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TEMA 18.- PACIENTE PEDIÁTRICO Y ANCIANO. PACIENTES EN SITUACIONES ESPECIALES.

/ 2. Paciente pediátrico

La odontopediatría es la rama de la odontología que se centra en la prevención y el


tratamiento de las patologías bucodentales en la población infantil.

Es en el ámbito de la familia donde debe iniciarse la prevención de las patologías orales,


inculcando en los niños unos buenos hábitos de higiene bucodental. En los primeros años, son
los padres los que realizan la tarea y poco a poco, el niño irá adquiriendo una correcta técnica.
Los hábitos de higiene oral adecuados a cada etapa desde muy temprana edad son:

• Se aconseja comenzar con este hábito incluso cuando son aún bebés, limpiando con
suavidad las encías.

• Utilizar algún dispositivo para aliviar la irritación y el dolor durante la erupción dentaria
temporal.

• Cuando empiecen a salir los dientes temporales, se recomienda una limpieza con cepillo de
cerdas suaves dos veces al día, enjuagando con agua.

• Evitar impregnar el chupete con alimentos o bebidas azucaradas.

• Restringir completamente el uso de chupetes y biberones a partir de los 18 meses.

• A partir de los tres años, se puede aplicar flúor o emplear selladores para proteger la
dentición infantil de la infección por caries dental.

• En adelante, se pueden seguir unas pautas diarias de higiene oral empleando cepillo
tradicional o eléctrico con cerdas suaves y pasta dental apropiada a su edad.

La visita a la clínica dental puede suponer para los niños, una situación de miedo y estrés. El
comportamiento de pacientes odontopediátricos fue descrito por Frankl y Wright, tal como se
señala a continuación:

• Tipo I (- -). Definitivamente negativo. Rechaza el tratamiento, grita alto, es asustadizo y su


negatividad es extrema.

• Tipo II (-). Negativo. Acepta el tratamiento con dificultad, sin cooperar, su actitud es negativa
y reacia.

• Tipo III (+). Positivo. Acepta el tratamiento con cautela, presenta voluntad para acatar
órdenes.

• Tipo IV (+ +). Definitivamente positivo. Su relación con el odontólogo es buena, se interesa


por el tratamiento
2.1. Decir-mostrar-hacer

La técnica básica para reducir el estrés y el miedo al tratamiento consiste en comunicar


primero al paciente en qué va a consistir su tratamiento. A continuación, mostrar el
instrumental y material que se va a emplear para llevarlo a cabo y, por último, efectuar la
intervención.

Según la edad, habrá que tomar ciertas medidas en cada uno de los tres puntos.

Decir. Cómo se comunica la intervención que se va a realizar depende de la edad del niño y de
su nivel de desarrollo.

En general, es muy útil el uso de pictogramas para que entiendan en qué va a consistir su
tratamiento de una forma divertida y sencilla.

En pacientes mayores, se pueden utilizar otros folletos o palabras, tratando siempre de que el
vocabulario no sea muy técnico.

Mostrar. Teniendo en cuenta que los niños pueden asustarse ante determinados ruidos, es
conveniente mostrarles algunos de los instrumentales electrónicos en funcionamiento, para
que posteriormente sus sonidos no provoquen mayor ansiedad en ellos. En otras ocasiones, en
cambio, es conveniente valorar si se les muestran ciertos materiales, como las agujas, ya que
pueden asustarlos más que disminuir su estrés.

Hacer. A la hora de intervenir sobre el paciente pediátrico, independientemente de la


comunicación que se haya podido establecer con anterioridad en función de su comprensión,
es importante maximizar el cuidado y tratar de evitar una experiencia dolorosa o traumática.

2.2. Principales patologías en el paciente pediátrico

Las principales patologías que encontraremos en el paciente infantil son:

• Quistes de erupción durante la erupción de la dentición temporal

• La caries dental

• Traumatismos

• Primoinfección por herpes simple

• Apiñamiento o diastemas en dentición mixta.

2.3. La primera visita al dentista

En el paciente infantil es primordial el primer contacto con la clínica dental, ya que marcará
una pauta a seguir

y formará una relación niño-dentista adecuada o inadecuada. Es importante recalcar que los
niños aprenden por imitación, así que el ejemplo de padres, familiares u otros niños es en
ocasiones fundamental para empezar con buen pie.

Esto podemos conseguirlo mediante la empatía. Poniéndonos en el lugar del niño y hablando
“su mismo idioma” podemos conseguir una buena primera impresión.
/ 3. Paciente anciano

El envejecimiento de una persona conlleva además de los cambios morfológicos un


empeoramiento de la salud general. El aumento de la esperanza de vida de las últimas décadas
implica que, en el ámbito odontológico, las medidas de prevención, tratamiento y
mantenimiento de la salud oral deben ir enfocados a las particularidades de los ancianos.

Es muy importante la valoración del paciente geriátrico ya que la asistencia clínica debe ir
dirigida a mantener la funcionalidad como la masticación y el habla, y en consecuencia a
mantener la mayor calidad de vida posible.

