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138. MENSAJE EVANGELISTICO.

Queridos, en esta Semana Santa, somos recordados del sacrificio supremo de nuestro Señor
Jesucristo en la cruz y su gloriosa resurrección.

 Es un tiempo para reflexionar sobre el inmenso amor de Dios y la salvación que nos ofrece a
través de su Hijo amado.

 Permítanme compartir con ustedes algunas palabras de esperanza y aliento tomadas de las
Escrituras que nos muestran la Victoria de Jesús.

El Sacrificio de Amor de Cristo:

Romanos 5: 8.
"Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros."
 En la cruz, Jesucristo demostró su amor incondicional por cada uno de nosotros, ofreciéndose
como sacrificio por nuestros pecados.
 Su muerte nos ofrece perdón y reconciliación con Dios, dando paso a la gracia y redención en
Jesús.

La Promesa de Vida Eterna:


Juan 3: 16.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

 La resurrección de Jesús nos asegura la esperanza de la vida eterna para todos los que creen
en Él.
 Su triunfo sobre la muerte nos ofrece la promesa de un futuro glorioso junto a Él en el cielo.

El Llamado a la Fe y la Salvación:
Marcos 1: 15.
"Arrepentíos, y creed en el evangelio."
 En esta Semana Santa, escuchamos el llamado de Jesús a arrepentirnos de nuestros
pecados y a creer en el evangelio.
 Él nos ofrece la salvación como un regalo gratuito, simplemente debemos recibirlo con fe y
gratitud en nuestros corazones.
 Que este tiempo de Semana Santa no sea un feriado más en el calendario, sino que nos
recuerde el amor insondable de Dios y la esperanza transformadora que tenemos en
Jesucristo.
 Que podamos celebrar con alegría y gratitud la victoria de la cruz sobre el pecado y la
resurrección venciendo a la muerte.
 Por eso es que predicamos el mensaje del evangelio o las buenas noticias a todos los que nos
rodean, les decimos Cristo no esta muerto, el resucito para darnos vida eterna en el Padre
celestial.
 Es tiempo de creer y declarar que Jesús es el Señor y esto es para Gloria de Dios Padre.

Romanos 10: 9 al 13.


“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es
rico para con todos los que le invocan; 13 porque todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo.”

Oración:

En este momento, reconozco que Jesucristo es Señor de mi vida y confieso con mi boca
creyendo en mi corazón que Jesús es el Hijo de Dios, que murió en la cruz por mis pecados y
resucitó al tercer día, demostrando su poder sobre la muerte y el pecado.
Te pido perdón por mis pecados y te invito, Jesús, a ser el Señor y Salvador de mi vida.
Romanos 10: 9.
"Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo
levantó de entre los muertos, serás salvo."
Me rindo ante Ti, Jesús, y te entrego el control de mi vida.
Guíame, dirígeme y ayúdame a seguirte fielmente cada día.
Que tu Espíritu Santo moré en mí, capacitándome para vivir de acuerdo a tu voluntad y para ser
un testigo fiel de tu amor y gracia a aquellos que me rodean.
Gracias, Señor, por tu sacrificio en la cruz y por el regalo de la salvación que ofreces
gratuitamente a todos los que creen en ti.
Que mi vida refleje tu amor y tu luz, y que pueda glorificarte en todo lo que hago.
En el nombre poderoso nombre de Jesús, Amén.

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