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Unidad 7: Prueba de Informes.

Prueba de Reconocimiento
Judicial. Las presunciones. Conclusión de la causa para definitiva.

1.- Prueba de Informes: concepto 1. Procedencia e


Impugnación. Personas y entidades informantes. Deber de informar.
Causas legítimas de reserva o secreto. Inadmisibilidad para sustituir o
ampliar otro medio probatorio. Procedimiento y producción de la
prueba. Facultad de los letrados. Plazo para contestar informes.
Sanciones por incumplimiento. Compensación.

La prueba de informes puede caracterizarse como un medio de


aportar al proceso datos concretos acerca de actos o hechos resultantes de
la documentación, archivos o registros contables de terceros o de las partes,
siempre que tales datos no provengan necesariamente del conocimiento
personal de aquéllos.
Esta clase de prueba presenta rasgos que la distinguen
suficientemente de los restantes medios probatorios. En primer lugar, no
entraña una especie de la prueba documental, porque ésta requiere la
aportación directa del documento al proceso (sea en forma espontánea o a
raíz de una orden de exhibición), mientras que el informante se limita a
transmitir al órgano judicial, tras la orden pertinente, el conocimiento que le
proporcionan las constancias documentales que se encuentran en su poder.
El informante en segundo lugar, se asemeja al testigo, porque tanto el
informe como el testimonio se refieren a hechos pasados, pero se diferencian
en cuanto: a) El informante puede ser (y generalmente lo es) una persona
jurídica, mientras que el testigo debe ser necesariamente una persona física;
b) El informante a diferencia del testigo, puede adquirir conocimiento de los
hechos de que se trate en el momento mismo de expedir el informe; c)
Mientras que el testigo declara sobre percepciones o deducciones de
carácter personal, el informante debe atenerse a las constancias de la
documentación que posee y d) En tanto finalmente, la expedición de un
informe no requiere conocimientos técnicos especiales, el informante
tampoco puede asimilarse a un perito.
Atribuciones de los letrados para requerir informes: El art. 400 del
CPCN prevé que cuando interviniere un letrado patrocinante, los pedidos de
informes, testimonios y certificados, así como los de remisión de expedientes
ordenados en el juicio, serán requeridos por medio de oficios firmados,
sellados y diligenciados por aquél con trascripción de la resolución que los
1
PALACIO, Lino Enrique, Manual de Derecho Procesal Civil, pág. 443. BOURGUIGNÓN,
Marcelo – PERAL, Juan Carlos, Código Procesal Civil y Comercial de Tucumán,
Concordado, Comentado y Anotado, Tomo I, pág. 1003. Tomo I – B, pág. 1434.
ordena y que fija el plazo en que deberán remitirse. Deberá asimismo,
consignarse la prevención que corresponda por la eventual demora. Los
oficios dirigidos a los bancos, oficinas públicas o entidades privadas que
tuvieren por único objeto acreditar el haber del juicio sucesorio, serán
presentados directamente por el abogado patrocinante, sin necesidad de
previa petición judicial. En todos los casos, los informantes deben otorgar
recibo del pedido de informes y remitir las contestaciones directamente a la
secretaría con trascripción o copia del oficio. Cuando en la redacción de los
oficios los profesionales se apartaren de lo establecido en la providencia que
los ordena o de las formas legales, su responsabilidad disciplinaria se hará
efectiva de oficio o a pedido de parte.
Por su lado, el CPCT, en su nueva redacción, contiene una norma
similar, que ha sido incluida a través de la última reforma. En este sentido, el
artículo 4102 regula las Facultades de los letrados, y expresa que los pedidos
de informes, testimonios y certificados, así como la remisión de expedientes
ordenados en el juicio serán tramitados de conformidad con lo estipulado por
el art. 194 (Oficios y exhortos). Asimismo podrán, a criterio del Juez, ser
requeridos por medio de oficios firmados, sellados y diligenciados por el
letrado con transcripción de la resolución que los ordena y que fija el plazo
en que deberán remitirse bajo apercibimiento correspondiente. Deberá
otorgarse recibo del pedido de informes y remitirse las contestaciones
directamente al tribunal. Cuando en la redacción de los oficios los
profesionales se apartaren de lo establecido en la providencia que los
ordena, o de las formas legales, su responsabilidad disciplinaria se hará
efectiva de oficio o a petición de parte.
Podemos ver entonces, la semejanza existente entre el
ordenamiento nacional y el local, a través de la incorporación de éste nuevo
artículo que faculta a los letrados a la confección de oficios, siempre que se
respeten las formalidades establecidas y bajo responsabilidad del abogado
actuante.
Procedencia e Impugnación: nuestro código local de rito,
establece en su artículo 4083, primer párrafo, que cuando fuera necesario
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Art. 410.- Facultades de los letrados. Los pedidos de informes, testimonios y certificados,
así como los de remisión de expedientes ordenados en el juicio serán tramitados de
conformidad con lo estipulado por el Art. 194. Asimismo podrán, a criterio del Juez, ser
requeridos por medio de oficios firmados, sellados y diligenciados por el letrado con
transcripción de la resolución que los ordena y que fija el plazo en que deberán remitirse
bajo el apercibimiento correspondiente. Deberá otorgarse recibo del pedido de informes y
remitirse las contestaciones directamente al tribunal. Cuando en la redacción de los oficios
los profesionales se apartaren de lo establecido en la providencia que los ordena, o de las
formas legales, su responsabilidad disciplinaria se hará efectiva de oficio o a petición de
parte.
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Art. 408.- Procedencia e impugnación. Cuando fuera necesario conocer documentos,
anotaciones o antecedentes de hechos vinculados con el juicio, que constasen en
registraciones, libros o archivos de oficinas públicas, escribanías, bancos, asociaciones,
sociedades, entidades o instituciones análogas, se los requerirá por oficio, que será
evacuado bajo juramento por la persona facultada al efecto. En caso de impugnación por
conocer documentos, anotaciones o antecedentes de hechos vinculados con
el juicio, que constasen en registraciones, libros o archivos de oficinas
públicas, escribanías, bancos, asociaciones, sociedades, entidades o
instituciones análogas, se los requerirá por oficio, que será evacuado bajo
juramento por la persona facultada al efecto.
De lo transcripto podemos advertir, que el nuevo articulado trae
definido cuál es el objeto de éste medio probatorio, pues expresamente
establece que se efectúa “cuando sea necesario conocer documentos,
anotaciones o antecedentes de hechos vinculados con el juicio”. Asimismo,
cabe agregar que enumera quienes serían los sujetos a los cuales se
encuentra destinado este medio probatorio, pues de manera meramente
enunciativa, indica a quienes puede estar dirigido un oficio. Nótese que es
enunciativa y no taxativa, puesto que del texto legal se desprende que puede
estar destinado a “instituciones análogas”.
En cuanto a la impugnación, en el artículo 408 segundo párrafo,
nuestro digesto procesal establece que, en caso de impugnación por
falsedad u otra causa, se requerirá la exhibición de los asientos contables, de
los registros, libros, archivos o antecedentes en que se fundase el informe
cuando tenga relación con las cuestiones controvertidas de que se trate.
Este supuesto se puede dar, cuando lo informado por la entidad a
la cual está dirigido el oficio, informa al Juez cuestiones que pueden ser
falsas o impugnadas por alguna otra cuestión; pues en dicho caso, el código
regula que se ordenará la exhibición del documento o asiento en donde se
encontrare asentada la información requerida en el oficio correspondiente.
Personas y entidades informantes: Según el art. 396 del CPCN los
informes que se soliciten a las oficinas públicas, escribanos con registro y
entidades privadas, deben versar sobre hechos concretos claramente
individualizados y controvertidos en el proceso. Proceden únicamente
respecto de actos o hechos que resulten de la documentación, archivo o
registros contables del informante. Asimismo, cabe requerir a las oficinas
públicas la remisión de expedientes, testimonios o certificados, relacionados
con el juicio, aunque en tal caso no se trata de una prueba de informes en
sentido estricto. Dentro del concepto "entidades privadas" se hallan
comprendidas no sólo las sociedades y asociaciones, sino también los
simples particulares.
De manera que se excluye la posibilidad de que verse sobre
cuestiones susceptibles de apreciación personal por parte del destinatario del
informe, pues en tal caso serían procedentes otras medidas de prueba, como

