. Me arrodillé frente a él mientras
las lágrimas llenaban sus ojos. "¿Quieres casarte conmigo?"
Su dedo empujó sus gafas hasta su nariz mientras olfateaba y asentía.

"Bebé, palabras".
“Sí”, gritó. “Sí, por favor, para siempre. Te amo." Se abalanzó hacia delante, rodeó mi cuello con
sus brazos y me abrazó con fuerza. Demasiado rápido,
Se apartó para besar mi cara y cuello.

Metí mi nariz en su hombro donde estaba mi marca y respiré profundamente.
Mío.
No. Él era nuestro.
Mi tigre rugió de felicidad.
en kiera
Rio me miró por décima vez y finalmente dejó el tazón. “¿Qué te hace tan feliz que
casi estás vibrando?”
Extendí mi mano.
"¡Mierda!" Gritó Rio, con una gran sonrisa. “Finalmente lo hizo”. Rio rodeó el
mostrador hasta donde yo me senté en el taburete y me abrazó.
"Felicitaciones, Kieran".
"Gracias."
Se apartó y sacudió mis hombros un poco emocionado antes de regresar a su
plato de mezcla para pastel. "Qué pena que él y Deacon tuvieran que hacer ese
trabajo".
Suspirando, asentí. "Lo sé. Pero es su trabajo”. Nunca me interpondría entre
Nox y su trabajo. Aunque me dijo un par de días después de la afirmación que
había calmado la necesidad de buscar sangre, todavía sentía que era importante
completar las órdenes del consejo.
Rio y yo sabíamos que las personas a las que se les ordenó acabar no eran
buenas.
Por accidente, vi algunos archivos de las personas a las que apuntaban. Habían
sido peores de lo que imaginaba. Personas que vendían mujeres y niños. Los que
secuestraban hombres para cazarlos por deporte. Otros que hicieron que hombres,
mujeres y niños hicieran cosas horribles y viles que nadie debería.
Me tomó un tiempo dejar de ver esas fotos. Pero tuve un
una mejor comprensión de su trabajo.
"Verdadero." Río asintió.

Riker entró corriendo en la habitación. “Es hora de irse”, cantó.
Me sobresalté. "¿Ir?"
"¿Dónde?" Preguntó Rio mientras miraba el cuenco.
"Mamá y Gray me pidieron que los trajera a ustedes dos".
"¿En este momento?" Miré el reloj de la pared. "Es nueve."
"Sí." Abrió la p, se acercó a mí y puso una mano en mi espalda. Me puse de pie cuando él me
hizo subir suavemente.
"Pero me estoy horneando", dijo Rio lo obvio.
“Puedes terminarlos cuando regresemos. Vamos vamos." Rodeó el mostrador, hizo que Rio
dejara caer la cuchara de madera, tomó el tazón y lo metió en el refrigerador. Tomó la mano de Rio
y lo llevó hacia mí, donde también tomó la mía. Juntos, Riker nos acompañó hasta el coche en el
garaje.
"Tal vez deberíamos llamar a los chicos", susurré.

Rio sacó su teléfono, pero se lo arrebataron y Rio gritó: "¡Oye!"
"Sin teléfonos". Riker nos ayudó a subir al auto como si fuéramos niños y se sentó en el asiento
del conductor.
"Riker, ¿dónde los vamos a encontrar?" Pregunté, inclinándome hacia adelante.
"En algún lugar cercano". Él sonrió. Dio marcha atrás, dio media vuelta y empezó a conducir.
Se me erizaron los pelos de la nuca y miré a Rio, quien me devolvió la mirada, reflejando mi
preocupación y confusión en nuestras cejas fruncidas.
"Escuché que le contó a Rio la gran noticia, profesor". Empujó a Rio en el hombro. “¿No es
genial? Todos seremos una gran familia feliz. Ahora, todo lo que tengo que hacer es encontrar a mi
pareja predestinada y todo será perfecto. Sólo desearía que se diera prisa y apareciera”.
“¿Qué pasa si es una mujer?” Río preguntó.

