El proceso Salud-Enfermedad expresa la unidad de lo natural y lo social en
el Hombre, la contaminación, el miedo, etcétera; factores de la vida que influyen en la biología humana se reflejan en ese proceso, el cuadro de las principales causas de muerte sufre variaciones por la influencia del medio; hoy es mayor la necesidad de enfocar ambos aspectos (influencia del Hombre y la sociedad en el medio natural y a la inversa).
Cómo evolucionó el concepto salud-enfermedad en la Época Primitiva:
Durante la época del hombre primitivo, mucho antes de la era cristiana
cuando la forma de pensamiento predominante era mágica, esta forma condicionó la conceptualización del binomio salud-enfermedad como resultado del ingreso en el cuerpo de ciertos espíritus o duendecillos malignos que producían la enfermedad.
Esta interpretación determinó los responsables del restablecimiento de la
salud; esta función se les atribuyó a los curanderos o chamanes, estando el arsenal terapéutico constituido por los conjuros, las tomas y básicamente la terapia a base del aislamiento del enfermo, pues perdía su valor social al no poder producir para el soporte del grupo. Esta función social de terapeuta era trasmitida de generación en generación, a individuos de la misma familia o clan, quienes eran considerados como especiales o iluminados.
Con el desarrollo de la forma de pensamiento religioso, aquí las causas de
la enfermedad eran atribuidas al comportamiento humano; de modo que la aparición de la enfermedad era debido al mal comportamiento; en este sentido, la ira divina era la que, a manera de castigo, infundía la enfermedad en aquellos individuos que se apartaban del comportamiento socialmente aceptable. Esta nueva conceptualización del fenómeno enfermedad, modificó a los actores encargados de la terapéutica, por lo que trasladaron esta responsabilidad a los sacerdotes, quienes mediante exorcismos y otras ayudas espirituales, como los ritos, lograban apaciguar la ira divina y restablecer un comportamiento social aceptable, lo que traía como consecuencia la recuperación de la salud. La sociedad primitiva elaboró un concepto mágico. El ser humano no comprendía los fenómenos naturales, como el viento, las tormentas y los terremotos, entre otros; por ello, comenzó a explicarlos como manifestaciones de agentes sobrenaturales, espíritus malignos o dioses malévolos productores de la enferme dad. El comunismo primitivo predominaba, por lo que el ser humano tenía un vínculo tan estrecho con su grupo que sus necesidades y padecimientos se consideraban comunes; entonces, cualquier enfermedad que afectaba a uno re percutía en los demás. Surgieron los brujos, los curanderos y los yerberos. Éstos guardaban con celo sus secretos profesionales y sólo los transmitían de padres a hijos. Por lo general vivían aparta dos del grupo y bajo una estricta disciplina.
a evolución del concepto salud-enfermedad ha sufrido transformaciones
desde la época del hombre primitivo a la actualidad y los cambios ocurridos en el Medio Ambiente han ocasionado alteraciones tanto en el modo y condiciones de vida del Hombre como en el proceso salud-enfermedad.
El concepto salud-enfermedad ha evolucionado en la medida que el
Hombre ha evolucionado durante el transcurso de la Historia y va a depender de las condiciones socioeconómicas de cada sociedad y el medio donde se producen las relaciones humanas. Los cambios en el Medio Ambiente ocasionados por la influencia del Hombre determinan cambios en las condiciones y la calidad de vida de las personas y va a repercutir de forma desfavorable en el proceso salud-enfermedad.
Un claro ejemplo de la relación entre medicina y magia es la administración
por parte del chamán o sanador de quina a una persona con malaria. Podríamos juzgar este acto como médico (la quinina mata al agente productor de la enfermedad) pero además va acompañado de un ritual tipo exorcismo, para cazar los “malos espíritus” y no podemos negar el efecto “psicosomático” que este ritual tiene. En excavaciones del Paleolítico se han encontrado collares con dientes de animales, similares a muchos que llevan niños de tribus hoy en día para “prevenir las complicaciones” de la dentición. A los meteoritos se les adjudicaba propiedades mágicas (si se sujetaba a los riñones era un remedio eficaz contra los cálculos renales, por ejemplo). Las curaciones eran practicadas por el chamán, curandero o hechicero, quien cumplía las funciones de médico, farmacéutico y sacerdote.
El hombre atribuyó a los fenómenos naturales voluntades todopoderosas y
tributó reverencia al sol, la luna, el fuego, los volcanes, etc. Atribuyó la enfermedad directamente a esas voluntades (castigo de los dioses) o a espíritus malignos y de esta manera este concepto mágico-religioso de la enfermedad perduró por milenios. Igualmente, las enfermedades podrían ser el resultado de un “hechizo” lanzado hacia la víctima por algún enemigo.
Por otra parte, el hombre prehistórico también aprendió a usar ciertos
compuestos “de manera mágica” para quitar la fiebre, sanar las heridas y aunque su implementación fue exitosa, la interpretación de la enfermedad siguió siendo mágica. Se usaban drogas como la cascara sagrada, la cocaína, curare, efedrina, reserpina, entre otras. Probablemente este proceso de “ensayo y error” llevó al descubrimiento de cuales compuestos tenían algún valor medicinal y cuáles eran venenosos. La malva (para limpieza del colon) y la milenrama o flor del puma (usada para reducir el sangrado) se usaron hace unos 60.000 años. También se usaban ciertos hongos como laxantes.