falsedad u otra causa, se requerirá la exhibición de los asientos contables, de los registros,
libros, archivos o antecedentes en que se fundase el informe en cuanto tenga relación con
las cuestiones controvertidas de que se trate.
la testimonial o la pericial. La prueba de informes es inadmisible cuando
manifiestamente tienda a sustituir o a ampliar otro medio de prueba que
específicamente corresponda por ley o por la naturaleza de los hechos
controvertidos (art. 397 1° párrafo del CPCN).
En idéntico sentido se ha expedido el legislador, en nuestro código
local, el artículo 409 regula el supuesto de Sustitución o ampliación de otros
medios probatorios: No será admisible el pedido de informes que
manifiestamente tienda a sustituir o a ampliar otro medio de prueba al que
específicamente corresponda por ley o por la naturaleza de los hechos
controvertidos. Tampoco es admisible la prueba de informes cuyo
destinatario sea alguna de las partes.
En este sentido, la ley regula expresamente un supuesto de
inadmisibilidad de medio probatorio; pues en este caso, el pedido de
informes no puede tender a sustituir otro medio probatorio, ya que si se
busca obtener información de una tercera persona que presenció el hecho
controvertido, pues se ofrecerá prueba testimonial. Otro ejemplo claro, es
cuando se intenta obtener información que se encuentra en poder de la
contraparte, en este caso se debe solicitar al Juez/a que le ordene exhibir los
documentos que obrasen en su poder, ya que el pedido de informes no
puede estar dirigido a una de las partes del proceso, atento a lo que regula
nuestro código local, puesto que también sostiene su inadmisibilidad.
Deber de informar: Los informantes tienen el deber de informar lo
que se les requieres en el plazo establecido, al respecto, el 2° párrafo del art.
397 del CPCN prevé la posibilidad de que el informante se niegue a
contestar el informe o a remitir el expediente. Para ello exige que exista justa
causa de reserva o de secreto, circunstancia que debe ponerse en
conocimiento del juzgado dentro del quinto día de recibido el oficio. La
apreciación de los motivos invocados queda librada al criterio judicial.
En Tucumán, el CPCT 4114 3er párrafo dispone que la falta de
contestación dentro del plazo fijado hace responsable de los daños
causados a la persona encargada de evacuarlos, sin perjuicio de la
responsabilidad que pudiera corresponder por desobediencia a una orden
judicial y la aplicación de sanciones conminatorias.