Su nariz se arrugó. "Sin ofender a las mujeres y sus vaginas, pero estoy
completamente todo sobre la polla. En mi boca, en mi mano, en mi...
"Lo entendemos", le dije, sonrojándome.
Miró por el espejo retrovisor y se rió. “Demasiado lindo. Sabes que hiciste bien por mi hermano.
Odiaba a su gatito y se negaba a moverse, pero pude ver a su tigre y darle un poco de amor cinco
veces en los últimos seis meses. Cosas buenas." El asintió.
Aceptaría el cumplido. Sin embargo, tenía la sensación de que estaba divagando para
mantenernos distraídos.
"Gracias, Riker".
"Lo tiene, profesor".
Río se aclaró la garganta. “Riker, ¿estás seguro…”
“Oh, mira aquí. Este es el lugar." Saltó en su asiento mientras estacionaba el auto y
saltaba.
“Rio, no sé nada de esto”, dije.
"Yo tampoco", añadió Rio. "Dudo que Ruth quisiera reunirse con nosotros en un club".
“¿A menos que le guste bailar?” Sugerí encogiéndome de hombros.

Él tarareó. "Tal vez."
Riker golpeó el capó con sus manos, haciéndonos saltar. "Vamos, cuñados". Pero
obviamente pensó que estábamos tardando demasiado. Saltó hasta nuestras puertas y las
abrió. Nos tomó de la mano y nos llevó hacia el club donde había música a todo volumen.
Levanté la vista cuando me apretó la mano. “Agárrate fuerte. No quiero que Nox me mate si te
caes de bruces.
“No soy…” Tropecé.

Riker se rió mientras se giraba para atraparme con ambas manos en mi cintura.
"Como sea", me quejé.

Rio se movió hacia el otro lado de mí cuando Riker tomó mi mano nuevamente. Le hizo
un gesto con la cabeza al portero, quien le devolvió el gesto mientras quitaba la cuerda para
dejarnos navegar a través de la línea. Una vez en la zona de baile, Riker nos acercó a rastras
y gritó: "Selfie". Jugueteó con su teléfono por un momento antes de llevarnos directamente a
la barra donde se detuvo con la nariz en el aire, oliendo.
“¿Ricker?” Río preguntó.

Olfateó de un lado a otro, luego inclinó la cabeza hacia un lado antes de sacudirla.
"Ruth y Gray no están aquí, ¿verdad, Riker?" Yo pregunté.

Por encima del hombro, me guiñó un ojo. "No."
"Maldita sea", dijo Rio en voz alta.
"¿Qué?" Yo pregunté.
"Riker, ¿estabas aburrido en casa?" Río cuestionó.
Riker saludó al camarero, justo cuando un hombre alto y delgado con cabello largo y
pálido y ojos oscuros apareció al lado de Riker.
"Cariño, hace mucho tiempo que no vienes aquí".
Riker se volvió hacia él y el hombre le colocó un poco de cabello detrás de la oreja mientras
Riker sonreía. "Hola, Soren." Abrazó al hombre, lo que hizo que una sonrisa apareciera en los
labios de Soren. Mis ojos se desorbitaron cuando vi a Fang.
No podría ser.
¿Podría?
¿Soren era un vampiro?
La sangre decidió bombear más fuerte y rápido a través de mis venas y la mirada de Soren
se dirigió a mí, luego a Rio, quien también parecía en shock. ¿Él también se había dado cuenta
y estaba a punto de orinarse él mismo?
Riker se movió entre Rio y yo, colocando sus brazos alrededor de nuestros hombros. “Estos
son mis cuñados. Éste es Kieran. Pertenece a Nox. Y éste es Río. Pertenece a Deacon”.
Soren gimió y se palmeó la cara. "¿Por qué harías esto, Riker?"

Riker soltó una carcajada. "Estaba aburrido."
Así lo explica todo.
"Joder", gruñó Soren. Sacó su teléfono y gritó: "¡Cierra ahora!".
El miedo se apoderó de mí. "¿Qué está sucediendo?"