3.1. Alteraciones bucodentales vinculadas al envejecimiento

En general, los efectos del envejecimiento en la cavidad oral se traducen en cambios físicos
secundarios al uso y a la edad, como la reducción de capacidad funcional de los músculos
masticatorios y faciales. También el desgaste y oscurecimiento de los dientes, en el que el
cambio de color se debe al aumento de volumen de la dentina, una pulpa dental más pequeña
y a tinciones externas. Junto con el desgaste, es habitual la formación de grietas en la
superficie dental.

Sin embargo, existen factores extrínsecos que alteran la salud oral del anciano. Es habitual la
xerostomía en estos pacientes, causada habitualmente por fármacos como los
antihipertensivos, los diuréticos o los antidepresivos.

Si los pacientes tienen muchas pérdidas dentarias presentarán una reabsorción de la cresta
ósea alveolar.

Otra patología dental común es la caries, especialmente las lesiones radiculares (secundarias a
recesiones gingivales asociadas a la edad). También es habitual que desarrollen enfermedad
periodontal, por lo que suelen presentar movilidad dentaria, restos alimenticios entre los
dientes, halitosis y una gran pérdida de piezas dentales.

Tanto las caries, como la enfermedad periodontal son consecuencia de la higiene deficiente
que mantienen estos pacientes, debido a la pérdida de habilidad manual, a la presencia de
otras patologías que tienen a causa del envejecimiento o al estado emocional del anciano.

Prácticamente todos los pacientes ancianos han perdido alguna pieza dental, pero depende
del número de dientes perdidos podemos clasificarlos:
3.2. Patologías orales asociadas al anciano

Algunas patologías asociadas a la población adulta mayor son:

• Estomatitis protésica: secundaria al uso de prótesis y falta de higiene oral

• Herpes: en pacientes inmunodeprimidos, pacientes oncológicos o trasplantados.

• Candidiasis oral: asociada a la estomatitis.

• Lesiones en mucosas por elementos protésicos: heridas, úlceras de decúbito, queratosis por
fricción.

• Disfunciones en la ATM: Ocasionada por una disminución de la dimensión vertical en


pacientes edéntulos.

• Patología de la mucosa oral:

• Queilitis angular

• Queilitis actínica

• Liquen plano

• Leucoplasia

• Osteonecrosis de los maxilares: debido a radiación o por la toma de fármacos como los
bifosfonatos.

• Carcinoma oral de células escamosas.

3.3. Manejo del paciente anciano

El manejo odontológico del paciente anciano debe ir dirigido a mantener su salud oral en
cuatro niveles, masticatorio o funcional, nutricional, fonatorio y estético. La falta de salud oral
incide de una manera importante en la calidad de vida de estos pacientes, puesto que puede
derivar en problemas sociales, de autoestima o incluso producir déficits nutricionales, por lo
que lo ideal es reponer los dientes perdidos mediante rehabilitación protésica.

Para prestar una correcta atención odontológica es imprescindible tener en cuenta las
patologías crónicas que padecen de base, ya que influirán en el plan de tratamiento y en el
pronóstico posterior.

Se ha de tener en cuenta también las expectativas que tiene el paciente respecto al


tratamiento
/ 4. Pacientes encamados

Los pacientes encamados son aquellos que se encuentran postrados en una cama sin
posibilidad de levantarse o moverse. Esto puede ser debido a que sean pacientes ancianos,
padezcan ciertas enfermedades, hayan sufrido accidentes, etc. Suelen ser pacientes con
distintos grados de dependencia, lo que hace que requieran ayuda externa para actos
cotidianos en su vida diaria, como puede ser la higiene o alimentarse.

Debido a su estado, suelen presentar problemas bucodentales como caries, enfermedad


periodontal y halitosis. Pero en función del estado del paciente se actuará de una manera u
otra. Si el estado es bueno, se ha de fomentar su autonomía permitiendo que se ocupe de su
propia higiene bucodental.

La complicada situación de estos pacientes influye en el pronóstico y tipos de tratamientos que


se pueden realizar.

Ya que dependen del grado de consciencia, de su nivel de dependencia, de si está conectado o


no a un respirador o del tipo de alimentación (con sonda o por vía parenteral).

4.1. Manejo de pacientes encamados:

• Paciente consciente: si lleva prótesis dental retirarla y cepillar dientes y superficies con
pastas fluoradas.

Limpiar todas las mucosas con gasas estériles impregnadas en clorhexidina al 0,12%, aunque si
puede el paciente debe realizar enjuagues con la clorhexidina. Después, ponerle vaselina en
labio para evitar grietas y heridas en los mismos. Y, por último, limpiar las prótesis con cepillo,
jabón y después aclararla con agua.

• Paciente inconsciente: colocar al paciente de lado, si este tiene dientes, usar un cepillo
mojado en clorhexidina; si no se pudiera o fuera desdentado, limpiarle con una gasa estéril
empapada en clorhexidina y untar los labios en vaselina para hidratarlos y evitar heridas.

