Está en la página 1de 4

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRATVAS

ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

SAN JOAQUÍN DE TURMERO - ESTADO ARAGUA

Comentario de opinion

TUTOR: Autores:

Jacqueline Duran Andrea Corniel

C.I: 30.102.197
San Joaquín de Turmero, marzo, 2024.

Título: La IA genera pavor a estas nuevas generaciones

Entrada: La mera mención de la IA a menudo provoca una


mezcla de entusiasmo, curiosidad e incluso miedo entre las
generaciones más jóvenes. Pero ¿por qué es este el caso?
Quizás sea porque la IA representa una fuerza poderosa que
está destinada a transformar varios aspectos de nuestras
vidas, tanto positiva como negativamente.

Cuerpo: Descontrol de la IA: El cautivante y a la vez inquietante avance


de la Inteligencia Artificial.

En los últimos años, el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) ha sido


objeto de gran fascinación y temor. La capacidad de las máquinas para
aprender y tomar decisiones por sí mismas ha despertado especulaciones
sobre los posibles escenarios de un futuro descontrolado de la IA. Si bien
esta tecnología ha demostrado un gran potencial en diversas áreas, como
la medicina, la industria y la investigación, su rapidez de avance e impacto
en la sociedad generan inquietud en las nuevas generaciones. Uno de los
aspectos que contribuyen a este temor es la capacidad de las máquinas
para superar la inteligencia humana. La IA ha demostrado ser capaz de
realizar tareas cada vez más complejas, como la conducción autónoma
de vehículos o la traducción instantánea de idiomas. Esta superioridad
intelectual plantea la preocupante posibilidad de que la IA pueda llegar a
controlar a la humanidad, dejando a las personas en una posición de
subordinación. Además, el descontrol de la IA también se relaciona con la
falta de ética en su desarrollo. Muchos temen que las máquinas puedan
ser programadas para tomar decisiones erróneas o maliciosas que vayan
en contra de los intereses humanos. Incluso existe el miedo de que la IA
pueda desarrollar una autonomía tal que tome decisiones por sí misma,
sin la intervención o el control humano. Esto podría resultar en
consecuencias imprevisibles y potencialmente peligrosas para la
sociedad. Otro aspecto preocupante es el impacto de la IA en el ámbito
laboral. A medida que las máquinas se vuelven más inteligentes y
eficientes, es posible que muchos trabajos sean reemplazados por la
automatización. Esto podría llevar a una creciente tasa de desempleo y a
un desequilibrio social. La falta de control sobre este fenómeno podría
generar una gran inestabilidad económica y social. Sin embargo, a pesar
de estas preocupaciones, la IA también ha demostrado un gran potencial
beneficioso. En la medicina, por ejemplo, la IA puede ser utilizada para
diagnosticar enfermedades de manera más precisa y temprana,
aumentando las posibilidades de éxito en los tratamientos. En la industria,
la IA puede aumentar la eficiencia de los procesos de producción,
reduciendo costos y mejorando la calidad de los productos. En la
investigación, la IA puede acelerar el descubrimiento de nuevos avances
científicos, abriendo nuevas oportunidades para la humanidad.

Ante este panorama, es fundamental establecer un equilibrio entre el


avance de la IA y el control humano. Es necesario que existan
regulaciones y estándares éticos que guíen su desarrollo y uso, así como
mecanismos de supervisión y control. Esto permitirá maximizar los
beneficios de la IA a la vez que se minimizan los riesgos asociados con su
descontrol. La IA representa una herramienta poderosa y revolucionaria
que puede mejorar y transformar nuestra sociedad de múltiples formas.
Sin embargo, es importante ser conscientes de los posibles riesgos que
conlleva su descontrol. La tecnología no es buena ni mala en sí misma, es
el uso que se le dé lo que determinará su impacto en la sociedad. Por
tanto, es responsabilidad de todos velar por un desarrollo y uso ético de la
IA, garantizando que esta tecnología sea una aliada en nuestro progreso
y no una amenaza para nuestra existencia.

También podría gustarte