La música se detuvo y sonó una alarma justo antes de que otros clientes y
Los empleados se dirigieron hacia las salidas.
Tomé la mano de Rio y fui a irme, pero la parte de atrás de mi camisa quedó atrapada en
el agarre de Riker mientras miraba a Soren. “Abucheo, Soren. Ni siquiera los hice bailar y nadie
los ha coqueteado todavía”.
“Que eso sea una bendición”, espetó Soren.
De repente, sólo estábamos nosotros en el club. Incluso los camareros habían desaparecido
por orden de Soren.
Pero el hombre todavía estaba aquí. Se sentó en la barra y encendió un cigarrillo.
Riker atravesó la mitad de la pista de baile, balanceándose de un pie a otro con un brillo de
emoción en sus ojos.
Volví mi atención a donde estaba la entrada cuando escuché el ruido de las puertas. Algo
se hizo añicos y unos pasos pesados resonaron por el pasillo.
Deacon entró primero, con el cuerpo tenso y las manos en puños apretados a los costados
mientras le fruncía el ceño a Riker. El turno de Deacon tomó solo unos momentos, y luego se
escuchó un oso rugiendo en la habitación mientras golpeaba con sus patas delanteras la pista de
baile de madera.
Nox entró, con el cuerpo tenso, y en sus manos había una pistola y un cuchillo.
"Nox"
“No lo hagas”, advirtió Soren mientras exhalaba una bocanada de humo. "Ellos necesitan
esto y Riker también".
Rio suspiró y me empujó hacia atrás para tomar asiento. “Estarán bien”, dijo.
Asentí, pero no podía sentarme a su lado. Me paré frente a él.
"Riker, voy a matarte", advirtió Nox, apuntando con el cuchillo en su dirección.
Al menos aún no había arrojado la espada.

Deacon rugió de nuevo antes de que él y Nox se dirigieran hacia su hermano.
Un arma amartillada hacia un lado.
Todos se quedaron quietos cuando un hombre con jeans oscuros, botas de motociclista
y un chaleco de cuero sobre una camiseta oscura salió de las sombras. En la mano que
tenía tatuajes había un arma apuntando al oso de Deacon.
"No te muevas", ordenó, con la mirada salvaje y la respiración agitada.
"¿Quién eres?" Soren llamó.
El tipo lo ignoró y caminó hacia Riker. Deacon dio un paso.
El arma se disparó y una silla detrás del oso de Deacon cayó al suelo con estrépito.
"Muévete de nuevo y la próxima bala estará en tu cerebro". Pasó un brazo alrededor de
la cintura de Riker y, como el tipo era mucho más alto, levantó a Riker antes de retroceder
paso a paso.
El oso gruñó.
Nox dio un paso hacia ellos. “No vas a tomar…”
"No arruines mi secuestro, Nox", dijo Riker con una sonrisa maníaca. Le dio unas
palmaditas en el brazo al secuestrador antes de saludarnos a todos. "No te preocupes por
mí". Él me guiñó un ojo. "Esto debe ser el destino".
Bueno, diablos. Riker acababa de conocer a su predestinado compañero, quien
actualmente lo estaba secuestrando por alguna razón. Por otra parte, podría ser humano y
actuar únicamente por instinto después de presenciar a un hombre transformarse en oso. Un
oso que parecía que iba a matar a Riker.
Suspirando, me pasé una mano por la cara. Estaría bien. Y podría cuidar de sí mismo.
Me relajé aún más cuando dos grandes brazos me rodearon.
“Tus compañeros no estuvieron aquí por mucho tiempo. Despejé el lugar antes de que
pudiera pasar algo”, dijo Soren a Deacon y Nox.
Un diácono desnudo, del que rápidamente aparté la mirada, dijo: "Gracias, Soren".
Soren asintió y dio otra calada a su cigarrillo mientras saltaba al lado opuesto de la barra.
"Te enviaré los detalles del club de ese tipo cuando revise las imágenes".
Nox gruñó. “Siempre agradezco la ayuda”.

"En cualquier momento. Tú lo sabes." Sacó un par de pantalones de detrás de la barra y
se los entregó a Deacon antes de que nos saludara y, en un abrir y cerrar de ojos, se había
ido.
"Él es un vampiro, ¿verdad?" Río preguntó.
"Lo es", respondió Deacon, levantando a Rio sobre su hombro y caminando hacia la
salida. Rio se rió y le dio una palmada en el trasero.
Los dientes rozaron mi hombro y me estremecí. “Vámonos a casa”, dijo Nox.
Hogar.
"Por favor", dije, pero rodeé su cuello con mis brazos para arrastrarlo hacia abajo y darle
un beso.
Después de todo, Nox y yo acabábamos de comprometernos, y si ellos no estuvieran
preocupados por Riker, yo tampoco lo estaría. Sabía que esos cambiaformas podían
manejarse solos.
Pero, sobre todo, mi tigre podía conmigo.
EXPRESIONES DE GRATITUD
Gracias a mis lectores por disfrutar la historia de Deacon y Rio por querer leer a Nox
y Kieran. Apuesto a que estás esperando a nuestro loco zorro cambiante Riker.
¡¡Él y Corbin estarán juntos a finales de abril!!
También me gustaría agradecer a mi familia por su apoyo. Ah, y feliz cumpleaños

número 21 nuevamente para nuestra hija Shayla, me haces sentir muy vieja.
Como siempre, el mayor agradecimiento para Becky de la edición de Hot Tree por
incluir estos libros en su agenda, ¡mucho amor, cariño!
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Para los lectores que quieran ser acechados y secuestrados por un

Odié a ese tigre... hasta él.