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Art. 411.- Plazo para contestar informes. Sanciones por incumplimiento. Los informes
deberán ser evacuados dentro del término de diez (10) días de haber sido recibidos o del
menor plazo que fije el tribunal bajo apercibimiento de las sanciones que el tribunal
considere, no admitiéndose, cuando se tratara de oficinas públicas, la exigencia previa de
requisitos o cumplimiento de recaudos que no fueren indispensables. Los oficios librados
deberán ser recibidos obligatoriamente a su presentación. La falta de contestación dentro del
plazo fijado hace responsable de los daños causados a la persona encargada de evacuarlos,
sin perjuicio de la responsabilidad que pudiera corresponder por desobediencia a una orden
judicial y la aplicación de sanciones conminatorias.
Procedimiento y producción de la prueba: En nuestra provincia, la
prueba debe ofrecerse dentro de los primeros diez días del plazo probatorio,
mientras que en la Nación la prueba debe ofrecerse con los escritos de
demanda, reconvención y contestación de ambas (art. 333 del CPCN5).
La prueba deberá ofrecerse determinando a cuáles oficinas
públicas o entidades privadas deberá oficiarse, quienes deberán contestar el
pedido de informes o remitir el expediente dentro de los diez días hábiles,
salvo que la providencia que lo haya ordenado hubiere fijado otro plazo en
razón de la naturaleza del juicio o de circunstancias especiales. No podrán
establecer recaudos que no estuvieran autorizados por ley. Los oficios
librados deberán ser recibidos obligatoriamente a su presentación (art. 398
del CPCN).
Dicha norma también establece que el juez deberá aplicar
sanciones conminatorias progresivas en el supuesto de atraso injustificado
en las contestaciones de informes. La apelación que se dedujera contra la
resolución que importa sanciones conminatorias tramita en expediente
separado.
Cuando se tratare de la inscripción de la transferencia de dominio
en el Registro de la Propiedad, los oficios que se libren a Obras Sanitarias de
la Nación, al ente prestador del servicio y al Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires o Municipio de que se trate, contendrán el apercibimiento de
que, si no fueran contestados dentro del plazo de diez días, el bien se
inscribirá como si estuviese libre de deudas (art. 398 del CPCN).
Cuando, sin causa justificada, la entidad privada no cumpliere el
requerimiento, los jueces y tribunales podrán imponer sanciones
conminatorias, en los términos del artículo 37 del CPCN 6 y a favor de la parte
que ofreció la prueba.
El art. 411, 1º párrafo del CPCT establece que los informes
deberán ser evacuados dentro del término de diez días de haber sido
recibidos o del menor plazo que fije el tribunal bajo apercibimiento de las
sanciones que el tribunal considere, no admitiéndose, cuando se tratara de
oficinas públicas, la exigencia previa de requisitos o cumplimiento de
recaudos que no fueren indispensables. Los oficios librados deberán ser
recibidos obligatoriamente a su presentación.

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Artículo 333: “Con la demanda, reconvención y contestación de ambas, deberá
acompañarse la prueba documental y ofrecerse todas las demás pruebas de que las partes
intentaren valerse…”.
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Artículo 37: “Los jueces y tribunales podrán imponer sanciones pecuniarias compulsivas y
progresivas tendientes a que las partes cumplan sus mandatos, cuyo importe será a favor
del litigante perjudicado por el incumplimiento. Podrán aplicarse sanciones conminatorias a
terceros, en los casos en que la ley lo establece. Las condenas se graduarán en proporción
al caudal económico de quien deba satisfacerlas y podrán ser dejadas sin efecto, o ser
objeto de reajuste, si aquél desiste de su resistencia y justifica total o parcialmente su
proceder”.
Las entidades privadas que no fueren parte en el proceso, al
presentar el informe y si los trabajos que han debido efectuar para
contestarlo implicaren gastos extraordinarios, podrán solicitar una
compensación, que será fijada por el juez, previo traslado a las partes. En
ese caso, el informe deberá presentarse por duplicado. La apelación que se
dedujere contra la respectiva resolución tramitará en expediente por
separado (art. 401 del CPCN).
Por su lado, el CPCT, prevé en el art. 413 que las entidades
privadas que no fueren parte en el proceso, cuando los trabajos que han
debido efectuar para contestar el informe implicaren gastos extraordinarios,
podrán solicitar al presentar el informe una compensación, la que será fijada
por el tribunal, previo traslado a las partes por cinco días. Evacuado el
traslado o vencido el término para hacerlo, el juez fijará el importe de la
compensación teniendo en cuenta el trabajo realizado. Esta resolución será
irrecurrible.
Impugnación: Sin perjuicio de la facultad de la otra parte de
formular las peticiones tendientes a que los informes sean completos y
ajustados a los hechos a que han de referirse, en caso de impugnación por
falsedad, se requerirá la exhibición de los asientos contables o de los
documentos y antecedentes en que se fundare la contestación. La
impugnación sólo podrá ser formulada dentro del quinto día de notificada por
ministerio de la ley la providencia que ordena la agregación del informe (art.
403 del CPCN).
Mientras que el CPCT, en el art. 408 in fine prevé que en caso de
impugnación por falsedad u otra causa, se requerirá la exhibición de los
asientos contables, de los registros, libros, archivos o antecedentes en que
se fundase el informe en cuanto tenga relación con las cuestiones
controvertidas de que se trate.
Caducidad: Si vencido el plazo fijado para contestar el informe, la
oficina pública o entidad privada no lo hubiere remitido, se tendrá por
desistida esta prueba a la parte que la pidió, sin sustanciación alguna, si
dentro del quinto día no solicitare al juez la reiteración del oficio (art. 402 del
CPCN).

Jurisprudencia Nacional
“La prueba de informes prevista en el art. 228 del Digesto local
implica un medio de prueba dotado de caracteres específicos que en
definitiva permite incorporar al proceso copias, datos, resúmenes o
conclusiones extraídas de elementos documentales poseídos por el
informante”. (Cámara Civil y Comercial, Santa Fe, Sala I, agosto 26, 997,
Rep. La Ley, año 1998, pág. 2031, nº 5).
“El objeto de la prueba de informes consiste en hechos concretos,
claramente individualizados, controvertidos en el proceso, y que resulten
susceptibles de verificación en documentos, archivos o registros del
informantes”. (Cámara Civil y Comercial, Santa Fe, Sala I, agosto 26, 997,
Rep. La Ley, año 1998, pág. 2031, nº 5).

