Leopoldo Alas nació el 25 de abril de 1852 , y murió
el 13 de junio de 1901. Fué un novelista, periodista, y un crítico literario
influyente. Sus artículos mordaces y agresivos y su defensa del liberalismo, el anticlericalismo (Alguien que cree que las creencias religiosas pertenecen al ámbito exclusivamente privado del ciudadano, y se opone al poder exagerado del clero) no sólo lo convirtieron en la voz crítica más temida de España, sino que también le crearon muchos enemigos que luego oscurecieron su fama.
(Alguien que cree que las creencias religiosas pertenecen al ámbito exclusivamente privado del ciudadano, y se opone al poder exagerado del clero)
Escribió para un periodico llamado El Solfeo. El director quiso que los
colaboradores tomaran como seudónimos nombres de instrumentos musicales, y Leopoldo eligió el clarín. Leopoldo empezó a lanzar duras críticas llenas de ironía contra la clase política de la restauración.
. Una de sus citas más conocidas aparecida en La mujer española (1890) es
la habla de la idea entonces radical, de que las mujeres no nacían con el único propósito de ser madres: "todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos. El ser humano no es un árbol frutal que sólo se cultive por la cosecha." Ella dirigió el proyecto de la Biblioteca de la mujer, que se propuso hacer llegar al público femenino obras con conceptos progresistas sobre la situación de la mujer. Algunos de los títulos que se publicaron bajo su paraguas fueron La esclavitud de la mujer, de John Stuart Mill o La mujer frente al socialismo, de August Bebes, entre muchos otros.