Nuestro compañero predestinado.

Pero después de una mirada impresionante y sobrecogedora de un extraño, me doy cuenta

Afortunadamente, después de un atraco y de conocer a un adorable tigre, Nox ha vuelto a mi vida.

Ahora todo lo que tengo que hacer es mantenerlo allí.

ADVERTENCIAS DEL DISPARADOR

A Hace unos meses me convertí en un acosador.

Allí admití que lo necesitaba.

No, a la mierda eso. Nunca debí haber recurrido a acechar en el maldito

Cerró la boca de golpe y preguntó: "Nox, ¿secuestraste a mi profesor?"

“¿Podemos concentrarnos en otra cosa?” Gruñí.

La furia me arañó la garganta.

"UH Huh." El asintió. “¿Y qué pasó con los atracadores?”

Rio palideció mientras asentía. "¿Cómo lo sabes?"

Por favor no te despiertes. Por favor, no despiertes, rogué mentalmente.

No, lo mando mentalmente.

"Señor. ¡Santiago! Miró frenéticamente al único otro ser humano en el

"Está, ah, ¿de acuerdo?" Río lo intentó.

“¿Antes de que me coma?”

"¿En realidad?" preguntó esperanzado.

Se le escapó una risa. "Esto es increíble."

Excepto su… tal vez.

También hay monstruos en los humanos.

Kieran casi pierde la vida por culpa de ellos.

Gruñendo de nuevo, colocamos nuestras patas delanteras en el sofá. Mi compañero

"Señor. ¿Santiago? mi compañero llamó, la preocupación endureciendo su tono.

"Ah, okey." Mi pareja nos sonrió y tomó nuestras mejillas. Jesús, él

No, éramos todo lo que necesitaba.

Había un profundo deseo de que todo él oliera como nosotros.

t Gracias a Dios no me avergoncé cuando vi al enorme tigre de dientes

“¿Cómo lo conseguiste?” Yo pregunté.

"Gracias. ¿Cómo va la universidad?

¿Por qué no podía simplemente decirme la verdad?

No lo estaba comprando en absoluto.

La ansiedad hizo que se me revolviera el estómago.

"¿Por qué no me llevaste al hospital o llamaste a la policía tú mismo?"

"¿Aquí? ¿En la habitación mientras me desmayaba en el sofá?

"¿Estás seguro de que es legal mantener un tigre en cautiverio?"

"¿Qué ocurre?" Yo pregunté.

¿Por qué fue ahora?

Tal vez no sobreviviría en la naturaleza si estuviera preocupado por otra persona.

“Mierda, Riker. Deacon y yo tenemos estándares”.

"¿Mi hermano sabe acerca de este invitado?"

Mis nervios vibraban dentro de mí y tenía la mayor necesidad de robar.

Di un paso atrás y el tigre me siguió.

Quizás necesitaba una mascota propia.

oh Una vez que estuve en mi habitación, cambié a mi forma humana. Huesos

No puede pasarle simplemente a Deacon y a ti, y luego a mí no, ¿verdad? El mundo no

No quería que se enfadara. Odiaba ver a cualquiera de mis hermanos herido.

Después de ponerme las botas, me di vuelta, me acerqué y lo agarré por el hombro.

Respirando con dificultad, negué con la cabeza.

Riker sonrió. "Él es."

Resoplando, asentí y abrí la puerta.

El tigre ronroneaba constantemente en mi cabeza.

“Aquí está”, anunció Rio.

Pero… ¿qué le dije a mi destino por primera vez?

Está bien, podría hacerlo bien.

Agitó una mano hacia la puerta. "Por favor sígame."

"¿Conoces esa zona?" preguntó suavemente. Dios, amaba su dulce voz.

Las cejas de Kieran se juntaron. "Qué es eso"