Jurisprudencia Provincial
Corresponde aclarar que las objeciones formuladas por la
Legislatura y la Provincia de Tucumán (v.gr.: “oposición a la producción de la
prueba ofrecida” y/o “impugnación de su admisibilidad” y/o “recurso de
revocatoria” en contra la providencia del 28/09/2016), configuran en su
contenido procesal una forma de impugnación que no se encuentra
alcanzada por la inapelabilidad reglada en el artículo 301. CPCyC; por lo
que, no existe impedimento procesal a su admisión.Ahora bien, con relación
al oficio dirigido al Banco de Tucumán, entendemos que se halla claramente
enmarcado dentro del supuesto legalmente previsto para la prueba
informativa, cuya finalidad es aportar al proceso las constancias de la prueba
documental que se halla en poder de terceros o de las partes (cfr.
Bourguignon – Peral, Código Procesal Civil y Comercial de Tucumán, tomo I-
B, p. 1435). En efecto, el artículo 353 del CPCC establece que “cuando fuera
necesario conocer documentos, anotaciones o antecedentes de hecho
vinculados con el juicio, que constasen en registraciones, libros o archivos de
(…) bancos (…) se los requerirá por vía de informe”. Y prevé, por lo demás,
la posibilidad de que “en caso de impugnación por falsedad u otra causa, se
requerirá la exhibición de los asientos contables, de los registros, libros,
archivos o antecedentes en que se fundase en informe”. En rigor, entonces,
dado que el pedido de oficio al Banco de Tucumán SA encuadra en la
categoría de una “prueba informativa”, resulta aplicable el plazo establecido
por el artículo 397 CPCC para el ofrecimiento de prueba en procesos
sumarios. Ergo, el actor debía proponer esta prueba informativa junto “con
todos los medios de prueba que intente valerse” (art. 309 CPCC) dentro de
los primeros 5 días del plazo probatorio; y cumplió tempestivamente esta
carga procesal. DRES.: NOVILLO – GIOVANNIELLO (CAMARA EN LO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO - Sala 2, Nro. Sent: 949 Fecha
Sentencia 18/11/2016).

Es oportuno señalar que el art. 353 del CPCC -de aplicación


supletoria en el fuero laboral- dispone: “Cuando fuera necesario conocer
documentos, anotaciones o antecedentes de hechos vinculados con el juicio,
que constasen en registraciones, libros o archivos de oficinas públicas,
escribanías, bancos, asociaciones, sociedades, entidades o instituciones
análogas, se los requerirá por vía de informe, que será evacuado bajo
juramento por la persona facultada al efecto. En caso de impugnación por
falsedad u otra causa, se requerirá la exhibición de los asientos contables, de
los registros, libros, archivos o antecedentes en que se fundase el informe”.
Señala Lino Palacio (“Derecho Procesal Civil”; Ed. Abeledo-Perrot; 1992; T.
IV, pág. 655) que la prueba informativa es el “...medio de aportar al proceso
datos concretos acerca de actos o hechos resultantes de la documentación,
archivos o registros contables de terceros...”; este medio probatorio presenta
características distintas de los demás, pues no es una prueba documental,
ya que en ésta se requiere la aportación directa del documento, en cambio el
informante se limita a transmitir al Tribunal, cumpliendo una orden de éste, el
conocimiento que le deparan las constancias documentales que obran en su
poder. También se diferencia de la prueba testimonial, pues el informante
puede adquirir conocimiento de los hechos de que se trata en el momento de
expedir la informe, a diferencia del testigo, que tiene un conocimiento
concomitante a su acaecimiento, ya que el testigo declara sobre
percepciones personales, y el informante debe atenerse a las constancias de
la documentación que tiene en su poder (Palacio, ob. cit., t. IV, págs.
656/657). Con la prueba informativa no se tiende a efectuar una averiguación
que está en conocimiento de determinadas personas, sino una constatación
de circunstancias anteriores al litigio y que obran documentadas. En otras
palabras, “…el informe está limitado exclusivamente a las cuestiones para
las que está destinado: transferir de manera vehicular el conocimiento de un
documento, registro o fuente de entidades públicas, privadas o escribanos de
registro. No puede servir para incorporar prueba documental fuera del
período pertinente, ni tampoco para constituirse en testimonial o pericial
indirecta” (Enrique M. Falcón; “Tratado de la Prueba”; Ed. Astrea; año 2009;
T. II; pág. 141). DRES.: GANDUR – GOANE – SBDAR (CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA - Sala Laboral y Contencioso Administrativo, Nro. Sent: 405
Fecha Sentencia: 08/05/2015)

2.- Prueba de reconocimiento e inspección judicial: concepto.


Prueba a pedido de parte y de oficio. Reconocimiento corporal,
exámenes y reproducciones, reconstrucción de los hechos. Medidas
complementarias. Deber de colaboración de las partes. Honorarios de
los peritos.

Denomínese reconocimiento o examen judicial a la percepción


sensorial directa efectuada por el juez o tribunal sobre cosas, lugares o
personas, con el objeto de verificar sus cualidades, condiciones o
características.
Algunas provincias denominan a este medio probatorio
“inspección ocular” o “inspección judicial”, expresiones que literalmente
consideradas, pueden interpretarse en el sentido que restringen la actividad
del juez a una mera percepción visual de las materias que constituyen el
objeto de la diligencia no obstante que, aquél puede utilizar al efecto sus
otros sentidos. De allí, que resulta más apropiada la denominación de
“reconocimiento judicial”.
Medidas admisibles: El art. 479 el CPCN autoriza al juez o tribunal
a ordenar, de oficio o a pedido de parte, el reconocimiento judicial de lugares
o cosas. Sin embargo, el reconocimiento o examen judicial de personas,
deberá producirse siempre que no comporte el ejercicio de violencia sobre
aquellas, ni entrañe un menoscabo a su dignidad.
En forma simultánea con el reconocimiento judicial, dicha norma
admite la posibilidad de que se efectúe un examen pericial o se reciba la
declaración de uno o más testigos7.
Algunos autores niegan al reconocimiento judicial el carácter de
medio de prueba, sosteniendo que se trata de la apreciación de una prueba y
que esta última se halla constituida por la cosa sobre la cual recae el
examen; pero se trataría de una tesis errónea, por cuanto la cosa sobre la
cual versa el reconocimiento, no configura en sí mismo una prueba sino un
instrumento probatorio del cual cabe extraer un dato (fuente de la prueba)
que, cotejando con los hechos controvertidos (objeto de la prueba),
permitirán al juez convencerse de la existencia de éstos.
Procedencia y eficacia: El art. 479, 2° párrafo del CPCN, establece
que al decretar el examen se individualizará lo que deba constituir el objeto y
se determinará el lugar, fecha y hora en que se realizará. Si hubiera
urgencia, la notificación se hará de oficio y con un día de anticipación. La
medida debe ser realizada personalmente por el juez, pues de ello depende
su eficacia, por ello, el art. 382, 2° párrafo del CPCN autoriza al juez a
trasladarse a cualquier lugar de la República donde debe tener lugar la
diligencia.
De acuerdo con el régimen adoptado por el CPCN, el
reconocimiento judicial también está incluido entre las medidas preliminares
(art. 326, inc. 28), lo que resulta razonable si se tiene en cuenta que aquél
puede revestir, en casos de urgencia, el carácter de una medida
conservatoria indispensable.
A la diligencia —dispone el art. 480 del CPCN— asistirá el juez o
los miembros del tribunal que éste determine. Las partes podrán concurrir
con sus representantes y letrados y formular las observaciones pertinentes,
de las que se dejará constancia en acta. La ley, como se advierte, rodea al
acto de una garantía de control y publicidad, evitando así que aquél se
convierta, eventualmente, en una simple expresión del conocimiento privado
del juez. En el acta deben hacerse constar las impresiones que el juez reciba
(que no importen, desde luego, una valoración anticipada de la prueba), así
como también las observaciones que las partes formulen; lo cual se justifica,