Solo se han de realizar los tratamientos estrictamente necesarios para mantener lo mejor
posible la salud general del paciente.
/ 5. Pacientes embarazadas

En la mujer embarazada se producen una serie de cambios en su cuerpo en los que hay que
poner atención desde el ámbito odontológico. Si la mujer planea quedarse embarazada o en
cuanto lo sepa, es necesario que se haga una revisión bucodental para ver cómo se encuentra
su salud oral, darle pautas preventivas y realizar tratamientos urgentes que no se puedan
demorar. Las mujeres embarazadas tienen tendencia a padecer problemas de salud
bucodental.

a. Gingivitis del embarazo: Tiene una incidencia del 60-75% de las embarazadas. Se origina por
acúmulo de placa bacteriana, además los cambios hormonales y vasculares empeoran el
cuadro de inflamación.

b. Épulis gravidarum: También llamado granuloma del embarazo. Es un granuloma de


crecimiento rápido como respuesta inflamatoria exagerada, que afecta a un 5% de
embarazadas y se localiza en el borde gingival de la encía. Suele remitir de manera espontánea
después del parto.

c. Enfermedad periodontal: Si no se trata la gingivitis en una embarazada, esta puede derivar


en una periodontitis, la cual está relacionada con partos prematuros y el nacimiento de niños
con bajo peso.

d. Caries: Durante el embarazo son susceptibles de sufrir erosión dental debido a las náuseas y
vómitos habituales de esta etapa. También suelen referir xerostomía, debido al cambio de la
composición de la saliva y los cambios hormonales. Todo esto favorece que se produzca caries.
Además de que aumentan las ingestas de comida durante el día.
5.1. Prevención en el embarazo

Visitar al profesional dental para una revisión.

Pautas para controlar el Biofilm: cepillado dental, limpieza interproximal, uso de pastas
fluoradas, colutorios antisépticos.

Remoción de cálculo supra y subgingival mediante la tartrectomía.

Control en la dieta: evitar alimentos y bebidas azucaradas en la medida de lo posible o


evitarlos entre horas.

Enjuagues con agua: en caso de náuseas con reflujo y vómitos, esperar 30 minutos antes de
usar el cepillo con pasta.

5.2. Manejo de la paciente embarazada

En términos generales, se ha de evitar el tratamiento dental de las embarazadas. La posición


semisentada es la más recomendable para estas pacientes, ya que si está muy tumbada puede
originarse el síndrome hipotensivo en decúbito supino. Además, también se ha de evitar la
realización de radiografías, excepto si existiera una urgencia.

Para ello, hay que proteger el abdomen y el cuello de la paciente con un delantal y collarín
plomados.

Al mismo tiempo, se restringirá al máximo el uso de medicación. En caso de necesidad, como


analgésico se puede dar paracetamol y en cuanto a antibióticos están permitidos en
embarazadas: la amoxicilina, la ampicilina, la cefalosporina y la eritromicina.

Los tratamientos y acciones que se pueden realizar a una paciente embarazada dependerán
del trimestre de embarazo:

• Primer trimestre: evitar cualquier tratamiento a excepción de la tartrectomía y pulido


dental, y a intervenciones de urgencia. No usar medicación. Medidas y consejos de higiene
oral.

• Segundo trimestre: es el momento adecuado si se requiere de tratamientos rutinarios y


urgencias. Posición semiinclinada.

• Tercer trimestre: comprobar la tensión arterial y realizar solo intervenciones urgentes por
riesgo de parto prematuro. Posición de la paciente casi sentada.

5.3. Manejo odontológico en la lactancia

Se ha demostrado que la madre puede transmitir bacterias cariogénicas al recién nacido


mediante distintos hábitos que impliquen saliva. Es importante que tenga una correcta higiene
bucal. Asimismo, durante la lactancia, la medicación y los anestésicos orales puede pasar a la
leche materna.
/ 6. Drogodependientes

Las drogas son sustancias que, cuando se introducen en el organismo, actúan sobre el sistema
nervioso central. Esto provoca cambios que pueden afectar a la conducta, el estado de ánimo
o la percepción. Como consecuencia se crea una dependencia física, psicológica y con el
tiempo tolerancia creándose una adicción. La vía de administración es muy variada: parenteral,
oral, nasal, etc.

6.1. Efecto según el tipo de droga

• Cocaína: adormecimiento de mucosas, bruxismo y patología de la

ATM, ulceraciones y perforaciones palatinas y nasales.

• Metanfetamina: bruxismo, patología de la ATM y erosión por reflujo ácido.

• Tabaco y marihuana: xerostomía y mayor riesgo de lesiones premalignas y neoplásicas.

6.2. Manifestaciones orales en drogodependientes

6.3. Manejo y tratamiento del paciente drogodependiente

La alta prevalencia de enfermedad periodontal y caries se debe a varios factores como una
mala higiene dental, mala alimentación, xerostomía, así como también al escaso cuidado de la
salud oral.

Debido a que son personas que no son constantes en el mantenimiento de su salud


bucodental, se ha de hacer hincapié en la educación sanitaria del paciente en cuanto a su
higiene bucodental y, en que siga las recomendaciones post tratamiento que se le indiquen
para evitar complicaciones.

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