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r e s e ña s crítica e interpretación

Una lectura muy convincente con esos objetivos,


así no compartamos plenamente lo
sibilidad de Isaacs para que acudiera
al recurso autobiográfico en su relato.
inteligente de María que logra mostrarnos en su análisis. En la primera parte del libro hay
Vale la pena detenernos un mo- una tentativa de explicación de por qué
Jorge Isaacs y María ante el mento en los autores que le sirvieron la novela se volvió un hito en Améri-
proceso de secularización en de parapeto teórico para su análisis, ca latina y de manera tan temprana.
Colombia (1850-1886) y destacamos aquellos que, de uno Padilla hace una revisión exhaustiva
Iván Vicente Padilla Chasing u otro modo, han enseñado que el de la recepción crítica, especialmente
Universidad Nacional de Colombia, texto literario hay que entenderlo, en en la segunda mitad del siglo XIX . Sin
2016, 244 pp. últimas, en su relación con la época, embargo, el examen es incompleto y
con otros textos y con otros autores. no logra responder a plenitud la pre-
MARÍA es nuestra n ovela canónica Aparecen citas o evocaciones perti- gunta inicial. Aun así, rescatamos que
por muchas razones; porque su lec- nentes de las obras de Mikhail Bakh- ha puesto a circular una noción com-
tura se volvió institución, porque se tin, Georg Lukács, Jan Mukarovsky, pleja y necesaria, que es la de campo
volvió un monumento al que le ren- Lucien Goldmann, Norbert Elias, literario. La novela fue rápidamente
dimos ofrendas de diverso tipo y tam- Georges Gusdorf, Pierre Barbéris. leída y gozó de varias reediciones, lo
bién porque es el centro de discusión También recurre a la obra de Ángel que significa que hubo un mercado
intelectual desde los más diversos Rama, especialmente a La ciudad lector más o menos importante. Pero
flancos disciplinares. Es una novela letrada. Todos estos autores han sido al tiempo, como bien advierte Padilla
que nos pone a conversar, para bien puestos en sintonía para una lectura Chasing, eso no fue suficiente para ca-
o para mal, de ella misma. A quienes inteligente de María que, por lo menos tapultar al autor a su reconocimiento
hayan creído que ya se ha dicho todo en la primera parte de este ensayo, le en vida; es más, “Isaacs no pudo vivir
sobre esa novela hay que decirles que ayuda a decir a Padilla Chasing varias de sus derechos de autor” (p. 115). Lo
no; al contrario, es posible decir cosas cosas novedosas. que queda claro es que el campo litera-
nuevas porque es posible multiplicar En la primera parte del ensayo rio, al menos en vida de Isaacs, era aún
nuestros modos de representarla y re- el autor se concentra en abordar su incipiente y se trataba de un público
leerla. Una prueba del remozamiento primer objetivo y logra convencernos lector en formación y expansión.
interpretativo alrededor de esa obra de varias cosas. María es una novela La segunda parte es, a mi modo de
es, precisamente, este libro de Padilla compuesta de hibridaciones que la ver, otra revaluación crítica. Esta vez
Chasing. El autor, muy modesto, dice han hecho rica y sugestiva; contiene Padilla no se concentró en los compo-
que su libro es otro más sobre Jorge elementos propios del romanticismo nentes fundamentales del texto litera-
Isaacs y su novela María. Y no es así; es y también del costumbrismo, que rio, sino en la relación de la obra con la
cierto que se han escrito muchas cosas quedaron yuxtapuestos de manera época. Aquí nos ofrece, también, algu-
poco consistentes sobre esa novela y su afortunada en la novela. A eso se nos juicios relativamente novedosos y
autor, pero lo que ha escrito el profesor añade un recurso muy bien explicado polémicos. Me parece un acierto que
Padilla Chasing es algo que no duda- por Padilla Chasing, el de la autobio- haya contemplado una breve compara-
mos en considerar como un genuino grafía ficcional, que le proporciona a ción de María con Manuela, novela que
aporte interpretativo de una novela la novela una ilusión de verdad. Esta le antecedió casi en una década pero
que alcanzó una estatura de clásico de es otra hibridación de gran eficacia que no contó con el apoyo decidido del
la literatura latinoamericana. El autor persuasiva, mezcla de novela y auto- cenáculo literario bogotano, determi-
de este ensayo ha demostrado que las biografía que termina por concederle nante en la legitimación de María y del
teorías literarias pueden cumplir una a un yo, al de Efraín, una importan- propio Isaacs como escritor. Padilla
función provechosa a la hora de sugerir cia singularizadora. El recurso de la Chasing halla algo en común en am-
interpretaciones posibles y plausibles escritura biográfica tiene, a la luz del bas novelas, a pesar de sus perspectivas
de un texto literario. autor, esta explicación: “(…) privilegia narrativas tan disímiles; según él, las
El autor se propuso cumplir dos la introspección, dando lugar a una dos novelas evitaron “convertirse en
objetivos en este libro. El primero, actitud romántica, intimista, de corte portavoces de las convicciones ideoló-
lanzarse a una revaluación de las cate- evasivo” (p. 73). Esa intención evasiva, gicas y políticas de cualquiera de los
gorías literarias que han sido utilizadas nos explica Padilla Chasing, es una de dos partidos” (p. 141).
hasta hoy en la valoración estética de la las operaciones bien calculadas por el Agreguemos, de nuestra cuenta,
novela; es decir, se ha propuesto salir propio Isaacs, una postura de autor que Manuela contiene alusiones his-
de los lugares comunes de la crítica li- ante una realidad sociohistórica, una tóricas evidentes, mientras María es
teraria y ofrecernos otras posibilidades manera de situarse y, sobre todo, de una novela que intenta velar cualquier
de comprensión de la obra. Y el otro contravenir unos cambios históricos contacto con la realidad histórica. La
objetivo de su ensayo es restituir la que herían a individuos representa- supuesta ahistoricidad de María es
historicidad de la novela, lo que signi- dos por el protagonista de su obra. A intencional y, por supuesto, muy sig-
fica saber situarla en las circunstancias propósito de este artilugio constitutivo nificativa. Así lo entiende —y acier-
sociohistóricas que ayudan, también, a de la novela, el profesor Padilla nos ta— Padilla Chasing, porque, según
comprender la obra. Digamos de una sugiere la muy posible influencia de su análisis, el sentimiento religioso
vez que el autor logra cumplir de modo las obras de Charles Nodier en la sen- católico es una tentativa de organizar