7
Artículo 479: “El juez o tribunal podrá ordenar, de oficio o a pedido de parte: 1) El
reconocimiento judicial de lugares o de cosas. 2) La concurrencia de peritos y testigos a
dicho acto. 3) Las medidas previstas en el artículo 475. Al decretar el examen se
individualizará lo que deba constituir su objeto y se determinará el lugar, fecha y hora en que
se realizará. Si hubiere urgencia, la notificación se hará de oficio y con un día de
anticipación”.
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Artículo 326: “Los que sean o vayan a ser parte en un proceso de conocimiento y tuvieren
motivos justificados para temer que la producción de sus pruebas pudiera resultar imposible
o muy dificultosa en el período de prueba, podrán solicitar que se produzcan
anticipadamente las siguientes: 2) Reconocimiento judicial o dictamen pericial para hacer
constar la existencia de documentos, o el estado, calidad o condición de cosas o de lugares”.
tanto para que al sentenciarse recuerde fielmente lo que se haya visto y
expuesto, cuanto para que el tribunal de segunda instancia tome el
conocimiento que necesite, sin perjuicio de que, a su vez, decrete otra
inspección, si lo cree necesario y el estado actual de las cosas lo permite.
El CPCT reglamenta este medio de prueba (Reconocimiento.
Inspección, Reproducciones) en el art. 400 disponiendo:“Las partes podrán
solicitar el
reconocimiento de lugares, cosas o personas, y la realización de
reproducciones o experimentos. El tribunal podrá también ordenarlas de
oficio. La providencia que las ordenase fijará la fecha, lugar y modo en que
hayan de realizarse, notificándose a las partes con dos (2) días de
anticipación como mínimo. El tribunal podrá reducir el plazo en caso de
urgencia fundada”.

El reconocimiento será practicado personalmente por el tribunal en


presencia de las partes. Éstas podrán hacerse asistir por peritos o técnicos,
designados directamente por ellas. Los peritos y las partes podrán hacer las
indicaciones que crean necesarias para el mejor cumplimiento de la medida
(Art. 401 CPCT).
Tratándose del reconocimiento corporal, el tribunal podrá delegar
su cumplimiento en facultativos designados en la forma que se determina
para la prueba pericial, los cuales procederán con todas las precauciones
requeridas para asegurar el respeto de la persona (art. 402 del CPCT).
También prevé nuestro digesto procesal local que en caso de que
así conviniera para el esclarecimiento de los hechos, podrá solicitarse la
obtención de radiografías, análisis clínicos o bacteriológicos y, en general,
cualquier clase de experiencias de carácter científico. Podrá pedirse también
que se ejecuten planos, calcos y reproducciones fotográficas o con
aplicación de la tecnología para ello siempre que sea fidedigna y de
comprobado uso científico (art. 403 del CPCT).
Además, para aclarar si un hecho pudo o no haberse realizado
de una determinada manera, podrá pedirse su reconstrucción con aplicación
de las tecnologías adecuadas para ello. La reconstrucción se realizará en
presencia del tribunal y de las partes, y éstas podrán hacerse asistir por
peritos (art. 404 del CPCT).
Incluso, ddurante la realización de las medidas a que se refieren
los artículos anteriores, podrá el tribunal citar y oír a los testigos ofrecidos
como prueba para obtener mejor información. Igualmente, podrá disponer el
acceso a lugares pertenecientes a terceros, oyéndolos previamente en
cuanto fuera posible (art. 405 del CPCT).
Si para la realización de las medidas indicadas fuera necesaria la
colaboración personal de la parte y ésta se negara a proporcionar los
informes o a someterse al reconocimiento o experimentos ordenados, el
tribunal ejercerá las facultades necesarias para instarlas a hacerlo pudiendo
inferir de la negativa a colaborar la veracidad de los hechos en contra de la
parte reticente (art. 406 del CPCT).
Los honorarios de los peritos asistentes de las partes serán
pagados personalmente por ellas con prescindencia de la forma de
imposición de las costas (art. 407 del CPCT).

Jurisprudencia Nacional
“La eficacia probatoria del reconocimiento judicial, ya sea que
concurran o no las partes a tal acto, requiere su documentación mediante el
levantamiento de un acta en la cual se debe constancia de las percepciones
y observaciones recogidas durante el desarrollo de la diligencia. De lo
contrario, se cercena el derecho de defensa de las partes, en tanto se las
priva de un elemento de juicio apto para fundar sus alegaciones críticas, y se
impide la valoración de la prueba al juez que, eventualmente, suceda en el
desempeño del cargo a quien practicó la diligencia”. (CNCiv., Sala E, marzo
13-998, La Ley, 1998-D, 258).
“El reconocimiento judicial o inspección judicial u ocular es una
prueba de gran trascendencia en el proceso, pues con ella se realiza la
inmediación del juez con los elementos materiales del litigio (futuro) y en
general del juicio. Es el examen que el juez efectúa directamente de hechos
que interesan al proceso, para verificar su existencia, características y demás
circunstancias, de tal modo que las percibe con sus propios sentidos. Es
decir es un medio directo de prueba y por tanto personal, pues está
constituida por la actividad del juez”. (Id Infojus: SUZ0105139, 18/11/1998).

Jurisprudencia Provincial
“El objeto de la inspección ocular, también denominado más
propiamente reconocimiento judicial, es la verificación de hechos materiales
de cualquier tipo, que el juez puede examinar y reconocer. La comprobación
personal de un hecho del proceso realizada por el Juez. Es una
prueba vinculada al “factum”, sea porque lo comprobado sea parte de éste o
actúe a modo de hecho indicador. En el contexto del objeto de esta prueba,
no puede requerirse al Juez de Paz que verifique “la existencia de actos
posesorios en el terreno y/o uso o destino del mismo” pues ello implica
solicitar a éste efectuar una calificación jurídica que no tiene competencia
para realizar en este marco sino tan sólo informar las actividades o cualquier
otra circunstancia que observe en el inmueble relacionadas con el mismo”.
(CSJT, fallo 133 del 15/03/2007).

3.- Presunciones. Concepto. Clasificación y requisitos. Valor


probatorio según la índole de la cuestión controvertida.

Se denomina presunciones a las consecuencias que la ley o el


juez deducen de un hecho conocido para afirmar un hecho desconocido. La
presunción comporta, pues, un razonamiento que, partiendo de un hecho
determinado (indicio) y de conformidad con la experiencia referente al orden
normal de las cosas, permite afirmar la existencia del hecho que se desea
probar.
Clasificación y requisitos: Las presunciones son de dos clases:
legales y simples o judiciales. Las primeras pueden ser, a su vez, juris
tantum y juris et de iure, según que admitan o no prueba en contrario. Unas y
otras tienen de común la circunstancia de que dispensan a la parte
beneficiada por la presunción de la carga de probar el hecho deducido por la
ley, mientras que las primeras tienen el efecto de invertir la carga de la
prueba, transfiriéndola a la parte contraria, las segundas no admiten prueba
alguna. Es ejemplo de presunción juris tantum la contenida en el art. 878 del
CC, según el cual siempre que el documento original de donde resulte la
deuda se halle en poder del deudor, se presume que el acreedor se lo
entregó voluntariamente. Al deudor le basta en tal caso, acreditar la simple
tenencia del documento y no debe producir prueba alguna para demostrar
que esa tenencia respondió a la entrega voluntaria por parte del acreedor,
pues es a este último a quien la ley le impone la carga de probar lo contrario,
o sea, que el documento no fue entregado voluntariamente. Probada en
cambio una donación entre vivos hecha a un heredero forzoso que concurre
a la sucesión legítima del donante, se presume que importa una anticipación
de su porción hereditaria, sin admitirse prueba en contrario (art. 2476 del
CC).
El art.163, inc. 5º, 2° párrafo del CPCN dispone que las
presunciones no establecidas por la ley constituyen pruebas cuando se
funden en hechos reales y probados y cuando por su número, precisión,
gravedad y concordancia, produjeren convicción según la naturaleza del
juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica. Por lo tanto, su fuerza
probatoria requiere: a) Que el hecho del cual parte el razonamiento del juez
se encuentre debidamente comprobado y b) Que las presunciones sean
varias, graves, precisas y concordantes.
Valor probatorio según la índole de la cuestión controvertida: Las
presunciones simples, llamadas también judiciales o del hombre, se
encuentran libradas, en cambio, al criterio del juez, cuyas conclusiones no se
hallan sujetas a reglas preestablecidas, sino que deben ser fijadas de
acuerdo con los principios de la sana crítica. No obstante, la ley procesal
enuncia diversos requisitos que condicionan la fuerza probatoria de las
presunciones como garantía tendiente a evitar la absoluta discrecionalidad
judicial. Conforme a ese criterio, el art. 163, inc. 5, 2° párrafo del CPCN
dispone que "las presunciones no establecidas por la ley constituirán prueba
cuando se funden en hechos reales y probados y cuando por su número,
precisión, gravedad y concordancia, produjeren convicción según la
naturaleza del juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica".
Es por lo tanto necesario, para admitir el valor probatorio de las
presunciones: a) Que el hecho o indicio del cual parte el razonamiento del
juez se encuentre debidamente comprobado; b) Que las presunciones sean:
varias; graves, es decir, aptas para producir la convicción del juez sobre la
verdad de un hecho; precisas, es decir, que el hecho productor de la
presunción sea susceptible de interpretarse en un único sentido, pues
aquélla no puede admitirse cuando el respectivo razonamiento conduce a
dos o más resultados distintos y concordantes, o sea que formen entre sí un
todo coherente y natural.
En el ámbito doctrinal se discute si las presunciones constituyen, o
no, verdaderos medios de prueba. En sentido afirmativo se pronuncian, entre
otros, De La Plaza y Guasp, aunque limitando el aserto a las presunciones
simples y colocando el centro de gravedad del problema en el indicio y no en
la deducción.
La mayor parte de la doctrina se expide en sentido contrario y
sostiene, fundamentalmente, que: a) Las presunciones legales no configuran
medios probatorios, sino reglas jurídicas sustanciales que gravitan, en el
proceso, sobre la carga de la prueba, sea por la inversión o la exención de la
correspondiente actividad y b) Las presunciones simples tampoco
constituyen medios de prueba y son, en realidad, el resultado de las
operaciones intelectuales que el juez realiza en oportunidad de dictar
sentencia, basándose, para ello, en hechos indiciarios que se han
demostrado, a su vez, merced a la utilización de otros medios probatorios.
Se trata, en suma, no de medios, sino de argumentos de prueba.