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CR Í T IC A E I N TER PR ETAC IÓN r e s e ña s

moralmente el mundo del relato sin que sirvió de cimiento al ascenso del
que haya contagio de la realidad po- proyecto político de la Regeneración.
lítico-social de la época. Esta es una Podemos estar en desacuerdo con
percepción novedosa de la novela, que algunas interpretaciones, pero hay que
la sitúa, precisamente, en la discusión admitir que el libro de Padilla Chasing
de la época. es una propuesta de lectura crítica
Si Padilla Chasing hubiese tenido muy inteligente de una novela que
en cuenta otros elementos significati- sigue convocando a diversos ofician-
vos de la época, habría podido ir mu- tes de las ciencias humanas. Su libro
cho más lejos al establecer el diálogo ayuda a caracterizarla de una nueva
que María sostiene con la crucial se- manera, y será punto de referencia
gunda mitad del siglo XIX colombiano. para discutir asuntos nodales de esta
María no fue una novela escrita en el obra; en ese sentido, es un gran triunfo
vacío, sino en el proceso de enfrenta- del autor, porque ha logrado sacudir
miento de proyectos de construcción lugares comunes de interpretación.
del Estado-nación. La desaprobación Eso significa que, al seguir hablando
u ocultamiento de Manuela y la exal- de Jorge Isaacs y su novela —algo que
tación de la novela de Isaacs hicieron será altamente probable—, tendremos
parte de esa discusión que tuvo sus que tener en cuenta, para bien o para
huellas publicitarias. María, la nove- mal, este ensayo riguroso y agudo de
la, correspondía bien al formato del Padilla Chasing.
proselitismo religioso católico; a la
reivindicación, en el universo de la Gilberto Loaiza Cano
cristiandad, de la figura genitora de Profesor titular
María, la madre de Jesús, y a la valo- Departamento de Filosofía
ración de la mujer en el proselitismo Universidad del Valle
político-religioso. El ascenso de la
sociabilidad caritativa, la aparición de
las principales obras del pensamiento
conservador colombiano, la infalibili-
dad del papado promovida por el pro-
pio Pío IX, son elementos externos a la
novela que pueden ayudar a entender
ese catolicismo triunfante y reden-
tor que atraviesa el relato de Isaacs.
En parte, Padilla Chasing acierta al
comprender la fuerza significativa del
mundo construido en la novela según
los derroteros éticos del cristianis-
mo católico. Pero él lo ve como una
manera de expresar “el malestar de
vivir en una sociedad en conflicto”
(p. 181). En vez de buscar evadir el
conflicto, la novela de Isaacs terminó
ensartada en uno de los proyectos de
nación enfrentados en aquella época.
La novela apuntaló publicitariamente
el proyecto de una nación católica, les
ofreció a los pensadores conservado-
res el sustento a su utopía. Por eso no
parece muy convincente situar tanto
a Isaacs, como autor de María, en la
órbita un poco sinuosa de un liberalis-
mo conservador o moderado; en una
supuesta afinidad con el pensamiento
conservador, cristiano e igualitario de
Manuel María Madiedo. A mi modo
de ver, el trascendentalismo católico
de María está más cerca de la apuesta
del catolicismo triunfante exaltado,

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