Jurisprudencia Nacional
“El indicio por sí no constituye prueba. Pero a tenor de la
cantidad, calidad, inter-relación pueden constituir una prueba de carácter
indirecto de razonamiento. Esta prueba vale menos por el significado de
cada indicio en particular, que por el conjunto de indicios; allí donde sólo uno
no alcanza a ser probatorio, una pluralidad concordante es concluyente”.
(CFed. Mendoza, Sala B, febrero 18-998, La Ley, 1998-3-176).
“Las presunciones “hominis” son las que el juez establece por el
examen de los indicios según su ciencia y conciencia, vale decir, sin sujeción
a ningún criterio legal. Una vez consagrados los indicios, el juez debe
someterlos a un juicio de valoración, considerando diversas circunstancias
que condicionan su fuerza probatoria”. (CNCiv., Sala H, La Ley, 1998-E,
387).

Jurisprudencia Provincial
Si bien no hay una prueba directa de la mordedura del perro de
propiedad del demandado, lo cierto es que existen indicios suficientes que
crean la presunción hominis de que el hecho dañoso y las lesiones
provocadas, han existido… los indicios son fuentes de presunciones… las
presunciones también constituyen prueba suficiente para acreditar la
existencia del hecho controvertido y formar la convicción del juez al respecto,
por lo que no puede sostenerse por el apelante que el juez aquo no puede
fundar la sentencia en base a presunciones, si éstas están debidamente
basadas en indicios graves, precisos y concordantes. Adviértase que el
Código Civil contemplaba entre los medios de prueba a las presunciones
legales o judiciales (art. 1190) y el CPCCN también menciona como prueba a
las presunciones (art. 163 inc. 5° CPCCN).- DRES.: IBAÑEZ - ACOSTA.
(CAMARA CIVIL Y COMERCIAL COMUN - Sala 3, Nro. Expte: 2573/12, Nro.
Sent: 324 Fecha Sentencia 21/06/2019)
Los libros de comercio y el dictamen pericial contable, constituyen
indicios que crean la presunción hominis de que la operación de venta de
mercaderías de la accionante es la que está reflejada en los libros de
comercio de ambas partes. Debe recordarse que las “presunciones legales o
judiciales” constituyen uno de los medios medio de prueba idóneos y
conducentes para acreditar los hechos contradichos por las partes (art. 1190
Cód. Civil), de manera tal que debe tenerse por debidamente acreditada la
deuda reclamada con las pruebas arrimadas en autos.- DRES.: RUIZ -
AVILA. (CAMARA CIVIL Y COMERCIAL COMUN - Sala 1, Nro. Sent: 62
Fecha Sentencia 16/03/2016)

4.- Conclusión de la causa para definitiva. Cierre del debate.


Los alegatos: concepto, oportunidad y características. Autos para
sentencia: efectos.

Los requisitos que preceden al pronunciamiento de la sentencia


definitiva, en el juicio ordinario, dependen de las actitudes que adopta el
demandado en oportunidad de contestar la demanda. Es así que cuando
media allanamiento a la pretensión, corresponde que el juez falle la causa sin
más trámite; asimismo, cuando el demandado admite los hechos en que se
funda la demanda, pero les asigna un sentido jurídico distinto al pretendido
por el actor, procede la causa como de puro derecho, en cuyo caso el
proceso queda concluido para definitiva (art. 359 del CPCN9).
Pero cuando en razón de existir hechos controvertidos, se ha
dispuesto la apertura de la causa a prueba y ésta se ha producido, es
aplicable el procedimiento descripto en el art. 482 del CPCN, conforme al
cual, producida la prueba, el prosecretario administrativo, sin necesidad de
gestión alguna de los interesados o sin sustanciarla si se hiciera, ordenará
que se agregue al expediente. Cumplido éste trámite, el prosecretario
administrativo pondrá los autos en secretaría para alegar; esta providencia
se notificará personalmente o por cédula y una vez firme, se entregará el
expediente a los letrados por su orden y por el plazo de seis días a cada uno,
sin necesidad de petición escrita y bajo su responsabilidad, para que
presenten, si lo creyeran conveniente, el escrito alegando sobre el mérito de

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Artículo 359: “Contestado el traslado de la demanda o reconvención, en su caso, o
vencidos los plazos para hacerlo, resueltas las excepciones previas, si la cuestión pudiera
ser resuelta como de puro derecho, así se decidirá y firme que se encuentre la providencia,
se llamará autos para sentencia. Si se hubiesen alegado hechos conducentes acerca de los
cuales no hubiese conformidad entre las partes, aunque éstas no lo pidan, el juez recibirá la
causa a prueba procediendo de acuerdo a lo preceptuado en el artículo 360. La audiencia
allí prevista se celebrará también en el proceso sumarísimo”.
la prueba. Se considerará como una sola parte a quienes actúen bajo
representación común. Transcurrido el plazo sin que el expediente haya sido
devuelto, la parte que lo retuviere perderá el derecho de alegar sin que se
requiera intimación. El plazo para presentar el alegato es común.

Los alegatos: concepto, oportunidad y características: El


alegato es el acto mediante el cual cada una de las partes expone al juez,
por escrito, las conclusiones que les sugiere las pruebas producidas en el
proceso, debiendo limitarse a destacar el mérito o poder de convicción de los
elementos probatorios, siempre en función de los hechos que fueron objeto
de la litis, los cuales quedan definitivamente fijado en aquellas
oportunidades.
En el CPCN el plazo para presentar los alegatos reviste carácter
común, es decir, que vence para todas las partes el mismo día. De allí que el
actor pueda diferir la presentación hasta que venza el plazo acordado al
demandado (o sea, el vencimiento de los doce días). Pero es preciso
distinguir entre el plazo para presentar el alegato y el plazo durante el cual
cada una de las partes tiene derecho a retener el expediente en su poder
para consultarlo. Este último corre individualmente para cada una de las
partes y si vencido el plazo el expediente no es devuelto, la parte que lo haya
retenido, perderá el derecho de alegar sobre la prueba, sin necesidad de
intimación previa.
La demora en que puede incurrir el actor en devolver el
expediente, afectará, naturalmente, y aún podrá absorber, el plazo que la ley
acuerda al demandado para tenerlo a su vez en su poder. Por ello, se ha
decidido que, en tal caso, el demandado debe solicitar la suspensión del
plazo para alegar hasta tanto el expediente sea devuelto, debiendo correrle
aquél desde que se le notifica que el expediente se encuentra en secretaría a
su disposición.
En caso de litisconsorcio, finalmente, deben computarse tantos
plazos de seis días cuantos sean los litisconsortes, salvo que haya mediado
unificación de personería, pues en tal caso, los litisconsortes se consideran
como una sola parte.
En nuestra provincia10 dispone el art. 458: “Concluida la
producción de la prueba, el Tribunal concederá a las partes la palabra para
sus alegatos finales en forma oral; primero al actor, luego al demandado, y
posteriormente a las demás partes hasta por quince (15) minutos a cada uno.
Si alguna parte lo solicitara podrá autorizar un tiempo superior atendiendo las
condiciones del caso. Contra la decisión que resuelva esta solicitud no
procede recurso alguno”.
Autos para sentencia. Expuestos los alegatos, el Tribunal
dispondrá que la causa se encuentra en estado de dictar sentencia definitiva,
con lo que quedará cerrado el debate. La falta de pago de los tributos no
impedirá el dictado de la sentencia ( art. 459 del CPCT).
En la Nación el art. 483 dispones: Transcurrido el plazo para la
presentación de los alegatos, el secretario, sin petición de parte, debe poner
el expediente a despacho y agregar los alegatos que se hubiesen
presentado. Acto contiguo, el juez debe dictar la providencia llamando autos
para sentencia Una vez dictada dicha providencia queda cerrada toda
discusión y no procede la presentación de nuevos escritos ni la producción
de más pruebas, salvo aquéllas que el juez dispusiere diligenciar de acuerdo
con la facultad que le acuerda el art. 36, inc. 211. Sin embargo, estas pruebas
deben ser ordenadas en un solo acto (art. 484 del CPCN12).

Jurisprudencia Nacional
“El alegato consiste esencialmente en la apreciación que efectúa
el litigante sobre datos obrantes en el proceso, y no es cargo procesal, sino
simple facultad otorgada”. (Id Infojus: SU50003475, 23/05/1997).
“El plazo para la presentación de los alegatos se computa tal
como quedó ordenado a partir del día siguiente a haber quedado notificado
las partes. Que habiéndose notificado el actor personalmente el día 8 de abril
del corriente año, conforme con lo proveído el plazo para alegar su parte
comenzó a correr el día 09 - 04 – 94”.( Id Infojus: SUM0001863, 10/05/1994).
Jurisorudencia Provincial

10
Antes de la reforma el plazo para presentar el alegato era individua, disponiendo el CPCT
en el art. 388 que dentro de los tres días de vencido el plazo probatorio, y sin necesidad de
petición de parte, el secretario agregará las pruebas producidas, primero las del actor y
luego las del demandado. La falta de cumplimiento por dicho funcionario en el plazo
expresado dará lugar a la aplicación de una multa de hasta dos días de sueldo, que será
impuesta por el juez o tribunal de alzada que advierta la demora, de oficio o a petición de
parte, salvo razones perfectamente justificadas. Agregadas las pruebas, el juez pondrá los
autos a la oficina para alegar. Dicha providencia será de notificación personal y una vez
firme la misma, se entregará el expediente por el término de seis días a cada parte y por su
orden. Presentados los alegatos o vencido el término para hacerlo, cuando corresponda, se
correrá vista a los Ministerios Públicos y a los demás funcionarios a quienes debe oírse,
quienes tendrán igual plazo para expedirse (art. 389).

11
Artículo 36: “Aún sin requerimiento de parte, los jueces y tribunales deberán: 2) Intentar
una conciliación total o parcial del conflicto o incidente procesal, pudiendo proponer y
promover que las partes deriven el litigio a otros medios alternativos de resolución de
conflictos. En cualquier momento podrá disponer la comparecencia personal de las partes
para intentar una conciliación”.
12
Artículo 484: “Desde el llamamiento de autos quedará cerrada toda discusión y no podrán
presentarse más escritos ni producirse más prueba, salvo las que el juez dispusiese en los
términos del artículo 36, inciso 4). Estas deberán ser ordenadas en un solo acto”.
La afirmación de los recurrentes carece de sustento jurídico, pues
no señalan cuál es el fundamento legal que obligue a los jueces del fuero a
realizar el estudio de su defensa (que como se dijo, fue introducida en sus
alegatos). “…los alegatos tienen por objeto ilustrar el criterio del juzgador
sobre los argumentos expuestos por las partes, pero ello no implica que
formen parte de la litis, por lo que, el que no se haga referencia a ellos, no
constituye violación legal alguna. En efecto, el alegato sintetiza el acierto,
mérito u operancia de la pretensión según cada parte valora y la omisión de
considerarlos de ninguna manera implica violación de garantías, en virtud de
que no conforman la litis planteada, no constituyen parte de ella, sino que
esta (la litis), se integra únicamente con la demanda y con la contestación y
por lo tanto, el contenido de los alegatos no trasciende al resultado del fallo
que dicta el juez de la causa” (sentencia n° 35 del 22/2/2013, dictada por
esta Cámara Civil y Comercial Común, Sala 1). Asimismo se advierte, que
aún si se pudieran tener en cuenta las alegaciones de los recurrentes (que
como se dijo, exceden los límites del Tribunal al no haber sido introducidas al
contestar demanda), ellas son solo alegaciones que no reflejan la verdadera
información que puede extraerse de la compulsa de este expediente y de la
causa penal…de la que surgen elementos que llevan a considerar que los
hechos acaecieron según la versión brindada por el actor.- DRES.: BEJAS -
ACOSTA.( CAMARA CIVIL Y COMERCIAL COMUN - Sala 3, Nro. Expte:
3227/10, Nro. Sent: 51 Fecha Sentencia 03/03/2020).

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